Partida Rol por web

-Rolo le dio al marinero un par de golpes en el hombro a modo de agradecimiento, y sin prestarle mayor atención se giró hacia sus compañeros. 

+Ese barco pesquero de allí... es el barco que vi en el templo -dijo casi como una pregunta, como esperando algún tipo de confirmación por parte de los demás antes de determinar si aquello era una señal de Atenea.

Triss miró al barco y a Rolo, parecía que Atenea le tenía en aprecio puesto que ya en su primera visión le advirtió que unos ojos azules andaban detrás de todo.

- Si la diosa lo mostró en tu sueño, tiene que significar algo. ¿Vamos a la playa donde ha dicho el marinero que descargan? ¿O cómo hacemos para acceder al barco?

+Vamos con Elrohir a hablar con Sofronio, asegurémonos sitio en un barco que vaya a partir hacia Creta, e inspeccionemos aquel barco después. Quizá Sofronio incluso pueda acercarnos en una barca.

Sofronio geticulaba enérgicamente desde su enorme estatura mientras daba órdenes a los marineros y mozos de cuerda. Al verse rodeado por el grupo paró y miró a todos a la cara hasta que se fijó en Elrohir.

- ¡Ah tú! !Hola! - empezó con una voz atronadora - Estos deben de ser tus amigos, ¿no? Bien, ¿en qué os puedo ayudar?

"Hola Sofronio !" - dijo Elrohir con ìmpetu.

Le diò la mano, aunque mas bien parecía que Sofronio estaba sujetando y agitando un muñeco de trapo."

"Estos son Triss, Rolo y Kainos" - añadió señalando al grupo

"Verás ... "

"Nos preguntabamos si tu nos podrías acercar a Creta..."

"A... un precio... razonable... ya sabes"

- ¿A Creta, eh? - dijo alzando una ceja - ¿Y qué se os ha perdido allí? Sólo hay piedras y cabras... Perdón, perdón, no es asunto mío. Ninguno de mis barcos hace ruta a Creta, no hay suficiente volúmen de negocio allí para mantener una línea regular, pero si os interesa os podría fletar un barco. ¿Para vosotros seis? ¿Sin carga, entiendo? Hm... ¿Y a dónde concretamente en Creta? ¿Knossos, Zakros Pirgos...?

El hombretón hacía cálculos en su cabeza y parecía necesitar más datos.

"Ups, no hemos hablado de a qué puerto de Creta ir" - pensó Triss - "¿Alguna de esas ciudades estará relacionada con alguna leyenda sobre los Titanes, el Tártaro o algo así?

Triss recordó que Kainos había mencionado que la extraña moneda de oro representaba al rey Minos y al laberinto de Knossos.

- Nos gustaría ir a Knossos - contestó Triss. Había recordado que en las monedas de Creta aparecía su famoso laberinto.

- Hm... fletar un barco a Knossos...os lo puedo dejar en unos 120 dracmas. Os lo puedo tener listo para salir mañana por la mañana. ¿Qué os parece? ¿Trato? - dijo lanzando alargando su mano abierta hacia el grupo, esperandao cerrar el trato.

- ¿120 dracmas por un viaje a Creta? Parece mucho para un comerciante que conoce hasta Demóstenes y que tiene rutas por todo el Egeo. Seguro que ya hay un barco aparejado que va a Rodas o Chipre y para el que no sería mucho esfuerzo hacer una pequeña parada en Creta. Nos han comentado que no es la primera vez que alguno de tus barcos deja pasajeros en Creta y nosotros somos un grupo muy capaz. ¿Los otros pasajeros también pagaron 120 dracmas?

Sofronio retiró la mano, pareciendo algo contrariado.

- Ya os digo, a Creta no hay ruta regular. Cuando alguien quiere ir a algún sitio al que no hay ruta se fleta un barco y ya está. Reciéntemente una mujer quiso ir a Creta desde Corinto, creo que se lo comenté a su amigo, una joven muy guapa. Pagó su pasaje y ya está, y pagó muy bien además -

Pareció pensar un momento.

- ¿Y decías que Demóstenes os ha hablado de mi? Quiero decir, es normal, con la guerra y todo eso el comercio es más importante que nunca, especialmente cuando tienes un enemigo podría quemarte tus propios barcos en cualquier momento. Y yo doy un servicio confiable y de buena calidad. Mis naves son las mejores del egeo. Sólidas y capaces -

- Yo no me situó del lado de nadie, por supuesto - añadio apresuradadmente echando un rápido vistazo alrededor - Soy un hombre de negocios, esta no es mi guerra. Pero... bueno. Si conocéis personalmente al general quizá podamos llegar a un acuerdo... -

Hizo una breve pausa.

- 80 dracmas. Y salís mañana por la mañana. Un barco perfecto, cubierta limpia y velas en buen estado. Tardaréis un par de días en llegar. Vuestra comida y bebida corre por vuestra parte claro. Y estoy seguro de que el general apreciará escuchar cómo el bueno de Sofronio hizo un excelente servicio a sus compatriotas. ¿No es así? ¿Trato? - dijo lanzando la mano de nuevo hacia el grupo.

Sofronio parece decir la verdad. Es un hombre interesado en sus negocios, la guerra ni le va ni le viene más allá de ser una buena oportunidad para él. Parece que haberos presentado como conocidos del general ha jugado a vuestro favor.

Kainos parecía convencida de las palabras de Sofronio.

- Es un buen trato - dijo con semblante serio - pero vamos a necesitar un poco de tiempo para reunir los fondos, preparar nuestras provisiones y para informar a Demóstenes, por supuesto -

- Eh... Claro, por supuesto. Estaré por aquí el resto del día, buscadme y cerraremos el trato - dijo.

Parecía confuso de haber rebajado tanto un precio, haber aceptado mantenerlo y no haber cobrado nada de antemano. Se miró la mano unos instantes.

- ¡No olvidéis mencionarle a Demóstenes el buen trato que os he dado! - añadio antes de volver a sus quehaceres.

-Cuando el grupo empezaba a marcharse Rolo paró en seco. Elrohir, que iba muy cerca detrás de él, casi se choca contra su hombro mientras el hoplita se giraba hacia Sofronio.

+Una última pregunta Sofronio. Cuando llegamos al puerto me ha llamado la atención aquél pesquero anclado allí en medio. Ese barco me resulta familiar y tengo curiosidad por saber qué hace ahí... Creo que uno de sus tripulantes es un viejo conocido, si pudiera me gustaría acercarme a comprobarlo.

Sofronio miró en la dirección que indicaba Rolo. 

- Hm, lleva aparejo de pesca sí. Me temo que no conozco al dueño. Los pescadores no descargan aquí, así que no le conocería. Quizá en la playa te sepan decir algo, la pesca la gestionan allí. - dijo encogiendose de hombros. 

Una vez Sofronio se hubo alejado, Triss se dirigió al resto:

- Vayamos a la playa entonces, a ver qué nos pueden decir de ese pesquero.

Y empezó a caminar en la dirección que les habían indicado.

El bullicioso y ajetreado puerto contrastaba con la tranquilidad de la playa a la que el grupo se acercó. Las gaviotas paseaban por la arena lamida por las olas, picoteando aquí y allá. Una docena de barcas con remos descansaban sobre la arena. Un de ellas, con visibles agujeros en el casco, estaba boca abajo, elevada del suelo por unos palos. A su sombra un grupo de muchachos, ninguno de los cuales llegaría a los quince años, se resguardaban del sol mientras remendaban redes de pesca.