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Edda - El Reino que Vendrá [+18]

[Escena personal] Victoria Herrera

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02/08/2021, 03:59
Narrador

Recuerdos en la niebla

Ciudad de México, primavera de 2023

El móvil sonaba con insistencia, pero no eras capaz de alcanzarlo. Un dolor lacerante en el costado te impedía moverte, cuando intentaste comprobar a qué era debido descubriste que tenías clavada una varilla de acero. Era superficial, pero lo suficiente para que te doliera horrores el moverte. Tenías la cabeza embotada, trataste de hacer memoria y recordaste estar conduciendo con la noche ya sobre ti. Conducías deprisa, ya que estabas ansiosa de llegar a casa después de varios meses en alta mar en cruceros, el vuelo desde Veracruz se había retrasado y cuando aterrizaste en el aeropuerto de DF ya era noche cerrada.

Recordabas la carretera limpia, cortada por la luz de los focos del coche, y una extraña niebla arrastrarse por los confines de la calzada. Era una niebla inusual tanto por la época como por la ubicación, ¿cuando habías visto una niebla parecida? Jamás, estabas segura, pero ahí estaba. Estabas tan pendiente de la niebla que no te fijaste, algo cruzó la carretera, apenas viste lo que era, pero lo suficiente para que con un acto reflejo dieras un volantazo provocándote el accidente.

El móvil seguía sonando, pero no eras capaz de alcanzarlo. ¿O quizá sí?

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02/08/2021, 17:34
Victoria Herrera

No debió dejarse llevar por las ansias. De volver a casa tras tanto tiempo fuera, de colmar a sus seres queridos de regalos y que se lo devolvieran en atención y cumplidos a su regreso tras su falta, pero en lugar de eso, Victoria... Se despertó derrotada, por el dolor, por la situación, ¿Qué... había pasado? ¿Nadie había visto el accidente y llamado a emergencias? Tal vez no, con esa extraña y pesada niebla. Casi no podía pensar, ni el dolor ni la pesadez la dejaban en su confusión, y el incesante teléfono captaba toda su capacidad de atención, con la ayuda más inmediata al alcance al otro lado de este. - Puta madre... - 

Victoria se toma un momento y aspira y espira con fuerza un par de veces, mentalizándose para poder aguantar la tensión y el castigo de la varilla cuando intentara moverse. Si ya le jodía intentar alcanzar el teléfono, salir a pedir ayuda estaba descartado de momento, así que sin más demora y entre quejidos alargó el brazo para intentar agarrarlo.

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06/08/2021, 03:25
Narrador

La tensión de tus músculos te dolía de un modo como jamás lo habías sentido. Al intentar alcanzar el móvil que sonaba, tu cuerpo se resistía a obedecerte, pero tu fuerza de voluntad se imponía a esas limitaciones convenciéndolo que era posible. Dos veces lo intentaste, dos veces fracasaste, pero a la tercera intentona lograste tomarlo. No eras una experta, pero tenías algo roto, seguro, y estabas sangrando a juzgar por la gradual pérdida de fuerza que ibas sufriendo. Pero tenías el teléfono en tu mano, era Hugo, te estaba llamando Hugo.

¿Victoria? ¿Dónde narices estás? —preguntó con preocupación una vez lo tomaste —. Llevamos horas sin saber de ti..

¿Horas? No, eso no era posible. Habías llamado antes de salir, y calculabas que no habrían pasado más de veinte minutos. Hugo se equivocaba, ¿no?

Oye.. ¿Estás bien? ¿Qué pasa..?

Notas de juego

Próximo post, la semana que viene.

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06/08/2021, 22:45
Victoria Herrera

Es difícil asimilar que su cuerpo no sigue las órdenes de movimientos que deberían ser tan simples. Con el móvil ahí, tan cerca, alcanzarlo parece volverse una cuestión incluso de orgullo. Tal vez sea eso lo que finalmente la lleva a sobreponerse a su debilidad, superar aquella frustración. 

- Hugo, ¡Hugo! - Interrumpe la primera pregunta tras su nombre, cuando inmediatamente el chico le plantea otra. Horas, ¿Cuánto tiempo llevaba allí? - Hugo, tengo que llamar a emergencias. He tenido un accidente con el auto. - Le informa tensa, tratando de contener los nervios. - ¿Qué... - ¿Hora es? No termina la pregunta, apartando el móvil de su oreja un instante para mirar la hora por sí misma. No vuelve a acercárselo a la oreja, si no que aprovecha para poner el manos libres y dejar el teléfono sobre su rodilla. - Joder. Hugo, escúchame. Estaré bien, - O eso quiere creer. Más que a él, casi está tratando de convencerse y calmarse a sí misma. Sin moverse demasiado vuelve a mirar hacia abajo, a su propio cuerpo para examinar si tiene alguna otra herida notable. - pero tienes que avisar a mi familia, ¿Okay? Escucha, te tengo que dejar. Tengo que llamar a emergencias. - Insiste. - Os digo algo en cuanto acabe con ellos, ¿Vale? Dime que les vas a avisar. - Quiere asegurarse. 

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17/08/2021, 10:12
Hugo Acosta

Escuchabas a Hugo aun más alarmado al otro lado del aparato, al principio le costó responderte, una fracción de segundo, pero el joven enseguida tomó las riendas del asunto.

Está bien.. joder.. está bien.. —respondió, aunque enseguida añadió —. ¿Sabes dónde estás? Llamaré también a emergencia.. no puedo dejarte sola y a ciegas.

¿Era un efecto óptico o la niebla parecía vibrar de alguna forma a tu alrededor? Hugo finalmente accedió a avisar a tu familia, pero también te dijo que se pondría en marcha en la carretera que llevaba al aeropuerto que se suponía que habías tomado para encontrarte si es que emergencias no llegaba.

Aguanta, Victoria. Aguanta.. no.. no te dejaré sola.

Notas de juego

Próximo post, para la semana que viene.

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20/08/2021, 01:31
Victoria Herrera

- No... No sé a qué altura... Estaba oscuro y hay mucha niebla y... Joder Hugo tengo que estar alucinando, la niebla se mueve. - Le cuenta, con mucho menos control en su voz que hace un momento, con miedo esta vez. No sólo el escenario es espectral, pero que además del cuerpo le falle la cordura, que ni siquiera pueda contar consigo misma, eso sí es aterrador. - Espera, te... - Se queda un momento en silencio, abrumada por la repentina paranoia. La persona tras el teléfono... Es real... ¿No? - Te mando la ubicación. - Se agarra a ese clavo ardiendo. Si no fuera real, no tendría forma de diferenciarlo, así que concluye que sigue siendo su mejor apuesta y coge el móvil de encima de su pierna para mandarle por WhatsApp los datos del GPS del móvil. Le cuesta centrarse en la pantalla del teléfono, y de vez en cuando mira a su alrededor, a esa extraña niebla. - Ahora nos vemos Hugo. Ten cuidado. - Si bien se moría por verlo, - No literalmente, espera. - No quiere que el muchacho tenga también otro accidente entre la oscuridad de esa horripilante neblina. 

Finalmente cuelga para marcar el número de emergencias. Si no se ha mandado la ubicación, ya se pasará el mensaje cuando tenga mejor señal.

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28/08/2021, 20:29
Narrador

A pesar de las quejas de Hugo colgaste, no sin antes prometerte que iría él mismo a buscarte si hiciera falta. Estabas segura de que lo haría, pero ahora tenías problemas más acuciantes. La llamada a emergencias se saldó de forma positiva, y aunque costó darles una ubicación, los servicios de emergencias se movilizarían para buscarte en la zona que describiste. A tu alrededor la niebla seguía acumulándose por los confines y, por si con ella no fuera poco, un frío sobrenatural había entrado también en escena.

Pobre.. pobre niña perdida.. Sola.. abandonada.. indefensa.. —una voz macabra, cargada de una siniestra intención de burla, te llegó desde todos los rincones y, a su vez, de ninguno en concreto —. Eres el mejor reflejo de lo que está por llegar.. pero no te preocupes. Hay un propósito mayor para ti. Uno que salvará a toda la humanidad.. pero para eso.. para eso.. requiere un.. sacrificio.

Cuando la palabra sacrificio salió a colación, la niebla vibró junto a la risa macabra de la voz masculina que te cercaba. A unos cinco metros de ti se estaba formando un óvalo cada vez más nítido que terminó formando un.. ¿espejo? ¿o era otra cosa? No reflejaba nada, pero al otro lado parecías adivinar una suerte de figura borrosa que se acercaba desde.. el otro lado.

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30/08/2021, 02:59
Victoria Herrera

- Joder... - Se abraza ante el frío, pero con cuidado. Quiere mantener el calor, que le asusta sentir perder de una forma tan súbita, pero a la vez no quiere hacerse más daño en la herida. Las opciones se reducen y el tiempo se le escapa, como lo hacen también la calma y la esperanza.

No tiene más opción que mirar y escuchar a lo que se forma ante ella, temblando, mirando de un lado a otro de los nervios, asustada como un animalillo. Ya no sabe si los escalofríos se los provoca la niebla, helada, o el propio miedo. - No... ¡No! - Niega amedrentada, sin encontrar una salida de esa situación en la que cada vez se ve más impotente. Que le den por culo a toda la humanidad. ¿Sacrificio? No es que no le importe la gente, pero aunque Victoria distingue cada vez menos el sueño de la realidad, sigue teniendo claro que sólo vive para sí misma. Seguro que se podían hacer cosas grandes sin ella. Sólo era una chica normal, así que bien podría ser cualquier otra. 

Echa la cara hacia atrás, temerosa de lo que se acerque por ese espejo. Vuelve a comprobar su cuerpo, la escena en la que se encuentra, y a buscar el móvil, que espera no haber perdido con el pánico. A unas malas, será lo único, que tenga para lanzar a lo que se acerca desde el otro lado del cristal, si decide que no le gusta, e intuye que no le va a gustar. - ¿Qué es esto...? - Pregunta... A la niebla, mirando a su alrededor con un nudo en la garganta y un hilo de voz.

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06/09/2021, 11:54
Tezcatlipoca

Mientras veías a la figura formarse delante de ti, tu miedo parecía justificado porque todo tu cuerpo te urgía huir de aquel lugar a pesar de estar paralizada. Cuando la silueta se detuvo al otro lado del espejo, puso la mano en su superficie y empezó a atravesarla mientras su cuerpo rezumaba humo negro. Era un hombre recio, con ropas de cuero negro y mirada torva, sonrió escalofriante mientras daba unos pasos hacia ti.

¿Esto? Es lo necesario —dijo serio, hosco. Tenías el móvil contigo, pero la cobertura no llegaba, ni siquiera salía la opción de llamar a emergencias —. No te esfuerces. Aquí nadie te escuchará. Solo estoy.. yo.

El hombre puso las manos a su espalda, firme, mientras te contemplaba fijamente. Su figura rezumaba hostilidad, agresión y maldad.

Hace tiempo que no hago un sacrificio como es debido, ni de una joven hermosa. Estoy complacido.. —anunció ufano. Tu cuerpo seguía sin responder, paralizada en aquel rictus de terror sobrenatural —. Ansío tener tu corazón en mi mano. Alimentarme de tu alma.. créeme.. no es nada personal.

Hizo un gesto para que te acercaras y algo te impelió a hizo hacerlo, varios pasos hacia él, poseyendo tu cuerpo. En medio del terror que causaba aquella indefensión, algo empezó a latir dentro de ti, una intensidad que empezaba a despertarse, algo que siempre había estado allí y lo ignorabas, pero ahora.. en ese momento de necesidad.. parecía despertar, pero.. ¿qué era?

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11/09/2021, 19:16
Victoria Herrera

El humo negro lo delató. No podía ser quien ella pensaba. Tal vez... Estaba alucinando y... Aquello era un producto de su mente con humo que estuviera saliendo del coche, ¿No? Tampoco es que la tranquilizara pensar que estaba en un coche humeante, incapaz de percibir la realidad. El aura del hombre era abrumadora de por sí. La había oído, ¿Lo necesario? - No...Replicó, aterrorizada. ¿Estas cosas no eran con, altares y sacerdotes en pirámides? 

Nunca había querido correr con tantas fuerzas, por mucho que le falten y sin embargo ahí va, aproximándose a él por su propio pie, sin poder evitarlo, ni luchar contra ello siquiera, aunque para ella, al contrario que para el Dios humeante, no hubiera nada más personal, nada más que quisiera en el mundo que conservar su vida y su alma en cada momento. Claro que nunca antes lo había pensado así. 

Sin comprender qué tira de ella, qué siente en su interior ni cómo ha llegado a esa situación, su única opción es seguir renegando, suplicar. - ¡No! ¡Déjame! - Le pide impotente, paralizada por las diferentes fuerzas que en ella actúan. 

La niebla solía calmarla, y ahora, tras estrellarse y perderse en ella, pareciera la responsable de su condena, de su final. 

¿O no había sido casualidad?

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13/09/2021, 00:47
Tezcatlipoca

La risa macabra de aquel hombre te heló la sangre, se regodeaba en tu terror, como si eso fuera un aperitivo para el plato principal. El humo negro que lo acompañaba iba comiéndose la niebla a su paso, y fue de esa guisa, cuando exigiste que no te tocara y pensando en lo que siempre te había generado la niebla, que algo en ella reaccionó. Un banco de esa niebla se abalanzó sobre el hombre y pareció golpearle físicamente, esto lo cogió de improviso haciendo que trastabilleara dando unos pasos atrás y te liberara de aquella presa mágica.

Aquel despertar que habías sentido empezó a cobrar más fuerza, moviste tu cuerpo y sentiste que la niebla se sincronizaba con tus movimientos, te obedecía. El hombre te miró iracundo, pero enseguida se echó a reír sádicamente.

Vaya.. vaya.. ¿así que eres una de esos nuevos renacidos? —se relamió —. Tu corazón será exquisito.. una gran fuente de energía para el viejo Tezcatlipoca..

El hombre se puso en pie, ahora más cauteloso, pero siguió avanzando hacia ti, quizá confiado que lo que habías tenido había sido un golpe de suerte.

Notas de juego

Uno de tus poderes despierta, la capacidad de manejar la niebla a tu antojo como si fueran "herramientas". Puedes usarla como si fuera un arma (hacerla física) para golpear o ayudarte a subir a sitios. Tal como tú te imagines :)

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16/09/2021, 00:25
Victoria Herrera

¿Qué... ? No entendía cómo estaba pasando, pero lo hacía, y Victoria lo aceptó sin más. La niebla se movía, con ella, por y para ella. Por un momento se planteó la inmensa locura de enfrentarse al mismísimo Tezcatlipoca, a un dios. Estaba segura de que no tendría ninguna posibilidad, pero también estaba segura de que era su única alternativa. Rendirse y entregarle su corazón sin más no era una opción. Al menos la adrenalina la conducía y la centraba en el momento. Ya habría tiempo de procesarlo más tarde, si había un más tarde.

No sabía de qué estaba hablando Tezcatlipoca, pero no había tiempo ni humor para preguntas ni conversaciones. Tenía que aprovechar el momento, tenía que insistir, especialmente con el creciente interés que el azteca mostraba por su corazón, especialmente, ahora que sentía que retomaba el control, por poco que fuera. - ¡Que me dejes! - Exclamó amenazante, plantando los pies en el suelo y elevando los brazos hacia él desde la cintura, como si se trataran de dos largos abanicos con los que pretendiera golpear el aire - la niebla - en la dirección del dios humeante. No pretendía ganar ni mucho menos, ni sabía lo que estaba haciendo, aunque esperaba que pareciera que sí, pero aunque el ataque le hubiera recordado a algún movimiento que viera en su infancia en Dragon Ball, ni mucho menos se veía como un Goku capaz de plantarle cara a una deidad. Sólo quería ganar tiempo, espacio, lo que fuera, que le diera una ventana para huir de donde quisiera que se encontrase. 

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24/09/2021, 01:42
Tezcatlipoca

La sorna y malicia de Tezcatlipoca se esfumaron de repente, tan de repente como cuando la niebla reaccionó a los movimientos de tus manos. Un torrente de niebla vibró y siguió el rumbo de tus manos golpeando en el vientre al dios azteca, lanzándole varios metros atrás mientras soltaba un grito de sorpresa. No sabías cómo, pero en aquel momento, al reincorporarte de tu posición frente al dios humeante, la niebla seguía atada a tu voluntad.

La diosa renacida sabe cómo golpear, bien.. bien.. —se puso en pie crujiendo los huesos de los dedos —. Esto solo te hace más apetecible..

Tenías una ruta de huida clara en dirección contraria a Tezcatlipoca, habías tomado conciencia de que la niebla obedecía tus órdenes e, incluso, eras capaz de manejar ofensivamente contra aquel dios demente. Le escuchabas reír, casi con entusiasmo, dispuesto a cumplir con su amenaza. Quedaba por decidir.. cómo lo ibas a afrontar.