Partida Rol por web

Edda - El Reino que Vendrá [+18]

[Escena personal] Matthew Moreau

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21/07/2021, 19:28
Modi Donnersson

El pelirrojo estaba sonriendo con entusiasmo, manejaba su espadón con habilidad inhumana mientras se carcajeaba. Sus carcajadas sonaban como truenos.

¡Que bien verte aquí, Marte! —exclamó, los hilos de luz eléctrica se extendían hasta tocar con las paredes —. Al final sí voy a tener algo de honor en este combate.

¿Marte? preparó la lanza, aguardando la inminente acometida, pero aun tuvo un comentario que soltarle a su rival.

A mi me jode que seas tú, Modi —respondió con acidez —. Me joderá porque cuando acabe contigo, voy a tener que lidiar con tu hermano.. preferiría acabar con los dos de una vez.

Modi soltó una carcajada de buen humor, extendió el espadón hacia su adversario sin perder una entusiasmada sonrisa por el combate inminente.

No tendrías ninguna oportunidad contra él y el Martillo de pad.. —no acabó la frase, con un "me aburres, pelirrojo de los cojones", Marte se lanzó a la carga intentando ensartar al susodicho pelirrojo. El combate se tornó enseguida feroz, donde el espadachín y el lancero buscaban asertar un golpe definitivo a su rival, haciendo temblar todo el suelto en cada choque. De esa guisa, Marte se volvió hacia vosotros y repitió.

¡Que os larguéis ya, coño! —vociferó. No es que le fueras a discutir mucho, Andrea no, desde luego, pero el dolor en tu espalda cada vez era más fuerte. Como si algo quisiera salir de allí y rasgara tu carne en el proceso.

Notas de juego

Próximo post, para el domingo 25

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22/07/2021, 10:57
Matthew Moreau

Durante unos valiosos segundos, Matthew se quedó ahí clavado, boquiabierto con un escudo antiguo en las manos mientras a su alrededor todo se venía abajo. Nada de aquello parecía real. Era como esas películas palomiteras de Hollywood donde todo eran explosiones, luces y nada de argumento. 

Encogido por el dolor en la espalda y apretando los dientes mientras sujetaba el escudo — aunque seguramente no serviría para protegerlo, con ese peso seguramente sería de plástico y parte de algún disfraz — avanzó hacia la salida junto a Andrea poniendo todo el espacio posible entre ellos y esos dos dementes. Girando una esquina le temblaron las piernas y tuvo que sujetase en la pared.

No puedo más.... Andrea, por favor. Debo de tener... algo en la espalda —señaló torpemente—. Me debe de haber caído un trozo de techo...

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26/07/2021, 02:51
Andrea Belekian

Mientras la incomprensible batalla entre los dos desconocidos tenía lugar varios metros atrás, Andrea intentaba ahora ayudarte a ti a avanzar, pero cuando te paraste por aquel dolor en la espalda se alarmó tratando de ayudarte.

¿Matty? ¿Qué te pasa? ¿La espalda..? —la mujer miró la susodicha, donde había un bulto creciente, como si intentara romperte la ropa. Andrea soltó un grito de la impresión, pero fiel a vuestra amistad, permaneció junto a ti —. ¡Tu espalda! ¡Está saliendo algo..!

Lo que salió fue el cuerpo de Marte disparado hacia un lado, atravesando varias paredes, con Modi detrás de él, mandoble en ristre, riendo como un maníaco. No pudiste prestar más atención, un dolor horrible, en el que sentías tu piel rasgarse, llegó a su cenit y, inesperada e inexplicablemente, dos alas blancas, de las asociadas a los ángeles, emergieron de tu espalda rompiendo la ropa en el proceso. Enseguida sentiste un alivio absoluto, aunque aun permanecía el escozor en esa parte de la espalda.

Andrea soltó un nuevo grito de la impresión, y esta vez sí retrocedió unos pasos acongojada, bloqueada. Había demasiada información que procesar, pero tú.. tú te sentías liberado, aquellas alas respondían a ti, formaban parte de ti como lo formaban los brazos y las piernas. Aquel delirio se había encarnado un paso más y, ahora, tú tenías alas.

Notas de juego

Próximo post, para el jueves 29.

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26/07/2021, 10:42
Matthew Moreau

¿Qué me QUÉ...? — quiso preguntar, pero la pregunta se tornó en grito cuando notó claramente cómo algo desgarraba su espalda. Fue una sensación extraña y, aunque nunca se atrevería a decirlo en voz alta, casi sexual: dolor y satisfacción al mismo tiempo. Liberación. Lágrimas corrieron por sus mejillas mientras una expresión de incredulidad se dibujaba en su rostro. Alas. Alas. Alasalasalasalasalas. Durante un milisegundo pensaba que eran esos dos maníacos otra vez, pero esa esperanza se diluyó inmediatamente cuando percibió aquellas nuevas extremidades como sentía sus piernas doloridas y sus manos temblorosas. Unas hermosas y emplumadas alas blancas con salpicaduras de su propia sangre.

Buscó apoyo en su roca firme, en su ancla. Andrea. Pero vio una compleja mezcla de emociones en su rostro. No la culpesTiene miedo—. Andrea... —miró por el rabillo del ojo cómo aquellos dos seguían peleando, cada vez más cerca—. No lo entiendo, pero soy yo. Debemos escapar de aquí. Estos dos se... se van a matar. Y no quiero que estemos cerca.

Tendió su mano hacia ella. Su mejor amiga. La única cosa inamovible desde hacía años.

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05/08/2021, 01:19
Andrea Belekian

Andrea, a pesar de la impresión, asintió muy nerviosa confiando en ti. Tenía mucho miedo, se lo notabas, pero, a pesar de todo, ella seguía creyendo en ti como tú siempre habías creído en ella. Sentías tus nuevas extremidades como propias, una extensión de ti mismo como los brazos y las piernas, y el instinto enseguida te ayudó a manejarlas como si lo hubieras hecho siempre.

E.. estoy c.. contigo, Matty.. Confío.. confío en ti.. —te dijo balbuceante, pero determinada dando un paso hacia ti, pero sin atreverse a tocarte aun.

Mientras sentías aquel dolor renuente a desaparecer, también notabas que tu cuerpo reaccionaba a esa novedad. La pesadez del cuerpo desaparecía, te dotaba de una energía que no sabías que tenías y casi una euforia que se propagaba por tu cuerpo. La batalla entre aquellos dos seres proseguía, rugiendo en algún lugar del edificio que se caía a cachos y te permitía ver el cielo por la destrucción.

Andrea acabó por tomarte la mano, decidida a acompañarte donde fuera que dijeras, pero aun bastante paralizada por la impresión de todo lo que estaba sucediendo.

Notas de juego

Próximo post, la semana que viene.

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05/08/2021, 09:24
Matthew Moreau

Había superado el primer obstáculo — dudaba que se hubiera marchado de allí si Andrea se negaba a acompañarle — pero aún seguían en peligro. Sin embargo, se sentía pletórico, descansado. Como durante las escasas veces que se permitía vacaciones y volvía a descubrir lo que era descansar durante diez horas seguidas. No, esto era aún mejor. Ni siquiera pensaba en que ahora tenía unas blancas alas emplumadas a la espalda o que era anatómicamente imposible.

¡Vamos al ascensor! —tenía el recuerdo fresco de dónde estaba porque habían entrado hacía poco tiempo, pero con la persecución y la pelea habían terminado en otra área de la clínica. Pero aquello era un sitio caro — Andrea llevaba muchísimo tiempo ahorrando — así que deberían tener más de uno, o incluso escaleras de emergencia.

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15/08/2021, 13:46
Narrador

La huida de la clínica fue acompañada por los temblores que esos dos seres se propinaban, el ascensor había dejado de funcionar, pero enseguida pudisteis dar con unas escaleras cercanas. El escozor de tu espalda permanecía, pero poco a poco ibas desarrollando sensibilidad en las alas. Andrea te seguía de cerca, sin soltarte, todo el cuerpo le temblaba de miedo e impresión, y lo notabas en la forma en cómo te agarraba de la mano.

No tardasteis mucho en salir al exterior, allí numerosas personas te señalaron entre asustadas y asombradas por tus alas. Una impresión compartida con los golpes que se desencadenaban en el interior de la clínica.

A.. alejémonos de aquí.. —dijo temblorosa.

Fue decir esto cuando el enorme pelirrojo salió despedido hacia el lado opuesto de la calle, en el agujero que había hecho en la clínica apareció el hombre que te había estado.. ¿defendiendo? Tenía múltiples heridas, iba armado con la lanza y dirigió su mirada seria hacia ti.

Creo que con esto bastará.. —bufó agotado —. No va a quedarse mucho tiempo inconsciente, chico. Vamos.. —el hombre habló en imperativo, como si estuviera convencido que le fueras a hacer caso, dirigiéndose hacia un lado de la calle. Pero claro, tú eras quién termina de decidir, Andrea no se separaría de ti.

Notas de juego

Post, la próxima semana.

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16/08/2021, 10:24
Matthew Moreau

Estaba acostumbrado a ser el centro de las miradas: primero, por su especial condición cuando era niño; luego, cuando se convirtió en un icono de la moda. Ahora, porque acababa de salir de un edificio que amenazaba con caerse a pedazos. Y por las alas, claro. ¡No terminaba de entender qué estaba sucediendo, por qué tenía esas alas, y quiénes eran esos dos! Hubiera jurado que era un sueño, pero el dolor que sentía era real, y su mente nunca hubiera podido conjurar una secuencia de imágenes como aquella.

Dudó sobre lo que hacer... Podía escapar con Andrea, perderse por los callejones y buscar una solución. Pero necesitaba respuestas, y frente a aquel pelirrojo que intentaba asesinarle, había aparecido el otro hombre para protegerle. Y ahora ese hombre le decía que podía ir con él. No le gustaban sus formas, pero quizás tenía respuestas.

Vamos, Andrea —tiró de la modelo hacia Marco y le siguió, ignorando las miradas de sorpresa a su alrededor.

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28/08/2021, 20:18
Marco Ultor

Aunque las miradas prosiguieron fijas sobre ti, la rapidez con la que os movíais pronto os condujo al anonimato de los callejones. Si bien empezabas a acostumbrarte a tu nueva condición, tus alas aun se movían fruto de una suerte de espasmos involuntarios como lo haría un brazo tenso. Terminaste por aprender a plegarlas, facilitándote el trabajo de moverte por lugares estrechos, y mientras Andrea iba pegada a tu lado, Marco mantenía un ritmo marcial difícil de seguir.

Vamos, no nos retrasemos. Estamos cerca —anunció el hombre con rudeza. Mirándolo con atención, pudiste apreciar sangre en su ropa que, a su vez, tenía partes hecha jirones. ¿Estaría herido? No lo parecía por la forma que tenía de moverse.

Tras unos diez minutos en ruta, el hombre se detuvo ante una puerta al final de una escalera que bajaba por un callejón. Sacó una llave abriéndola, antes de invitaros a entrar retrocedió vigilante y os apremió a entrar primero. Una vez dentro soltó un largo suspiro.

Me cago en el puto pelirrojo —exclamó finalmente para que descubrieras que, efectivamente, estaba herido. Se llevó la mano al costado viendo su propia sangre, aunque no parecía alarmado. A continuación os miró alternativamente —. Pensaba que te echarías a volar, pero.. ya veo que aun no..

Avanzó recuperando su escudo de tu brazo y lo dejó sobre una mesa. Aquel local era una suerte de bar añejo, con barra, mesas y sillas de madera. Había numerosas botellas de cristal vacías en un mosaico de alcohol, el hombre saltó por la barra y empezó a buscar. Una nerviosa Andrea se sentó en una de las sillas del local, aun temblorosa, pero asintiéndote de que estaría mejor.

Me llamo Marco, Marco Ultor. No he tenido tiempo de presentarme —dijo mientras seguía enfrascado en la búsqueda de algo bebible —. Aunque tengo otros nombres.. por ahora supongo que podrás apañarte con ese. Tendrás preguntas, y yo pocas respuestas. Quien las tiene estará al caer, el cabrón siempre está a la expectativa..

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30/08/2021, 10:19
Matthew Moreau

Se dejó llevar porque era más fácil que detenerse a pensar en lo que había sucedido. Caminaba, bajaba escalones y miraba a la espalda de Marco, y todo sin soltar la mano de Andrea para asegurarse de que seguía ahí. No pensaba soltarla por nada del mundo.

Pues mientras llega, tú me sirves —dijo, serio. De pie, con los puños apretados y a punto de un ataque de histeria, se encaró con Marco como si no acabara de verle atravesar paredes como si fueran de papel—. ¿Qué eres tú? ¿Qué era ese? ¿Por-por qué intentaba matarme? ¿Qué es todo ESTO?

Ahí estaban, las lágrimas. Lágrimas de frustración y de rabia, por sentirse en medio de un huracán de hechos nuevos y desconocidos.

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06/09/2021, 11:43
Marco Ultor

Marco te miró con cierta suficiencia, quizá hasta un poco desencajado, carraspeó antes de responderte.

¿A qué vienen esas lágrimas? Eso no es propio de un guerrero —amonestó mientras echaba un trago de una botella de sospechoso contenido, pero por la cara que puso y como la tiró a un lado era sospechoso por una buena razón —. No soy el mejor dando explicaciones, pero supongo que te las mereces.. o las necesitas.. me es indiferente —se encogió de hombros buscando a continuación otra botella.

¿Ese? Era Modi, uno de los hijos de Thor, es el menos listo de los dos —explicó sin tapujos —. ¿No te sirve Marco, chico? —suspiró —. Me parece bien. Es justo. Puedes llamarme Ares, o Marte.. si te va más el rollo griego o romano.. sí, ya sé lo que vas a pensar.. "esto no es posible".. "los dioses no existen".. "me estoy volviendo loco".. Bueno, déjame decirte que el que tiene alas en la espalda eres tú, y puede que te vuelvas un poco loco, pero de todo se sale.. hasta de la locura.. —finalmente pareció encontrar una botella en buen estado, echó un trago y asintió conforme. Sin preguntártelo, te sirvió un chupito de lo que parecía bourbon, él se quedó con la botella.

Verás, chico, yo no soy el mejor contando las cosas. Lo mío son las peleas, pero sé que ese idiota no pretendía matarte.. sino llevarte con los suyos —puso una mueca, trató de darle forma a lo que tenía en la cabeza —. Dentro de ti ha renacido.. ¿cómo decirlo? .. el poder divino de un dios o un poder muerto. No es reencarnación es.. eres tú.. su heredero, si lo prefieres. Y hay gente que eso no les gusta, que quieren atesorarlos para sus historias.. y hay otros que preferimos que.. ¿cómo decía esa película? La vida se abra camino.

Movió la botella de un lado a otro, zarandeándola levemente mientras sonreía un poco.

Y te ha tocado el gordo, chico. O la putada, si lo prefieres..

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06/09/2021, 12:07
Matthew Moreau

Si, en ese preciso momento, un observador externo hubiera tomado una instantánea de la expresión de Matthew, habría encontrado que las similitudes con un conejo eran pocas. Exactamente, las similitudes con un conejo que se ve, de repente y en mitad de la noche, iluminado por los faros de un Chevrolet Traverse del 2020 que avanza hacia él a toda velocidad. Los ojos abiertos, la boca a medio camino entre una expresión de sorpresa y de incredulidad, las pupilas dilatadas intentando absorber toda la luz posible de su alrededor...

Lamentablemente para Matthew, no fue un coche lo que le golpeó, sino una demoledora historia que desencajó lo que sabía de la realidad de un plumazo. Una historia que, si no fuera porque podía sentir perfectamente dos hermosas y blancas alas a su espalda como una extremidad más, habría descartado inmediatamente como parte de las chaladurías de un loco. Un loco al que había visto atravesar paredes mientras se enfrentaba a un hombre que, tras intentar estrangularle, había invocado rayos y relámpagos a su alrededor.

Las piernas le fallaron.

Intentó agarrarse a lo que tenía más a mano, que resultó ser un vaso de chupito y que, inevitablemente, no ofreció soporte alguno. Matthew cayó al suelo de rodillas acompañado del sonido de cristales rotos y del grito ahogado de Andrea. El joven sintió que su mejor amiga le abrazaba, pero tanto sus gestos como sus palabras — llegaban lejos y difusas, como si estuviera bajo el agua — no podían atravesar la capa de sentimientos encontrados que ahora le envolvían.

Tras varios minutos — u horas, para él fue indistinguible — finalmente cogió fuerzas para balbucear una pregunta.

¿Y ahora qué?

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12/09/2021, 23:59
Narrador

Andrea enseguida reaccionó al verte y, a pesar que tu mente estaba en un impasse y no escuchaste lo que te dijo, sí sentiste su preocupación y calidez abrazándote. Marco echó un bufido de hastío, se masajeó el entrecejo y volvió a beber.

¿Matty? ¿Me escuchas, Matty? —adivinaste a escuchar finalmente, Andrea lanzó una mirada hostil a Marcos quien la miró con indiferencia —. ¡Estás loco! ¡Loco de atar! Todo esto.. es una locura.. ¿qué le pasa de verdad? ¿Qué está pasando?

Cuando vuestro anfitrión iba a responder de una manera bastante arrolladora, tú te impusiste con la pregunta. Esto no parecía que fuera a disuadir al que se había presentado como dios de la guerra una nueva voz interrumpió el enfrentamiento en ciernes.

¿Dónde ha quedado el honor del dios de la guerra de los helenos que para sentirse hombre se ha enfrentar a mortales? —comentó burlón. El dueño de la voz era un hombre delgado, enjuto, de abrigo negro y mirada a juego. Tenía una sonrisa de truhán, zafia podría decirse, y bajaba por las escaleras del local. Nadie le había escuchado llegar, a saber cuánto tiempo hacia que estaba escuchando —. ¿Ahora, Matthew Moreau? Ahora empieza tu viaje, conmigo. O, para decirlo bien, te acompañaré donde empieza.

La entrada del recién llegado se ganó un bufido por parte de Marco, algo acerca de debilucho metomentodo. Esto se ganó una sonrisa ladina por parte de su interlocutor.

Son ciertas, ambas cosas, heleno. Pero, al contrario que tu amiguito con alas en los tobillos, yo sí quedo en pie —ese comentario hizo que Marco reaccionara violentamente, casi sentiste que se fuera a lanzar a por el cuello de tu ¿nuevo guía?

¡CIERRA LA BOCA, MALDITO ACADIO! ¡NO LO MENCIONES! ¡A NINGUNO! ¡A NINGUNO DE LOS MÍOS! —el acadio alzó las manos rindiéndose y evitando un conflicto mayor.

Mis disculpas. Mis disculpas, Ares. Me excedí —a tus oídos, esas disculpas sonaban bastante laxas. Marco gruñó y se giró hacia la barra del bar, te miró —. El lugar al que debo llevarte está cerca, pero tu amiga no podrá venir.. Ares se asegurará que esté bien, ¿verdad, Ares?

Marco soltó un bufido que parecía una afirmación, Andrea te miró temblorosa, indecisa, seguía pegada a ti.

Aunque tengo varios nombres.. puedes llamarme Doruí. Encantado, Matthew Moreau. ¿Nos vamos?

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13/09/2021, 09:47
Matthew Moreau

Encontró en una banqueta cubierta de polvo su nuevo asiento, y se estremeció cuando las alas rozaron la pared, recordándole que estaban ahí. Aprovechó para dedicar una mirada al recién llegado — no sabía si era quien debía darle explicaciones, pero si se había ganado la enemistad de ese bruto de Marco, quizás valía la pena escucharle — pero entonces reparó en una pluma que había caído al suelo. No cabía duda de que era real, no una de esas imitaciones que a veces se utilizaban en los desfiles. Al contrario que lo que cabría esperar de un simple modelo, bien lo sabía él: las gallinas eran comunes en los barrios más humildes de su Nueva Orleans natal, tanto como alimento como instrumento de adivinación, y era raro no encontrar plumas constantemente. Deslizó el pulgar por ella mientras a su alrededor se lanzaban acusaciones y disculpas veladas, hasta que el recién llegado captó su atención.

Doruí —repitió, aunque el nombre carecía de significado alguno para él. Tenía respuestas y, al menos, una mejor actitud que Marco. El problema radicaba en que tenía que separarse de Andrea. ¿Su amiga, sola en una ciudad desconocida, en manos de un tipo como aquel?

Lo que vino fue un largo debate — llamarlo discusión habría sido más apropiado — en el que se profirieron amenazas y gritos, y Matthew se sintió como si volviera a ser un niño rodeado de adultos que saben mejor que él lo que le conviene. En algún momento, sin darte cuenta del cómo, consiguió que Marco se comprometiera a llevar a Andrea a un lugar seguro y alejarla de todo aquello. Y considerando que él no podía ir a ninguna parte con ella sin que todo el mundo señalara a las alas de su espalda, lo mejor era separarse. No quería — por supuesto que no quería — pero permanecer a su lado era ponerla en peligro. ¿Quién sabía qué otro maníaco podía aparecer, atacarle y que ella saliera herida?

Volvieron a abrazarse y a llorar juntos. Afortunadamente, en el siglo XXI había maneras de comunicarse gracias a los teléfonos móviles y prometieron ponerse en contacto cuando Andrea estuviera a salvo.

Notas de juego

Como verás, he agilizado por mi lado la parte de "Matthew no quiere separarse de Andrea pero ahora mismo no tiene sentido que un PNJ como éste aparezca en la historia", que normalmente habría sido roleada, para evitar ralentizar aún más el ritmo.

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24/09/2021, 02:46
Doruí

Marco, a pesar de todo, prometió proteger a Andrea hasta dejarla en un lugar seguro. Parecía que el tipo se tomaba bastante en serio eso a pesar de su actitud hosca, por lo que tras un profundo abrazo con tu amiga emprendiste camino al lugar señalado por tu nuevo anfitrión. Una nueva habilidad se reveló cuando pudiste calmarte un poco, aunque fuera una tan obvia como que podías ocultar tus alas a voluntad, ya era un avance para que la gente no se fijara en ti.

Ya le vas pillando el truco, amigo —señaló burlón mientras callejeabais —. No te preocupes por tu amiga. Ares siempre está de mal humor, quedan pocos de los suyos y se siente responsable. Cree que pudo hacer más, pero.. —chasqueó la lengua —. Ante eso, nunca se puede hacer más. Pero la protegerá, no te preocupes.

De nuevo la ambigüedad y el misterio al hablar y, para colmo, Doruí parecía muy cómodo en aquel tipo de comunicación. Torcisteis un par de calles más, estabais en uno de los parques de la ciudad. Tu guía se detuvo en la entrada del parque, te señaló un camino entre los árboles que conducían a una pequeña plazoleta presidida por uno de esos extraños monolitos de planta triangular que habían estado apareciendo por todo el mundo los últimos años.

Tócalo. El viejo responderá a tus preguntas. O, al menos, las más acuciantes. Yo te esperaré aquí —sonrió de nuevo, y se quedó a la expectativa.

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24/09/2021, 13:17
Matthew Moreau

Mucho más relajado sabiendo que Andrea estaría sana y salva en manos de ese tipo, siguió a Doruí por las callejuelas a paso rápido. Le ponía nervioso que nunca tuviera una respuesta directa, y cada vez que parecía dispuesto a reprochárselo, le dedicaba esa media sonrisa que para él resultaba indescifrable. ¡Al menos podía controlar las alas! ¿Serían practicables? Aprovechando que sólo tenía que limitarse a seguir a su guía, se permitió soñar con la posibilidad de irse a un lugar remoto y volar como los pájaros. No, como los ángeles.

Antes de darse cuenta, aquel parque se alzaba frente a él y las instrucciones de Doruí no destilaban más que nuevas preguntas. ¿El viejo? ¡¿Cuándo tendría una respuesta clara?! 

Bueno, Matt —dijo para sí mientras recorría el sendero—. Te han dejado claro que por ahora sólo puedes limitarte a hacer lo que te digan, ¡y no dejar que te maten!— inspiró profundamente antes de tocar el monolito, miró a su alrededor para asegurarse de que nadie pensaba que era un bicho raro por acercarse tan solemnemente al objeto—. Veamos qué tienes para mí.