Partida Rol por web

Las edades del mundo se suceden. Lo que ocurrió antes es olvidado, se convierte en mito. Los dioses nacen y mueren, atados a una eterna rueda que nunca deja de girar. Pero por encima de cada profecía hay una que se superpone a las demás, que no distingue de origen, cultura o raza, una que anuncia el final de la rueda. El final definitivo de esta sucesión infinita de principios y finales.

Todo lo que está escrito será borrado

Todo lo que está borrado será reescrito

Cuando el taimado se redima

Cuando el héroe se corrompa

Los avatares del cambio proclamarán con orgullo

El Reino que Vendrá

Nadie sabe el origen de esta profecía, pero ha sido constante edad tras edad. Tantas veces escuchada y anunciada que se ha convertido en una suerte de fábula, pero con las profecías nunca se sabe. Puede que se cumplan cuando uno menos lo espera.

—Buenos días, soy Cade Stathan y está viendo la CNN. Son las siete de la mañana en Londres del 31 de noviembre de 2022, hace un día nublado en la capital y con la posibilidad de lluvia en más de un cincuenta por ciento durante la tarde —arrancó el presentador dando los numerosos datos habituales, pronto se escuchó la cabecera de las noticias.

—Hoy se celebrará el primer aniversario de lo que en las redes sociales ya se conoce como la Noche del Miedo, y numerosas organizaciones e instituciones gubernamentales por todo el mundo realizaran actos en memoria de los muertos —hubo una breve pausa, el locutor tomó aire —. Recordemos que hace un año, la Estación Espacial Internacional sufrió un trágico accidente, una explosión interna la precipitó sobre la Tierra y la consiguiente explosión en la entrada de la atmósfera provocó un pulso electromagnético que afectó dos terceras partes del planeta causando innumerables apagones en aparatos electrónicos —se empezaron a suceder imágenes y vídeos de las catastróficas consecuencias —. Aviones caídos, accidentes de tráfico, operaciones interrumpidas.. actualmente las cifras oficiales rondan el medio millón de personas, pero algunas fuentes aumentan esta cifra al millón.

Después de un homenaje con música emotiva, imágenes de reconstrucción y gente reunida recordando los fallecidos, el locutor prosiguió.

—Un año después seguimos sin pistas de lo que pudo provocar el accidente. La NASA y la ESA no se ponen de acuerdo con la sucesión de acontecimientos. La teoría más aceptada es la del impacto de una lluvia de micrometeoritos no detectados que causaron la despresurización de la estación y su posterior caída sobre el planeta —hizo una pausa, para añadir finalmente —. Numerosas organizaciones de ayuda a las víctimas han denunciado esa opacidad en la información. La portavoz de la Agencia Especial Europea, Vera Gallen, ha asegurado que se están tomando muy en serio esta investigación y no quiere dar pasos en falso.

En pantalla apareció la mencionada Vera Gallen, una mujer de treinta y pocos atractiva, pero con gesto serio.

—Estamos coordinándonos con la NASA y las Agencias Especiales de Rusia y China para esclarecer lo acontecido. Por desgracia la falta de restos de la estación, carbonizados en su entrada en la atmósfera, hace difícil averiguar la verdad de lo sucedido. Quiero que tanto víctimas como familiares sepan que nos estamos tomando muy en serio esta investigación, y que no queremos dar ningún paso en falso.

La imagen volvió con Cade. El locutor narró otras noticias, ninguna de especial interés, pero en el apartado de sucesos la cosa, quizá, se puso interesante.

—En el cierre hablaremos del misterio de los monolitos de metal que han ido apareciendo a lo largo del globo desde hace dos años. El primero apareció en noviembre de 2020 en el desierto de Utah, en Estados Unidos, y desde entonces han sido decenas que han aparecido por todo el planeta —las imágenes mostraban estos monolitos de metal de base triangular —. Hasta el momento las autoridades no han podido dar explicación ni al origen ni a las razones por las que aparecen estos monolitos, pero muchas teorías las relacionan con las Piedras Guía de  Georgia, el conjunto de granito donde rezan diez mandamientos que, presuntamente, previenen acerca del fin del mundo.

Las imágenes de los monolitos dieron lugar al de las Piedras Guía de Georgia, una ominosa estructura de seis losas de granitode seis metros de altura en medio de un campo verde.

—Las Piedras Guía fueron encargadas por el desconocido R.C. Christian en 1979 en Elbert County, en Georgia, Estados Unidos. Sobre cada una de las losas principales pueden leerse en doce idiomas diez mandamientos de carácter apocalíptico —el presentador siguió explicando, las imágenes seguían dando detalle de las Piedras Guía —. Hasta el momento se ha considerado una mera curiosidad, ya que ni siquiera se ha sabido nunca la identidad de R.C. Christian ni la finalidad de esta construcción. Muchos teóricos de la conspiración asocian las Piedras Guía a los monolitos, pero hasta ahora tan solo son hipótesis.

Con esa noticia final, Cade Stathan cerró el noticiario. Era un nuevo día, del resto de muchos.

La música estaba dispuesta, el ritmo fluía, y el presentador del Late Night de moda en Estados Unidos daba inicio.

—¡Bienvenidos a Night Chill! ¿Cómo llevamos esta semana? Jodida, ¿eh? —era un hombre de mediana edad, con algunas entradas estratégicamente disimuladas y traje azul oscuro. Conservaba un atractivo maduro, en su juventud debió ser el terror de las discotecas —. Mientras el planeta se sigue sembrando de esos jodidos monolitos sin explicación, en la Casa Blanca nos siguen insistiendo que una nueva gran pandemia puede volver a caernos encima. ¿Otra? ¿Qué nos vendrá ahora? ¿La Covid 22? ¿La Bidenitis? Leches, voy a tener que sacar hora en mi agenda para estar en todas las fiestas que quiero visitar antes de que nos vuelvan a encerrar. Problema que nuestro invitado, pues parece que posee el don de la ubicuidad.. demos la bienvenida a.. ¡Jackie Sun!

Los aplausos estallaron en el plató, la música subió de volumen y por un lateral apareció el invitado. Se trataba de un hombre de etnia oriental, bajito, pero que se movía con una agilidad impropia de la edad que aparentaba, que no era precisamente poca. Jackie entró saludando con entusiasmo, sonriendo al público y dando la mano efusivamente al presentador. Cuando llegó el estribillo de la famosa canción de Michael Jacksson, Jackie se unió a la banda dejando que un ritmo casi frenético imitando al Príncipe del Pop invitando al presentador a unírsele un poco torpemente, se puso junto al guitarrista del grupo e imitó su solo de guitarra. El público se unió al ritmo de Jackie aplaudiendo, animando la marcha del invitado, pero finalmente volvió al sofá donde se sentó con un brinco de espaldas.

—Lo he de preguntar. ¿Qué narices comes para tener esta marcha? ¡Ojalá yo esté igual a tu edad! —fue la primera pregunta que le lanzó, el público empezó a reír, también lo hizo Jackie.

—Te diré el truco, Brian —se inclinó a su lado como si fuera a contarle un secreto, lo enumeró con la mano —Melocotón y vino.

—¿Eso es todo? —el presentador le miró incrédulo. Jackie levantó las manos un sonrió enigmático, divertido.

—Eso es todo —corroboró con un gesto que provocó las risas del público. El presentador, siguiéndole el juego a su invitado, coronando el chiste.

—Voy a tener que llamar a mi agente —dijo con fingida seriedad con las risas del público una vez opacando el audio. Pidiendo un poco de calma, el presentador relajó un poco la postura mirando a su invitado —. ¿Cuántas acusaciones por robo llevas? ¿Diez? ¿Quince?

Jackie fingió pensárselo, pero lo dijo rápido y conciso.

—Veintitrés.

—Veintitrés.

—Veintitrés.

—¿No te parecen muchas? —preguntó curioso, con una sonrisa, hilando la chanza de la conversación. Jackie movió la cabeza unos instantes, pensativo.

—Me he escapado de peores. Son pocas. Pero, oye, yo no fui. No sé quien debe parecerse a mi que la lía echándome el muerto a mi —comentó fingiendo indignación.

—¿No te molesta que suplanten tu identidad? —el presentador tomó un trago de su taza.

—¿Por qué debería? Eso es que el ladrón tiene buen gusto —de nuevo risas del público, también causó risa en el presentador.

—Has dicho que te has escapado de peores. ¿Alguna historia que puedas confesarnos? —incidió con intriga.

—Una vez estuve en rehabilitación —confesó pensativo, lo cual causó estupor e intriga en el público. El presentador comentó que ahora debería contar más. Jackie soltó una risa divertida, movió la mano restándole importancia —. Fue hace muchos años. En China. De joven era aun peor, la lié varias veces, y ya sabes. Eso no gusta a las autoridades. Así que me condenaron a rehabilitación.

—Buenos tiempos entonces —añadió el presentador con humor, a juego con el de Jackie, lo hizo con un tono que causó enorme carcajadas en el público. Pero durante unos instantes, la mirada de Jackie cambió y el tono de su voz casi pareció ensombrecerse con melancolía.

—Sí, los mejores.. —quizá consciente de aquel cambio de registró, esbozó una sonrisa radiante —. Entonces era joven y lleno de energía. Ahora mírame, soy un viejo carcamal.

La entrevista siguió, fue la más vista de su franja horaria y un éxito en Youtube.

La lluvia era fría, tan densa que opacaba cualquier cosa que pudiera verse más allá de los cuatro metros, pero para el único ojo del anciano aquello no era un impedimiento. Él veía más allá, lejos, al pasado, al presente y tanteaba el futuro.

—No ha funcionado. Todos estos siglos conteniendo lo inevitable.. no han servido para nada —se quejó amargamente la mujer de cabellos negros —. Esos monolitos.. ¿de quién son? ¿quién los ha puesto?

—¿Acaso importa ya, Morrigan? —el tuerto se volvió hacia la diosa celta, pero también hacia la tercera figura presente, un silencioso encapuchado, quien aun no había abierto la boca en toda la reunión —. A pesar de nuestros esfuerzos. De los planes. De que todo vuelva a ocurrir. Esta claro. Hemos fracasado, he fracasado. Pero no todo esta perdido.

—¿Otro plan, viejo? ¿Otro más? ¿Cuántos van? ¿Cuántos más vas a tener que ver fracasar para que te des cuenta que este mundo sufrirá el mismo destino que el otro? —recriminó furiosa, impotente, y tal era aquella furia que los susurros de los muertos se filtraron entre las aguas que se precipitaban desde el cielo. El encapuchado dio un paso, pero aunque no se escuchó, sí llamó la atención.

—Deja hablar a Wotan, reina. A pesar de todo, él conoce los entresijos del destino —apeló mientras miraba fijamente a la celta. La mujer escupió a un lado.

—¿Ahora estás de su parte, Nergal? Ya veo.. —miró inquisitiva al encapuchado —. Ella no volverá. Mis hermanas no volverán. Están muertos. Y aunque sus dominios vuelvan a manifestarse en este mundo, no serán ellos. Sabes tan bien como yo que vivimos tiempo prestado, estamos fuera del tiempo..

—Precisamente, Morrigan —repuso el tuerto —. Estamos fuera del tiempo. Hemos retrasado todo esto, ya hemos visto que no podemos. Pero sí podemos prepararlos, prepararnos —respiró hondo, miró a los dios dioses que lo acompañaban —. Avisad a los demás. Si es inevitable lo que ha de pasar. Al menos esta nueva generación estará mejor preparada que la nuestra.

—Son más débiles de lo que fuimos nosotros, Wotan —respondió Morrigan más calmada, aun desconfiando del plan del dios tuerto —. No han tenido miles de años para fortalecerse, aprender, formarse.. 

—Nosotros tampoco somos los que fuimos, vieja amiga —repuso agrio el Padre de Todos —. Pero.. ellos nos tienen a nosotros. Para guiarles, aconsejarles.. prepararles.

—Eso suponiendo que todos nos acepten —añadió lacónico Nergal —. Ya han empezado a despertarse. No podremos acercarnos a todos, ni todos aceptarán el futuro que les contamos. Ni siquiera todos los.. nuestros están de acuerdo con nosotros. Tu hijo..

—Mi hijo.. —interrumpió con sequedad —..es asunto mío. Preocupémonos por lo inmediato. Llamad al resto, reunid el máximo de los que están por despertar.. el tiempo se acaba.