Partida Rol por web

Edda - El Reino que Vendrá [+18]

[Escena personal] Cyra Andréossy

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01/06/2021, 03:40
Ann Marie Couffaine

Lo último que se pierde

Ruan, primavera de 2023

Era una mañana fría, pero el interior de la academia se disfrutaba templado. Habías dado una clase para el grupo más complicado para ti, los de la edad de April. A pesar del tiempo, a pesar de la fuerza de la costumbre, afrontar las caras de aquellos críos siempre hacia cuesta arriba. Además esa mañana estaba siendo el doble de complicada, la noche anterior habías tenido la enésima discusión con tu marido y al amanecer no había habido reconciliación. Eso te reconcomía, y se notó a lo largo de la clase. Mientras te despedías de los críos, Ann Marie se acercó a ti con los brazos cruzados y cara de preocupación.

¿Una mala noche? —preguntó con cautela, sin amonestación, sino todo lo contrario.

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01/06/2021, 11:06
Cyra Andréossy

En mañanas como aquella, me resultaba imposible pensar que algún día llegaría a superar la pérdida de mi pequeña. Añoro tanto el tacto de su cabello, su mirada inocente rebosante de vida, su risa... Dios, cuánto extraño su risa.

Ya no sabía dónde encontrar la fuerza para seguir adelante y, cuanto más alejaba mi dolor a Lukas, más comprendía que él era el pilar de mi cordura. Un pilar que me empecinaba en golpear una y otra vez con el frío mazo de mi sufrimiento.

Aún con todo, intenté que no me afectara demasiado. Los niños no tenían culpa de mi pena y estaban allí para aprender. No era justo que ellos pagaran el precio de mi dolor. Así que me esforcé todo lo que mi coraje me permitió, pero mi mirada estaba perdida en sus propios remordimientos.

La clase terminó y me obligué a sonreír a los pequeños mientras se marchaban. Al ver a Ann Marie, no pude fingir que estaba bien. Arrugué la frente, apretando la mandíbula y fui hasta la mesa para apagar la música. Apoyé mis manos sobre la superficie, inclinándome ligeramente sobre la mesa con los codos extendidos.

Lo estoy perdiendo— musité, sintiendo que mis ojos se llenaban de lágrimas mientras un nudo se alojaba en mi pecho —. Lo estoy alejando de mí y eso me está matando lentamente.

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01/06/2021, 23:40
Ann Marie Couffaine

La mirada de tu amiga no escondió una abierta preocupación, se acercó a ti y puso su mano sobre tu hombro con gesto reconfortante.

Tampoco debe ser fácil para él —dijo con cautela, sin intención de menguar tu propia aflicción —. Lo que habéis pasado es.. no me lo puedo imaginar. Me volvería loca —admitió compungida —. Pero sobrevivir a algo tan horrible.. tampoco te ayuda si has de vivir un infierno todos los días. Lukas sufre por ti, ya lo sabes, pero.. creo que lo primero que has de hacer es perdonarte a ti misma.

Las palabras de Ann Marie intentaban ser suaves, una suerte de bálsamo, pero sin aventurarse más allá de lo que creyera estrictamente necesario. Siempre había sido muy cauta para estos temas, en parte porque tampoco era la mejor gestionándolos.

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02/06/2021, 00:03
Cyra Andréossy

Mi rostro se contrajo en una mueca de dolor al oír sus palabras. 

¿Crees que no lo sé?— pregunté ahogando un quejido —. ¿Que no veo cómo él sufre en silencio?— fruncí los labios mientras las lágrimas afloraban en mis ojos con la inminente amenaza de desbordarse sobre mis mejillas.

Estaba siendo injusta con Lukas, pero una parte de mí se esfumó con nuestra hija. Sentirla crecer dentro de mí, ver su pequeño rostro cuando al fin la tuve en mis brazos para perderla sin ninguna razón cuando apenas había empezado a vivir.

El destino o el azar me habían arrebatado muchos primeros momentos con ella y era una herida tan profunda que en vez de sanar, con el tiempo se iba desgarrando cada vez más.

No quiero perdón— musité apretando los labios antes de suspirar. Las palabras se me atragantaban y el pecho empezaba a dolerme —. Sólo... sólo quiero volver a verla— supliqué y mis ojos no pudieron retener más las lágrimas.

No quería consuelo a pesar de mi reprimido llanto. Apreté los dientes y los puños, soportando el sufrimiento que se enconaba en mi pecho arrebatándome el aliento. 

Uno o dos minutos después, respiré hondo, me limpié las lágrimas y erguí mi cuerpo, soltando el aire muy despacio.

Será mejor que vaya al servicio a lavarme la cara antes de la siguiente clase— comenté, algo recuperada —. Gracias Ann.

 

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03/06/2021, 00:52
Narrador

Ann Marie no siguió tratando el tema, dio un paso atrás, consciente que daba igual lo que dijera. Suspiró resignada, triste, y acabó asintiendo lentamente.

Está bien, Cyra —hubo un silencio largo —. Nos vemos luego.

Te dirigiste al baño para asearte, aun quedaban dos clases más y sería volver a casa. Las siguientes clases pasaron sin novedad, Ann no volvió a interpelarte, pero sentías su presencia cerca. Cuando llegó la hora de cerrar, volvías a estar sola en el coche, era media tarde, y el sol aun calentaba.

No había nadie, pero a lo lejos pudiste ver una figura en pie, de traje oscuro, que destacaba porque parecía cortar la luz que se derramaba a sus espaldas. Parecía estar mirándote, y cuando pareció advertir que le habías visto, se puso a andar hacia la calle sin dedicar ningún otro gesto.

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03/06/2021, 15:31
Cyra Andréossy

Recogí los pedazos de mi sufrimiento y los guardé una vez más en el desvencijado y frágil baúl que ahora era mi corazón, armándome de un debilitado coraje para continuar con mi labor.

Las clases siguientes terminaron. Le dije a Ann Marie que yo cerraba y, cuando estuve sola, entré en uno de los salones y me quedé mirándome en el espejo. Desvié la mirada, pues mi propio reflejo me recordaba lo que era, lo que tenía y lo que ahora soy... una cáscara vacía que apenas puede contener el dolor.

Fui hasta el cuadro de luces y las apagué hasta dejar de ver a la mujer del espejo. Entonces, programé una canción en el aparato de música y me arrodillé en el centro del salón, cerrando los ojos y respirando hondo hasta que la melodía me envolvió.

Con la mente en blanco, me entregué a la música por completo. Mi cuerpo entero respondía a cada nota, cada matiz; con los ojos cerrados en todo momento para no romper el hechizo, como si una fuerza ajena a mi consciencia guiara todo mi ser y yo sucumbiera a su poder.

La versatilidad del agua, la intensidad del fuego y la ligereza del viento, todo unido en una única danza que me recordaba que aún estoy viva.

Entonces se hizo el silencio y con ello regresé a la realidad. Abrí los ojos y suspiré, antes de incorporarme y recoger mis cosas.

Tras el cierre, miré mi móvil. Nada. Tampoco es que me sorprendiera, visto lo visto. Lukas apenas pasaba tiempo en casa, ya ni siquiera se quedaba a dormir. Y sé que es culpa mía, pero también sé que, por mucho que me duela, quizá es mejor así... al menos para él.

Ya en mi coche, le di al contacto sin arrancar de inmediato, cuando me fijé en aquella figura. Fruncí el ceño.

¿Me está mirando a mí?

Bloqueé el cierre de las puertas y arranqué el motor, nerviosa. Sin querer prestarle más atención, salí del aparcamiento y me incorporé a la carretera. Aún me quedaba casi una hora de trayecto hasta casa.

Notas de juego

Me explayé un poco, lo siento ^^

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04/06/2021, 02:48
Narrador

No volviste a ver aquella figura que te observaba, tomaste el coche de vuelta a casa. Fue un trayecto que se hizo más largo de lo habitual, quizá por la pesadez de la carga que llevabas encima. Estabas a punto de abandonar Ruan cuando, tras un par de calles, en un semáforo, viste una niña. Tu cerebro enseguida encajó piezas sin dejarte tiempo a respirar, era April. Debía ser April, la niña estaba caminando por la calle y la perdiste de vista al girar una.

Tu coche seguía parado en el semáforo, la noche aun no había caído y todo era iluminado por una cálida luz crepuscular que calentaba ligeramente.

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04/06/2021, 14:53
Cyra Andréossy

Sacudí la cabeza. Aquella figura me había traído cierta inquietud pero no era capaz de razonar el porqué. Conducir me relajaba en cierto modo, quizá por la necesidad de alerta constante ante cualquier imprevisto en la vía. Puse la radio sin elevar demasiado el volumen, y me centré en regresar a mi nuevo hogar.

Detuve el vehículo en el semáforo y el motor se apagó por el star-stop. Mis ojos se posaron en la luz roja, aguardando al cambio de color para embragar de nuevo, cuando de soslayo la vi.

Mi corazón se detuvo. El aire se escapó de mis pulmones y mis ojos se abrieron de par en par, tanto que me dolieron.

A.. ¿April?— musité acongojada mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. Era ella, debía ser ella —¡Abril!— grité con todas mis fuerzas cuando recuperé el aliento, desabrochándome el cinturón con desespero y abriendo la puerta del coche. No me importaba dejarlo allí, no me importaba que el semáforo hubiera cambiado y mucho menos que alguien me multaran. Había visto a mi niña y no iba a perderla otra vez.

Así que salí del vehículo y corrí, corrí como nunca en mi vida.

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04/06/2021, 17:16
Narrador

Tu carrera cogió con incredulidad el resto de conductores y gente de la calle, pero sin prestarles atención fuiste en persecución de April. Al girar la calle allí estaba, la alcanzaste y, al girar llamándola viste una niña asustada con un leve parecido con ella, pero no era April. Una mujer apareció de la nada, casi rugiendo, apartándote bruscamente de la niña.

¿Qué está haciendo? ¡Apártese de mi hija! —increpó la mujer mirándote con miedo y furia, imponiendo su cuerpo entre la pequeña y tú.

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05/06/2021, 00:22
Cyra Andréossy

La esperanza, esa cuerda que evitaba día tras día que me ahogara, parecía tener un salvavidas que hasta ahora la oscuridad me había impedido ver. Un flotador capaz de sacarme de las frías y oscuras aguas de mi sufrimiento.

Pero era una ilusión, un espejismo.

Al girar a la niña para ver su rostro, el mío se convirtió en una expresión de sorpresa, dolor y vergüenza. Solté a la pequeña de inmediato y miré suplicante a la madre.

Yo, no... c-creía que era mi...— balbuceé apartándome brúscamente —L-lo siento.

Giré sobre mis pasos sin poder contener las lágrimas, corriendo de nuevo hacia el coche. Ignoré los insultos y las bocinas impacientes. Subí a mi coche y arranqué sin mirar si quiera si el semáforo estaba o no en verde.

Conduje demasiado rápido, mientras la congoja, el dolor de la mandíbula apretada y las lágrimas, me afectaban irremediablemente. Lloré, golpeé con fuerza el volante, impotente. Grité repetidas veces: "por qué, por qué ¡por qué!" sin obtener ninguna respuesta. 

La cuerda estaba empezando a deshilacharse y, con ella, la amenaza de que el vacío me consumiera aumentaba.

 

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05/06/2021, 19:47
Core Demetiadis

La sensación de aquel error anunciado fue devastador, el reflejo de una desesperación que había anidado tan hondo en tu interior que era casi desgarrador. La mujer se marchó con su hija, pero antes de que volvieras para el coche, una voz te habló desde la espalda.

Es una sensación horrible, ¿verdad? —preguntó con tacto, una voz teñida de melancolía —. Buscar y no encontrar. Saber que.. —movió la cabeza, negando sin querer seguir.

Era una mujer adulta, con una belleza encajada en la cuarentena. Llevaba un vestido verde oscuro, más cómodo y práctico que coqueto. Tenía tu estatura, y te miraba con unos ojos claros, comprensivos. La cosa es que aquella mujer te resultaba familiar.

Saber que.. nunca fue tu culpa y aun así lo haces. Te culpas —terminó la frase con solemnidad, mirándote a los ojos. Con naturalidad te tendió la mano —. Core Demetiadis, encantada.

Claro que te sonaba. Core Demetiadis, la Dama Verde de la Hélade, una famosa ecologista griega odiada por el mundo empresarial por su activismo contra el cambio climático y las prácticas contaminantes. No se la asociaba a ningún grupo, pero colaboraba con todas las organizaciones ecologistas que contactaran con ella.

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05/06/2021, 23:52
Cyra Andréossy

Quizá la huida fue sólo un lapsus en mi imaginación, pues antes de doblar la esquina para regresar a mi coche, escuché aquella voz y me detuve.

No me volví de inmediato, confundida. Hablaba como si entendiera mi sufrimiento, de ahí que frunciera el ceño mientras la escuchaba. Pero cuando dejó aquella frase en aire, me giré para mirarla.

En mis ojos se podía leer claramente el sufrimiento que desgarraba mi alma día tras día. Arrugué la frente, dolida. "Buscar y no encontrar", había dicho y la verdad tras aquella afirmación estranguló mi corazón. 

Abrí la boca para decir algo, pero ella recuperó la palabra. Palabras que me hicieron desviar la mirada mientras apretaba la mandíbula con impotencia. 

Y, de pronto, de reojo vi cómo extendía su mano. La miré perpleja ante su presentación, pues conocía a aquella mujer, quizá no personalmente pero sí por la prensa.

Cyra Andreóssy— musité, estrechando su mano.

 

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06/06/2021, 19:13
Core Demetiadis

La mujer que tenías enfrente poseía una poderosa aura de calma, hasta cierto punto intimidante, pero también poseía una cercanía propia de alguien conocido.

No pongas esa cara, querida —dijo con naturalidad —. Hay cosas sin solución, y solo controlamos cómo nos afecta a nosotros —hizo una pausa, pensativa —. Pero dejarte arrastrar por lo que no controlas te acaba hundiendo, y créeme, ese abismo no es agradable. Es destructor, no te lo aconsejo.

Después de esa diatriba, Core te sonrió como lo haria una madre con su hija, secó tus lágrimas sintiéndote un poco bloqueada por cómo te trataba aquella extraña mujer.

Y se acercan problemas mucho más importantes. No me malinterpretes. No lo que sufres es.. difícil —iba a decir otra palabra, pero se decidió por esta —. Pero quizá puedas evitarle este trauma a otras madres y a otras hijas.

Notas de juego

Como hay confianza. Hago un cambio en el nombre xD

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06/06/2021, 19:42
Cyra Andréossy

Las bocinas de los coches, los gritos y maldiciones de los conductores, llegaban a mis oídos como un eco lejano mientras escuchaba hablar a Cora Demetiades. Lo que más me perturbaba, era que hablaba como si comprendiera mi dolor. Pero para eso, debía saber lo que me había pasado y, salvo que se enterase por los medios, dudo que me reconociera después de tanto tiempo.

Disculpe, señorita Demetiades— comencé a decir con timidez, pues aquella mujer me inspiraba calma y me intimidaba a partes iguales —. Agradezco sus palabras, pero no alcanzo a comprender por qué parece que entiende mi situación— los medios hacía tiempo que habían dejado de publicar la foto de April y sólo la policía y mis redes sociales la exponían de cara al público.

Bajé la mirada, sin saber qué decir y mucho menos qué hacer. Podía haberle dado la espalda con un gracias y haber regresado a mi coche, pero quizá esa familiaridad con la que me hablaba, como si me entendiera, impidieron que me fuera.

Dudo que ese abismo sea peor que el infierno que estoy viviendo— mi mirada se endureció al pronunciar aquellas palabras, ya que no creía que hubiera nada peor en este mundo que perder a una hija y no saber si seguir buscándola o poner una lápida con su nombre en una tumba vacía.

Pero toda firmeza se desvaneció cuando ella me sonrió de forma maternal y limpió mis amargas lágrimas. Sentí un nudo en el pecho y cómo la angustia volvía a aflorar al no verse reprimida.

Desvié la mirada. Para mí en aquel momento no había nada más importante. Me importaba una mierda el mundo si viéndolo arder recuperaba a mi pequeña. Entonces pensé en Lukas, en todo lo que compartimos antes de April y en cómo lo que nos unió más ahora nos está separando.

No... soy yo la que lo está apartando de mí— musité. Era un pensamiento más que una expresión, pero que se escapó entre mis labios como un suspiro.

Entonces Cora dijo aquello de evitar que otras madres y sus hijas revivieran el trauma que me atormentaba y consumía por dentro.

Y otros padres...— añadí, apretando los puños —Ellos también sufren la pérdida, aunque sea en silencio.

No sabía por qué había dicho aquello, por qué estaba permitiendo que las palabras de una extraña me afectaran. Un bocinazo me sacó de mis pensamientos, atrayendo mi atención.

Cora, ha sido un honor... pero debo irme— me excusé, mirando por encima de mi hombro —. Yo...— hice ademán de darle la espalda, pero me mordí el labio y alcé mis oscuros ojos hacia ella nuevamente —Si encontrara una salida, la tomaría. El problema es que aún no soy capaz de concebir cómo escapar de todo esto.

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07/06/2021, 18:48
Core Demetiadis

La primera respuesta que te dio fue una sonrisa calmada, comprensiva, pero también arropada en una buena dosis de cierta nostalgia.

Porque yo estuve en el otro lado de la historia —respondió con sencillez, pero cierta actitud críptica. Escuchó lo que dijiste acerca del infierno y del abismo, puso un gesto compungido acariciándote delicadamente la mejilla —. Oh, querida, no tienes ni la más remota idea. Pero te entiendo, espero de corazón que jamás debas tener que compararlo.

Al mencionar el tema de los padres, Core soltó una risa un tanto gélida, pero que pronto se convirtió una actitud neutra encogiéndose de hombros.

Supongo que los hay —repuso con naturalidad, cuando te decidiste a marchar, ella se hizo a un lado dejándote el camino libre para partir como parecía ser tu intención. Diste unos pasos, pero antes de que te alejaras demasiado, Core añadió unas palabras que pesaron como losas sobre tu espalda —. Si sigues por este camino, lo único que encontrarás será la salida definitiva. Ahogándote en las aguas del Cocito, pero ese no es tu destino. No lo es.

Cuando quisiste darte la vuelta hacia Core, ella ya no estaba allí.

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07/06/2021, 19:28
Cyra Andréossy

Aunque sus palabras me hicieron sentir, en cierto modo, reconfortada, no lograba imaginarme una vida sin April.

Asentí ante su consejo, musitando un "gracias" cuando mis pies empezaron a moverse. Sin embargo, tras varios pasos, me detuve y me volví para mirar a aquella enigmática mujer. Mis ojos negros se abrieron como platos antes de que frunciera el ceño, pues tal como había aparecido, Cora se había esfumado.

¿Q-qué...?— miré en todas direcciones, confundida. Mordiéndome el labio y negando con la cabeza, regresé a mi coche. No estaba de humor para lidiar con los gritos y maldiciones, aunque probablemente tendría que dar explicaciones a algún policía. Sólo esperaba que la grúa no se lo hubiera llevado.

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08/06/2021, 01:09
Lukas Rønningen

La vuelta se realizó sin incidentes, al final te habías retrasado bastante y la noche te cercó antes de que pudieras encontrar aparcamiento. La casa estaba silenciosa, solo roto por el sonido de la televisión, un partido, que estaba viendo Lukas medio tumbado en el sofá. Al escucharte entrar, se giró sobre el respaldo del sofá mirándote.

Llegas un poco tarde hoy —dijo con la pregunta implícita en el comentario —. ¿Cómo ha ido?

Lukas no se movió del sofá, serio, pero, a pesar de todo, mostrando interés en cómo te había ido el día. Aun así sentías esa frialdad y distancia que era la nota habitual en las últimas semanas entre ambos.

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08/06/2021, 17:48
Cyra Andréossy

Mi mente estaba perturbada por todo lo que había pasado ese día, tan cerrada en mí misma que ni siquiera recuerdo el trayecto de vuelta a casa, salvo la oscuridad de la noche, reflejo de mi propio dolor.

Antes adoraba dar paseos nocturnos por la orilla de la playa donde el mar besaba suavemente mis pies descalzos como un tímido amante mientras la luna me sonreía desde el firmamento. Ahora, no recuerdo la última vez que pisé la arena.

Cabizbaja, metí la llave en la cerradura y entré en casa. Aún no me acostumbraba a aquel nuevo hogar, pero era lo único que tenía. Cogí las cartas de la mesita del recibidor y empecé a ojearlas, cuando escuché la voz de Lukas desde el salón. Lo cierto es que me sorprendió verlo en casa tras nuestra última discusión, pero una parte de mí sonrió agradecida aunque mi rostro no lo reflejara.

Tuve un pequeño percance con el coche— mentí, mirando las cartas para que no leyera la vergüenza en mis ojos —. Se me quedó en un semáforo y no arrancaba.

Torcí el morro. ¿Por qué le mentía? Seguramente porque decirle que había confundido a una niña con April, había salido del coche en marcha tras ella, gritando, que su madre me había encarado y que luego una famosa ecologista se había presentado de la nada para aconsejarme a cerca de mi situación; era demasiado inverosímil.

Resoplé y dejé las cartas en la mesilla. Solté las llaves en el bol y me adentré en el salón. Casi no me atrevía a mirarlo a los ojos, pero intenté hacer un esfuerzo sobrehumano para hacerlo. Lo necesitaba, necesitaba aferrarme al cielo de su mirada para no caerme al oscuro abismo.

Creí... creí que no volverías después de...— musité sin poder terminar la frase. Apreté los labios y desvié la mirada.

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09/06/2021, 20:02
Lukas Rønningen

Lukas te siguió con la mirada según hablabas, y si percibió la mentira no te lo hizo saber. De hecho, le sentías un poco distante, desangelado con su actitud.

—¿Dónde iba a ir? Es mi casa —fue una respuesta un tanto seca, al borde de la acidez, pero supo imprimir un sonrisa de compromiso que no te convencía para nada. Se volvió hacia la televisión mientras te decía —. Tienes algo de cenar en la nevera. Yo ya he comido.

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10/06/2021, 00:00
Cyra Andréossy

Su sequedad formó un nudo en mi pecho. Llevaba todo el día intentando ponerme en su lugar, luchando contra mí misma para autoconvencerme de que Lukas no era mucho más responsable que yo de lo sucedido y que sufría no sólo por April, sino también por mí.

Y lo que menos necesitaba en aquel momento, era esa frialdad. Un gélido recordatorio de la soledad que últimamente me atenazaba.

Por supuesto— dije cuando mencionó que era su casa. Le di la espalda, retrocediendo un par de pasos —. Gracias, pero no tengo hambre— el apetito se me quitó con su actitud, aunque los acontecimientos de esa noche tampoco daban paz a mi estómago —. Prefiero darme una ducha e irme a la cama.

Eché a andar hacia el baño, pero me detuve en la entrada del salón, apoyando una mano en la pared. Cerré los ojos y respiré hondo.

Lo siento— le dije, sin mirarlo. No esperé respuesta y me metí en el baño.

Me desvestí mientras soportaba las lágrimas, aunque dudaba que me quedara alguna más aquel día. Abrí la ducha para que el agua se calentara y me apoyé en el lavamanos, completamente desnuda y cabizbaja. Quería dejar la mente en blanco, evadirme de todo. Entonces me atreví a mirar mi reflejo en el espejo. Y sólo pude ver a una mujer rota por dentro.