Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

17. Encuentro en la Mansión Whittier

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08/01/2013, 18:34
Bernardette

-Y si no se muere, nos mata a nosotros -dijo Bernardette con mala cara-. Dennis a veces las lía gordas, pero no tanto. Aunque claro, al estar en un feudo y encantado...

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08/01/2013, 18:50
Calandra

Calandra volvió a asentir. Normalmente procuraba no pensar en que Larry se metía. Lo apartaba de su mente y así no tenía que preocuparse por él. Enfrentarse a la realidad era duro. Pero había creído a Larry cuando le había dicho que se iba a morir, y estaba todavía más asustado que con los bichos.

-Vale. Vale. Bernardette. -Cal se volvió hacia la boggan, hipando-. Bernardette, necesito que me ayudes. No me fío de nadie más. Quédate con Larry, por favor, Bernardette.

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08/01/2013, 20:03
Bernardette

Bernardette echó la cabeza hacia atrás cuando realizó su petición. En su cara podía verse que no tenía ninguna gana de estar con un yonki al borde de un ataque que podía producir tal cantidad de quimeras, pero la incapacidad de los boggan para decir no a la petición sincera de ayuda hizo que suspirara y asintiera.

-Bien, bien. Ve, no tardes. Y ten cuidado, ¿vale? La noche es muy rara a veces.

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08/01/2013, 20:35
Calandra

Calandra besó ruidosamente a Bernardette en la mejilla. Se encontraba todavía peor que antes. Y sabía que cuando se encontraba tan mal sólo había una cosa que podía ayudarle.

Un rato después Calandra se bajaba de un tranvía. Llevaba una peluca rubia, medias caladas, pantalones cortos y una camiseta con estampado de flores. Le había costado encontrar unos zapatos en condiciones y llevaba unos naranjas que no sabía por qué tenía. Una capa de maquillaje disimulaba su mal aspecto. Y estaba buscando a Pandora.

Había pensado en llamar a Marcus, pero había pensado que no le sentaría bien que su pupilo le llamase para comprar droga justo después de que su mentora muriese. Como ya había bastante gente disgustada, prefirió arriesgarse con Pandora y su gente.

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08/01/2013, 20:45
Narración

Llegando al Panhandle, Calandra tuvo que soportar las miradas y silbidos de uno de los grupos que se sentaban en los bancos. Sabía, porque todo el mundo lo sabía, que allí se pasaba droga a paladas a partir de las ocho de la noche. Cualquiera de los presentes le habría dado lo que quería, pero puestos a comprar algo ilegal, mejor que sea en familia.

Cerca del banco de Pandora, un acechador solitario se le acercó con a saber qué intenciones. Bueno, sí sabía qué intenciones.

-Eh, guapa, ¿a dónde vas tan tarde? Este sitio es peligroso... Hay gente mala, ¿sabes?

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08/01/2013, 21:28
Calandra

Calandra se abrazó a su bolso, aunque dentro no llevaba nada de interés. Salvo pañuelos de papel, que en ese momento eran un bien muy necesario. Estaba asustado, porque no sabía qué iba a ser peor, que le violasen o que descubriesen que no era una mujer de verdad y le diesen una paliza de muerte.

A decir verdad prefería evitar cualquiera de las dos situaciones, y después de lo que había pasado con las quimeras y luego con Larry no tenía ánimos para dar una réplica en condiciones. Además, con lo que le había costado ponerse las medias, con la manera en que le temblaban las manos después del episodio de las cucarachas, no iba a dejar que nadie se las quitase.

-He venido a ver a alguien. Una amiga -aclaró rápidamente-. Está aquí mismo, a medio chillido de distancia.

Y siguió acercándose al banco, fingiendo no prestarle atención. En realidad iba más atenta a su espalda que a lo que tenía delante, y esperaba que el hombre simplemente siguiese su camino en busca de alguna otra víctima.

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09/01/2013, 13:39
Narración

El tipo no se amilanó y siguió caminando hacia ella, pero de alguna parte salió un chaval atlético y bajo, con el pelo color zanahoria, y le amenazó con romperle la cara si seguía a Calandra un paso más. El acechador se esfumó enseguida y el pooka pudo continuar su camino hasta Pandora, aunque el pelirrojo, al pasar cerca de él, no pudo evitar decir:

-¡Hostia! Si eres un tío.

Por suerte no dijo ni una palabra más y el pooka llegó al banco de Pandora sin más encontronazos. La sidhe estaba allí, como cada noche laboral, acompañada de sus amigotes. Dejaron que Calandra se acercase pues no parecía peligroso. Pandora le recibió con los ojos nublados.

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09/01/2013, 13:51
Pandora

-Es muy tarde para las mariposas -dijo Pandora-. ¿O eres una polilla?

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09/01/2013, 14:49
Calandra

-Mariquita. Eh, mi señora.

Miró a los compañeros de Pandora de uno en uno, y después se quedó mirando el cuello de la sidhe. No había tratado a menudo con sidhes que no fueran Stevron, y le ponían un poco nervioso. No le gustaba ese tipo de gente, y además tenía la impresión de que Pandora estaba puesta, lo que era muy poco profesional por su parte.

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09/01/2013, 18:39
Pandora

Pandora se pasó la mano por la cara, cansada.

-¿Qué es lo que quieres?

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09/01/2013, 18:45
Calandra

Calandra cambió el peso del cuerpo de una pierna a otra y empezó a rebuscar en el bolso sin mirar, aunque sabía que no era ahí donde llevaba el dinero.

-Que Humphrey Bogart me pida que suba a un avión con destino a Portugal y le olvide. Pero un poco de caballo también... estaría bien.

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09/01/2013, 23:19
Pandora

Pandora le miró con recelo.

-¿Tienes el dinero?

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09/01/2013, 23:30
Calandra

-Uh...

Después de rebuscar en el bolso un poco más soltó una risita nerviosa y empezó a hurgarse en los bolsillos. Sacó unos cuantos billetes arrugados, que componían todo el dinero que tenía Calandra en el mundo y lo que había podido encontrar en los bolsillos de Larry.

-Qué tonta. Aquí está.

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09/01/2013, 23:38
Pandora

La sidhe hizo una señal y uno de sus amigos se levantó y fue a otra parte. Tardó un poco en volver, pero cuando lo hizo le puso una papelina en la mano y le cogió el dinero con la otra. Pandora se apretó las sienes con los dedos.

-Ahora vete, métete un pico y cuando se te pase, haz mejor tu trabajo. Uno de los nuestros ha muerto hoy por esa quimera tuya a la que no conseguís cazar.

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09/01/2013, 23:48
Calandra

-La he matado esta misma mañana -respondió. Le molestaba que le cuestionaran. Y también se arrepintió de haber usado un tono tan insolente.

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09/01/2013, 23:48
Pandora

-Pues su hermana gemela se ha presentado en el taller del nocker esta tarde y se lo ha comido, entonces.

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10/01/2013, 00:01
Calandra

-¿Qué?

Se quedó de piedra. La quimera había estallado delante de sus ojos. O bueno, eso le habían dicho. Él estaba limpiándose un escupitajo ensangrentado de la cara y la camiseta.

-Ay, mierda. Como encuentre a esa puta calavera -estaba diciendo, mientras se alejaba sin prestarle ya atención a Pandora y su pand-illa- me voy a hacer un mortero con su cráneo. Y más le vale ser chica porque si no ya tengo mazo.

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10/01/2013, 00:03
Pandora

-Eso espero. No me obligues a hacer tu trabajo; a mí no me pagan por él. Si necesitas más caballo, ya sabes dónde encontrarnos. Si me traes la cabeza de esa calavera, puede que hasta te haga un descuento. La Barcia es la Barcia.

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10/01/2013, 00:18
Calandra

Cruzó el parque, olvidándose de los posibles asaltantes, y volvió al feudo con la droga y la cajita del material de Larry. Nunca había mirado dentro de esa caja, pero sabía lo que era.

Pateó los zapatos, le dio a Larry sus cosas y salió de la habitación para no ver cómo se pinchaba. Por suerte, contarle a Bernardette que aquella maldita quimera seguía viva le distrajo, y cuando pasó el subidón de energía y volvió a sentirse cansado y enfermo, durmió en una de las habitaciones vacías.

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10/01/2013, 00:19
Bernardette

Antes de que Calandra conciliase el sueño, Bernardette tocó la puerta suavemente. Entró cuando el pooka le dejó hacerlo y pasó llevando consigo una bandeja con leche caliente y unas galletas.

-Por si tienes hambre, cielo. Ya me imagino que habrás pasado una noche horrible y estás enfermo. Nadie debería hacer esas cosas estando enfermo. Come y tómate la leche. Te ayudará a dormir.

La boggan también traía consigo un termómetro que le obligó a ponerse y cuando hubo terminado le ayudó a recostarse y le acarició el pelo.

-¿No has intentado hacer algo por tu amigo?