Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

36. Preguntándole a Dàn

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02/06/2013, 19:47
Narración

19 de noviembre de 1984 - 09:21

Van Doren despertó revitalizada. Tras el largo viaje por el Ensueño y el disgusto del día anterior, una buena noche de sueño en el feudo le sirvió para recuperar las fuerzas. No obstante, aquella noche sería la última que podría pasar allí si no juraba fidelidad al nuevo Barón; así se lo había dicho Bernardette cuando había llegado a pernoctar.

Había soñado con el Terciopelo en sus buenos tiempos, pero lo que ocurría había sido diferente a sus recuerdos. Eddie estaba allí, pero sometido a ella en lugar de ser al revés. No había llegado a ser un sueño erótico, pero era agradable y cálido, y sus angustias habían retrocedido cuando el redcap le entregaba las llaves, que eran al mismo tiempo la de sus cadenas y la del local...

Notas de juego

+1 de voluntad y de Glamour temporal.

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03/06/2013, 02:33
Madame Van Doren

La pooka araña se puso en pie y caminó descalza y en camisón hasta llegar a la ventana de su habitación. Desde allí hasta los feos edificios que se veían al fondo parecían brillar con luz propia creando un paisaje agradable y de ensueño, pero si salías del ámbito de influencia del feudo todo volvía a tornarse gris y dolorosamente real... Van Doren abrió la ventana pensando en airear el cuarto, aunque el frío que entró erizándole el bello de la piel le hizo pensárselo dos veces.

Tras ponerse una bata y coger las cartas del Tarot de uno de los cajones de su cómoda, se sentó en la silla de su tocador. La pooka fue sacando cartas una a una colocándolas de una forma sobre la madera que solo ella entendía, y cuando salió la Torre no se atrevió a ir más allá. La Torre, aquella carta estaba claro que se simbolizaba el presente, pues poco podía empeorar más la situación. Van Doren acarició esa carta con sumo cuidado y luego pasó la mano por las demás hasta llegar al diablo.

-¿Quién eres tú, pequeño trasgo?

- Tiradas (1)

Notas de juego

-1 FdV

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03/06/2013, 03:05
Narración

Al tocar la carta, Van Doren se quedó en trance durante un momento. Vio a Pandora cuchicheando en alguna esquina y manejando los hilos para destruir el Terciopelo y después yendo a buscar a Eddie y echándole spray de pimienta en la cara. Vio cómo hablaba con Rose y le decía medias verdades. Vio cómo Eddie la amenazaba y la estrangulaba en la biblioteca, mientras Silveth miraba. Vio cómo el Fiona y la Liam conspiraban, y cómo Silveth había apuntado con una pistola a Lady Magnum aquella misma noche.

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03/06/2013, 03:09
Madame Van Doren

Cuando salió del trance descubrió que tenía el puño cerrado y la carta arrugada entre sus dedos.

-Hijo de puta... -murmuró casi sin creer lo que habían visto sus ojos. ¿Qué podía haber movido a Silveth a hacer algo así? ¿Que plan maligno podría estar urdiendo que le hubiera llevado a utilizar la vergüenza de Pandora y su odio hacia Eddie para destruir su negocio? La pooka se levantó y caminó hasta el centro de la habitación mordiéndose la uña del dedo gordo, intentando hilar aquella información en su cabeza. "Suri... Es una distracción. Silveth ha hecho esto para distraerme..."

Van Doren recordó el día que había estado custodiando a Garin en el feudo y como Silveth intentó utilizar su atractivo de sidhe para camelársela e intentar convencerla de que Lord Stevron era una carga que no tenían que soportar. Y no solo eso, el Fiona había intentado además intentar sacar provecho de sus artes adivinatorias.

"Debió ser entonces cuando decidió hacer todo esto...", pensó la pooka tirando la bata sobre la cama y dejando caer el camisón.

Silveth, viendo que no era posible contar con el apoyo de Van Doren para derrocar a Lord Stevron, debió decidir que la única opción que tenía era la de cegar y ensordecer a los oídos y los ojos del feudo, es decir, a ella. Con Van Doren distraída, Silveth podría actuar libremente y llevar a cabo su conspiración. Estaba claro, Suri y Silveth debían de haber estado meses planeando aquello, e igual hasta era culpa del Fiona el súbito empeoramiento del estado de salud del Lord.

Cuando terminó de pensar aquello, Van Doren ya tenía puesto un sencillo corsé negro y estiraba de los lazos para ajustárselo al torso.

En su carrera hacia el Terciopelo, la pooka paró un taxi casi abalanzándose sobre él y le dio instrucciones sobre como llegar a su negocio. El taxista la miró extrañado cuando reconoció el nombre del local, y luego la miró como quien mira un cerdo asado gotear en las brasas.

-¿Es que le pesan los huevos? Arranque.

Van Doren esperaba poder llegar a tiempo antes de que le pasara algo malo a Lady Magnum... Como Silveth la tocase algún pelo se iba a arrepentir. Aquello era la gota que colmaba el vaso... Aunque aquello último si que no entendía como entraba en sus planes. ¿Y si estaba buscando para matarla y que no dijera nada?

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03/06/2013, 03:34
Narración

Cuando llegó al Terciopelo encontró la puerta cerrada con todos los cerrojos, incluso con los que ni ella misma echaba. Llegar a su casa y que estuviera completamente bloqueada para ella le pareció extraño; era la primera vez en dos años que no el negocio no cerraba. Desde que dejase a Eddie y se mudase al Terciopelo, siempre había permanecido abierto de un modo u otro.

El interior no resultaba tan asfixiante como el día anterior, pero igualmente había algo que faltaba: la chispa de Glamour que hacía sonreír aunque no quisieras. Van Doren buscó en la primera mazmorra y no encontró nada. Cuando intentó entrar en la segunda, sintió un latigazo en la espalda como hacía mucho que no le daban.

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03/06/2013, 03:42
Lady Magnum

-¡Van Doren! -exclamó Lady Magnum recogiendo el látigo-. Lo siento, lo siento, no sabía que eras tú.

La dominatrix se acercó con la cara desencajada y el semblante muy pálido. Tiró el látigo al suelo y se abrazó a sí misma.

-Pensaba que eras ese loco... Oh, dios... -De repente se echó a llorar y empezó a temblar como una maraca.

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03/06/2013, 03:57
Madame Van Doren

Van Doren gritó al sentir como la piel le ardía cuando el cuero del látigo se retiró. La pooka se dio la vuelta para mirar a su atacante, y apunto estuvo de sacar su propio látigo y quemarle las cejas, pero Lady Magnum abrió la boca a tiempo. Van Doren fue a cantarle las cuarenta mientras se llevaba una mano a la espalda, pero la expresión de su empleada le hizo recordar lo que había visto en el feudo.

-Oh Grace -Van Doren puso ambas manos en sus hombros antes de abrazarla para intentar reconfortarla. Lady Magnum era bastante más alta que ella, pero ahora parecía insignificante. ¿Qué había hecho aquel capullo?-. Siento mucho no haber llegado antes de que todo empezara.

Van Doren sacó un pañuelo de seda de su escote y le limpió el maquillaje negro que le caía por las mejillas mezclado con las lágrimas.

-Es culpa mía, debí haber cerrado mejor antes de irme. ¿Te ha hecho algo? ¿Estás bien? Ven, vamos a la cocina, te prepararé un café.

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03/06/2013, 04:10
Lady Magnum

Lady Magnum se limpió los mocos y el maquillaje y siguió a la pooka a la cocina, pero frunció el ceño ante sus palabras.

-¿Cómo sabes lo que ha pasado? No, sólo me asustó y me pidió que le contara cosas, el muy cerdo. Y disparó contra el potro... Me dijo que me iba a matar si no le contaba lo que quería. No me pidió dinero ni nada parecido, sólo historias. No lo entiendo...

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03/06/2013, 04:14
Madame Van Doren

-Korah me lo dijo, escuchó el disparo y me llamó a casa para saber si era algún juego nuevo que nos traíamos... Contesté estando prácticamente dormida después de volver de viaje, así que no me enteré bien... Le dije que sería algo temporal y me quedé dormida nada más colgar, lo siento -Van Doren negó con la cabeza mientras ponía una tetera eléctrica con agua-.  Esta mañana la he vuelto a llamar al acordarme de que me había llamado la noche anterior y me contó que poco después vio salir a un crio corriendo con una pistola. Entonces si que me alarmé.

La pooka volvió junto a ella y le acarició el pelo.

-Siento mucho no haber estado aquí. ¿Entonces era un asqueroso? ¿Qué te preguntó? ¿Quería saber algo de mi? ¿De ti? ¿Del terciopelo?

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03/06/2013, 04:24
Lady Magnum

-Te conocía. Quería hablar contigo. Le dije que no estabas, así que entró por la fuerza, me encadenó y me apuntó con la pistola. Me hizo una especie de ruleta rusa pidiéndome que le contase lo que hacíamos aquí. No lo entiendo. No sé qué quería. No le vi excitado; más bien parecía darle asco. Creo que era un loco. Era un chico muy guapo, de unos veinte. Blanco, de pelo castaño, bien educado... ¿Le conoces? Dijo que quería enmendar errores o algo así...

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03/06/2013, 04:27
Madame Van Doren

-¿Enmendar que...? Oh, por los dioses... -Van Doren mostró el blanco de sus ojos mostrando que aquello le parecía increíble-. Ese tipo es el mismo que ha estado jodiendo con el negocio. Es el que ha llamado a toda esa gente para que viniera y os molestase, pero ya ha terminado. Como has podido comprobar está desesperado y se ha vuelto loco. No tengo claro por qué ha empezado todo esto, pero te aseguro que ya no se va a acercar por aquí. La verdad es que no se que esperaba conseguir haciendo lo que ha hecho.

La pooka le sirvió la tila y se la dejó en la encimera del dentro de la cocina.

-Vete a casa, llama a Dimitri y a Fist para que te acompañen si no te sientes segura, y llama al resto para que te hagan compañía. Espera...

Van Doren salió del cuarto y regresó cinco minutos después con cien dolares en la mano.

-Se que no necesitas el dinero y que es imposible volver al pasado con esto, pero quiero que te lo quedes. Tómate libre los días que necesites. Lo único que puedo hacer es asegurarte que el que te ha hecho esto las va a pagar caras.

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03/06/2013, 19:24
Lady Magnum

Lady Magnum negó con la cabeza y dejó los billetes sobre la encimera.

-Ni hablar. No quiero nada de eso, ni me lo he ganado ni lo necesito. Me iré a casa, sí, pero descuida; ya está mi marido para protegerme. Tú haz lo que tengas que hacer aquí y con ese degenerado y por lo que más quieras, ten cuidado. Si está tan loco puede acabar pegándote un tiro a ti en vez de al potro. Parecía bastante interesado en eso...

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03/06/2013, 20:09
Madame Van Doren

-¿Qué? ¿Parecía interesado en dispararme a mi o en el potro?

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03/06/2013, 20:13
Lady Magnum

-Insistió en que quería verte, a ti y al resto de los trabajadores. Como se dio cuenta de que el local estaba cerrado, se fue.

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04/06/2013, 03:46
Madame Van Doren

-¿Al resto de trabajadores? Que absurdo... -Van Doren suspiró-. Deja el café, será mejor que vayas a casa a descansar. ¿Te llamo a un taxi?

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04/06/2013, 15:21
Lady Magnum

-Si quieres mi opinión, todo lo que hizo era bastante absurdo -dijo la mujer-. Sí, por favor, llámame un taxi. Mi marido tiene que estar que trina. En fin... Mantenme informada, ¿vale?

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06/06/2013, 00:39
Madame Van Doren

-Claro -Van Doren sonrió.

La pooka llamó a un taxi, hablaron un rato más y cuando el vehículo llegó se despidió de Lady Mágnum con un abrazo. Cuando el taxi se hubo marchado, la pooka montó en su coche y puso rumbo al feudo del Duque.

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08/06/2013, 02:01
Narración

De vuelta en Nob Hill, Van Doren lo encontró todo mucho más concurrido que la noche anterior. A diferencia de la pasividad que había encontrado, su llegada fue registrada y las quimeras se aseguraron de que no irrumpiera en el salón de audiencias donde el Duque escuchaba las peticiones y quejas de sus súbditos. Van Doren tuvo que esperar media hora a que terminase el resto antes de poder formular sus propuestas frente al Duque mismo y a toda su corte.

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08/06/2013, 02:08
Lord Aeon

-Ah, sois vos de nuevo -dijo Aeon con tono de cansancio-. Si venís a pedir que os deje ver a Ed el Rojo otra vez, podéis iros ya. El redcap no debería haber sido visitado por nadie; está acusado del más grave pecado contra la Estirpe.

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08/06/2013, 02:52
Madame Van Doren

-Erróneamente -se aventuró la pooka-. Ed el Rojo no es culpable de la muerte de Plamera. De lo único que es culpable es de ser sumamente idiota. He consultado esto largo y tendido con los espíritus y os puedo decir que en las altas esferas se escucha un nombre, ¿puedo continuar?