Partida Rol por web

El eco del Diablo

El Eco del Diablo

Cargando editor
12/08/2018, 06:59
Clementine Ouvrard

Luego de saludar todos al soñador recién llegado busqué apoyo contra la mesada junto a la cocina y coloqué mis manos en los bordes como sosteniéndome, aunque en realidad estaba descansado o preparándome para escuchar lo que había detrás de aquel sueño que nos había traído a nosotros de regreso como en un efecto dominó.

Elliot comenzó su relato y a medida que avanzaba el horror vivido por mí en encuentros anteriores con los sectarios regresaba causándome escalofríos, desazón y una punzada en el estomago, me tomé los brazos como si tuviera frío... Solo podía imaginarme lo que había vivido, lo que habían vivido él y Daniel, Leah... solos y olvidados. Mats, yo y todo el equipo del balneario por lo menos nos habíamos tenido los unos a los otros.

Conforme Elliot hablaba y me miraba una y otra vez el nerviosismo iba en aumento y con él el rubor en mis mejillas; sí, había omitido información. Sí, me había callado, tal vez demasiado. ¿Serviría de algo decir que lo había hecho por la seguridad de todos? Esperaba que sí. Cuando concluyó, sin embargo, sentí la urgencia de hablar, de aclarar por qué mis amigos no sabían los aspectos más importantes de aquello que Elliot me había revelado.

-Tengo que pedirles disculpas por no revelarles aquello que Elliot me contó -dije sintiendo que me ardía el rostro mirando a Mats y a Daniel, pero sosteniendo la mirada -Cuando nos separamos en el sueño -miré a Elliot y rememoré ese instante -Solo sabía lo del hombre con el cuerpo tatuado y la palabra en el ombligo de la soñadora, de las intenciones de los sectarios de hallar los reinos espirituales y los nombres sagrados -expliqué -No te lo dije, Mats, porque a continuación ocurrió todo muy rápido una vez que llegamos hasta Réjane y luego de eso nos separamos para ir en busca de los nuestros, espero que no te lo tomes a mal, pero si eras capturado ellos obtendrían esa información de nosotros -dije con calma -Y no pensaba darles el gusto -agregué con la expresión ya más tranquila y calculada.

Me apoyé levemente en la mesada e incliné la cabeza hacia atrás para mirar el techo unos segundos mientras suspiraba. -Lo que sí hice fue decir todo esto a Réjane de camino a buscar a Daniel -los volví a mirar y me crucé de brazos -Para que él manejara esa información con discreción. Luego al encontrarme con Daniel tampoco tuve tiempo de hablarle de ello porque recibimos la noticia de que Leah ya no estaba con nosotros, al menos no físicamente -me atreví a decir -Y pensé, de camino aquí, que les diría lo que tú me habías confiado cuando recapituláramos -miré al soñador -... Cosa que estamos haciendo ahora.

Miré al suelo descruzando los brazos, mis hombros se relajaron a fuerza de voluntad y mis dedos bailaron en el borde de la mesada unos instantes, luego inquirí -¿Dices que debemos volver a Maine contigo para rescatar a la gente del crucero? -quise confirmar -Y destruir el faro -agregué mirándolo fijamente y luego dije -Tengo dos preguntas: ¿Por qué dices que piensas que el barco es en donde se encuentran los sectarios? ¿Supones que les sirve como centro de operaciones? -indagué -¿Y puedes explicarme qué es un onomasticón? Porque no lo tengo del todo claro.

No le quise decir que no tenía sentido volver por las personas del barco, ¿Para qué había vuelto él hasta aquí entonces? ¿no hubiera sido más práctico mandar por nosotros y encontrarnos allí, en otra ciudad de Estados Unidos?, me pregunté internamente. Quizás estaba muy afectado por lo que había vivido y visto todavía.

Cargando editor
12/08/2018, 19:08
Mats Bergstrøm

Escucho la larga explicación que nos da Elliot. Algunas partes son reveladoras, otras rozan lo increíble, y otras son verdaderamente espantosas, haciéndome recordar una vez más el horror sobrenatural al que estamos expuestos desde hace ya ni sé cuánto tiempo. Me sorprende enterarme de que Clémentine sabía cosas que no nos había contado, pero niego con la cabeza cuando se disculpa.

Clem, en serio, no tienes que disculparte. Entiendo perfectamente los motivos por los que me has ocultado esa información. Pero… —Tuerzo ligeramente el gesto, como si no quisiera que mi amiga se tomase mal lo que voy a decirle—. La próxima vez creo que es mejor que lo sepa. A fin de cuentas, piensa que también podrían haberte capturado a ti, y serías la única que supiese esas cosas. A estas alturas creo que está claro que la información puede ser un riesgo, pero también nos da posibilidades en caso de que las cosas se tuerzan. Lo entiendes, ¿verdad? —Asiento, mirando a Clem con comprensión para suavizar mis palabras y que entienda que las digo con mi mejor intención. A continuación desvío la mirada hacia Elliot. No me equivocaba en absoluto al pensar que era el más informado de los cuatro, pero tal y como ha dicho Clémentine, lo de regresar a Maine parece no acabar de encajar. ¿Quizá solo deseaba salir del radar del enemigo y reunirse con nosotros para que nos reagrupásemos antes de volver a la carga?—. Sí, por favor, explícanos mejor tu plan. ¡Ah!, y otra cosa. —Rebusco en mi bolsillo para sacar un pequeño objeto envuelto en un pañuelo. Lo muestro a los demás: parece una especie de figurita humana, del tamaño aproximado de una falange. Solo mirarla transmite una profunda sensación de intranquilidad—. Hace un mes, poco antes de que perdiésemos nuestros recuerdos, vomité esta cosa. Creo que puede tener que ver con un hechizo al que me sometió Vendela Döbeln hace tiempo, una obligación mental para que matase a David Montillet en cuanto lo viese. ¿El hecho de que lo haya expulsado significa que ya estoy libre del conjuro, o sería mejor que no estuviese presente mañana cuando nos reunamos todos?

También aprovecho el momento para enseñarle a Elliot unas cuantas fotografías en mi teléfono móvil, que muestran los mapas dérmicos de las chicas tatuadas, con la esperanza de que se le encienda alguna bombilla.

Cargando editor
12/08/2018, 20:15
Elliot

—No era exactamente un plan lo que estaba proponiendo, sino más bien contaros mis sospechas —puntualizó. —No habría vuelto de Maine si hubiera pensado entonces que allí podía ser más útil. Cuando me marché sólo sabía que Agathe y las otras dos sectarias estaban a bordo del crucero y que algo estaba pasando allí, supuse que parte del plan que estaban llevando a cabo, al igual que la parte de Theresa era conducir a aquellos desdichados a la muerte y tratar de completar la palabra. Ha sido al llegar aquí cuando Fermi ha comunicado que el subterráneo de Danube estaba abandonado, por lo que ahora sospecho que podrían haber más sectarios en el barco, que hubieran algunos a bordo antes de que llegaran Agathe y las otras dos. Y el hecho de que el barco haya desaparecido parece confirmar que lo están ocultando usando su magia, de modo que es importante para ellos lo que esté ocurriendo allí. De todos modos eso no implica que estén todos los sectarios en el crucero, podrían estar actuando desde distintos sitios, pero es un lugar en el que empezar a buscar, al menos, sobre todo por si podemos salvar vidas. No propongo que vayamos a Maine —continuó— si encontramos el barco creo que sería mejor el plan de Ramos, subir a él con fuerzas de asalto, y nosotros no lo somos. Lo que propongo es tratar de ayudarles a ubicar el barco y averiguar desde aquí todo lo que podamos. La gente del comisario puede ayudarnos a eso, sin duda, pues la forma que tendría yo de intentar encontrarlos sería la misma que cuando buscamos a Sophie, tratar de soñar con Agathe o Vendela, pero creo que eso sería demasiado temerario, sería entrar de lleno en su territorio y en Dios sabe qué locura. Además... —dudó un momento— También hay algo más que no os he dicho. Conozco esa palabra, la palabra que buscan —desvió la mirada de sus interlocutores—. No se la diría por nada del mundo, pero no sé hasta qué punto podría ocultarla si pudieran leer en mí. Está todo lo oculta que puede estar, os lo aseguro.

—No sé casi nada acerca de los onomasticones, sólo lo que una amiga me contó una vez— respondió a Clementine, negando ligeramente con la cabeza—. Ella decía que para los antiguos egipcios era fundamental hacer estos onomasticones, listas de palabras con las que contribuían a mantener el cosmos protegido del caos y la nada. El lenguaje era tan importante que podía "apuntalar" la realidad, por así decir, al igual que al Logos divino le concernía el ordenamiento del universo— miró a la chica con gesto de reconocer que no sabía mucho más— Pero hay algo... ¿sabes?, creo que el lugar en que nos encontramos en el sueño tiene algo de onomasticón— sonrió ligeramente. —Más que nada os lo contaba porque es la palabra que empleó Agathe para describirlo y los términos que usan no son casuales, para ellos están cargados de sentido. Es por eso que creo que si piensa que la piel de Ellen es un onomasticón es porque creen poder extraer de ella palabras relacionadas con los reinos espirituales que representan. Para ellos es un mapa y un onomasticón, o al menos eso me dijo. Y no creo que mintiera en ese momento pues creía que iba a ayudarles y tenía que darme información.

Elliot miró con interés la figura que mostró Mats:

—Uf... qué bueno que la hayas expulsado... —frunció la nariz—. Pero no sé si se habrá desvanecido el hechizo o no, eso mejor pregúntale al comisario o a Fermi cuando lleguen. Por precaución yo no vería a Montillet hasta que ellos dijeran algo.

Elliot tomó el móvil de Mats y comenzó a observar con atención todas las fotografías.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dire, hago una tirada para ver si Elliot encuentra alguna similitud entre el esquema de los tatuajes de Sophie y las demás y los que había en la piel del hombre dormido. Tiro Introspección más Comtemplar (recuerda que tiene el rasgo de hipermnesia a dos, por si sirve).

Cargando editor
13/08/2018, 10:35
Daniel Mallutz

La cocina aguanta bien la erupción de revelaciones lo que habla bien del sitio.

Un salón nos hubiera inculcado aspectos mas fríos. Un sótano bastante mas siniestros.

Aquí, tener a mano tanta variedad de sustento para el cuerpo sostiene el alma: Es difícil ser lóbrego en una cocina. Quizás en las miseras de Dickens, pero aquí no.

Me extraña mucho pensar así y acabo suponiendo que es una mezcla de las miradas apropiadas, cada una ahora con el mismo peso. Si vas ha hacer un plan construyelo en la cocina y mantén el estomago lleno.

Escuchar me desocupa de mis desgracias por un rato y, bastante del lapso en el que atiendo cada detalle de cada palabra de Elliot, mi boca retuerce su mueca con la sonrisa de estar entendiendo la necesidad de comunicar a un oyente capaz de mantener a lo que esta prestando oídos.

El placer es caustico pues nada de lo que se narra es gracioso.

Sentado sobre el mármol de la encimera empiezo a aprender como actúa una operación activa de estos Infames.

Algún apunte me viene a los labios pero lo guardo para no interrumpir el hilo.

Gran parte de lo que pesa en Elliot es obligación de testimonio.De que alguien sepa la verdad ademas de ti y que no se pierda en el olvido. El olvido le hace el juego al Mal.

La aventura contada es muy negra pero en el fondo no me sorprende. Este grupo al que nos enfrentamos ha dejado aun lado el escrúpulo natural para afrontar sus objetivos.

El único presentimiento que me los acerca a la humanidad es la sensación de que están precipitando, ya sea por que huelen la meta o por que estas desesperados. Es esta una sensación de la que se me ocurre ofrecer como carnaza a mi renovado sexto sentido. O mucho mejor el preguntar a alguien con mas juicio.

Los intercambios de detalles se extienden después desde Clementine y a Mats y confirmo lo duro y complicado que también les ha sido. Tomando decisiones cuando apenas tienes donde coger la referencia.

Me atrae la atención la alusión sobre este para mi desconocido Rejane de Clem, y espero poder preguntarle mas tarde su opinión.

Mientras Mats nos muestra la diminuta imagen que expulso me separo de mi improvisada atalaya y trasiego hasta la nevera, antojandome que si en esta casa hay jamón, huevo y pan solo un mundo sin Dios permitiría que no hubiera cerveza.

Dios gana la mano seis a cero, en botellines de un tercio de una dorada especial con grafías eslavas.

Saco cinco de ellas y la restante queda para el recuerdo de volver a reponer la hospitalidad.

Pongo una en las manos de Clem, rezagada igual que yo en la observación detallada de los patrones de móvil.

Afortunadamente Elliot corrobora mi sospecha de que lo que este pasando en el mar oceánico ya esta en manos de una fuerza mas preparada y en acción. No del todo finiquitada.

Dejo otro de los botellines sobre la mesa y antes de continuar repartiéndolos les comento despacio mis conjeturas.

- Me parece que lo que estén haciendo la Secta en ese crucero tiene que ver con la intervención de la que vengo y la información sobre la apertura de lo que la Gente del Bosque llamo los pozos de Brea.

Entendí que el asunto trataba de liberar demonios y por ello, Allá, se esta librando una batalla.

Mis ojos se desvían mínimamente al recuerdo de la refriega, el vigor por mi esencia y la ferocidad en los golpes. El limpio frio del cristal en mis manos me trae de vuelta.

- ¿Si me preguntáis por que? No lo se. Si se que, si la conocida de Ophelia Lena Vandelvede estaba en lo correcto y no se me ocurre por que no, que para activar un Pozo siempre lleva un sacrificio. Si se le ha acabado la mano de obra especializada, quizás están cambiando calidad por cantidad. Y pensar en pozos no de forma literal. Creo que son mas fuentes con un portal.

Suspiro mientras les doy una de las cervezas a cada uno.

- Sigue siendo su objetivo el llegar al Pozo...A la Fuente Primordial. Ese en el que los parisios con sus perdidos conocimientos druidas usaban para extraer 'De sus sagradas aguas grandes dones, entre ellos la sabiduría de los oráculos'.

Me rasco el mentón sin afeitar con la boca del cuello de la botella.

- Si pienso que es lo que, este criminal, esta intentando al final me imagino que es traerse uno de esos Dones... ¿Una palabra? ¿Una que ahora esta tan olvidada como lo estuvimos nosotros? ¿O una que colocar en ese lugar para que se pueda usar? - miro a Elliot - Apuntalar es un termino muy contundente si lo juntas en una ecuación con Ambición. Por que esa Vendela es puro destilado de Ambición con patas y piel de superioridad ¿Es así?...

Dejando un reposo al silencio mas largo del que me hace estar cómodo intento poner en contacto las sensaciones, las intenciones y los planes en el mismo contexto.

- Sin tener mas información, que si podemos llegaremos a reclamar, ahora mismo veo tres vías para hacerlos fracasar.

- Retornar un guardián que se interponga entre sus empeños y su objetivo antes de que ni siquiera los rocen: Ammit que ya estaba, que se yo: un dragón me da igual de donde salga, el perro ese de las tres cabezas de, o el simple engaño de que ya tienes lo que querías y a la mañana siguiente es barro - curvo los labios malévolos - o mierda o mejor maldición.

- Atacar a la Cabeza de este culto, la que esta moviendo con sus ansias superiores a las del resto y arrastrándolos y eliminarla o diezmarla lo suficiente para que el resto de alimañas piensen que es su oportunidad y el impulso se desmorone. Un gruñido largo y seco gorgotea del fondo de mi pecho y se convierte en una voz apasionada de la satisfacción de la evocación de ese pensamiento. Si embargo antes de que se extienda al gesto de mi cara lo contengo con serio esfuerzo. Una mirada a la cerveza sin dueño lo atempera poco a poco.

-Hay una ultima opción. Pero quizás puede ser peor que la de los propios Adversarios. Seria ganarle la mano a esos sádicos, llegar a donde ellos pretenden y que quien conozcamos mas puro de mente y corazón apuntale que el acceso no sea por otros medios que no sean los correctos. Ellos están haciendo trampas. Que no les sea posible.

Bajo la bebida a mi regazo. Observo la oscuridad a través del agujero de su boca. Pero es solo al principio después percibo los tonos dorados.

- Se que pensáis que estoy hecho polvo y lo estoy. Y hay mas todavía de lo que en estos pocos ratos os he podido explicar. Ni yo mismo se por que he pasado. Solo se por que lo pase. Y no cambia nada y lo cambia todo.

Comentaros que a día de hoy mi presencia aquí es a préstamo al Comisario Rejane, sea lo que sea lo que signifique eso. Para recordar acepte el rito de los Del Bosque. Y eso me ha ligado a ellos. Y otras cosas. Si encuentro a Gabriel supongo que el me explicara como se gestiona. Y quizás tenga que irme. Pero hasta ese momento estoy aquí con vosotros.

Levanto el vidrio para ofrecer el brindis.

- Slainthe!. Por poder contarlo aquí Hoy y el día que toque, Allá con los que se nos han adelantado.- con delicadeza hago sonar la llamada del cristal a la fortuna y al destino con la botella solitaria y luego le ofrezco el brindis de duelo a ellos - Por Vosotros me Partiré el Alma. Slainthe!...

Todo seguirá yendo deprisa y seguramente no habrá lugar ni momento para un Velatorio en condiciones que no sea este. Así que lo atesoro. Acabo la cerveza de una tacada. Es gloriosa pero no la disfruto. No como se debiera. El whiskie insigne se quedo en Gresta. Pero me vale. Me limpia momentáneamente por dentro para que empiece a arreglarme por fuera. Me acerco a las imágenes de Mats.

- Déjame también echarle un vistazo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ima + Pneuma = 4 o 5 si ha subido el pneuma? para intuir cual de las dos respuestas: estan desesperado o están cerca del objetivo.

Int + Pneuma = 4 o 5 si ha subido el pneuma? para discernir si los patrones corresponden con alguna de las geografias que he atravesado.

Cargando editor
14/08/2018, 19:05
Clementine Ouvrard

Asentí a las palabras de Mats y agregué -Estoy de acuerdo -. La próxima vez le contaría todo, tenía razón al pedirme eso. Luego mostró a Elliot y a Daniel esa figurilla tétrica que hubiere expulsado sobre el bote en las marismas, casi se me había olvidado de su existencia con todos los recientes acontecimientos. Sería muy terrible si algo ocurriera al padre de Édith estando tan cerca de verla... De solo pensarlo se me encoje el corazón.

Sentí alivio al constatar que el asunto de Maine sería seguido desde aquí, la imagen del barco y de los sectarios arriba de él haciendo quién sabe qué me dio escalofríos. Escuché la respuesta de Elliot a mi pregunta: "listas de palabras con las que contribuían a mantener el cosmos protegido del caos y la nada", repetí para mí misma. Una parte de mí se maravilló de la cercanía de la magia a la vida cotidiana en aquellas épocas y otra experimentó una intensa tristeza porque fuera revivida para propósitos tan execrables. Cuando nos confesó que conocía la palabra que los sectarios buscaban no pude evitar observarlo con preocupación: me pregunté cuántas veces su inteligencia, o su intuición, lo habría puesto en problemas.

Tomé la botella que me alcanzó Daniel y, luego de brindar con él y beber un trago, doy mi impresión sobre lo hablado -Puede ser que estén intercambiando calidad por cantidad, pero también puede ser que estén invocando algo realmente grande y aterrador -suelto y la mano se me crispa alrededor de la botella, miro al suelo antes de proseguir, ordenando mis pensamientos, -También el hecho de que se estén apresurando puede significar que están cerca de lograr su objetivo o que algo más ocurra, quizás alguna lucha interna o un tiempo límite que los haga apresurarse, eso es bueno para nosotros porque cometerán errores -pensé en voz alta.

Luego miré a Daniel -Las tres opciones que has enumerado me parecen temerarias, yo creo que debemos esperar a los otros para conjeturar planes -acoté y luego agregué -Aunque me gustaría hacerles a ellos lo que nos hicieron a nosotros, hacerles un black out que nos dé tiempo para actuar -sostuve sonriendo de lado y me acerqué a Elliot y a Mats para ver yo también las fotografías.

- Tiradas (1)
Cargando editor
16/08/2018, 01:38
Mats Bergstrøm

Elliot responde a nuestras dudas con la más que razonable idea de tratar de detener al enemigo desde aquí, encargándonos de hacer las veces de analistas de la DGSE mientras dirigimos remotamente el asalto de un contingente armado en Maine. Su planteamiento hace que se me ocurra algo. Sin embargo, espero a que termine de hablar antes de aportar mi idea. Su explicación acerca de los onomasticones me deja pensando que la magia realmente es capaz de cualquier cosa. Es una cuestión de perspectiva; se entreteje con el pensamiento ordinario, de un modo parecido a la sabiduría popular. Como las hadas. Si crees en ellas, existen.

Guardo silencio mientras Daniel saca sus conclusiones en voz alta, meneando la cabeza en señal de duda en un par de ocasiones, y Clémentine responde dando una opinión que refleja en gran medida la mía.

Estoy de acuerdo con Clem. Ningún momento será mejor para detenerlos que ahora mismo, porque cada segundo que pasan haciendo lo que sea que estén haciendo se hacen más fuertes… Pero eso no es excusa para llevar a cabo movimientos suicidas. Pero… Tengo una idea. —Asiento con la cabeza, mordiéndome el labio mientras tamborileo con los dedos en mi barbilla. Miro a Clémentine con intención—. Creo que podemos hacerles ese blackout que propones, devolverles la jugada a nuestro modo. Si tuviésemos un ordenador a mano, podría tratar de hacer un barrido vía satélite de la zona costera de Maine. Funciona así: todos los barcos tienen un respondedor de radar, que es una especie de huella dactilar que dice a todos los barcos de la zona «eh, aquí estoy, me llamo Fulanito y voy de buen rollo». Por eso es casi seguro que tengan el respondedor apagado; es lo que hacen todos los barcos que se dedican a operaciones ilícitas o en los que están pasando movidas raras. De ese modo, los otros barcos no pueden detectarlos… —Sonrío maliciosamente—. Pero yo sí. Cuando sabes lo que buscas, un respondedor desconectado en área marítima llama más la atención que un pelirrojo barbudo de metro noventa. Y el hecho de que lo tuviesen apagado los dejaría más expuestos a mis intentos de intrusión. Tendría acceso a sus sistemas, a sus bases de datos y diarios de a bordo… Así el equipo táctico tendría una idea un poco más clara de la situación que podrían encontrarse. Joder, incluso podría detectar sus coordenadas exactas. —Hago una pausa, tratando de no dejarme llevar por el entusiasmo—. La opción b sería que hubiesen sido previsores y hubieran dejado el respondedor activo, para disimular. Pero claro, no cuentan con que alguien que haya estado a bordo los busque. Solo necesitaría buscar su firma particular y los tendría igual de cazados. —Miro a Elliot esperanzado, levantando una ceja—. Por casualidad no sabrás el nombre, modelo o número de serie del barco, ¿no?

Lanzo un suspiro hondo. Llevará más tiempo o menos, pero de un modo u otro, voy a pescar a esos cabrones.

Notas de juego

Este soy yo investigando cómo se piratean sistemas navales XDDDDD.

Cargando editor
16/08/2018, 06:32
Director

Durante el mapeo fotográfico Mats se había dado cuenta que para él resultaba muy fácil piratear el superordenador del departamento de Análisis Estadístico de la Universidad Pierre y Marie Curie de París al que un amigo de Geneviève les había dado acceso remoto para facilitarles el montaje de las imágenes.

Con la ayuda de esa potencia de cálculo la tarea sería mucho más fácil. Como un Samurai antes de la batalla el hacker veía la victoria de esa batalla como si hubiera ocurrido ya. En su mente el blackout era un hecho consumado.

- Tiradas (1)
Cargando editor
16/08/2018, 06:58
Director

La piel de Sophie parecía una imitación más poblada y enrevesada de la del hombre dormido. Recordar ésta provocó en Elliot la sensación de que sus dibujos tiraban de él hacia un lugar fuera del espacio y del tiempo y se dió cuenta de que podía viajar a ese lugar mitico como los soñadores de la secta podían viajar al espacio que habían plasmado en los tatuajes de Édith o Sophie.

En Sophie la estructura de las líneas era más enrevesada, más forzada. Por hacer una analogía, el mapa de la piel de hombre dormido se parecía más a un mapa físico mientras que el de Sophie o las otras chicas tatuadas se parecía más a un mapa político.

Se dió cuenta Elliot de que en esa estructura copiada, moderna, los nombres de los dioses en los nueve reinos habían sido sustituidos por figuras que sin duda representaban a los líderes de la secta, nueve signos geométricos pequeños que se comportaban como los glifos de sus nombres.

No sabría decir exactamente por qué pero a diferencia de los dioses del hombre dormido, que en el esquema tatuado en su cuerpo servían de vínculo a los seres del onomasticón como las ramas de un árbol que unía el cielo con el submundo nutriendo con su savia a todos los seres, los líderes tenían una relación más jerárquica, más parasitaria que nutritiva, más fijadora que fluída.

Sophie también tenía los dos círculos en su ombligo, como un fruto más de ese árbol pervertido y sometido, por lo tanto, a los nueve usurpadores.

Por otro lado, el soñador era incapaz -cosa rara en él- de evocar el nombre o el número de serie del barco pero sí podía describirlo al detalle, cosa que sin duda serviría para dar pistas al periodista.

El recuerdo de su infancia le había provocado un nudo en la garganta que incluso le provocaba sabor amargo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
16/08/2018, 07:06
Director

Como si fuera una bellota a los ojos de un leñador la figurita de Mats le pareció a Daniel algo que debía matar y que todavía no podía porque no había crecido suficiente y tenía demasiado de “objeto”. No había crecido en esa cosa -todavía- la carne que él podía morder.

Reconoció en algunas de las líneas de Sophie, cerca de su ano, los caminos que había seguido hasta la ciénaga, como si de un mapa escrito en piel se tratara o mejor, como si esa foto fuera una foto de satélite de un territorio que había recorrido. Rememorando pensó Daniel que durante el rito en la cabaña que les llevó a las ciénagas había participado Arene Lioret, la huída que custodiaban los lobos, y dedujo que los viejos del clan la habían utilizado para entrar en los territorios dominados por la secta en busca de caza.

Cuando Clementine nombró “el tiempo límite” su instinto le marcó esas palabras como ciertas. Sintió que los sectarios actuaban cerrando círculos, haciendo algo quizá planeado hace tiempo pero quizá precipitadamente, como si sus oráculos les hubieran anunciado que su fin estaba cerca y que tenían que hacer lo que habían venido a hacer ya.

Cargando editor
16/08/2018, 07:11
Director

Desde luego que parecía  que los antiguos egipcios participaban con sus ritos en el mantenimiento de las cosas más cotidianas y en efecto le parecía a Clementine que lo que trataban de hacer los sectarios era una perversión de esa magia. Era casi evidente que querían convertirse en dioses de los mundos espirituales representados en los tatuajes de Sophie y el resto de chicas pero no había que descartar la posibilidad de que también quisieran aportar con su pervertida versión de onomasticón nombres a este mundo que les otorgaran poder más allá de su muerte.

La estatuilla que Mats mostraba a sus compañeros le había recordado a uno de esos fetos que se conservan en formol pero no lo percibió como un ser muerto, abortado, sino como a uno vivo, en desarrollo, en vías de nacer a pesar de su deformidad. Era escalofriante, malvado y pertenecía a su amigo pelirrojo no como un hijo pertenece a un padre sino más bien como un cáncer pertenece a su huésped.

Por otro lado encontró contención y nerviosismo en Elliot cuando éste hizo referencia a su pasado. Que conociese el nombre que buscaban los sectarios lo dijo casi como rompiendo un tabú, como no podía ser de otra forma, pero parecía que al revelar cosas de entonces estuviera entreabriendo una puerta que había estado mucho tiempo cerrada y abrirla le provocaba una congoja que apenas podía contener. Hace veinte años –cuando el hombre del faro le enseñó al soñador a memorizar las grafías del tatuado que mantenía en sopor en la cueva de Bass Harbor– Elliot debía ser un niño de la edad de Edith y sin duda toda esa experiencia estaba cubierta de dolor.

- Tiradas (1)
Cargando editor
16/08/2018, 10:31
Elliot

–Sí, también creo que se están precipitando– comentó Elliot a las palabras de Clementine–. De hecho no sé qué esperaba conseguir Theresa con su ritual en el camping, pero dudo que quisiera liberar demonios que pusieran su propia vida en peligro. Ahí pienso que está uno de los errores que ya están comenzando a cometer. Y no sé si será el único factor o habrá otros como propones –dijo mirando a la chica–, pero seguro que una de las causas de su urgencia son todos los golpes que les hemos asestado y el tiempo limitado con el que contaban que duraría nuestro olvido.

Respecto a los planes que sugieres –se dirigió a Daniel–, también me parecen temerarios, y muy difíciles de llevar a cabo, si es que supiéramos cómo. Pero además creo que en parte serían innecesarios; por fortuna no necesitamos llevar un guardián hasta allí, no es que no lo haya, ya existe uno que se interpone entre ellos y el pozo, y es aquel cuyo nombre indica la palabra. No podríamos encontrar uno más apropiado, pues éste es al que le corresponde. Y ya hubo un alma pura en el lugar a la que ningún guardián hizo daño y fue Édith. Ella llegó al pozo sin recibir daño por ello. Pero yo no la volvería a mezclar con nada de esto por ningún motivo, aún menos sin siquiera saber seguro si su presencia allí iba a servir para algo.

Sin embargo lo que propones de descabezarlos sería genial si supiéramos dónde está Vendela o quienquiera que sea el líder de todo esto. Es eso precisamente lo que necesitamos, saber dónde se esconden –se quedó pensando un momento–. Para eso tal vez sea clave contar con la sectaria arrepentida, por cierto; si no dónde podrían estar al menos sí podemos saber quién es el líder.

Elliot escuchó atentamente la propuesta de Mats con una sonrisa creciente en los labios; sonaba genial y tenía todos los visos de poder funcionar. Se dio cuenta sin embargo que no podía rememorar el nombre del barco, algo extraño sin duda, aunque sí pudo describirlo con todo lujo de detalles, así como a la hora exacta en que lo había visto cerca del faro. Si necesitaban un ordenador no tenían más que enviar un mensaje al comisario para pedir uno y lo tendrían en cuanto llegaran los demás, sino antes.

Elliot separó el móvil de sí para permitir mirar mejor las imágenes a Clementine y Daniel. Tenía a sus amigos rodeándolo, uno a cada lado, y Mats sentado a la mesa frente a él, con ese aire suyo de nobleza espontánea y sincera. Daniel parecía el amigo a quien querrías tener cerca si tuvieras que ir a la guerra y qué decir de Clementine, ella era su daena en el puente. Y sin embargo las palabras ardían en su cabeza y en su lengua y no podía hablar de sí mismo.

Tantos años de silencio, de no contar nada jamás a nadie -salvo su verdadero nombre a la chica-, le habían hecho mella hasta un punto que no había sospechado. Una parte de él quería desahogarse, quería gritar incluso, pero no encontraba el modo. Había insinuado alguna cosa, lo que había sido capaz en su narración de lo que le había sucedido en Bass Harbor y se daba cuenta que anhelaba que le interrogaran. Había contado que conocía el camino a la cueva en el acantilado, que había estado allí muchas veces. Había dado información de cosas acontecidas veinte años atrás. Veía a Clementine mirarle con preocupación, pero tanto ella como los otros respetaban sus silencios pensando probablemente que de querer hablar más lo habría hecho. Podía haber llevado su historia a la tumba, había estado seguro de eso. Pero no contaba con que ésta volviera a él como ahora lo estaba haciendo, y menos que aquello que condicionó su vida implicara también a otros.

Pero no era momento ni de lamentos ni de venirse abajo ni de dejar que la melancolía le robara fuerzas ni claridad. La vida de todos corría peligro y había que estar muy centrado. Apretó los dientes y sus manos por reflejo alrededor del móvil, y sintió arder sus ojos, momentáneamente perdidos más allá de las imágenes en la pantalla, mientras reprimía las lágrimas de rabia e impotencia que habría querido dejar salir.

–Reconozco algunas cosas aquí… –dijo entonces– Efectivamente, estos mapas son una versión del que había en la piel del hombre dormido en la cueva. Pero lo que en él eran palabras escritas en el lenguaje arcaico, en Sophie y las demás están sustituidas por signos geométricos –señaló algunos y se quedó un momento pensativo–. Si tuvieron acceso a esos nombres cuando tenían en su poder al hombre dormido podían haberlos incluido en el mapa, en el onomasticón, pero los han sustituido a propósito… Algo me dice que esos signos representan a los líderes de la secta, como si quisieran ocupar el lugar de los dioses en su propia versión del mundo que el mapa original representa. Serían nueve líderes –dijo señalando todos los signos– y más que unir todas las ramas del árbol en una forma armónica, como ocurría en el dibujo del hombre dormido, aquí parece que tendrían una relación más jerárquica, más parecida a la de un parásito que en lugar de nutrir se nutre él mismo del árbol. En esta versión los círculos concéntricos del ombligo de Sophie también están sometidos, como lo demás, a los signos de los líderes... Cuánta presunción y necedad... –añadió con rabia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo una tirada de Carisma más Reaccionar para ver si Elliot puede reprimir lo suficiente las lágrimas y el dolor.

Cargando editor
16/08/2018, 13:44
Daniel Mallutz

Con atención, medito cada respuesta resuelto a explotar cada detalle.
Es un proceso incomodo al que no estoy acostumbrado, esa percepción afilada mas allá de lo común, pero también me suministra mitigación para las otras sensaciones. Por eso lo cojo con mas energia de lo que seria acostumbrado.
Clem, Mats y Elliot comparten a su manera el empuje. Cada uno lo expresa a su modo, dichosos compadres.
Harían buenos miembros de manada, apostillo en mi cabeza en el tono directo del ímpetu para corregidme inmediatamente: Ya son algo mas, algo distinto.

Con ganas de actuar. Y actuar con cabeza. Esa cabeza que tienes corriendo en tres direcciones y huyendo de una. ¿Verdad? Si esa misma.

Pero como Mats ha comentado, lo importante es la información. Compartirla con tres cabezas mas es importante por que, mas piensan mejor, y tener una segunda perspectiva - ademas -seria genial.

Echo exámenes rápidos y lentos a las imágenes y miro a la cara a cada uno cuando comentan su opinión.

También mi atención se detiene en la efigie regurgitada por Mats y se me eriza el vello de la nuca y los brazos hasta que por un instante pienso como actuar y como comentarlo.
Lo primero que busco es un tarro de cristal pequeño en el que la estatuilla de Mats pueda caber.
Al final tomo un contenedor de especias con rosca que vacío.

- Mats, discúlpame que te lo pida pero, necesito que me des ese...bezoar. - le digo en cierto modo formal pero no alarmante - Mira, lo estoy sintiendo como algo que debo matar y que, no puedo porque no le ha crecido - todavía - suficiente carne que yo pueda morder. Afortunadamente aun tiene demasiado de “objeto”. Métela aquí. Ya veré que es y como mandarla al infierno.

Mantengo el recipiente en el aire frente a el para que lo eche dentro. Mientras con los ojos entre los mapas sobre la carne y ellos las palabras se filtran por mi boca desde los varios frentes de mi interior.
-Por cierto que lo que has descrito es un buen plan. Con ideas y detalles. Lo que yo he soltado son ideas. Ya quisiera tener toda la información para un plan.

Lo que ha denominado Clem como Black Out cada vez lo veo mas lo que hay que hacer.

Lo malo es que, lo que tengamos que hacer vamos a tener que seguir haciéndolo pisando a fondo. No se como compartiros como lo se pero cuando Clementine nombró “el tiempo límite”,enganchado del \'Aire\', mis Instintos me han marcado esas palabras como ciertas.
Es un palpito. Me hace sentir que los sectarios actúan cerrando círculos, haciendo algo planeado hace tiempo - ya os he dicho como creo que son - pero precipitadamente, como si sus...um... oráculos les estén anunciando que su fin esta cerca y que tienen que hacer lo que han venido a hacer ya.

En cuanto a porque...Bueno, gracias por tus comentarios Elliot.
Creo que malinterprete las palabras de Vandevelde...Ammyt... Ammyt vino a Leah para proteger el lugar pero no era el guardián del lugar...
- omito que creo que pienso que es el monstruo con el que nos ibamos a enfrentar al final o que de alguna manera nos enfrentamos y que de alguna manera se contuvo - El Guardián sigue allí...Lo ha estado todo el tiempo...Pero interviene según las Reglas...

Has descrito con iluminadora precisión lo que plantean, y a mi me suena a una versión quimérica de una OPA hostil. Pretenden ser la nueva dirección del cotarro y hacerlo rodeando subrepticiamente la barrera de acceso para acceder al Poder - A través de la reescritura de la Reglas - Y al control del Guardián.

Y el Guardián por su puesto no se esta quedando quieto. No es un vigilante Pasivo. Nunca en su existencia lo ha sido - mi tono me suena sorprendentemente demasiado admirativo - Ha puesto los palos en las ruedas que ha podido sin saltarse el mandato Divino. Ayudo a sacar a Edith del control de los sectarios para que la pusiéramos a salvo. Nos saco del otro lado. Nos dio la pista sobre Fox y Arene. Nos llevo a contactar con los Del Bosque y eso solo por el lado de Leah y mio.
Vosotros también habéis tenido vuestros \'encuentros\'.

Joder, chingada. - exclamo no se si excitado o acojonado o bien puede ser las dos cosas - La mejor treta que pudo idear el Diablo ha sido hacerle creer al Mundo que no metía la mano en los actos que se estaban ejecutando. Y los que están por hacerse. Nos ha señalado las miguitas. Y ha visto si hemos decidido seguirlas. Con todo sus precios... - en cierta manera no me resulta difícil verlo como un poli...aunque el instinto me convence que reducirlo así es una afrenta a todo lo que abarca.

El Black out es el Plan. Lo es por que, si los Nueve y los que vayan con ellos ya están lanzados, si su senda amañada se les escapa, acabaran por su propia inercia en la garras de quien por todos los demonios están evitando topar.

Pienso sinceramente si no me van dar por loco en este momento y sin embargo no puedo parar.

Así que cualquier acción, para destruir o mermar lo que están haciendo, es lo que que debemos intentar. También creo que están levantando hasta el ultimo de sus recursos. Por que con todo lo que ha pasado. Con todo lo que les hemos hecho. Con todo lo que les hemos maltrecho...Con cada una de las batallas les estamos agotando sus recursos, y van perdiendo poder de ocultarse de sus pecados, y acercándoles al la caída de la espada de Damocles del Guardián. Necesitan mas potencia para evitar que se dejen de burlar a las Reglas.

Señalo a Mats compartiendo entusiasmo.

Podemos tirar del hilo del barco. Que estén cubriendo sus huellas estaba dentro de lo esperado. No son unos ladrones redneck de Billoxi. Son como los tiburones detrás de Wall Street que llevan años jugando con el sistema para ejecutar su plan. Pero como todo plan no ha sobrevivido al campo de batalla.

Si confirmas la fecha y la hora donde tomaron el barco, Elliot, podemos rastrearlo travesías atrás. O en puerto, si como intuyes podrían ya haber infiltrado gente con anterioridad en esta a bordo, cubriendo sus huellas.
Como recuerdas detalles debemos inferir que no están utilizando el hechizo que nos aplicaron a nosotros o bien no a toda potencia. Es factible intentarlo. Lo comentamos con los otros.

Y la muchacha arrepentida habrá que ver que dicen la gente que os saco de allí, Nos iban a informas ahora luego ¿Cierto?

En cuanto al resto de ideas...- Dudo si han recibido demasiados flashes sin coherencia de mi boca o si debo continuar por si hay alguna trama de la que estirar.Pero no puedo estar callado, callado me reduzco a pensar y pensar me lleva hacia muchos caminos que pretendo amortiguar - No se si a través de la figurilla podríamos mandar un ataque a Vendela - considerando que la magia es suya y que parte de la esencia es tuya Mats - para lo bueno y para lo malo. Si es para lo malo - que te pueda dañar solo lo pondría sobre la mesa si tu estas de acuerdo - Y si encontramos a un maestro vudu - sonrío - si los hay. - me encojo de hombros - También podría rastrear su esencia. Y ver a donde nos lleva

Por otro lado, Elliot tu comentaste que recordaste a dos personas que en el pasado interpretando el rito pero de una estructura diametralmente diferente - dadora y nutritiva y no parásita. Si, ellos empleaban aquel lugar y luego fue usurpado. ¿Pero se fueron? Y lo mas Importante, ha de haber por ahí mas ocultos ¿No?¿Que te dicen las entrañas, Elliot? ¿Están por ahí?
Por que se me ocurre que otra forma de retrasarlos es amplificar lo que ya existe para que no haya hueco para lo nuevo.
¿Pero como hacerlo? Que se yo.¿Lo podemos hacer nosotros ¿Quizás?

Me siento en el banco, con los dedos pulgares en la cuenca de los ojos luchando por no sentirme derrengado. Levanto las piernas y las cruzo como aquella vez en los viejos tiempos en el tipi con Alce, con la misma sensación de contemplar fascinantes cosas nuevas y el desconcierto de no entenderlas del todo. No es entenderlas es vivirlas, recuerdo su voz explicándomelo.

Necesitamos alguien con quien hablar que sepa de la raíz de todo estas magias. No de los tipos si no de su funcionamiento. De como encajar las que conocemos y elaborar nuestra propia acción. Ayudándonos con nuestras habilidades.
No se como encajar las mías si no es intentando hablar con esas personas, el Chaman, que tu viste Elliot y ni idea si mi habilidad llegaría tan lejos. Y lo que costaría.
Quizás puedes tu... -digo admirado de no saber qe es lo que hace-, Mats a tu manera o tu Clementine a la tuya. O todos en su momento y forma.

Los miro mezclando suplica de paciencia y de sincera opinión.

Ese tal Rejane, parece manejarse bien de gente y recursos ¿Creéis que sabría aconsejarnos de esto?
Por un instante estoy casi seguro que esto ha sido una invocación para que aparezca por la puerta a mi espalda.

Notas de juego

siento el tocho

Cargando editor
16/08/2018, 19:05
Clementine Ouvrard

Todas las ideas y aseveraciones que eran lanzadas al aire por los que nos encontrábamos en la habitación quedaban flotando sobre nuestras cabezas como las distintas intervenciones de los instrumentos al tocar una pieza musical o los distintos tempos de una composición, sentía, o más bien presentía, que estábamos muy cerca de ensamblarlos todos y poder leer al fin la partitura de este misterio.

Fue una sorpresa inesperada que mis amigos se inclinaran hacia mi deseo de devolverles la cortesía a los sectarios y el plan de Mats me pareció sublime, por supuesto que había que comentarlo con el resto del equipo que llegaría dentro de poco, pero la sola idea me simpatizaba ya de por sí -Vaya, Mats, eres una caja de sorpresas -afirmé con una sonrisa de oreja a oreja -Me gusta cómo trabaja tu mente.

En medio de aquella composición cuyas hojas estábamos ordenando, me sucedió de pronto que no pude concentrarme adecuadamente porque otra parte de mi mente pululaba en otros tipos de pensamientos y percepciones. Noté que algo le ocurría a Elliot, lo vi presa de una intensa turbación y sospeché una necesidad de liberarse, de comunicar aquello que parecía envolverlo en este momento y apretarlo con fuerza. Dudé unos instantes en si preguntarle o no, pero no pude hacer a un lado mi necesidad de ayudarlo, si es que me era posible. Vi que Mats y Daniel interactuaban entre ellos pero escuché poco de aquel intercambio focalizada en lo que mis sentidos me alertaban que ocurría.

Me incliné sobre él un poco aprovechando que estaba a su lado -Elliot, ¿Te encuentras bien? -inquirí preocupada, analizándolo con mi ojo clínico -¿Necesitas aire? ¿Hay algo en lo que podamos ayudarte? -lo miré a los ojos buscando con la mirada las respuestas.

Notas de juego

Siento la brevedad.

Cargando editor
16/08/2018, 19:47
Clementine Ouvrard

Y ansiando encontrarlas. Mi mano buscó la suya sin que me diera cuenta, como tímidamente. Quería decirle tantas cosas pero era él el que necesitaba hablar, lo podía percibir en cada gesto que hacía, en el sufrimiento que intuía como si fuera mío. Quizás me estaba extralimitando, sin embargo no era una persona que no hiciera lo que creía correcto si lo veía con claridad y él necesitaba algún tipo de invocación para su pesar o lo que fuere que le estuviera carcomiendo; si me estaba pasando de la raya lo sabría pronto.

Cargando editor
17/08/2018, 02:16
Mats Bergstrøm

¿Estás seguro, Daniel? —le pregunto al policía cuando me pide sin preámbulos que le entregue la cosa que salió de dentro de mí—. Ten cuidado, estoy convencido de que esta mierda es peligrosa.

Con el mismo cuidado como si estuviera manipulando un animal que se retorciese para morderme, llevo el paquete nuevamente envuelto a la boca del tarro de cristal. No acaba de parecerme una buena idea, pero llevar eso encima tampoco lo es. Decido fiarme de mi instinto: Daniel parece tener motivos para haberme pedido que le dé el extraño bezoar.

Envuelto en el pañuelo, el objeto no emite ningún ruido cuando lo dejo caer dentro del frasco.

Tienes razón, Daniel. Tenemos que intentar averiguar todo lo que podamos de esa magia para valorar las consecuencias de cualquier operación que llevemos a cabo. Cualquier fragmento de conocimiento que consigamos nos hará la tarea más fácil. Pero opino que nuestra prioridad es ubicarlos, espiarlos a distancia y joderlos como podamos. —Hablo con decisión, convencido de que lo lograremos—. Y para eso tengo acceso remoto a todo el arsenal del superordenador de Análisis Estadístico de la universidad. Será divertido, os lo aseguro. —Miro entonces a Elliot—. Es una lástima que no recuerdes el nombre, pero Control Portuario debería tener registros informáticos de la entrada y salida de todos los barcos. Sabiendo a qué hora pasó frente al faro, solo necesitaré un rato para saber qué barco es. Y eso en el caso de que su respondedor siga activo; si no, ni siquiera necesitaré buscar tanto.

Me doy cuenta entonces de que Elliot está profundamente angustiado y furioso. La carga que lleva encima el joven es inmensa. Sin decir nada, apoyo una mano en su hombro y aprieto con firmeza, para que sienta que estoy ahí. Después de unos instantes, le doy una palmada en el brazo. Como ya me demostró en el sueño del lago Nøklevann, Elliot es todo un guerrero. Pero toda guerra deja secuelas.

Os prometo que los destruiremos —afirmo con rotunda solemnidad.

Cargando editor
17/08/2018, 10:51
Elliot

La mirada de Clementine indagaba en sus ojos con gran intensidad y preocupación y Elliot apretó la mano de la chica buscando su calidez. Aquella mirada suya de sanadora y guardiana, como se había definido una vez en la casa Gresta, se hizo totalmente patente ahora y Elliot se aferró a ella como un náufrago a una barca. Mats apretó su hombro transmitiéndole todo su apoyo y un silencio expectante siguió a su promesa de victoria. –Así sea –pensó Elliot afirmando muy levemente con la cabeza.

–Sí, Clementine –respondió a la chica cuando pudo hablar– quiero contaros algo. Y no puedo dejar que haya malentendidos en lo que estamos manejando –se giró hacia Daniel para responderle –. No, no habían dos hombres en Bass Harbor siguiendo un rito original. Me he explicado mal. Dejad que comience por el principio. Lo necesito.

Sin soltar la mano de Clementine siguió hablando:

–No recuerdo el momento en que comencé a tener sueños lúcidos. Para mí ha sido algo que siempre ha estado ahí, desde que recuerdo. Cuando tenía nueve años empecé a tener unas fuertes pesadillas prácticamente a diario. Y en ellas siempre aparecía el mismo hombre, hostigándome, noche tras noche. Creo que pasaron así algunos meses hasta que una tarde, jugando cerca de casa, ese mismo hombre se presentó frente a mí. Quise correr o gritar pero mi cuerpo no me respondía. Lo que ocurrió inmediatamente después no lo recuerdo bien, creo que me mantuvo drogado por un tiempo. Lo siguiente que recuerdo es estar en su casa, una casa junto a un faro, la casa de Bass Harbor. Yo entonces no sabía dónde me encontraba, sólo que era muy lejos de casa porque el sol salía por aquel océano. Me mantenía permanentemente encerrado o atado, y era extremadamente... creativo en sus formas de procurar que le fuera totalmente sumiso y no intentara escapar. Amenazaba también con matar a mis padres si lo hacía y el más mínimo descuido en seguir sus órdenes era duramente castigado. A veces amenazaba con dejarme morir y me encerraba en un sótano sin comida ni agua donde me dejaba a solas con el cadáver de una niña quien, decía, no le había obedecido lo suficiente. Y así fue todo el tiempo que estuve en esa casa. Cuando estimó que estaba preparado comenzó a enseñarme a entrar en sus sueños. Y cuando pensó que sabía lo suficiente me llevó por primera vez a la cueva del acantilado.

Allí estaba el hombre dormido. Era delgado, de piel morena y su cuerpo estaba repleto de los tatuajes y palabras de que os he hablado. Me obligaba a entrar en sus sueños y buscar y buscar, y explorar, y contarle todo cuanto acontecía. Me enseñó a reconocer aquel alfabeto extraño y a memorizar sus trazos si en mis incursiones llegaba a encontrar alguna palabra para que después la transcribiera. El hombre dormido y sus sueños también me daban mucho miedo, pero no podía hacer otra cosa salvo obedecer.

Así pasaron años, aunque yo ya había perdido la noción del tiempo. Hasta que un día ocurrió algo diferente: al entrar al sueño del hombre dormido lo encontré esperándome. Era noche cerrada. Sujetaba una antorcha en su mano y se encontraba frente a una entrada flanqueada por dos piedras enormes. Me hizo un gesto para que lo siguiera y se adentró en una estructura toda también de piedra, muy intrincada. Recorrimos pasadizos, escaleras, puentes, todo con aspecto muy antiguo. Cuando tras un tiempo llegamos a un habitáculo pequeño que ya no tenía otra salida se detuvo y me habló por primera vez. Recuerdo perfectamente sus palabras: “Sé quién eres. Sé que eres un prisionero y quién te tiene prisionero. Haz lo que yo te diga: despertaré y mataré al hombre que te retiene y serás libre. Desobedece y no seré yo quien mate a tus padres: haré que seas tú quien lo haga”.

Cuando desperté estaba desesperado. Estaba seguro que mi captor sabría nada más mirarme lo que había ocurrido. Leía en mis pensamientos y en mi miedo como en un libro abierto y temí las peores represalias que cabría imaginar. Pero para mi sorpresa nada ocurrió. Actuó como siempre sin que pareciera haberse dado cuenta.

¿Era posible? ¿Tenía una oportunidad? Estaba tan asustado y desesperado que no sé cómo fui capaz ni de dónde saqué las fuerzas pero lo hice; hice lo que el hombre dormido me había pedido. Y corrí y corrí sin mirar atrás, como él me había ordenado.

Tras unas horas sin parar de alejarme del faro encontré una pequeña población. Seguía aterrado, imaginaba a cada instante que mi captor sobreviviría y me encontraría o bien el hombre dormido vendría a darme caza para proteger sus secretos de mí. Tenía pánico a hablar con la policía, ¿qué iba a contar?, ¿y si ellos me devolvían a la casa? Entonces mi captor sabría engañarles para hacerles creer que era su hijo, así que empleé todo lo que había aprendido de él, todo truco mental que pude dominar y toda clase de mentiras para poder viajar por mi cuenta y volver a casa. Supe entonces que estaba en Maine y que debía cruzar todo el país -la casa de mis padres está en Lakewood, un pueblo a unos kilómetros de Seattle. Supe también que habían transcurrido casi tres años desde que desaparecí y que ya había cumplido los doce.

Tardé semanas en llegar a Lakewood pero lo hice. Lo primero que me llenó de alegría fue el olor de sus calles, la visión de sus árboles, de la escuela, del campanario de la iglesia… Caminé hacia mi casa con un nudo en la garganta y otro en el corazón. ¡Había estado tanto tiempo imaginando ese momento! Ver a mis padres, correr hacia ellos, su abrazo, sus besos… Llegué a la verja de mi casa y allí estaba ella, mi madre. Hacía una tarde preciosa y estaba jugando en el jardín con un niño, un bebé, debía tener más o menos un año. ¿Tengo un hermano?, pensé, y la dicha ya era completa, lo que siempre había querido. Abrí la puerta y me dirigí hacia ellos sin poder reprimir ya las lágrimas.

Sin embargo enseguida noté que algo sucedía. Ella me miró con gesto inquisitivo, pero no me reconocía. He crecido mucho, pensé, y además no debe creer que sea yo. Pero su rostro no variaba. Al fin habló y me preguntó: “¿Qué ocurre, chico?, ¿quién eres?” Yo le dije: “Mamá soy yo, ¡soy yo!, ¡he vuelto a casa!” Estaba como loco, quise abrazarla… Pero ella se asustó y apartándose de mí tomó al bebé en brazos diciéndole: “Julian, ven aquí conmigo”. Y entraron en la casa.

Julian… ese era mi nombre. No me recordaba. No parecía saber nada de mí. Tampoco mi padre cuando acudió y me pidió que me marchara. Yo estaba trastornado, no dejaba de gritar ni de decir que era Julian. Hasta que llamaron a la policía y se me llevaron de allí.

Ya os podéis imaginar que nunca hablé de lo que me había pasado, ¿quién iba a creer ni una palabra? Lo único que le dije a los servicios sociales es que me llamaba Elliot, mi segundo nombre. Yo ya no era Julian. Y así terminé en el sistema de acogida de menores y a partir de ahí continuó mi vida. Me escapé y volví a casa de mis padres un par de veces sin éxito ninguno. Sólo empeoró mi situación pues se me consideraba rebelde y peligroso, y lo era. Y sólo conseguí algo de paz cuando años más tarde comprendí que era así como había quedado mi vida y que debía aceptarlo. A los catorce me acogió una matrimonio y después me adoptaron. Son mi familia ahora y mi nombre es Elliot Harper. Ellos me dieron la oportunidad de una vida normal y les estaré agradecido eternamente.

Ya no supe nada de mi secuestrador ni del hombre dormido. Tampoco de nada relacionado con ellos hasta que os encontré en la casa Gresta y me hablasteis de Édith, de su padre, de Sophie, de olvido y de recuerdo. Ahora ya estoy seguro de que el hombre que me secuestró era uno de ellos. Y también estoy seguro de que los destruiremos.

Sólo una cosa más, aunque sé que no hace falta decirlo –miró a todos, buscando confirmación– Por favor, no debe salir de aquí lo de que conozco el nombre del guardián –miró a Daniel, asintiendo que había acertado con la suposición acerca de quién era–. Es lo último en este mundo que querría saber. Y no debí haberos dicho que lo sabía. Perdonadme.

 

Notas de juego

Perdonad por soltar otro tocho. Qué ganas tenía (Elliot y también yo) de contaros.

Cargando editor
17/08/2018, 23:35
Fermi

El primero en llegar fue Fermi junto con Juliette. Nada más entrar le dió el pésame a Daniel con un abrazo rápido y una mirada lastimera.

Reparó en el bezoar del frasco y tras examinarlo y hacer un par de preguntas oportunas –de dónde había salido y si siempre había tenido ese mismo aspecto– se llevó al periodista a la cocina para sacarlo a los cinco minutos, sentenciando mientras le ponía la mano en un hombro.

Fermi era tan grande como Mats pero más robusto.

–El condicionamiento ya no existe. Cuando venga Montillet probablemente la estatuilla trate de moverse para matarlo pero estoy seguro de que todavía no está animada.

Notas de juego

Voy a hacer varios post, pero no sé cuantos saldrán ni cuándo terminaré así que iré publicando sin poner nada en las notas y avisaré en el último para que sepáis cuándo podéis publicar.

Cargando editor
17/08/2018, 23:37
Fermi

En la cocina Fermi había ofrecido su diagnóstico: llamó a esa cosa “homúnculo” y se trataba de algo personal de Mats: no podía deshacerse de él –debía guardarlo en su propia casa o llevarlo consigo– ni debía intentarlo, no sin aprender los ritos para menguarlo hasta hacerlo desaparecer.

–Utilizaron tu odio para crear el condicionamiento y luego al purgar el hechizo lo has escupido en forma de bezoar. Una persona corriente no tendría más que una piedra un poco grimosa pero...

Sonrió.

–Recuerda la descripción que hizo Juliette de tu aura. Has escupido algo bastante más pomposo que una bola de pelo. Esa piedra se nutrirá de tu odio, tu ira y cuantos malos sentimientos tengas y según sean éstos irá creciendo. Primero hablará y se moverá, a veces. Luego podrá marcharse y hacer gamberradas por ahí. Puede llegar a ser del tamaño de un enano, como un pequeño demonio a tu imagen.

No temas ni dejes que eso te robe energía. Y menos ahora. No permitiremos que crezca. Yo te ayudaré a encontrar la manera. O a encontrar a quien te pueda ayudar.

Notas de juego

Belgeval, indícame en una nota o en el off-topic si tu personaje se quedaría junto a Montillet cuándo éste llegue.

Cargando editor
17/08/2018, 23:57
Mats Bergstrøm

Notas de juego

Pues sabiendo que estoy libre del hechizo, no veo razón para no estar. Así que me quedo.

Cargando editor
18/08/2018, 11:32
Juliette

Mientras iban llegando a la reunión Juliette fue apareciendo y desapareciendo con componentes de un aceptable equipo informático que incluía varias pantallas y una conexión de Internet a alta velocidad.

Atareada, saludaba a cada nuevo invitado con una sonrisilla, como si le resultara curiosa, incluso divertida, esa variopinta reunión.