Partida Rol por web

De momento solo pensaba en salvar la vida de Suzanne y atrapar al culpable tras su pesadilla. Darme cuenta que podia liberarme era algo totalmente nuevo y alentador pero estremecedor tambien. Sacarla de mi cuerpo me permitiria vivir pero condenaria a otra persona a esa existencia y a vivir lo que ya habia pasado. 

No podia hacer eso. 

Y mucho menos dejar escapar al culpable. Al final encontraria la forma pero de momento y ahora que me sentia en control, Ammit seria mucho mas útil para mi que yo para ella. 

Me concentré para mantener nuestros labios unidos mientras urgaba la mente de Suzanne buscando ..... buscando.... buscando.....

No Ammit, estamos juntas en esto y tu me ayudaras como yo a ti.

Buscando.

La soñadora tenía la cara pintada de negro y en la oscuridad de la sala sus rasgos eran irreconocibles.

La serpiente se lanzó a por ella abriendo la boca pero en un gesto rápido y preciso la soñadora la agarró en el aire y con sorprendente delicadeza la dejó en un surco del suelo.

Y se puso a cantar.

Ammit siguió el surco que iba de un lado a otro en un zig zag espiral que acababa en un pozo.

Y allí se metió la serpiente nadando, en el agua junto a una chica ahogada, desnuda, de cabello blanco, tatuada con un laberinto alrededor del ombligo.

El cántico era hermoso y triste. Leah también sintió cómo sus fuerzas le abandonaban, su ímpetu, su violencia.

Sus piernas flojearon y pudo a ver a Fermi erguirse con la guadaña, lento, casi quieto, como una estátua.

Su capa gris ondeaba en el aire como si también estuviera bajo el agua.

Luego su percepcepción volvió a la habitación oscura. Se acercaba más y más a la soñadora postrada. Ahora distinguía sobre su cabeza una piel de lobo.

Se acercó tanto a su piel que parecía haberse convertido en un insecto y la soñadora se veía como un titán inmenso, calmo.

Y recorrió su piel hasta llegar a su ombligo que se hundía como una sima.

Y la absorbió hasta la oscuridad.

Trataban de robarle a Ammit. El ácido del estómago de Suzanne inundaba la tráquea de Leah y empezaba a entrar en sus pulmones, ahogándola.

Leah notó el aire producido por la guadaña de Fermi al pasar muy cerca de su pelo. La cabeza de Suzanne salió volando, separada de su cuerpo de un tajo limpio.

Leah vomitó el ácido de su garganta, podía respirar. No sentía a Ammit. Su corazón latía rápido.

Pero el cuerpo descabezado de Suzanne seguía en movimiento. Tras vomitar, Leah vió que se había hecho con su arma y disparaba a Fermi, que cayó de bruces al suelo.

El cuerpo sin cabeza de Suzanne se mantenía de pié, con la sangre saliendo a borbontones, sosteniendo la pistola que le había robado a Leah mientras ésta despertaba vomitando.

Y ahora giraba su mano, dispuesta a seguir disparando.

La sensancion de angustia y arcadas no era comparable con el asombro al ver tanta sangre, la cabeza de Suzanne rodando y el disparo que derribara a Fermi. 

Sostuve mi cuello como pude resistiendo no respirar viendo como el brazo del cuerpo descabezado se movia con mi arma.

Tenia la sensancion de soledad, sabia que mi corazon latia desbocado y tambien sentia que habia perdido a Ammit pero aun no habia tenido tiempo de asimilarle. No era lo mismo que vivir 5 años en segundos, ahora era real y me sentó tan indenfensa como desnuda luchando contra un goliath capaz de disparar sin cabeza.

Trate de gritar pero mi vomito me lo impedia y solo pude lanzarme contra el brazo que sostenia mi arma y forzarla a devolver la pistola para disparar contra su corazon. Al menos lo intentaria.

Leah golpeó el cuerpo de Suzanne desestabilizándolo y giró el arma contra él.

Disparó varias veces y el cuerpo cayó al suelo quedándose inherte, enfriandose.

Fermi estaba tirado en la otra punta de la sala iluminada por la antorcha que había traído Fermi. Parecía un sótano de piedra o algún tipo de refugio antiguo, subterráneo.

La cabeza de Suzanne, tirada como un balón, cerró los ojos de golpe y todo quedó calmo, en silencio.

Suzanne habia muerto. Estaba segura de ello y aunque me sentia culpable sabia que la muerte era el mejor destino que ser titere de esos emjambres manipuladores. Las arcadas habian cedido y para bien o para sin poder meditar en absoluto salte hacia el cuerpo de Fermi con mi arma en mi mano. 

Mi entrenamiento daba frutos y bajo condiciones de combate o stress una no pensaba o analizaba. Sabia lo que tenia que hacer, sabia como disparar y como reaccionar. La adrenalina se encargaba de mantener el cuerpo alerta y la mente se aislaba para luego llorar, analizar, culpar y vomitar.... cuando todo hubiese pasado. 

Ademas me sentía viva, plena.

Sobre el cuerpo de Fermi simplemente abrí sus ropas rasgandolas si era necesario, necesitaba encontrar sus heridas y tratar de salvarle si era posible incluso aun con el poder del anillo entre mis dedos si es que servia de algo. 

Habian pasado 5 años si, asi me sentía si, y tendria tiempo para asimilarlo todo pero no en ese momento, en ese momento solo quedaba salvar la vida de Fermi.

- Vamos! vamos, no te me mueras tu tambien, vamos.... Susurre.

Cuando Leah apartó la extraña ¿túnica? de Fermi, encontró un agujero de bala en el tórax. Probablemente en el corazón. Casi se podía ver cómo su pecho se iba inflamando y de repente, del agujero de la herida, salió una mosca. Luego tres más.

Sin entender bien que habia sucedido me daba cuenta de que Fermi al parecer habia muerto y aunque curiosa segui el vuelo de las moscas sin entender como habian podido salir de dichas heridas.

Estaba claro que Fermi era algo sobre natural pero mas alla de eso convertirse en moscas no tenia sentido, a menos claro que todo fuese otra alucinacion lo que me dejaria realmente loca y mas confundida. 

- Fermi? Susurre.

Pasmada mire a mi alrededor para encontrarle sentido a todo sin perder de vistas a las moscas.

Las moscas fueron saliendo poco a poco. Al rato ya formaban un pequeño enjambre pululando alrededor del cuerpo de Fermi.

En el interior del orificio que había dejado la bala había un bullicio de cosas minúsculas. Gusanos.

Las moscas no resultaban agresivas ni amenazantes, parecían hacer algo, laboriosas.

Aunque parecía muy muerto Leah notó que había vida en Fermi, y se dió cuenta que todo ese espectáculo quizá un tanto asqueroso era alguna forma de curación. que podía ser muy largo, pues habría pasado al menos una hora y todo seguía casi igual.

Extrañada por completo de lo que veia me acerque a Fermi y puse mi mano sobre el. Se notaba que debia tener algun proceso curativo con todos esos insectos y por otro lado sentir que yo era parte de eso y que seguramente habia ya tenido algun episodio similar tal vez en la morgue me hizo tener ganas de vomitar.

Era deprimente aferrarse a la vida de esa manera y despues de todo aqui seguiamos. 

- Estas vivo? Dije apoyando mi mano sobre su hombro. 

No tenia nada mas que hacer ni a donde ir. Suzanne estaba muerta, y la conexion tanto con Ammit como con el soñador se habia perdido, me sentia tan sola y tan perdida que me sentia humana y las lagrimas comenzaron a salir por mis mejillas.

Mientras comence a revisar los alrededores por pistas. Identificacion de la primera victima, armas, telefonos, dinero, todo. Para bien o para mal tampoco habia testigos ni miradas curiosas. Si conseguia un telefono en Suzanne o de alguien mas podias llamar al CSB y a Daniel.

Tambien revisaria el auto por dentro, la maleta y la guantera. Cada cierto tiempo seguia revisando a Fermi quien continuaba su proceso de fermentacion tal pan en proceso de levado.

El cuerpo sin cabeza ni mano de Suzanne tenía un móvil metido en el bolsillo del pantalón. El acceso estaba encriptado y resultó inservible.

A Leah le costó un rato encontrar la salida a la superficie y cuando abrió la puerta oxidada del puente junto a la catedral la zona estaba blindada de policía y fuerzas especiales del ejército.

Ya había amanecido. Era imposible no llamar la atención.

Unos agentes de la policía Nacional le preguntaron si necesitaba ayuda y pidieron su identificación y Chana no tardó en aparecer mostrando la suya y llevándose a la policía a su coche.

Leah no había podido revisar la escena ni volver a la cripta donde reposaba Fermi, con las moscas.

En el coche Chana le ofreció agua, le preguntó qué había pasado y específicamente por qué le había pasado a Suzanne.

Le contó Héctor había muerto aquí y que Ivo estaba siendo operado a vida o muerte. Cinco civiles más habían muerto en el área, Gavaldá está reunida con la gente del bosque y Daniel, la doctora Ouvrard y Édith parecían estar bien, solo que en paradero desconocido.

Daniel estaba preguntando por ella.

Cuando sali al exterior realmente fue abrumador. Apenas hacia unas horas estaba en los brazos de mi amada Corine y disfrutando de una explosiva relacion sexual con nuestra desconocida Sigrun para luego regresar 5 años atras. Estaba muy confundida cuando se me acercó la Policia Nacional y comenzaron a hacer preguntas.

Cuando vi a Chana y me separó de alli para llevarme a su auto realmente lo agradeci mientras continuaba asimilando todo de manera rapida y sin apenas respirar. 

Daniel esta vivo?

- Para, para, para, silencio Chana!!!! Ordené

- Que fecha es hoy?

Chana respondio confundida aun con ganas de seguir hablando y preguntando. 

- No, no, no, espera.... de que año? Volví a preguntar.

Cuando respondió aun mas confundida no pude mas que darme cuenta que habia estabado sometida en algun especio de mundo paralelo. Mi experiencia habia sido muy vivida y sabia que era 5 años mas vieja, pero alli estaba sin que nada hubiese pasado. 

- Santo dios....

Luego le conté en resumen sobre mis 5 años de depresion aunque claro no debia saber que vivía con Corine, ni que eramos pareja ni nada asi. Le explique sobre mis recuerdo de la muerte de Suzanne y que estaba convencida que eso me llevo a una especie de trance cuando perdi a Ammit, la criatura que me habia mantenido con vida en estas semanas.

- Donde esta Daniel, necesito verle!! Es urgente, y puedes comunicarme con el Cesar, esta vivo tambien verdad? Puedo hablar con el por telefono?

Nada deseaba mas que nada que volver a ver a Corine y besar su boca que me sabia a miel o sentir su pecho desnudo contra mi piel, pero racionalizar que eso no volveria a hacer fue un duro golpe que se perdio al recordar que Cesar y Daniel estaban vivos.

- Sabies quien es Sigrun?

Luego de describirla le pregunte quien carajo era Edith.

- Vamonos, tienes que saber que la niña del hospital es la culpable de todo y nos manipulo desde un principio, sabes donde esta? Si esta en el hospital vamos para alla, y por favor dime que trae un arma?

Hubiese matado por un cafe un cigarro o un trago incluso sin haber comido nada pero me calme en el auto esperando por los comentarios de Chana.

Chana le hizo un gesto.-Todo está bien, todo está bien… -y sacó un termo con café de la guantera de su coche.-Daniel está bien.-Hablaba mientras le ponía un café-No, no conozco a ninguna Sigrun.- Se lo ofreció, al gusto de la policía- ¿Está segura de lo que dice?

Sacó un móvil, marcó un número. Habló con voz seria.

-Daniel, tengo a Leah al teléfono. Está confusa, parece que ha estado en algún tipo de trance… -y se lo ofreció con cara regia, como exigiendo que se centrara.-Es Daniel.

El teléfono de Daniel sonó. Era Chana.

-Daniel, tengo a Leah al teléfono. Está confusa, parece que ha estado en algún tipo de trance…

Suena el telefono.
La buena de Chana reportando informacion.
Entonces descuelgo y me dice que es Leah.
Casi se me cae el teléfono. No recordaba tenerlo tan apretado que la mano se me hubiera agarrotado. ¿O es un espasmo desde el centro del pecho expandiéndose por bajo la piel en toda dirección.
Me concentro en el otro lado. En esa linea tan tenuemente etérea y lejana.
Ponme, Chana - digo masticando las palabras entre la marejada de mi interior - por favor.
¿Donde estas? - no puedo empezar con eso por que le contagiare mis nervios.
¿Necesitas ayuda? - no, se que me la pedirá si piensa que se la puedo dar.
¿Entonces?¿Que?
Solo lo que necesito saber para asentar el resto.
Hola Chialin. ¿Estas bien? - le pregunto, abandonando el tono a la cadencia de las noches en nuestro hotel. Intimo y abierto. Libre para permitirle contar lo que necesite contarme y que sepa que la voy a escuchar y que no caerá en el vacío.