—Pues nada yo me quedo aquí—dio Ax mientras se recostaba en una silla. Esta vez no parecía molesta porque fueran los demás los que hicieran cosas—Total, alguien tiene que quedarse por si Jalester o Renaer se dejan caer por aquí. Y de paso echarle un ojo a los guardias y a los vigilantes.
Con el curso de acción decidido, Angus fue el primero en salir de la taberna. Parecía que el cerco en el callejón se había relajado, sólo era necesario responder unas preguntas de los guardias. Los cadáveres habían sido ya retirados y posiblemente llevados al templo más cercano. No había rastro ni de Barnibus ni de su compañero el largirucho.
Mientras Ax se quedaba en la taberna, el resto del grupo se internaba en el callejón. Todavía quedaba algo de agitación en las calles, pero la presencia de la seguridad de la ciudad había sido suficiente para calmarlo todo. Uve y Chispa no tardaron de separarse de Lia y Rogen. Las primeras giraron a la izquierda, hacia La Corona de Corellon mientras que los otros dos enfilaron hacia la derecha, en dirección a El Ojo de Tigre.

Lia y Rogen continúan aquí.
Veatrice y Elaziana continúan aquí.