Partida Rol por web

—¿Y eso qué significa?

—La única vez que he visto una comportamiento así con este conjuro fue una ocasión en la que el cadáver sabía que sus interlocutores eran sus amigos. Por lo que he visto, intuyo que ustedes no conocian a Dalakhar. Pero creo que él si sabía de ustedes.

Elaziana, por una vez, había escuchado a sus amigos y titubeado sin soltar lo primero que le viniese a la cabeza. ¡Era un asunto serio! Se quedó maravillada cuando Lía regresó y terminó con las preguntas. ¡Una pena que no pudiera llevar su excelente sombrero!

Chispa se quedó con la boca abierta, y se la tapó con más manos. ¡Cuanta información útil!

— Guau, qué lista eres Lía, de verdad. ¡Bien preguntado! Entonces... — se giró hacia el resto — ¿Nos conocía? Vaya... Pobrecito. Me hubiera gustado mucho conocerle yo a él. Qué pena que esté muerto... — dijo con una voz que se le fue quebrando por momentos. Tenía la nariz enrojecida y los ojos muy brillantes.

Se sorbió los mocos y se secó los ojos con la manga de su vestido.

—Muchas gracias, Marius. Gracias, gracias. Vamos a hacer todo lo posible por honrar la memoria de... de... — echó un vistazo rápido a la libreta de Lía —  De Dalakhar Silbo. ¡Por la amistad unilateral que tuvimos!— proclamó, enardecida de pronto. Miró al cadáver tapado y le señaló, temblorosa, al borde del llanto — ¡Te vengaremos, Dalakhar! ¡Te lo prometo, amigo!

La cara de Lia era un poema. Había dado por hecho que los muertos no podían mentir, pero las aclaraciones de Marius cayeron sobre la elfa como un cubo de agua fría.

 - ¿Pueden mentir o no contestar? -preguntó sorprendida- Maldición, entonces sí hubiera sido buena idea preguntar por quién le perseguía -pasó la mano por el pelo con cierta frustración- Confiemos en que los Vigilantes sepan sacarles respuestas o pistas a los sospechosos...

Ver la reacción de Chispa a la supuesta ''amistad unilateral'' le hizo dibujar una sonrisa. Elaziana era un ser de luz, de eso no cabía duda.

 - Con tener precaución ante futuros atentados, creo que será suficiente -dijo apoyando la mano sobre el brazo de Elaziana- Eso de la venganza, se lo dejamos a otros. Honraremos su fallecimiento aportando a la investigación.

Se dirigió hacia el sacerdote.

 - Gracias, Marius. ¿Has apuntado todo, verdad? De igual manera le comentaré a Jalester la información también.

Lia tenía de nuevo la cabeza funcionando a mil revoluciones formulando teorías, buscando relaciones, posibles caminos a seguir... Pero el templo de Alcor no era el lugar para dar rienda suelta a todo ello.

Antes de salir del templo, se aseguraría de volver a encender una vela esta vez por Dalakahr Silbo.

El sacerdote de Alcor acompañó a los aventureros a la puerta del templo aunque antes les permitió que resolvieran cualquier asunto religioso que tuvieran (como la vela que encendió Lia por el alma de Dalakhar Silbo). Marius llevaba su cuaderno de notas bajo el brazo.

—No se preocupen, le haré llegar la información a Jalester con la mayor brevedad—afirmó el semielfo antes de despedirse—. Que un grato amanecer os aguarde cada día.

El clérigo volvió al interior del templo, dejando a los aventureros con todo el ajetreo matutino de las calles. No eran todavía las diez de la mañana, así que tenían todo el día por delante.

—Bueno, ¿y ahora qué?

Elaziana se situó delante de todos.

—¡Me encanta que hagas esa pregunta, Ax! Ahora toca ir a su refugio. ¡Imaginaos que hay más pistas! ¡Y ahora imaginaos que los que lo mataron también saben dónde es! — movió las manos con impaciencia — ¡Podrían encontrarlas antes que nosotros, y eso no puede ser! ¡Se lo debemos! — zanjó, cruzándose de brazos con el entrecejo fruncido, puesto que era un asunto grave.

 - Podemos ir y echar un vistazo -coincidió con Elaziana- No creo que tarden en aparecer los cuerpos de seguridad pero hasta que Jalester no reciba la info y movilice a los guardas... No vaya a ser que se adelanten los malos. Y si vemos algo sospechoso, podremos aportar a su investigación.

Lia intentaba que sus argumentos pareciesen formales y colaborativos con los Vigilantes, pero en su cara no podía ocultar su propia curiosidad por ir al lugar ni sus ganas de cotillear como si no hubiese un mañana.

 - Y también hay que hablar con Renaer, querrá saber que la razón de casi exploten su taberna sea por un tipo que portaba el objeto de su padre.

Cuando escuchó lo de las alcantarillas Rogen arrugó la nariz. Todavía recordaba el olor de cuando estuvieron por unas al rescatar a Renaer. Y también la feroz lucha que tuvieron en el cubil del malo.

-Lo de avisar a Renaer es una buena idea. Lo de ir a la guarida de Silbo también podría aportarnos algo. Aunque si le han robado la gema no creo que los que lo hicieran pasen por allí. Después de todo ya la tienen en su poder. Podríamos usar uno de esos mensajes mágicos que tenemos y hacerle llegar uno. Así no tendríamos que ir a los dos sitios.-

Mientras sus compañeros ataban cabos, Uve reflexionó sobre la muerte y sobre perturbar el descanso de los fallecidos. Entonces recordó a Campanera y se puso triste. A continuación, pensó, que habían hablado con los muertos y sabía que existía un hechizo para comunicarse con los animales. Así pues, ¿no existía un hechizo para comunicarse con los animales muertos? En eso estaba cuando casi tropezó con un poste en la calle y tuvo que desviarse un paso lateral.

-¿Y si vamos a los dos sitios por separado? -comentó.

Rogen torció el gesto cuando escuchó lo de separarse. Ya no le había gustado mucho hacerlo estando cerca de su casa, pero si alguno de los dos sitios, o los dos, era potencialmente peligroso prefería no hacerlo. Si le pasaba algo a alguno de sus amigos sin que él hubiese podido estar allí para evitarlo no se lo perdonaría nunca.

-Mejor ir todos juntos. Por lo que pueda pasar. Nunca se sabe.-

Elaziana estaba satisfecha con la misión de ir a las alcantarillas. ¡A ella no se le caían los anillos por meterse en sitios asquerosos! Y las alcantarillas lo eran...

—¡Oh, claro! Los pajarillos de papel. ¿Quién los tiene? Tendremos que pasarnos antes por casa a por cosas, ¿no? ¡Es posible que haya peligros espantosos ahí abajo! Por eso mismo tenemos que ir juntos, sí, Veatrice. ¡Hace apenas unas semanas, tuvimos que luchar a muerte contra unos tipos, ahí, en la calle! Tuvimos que matar a alguno. Fue MUY desagradable, si me preguntas a mí.

Veatrice no entendía por qué razón iba a pelear ninguno de sus amigos a muerte y ante la preocupación de Rogen no pudo sino sentirse inquieta.

-Vale, descartamos la idea. Pero no quiero pelear a muerte con nadie, ¿vale? No me he peleado nunca, yo solo... golpeo si alguien se mete conmigo, ya está. Voy donde digáis.

 - No creo que necesitemos pasar por casa, lo imprescindible confío que lo lleváis encima... Luego un bañito para quitar mugre y un buen almuerzo -respondió- Y sí, podemos avisar a Renaer con los pajarillos** pero no deberíamos dar demasiada info en un mensaje por muy mágico que sea. Podemos avisarle que necesitamos que se pase por la taberna a charlar urgentemente sobre la explosión -volvió a sacar el carboncillo.

Lia dibujó una sonrisa tranquilizadora hacia Veatrice.

 - No te preocupes, no vamos buscando movida por cada esquina. Aunque sí hay que estar atentos. Y ante la duda, detrás de los armarios -añadió dando sendas palmaditas en los musculosos hombros de Ax y Rogen.

La elfa sacó un mapita de la ciudad y señaló.

 - Vamos, si no me equivoco la calle que ha mencionado está por aquí.

Con más certezas, alguna duda y todavía bastantes preguntas que resolver, el grupo de aventureros se dispuso a buscar el escondite de Dalakhar en las alcantarillas. Confiaban en encontrar allí más respuestas sobre las actividades del gnomo. Por lo menos algún hilo del que tirar.

El grupo continúa aquí.