Partida Rol por web

Por unos instantes Gray no pudo decir nada, toda aquella situación había terminado en una lluvia de proyectiles a la caza de alguien a quien matar., mierda!, mierda! – porqué no le quitaste el arma?-- Estaba furiosa con Red, casi la matan por ese disparo. No podía echarle la culpa de todo lo ocurrido a Silver, estaba enfermo, y todavía tenía la misma sensación sobre aquel lugar. El destino de los disparos que impactaron en el parabrisas era sin duda ella, evidentemente no querían que se marcharan de allí con la chica. Entendió enseguida que su vida no valía nada para los que estaban allí. Intentó tranquilizarse, respiró profundamente y cerró los ojos esperando que a nadie se le escapara un disparo y terminase todo peor de lo que estaba ya.

La situación de pronto se volvió muy tensa. El intercambio de disparos por suerte no había herido a nadie. Gracias a Red por su rápida intervención y los milagrosos cristales blindados de la tanqueta que habían salvado a Gray de una muerte segura.

Intentando hacer acopio de fuerza de voluntad para olvidarse de cualquier miedo que pudiera atenazarla, se levantó de su asiento y con la voz más calmada que pudo en esa situación, hablo a Red y Keisa en particular. - Quedaos dentro y no hagáis ningún movimiento brusco.

Muy lentamente se desprendió de su máscara, la pistola, las granadas, el cuchillo y todo aquel equipamiento tan caro, cedido por cortesía de OneWorld.

Entonces, ya totalmente calmada, salió del vehículo, frente a frente con el capitán del otro grupo. A la vista de aquellos francotiradores o cualquier otro tirador escondido.

- Soy Lady Violet, líder del equipo gorgonita. Venimos a cumplir nuestra misión y entregar a Keisa Finch para su traslado. - dijo alto y claro sin temblarle la voz, ahí en medio plantada, sin dar lugar a réplica alguna. Como si los disparos que acaban de realizarse por ambos equipos nunca hubiera tenido lugar.

Red puede sentir la agitada respiración de Silver a través la máscara fisiológica. El virus que lo corroe desde dentro hace que la fiebre se torne casi algo insoportable, los medicamentos deberían de hacer efecto en poco tiempo, pero hasta entonces su estado no parece ser el mejor.

-No...son...z-corps...es...una...trampa...van a...matarnos...

Con aquellas palabras, pronunciadas con la fuerza de un susurro y mermadas aún más por la máscara, Silver comparte sus pensamientos únicamente con el gigantesco bombero. Después, sin fuerzas, al menos por el momento, Silver se deja caer pesadamente sobre el asiento y permanece inmóvil, tratando de recuperar el control sobre su propio cuerpo y quizás, quién sabe, sobre su propia mente.

¿Será verdad lo que Silver dice o será todo un efecto producido por el virus que corre por sus venas?

Dos z-corps más se unen al capitán y al hombre al que Silver casi le vuela la cabeza. Todos permanecen con las armas levantadas, apuntando hacia el equipo de los gorgonitas, aunque ninguno vuelve a abrir fuego.

Con gran tensión, siguen los movimientos de Lady Violet, observando cómo se desarma, se libera de su máscara y finalmente, sale del vehículo. El capitán del equipo enemigo, frunce el ceño al escuchar el nombre operativo del equipo de Violet, pero no se pronuncia al respecto.

-Si vuestro amigo ha sido mordido, solo le espera un único final, al menos si su mente se ha dañado tanto. Mis hombres le llevaran a la zona de la enfermería, pero lo llevarán desarmado, no podemos correr riesgo alguno de que vuelva a tratar de acabar con los míos...o con los tuyos. Lo mantendremos inmovilizado durante una hora, mientras esperamos si las medicinas hacen efecto en él. Si se recupera, lo liberaremos, en caso contrario tendremos piedad de su condición y pondremos fin a su vida con una bala. ¡Bajarlo y llevarlo a parte trasera del edificio!

La situación parece relajarse poca a poco, pero nadie se olvida de lo que acaba de suceder, por lo que pese a que ya no les estén apuntando, todos mantienen las manos sobre las armas.

-Su unidad vendrá conmigo al interior del taller, allí serán sometidos a una evaluación médica para comprobar que no hay más sorpresas. Deberán de despojarse de su actual equipamiento y se someterán a un proceso de limpieza. Después, se les proporcionará trajes y armamento nuevo. No podemos permitir que regreséis a la base con sangre infectada encima. Podéis dejar vuestras armas aquí, uno de mis hombres se encargará de recogerlas y enviarlas a la base en un contenedor, para que sean limpiadas. Los uniformes os los podéis quitar dentro, así dispondréis de algo de intimidad.

Las palabras del líder de aquella unidad logran levantar una extraña sospecha en Lady violet. No está segura de en qué parte ha mentido, pero sin duda aquel hombre está ocultando algo. Un escalofrío recorre la espalda de la líder de los gorgonitas al sentir, que no puede fiarse de ese hombre.

porqué no le quitaste el arma?

-Eso intenté- le dijo sin dejar de mirar a su compañero, aun girando en su mente sus palabras antes de caer inconsciente. Miró al Z-Corp, quizás compartiendo esa duda que hizo jalar el gatillo a Silver. ¿Podrían haber hackeado la señal, cambiado la ruta o simplemente matar a los otros miembros y tomar su lugar? ¿Era siquiera eso posible en tan poco tiempo? En un impulso, Red tomó la Tablet de Silver, buscando algún dato sobre ese lugar, quizás el nombre de los miembros que le recibirían o algo que les ayudara a saber si eran confiables. No se iba a engañar, temía caer en otra trampa, pero también sentía que si comenzaba a recorrer ese camino de paranoia, podría no volver jamás. Tenía que estar seguro que lo de Silver era solo fiebre.

Luego deberían dejar sus armas y armaduras, lo que les dejaría tremendamente expuestos, no solo a ellos, sino también a Keisa. Violet estaba ahora en una muy fea posicion, asi que si debia actuar, tenia que hacerlo sabiendo bien que no se equivocaba.

-¿Cuál es su nombre, señor?- preguntó mientras fingía que aseguraba al desfallecido gorgonita.

Algo me dice que esta gente oculta algo...¿Habrán sido comprados por aquel que bajo el anonimato nos tentó con una cuantiosa suma de dinero a cambio del "paciente cero"?

- No vamos a quedarnos. Tenemos una nueva misión antes de volver a la base. - miento sin pestañear.

No, Eve ya me la había jugado una vez y había aprendido la lección las malas. En esta ocasión iba a ponérselo más difícil... Evidentemente no podía mostrar mi desconfianza de forma abierta en ese momento, rodeada por esos "Z-Corp" de gatillo fácil.

- Hemos venido a entregar a la chica para su traslado, nada más. - dije mientras pensaba que había que ceder de algún modo. No podía negarme a todas sus exigencias y pretender no levantar sospechas sobre mi desconfianza en ellos.

Y si había alguna pieza que sacrificar en este macabro ajedrez era Keisa. No podía permitir dejar la suerte de Silver en sus manos, no. Si mis sospechas eran ciertas, lo matarían aduciendo que ya no había vuelta atrás y que habían tenido que pegarle un tiro...

- Dadme un segundo con la chica, confía en mí y quiero que entienda que la estoy dejando con gente de confianza. - pido mientras vuelvo sobre mis pasos.

Me acerco disimuladamente al montoncito de cosas (armas y equipo) que había dejado a un lado dentro del vehículo y tomo mi comunicador por radio.

Me acerco a Keisa, hinco las rodillas y tomándola de las manos, de forma disimulada, le entrego mi pinganillo. Pero mis palabras ahora no se corresponden con mis acciones.

- Te dejo con gente de confianza. - empiezo, dejando claro con mi mirada que estoy mintiendo. - Siento por lo que has tenido que pasar y espero que jamás tengas que vivir algo parecido. - digo con doble sentido, como disculpándome por tener que dejarla con hombres que seguramente busquen lo mismo que los anteriores mercenarios. - Si alguna vez te sientes sola y necesitas hablar... - digo guiñándole un ojo. - ..llámame.

- Te deseo mucha suerte. - digo levantándome de nuevo y dándole un abrazo. - No te fíes de ellos...- logro susurrarle al oído fugazmente antes de soltarme.

-Lo imagino-fue lo único que pudo decir Gray entre dientes y con el ceño fruncido. Tenía la convicción de que ella lo hubiese hecho mejor; era menuda pero tenía sus recursos. No dijo nada más, la situación no estaba para mantener una conversación amigable con Red, al mirarlo de reojo entendido que estaba intentando hacer con la tableta de Silver. Se alegró de no ser la única que no se fiaba de esos tipos. No podía hacer otra cosa que poner todos sus sentidos en no perder de vista los movimientos de los z-corps que tenía en frente.

Por unos segundos miró por el retrovisor a la chica, nadie la controlaba? no quería que todo se fuera a la mierda otra vez por un ataque de pánico. Mierda!!no sabía como de cerca se encontraba las armas de lady Violet de la VIP. Sabía que estaba desarmada, la poda ver en el exterior del vehículo No tenia muy claro si Lady Violet dudaba tanto como ellos de la situación donde se encontraban, pero debería.

La conversación del exterior se volvió reveladora para Gray en el momento que escuchó de boca de Lady Violet que tenían otra misión. Se preparó para salir de allí, miro de nuevo el activimetro de Silver – Red! Las armas... alejalas de la chica—

Tras comprobar la tablet de Silver, puede apreciar que hace tiempo que no la usa. La última información que ha buscado, fueron los planos de la universidad y cómo acceder al sistema de bloqueo de emergencia. Así que no hay nada que indique que Silver está en lo cierto y hasta ahora, todo parece indicar que se trata de los efectos de la fiebre.

Ante su pregunta, el hombre de piel oscura lo observa con sus oscuros ojos carentes de compasión alguna. Durante largos segundos se mantiene en silencio hasta que finalmente, decide responder. Se nota que es alguien que acostumbra a ser él quién otorgue las órdenes y no quién responde a las preguntas.

-Nombre en clave, Bulldog.    -Dicho aquello, asiente ante la petición de Lady Violet y aguarda, sin fiarse mucho.  -Adelante.

Keisa muestra una entera más fuerte de lo esperado y ocultando el comunicador, asiente con disimulo a las palabras de Lady Violet. No está segura de qué es lo que sucede, pero todos ellos se han jugado la vida por salvarla y comprende que si realmente pasa algo malo, no están en la mejor situación posible. Por lo que se despide de los gorgonitas, dándoles las gracias una vez más y sale del vehículo. Uno de los Z-corps, la toma del brazo con delicadeza y la pide que la acompañe dentro para que puedan evaluarla.

La situación se torna mucho más relajada ahora que Keisa ya no está por medio. Aún así, nadie baja la guardia, ni los Gorgonitas ni los Z-corps allí presentes.

-No tengo notificación de que debáis acudir a otra misión.   -De nuevo su mirada recorre a los miembros de los gorgonitas una última vez, antes de tomar unas gafas de sol de espejo y colocárselas.   -No sois el primer equipo que alarga sus misiones para ir en busca de amigos y familiares. Tened cuidado ahí fuera, hay más zetas de los esperados. Parece que el ejército no sabe hacer bien nada, ni tan siquiera prender fuego a una puta ciudad. Vuestro amigo es un peligro,  sin atención médica vais a tener que meterle una bala en la cabeza. Recordad el adiestramiento, dudar significa que vosotros mismos podéis caer infectados. ¡Buena suerte!

Retirándose, golpea el costado del vehículo un par de veces a modo de despedida, a la vez que el resto de Z-corps se apartan a un lado y vuelven a abrirles la verja para que salgan. No hay más sorpresas ni más disparos, tan solo una última mirada de Keisa, quién se vuelve, antes de entrar en el interior del taller.

Haciendo una señal a Gray le indico que es hora de marcharnos y pese a las caras de desconcierto de mis compañeros, doy la orden de salir de allí.

- Sí, se lo que pensáis. - suelto cuando el vehículo ya está en marcha, girando una calle, fuera del alcance de las armas de aquellos francotiradores. - Detente. Vamos a esperar una señal. Mientras nos pondremos en contacto con la base.

- Algo me olía muy mal con esos tipos. No sabría explicar la razón. Supongo que desde lo de Eve ya no puedo fiarme de nadie. Pero no podía negarme a entregar a Keisa. Si realmente ellos tienen malas intenciones, han jugado bien su carta. Estábamos vendidos. No podíamos combatir con un lanzacohetes y dos francotiradores. Ellos ganaban sí o sí...

- Pero no podía dejar que le metieran una bala en la cabeza... - digo mirando con tristeza a Silver. - algo me dice que le hubieran disparado sin miramientos. Por cierto id revisando su activímetro cada tanto.

- Entendedme. Debía darles algo para poder salir de allí sin dejarnos a todos a su merced y sin armas. Y di resulta que todo esto son elucubraciones mías, Keisa se pondrá en contacto con nosotros y nos quedaremos tranquilos... Pero me temo que no sea así

- Veamos... - digo para mi misma, mientras tomo el OWpad y empiezo a comunicar con la base...

No encontró ningún tipo de prueba de que Silver hubiera visto algo raro, la información que tenía era la misma de la que disponían ellos. La idea de que todo fuera solo motivo de la fiebre le hizo respirara un poco más tranquilo. Terminó haciendo lo que indicó Gray, aunque no entendía el motivo, la cuestión es que había aprendido a hacer las cosas que le pedía el grupo sin cuestionar, pues podría salvarle la vida en algún momento. Por otro lado, el Z-Corp actuaba como si en verdad fuera de la unidad, dando nombre clave, acotando algún detalle que un impostor no se atrevería a revelar. El bombero creía que todo estaba en orden, pero eso no significaba que lo estaba realmente.

Una vez se alejaron, sin poder evitar mirar a Kaisa como si estuvieran haciendo algo muy malo, Violet explicó su plan y las dudas que ella también tenía.

-Revisé la Tablet de Silver, no encontré datos que le permitieran sospechar- dijo aportando su granito de arena-. De momento está estable, aunque con mucha fiebre- revisó otra vez su brazalete-. Si alguien es capaz de armar todo ese circo, siendo falso… - no terminó su frase, solo ladeó su cabeza y enarcó ambas cejas. Temía que si ese era el caso, sencillamente estarían luego a la defensiva con cualquier cosa, incluso con alguna misión. No podrían confiar ni en su propia gente-. ¿Podríamos llamar a la base? Dar el nombre de ese Z-Corp y pedir una leve descripción.

Al menos así tendrían algo de que agarrarse en caso de que Kaisa no pudiera comunicarse con ellos por alguna razón.

Gray paró el vehículo en el momento que se lo indicó Lady Violet y mientras que escuchaba las reticencias de su compañeros movía la cabeza en señal de incredulidad--No sé porqué le dais tantas vueltas a todo esto, mejor ser precavido que estar muerto. El paquete está entregado, si nos equivocamos por lo menos la misión está cumplida. Y si no....lo siento por ella, espero que tenga recursos para sobrevivir hasta que vuelvan a rescatarla.-- En esos momentos Gray recordó algo-- ¿vamos a estar mucho tiempo aquí parados? Os recuerdo que además de los zetas pueden que estén cerca los soldados de la universidad.-- Tras comprobar el activimetro de Silver miro a su alrededor por los retrovisores.

Tras alejarse un par de manzanas, Gray detiene el vehículo finalmente. Todo parece estar en orden y no hay indicios de que nadie los esté siguiendo. Así que pueden disfrutar de un momento de tranquilidad para replantearse su siguiente acción.

Silver permanece inconsciente, la fiebre va remitiendo al igual que el valor que marca su activímetro, descendiendo del 40 al 39% Eso significa que su cuerpo está siendo capaz de resistir e incluso, imponerse al virus. Aunque parece que le está costando todas sus fuerzas. Con suerte, puede que en una o dos horas recupere las energías suficientes como para poder despertar y volver a actuar con soltura.

Mientras aguardan a que Lady Violet se ponga en contacto con el operador que dirige sus misiones, Red y Gray comienzan a percibir algo a través del sistema de comunicaciones. La conversación se siente lejana y amortiguada, seguramente debido a que quién está usando el comunicador lo mantiene oculto entre las ropas, puede que un bolsillo.

-...puedo hacer que hable, señor. Déjeme a solas con ella diez minutos y la arrancaré toda la información. De hecho estoy seguro de que cuando acabe con ella, estará más que deseosa de cumplir todas nuestras peticiones...

La voz que escuchan no les resulta para nada conocida, pero su acento, marcado por una fijación por alargar las eses más de la cuenta, les hace tener la sensación de estar escuchando a una maldita víbora venenosa. No tardan mucho en escucha una voz con mucha más autoridad hacerse valer, sin duda se trata del z-corp con el que han tratado poco antes.

-La quieren viva e intacta, así que si la tocas un solo pelo de la cabeza, yo mismo te destriparé. Darla un sedante, será mejor que duerma durante el trayecto, de esa forma no provocará más problemas. Tenéis cinco minutos para recoger, el transporte está en camino. ¡Moveos!

A la vez que se desarrolla esa conversación, Lady Violet logra contactar con su superior al mando. Al principio parece sorprendido por escucharla, aunque no tarda en atenderla.

-Líder de los gorgonitas, confío a que el VIP esté a salvo en el punto de encuentro. No teníais que contactar sino esperar nuevas órdenes. ¿Qué es lo que sucede?

La tablet de Gray emite un único pitido que tan solo ella percibe, gracias a que está conectada al comunicador. Al comprobar lo que sucede, puede ver que alguien está contactando con ella. No es que tenga mucha idea de ordenadores, pero está segura de que alguien está hackeando el sistema para hacerla llegar un mensaje. 

En medio de la pantalla aparece una ventana de color negro, con varios caracteres que ha visto en decenas de películas de hackes. Puede que se trate del Ms-dos o algún sistema parecido, de lo único que está segura es que alguien pretende hacer llegar el siguiente mensaje.

Z-Corps comprometidos, tened cuidado o podríais morir. No entreguéis a la VIP, transfiero nuevas coordenadas. Es importante que cortéis comunicaciones, no os fiéis de nadie. Recibirás más información en el punto de destino.

Un amigo.

Red observó a Gray un largo momento, arrugando mucho el ceño, haciéndole parecer mucho más rígido de lo que normalmente era. En sus ojos se podía adivinar cierta decepción, aunque solo soltó un.

-Nosotros tampoco teníamos muchos recursos para sobrevivir cuando esto empezó- tampoco los que venían con él, pero todos lograron sobrevivir, incluso aquellos que en otras circunstancias habían muerto sin remedio. Incluso estaba haciendo aquello para salvar vidas… ¿Ella no? O simplemente todo lo que acababa de vivir, estando tan cerca de morir, le había dado nuevas perspectivas. Entonces la radio comenzó a transmitir, dándoles nuevas perspectivas sobre todo lo que estaba pasando-. Mierda- dijo Red negando con la cabeza con verdadero fastidio y desesperación. ¡Le dejaron en la boca del lobo! No podían hacer mucho más, pero aun así, sentía que había fallado miserablemente-. Supongo que no son Z-Corps- miró a Silver, limpiando su frente de sudar-. Al menos él está algo mejor.

No sabían que clase de vehículo estaban esperando o en qué dirección vendría, de otra manera podrían intentar interceptarlo. Solo eran tres contra todo un grupo fuertemente armado, solo contaban con la tanqueta que había recibido mucho daño. No tenían la menor ventaja en caso de intentar hacer algo.  

Gray se acomodó en el asiento de la tanqueta y miró a Red. Definitivamente no entendía a los adultos; se encogió de hombros ante las palabras de su compañero, resopló y se dedico a mirar al fondo de la calle hasta que un sonido se coló por su comunicador y la hizo girar y mirar al resto de los allí presentes... Silver tenía razón -mierda!!-- repitió la misma palabra que Red mirando a Lady Violet—es la chica!!-- todos sabían lo que significaba aquello-- vale...sé que queréis hacer pero...---Un sonido procedente de su tableta la distrajo. Levanto una mano instintivamente, algo estaba pasando. – ostras!!-- Dio un bote en su asiento e hizo una señal a sus compañeros para que no hablasen.

Se quitó el casco, no tenía claro si el comunicador era seguro, si no lo era y podían escuchar su conversación estaban en problemas. Miró muy seria a sus compañeros-- estamos en la mierda!!--dijo en susurros y acto seguido enseñó lo que aparecía en su tableta.

Z-Corp comprometidos, tened cuidado o podríais morir. No entreguéis a la VIP, transfiero nuevas coordenadas. Es importante que cortéis comunicaciones, no os fiéis de nadie. Recibirás más información en el punto de destino.                                                                                                                                                                      Un amigo.   

- Aquí Lady Violet, líder del equipo gorgonita. Informamos de la entrega de la VIP en las coordenadas establecidas al equipo liderado por Bulldog. - informo esperando a ver que reacción tiene mi supervisor ante este dato. - Nos encontramos a la espera de instrucciones.

No pensaba decirle nada más que eso por ahora, al menos hasta que supiera en quien podía confiar y en quien no.

A todo esto le escribo una nota a mis compañeros, para que no pueda oírse a través del comunicador que pone tal que así:

"No podemos fiarnos de nadie ahora mismo. Nuestra prioridad es salvar a la chica y esconderla en un sitio seguro hasta que hablamos con nuestro amigo y veamos lo que nos puede contar"

El problema era que podrían evacuarla en cualquier momento y eso nos daba muy poco tiempo para prepararnos.

Luego estaba la baza de Keisa que ahora era una espía infiltrada. Y con suerte no la iban a tocar un pelo a petición de Bulldog (que quizá no era tan mezquino y traidor al fin y al cabo... Pero eso estaba por ver.)

"Estad atentos a Silver y a nuevas comunicaciones por parte de Keisa. Si logra quedarse sola en alguna sala, seguro que nos hablará de lo que sucede desde el comunicador"

Durante lo que casi siente toda una eternidad, Lady Violet no obtiene respuesta por parte de su superior. Hasta que de pronto, las tablets de los gorgonitas se iluminan al obtener una nueva misión. De nuevo se trata de una operación de rescate o al menos, de evaluar una zona en la que se cree que puede haber supervivientes. Deberán de acudir al lugar, evaluar la situación y organizar la evacuación de los civiles.

-Ya se encuentran sobre el terreno, requiero de sus servicios para comprobar el estado de un posible campamento de supervivientes. Hace catorce horas recibimos por radio una petición de auxilio, enviamos de inmediato a un equipo de Z-Corps pero perdimos la comunicación con ellos poco después de llegar al campamento de supervivientes, desde entonces, todos los intentos por comunicarnos con ellos han sido inútiles. Su mayor prioridad es evaluar la situación, comprobar si aún continúan los supervivientes en esa localización y descubrir el paradero de los Z-corps. Puede que tan solo tengan problemas con las comunicaciones, pero deberá de ser cauta y considerar que la zona puede estar contaminada y que lo único que allí les espere, sean Zetas. Buena suerte, gorgonitas.

El controlador corta la comunicación prácticamente de inmediato. La misión de los gorgonitas de nuevo parece sencilla en apariencia, deberán de viajar hasta una zona de la ciudad y comprobar si hay realmente un campamento de supervivientes y a su vez, dar con el equipo desaparecido de Z-corps. En segundo lugar, si dan con supervivientes, deberán de organizar la evacuación de los mismos.

Por otro lado, el controlador parece estar totalmente de acuerdo con la actuación de los gorgonitas a la hora de dejar a Keisa con Bulldog y su equipo. Por lo que...¿Está todo bien o realmente está pasando algo extraño en todo aquello?

Casi como respuesta a esa pregunta que flota en las cabezas de los gorgonitas, la radio de Keisa vuelve a transmitir. Se escucha sonidos extraños, que no tarda a achacar a los efectos de llevar el comunicador en el bolsillo y moverse con cierta rapidez o violencia. Entre el alboroto que logran percibir, escuchan a Keisa pidiendo que la dejen y que no la toquen. Pero sus deseos no son respetados por los hombres de Bulldog.

-Somnífero suministrado, señor. El objetivo está preparado para ser trasladado, aunque me preocupa lo que sucederá con esos Z-corps que la trajeron. Si descubren que ha sido devuelta a su padre, puede que lancen acusaciones sobre nuestra unidad o que traten de actuar de una forma más contundente.

La voz de Bulldog, dotada de una seguridad absoluta, se hace valer cortando cualquier tipo de duda que su oficial pueda albergar.

-Uno de los suyos ya ha sido erradicado, el resto no deben preocuparnos, no llegarán vivos al final de la semana, Overlord se encargará de ellos. Ahora preparar a la chica, ella es la clave de todo.

Red arrugó el ceño, buscando las miradas de sus compañeras. Aquello olía terriblemente mal, incluso para alguien como él. De la nada les daban esa nueva misión y no pasó mucho hasta que volvieron a oír la transmisión de Keisa. El rostro del bombero se puso pálido cuando logró entender la primera frase.

-¿Blue?- fue como si le dieran un mazazo en la sien, incapaz de creer que aquello fuera cierto. No, seguramente su amigo estaba bien. No podía haber sido derrotado tan fácilmente… no se había dado cuenta cuando unas lágrimas acudieron a sus ojos, dejándolas caer unos instantes antes de limpiárselas con el dorso de su mano enguantada. No tenía tiempo para esto, pero seguramente en algún momento debería dejar que -. Vamos a salvarla ¿no? Esos tipos deben son peligrosos, no podemos dejar todo así como así.

No sabía quién era ese tal Overlod, pero parecía el nombre que usaría un Z-Corp… ¿Estaría la organización comprometida? La sola idea le aterraba. Ya bastante paranoico estaba con todo lo ocurrido en la comisaria, no quería empezar a desconfiar de todo y todos.

Toda esa información que me da el instructor de golpe me deja aturdida durante unos segundos, pues realmente la estoy ignorando casi en su totalidad, ya que hay cosas mucho más acuciantes que comprobar el estado de otro grupo de Z-Corp. - Haremos lo que esté en nuestras manos. - respondo de forma automática antes de cortar la comunicación con la base.

En ese momento una nueva emisión del comunicador que audazmente le pasé a Keisa vuelve a llegarnos. En esta ocasión quedan claras sus intenciones de llevarse a la chica contra su voluntad y narcotizada. Para colmo dejan claras sus sospechas hacia nuestro grupo y declaran haber acabado con Blue y que pronto harán lo mismo con nosotros...

Es entonces cuando Red pregunta algo que me duele solo por haber dudado de ello. - Por supuesto que vamos a intentar salvarla. - le respondo muy sería y algo más dura de lo que Red se merece. Pero mi determinación empieza a mezclarse con rabia y frustración que me cuesta horrores controlar en este momento.

- Preparaos para el asalto en cuanto tengamos una posibilidad de interceptar el traslado. Puede que no logremos salvarla, pero si podemos evitar que la trasladen ya habremos ganado tiempo... - digo mientras ven como me hago con el pinganillo del pobre Silver y cojo mi maletín donde guardo el rifle de francotirador desmontable.

- Voy a buscar una posición privilegiada. Me pondré en contacto con vosotros en unos minutos. Espero que no venga a recogerla un maldito helicóptero... - me marcho murmurando esto último entre dientes.