Partida Rol por web

-Zzzzzzzzz

Fjalar suspiró en sueños.

[color=#086A87] La vieja arpía trato de coger la flauta en un movimiento rápido, pero el enano no estaba dispuesto a renunciar a ella. Aunque empezaba a pensar que estaba maldita. Embistiendo con todo su cuerpo, Fjalar derribó a la vieja y trato de salir de la habitación para coger su preciada arma, pero sus piernas cortas parecían enfangarse en el duro suelo de piedra. ¡Debía ser magia! [/color]

[color=#086A87] Mientras intentaba seguir su camino escapando de la vieja empezó a escuchar un siseo. Una breve mirada hacia atrás le permitió ver como la vieja comenzaba a transformarse. De su boca salía una lengua bífida y su piel se iba transformando en escamas. A su alrededor, sus compañeros de aventuras aparecían para luchar contra ella. La tripa empezaba a hincharse y tenía ya el tamaño de un hobbit. ¡Tenía que conseguir un arma![/color]

Apuntando, a la cabeza del reptil, el silvano soltó su flecha, estaba levemente distanciada de sus compañeros, por lo que por suerte solo rasgó la capa, pero por la cercanía prefirió disparar con cuidado, guardando su arco y cogiendo sus dos dagas, pues aunque el cuerpo a cuerpo no era lo suyo, las flechas tendían a desviarse más.

 La flecha falló por bastante. La escurridiza serpiente iba a vender cara su piel.

 Lanzó una nueva dentellada al mago, que parecía seguir musitando su hechizo. Esta vez si lo rascó con uno de los colmillos en la pantorrilla, pero no llegó a clavar el colmillo cargado de veneno.

 Elendorn desenvainó las dagas y avanzó. Elendin se despejaba.

El mago aguantó con estoicismo los envites de la criatura, y cuando estuvo listo clavó su mirada heladora en la serpiente y descargó todo su poder en dominar la voluntad de la misma y hacerla sucumbir ante su poder, para que se durmiera finalmente.

Rudigar ya podía imaginarse en una bañera humana, grande como un océano, chapoteando y sumergiéndose en agua caliente, enjabonándose sus maltratados pies. Oh, que gusto... Eso sí era un buen sueño. Pese a los ruidos lejanos.

El enano comenzó a hablar en sueños.

¡Wendolin, Wendolin! Con lo bella que eras antes.

[color=#086A87]Fjalar corrió atravesando la puerta del tesoro, pero está se alejaba más y más a cada paso. No entendía lo que pasaba, tenía que ser la flauta... ¡La maldita flauta![/color]

[color=#086A87]Lanzó la flauta hacia delante con fuerza, maldiciendo por haberla cogido en el páramo. No le había traído más que desgracias. ¡Pobre Wendolin, con lo bella que eras antes!. [/color]

[color=#086A87]La flauta comenzó a sonar por si misma, con un tono desagradable y agudo, como enfrentándose a los pensamientos del enano. Parecía estar enfadada.[/color]

[color=#086A87]Con la desagradable música a su alrededor, las paredes empezaron a llenarse de agujeros por los que entraba agua sin parar, todo empezaba a inundarse. ¡Volvia a estar en la sala anterior al tesoro![/color]

Saliendo del aturdimiento, con una mano en la cabeza, cogí mi espada y me dispuse a atacar, a pesar de que Tirlindë ya había preparado un conjuro para ese ser.

Con mi espada cargué con fuerza, aunque el resultado no fue el que yo esperaba.

Dagas en mano, asestó un corte limpio, por si el hechizo llegara a fallar, cortar al animal, pero este era más escurridizo de lo que esperaba. Tras su fallo, y algo molesto se dirigió a las tiendas, si ese bicho caía, a descansar un rato, y si no lo hacía, que no fuera al único que le fastidiaban el descanso.

La serpiente se quedó placidamente dormida sobre la hierba bajo la atenta mirada del elfo noldor.

Elendin se cortó al desenvainar su espada. Pero el corte no parecía revestir gravedad.

El combate se había terminado y Elendorn se retiró a dormir, junto al enano y el mediano.

El mago levantó una pesada piedra y, con ella, aplastó la cabeza de la serpiente.

No fue difícil, una vez cercenada la cabeza aplastada, dividir el cuerpo de la serpiente en segmentos o "tacos" listos para asar al fuego de campamento.

23 de Narbeleth

6:00 - 10:00

 El joven Rudigar se encargó de asar las "delicias de pollo" para el desayuno. Con un poco de romero que encontró al lado del camino, pudo preparar un almuerzo digno de los Valar.

 Una vez con la tripa llena de carne de serpiente, los aventureros recogieron el campamento y subieron a los caballos. Esta noche descansarían en una cama para variar. Como lo estaban deseando.

23 de Narbeleth

10:00 - 14:00

Los caballos avanzan al trote por el gran camino del este. Llovía de nuevo. Las capas iban calandose de agua, al tiempo que el grupo avanzaba hacia el oeste.

Cuando ya pensaban que tendrían que parar a comer bajo la lluvia, divisaron un refugio de pastores. No era más que un chamizo, una estructura de madera con un techo de paja, pero aislaba del continuo goteo de agua que había fuera de él.

 Comieron bajo la estructura de madera las raciones de viaje mientras pensaban si habrían aún muchos pastores por aquella zona.

Tirlindë aprovechó la tranquilidad del viaje para volver a investigar las propiedades de los objetos sobre los cuales sospechaba que tendrían alguna propiedad mágica. Le pidió a sus compañeros que se los pasaran y los fue examinando uno a uno.

Cogí el casco que me habian dado, al igual que el arco, y los examiné despues de Tirlindë, sin buenos resultados.

Fjalar examinó con ojos ensimismados la flauta. Le angustiaban terriblemente las pesadillas que le producía tenerla cerca. Sabía que debía deshacerse de ella, pero ¿estaría listo para tomar ese camino?

Ya que la estancia en la cabaña se hacía aburrida, empezaron a mirar objetos por doquier, y en fin poco más que hacer había.

 Analizando el cuerno descubrió que si soplaba por el otro cuerno, el izquierdo, todos los que luchen en su bando tienen +25 a la BO y la BD durante los siguientes seis asaltos. El cuerno sólo podrá soplarse dos veces al día. Y ya no tiene más propiedades.

 Repasemos: es un objeto x4 a los PP para usuarios de Esencia, +20 a sortilegios para los usuarios bardos, tiene dos boquillas: la derecha convoca a alguien, lo llama, a 15 km o menos, mientras la izquierda da +25 a la BO y la BD seis asaltos a los amigos, pero sólo puede usarse dos veces al día (las boquillas).

 La vara no tiene más propiedades tampoco.

 La espada corta de dinedhel no es mágica siquiera.

 La flauta si lo es y tiene una propiedad y aún no la habeis descubierto.

 De los demás objetos no sabes nada nuevo.

 Ni la espada de Dinedhel ni el arco corto son mágicos.

 De los demas objetos no sacas nada en claro.

 23 de Narbeleth

 14:00 - 18:00

 El grupo trotó toda la tarde con la lluvia sobre sus cabezas y capas. Nadie salió a su encuentro. El Gran Camino del Este estaba vacío bajo la lluvia. No se oían pájaros ni otros animales. Los cascos pisando el empedrado mojado y los rechinares de dientes de jinetes y monturas lo llenaban todo.

23 de Narbeleth

18:00 - 22:00

 El grupo siguió trotando con los caballos. Había dejado de llover al caer la oscuridad sobre ellos. Dejaron sus cabellos al viento mientras trotaban sobre las monturas para que se les secasen. Poco a poco, en la oscuridad, primero los elfos, después el enano y finalmente la dunedain y el señor Rudigar, divisaron la estructura en forma de U de la posada.

 Sólo hacía 15 días que habían salido, pero parecía media vida. Habían sufrido y luchado juntos. Habían pasado tantas cosas. Y ahora esa vieja odiosa se haría con el cuerno... ¿o no?