Partida Rol por web

El Liceo: Escuela de Superhéroes

Interludio de Iván y Moussa: El Plan

Cargando editor
16/08/2016, 19:59
Fantasma

- Pero tendremos que ir con cuidado, ¿no? Osea... - Fantasma se rascó la cabeza -. Por el momento Bosch se ha ido "en paz", pero ahora que sabe que se la queremos colar al león seguro que está más atento a nosotros. 

Algo menos decidido que Salamandra, él también se levantó de su asiento para seguir a Moussa. 

- Yo no me relajaría...

Cargando editor
18/08/2016, 17:10
Iván Auriol

Y Bosch se fue, sin castigarles ni amonestarles realmente, a parte de las miradas y algún que otro reproche. Una excusa para la actitud de Sextus, que real o no, no solucionaba el problema, y la sugerencia de que no discutieran los planes a viva voz en la cafetería. Pero a pesar de que sí estaban en la cafetería, sus planes no habían sido discutidos a viva voz ni nada por el estilo, y habrían tenido suficiente tiempo para cambiar de tema si no se hubiera acercado a ellos sigiloso como un fantasma. Ciertamente necesitaban encontrar un lugar más privado, pero…

- No creo que nos haya dado vía libre para… - intentó rebatir a Moussa, pero este ya abrió un portal – Deberíamos al menos aplazar esto, si le sucede cualquier cosa vamos a estar en el punto de mira y… - César declaró su intención de seguir con el plan, rápidamente seguido por Fantasma – Esperad, no podemos ir así como así a… Cielos. Esperadme, yo también voy.

Iván flotó hacia sus compañeros, concentrando sus poderes e intentando doblegar su poder, alterar su capacidad para ocultar. Había que ocultar también los olores, el profe gato podría olerles… Así que tenía que hacer que no dejaran ese rastro. Esto le costaría en el camuflaje visual, pero quizá podría hacerlo. Puso las manos en los hombros de César y Fantasma, y le hizo un gesto a Moussa con la cabeza para que se uniera.

- Intentaré ocultarnos. Que no nos pase nada.

Notas de juego

Hago un esfuerzo y cambio mi camuflaje para que el camuflaje visual ahora camufle solo en el espectro normal (no infrarrojos, rayos x, etc) y uso esos puntos para añadir camuflaje olfativo. El camuflaje auditivo se queda igual, y sigue siendo "blending" asi que habrá que moverse poco a poco, e intentar no tirarse pedos xD

Cargando editor
18/08/2016, 20:00
Narrador

El viaje por el portal de Moussa fue rápido. La familiar sensación de ingravidez, el rápido cambio del ambiente, el particular sonido de succión y… ahí estaban, el cuarto del “León”.

Lo primero que les llamó la atención fue el fuerte olor a… gato. Además de eso el cuarto parecía completamente normal. Anodino y aburrido. No había un gran cajón de arena, ni un enorme poste para afilar las garras. Si bien sus expectativas iniciales podrían haber sido un poco exageradas, poco a poco comenzaron a ver cosas interesantes.

Se encontraban solos en una habitación similar a las de los estudiantes, excepto que era un poco más grande y contaba con un baño propio – por lo que pudieron ver a través de una puerta entreabierta en la propia habitación.

Una gran cama doble ocupaba el centro de la habitación. Si se paraban a pensar en el tamaño del profesor era normal que necesitase una cama más grande para él sólo. Las sábanas estaban llenas de pelo blanco, interesante.

Sobre la cama había una gran fotografía que mostraba un paisaje salvaje, como una sabana. También había una mesita de noche con una lámpara en forma de mujer hawaiana y un elegante despertador que indicaba la hora con grandes números digitales.

Encontraron también un escritorio muy bien ordenado. Sobre éste reposaban un ordenador portátil, una tablet como la que Bosch exhibió el primer día, un diminuto cubo metálico y una foto enmarcada de lo que parecía un cachorro de león albino antropomórfico.

El mobiliario de la habitación incluía, además, un alto armario, una cómoda y una silla de oficina - bastante grande - frente al escritorio. Eso además de lo que pudieran encontrar en el baño.

- ¿Buscamos algo en concreto? – preguntó Fantasma, todavía pegado a Iván.

Cargando editor
20/08/2016, 13:33
Moussa Dakar

-Pues sí que es un muermo el león este, no tiene nada interesante con lo que poder darle una lección. ¿Y si le atascamos el baño para que cuando tire de la cadena se le salga todo? Seguro que es unas risas verle dar saltitos mientras flipa al ver como la taza le escupe todo lo que le ha echado dentro. ¿Os lo imagináis? Aunque con nuestra suerte, seguro que Bosch ya está metido en las cañerías esperándonos...maldito viejo ninja, chisttt.

Tal vez el ordenador les diese alguna idea de los gustos o puntos débiles del león, aunque no estaba muy seguro de que ninguno de ellos fuese el más indicado para enredar con él. Por lo que decidió optar por echar un vistazo a la habitación en busca de algún compartimento secreto o algo por el estilo, incluso miró debajo de la cama.

-Seguro que tiene algún trapo sucio con el que podremos darle una lección, buscar a ver si encontráis algo escondido en la habitación. Esto...se me ocurre otra idea...¿Tu novia controla a los bichos, no? Necesitamos saber donde las hormigas u otro bicho tienen su nido o lo que sea. Le llenamos la cama de restos de comida y le soltados a los bichos en ella. Cuando vaya a dormir, seguro que se lleva una sorpresa. ¡Espera! ¡Espera! ¡Ya lo tengo! No tiene una caja de arena para cagar, así que usará un baño como todos ¿No? ¿Y si le llenamos la tapa con pegamento? Cuando se vaya a levantar, seguro que se deja medio culo ahí. ¿Sabéis qué? Yo opto por hacer todo eso que os he dicho, más todo lo que se os ocurra.

Moussa estaba seguro de que antes o después, darían con el plan ideal, solo era cuestión de tiempo que diesen con él. Por lo que con cierto aire pensativo, continuó evaluando la habitación y con cierta curiosidad, tomó el pequeño cubo metálico para observarlo más de cerca.

 

 

 

 

Cargando editor
23/08/2016, 05:50
Iván Auriol

Ya estaban allí. Iván seguía concentrado en que su camuflaje siguiese funcionando, si es que funcionaba como lo había diseñado siquiera, así que no tenía mucho tiempo de andar preocupándose de qué pasaría si no funcionaba.

- Deja eso. – Le susurró a Moussa, cuando le vio coger el cubo – No nos puede oler ahora, pero si dejas ahí algo tuyo podrá olerlo en cuanto salga del camuflaje. Será mejor no tocar nada hasta estar seguros de lo que queremos hacer.

Si es que podemos hacer algo.

Iván registró la habitación con la mirada. Todo aquello de trucarle el retrete no le acababa de gustar, le parecía más una putada que una broma… Pero habían estado planeando teñirle de rosa hacía unos momentos así que… sí. Aquello también era una putada. Vale. Pero por alguna razón no le gustaba lo de trastear con el baño.

- Deberíamos dejar a Abeja Reina fuera de esto. Algo me dice que no es de las que anda haciendo jugarretas a los profes. Se me ocurre cambiarle la alarma del despertador, pero es un poco “meh” comparado con todo lo que tienes en mente. Espera… ¿Puedes abrir un portal pequeñito? ¿Que casi no se vea? Escondido debajo de la cama o algo así. Un portal que conecte con la cocina por ejemplo… Y que todo esto huela a fritanga. No tendría que estar abierto mucho rato y podrías cerrarlo antes de que llegase él.

Seguía sin ser la mejor idea, pero Iván estaba muy preocupado de que pudiera olerles igualmente, después de todo los olores permanecen en el tiempo. Esto jugaba en su favor, si todo olía a fritanga a lo mejor cubría su rastro. Aun así, seguía pensando que debían haberse ceñido al plan de ponerle tinte en el champú. Después de todo Bosch había oído hablar de lo de las cloacas, pero no lo demás. ¿Verdad?

- Sino siempre podemos volver a lo del tinte. Ir a comprar uno y mezclarlo con el jabón. ¿Oye y como se secará este tío? Imagino que no con toallas… Un secador… Podemos poner un montón de polvos de talco en el interior del secador, si lo tiene, para que le salte encima cuando intente secarse.

No. Tampoco era algo lo bastante impresionante. Pero… Tampoco quería pasarse de la raya con el profe. No le tenía mucho aprecio… Pero era un profesor. Había un mínimo de respeto y decoro que se esperaba de ellos…

- Oye, ¿Que es la cajita esa que has cogido?

Cargando editor
24/08/2016, 00:33
Narrador

Fantasma y Salamandra siguieron el ejemplo de Atajo, buscando por la habitación lugares donde el león pudiese esconder algo. Moussa descubrió, debajo de la cama, una especie de maleta metálica. Tenía en un lado un panel con números, debía de abrirse introduciendo un código numérico.

- ¿Qué guardará ahí dentro? – preguntó Fantasma, dejando la pregunta al aire.

- Nada bueno. Si lo tiene bien cerrado por algo será – respondió César, decidido.

Siguieron buscando. Incluso César le echó un vistazo al baño, el cual parecía bastante corriente después de todo.

Las propuestas de Atajo para hacerle bromas pesadas a Sextus eran acompañadas por risas y aprobación por parte de Salamandra y Fantasma. Ellos también aportaron sus propias ideas:

- Dejar los grifos de baño abiertos e inundarle el cuarto.

- Llenarle la cama de arena.

- Robarle todos los calcetines izquierdos. ¿Usa calcetines el profe?

- Meterle un virus en el portátil, ¿o ponerle caras de Nicholas Cage de fondo de escritorio?

- Empapelar toda la habitación con “post-it”.

- Preparar una especie de trampa de pegamento y plumas. ¡Como las de los dibujos animados, tíos!

Ante la mención de la “novia de Fantasma” el susodicho se apresuró a negar los hechos.

- ¡No es mi novia! – se sonrojó – Aunque los de los bichos es buena idea. ¿Le soltamos algo por el cuarto?

Cuando Moussa tomó el diminuto cubo metálico entre sus manos lo notó frío al tacto. Al observarlo de más de cerca pudo ver que era completamente macizo. A pesar de su simple apariencia, lo más probable era que no fuese un simple cubo de acero. ¿Y si era una especie de llave? ¿O algún tipo de tecnología alienígena super avanzada?

Por lo que sabían, Sextus no era de este planeta.

- Seguro que esconde algo ahí dentro también – propuso César mientras salía del baño -. Aquí dentro huele como a flores.

- ¡Eh, chicos! – les llamó la atención Fantasma, desde un lado de la habitación – Mirad esto.

Fantasma sostenía, con una sonrisa, un extremo de la gran fotografía de la sabana que colgaba sobre la cama. La foto enmarcada estaba anclada a la pared por un lado, abriéndose hacia fuera como una especie de puerta. Al tirar de ella, Fantasma había revelado lo que parecía una caja fuerte incrustada en la pared.

- Eso es lo que tenemos que abrir – dijo César con cierta malicia mientras miraba a Moussa e Iván -. Podemos gastarle todo tipo de bromas pesadas, pero seguro que lo que más le jode al león es que le escondamos algo que le importe – volvió a dirigirse a Fantasma -. ¿Puedes meter la mano dentro?

- Eh, claro… - respondió Fantasma mientras miraba a Moussa, como esperando su aprobación.

Cargando editor
24/08/2016, 15:00
Moussa Dakar

La situación le divertía tremendamente a Moussa, quién con tan solo imaginárselo, casi sultó una sonora carcajada. Después de todo, que el león apareciese cubierto de plumas y pegamento sería todo un puntazo. Aunque la opción de Iván de poner polvos de talco también era genial. Ya se estaba imaginando la cara del león cubierta de polvos de talco a la vez que se accionaba la trampa de las plumas. ¡Si lograban realizar algo así, serían los amos del colegio!

-No te preocupes por el cubo.   -Indicó con aire ausente mientras se imaginaba todas aquellas divertidas situaciones.   -Pienso escondérselo o algo, si lo tiene aquí será algo importante. No es de los que colecciona nada por el mero hecho de tener algo bonito en su cuarto. -Moussa se lo lanzó a Iván.  -Échale un ojo si quieres, igual sabes para que es. A mi me parece un pisapapeles feo de narices.   -Después se quedó mirando el maletín.  -Tendríamos que abrirlo...aunque la combinación puede ser cualquiera...¿Pone alguna fecha en la foto del mini-léon? Quizás nos ponga las cosas fáciles...

La idea de las fritangas provocó que Moussa frunciese el ceño mientras evaluaba la situación. Nunca había intentado algo así, no sabía si los olores viajarían a través de su portal, aunque podía intentarlo.

-El portal no sería muy pequeño, por lo que alguien podría verlo. Aunque...puedo ir hasta la zona donde dejan las basuras y traerle un recuerdo al profe. Haré un viaje rápido a por algo que apeste, lo traigo aquí y antes de que nos piremos, me lo llevo. Así que la habitación apestará, pero no encontrará el origen del mal olor. De mientras, a ver que podéis hacer con la caja fuerte y el maletín. No tardo nada y recordar...Si tenéis alguna duda, hacer todo lo que yo haría.

Mostrando una pícara sonrisa, se desvaneció a través de uno de sus portales para llegar hasta la zona de las basuras, lugar donde buscaría la bolsa más apestosa y regresaría a la habitación con ella.

Cargando editor
26/08/2016, 00:10
Iván Auriol

Iván cogió el cubo como pudo, intentando no perder el contacto físico con sus compañeros.

- Precisamente si es algo importante quizá no deberíamos…

Todo el mundo se separó, olvidando completamente su camuflaje olfativo, haciendo que Iván no pudiese contener un suspiro de agotamiento. Mantener aquella versión del camuflaje le iba a provocar dolor de cabeza a la larga. Pero se mantuvo oculto, procurando de vez en cuando hacer algún que otro gesto rápido para que sus compañeros pudiesen verle. Intentó no tocar nada más, pero miró por todos lados sin saber muy bien qué buscaba.

Finalmente encontraron dos cosas: Un maletín y una caja fuerte.

- Cuidado con lo que haces al meter la mano – le recordó a Fantasma – Imagino que no, pero si encuentras alguna forma de abrirlo desde dentro, o tirando de algo en el interior de la puerta mejor que andar tocando cosas a ciegas. Lo mismo con el maletín.

Moussa decidió ir a por algo de basura. Aquello le parecía mejor idea a Iván. Era una putada, pero no TAN putada como robarle algo o destrozarle la habitación. Mientras Fantasma hacía lo suyo, y Moussa iba a por el montón de mierda más olorosa de la región, Iván se concentró en el cubo metálico. No parecía tener ninguna lid ni relieve a primera vista, pero a lo mejor si lo observaba en mayor detalle…

Cargando editor
26/08/2016, 11:22
Narrador

Moussa se desvaneció en el aire, desapareciendo del cuarto del león en un abrir y cerrar de ojos.

En un parpadeo, Moussa se encontró en el exterior del Liceo. Se encontraba en uno de los laterales de la escuela, justo detrás de la cafetería. Ahí había un gran contenedor de basura donde acababan los restos de las comidas, entre otras cosas.

El olor era ciertamente desagradable, aunque no había nadie a la vista. Junto al contenedor había una puerta, seguramente daba a las cocinas. El suelo asfaltado se extendía hasta llegar a la parte frontal de la escuela, la puerta principal. Moussa advirtió que se encontraba en el lado contrario al que había decidido explorar el primer día.

De un salto se encaramó al contenedor, para ver qué encontraba. Pero justo en ese momento la puerta de las cocinas se abrió. Un olor a fritanga invadió el exterior, y un distraído cocinero salió, cargando una bolsa de basura.

Moussa apenas tenía un segundo para reaccionar.

Cargando editor
26/08/2016, 11:23
Narrador

Moussa se desvaneció en el aire, desapareciendo del cuarto del león en un abrir y cerrar de ojos.

Mientras Atajo se iba a hacer sus fechorías, Vent, Fantasma y Salamandra se quedaron en la habitación.

Iván examinó más de cerca el cubo metálico. Recorrió con la mirada toda su superficie, pero no encontró nada que le diese la más mínima pista acerca de qué era aquello. Y sin embargo, tras unos segundos de análisis concienzudo, vio que el cubo comenzaba a brillar con una leve luz rojiza. Como si los lados del cubo fuesen pantallas, comenzaron a mostrar círculos rojos en su superficie.

Como… ¿una alarma? ¡¿O una bomba?!

- Eh… tenemos un problema – dijo Fantasma.

Cuando Iván miró a su compañero, vio que tenía el brazo metido hasta el codo en la caja fuerte de la pared. Un panel a un lado de la caja fuerte también había comenzado a iluminarse en rojo, como el cubo metálico. Fantasma había comenzado a sudar, y ya tenía el cuello de la camiseta empapado.

- No toco fondo, y no puedo sacar el brazo… - confesó, atemorizado.

- Qué dices tío – César se acercó a Fantasma - ¡Tira!

- ¡Que no puedo! – gritó éste mientras forcejeaba con la caja, sin lograr extraer el brazo ni un ápice.

La camiseta que llevaba comenzó a hundirse, atravesando al muchacho en su camino hacia el suelo. Fantasma podía volver intangibles partes concretas de su cuerpo, al menos para no acabar desnudo si no llevaba consigo el uniforme de partículas inestables. Pero estaba perdiendo el control.

Moussa aún no había regresado.

Cargando editor
29/08/2016, 00:35
Moussa Dakar

"¡Oh, mierda! ¿En serio tiene que salir justo ahora un cocinero? No es suficiente con tener que aguantar esta peste como para que encima me pille ahora este tío."

-Psssss...Psssss ¡Gatito! ¿¡Donde estás, bonito!?    -"Esconderse ahora es una chorrada y no estoy seguro de que me de tiempo a teleportarme. Así que lo mejor será llamar la atención y hacerle creer que estoy aquí por otra cosa. Después de todo, nadie va a creer que estoy aquí para robar basura. Bueno, nadie menos Bosch, pero ese no cuenta. No creo que esté por aquí...¿No?"   

Poniéndose de puntillas, echó un vistazo al interior del contenedor para poco después, agacharse y mirar a los alrededores.

-¡Pssspsspssss gatitoooooo! ¡Ey, tú!  -Indicó de golpe al cocinero. -¿Has visto al gato ese que parece un tigre? Lo vi cerca del bosque, pero se vino para aquí corriendo como un rayo. ¿Le dais de comer? ¿A qué hora le dais de comer? ¿Puedo acariciarlo? ¿Sabes? Los gatos me molan, son fuertes e independientes como yo.  -Indicó orgulloso mientras hinchaba el pecho y se daba con el pulgar en el pecho.    -Los perros en cambio no me molan nada. Llenan todo de babas y son muy tontos. ¡Te vienen a chupar la cara después de meter el hocico en el culo de otros perros! ¡Puuuuaagggg! ¡Que ascazoooo!

Si algo había aprendido en las calles, era que las mentiras tenían las piernas muy cortas y que era mejor no dar opción a pensar al rival. Por lo que poniéndose de pie dando un salto, realizó una rápida teletransportación hasta la puerta que daba acceso a la cocina.

-Uuuohhh ¡Qué bien huele! ¿Eso son natillas? Me encantan las natillas...¿Me das una?

Poniendo su mejor cara de niño bueno, esa que solía usar cuando se topaba con la policía, se volvió hacia el cocinero. No estaba seguro de si le creería o no, pero tenía que intentarlo. Además si la cosa iba bien, quizás se llevase una natilla recién hecha. En caso contrario, dudaba mucho que el cocinero llegase a la conclusión de que estuviese allí para robar basura apestosa y dejársela en la habitación al león de la escuela.

Cargando editor
29/08/2016, 17:35
Iván Auriol

Iván dejó que Fantasma hiciese lo suyo, mientras le daba vueltas en las manos al cubo metálico, buscando algo que se le hubiese pasado por alto en la primera inspección. Cogió el objeto y apretó en los lados para ver si cedía y aparecía alguna junta o algo semejante. Primero presionó entre el índice y el pulgar, pero viendo que la cosa no tenía efecto, empezó a presionar entre las palmas de las manos con tanta fuerza como pudo. AL final tuvo que rendirse: O el bloque era sólido o estaba tan lleno de lo que fuera que era indestructible. O él no tenía suficiente fuerza.

Entonces decidió cambiar de estrategia y cogiéndolo con ambas manos, empezó a retorcer con cada una de ellas en direcciones opuestas, esperando que quizá la torsión le diese mayores posibilidades de abrir eso, si es que había que abrirlo. No se movía ni un milímetro, e Iván empezó a retorcerse en el aire, buscando la postura o manera en la que podría ejercer más fuerza sobre el dichoso cubo, cuando algo de luz rojiza empezó a escaparse de entre sus dedos.

Curioso, detuvo sus fracasados intentos de abrir el objeto (que realmente, no parecía abrible de ninguna manera) y lo observó con detenimiento. Había círculos rojos en los lados del cubo. ¿Qué significaba aquello? ¿Había dado con alguna manera de activarlo?

Solo entonces oyó a Fantasma: ¡Se había quedado encallado en la caja fuerte!

- ¡Prueba a tirar hacia abajo o a un lado en vez de hacia atrás! ¡Y si tienes algo cogido suéltalo!

Iván voló hacia la pantalla que se había iluminado como el cubo, asumiendo que no había sido él quien había activado el cubo, sino Fantasma. Debía ser una especie de llave para la caja fuerte, o una alarma o mando a distancia para la seguridad. Iván apoyó el cubo en el círculo de la pantalla, primero de un lado, luego de otro a la vez que pulsaba los círculos de el mismo aleatoriamente. ¡Tenía que encontrar la manera de apagar aquello!

Cargando editor
30/08/2016, 16:05
Narrador

El cocinero, un hombre de poco más de treinta años, se sorprendió al ver a Moussa en el rincón de las basuras. Incluso dio un respingo, de verdad que no se lo esperaba.

- ¿Un gato, dices? – alcanzó a preguntar el pobre hombre, atosigado por la palabrería del senegalés, mientras llevaba la bolsa de basura hasta el contenedor –. Oh, pues…

Echó un vistazo en dirección al bosque, que ya crecía a pocos metros del edificio.

- Sí que pasan gatos por aquí, pero no me suena ninguno que parezca un tigre – señaló vagamente hacia los árboles –. Si se ha ido por ahí es posible que no lo vuelvas a ver.

El súbito teletransporte de Moussa pilló desprevenido al cocinero. Sin embargo, el hombre no pareció asustarse, ni siquiera sorprenderse – más allá de una leve exclamación de sorpresa ante algo inesperado.

- Qué poder más chulo – lo elogió.

Era el cocinero de una escuela llena de adolescentes con superpoderes. Debía de estar acostumbrado a aquello.

- Espero que no seas tú el que me roba los helados de chocolate – bromeó mientras volvía a la cocina -. Sí que tengo natillas. Anda, ven a que te de una – le guiñó un ojo y entró por la puerta.

En apenas un minuto Moussa tuvo su natilla. Además había podido ver la disposición de la cocina – y dónde se guardaban los mejores postres.

- ¿Eres nuevo? – preguntó el hombre mientras seguía con sus quehaceres -. No te recuerdo de los otros años.

Al parecer no le molestaba la presencia de Moussa.

Cargando editor
30/08/2016, 16:14
Narrador

- ¡No tengo nada cogido! – gritó Fantasma, cada vez más histérico -. ¡Es como si la caja esta me agarrase!

César se acercó también, tratando de ayudar. Intentó agarrar a Fantasma para ayudarle a tirar, pero sus manos lo atravesaron. Toda la mitad superior del muchacho ya era intangible, la camiseta había caído al suelo.

En su desesperado intento por sacar su mano de la caja, Fantasma estaba perdiendo el control de su poder. Y aun así el brazo no salía.

Iván, de mientras, toqueteó el cubo y lo acercó a la caja fuerte, en un desesperado intento por desactivar aquello.

No logró apagar nada, pero pudo leer algo en el panel.

[color=#FE2E2E]“BRECHA DE SEGURIDAD DETECTADA, SELLO MOLECULAR ACTIVADO”[/color]

Cargando editor
31/08/2016, 01:39
Moussa Dakar

El elogio del cocinero arrancó una gran sonrisa en Moussa. El senegalés se sentía increíblemente alegre y orgulloso con su poder. La sensación de libertad que le otorgaba era inimaginable y eso que aún, no había aprendido a dominarlo por completo. Por ello era que continuaba en la escuela, pues estaba ansioso por desarrollarlo por completo y ver hasta donde era capaz de llegar.

-¿Mola, eh? Puedo abrir portales que unen dos puntos, es como teleportarse pero sirve para muchas más cosas.    -De pocas cosas podía fardar Moussa, pero su poder era una de las pocas y la que sin duda, más le apasionaba. En su pequeña cabeza ya no cabía la idea de vivir sin su poder. Perderlo sería peor que torturarlo durante el resto de su vida.    -¿Sí? ¿Me das una? ¡Yujuuuu!

La alegría del muchacho era auténtica, de hecho se había olvidado ya por completo de que era lo que le había llevado allí en primer lugar. ¿Sufría de Deficit de atención? Era probable al igual que también era probable que su inmensa curiosidad y su capacidad para actuar sin pensar, fuese lo que le estuviese arrastrando a situaciones como aquellas.

Tras echarse a un lado para dejar pasar al cocinero, siguió sus pasos hasta el interior de la cocina y se puso de puntillas para echar un vistazo al lugar. Siempre venía bien saber donde guardaban la mejor comida, por si alguna noche le entraba algo de hambre.

-¿Tienes helados de chocolate? Es bueno saberlo...   -Indicó siguiendo la broma. La verdad que aunque no le conocía, el cocinero ya le caía bien. Si algo había aprendido Moussa con el paso del tiempo, es que un cocinero generoso con la comida, es sin duda un amigo al que cuidar. Nunca se sabe cuando va a llegar la época de las vacas flacas y el hambre va a llamar a tu puerta.

-Sip, soy del nuevo curso. Me llamo Moussa, aunque ahora todos me llaman Atajo.    -Entrelazando los dedos de las manos tras la nuca, continuó hablando con cierto aire pensativo. Tenía la sensación de que se le olvidaba algo, pero no lograba dar con ello. Bueno, no sería nada importante si no lograba acordarse. Aunque claro, el dulce aroma de natillas recién hechas le impedía pensar con claridad.      -Soy del SG4 o bueno, el grupo cuatro como nos llaman los profes. Nosotros junto a un par de veteranos, somos los que liberamos a los profes de las fuerzas del doctor loco ese que atacó el otro día la escuela. Yo quería hacerme con su nave nodriza, pero al final no pudo ser.     -El muchacho se encogió de hombros con un ligero toque de tristeza en su mirada al recordar que había perdido la oportunidad de hacerse con una nave.    -¿Como te llamas? ¿También tienes superpoderes? Oye, yo puedo teleportar a la gente. De momento a tan solo unos pocos kilómetros. Pero es más que suficiente para ir hasta la ciudad. Ya te portas guay conmigo, yo también lo haré contigo. Si alguna vez necesitas viajar a la ciudad o algo así de forma rápida, avisame.

 

Cargando editor
01/09/2016, 15:27
Narrador

- ¡Guau! – exclamó el cocinero cuando Moussa le reveló que había salvado la escuela en su primer día -. Habría molado tener una nave de esas, sí.

Moussa no paraba de hablar, aunque a su nuevo amigo no parecía importarle. Le escuchaba con una sonrisa e iba asintiendo a medida que el senegalés le contaba cosas.

- Me llamo Juanjo – se presentó finalmente -. Soy mutante, aunque no te creas que soy un héroe de esos ni nada – negó con la cabeza mientras reía -. Básicamente trabajo aquí porque no les importa contratar a gente como yo. De hecho hasta prefieren personas que estén acostumbradas a… a ver a gente con poderes y esas cosas, ¿entiendes?

Por desgracia, los mutantes todavía eran temidos y repudiados en muchos sitios.

Juanjo no perdía el tiempo mientras hablaba. Estaba ya haciendo los preparativos para la cena.

- Y gracias por la oferta, lo tendré en cuenta - sonrió ampliamente -. ¿Sabes? Normalmente los estudiantes no se pasan por aquí más que para robar postres – dijo, aunque no parecía enfadado al respecto -. Me caes bien. Puedes coger un helado de chocolate cuando te vayas. Y alguno más para tus amigos – Juanjo señaló la nevera metalizada al fondo de la cocina.

Cargando editor
02/09/2016, 20:42
Iván Auriol

No, no, no, no. Esto no podía estar pasando. ¡Se suponía que tenían que gastarle una broma al profe no ponerse en peligro! El maldito cubo no hacía nada, y no podía desactivar la seguridad de la caja. ¡Aquello era de locos! Fantasma estaba perdiendo el control y era casi del todo intangible, y ni aun así la cosa esta quería soltarle.

- ¡No sé qué hacer!

Exclamó, frustrado, lanzando el inútil cubo contra la pared. Aquello era precisamente lo que más temía de todo aquel plan, que no sabían con que se enfrentaban. Sus profesores eran personas excepcionales que seguramente se enfrentaban a enemigos y problemas excepcionales, y debían tener salvaguardas especiales para ellos. O simplemente una tecnología que Iván no entendía, ya le costaba entender la tecnología de hoy en día como para seguir el ritmo de los superhéroes.

- ¡Solo se me ocurre intentar romperla! – miró a Fantasma, pidiendo su aprobación – Te recomiendo que seas tan intangible como puedas, mis poderes no son muy precisos. César ayuda si puedes… Pero no calientes la caja directamente.

Iván empezó a acumular la caótica energía que corría por sus venas, docenas de pequeñas luces zumbando alrededor de su mano, esperando a que le dieran el visto bueno.

Cargando editor
03/09/2016, 01:30
Moussa Dakar

Moussa hundió la cuchara en la natilla ansioso por probarla.   -¡Ummm! ¡Qué buena!   -Alcanzó a decir antes de continuar devorando la natilla con apetito voraz. Mientras lo hacía prestaba atención a Juanjo, Parecía el típico trabajador honrado que desea vivir su vida en paz sin meterse en problemas. En aquello difería mucho con Moussa, pues el joven tenía un don innato para meterse en problemas y en especial ahora que había descubierto que poseía poderes especiales. 

-La gente es idiota. Odia a los que tienen poderes, pero luego bien que nos lloran cuando las cosas les van mal. Además en realidad, les da igual que alguien sea mutante o no, la gente lo que quiere es discutir y tener jaleos. Si quieren problemas contigo, usarán cualquier cosa para justificarse. Como que seas mutante, negro, uses gafas o lo que sea. Lo mejor es pasar de ellos y mandarles a la mierda. ¿Sabes? Cuando tenga mucha pasta me compraré una isla desierta y me iré allí a vivir, así no tendré que aguantar a gentuza.

Tras terminar la natilla, la deja a un lado para acto seguido encogerse de hombros.

-Por lo que he visto, hay mucho principito y princesita en la escuela. Se fijan solo en los profes, el resto del personal es como si fueseis invisibles para ellos. ¿Pero sabes qué? ¡Qué les den! La gran mayoría se creen que los profes son grandes héroes y que si les hacen la pelota llegarán a ser algo en la vida. Yo prefiero relacionarme con gente que tiene los pies en el suelo. De hecho hay algunos profes que...    -Los ojos de Moussa se abrieron de par en par al recordar lo que le había llevado hasta allí. Prometió al grupo que regresaría en un instante, pero había perdido la noción del tiempo y los había dejado tirados en la habitación. Uoh oh...seguramente todos se mosquearían con él, así que más le valía tener una buena escusa. Aunque por otro lado, con los poderes que todos esgrimían tampoco es que tuviesen muchos problemas para salir de allí si la cosas se complicaba.     -¡Ups! Me acabo de acordar que estaba ayudando a unos compañeros y ya voy tarde. Si de esta no me matan, no lo harán nunca. Tengo que irme, un placer conocerte, Juanjo. Volveré por aquí en otro momento. ¡Nos vemos!

Agitando la mano a modo de despedida desapareció por uno de sus portales, pero un par de segundos después volvió a reaparecer, mostrando una de sus grandes y pícaras sonrisas.   -Esto...creo que me llevaré unos helados ¿Vale? ¡Muchas gracias por todo, hasta la vista!

Tomando un helado para cada miembro del grupo, con el que pensaba firma la paz, se teleportó hasta el contenedor de basura. Buscó la bolsa más apestosa y regresó a la habitación del profesor.

Cargando editor
06/09/2016, 10:02
Narrador

César asintió ante la propuesta de Iván.

- Dale duro, Vent.

El muchacho acumuló su energía, las pequeñas luces danzando alrededor de su mano. Entonces descargó el poder contra la caja que tenía atrapado a Fantasma.

La luz multicolor traspasó a Fantasma sin problemas y fue a estrellarse contra la caja. Una pequeña explosión luminosa cegó a todos los presentes durante unos segundos.

Aquello debía de haber hecho algo, ¿verdad?

Cuando todos pudieron volver a ver se sintieron algo decepcionados. La caja seguía en su sitio, intacta. Aunque la pared a su alrededor estaba resquebrajada, debajo de esta se advertía un revestimiento metálico. La gran cama doble también había resultado algo perjudicada.

Con eso seguro que habían llamado la atención.

- Podría intentar fundirla, pero… - sugirió César – no voy a calentarla con Fantasma “dentro”.

- ¡SACADME DE AQUÍ YA! – gritó Fantasma desesperado.

Entonces se sucedió una extraña serie de acontecimientos.

Moussa apareció de pronto, teletransportándose a sus espaldas. Llevaba consigo una bolsa de basura y cuatro helados de chocolate.

Cargando editor
06/09/2016, 10:02
Narrador

Juanjo se despidió con una sonrisa. Moussa, tras coger los helados y la basura, se teletransportó de nuevo al cuarto del león.

Lo que vio allí no lo dejó indiferente.

Se encontró a Fantasma desnudo con un brazo metido en la caja fuerte que habían encontrado encima de la cama, tras la fotografía de la sabana. Era extraño pues parecía que el muchacho colgaba de la caja, como si estuviese agarrado a esta. La pared alrededor de la misma estaba resquebrajada, como si alguien la hubiese golpeado con fuerza. A través de las grietas se advertía un revestimiento metálico. Junto a la caja fuerte un panel brillaba intermitente con una amenazante luz roja, en éste se podían leer las palabras:

[color=#FE2E2E]“BRECHA DE SEGURIDAD DETECTADA, SELLO MOLECULAR ACTIVADO”[/color]

Fantasma parecía histérico, pedía a gritos que “lo sacasen de allí”.  

César e Iván estaban con él. Los dos también parecían alterados, miraban con nerviosismo a Fantasma.

Era fácil presuponer que algo había salido mal en su ausencia.