Partida Rol por web

La Inquisidora, mostrando su poder sagrado una vez más, se lanzó como una exhalación hacia el traidor mientras gritaba que lo mataran, pero no dio tiempo. La espada danzó por el aire e impactó en pierna izquierda del traidor, que había movido el cuchillo para cubrirse el pecho, pero sin éxito.

La espada se hundió en la carne y amputó la pierna como si fuera un trozo de mantequilla. Un astartes podría sobrevivir a eso, pero lo que no podían hacer frente tan facilmente eran los asaltos psíquicos. En cuanto la espada tocó la carne del traidor, creó un puente por el cual el poder de la Inquisidora atravesó hasta el cuerpo del traidor. Unos rayos surgieron de la espada e hicieron que el astartes que se había rebelado se convulsionara mientras un montón de chispas saltaban por su servoarmadura.

Los otros astartes se apartaron de la muerte de su antiguo hermano mientras la armadura del traidor comenzaba a echar humo y, por el agujero de la pierna, un líquido marrón oscuro casi negro salía como si fuera un grifo medioabierto. Cualquiera podría pensar que era sangre, pero en realidad era todo el cuerpo del traidor.

La Inquisidora lo había licuado por completo.

Tras eso, Domitian y Jael soltaron los cuchillos y alzaron las manos. Los sensores de la Inquisidora mostraban el enmarcado en verde de los aliados, y aunque estos se habían enfrentado a los dos rebeldes no le querían dar ninguna duda a la Inquisidora de su lealtad.

En cambio Godsmote se acercó a la Inquisidora, se arrodilló y la ofreció su cuchillo por el mango- Se que ahora todos somos posibles traidores -dijo con su vozarrón- solo pido que haga lo que haga, que sea rápido.

Un vistazo al tribalista mostró algo espeluznante. Los fetiches y medallones brillaban con cierta luz blanquecina, como la que se veía en los objetos sagrados y tocados por el Emperador o algunos de sus santos. Parecía que eso podría interpretarse como que no mentía, pero todas las interpretaciones eran eso siempre, interpretaciones, por lo que no se sabría que era hasta un momento en concreto, o quizás nunca.

Septimus se acercó al tecnomarine y se dispuso a realizarle los primeros auxilios. El resto de la escuadra tomó posiciones y comenzaron a patear y golpear las paredes para evitar que otro xeno les emboscara. 

Septimus con una habilidad sin igual quitó el brazalete de la armadura del tecnomarine, le curó la herida y la suturó con el Narthecium. Ahora Blitz debería de activar la forja, porque el tiempo se les estaba acabando.

Leah resopló por la nariz e inspiró hondo cerrando los ojos. Las manos enguantadas en los guanteletes de la servoarmadura se cerraron en torno al mango del cuchillo que Godsmote le tendía.

-Tomad vuestras armas- respondió de nuevo dueña de sí misma, su voz mostraba la calma habitual y recuperaba su tono casi un susurro. El acto de Godsmote le pareció emotivo y, pese a que ahora la sospecha de los posibles traidores caían sobre ellos, también había dado muestras más que de sobra de lo que les deparaba si elegían el mal camino.

Empujó el cuchillo hacia Godsmote y le ayudó a incorporarse.

-El Emperador nos guarda- afirmó vigilando las reacciones de los tres astartes que quedaban. Miró a un lado y a otro de la bifurcación del pasillo- Jael, vigila la retaguardia- ordenó cerrando los ojos, extendiendo con la misma cadencia de una marea las ondas psíquicas que recorrieron el lugar, en un esfuerzo de la inquisidora por orientarse.

- ¡Buen trabajo escuadra! - Animó Phalanax a sus hermanos después del combate. Los restos sanguinolentos de decenas de criaturas poblaban el pasillo, dando lugar a una situación que un hombre normal no tendría estómago para soportar.

- Replegaos fuera del pasillo, unamonos al resto de escuadras - Dijo mientras hacía ligeros movimientos con la mano izquieda mientras sujetaba el bólter con la otra para reforzar sus órdenes con los signos de combate.

- ¿Cuánto tardarán las defensas en activarse Verticorda?- Decía mientras su unidad se reagrupaba en los alrededores y se dirigía a la zona inicial que tenían que ocupar.

-Gracias hermano Diomedes y muy bien hecho hermano Eikos.- se sincera el tecnomarine una vez le ha curado su hombro.

Se levanta y observa a los demás marines buscar otro posible foco de peligro. Algo más seguro, Blitz se acerca de nuevo a los mandos. No podían perder más tiempo.

Sin demora, el tecnomarine se pone manos a la obra y empieza a reactivar la forja.

Nathaniel observo como todos los oponentes xenos habían caído por las salvas continuadas de el y sus hermanos, al final Verticorda había avisado de que los sistemas se inicializaban y suponía que tendrían que alcanzar un nuevo lugar desde el cual acceder al resto de sistemas para iniciar la forma defensiva del Mons.

Mientras escuchaba a su Sargento comunicarse y esperar las confirmaciones de Verticorda, el Devastador contemplo su arma y vislumbro la conexión de esta para ser informado de que poseía los 2 cargadores de su arma a la mitad.

- Sargento, le informo de que he usado la mitad de mi potencia de fuego. En este momento solo puedo mantenerme en un combate durante unos segundos antes de ser únicamente útil en el cuerpo a cuerpo.- Confirmo con Phalanax

-No debe agradecérmelo, hermano tecnomarine Storm. Es mi humilde servicio al Emperador-dijo el apotecario, una vez terminadas las curas, volviendo a aferrar el bólter entre sus manos. Podría aparecer otro líctor, o cualquier otro engendro tiránido, y debían ser capaces de hacerle frente rápidamente. 

Blitz se acercó a las consolas de acceso y comenzó a obrar la magia del mechanicum. El sonido de los zumbidos de los generadores era cada vez mayor y otras de las consolas comenzaban a activarse con parpadeos de las pantallas. Los demás astartes que quedaban permanecían en guardia mientras asentían ante la activación de la Forja. 

Ese sonido era uno de los principales motivos por los que estaban allí y cuando estuviera reactivada del todo, el terminar de conquistarla sería mucho, muchísimo más fácil.

-Depende de si tienen acceso ya el punto de control principal, yo solo he proveído de energía secundaria a la Forja para que no estuviéramos completamente a oscuras y les fuera más sencillo -dijo mientras se reunía con el resto del grupo.

El hermano Tylos habló- aun así deberíamos ir matando todo lo que encontráramos, pues aunque activemos todo este edificio necesitaremos que esté limpio para poder asegurar la zona.

Parecía que el tecnomarine avanzaba a buen ritmo, lo que sin duda facilitaría enormemente la recuperación de la Forja. Con un poco de suerte, pronto habría acabado el trabajo con las máquinas, y todo estaría activo de nuevo y a su favor para reconquistar el planeta, y después el sistema, expulsando la amenaza tiránida. 

"Dios Emperador mediante, alcanzaremos la victoria. No puede ser de otro modo."

Blitz avanzaba a buen ritmo. Sorprendido por la similitud con la forja a la que estaba acostumbrado y los sistemas que le habían enseñado, descubrir que aquella forja se parecía tanto fue todo un gozo. Los comandos, secuencias y botones eran prácticamente idénticos y se sentía cómodo activando la Forja. Como si estuviese en una práctica más.

"Concentrate Jean. Debes concentrarte. Nada puede salir mal ahora. Tenemos que recuperar la Forja. Por el Omnissiah"

-Sí, mi lady -dijo mientras giraba y comenzaba a mirar hacia atrás, pendiente de cualquier cosa que ocurriera mientras Godsmote se ponía en pie y guardaba el cuchillo en su vaina y empuñaba el bolter. Todos parecían nerviosos por lo ocurrido y la Inquisidora intentó hacer su trabajo.

Se concentró y una oleada de poder psíquico surgió de una sala situada por el pasillo de la derecha. No era el poder de la disformidad, era el poder del Caos. Algo había ahí mancillado por el poder que reside en el empíreo. Eso alertó a la inquisidora de que lo que podían encontrar podrían ser algo peligroso, muy peligroso.

-Caos...- siseó asqueada mientras sacaba la pistola bólter  y la espada para acercarse a la puerta de la derecha. Miró hacia Godsmote y Kerso para que se acercaran con evidente aire de "preparáos porque esto va a ser gordo".

-Kerso, coge tu arma y abre la puerta, según la abras te quiero rodando para algún lado o hincando una rodilla en el suelo pero no quiero tu cuerpo en nuestra línea de tiro. ¿He sido clara?- musitó con calma.

- Recibido Nathaniel, selecciona solo objetivos prioritarios para apoyarnos. - Contestó Phalanax mientras esperaba la respuesta del tecnomarine. Luego de oir el resto de comentarios volvió a expresarse:

- Ningún xeno que nos encontremos quedará con vida si se nos enfrenta Tylos, dalo por hecho, pero es prioritario reunirse con el resto de escuadras para activar las defensas de la forja y crear un perímetro defensivo de mayor eficiencia para poder limpiar la zona -

Decía mientras animaba a sus hermanos a avanzar, debían seguirle pues el ya había comenzado a marchar hacia la zona acordada durante el inicio de la misión. Por último, ahora que la forja tenía energía secundaria, quiso comprobar si los repetidores de esta hacían más fácil la comunicación con otras escuadras:

- Aquí Phalanax, líder de la escuadra D4, ¿Me recibe alguien? Hemos activado la energía auxiliar de la forja y nos disponemos a reunirnos con el resto de escuadras en la zona indicada - Decía por la radio sin dejar de estar alerta a su entorno mientras avanzaba por los pasillos de la forja.

Las luces de toda la Forja se encendieron al igual que todos los sistemas. 

Una voz mecánica sonó por los sistemas de megafonía de la Forja- Activando sistemas. Sistemas de Ventilación en funcionamiento. Sistemas de energía en funcionamiento. Sistemas de Defensa Interna en funcionamiento. Sistemas de Defensa externa en funcionamiento. Sistemas de Defensa antiaéreos en Funcionamiento.

Las pantallas se iluminaron y mostraron gran cantidad de datos, un mapa fiable de la Forja, donde estaban los xenos, donde estaban las zonas más complicadas, y lo peor de todo, el auspex de largo alcance único de esta forja mostraba como una flota entera de bionaves tiránidas se habían desviado del resto de la Flota Enjambre para dirigirse a unas coordenadas directas hacia Mons Zilos.

Casi de inmediato la voz de la Oficial de Comunicaciones se escuchó por la radio- Buen trabajo, ahora necesitamos que aseguren la Forja por completo. Que los hermanos tecnomarines alcancen terminales de acceso y manipulen las armas antiaéreas. A falta de los Servidores son los que mejor saben manejar los sistemas de dicha Forja. Aguantad un poco más.

Pero como si el activar la forja hubiera sido un reclamo, varios puntos de los xenos comenzaron a moverse por todos lados en las pantallas de los terminales. Ahora la Forja funcionaba perfectamente y podría comunicarse con todas las unidades que estaban dentro y con los Titanes, así como con el Centro de Mando.

La escuadra se ponía en movimiento mientras Phalanax intentaba contactar sin éxito con los grupos restantes, cuando de pronto las luces de toda la Forja se encendieron al igual que todos los sistemas. 

Una voz mecánica sonó por los sistemas de megafonía de la Forja- Activando sistemas. Sistemas de Ventilación en funcionamiento. Sistemas de energía en funcionamiento. Sistemas de Defensa Interna en funcionamiento. Sistemas de Defensa externa en funcionamiento. Sistemas de Defensa antiaéreos en Funcionamiento.

Casi de inmediato la voz de la Oficial de Comunicaciones se escuchó por la radio- Buen trabajo, ahora necesitamos que aseguren la Forja por completo. Que los hermanos tecnomarines alcancen terminales de acceso completo y manipulen las armas antiaéreas. A falta de los Servidores son los que mejor saben manejar los sistemas de dicha Forja. Aguantad un poco más.

Al escuchar esto, Verticorda negó con la cabeza como adelantándose a lo que pudieran pensar- El que dejamos atrás era un auxiliar, debemos de saber quien a activado la Forja y donde están y, así, llegar a ellos y ayudarlos.

-Sí, mi lady -comentó Kerso mientras miraba a Godsmote para saber si estaba preparado. Un leve asentimiento de éste le sirvió como órden y el mismo Kerso lo repitió hacia la Inquisidora para asegurarse de que estuviera preparada. Acercó la mano al interruptor de apertura...

...y las luces de toda la Forja se encendieron al igual que todos los sistemas. 

Una voz mecánica sonó por los sistemas de megafonía de la Forja- Activando sistemas. Sistemas de Ventilación en funcionamiento. Sistemas de energía en funcionamiento. Sistemas de Defensa Interna en funcionamiento. Sistemas de Defensa externa en funcionamiento. Sistemas de Defensa antiaéreos en Funcionamiento.

Casi de inmediato la voz de la Oficial de Comunicaciones se escuchó por la radio- Buen trabajo, ahora necesitamos que aseguren la Forja por completo. Que los hermanos tecnomarines alcancen terminales de acceso completo y manipulen las armas antiaéreas. A falta de los Servidores son los que mejor saben manejar los sistemas de dicha Forja. Aguantad un poco más.

Con un gruñido Kerso se quedó paralizado, a unos milímetros del interruptor, pero luego pensó que en realidad eso no iba con ellos. La misión de la Forja había cambiado y ahora mandaba la Inquisidora, y le había dicho que abrieran la puerta, así pues, Kerso pulsó el interruptor y dió un paso atrás, clavó rodilla en tierra y lanzó una granada hacia el interior, acto que fue seguido por Godsmote.

Las detonaciones sonaron como un golpe sordo acompañado de gritos y de alaridos. Parecía que dentro había humanos y no xenos. La puerta se abrió y dentro había varios humanos vestidos con túnicas con bordados de hidras verdes y serpientes. Había muchísimos de ellos, puede que llegaran o superaran la cuarentena, pero lo que atemorizaba era lo que había en el centro.

Era como una masa con unas puas quintinosas que salían de los extremos, era algún tipo de cosa xeno que estaba siendo mancillada por esos adoradores del Caos. Era un nódulo psináptico y lo estaban utilizando para guiar a los xenos hacia esa Forja.

El tecnomarine había conseguido activar la Forja. Pero estaban lejos de recuperarla. Si no actuaban rápido, los Xenos tomarían ventaja, las bionaves ya se habían empezado a mover, los xenos que permanecían dormidos en la forja también se empezaron a mover. No había tiempo que perder.

- Hermanos, proteged la entrada. Los bichos no tardaran en llegar.

Dicho esto, Jean apuntó. Estaban muy lejos, incluso con su conexión que le mejoraba la puntería mucho más de lo humanamente posible, al tecnomarine le costó apuntar. Pero apretó el gatillo seguro.

El marine asintió antes de colocarse en posición junto a sus hermanos. Con el bólter en las manos, sondeó el pasillo de la Forja, en busca de objetivos. Sin embargo, un pensamiento fugaz apareció en su mente.

-Hermano tecnomarine Storm, sugiero que unos pocos de nuestros hermanos permanezcan alejados de la puerta, vigilando la sala en general. Los xenos podrían aprovechar toda clase de conductos para intentar emboscarnos. 

Nathaniel acompañaba a su sargento y hermanos mientras trataban de dirigirse hacia el lugar que posiblemente reunirán a todos ellos una nueva ocasión. Atentos a la minima señal de Xenos por las inmediaciones, el Devastador portaba su Bolter pesado controlando los amplios espacios dispuesto a rechazar a los enemigos que se les aproximaran.

- Sargento, ¿no cree que deberíamos buscar o colocar un explorador-vigía para ver que noticias portamos del exterior? – Comento por la radio de la escuadra mientras avanzaban.