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El Regreso de los Archimagos I - Cadenas de Hierro

Un encuentro con la Luna

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04/03/2015, 22:47
Etein Luna Hibernal

La noche te tardó en llegar, impaciente por hablar a solas con la sacerdotisa de Selûne se hizo interminable la espera. Pero al final, tal como había prometido, Etein te recibió en un pequeño patio en el interior del recinto del castillo de Nueva Tílverton. En el cielo brillaba una clara luna creciente, como la enigmática sonrisa de la propia diosa.

Junto a Etein estaba Sheeana, que parecía proteger el recinto con su presencia. La anciana sacerdotisa vestía la etérea muda de las clérigas de su condición, como la misma luna ella sonreía afable con una sonrisa capaz de ahuyentar todos los pesares. Esta extendió su mano hacia ti para invitarte a acercarte a ella.

Ven, Henry Grend. Mucho has esperado ya, pero la paciencia tiene recompensa. dijo con suavidad. La luna nos observa clara esta noche, atenderá a tus peticiones y yo hablaré por la Diosa si tiene algo que decir para tus oídos. 

No sabías definir si se trataba de algún efecto mágico, pero la presencia anciana de Etein se fue difuminando ante tus ojos. No viste arrugas, vejez, solo un rostro níveo, joven y hermoso como nunca antes hubiste percibido. La sacerdotisa mantuvo su sonrisa dulce, habló una vez más.

Pregunta, Henry Grend. Nuestra Señora de Plata te escucha ahora. Nos escucha a todos, que somos sus hijos.

Notas de juego

Realizamos el rol en una escena independiente atemporal para así poder ir aprovechando el tiempo. Este suceso se dará por la noche, hacia las 23h y se alargará hasta la medianoche (para cuadrar los tiempos ;))

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09/03/2015, 00:40
Henry Grend

Henry había logrado esperar al anochecer sin volverse más nervioso de lo que ya estaba. Lo cierto es que después del viaje tan largo que había hecho, estás últimas horas habían sido las peores.
Una vez más recordó a Chelen y le agradeció su ayuda. Tendría que recompersarselo de algún modo.

El explorador entró al recinto y saludó con una inclinación de cabeza a Sheeana, lo cierto es que no le importaba que estuviera ella. Confiaba en la mujer.

Se arrodilló ante la sacerdotisa de buena gana, y tras sus palabras y gestos se acercó confido.

Muchas gracias por atenderme. No soy más que un humilde padre que tiene la fortuna de tener amigos de verdad que le quieren ayudar en esta ardua empresa.

Quisiera saber, necesito saber si mi pequeña está bien. Si está viva. Moveré cielo y tierra para encontrarla, pero no puedo hacerlo solo. Necesito ayuda. Una dirección, una pista. A partir de ahí iré hasta los nueve infiernos a rescatarla si hiciese falta.

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19/03/2015, 12:07
Etein Luna Hibernal

Con calidez maternal, Etein te alzó de tu postura como quien levanta a un niño que ha caído. Mirándote a los ojos te contagió de la extraña paz que manaba de ella, a su vez te pareció que la luna refulgía con mayor intensidad y quedaba reflejada en la mirada de la sacedotisa.

Trata a tus hermanos de fe como tus mejores amigos, joven Grend. No has de arrodillarte ante mi, pues antes que sacerdotisa soy una amiga. sonrió aplacando tu nerviosismo. El velo que transformaba aquella anciana en una grácil doncella te ofuscaba, te hiciste una idea de como debió ser Etein de joven y, a pesar de no gozar de la belleza exuberante de las seductoras sacerdotisas de Sune, podías ver que se trataba de una mujer de una belleza serena y hechizadora.

Tras escucharte, Etein asintió mientras se alejaba de ti unos pasos. Viste como cerraba los ojos, alargó un silencio de segundos que se tornaron horas, entonces el cuerpo de la sacerdotisa empezó a moverse con fluidez bañado por la luz del rostro de la Diosa. Una sutil danza empezó a brotar de los movimientos de Etein, una de conducida por la ausencia de gobierno en estos y con espasmos conectados en gestos cada vez más intensos. La danza ritual de la sacerdotisa enturbiaba los sentidos, definitivamente no veías a la anciana que habías conocido sino a una joven mujer de facciones apenas disimuladas por la túnica blanca que bamboleaba espoleada por los movimientos del baile. Brotó un mantra de los labios de Etein, una repetición átona que no lograbas descifrar y solo conseguía espolear la danza envuelta en ritmo frenético. La luna pareció dotar de un fogonazo el patio, el brillo te obligó a cerrar los ojos y al abrirlos viste a la Etein anciana postrada sobre el suelo, con el pelo alborotado y respiración pesada.

Dirigió su mirada tranquila hacia ti, pero sus ojos brillaban níveos sin rastro de los ojos de Etein. Tus dudas acerca de la identidad del ser que tenías delante duraron poco, pues aunque los ojos seguían refulgiendo con aquel brillo era la voz de la sacerdotisa la que te hablaba.

Tu hija.. está bien, pues con su familia se encuentra ahora. Miedo, desconocimiento, espera. La sangre no es agua, fluye por sus venas antigua y espesa. Su sangre es importante, pues la Sombra la reclama. su frente se arrugó compungida. Hay tiempo, Henry Grend. Las cadenas de hierro forjan sus eslabones de codicia y ambición, atada con esas cadenas ella y otros tantos de su sangre. Hay tiempo, Henry Grend, pero la Sombra pronto reclamará lo que es suyo. Y si lo hace.. la hija que tuviste una vez desaparecerá para siempre.. engullida en el olvido.

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24/03/2015, 00:36
Henry Grend

Henry asintió y sonrió un poco cuando la sacerdotisa habló de sus compañeros. E hizo lo que le pidió y se levantó agradecido del honor que le brindaba. Pues el trato que le ofrecia no era como al de un suplicante, sino casi como a alguien a quien apreciaba.

Una cosa más que tengo que agradecerle a Chelen sin duda.

Cuando Etein se puso en trance el viejo explorador aguantó la respiración. Pero cuando habló su corazón se detuvo. Procuró no perder detalle de lo que decia, memorizandolo todo por si acaso lo necesitase más adelante.

Elora...Está viva. Gracias a Selune, y por lo que entiendo está con su madre. Me alegro, así no estará tan asustada. Pero...¿Donde está? ¿Cómo la encuentro?
¿Su sangre? Van a sacrificarla. No. No lo permitiré.

¿Qué es la sombra? ¿Donde la puedo encontrar? ¿Por donde empiezo?

Las lagrimas caian por su mejilla, pero al menos tenía esperanza al saber que su hija estaba viva. Y si lo estaba, la encontaría.

Notas de juego

Perdón por tardar en postear. Hubiera jurado que ya lo había hecho.

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27/03/2015, 02:56
Etein Luna Hibernal

La sacerdotisa te miró compungida, en su rostro iluminado por la luna afloró una cierta tristeza cuando empezó a hablarte.

La Sombra.. la Obra de la Dueña de la Noche.. cuyo nombre no pronunciaré aquí. dijo con solemnidad. Los mensajes de la Señora de Plata son crípticos, Henry. Envueltos en nieblas, su noche ha alcanzado a tu hija.. y a su madre. Ambas están tocadas por los deseos indescifrables de los que sirven a la Señora de la Pérdida, ellos desean algo.. algo de ambas.. hablaba con gravedad, con los ojos entrecerrados como si aún vislumbrara los mensajes lunares de Selûne. El brillo lunar de su mirada se había atenuado, pero aún persistía el fulgor plateado.

Una no puede penetrar en la noche sin peligro, Henry. Pero lo suficiente como para saber que el camino que ahora llevas.. te volverá a reunir con tu hija.. de un modo u otro. respiró profundamente antes de proseguir. A ti corresponderá el modo, pues incluso los dioses no son dueños del Destino.

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30/03/2015, 17:51
Henry Grend

Henry sabía a quién se refería la sacerdotisa con La Dueña de la Noche. No obstante no entendía qué podía querer Shar de su hija. O de su exmujer, ya puestos.
No obstante nada de eso importaba ahora. Estaban vivas, en eso tenía que centrarse ahora. Pero desgraciadamente no sabía por donde empezar la busqueda.

Muchas gracias por vuestra ayuda mi señora. Me habeis dado fuerzas para continuar esta busqueda, y eso era algo que necesitaba realmente.
Volveré con el grupo que se ha formado para encontrar a los desaparecidos y les diré quién es la responsable final de esto. Quizás ahora, sabiendo a quién nos enfrentamos, podamos encontrar alguna pista nueva. Puede que algunos de sus sacerdotes estén ocultos por la zona, y lo mismo son más fáciles de encontrar.

La advertencia de Etein no era para tomarla a la ligera. No obstante, el viejo explorador estaba decidido.

Sólo porque el camino sea peligroso no por ello he de dejarlo. Como ya he dicho, por mi hija cruzaré los páramos infernales si hiceran falta.
Mientras me quede un soplo de aliento en mi cuerpo, seguiré con esta busqueda.

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06/04/2015, 13:10
Etein Luna Hibernal

La sacerdotisa te miró con gesto maternal, no sonreía ahora pero seguía transmitiéndote la paz que manaba de su alma. En su mirada había gran preocupación, pero también esperanza, ninguna emoción escapaba de su semblante y, viendo la reunión finalizada, asintió profundamente.

Nuestra Señora de Plata te alumbre por la noche que vas a atravesar, Henry. Su rostro esté siempre contigo cuando todas las demás luces se hayan apagado. dijo con calidez.

Notas de juego

Si quieres preguntar algo más a Etein, adelante. Sino damos por concluida la escena ;)

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06/04/2015, 17:11
Henry Grend

Henry asintió a las palabras de la sacerdotisa y nuevamente le hizo una reverencia. Antes de marcharse miró también a Sheeana y le sonrió agradecido.

Muchas gracias de nuevo por todo, mi señora. Que Selune vele siempre por vos para que podais seguri ayudando a los necesitados como yo.
Selune os bendiga.

No había mucho más que decir, y demasiado por hacer. Por lo que el viejo explorador se dispuso a reunirse con los demás.

Notas de juego

Por mi la podemos dar por concluida.

Me ha dicho varias cosas importantes. Le ha faltado un mapa con la dirección a seguir, pero bueno. ;)