Partida Rol por web

¿Que sucede Zarus, esto tendrá algo que ver con la enfermedad? - Le pregunto a Zarus de cerca y con voz discreta, Milkahá escuchaba confundida a unos y a otros mientras hablaban de incendios y monedas mágicas, la chica no tenia pista alguna de lo que sucedía ahí pero seguramente Zarus si pues le había mencionado que también investigaba algo relacionado con un incendio.

Entonces Ramase menciono algo sobre detectar la magia de las monedas, y a Milkahá se le ocurrio que para eso si era buena, pero no menciono nada pues en esos asuntos uno no se puede andar metiendo así como así, si hacer algo como eso la dirigiese a los culpables de la enfermedad que mato a sus amigos lo aria sin dudar pero no tenia idea de como esos sucesos podían relacionarse.

Mhhh, seguía mirando la moneda. Yo podría detectar magia si antes consigo almorzar algo, señor mío. Cuando le miraron, quizá sorprendidos por la condición que ponía, dijo: es que voy teniendo hambre, nada más. ¿Qué se pensaban?

Las palabras de Nith le dieron mas o menos igual a Zarus. Con arco en mano, pero en un fijo tono relajado, escuchó lo que tenía que decir el mediano, sin que mucho le impresionara su discurso. -Entonces no le conoces...?- dice con media sonrisa en su rostro.

Milkahá se colocó junto a Zarus bucando algo de respaldo pues parecía no saber que hacer. -Aun no puedo asegurar nada, pero quiero saber un poco mas.-

La revelación de Ramase daba a entender que había que andarse con cuidado con esas monedas, su magia era real y sus efecto un misterio. Por otro lado Uffern tambien aportó un dato muy interesante. Zarus conocía al semi-gigante y a la chica de nombre Aire y... a su zapo, Aristoteles. Aunque perturvada era la palabra que mejor le describía, Aire sabía decir cosas que se ajustaban a la realidad. Algo no le terminaba de gustar de este mediano. -Conozco bien a la chica de la que hablas. Ella fue quien resultó atacada por el tipo que inició el incendio en la Cabra de Mildre. Aquel sujeto quería sus monedas.-

Zarus nuevamente tomó la palabra para dirigirse al dueño de la posada que recién había ido quemada Y bien... Si este mediano fuera el responsable, que harías con él? pregunta con un claro tono de desencanto por el asunto, le deba francamente lo mismo lo que quisieran hacer con el tal muerde rodillas.

Volviendo la mirada sobre Agakor, Zarus le habló con tono exigente Te preguntaré una vez mas: Tienes algo que ver o no con el enano de la Pezuña en la Boca? era preciso que a Zarus le quedaba poca paciencia y que desconfiaba por completo del presunto piromano.

- ¿Almorzar?- El verbo sonó extraño en la boca de Ramase, como si fuera una palabra que acabara de aprender. Lo cierto es que él perdía el apetito con facilidad y le extrañaba que alguien supeditara una misión por algo de yantar.- Ya tendrás tiempo de comer algo cuando hayas acabado. Ahora que tienes arco y flechas podrás cazar algún conejo, supongo.- Dijo no sin cierta sorna a Morunom.

Ankus además de confuso estaba agotado, así que no era capaz de distinguir con claridad. Las palabras del mediano le daban vueltas en la cabeza, así que ante la pregunta de Zarus no pudo más que encogerse de hombros. Desgraciadamente tampoco tenemos pruebas contra él, solo sabemos que él salió de allí y que después la habitación prendió fuego. Así que le miró directamente para saber cuál podría ser su opinión al respecto. Dejaos de marearnos y ser concisos con vuestras respuestas, le djo a Agakor, contesta a lo que te han dicho y respondéme a mi también. ¿Sabes como se originó el fuego que hubo en mi taberna, concretamente en tu misma habitación? Resulta muy sospechoso, y quiero saber qué tienes que opinar al respecto. ¡Y por favor, se breve! Si veo que tratas de volver a marearnos te acusaré de intentar prender fuego a mi taberna. ¿Entendido?

Zarus arqueó una ceja al escuchar a Ankus, se notaba que no le quedaba mucha fuerza, ni paciencia. Luego de meditarlo un poco, era preciso intentar algo... Se acercó a Muerde Rodillas a paso lento, mientras una singular media sonrisa se le dibujaba. -Se ve que te tienes mucha confianza?- le dice en bajo tono mientras le rodeaba hasta quedar justo en frente de él y luego dar unos pasos mas para quedar cerca de su oído derecho y cursar unas cuantas palabras.

Una vez Zarus obtuvo la atención del mediano, se dispuso a hablarle lo suficientemente cerca para que nadie mas le escuchara. -Vamos... A mi no me engañas. Eres tan culpable de quemar esa taberna, como cualquier otro lugar por el que hayas pasado y en los que misteriosamente se prendió fuego. Pero bueno... Quien soy yo para juzgarte. Si tuviese el poder suficiente le prendería fuego a toda esta maldita ciudad. Así que... Te ayudaré con esta gente, si me dices como puedo dejar en cenizas un lugar al que le guardo un "cariño" muy especial.-

¿Perdirle ser directo o breve a muerde rodillas? ¿Porque acaso no pedian que llueva de abajo a arriba? Solo lo habia conocido un dia, y ya sabia que eso era practicamente imposible.

La situacion y el agotamiento ya eran nefastos en Nith, y sus ojeras lo delataban. La situacion se habia vuelto tensa y el, en su ignorancia y cansancio, no habia podido preveer que la situacion se convertiria en una caza de brujas en la que podrian realmente matar al mediano. Aunque debia decir, que no esperaba la historia de las monedas, y aunque costara creer. ¿Realmente el podria inventarse tal cosa? Ciertamente eran raras, y al parecer habia un monton de personas interesadas por ellas.

Supongo, y solo supongo, que si damos por un segundo la oportunidad de creer que las monedas pueden provocar eso, la historia tendria sentido, al igual que la mayoria de los incendios. Ese grupo encontro las monedas, una parte la repartio por la ciudad gastandolas borrachos, luego en alguno de los lugares donde estaban alguien o algo cumplio las condiciones para que desaten el fuego, y pum.Varios incendios aparentemente aleatorios en donde solo algunos pueden ser cubiertos por acusaciones a enemistades.

Una vez que veo a Zarus, el tetrico y aparentemente frio Zarus, al que hasta ahora que no tomo el personaje de acusador, no habia notado lo tetrico y frio que podia ser, se acerco a hablar a Muerde-rodillas para hablarle al oido. ¿Una amenaza? Mejor intentar oirla

Comienzo  a perder la poca paciencia que me queda y la historia me esta empezando a cargar pero ahora miro al mediano con otros ojos porque esta claro que la magia es la culpable pero aun queda un detalle que puede hacer que me incline a creerle o no  . Tu muerderodillas , contesta con sinceridad eres el mediano al que la tal Aire  acusaba de ser una criatura demoniaca y si lo eres porque decia eso de ti  ?

La chica solo observa por el momento, mira a todos los ahí presentes, los escucha hablar atenta a su tono ve lo que llevan puesto mira a todos y calla, sostiene su báculo mientras Avy (pequeña comadreja hembra de color naranja con pecho blanco) sale de su escondrijo, una pequeña canasta de mimbre en forma de ovillo que cuelga de la delgada cintura de la chica, se coloca en su hombro y comienza a olfatear a su alrededor para poder enterarse de lo que sucede ahí. 

Ramase esperaba aparentemente paciente la respuesta del mediano mientras susurraba a Morunom unas palabras.

- La moneda es de otra región aunque desconozco la procedencia. Quizá tu...- Dejó caer Ramase.- Además estaba caliente, por lo que no descarto que de verdad sea la que produjera el fuego.

- Pueeeeeeeees.......... no lo sé. - Contestó el mediano, encogiendose de hombros con una actitud jovial e infantil como si no le estuvieran acusando de nada, ni estuvieran a punto de lincharle. - Le enseñé la mía, y soltó algo así como... "¡Oh cielos! ¡No veia una así desde.... desde...." - Dijo, imitando la voz del dueño del local. - Y se calló. Pero calló de callarse ¿eh? No de que se cayera, que aquí la gente habla raro y luego me acusan de hablar raro, de quemar cosas y de ser bajito. ¿Sabeis que me han conbrado por entrar en la ciudad? Es porque soy mediano. - Explicó, marchando por las ramas para que después, otro de los presentes lo devolviera a la conversación.

- Eh..... - La cara de Agakor se fue deformando lentamente hasta crear una extraña mueca de extrañeza inusual. Las palabras del aquel tipo -a mencionar, Uffern- le sonaban a enano. Pero enano de las profundidades oscuras de la tierra, como poco. Por que aquella historia, le estaba pillando de nuevas y era algo que quedaba en evidencia. Al menos hasta que dijo que alguien se llamaba "Aire" - ¿Aire? ¡Que guapo! ¿Como el elemento? ¡Que chulo! Seguro que es druida. - Afirmó totalmente convencido de ello. Pero el resto de la historia... pues ni le venía ni le iba. No le sonaba.

- ¿Curioso el que? - Le preguntó al tipo rarito de la capucha, porque no había pillado la ironía de la coincidencia de que fueran medianos. - Yo también tengo ganas de almorzar. Tengo frutos secos y pan. ¿Quieres? - Y allí, sin demasiados aires de inteligencia, se sentó de piernas cruzadas y sacó algunas cosas para comer, todo comida de viaje, pan duro y frutos secos, pero algo era. - Toma, toma, come. No te cortes. - Añadió, señalando a Morunom.

Miró entonces al tipo, Ankus. Al dueño de la taberna con medio mendrugo de pan duro en la boca. Y le pidió explicaciones. Se limitó a encogerse de hombros. - ¿Con una vela? - Preguntó, encogiendose de hombros. Era la forma más evidente de que algo se prendiera fuego en una taberna. - No lo sé, cuando yo me fui estaba todo... normal. Como cuando entré. ¡¡No estaba allí!! ¿Como voy a saberlo? Que tenga algo que ver con la moneda es lo que me parece que tiene más sentido... o que alguien quiera cargarme el muerto a mi. Como cuando quisieron acusarme de choricear berzas a la tia Felisuca. ¡Berzas! ¿Os podeis imaginar? ¡Si no me gustan! -

Pero como si fuera algún tipo de matón -le recordaba a su primo Johan el Alto- el tipo este, Zarus, comenzó a caminar a su alrededor. Y Agakor, muentras comía, lo miraba... Más que confiado, él diría que lo que estaba es agusto por que estaba sentado, pero ese era otro tema. Y entonces se le acercó.

Mira que a veces había que pensar que poner las rodillas a la altura de alguien que en su pueblo lo llaman "Muerde Rodillas" no era algo muy inteligente... Y es posible que, de no ser por lo que le dijo, le hubiera pegado un buen bocado -algo así como un pequeño tic, o algun tipo de trastorno obsesivo-compulsivo con las rodillas ajenas-

Según Zarus hablaba, las cejas de Agakor fueron subiendo en una mueca de sorpresa mayúscula. - ¡Estás-todo-loco, pirómano, majadero! - le acusó, poniendose en pie y alejandose de él -más exactamente, poniendose detrás al elfo azul (que no era elfo, pero a él eso le parecían minucias)-

- ¡Ayúdame Nith! ¡Quiere las monedas para quemar algo! - Le pidió a su antiguo compañero, dejandolo entre él y Zarus. - ¡Un sitio al que el guarda un "cariño especial"! -

- ¡Yo no se quien es esa tal Aire! ¡Ni siquiera se si soy yo el mediano ese al que se refiere! - Contestó energicamente a Uffern.

Zarus entre cerró los ojos -Es en serio!? Este desvaría mas que la loca del sapo, ya veo porque se habrán podido juntar.- pensó mientras le seguía mirando con los ojos entre cerrados, pero no dijo nada, solo estaba algo contrariado por aquella reacción. Ok, entiendo... Ya crees tener todo bajo control. dice rascandose un poco el cabello con la misma mano con la que sostenía su arco corto. Entonces no tienes problema con que traiga a Aire o al dueño de salón de rarezas para que corrobore tu testimonio? Verdad. dice con clara ironía, pensó que aquel mediano sería mas colaborador, pero ya que no quería ayudarle, no quedaba mas que echarle leña al fuego.

En realidad estas abusando de nuestra corta imaginación y si quieres que juguemos a mostrar realidades posibles, aquí podemos estar todo el día. dice luego de mirarle fijo unos segundos.

¡Ese Zarus debía estar más loco que su primo Kiko el Mataorcos! ¡Primero se acercaba, le pedía ayuda para quemar algo y ahora quería volver a acusarlo a él! Pero fue entonces cuando fue capaz de sumar dos y dos. ¿Y si había sido él quien había quemado la taberna, y ahora venía acusandolo a él para lavarse las manos? - Pues a Aire no la conozco. - Resopló. Aquel tipo intentaba tergiversar las cosas una y otra vez para echarle las culpas a él. - Pero al del salón de las rarezas sí. Estuve allí antes de venir aquí. Él me vio allí. - Se refirió a Ramasé, a quien señaló con la mirada - Estaba lleno de tierra -yo- por que había estado buscando la moneda con Bob. Bob es mi perro. - Aclaró a los presentes, por si acaso. - Así que puedes traerlo. Es un tipo "majo". ¿Sabeis que quiere decir majo, no? -

Pero claro, aquel pirómano lo miró fijamente, y Agakor se sintió intimidado y amedrentado ante la mirada, por lo que asustado, volvió a cubrirse detrás de Nith, temiendo que Zarus tomara represalias contra él por delatarle.