Partida Rol por web

No os preocupéis. Si encontráis a la persona que tiene el anillo avisadme, yo hablaré con ella y trataré de negociar. Tengo suficientes contactos en esta ciudad como para poder manejar estas situaciones. ¿Entendido?

La información obtenida no era mucha, desde luego. Ambos dos, la mediana y el caballero deberían esforzarse aún más de lo que ya lo habían hecho. Las calles de Tormentos Cristalinos comenzaban a ser realmente conocidas para Sir Barristan de tanto ir de un lado para otro. ¿Por dónde volverían a empezar? Sir Barristan no estaba seguro.

Ambos salieron del edificio de Transportes Gorrablanca. Una vez en la calle, el caballero se paró y miró hacia abajo, buscando los ojitos de la mediana.

¿A dónde vamos, mi señora? ¿Tal vez en el mercado alguien sepa algo?

-Mmmmm ese gordinflón no nos ha solucionado muchos problemas. Aunque encontrar el "Mercado Negro" no debería ser tan difícil. Antes de conocerte estuve en una taberna en la que todos daban muuuucho miedo. Seguramente allí sepan algo, pero no sé si será buena idea volver.- El aspecto de la taberna debía ser realmente inquietante para que Angelica se lo pensase tanto.

Señora mía, comienza el caballero solemne, dígame dónde quiera ir y yo iré con usted. Si alguien pretende hacerla daño yo me encargaré de él, aunque preferiría que nos pusiese en peligro sin necesidad, si me comprende. No se ofenda.

Angelica pone los ojos en blanco, como cada vez que el caballero se pone tan ceremonioso.

-Oh, vale vale, mensaje captado. Pues... tal vez podríamos buscar un puesto de joyas en el mercado, si abre hoy, y tirar del hilo preguntando cómo comprar cosas más específicas.- pronuncia la última palabra con énfasis- ¡Yo me encargo de las preguntas!

El caballero se permite una ligera sonrisa durante unos instantes en su rostro antes de contestar.

Sí, señora. Iremos entonces hacia el mercado y veremos si podemos descubrir algo allí.

ste largo edificio controla la mayoría de las importaciones que llegan a Tormentos Cristalinos. Todos los barcos mercantes recién llegados deben declarar su cargamento, antes de poder desembarcarlo o venderlo en el mercado. Transportes Gorrablanca también controla buena parte del comercio terrestre de la villa.

Alän iba con la capucha echada. Las ropas de corte metropolitano hacían que no pareciese un vulgar ladrón por ir con la cabeza cubierta, y así podría pasar desapercibido sin que la mayoría de la gente reparase en su rostro. Era importante que no le recordaran si la cosa se complicaba.

-Será mejor que nos separemos para buscar mejor. No sabemos que buscamos y cualquier cosa podría sernos útil. En un rato nos vemos en la bocacalle por la que hemos venido encontremos algo o no. Si no aparece alguno de nosotros antes del anochecer nos vemos donde tu ya sabes.

Dicho esto, el apuesto humano se separa del pequeño tunante, y pone ojo avizor a cualquier detalle, tanto para cubrirse las espaldas como para encontrar información relevante o sisar algo que les sirva. No quería pasar demasiado tiempo en un lugar tan deshabitado donde era claramente un extraño llamativo.

Argot asiente, lo mejor es buscar puntos débiles y enterarse de cuando son las rondas de la guardia. Para ello nada como buscar en alguna taberna a algún trabajador más borracho de lo normal y revisar las fachadas en busca de sitios para entrar. Los borrachos podían incluso decirte donde estaba el despacho del señor rico.

- En un rato te veo, ten cuidado pues te tengo que salvar el cuello alguna vez, amigo mío - Sonríe

Este largo edificio controla la mayoría de las importaciones que llegan a Tormentos Cristalinos. Todos los barcos mercantes recién llegados deben declarar su cargamento, antes de poder desembarcarlo o venderlo en el mercado. Transportes Gorrablanca también controla buena parte del comercio terrestre de la villa.