Partida Rol por web

- Por su puesto, ahora mismo me pongo a ello.- Dijo es un tono sarcástico visiblemente molesto. Sacar las castañas del fuego a la milicia de la ciudad. Claro, claro, no tenía otra cosa que hacer Ramase arriesgando su propia vida. Se giró sobre los talones y se marchó de allí sin decir ni una palabra más. El mal humor le aumentaba el apetito, pero el hambre de Ramase no se saciaba con facilidad.- Tengan un buen día.

-¡¡¡¡¡¡Y pensar que el pobre Sir Barristan murió queriendo librar a esta ciudad de los piratas!!!!! Un caballero tan honorable, tan bueno, tan valiente, y la guardia de la ciudad no quiere hacer nada para vengar su muerte. Vaya vergüenza. ¡Vergüenza! ¿Y para qué está la cárcel? para encerrar a hombres bienintencionado como acaba de reconocer él. -Dice señalando a Iborian, en relación al caso del que estaba hablando con Filos, que por supuesto no conoce y ha captado completamente al vuelo.

Dando bastante énfasis a su berrinche, la mediana intenta dejar claro cómo la guardia de la ciudad está dejando indefensa a una inocente mediana y sin vengar la horrible muerte de un honorable caballero.

-Pues buenos días gente "de bien". ¡Buenos días y hasta nunca!

¿Yyyyyyyyyy, tú qué es lo que quieres?

- Por las buenas, por las buenas, eso siempre. - Contestó Ramase algo sorprendido por aquel recibimiento. Se veía que el astillero era un lugar sin ley ni orden, desatendido totalmente por la inútil guardia de la ciudad.- Pero me temo que ya tengo un oficio y que, aunque quisiera, de poca ayuda podría serles, caballeros. - Se remangó la túnica y dejó ver sus escuálidos brazos con la piel negruzca y pegada a los huesos.- ¿Con quién tengo el placer de hablar? Mi nombre es Ramase.- No hizo ni ademán de coger las armas pues era claro que no tenía oportunidad.

Mi nombre no importa. Dijo el desconocido. Lo que importa es el lugar hacia el que nos dirigimos. Venid con nosotros a nuestro barco, viviréis una gran vida de ensueño como marinero. ¡Ya lo veréis! Dijo mientras hacía un gesto a Ramase para que lo acompañase hacia su barco.

Viendo la situación, Angelica decide intentar tomarse la revancha contra los grandullones. Al fin y al cabo, se merecen un escarmiento. Se esconde en las cercanías del lugar donde está siendo asaltado y saca su honda haciendo gala de todo el sigilo que puede.
Coloca una piedra en ella y apunta a uno de los guerreros, a uno que no lleve una armadura muy pesada y no sea el líder.

Los fríos e inertes ojos de Ramase escrutaban al desconocido que se negaba a decir su nombre.

- Jaja.- Rió afable.- Vida de ensueño y marinero no suelen ir de la mano. Eso hasta el más tonto lo sabe. 

A no ser que...

Ramase continuó hablando con tono tranquilo y pausado.

- Como ya le he dicho ya tengo oficio. He trabajado como enterrador y taxidermista. De lo uno en un barco poco podría hacer, pues seguro que los cadáveres los tiráis al mar sin sepultura alguna.- Era algo indecente pues las alimañas marinas darían cuenta de la carne, pero en alta mar no se podía dejar que el cuerpo se descompusiera en las bodegas.- Y de lo otro, como no queráis inmortalizar en el tiempo a una asquerosa rata, no veo tampoco la utilidad.- Ramase acentuaba la escoliosis de su ya de por sí curvada espalda aparentando más edad de la que tenía.

De pronto una luz muy brillante os ciega a todos por unos segundos. Para cuando se ha extinguido podéis ver a una mujer del norte en toda regla. Mide en torno a 1,60 y es de complexion delgada aunque, como toda mujer de su tribu, su musculatura es fuerte y tiene los musculos bien definidos, sin perder su feminidad. 

Tiene el pelo de un rubio claro, casi blanquecino y normalmente lo lleva decorado con trenzas y abalorios y su piel, blanca como la nieve, está cubierta de tatuajes y tribales en diferentes partes de su cuerpo. Tiene los ojos claros y una belleza nórdica y salvaje.

Sus vestimentas, algo más "finas" que las de Drogo, al ser de mujer, combinan, sin embargo, tejidos y bordados con pieles de animal y, ademas se ven complementados por brazaletes, pedientes, colgantes y abalorios, que, dentro de la tribu, determinan su posición y su atractivo como mujer.

A simple vista, no parece ser la tipica mujer con la que alguien se metería, no solo por su aspecto, para nada frágil o delicado, sino también por su mirada, fiera y desafiante. Y es que en el norte, una mujer como ella usa sus manos tanto para traer al mundo a cualquier niño, de la forma más delicada, como para llenarselas de sangre abriendo a cualquier enemigo en canal, o rajándole el cuello.

Y entonces ocurre algo también inesperado, un pedrusco sobrevuela las cabezas de todos los presentes para dar a parar al hombre que estaba hablando con Ramase. El pedrusco lo golpea con tal precisión que le abre una brecha en toda la nuca y éste cae inconsciente al suelo y comienza a desangrarse a gran velocidad.

El resto de hombres que estaban allí desenfundan sus cuchillos y se ponen en guardia para buscar el lugar del que procede el ataque.

Clonc

El cuerpo de Zynna dio de lleno en el suelo, apareciendo alli, de la nada. Aún sostenia aquella lanza con la punta manchada de sangre en las manos, y seguia algo aturdida por el enorme mamporro que acababa de recibir hacia unos minutos.

Se incorporó ligeramente, quedando agazapada en el suelo, con la lanza en la mano, mirando a su alrededor, con aire desorientado. ¿Qué estaba haciendo alli? ¿Y Drogo? ¿Dónde estaba?

Viéndola en aquel momento, era como alguna especie de fiera salvaje viendose acorralada. La mujer miró a los presentes, con un tintineo de abalorios al moverse, con gesto fiero y desafiante. Uno que ocultaba el nerviosismo por lo que acababa de suceder.

No sabia qué habia sido aquella magia, ni aquel resplandor que la habia transportado hasta alli. Ni siquiera sabia dónde era aquel alli. Quizás lo mejor seria preguntar a los presentes, si es que no se mostraban hostiles, como todos en aquella ciudad.

Sin embargo, ni siquiera tuvo tiempo de terminar de incorporarse cuando, de repente, vio que una piedra aparecia de la nada, golpeando en la cabeza a uno de los hombres que habia alli, y que parecia estar hablando con otro en aquel preciso instante. Y entonces se escuchó el segundo "clonc", en esta ocasión el de aquel tipo, que acababa de dar con sus huesos en el suelo tambien, solo que con peor suerte que Zynna.

La sangre no tardó en formar un pequeño charco alrededor del hombre, y Zynna se puso alerta, por si alguien intentaba culparla de aquel suceso, que parecia haber coincidido con su llegada.

Ramase aparentaba tranquilidad y sosiego mientras hablaba con aquel hombre sin comprender demasiado bien sus intenciones. Cuando una brillante luz hizo aparecer a una mujer Ramase se cubrió los ojos con la mano. ¿Qué diablos estaba pasando? De todas formas, cualquier distracción no venía demasiado mal para que lo dejaran en paz. Pero no solo eso. En un abrir y cerrar de ojos su interlocutor cayó al suelo y pudo ver la sangre que salía de una enorme brecha en su cráneo. Se acuclilló junto a él para comprobar que estaba muerto por impacto de una piedra lanzada desde alguna parte. Echó un rápido vistazo alrededor olvidándose en parte de la mujer que parecía revolverse como una fiera acorralada. Cuando vio a los hombres sacar sus navajas él hizo lo propio y empuñó lanza y escudo.

Zynna miró a su alrededor, observando a aquellos tipos con navajas, y al hombre con lanza y escudo. ¿Que estaba sucediendo alli? ¿Se estaban enfrentando?

Con aire descolocado, miró a su alrededor, al ver que su presencia no habia parecido distraerles lo suficiente de su cometido. Lanza en ristre, y preparada para atacar en caso de verse amenazada, miró a los presentes, dirigiéndose a ellos en general- ¿Sigo en Tormentos Cristalinos? ¿Donde estoy? - preguntó, dejando claro que lo suyo no habia sido una aparicion voluntaria- ¿Que está sucediendo? - preguntó de nuevo, intentando saber algo más.

La mediana duda un momento mientras procesa todo lo que acaba de suceder a su alrededor. Finalmente decide aprovecharse de la aparición de la nueva; vuelve a esconder su honda entre sus ropas y sale de detrás de su escondite gritando a pleno pulmón y dirigiéndose hacia Zynna.

-Ahhhhhhh socoooooorro nos atacaaaaan.

Hace ademán de esconderse debajo de la túnica de Zynna mientras tiembla de miedo.

-Esos... esos hombres iban a atacarnos. Son hombres malos, los conozco, se dedican a asaltar gente en el puerto.

Continúa hablando a pleno pulmón, intentando que todo el mundo alrededor se entere de la escena.

-¡Y ese hombre está muerto! !le han matado!