Ante vosotros se alzan una muralla de piedra, fabricada con grandes bloques de caliza. La muralla es enorme comparada con el tamaño de la ciudad.
La muralla tiene varias torres que protegen aún más la zona de los posibles ataques.
Finalmente vuestros caminos se juntan en la entrada de la ciudad. Un puerta de 18 metros de alto con forma de una gran "H", una pasarela sobre la carretera flanqueada por dos torres. Una gran puerta de hierro está cerrada para controlar el acceso a la ciudad por las noches, pero durante el día permanecen abiertas.
Dos guardias custodian la entrada al otro lado de la puerta. Y parecía que no eráis el único grupo que se encontraba ante las puertas.
Mientras contemplais a los allí presentes y decidís continuar hacia delante veis como un gnomo, un tipo pálido y encapuchado y un extraño humano también se acercan hacia la puerta con la finalidad de abandonar la ciudad.
El gnomo viendo que nadie dice nada, se acerca hacia un guardia y con educación pregunta "Disculpe señor guardia, sabe donde podriamos encontrar a Lady Sheeva? estos hombres y yo tenemos que hablar para ayudarle en tareas especiales escritos en un cartel que habiamos visto en una taberna!"
Habia oido rumores sobre esta enorme ciudad de que casi habia más aventureros que habitantes. Lo cierto es que no he tardado mucho en confirmarlo, hasta ahora casi todo lo que he visto han sido aventureros.
Sonrio para mi misma, que diferente es todo con respecto a mi aldea, que diferente es la gente, con sus cosas buenas y con las malas también. Sin duda podré contar un monton de historias cuando vuelva a casa.
Me giro hacia Gerion.
- ¿Tu sabes como se va?
El semigigante se detuvo un momento cuando la bárbara lanzó la pregunta. Cierto, ¿a dónde vamos exactamente?
-Yo tambien soy forastero en este lugar, por lo poco que entendí en el panfleto debemos dirigirnos hacia el Este, a la ciudad de Mereklar. Si ninguno de nosotros sabe encontrarla deberiamos preguntar, quiza alguno de ellos sepa que direccion tomar - digo señalando a los individuos que se preparan para salir de Tormentos.
¿Qué tal si empezamos preguntando por esa tal Lady Sheeva?
Me acerqué a uno de los guardias y le pregunté directamente
Disculpe, señor, venimos buscando a Lady Sheeva. Por un trabajo que apareció en las tabernas de la ciudad de Tormentos Cristalinos
Ialdabode se quedó apartado, en silencio, sin querer interrumpir a su compañero. Seguramente ya llamaría la atención como para hablar
El guardia os comentó que otros aventureros ya habían salido en busca de esa tal Lady Sheeva y que todos ellos habían tomado el camino del Este, no estaba muy lejos de allí, a penas a unas horas andando, tan solo debían seguir el camino sin desviarse.
Y así lo hizo, aquel extraño grupo que se habia formado vio como a lo lejos parecía estar habiendo una contienda, el grupo salió corriendo para ver que era lo que sucedía,
Un grupo de seis individuos estaba atacando a otros tres, aquellos tres parecían estar en condiciones inferiores pero por lo visto había un ejército de arqueros apostado en algún lado, porque podíais ver como las flechas venían de algún lugar desconocido.
Puede que lo mencionado sobre ese asalto haya captado algo de mi interés.
Con una mirada sobre mi hombro, digo a aquellos que habían llegado conmigo. -De todas formas ese es el camino. no?- Con lo que concluyo encaminándome asía allí.
Graak observó como seis combatientes mantenían una feroz batalla, rápidamente desenvainó su enorme espadón, su sangre ya estaba corriendo por sus venas bombeando adrenalina y sus músculos se tensaron listos para funcionar a pleno rendimiento. ¡Alto! Dejad de combatir unos minutos, necesitamos pasar y estáis en medio.
"Uhm, sr Ialdabode, parece que el tema de Lady Sheeva parece ya en camino... Al mismo tiempo, veo que derrepente estamos rodeados de mujeres y hombres de variadas procedencias, buscando lo mismo. Sera que esa mujer es muy rica o es una información muy difundida, verdad?" dice Lumpabel hacia Ialdabode principalmente, mirando de reojo hacia los otros
Si veo que aquella pelea no se resuelve en breve, lanzaría un conjuro que quede mejor en la ocasión.
De todas formas decide adelantarse de a poquito, sin correr pero a paso ligero y sin violencia alguna.
Sí, pienso lo mismo que tu. Pero temo que quizá la aventura no sea para todos, si no para aquellos que se presencien antes, o para aquellos que esa mujer considere mejor. Debemos intentar esquivar este combate y continuar nuestro camino
Me acerqué tan rápido comomis piernas me lo permitían. Allí me quedé observando. Estas peleas eran tan... excitantes...
Desee que el estúpido gigante no parara la batalla. La sangre corriendo por la tierra era de lo mejor de este sucio mundo
Al ver la pelea Traul se aproxima para poder ver a los que pelean y los arqueros. Se aproxima con paso calmado y sin desenvainar el arma pues no quiere que lo vean como una amenaza de momento.
Me acerco hacia los combatientes y alzo la mano para captar su atención.
-¡DETENEOS! - bramo con una potente voz - ¡Por el sagrado nombre de San Cuthber! ¡PARAD! - mi voz resuena entre el fragor de a batalla intentando que paren la refriega.
-¿A que se debe este alboroto?, ¿porque este derramamiento de sangre?
Motivo: Diplomacia
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+4)=18
Al ver el alboroto también me acerco donde están los otros aventureros junto con mis compañeros para ver que esta pasando, esperando respuesta a las palabras de Gerion.
"Ese hombre humano parece llevar mucha autoridad no?" dice Lumpabel Gonzeppen hacia el Ialdabode mientras pasan cerca del alboroto mirando a ese hombre de caracter seguro que les pedía a los luchadores que se detuvieran.
Mientras ambos grupos se os quedan mirando, Ialdabode y Lumpabel deciden ignorar lo que estaba sucediendo y esquivando a los luchadores decidieron dar un rodeo y marcharse por otra parte.
Algunos de vosotros podían esperar la respuesta del grupo, otros simplemente podrían irse detrás de ellos.
Ialdabode siguió caminando, se fijó en que Lumpabel le acompañaba y asintió en silencio. Estaba claro que era mejor usar la cabeza que la fuerza, por ello siguió adelante.
Esperaba que algún otro de sus compañeros siguieran con ellos