Partida Rol por web

- Vaya vaya vaya...- susurra Tinkle, rascándose la barbilla pensativo.- Mi estimada compañera Sanya tiene razón, esto está oliendo un poco... raro... - dice frotándose los dedos pensativo.- Los señores que nos encontramos hablaron de... una parte de un trato... no Sanya? Me equivoco?- pregunta a la enana.

-No. No se equivoca, Sr. Winterworth - dijo la enana con la mirada clavada en Mezzia.

Señor Mezzia, creo que tanto mis compañeros como yo no tenemos problemas de trabajar para usted, pero como dijo mi compañera, debemos estar al tanto de todo para saber con que nos podemos llegar a enfrentar. Ademas todavía tenemos la espina clavada en la bota por el asunto de la taberna, como dijo mi otro compañero, el sr Winterworth. Nos gustaría que nos explicase lo ocurrido.

Miré como se cambiaban las fichas, se marchaba Tvys y salía otra persona que no conocía de nada. Ofrecía una misión mayor de recompensa incomparable... y aunque deseaba que todos la aceptaran no me parecía correcto que conmutara la recompensa que se habían ganado por la promesa de otra mayor.
Con el rostro endurecido por lo que estaba pensando añadí.
-Me sumaría a esa gesta gustoso si el resto está de acuerdo. Pero, si me lo permite, creo que lo justo sería que ofreciera la misión después de corresponder al encargo que han llevado a cabo.

Tyvis miró a su jefe, y después os miró al resto. Me temo que os equivocais*, les dijo. Fui yo quien les pedía que cumpliera la parte del trato. Quizá con tanto ruido y con la confusión que hubo en la taberna, pensasteis que fueron ellos quienes nos pedían eso, pero no estais en lo cierto, ellos deben una buena cantidad de monedas de oro al Señor, y por eso yo fui a reclamarlas y para eso os necesitaba, porque temía que terminaran atacando como así sucedió. ¿Entendéis?

Tyvis se había dado cuenta en ese momento que los aventureros quizá estuvieran tan reticentes a tomar la misión por el mal entendido del que hablaban.

En cualquier caso no me importa explicaros nada ahora que está el Señor delante. Terret, el líder del grupo que me atacó, es un contrabandista de poca monta que debe al Señor unos cuantos pocos cientos de monedas de oro. Imaginábamos que la negociación terminaría en un acto violento, y ese fue el motivo por el que os reclutamos. Ahora que sabemos que sois hombres de palabra y en los que podemos confiar pues en el fondo esto era a modo de prueba para ver lo valiosos que erais, ya podemos encargaros esta nueva misión.

Espero que solucionado este malentendido estéis más abiertos a colaborar, aunque sea por esa pobre gente que corre peligro.

Bruno tiene su hogar en el barrio aristócrata de la ciudad. Vive en una gran mansión de tres plantas, muy popular por las fiestas y otros actos sociales y con un pequeño jardín cuidadosamente atendido.

Sanya sonrió de oreja a oreja y palmeó la espalda de Tyvis.

-Eso es otra cosa! Haberlo dicho antes! Es que fuiste muy misterioso y evasivo cuando te preguntamos por ese... "trato". Comprende que es normal que sospecháramos. Para la próxima vez, mandadnos a investigar a alguien que os pida dinero, Sr. Mezzia. Si os vais a arriesgar, al menos que sepais cuanto!

Por mi parte está todo aclarado. Si deseais que nos dirijamos a los subterráneos, podeis contar conmigo.

La situación parecía que se había solucionado. Algún tipo de malentendido parecía que había viciado el trato con el tal Tvys. No puedo decir que haya sido malo, pues gracias a ello he encontrado un grupo de compañeros.
Asiento con la cabeza, más relajo al ver la reacción de la enana y espero a ver que dice el resto. Pero si todos siguen el ejemplo de ella, parece que al final habrá misión.

Agotado y acalorado, finalmente llego hasta casa del señor Mezzia y encuentro al resto del grupo. Me había retrasado sin quererlo pero por fin estaba con mis compañeros de misión.

- Siento el retraso. Se me fue el santo al cielo... - les comento bastante avergonzado - ¿Cuál es la situación actual?

Tinkle escuchó a Tyvis todo lo que tenía que decir, y abriendo los brazos como si fuera a darle un abrazo y sonriendo, dijo:

- Vale vale Tyvis, ahora si lo hemos entendido todo, últimamente estoy un poco duro de oído, disculpa a este viejo gnomo. Por supuesto, si hay gente que necesita de nuestra ayuda, yo por mi acepto el trabajo. Qué decís chicos?- dijo poniéndose una mano en el pecho. En ese momento se escucharon pasos entre Duncan.

- Muchacho! Ya pensaba que la cerveza de el Lenguado Macerado te había mandado al sanatorio! Bueno, la situación es simple, escoltamos a Tyvis, tuvimos un enfrentamiento con unos tipos en el Lenguado sin llegar a las manos, temas de dinero. Además, parece que trabajan para un tipo que tiene secuestrados bajo Tormentos a los sirvientes del Señor Mezzia, y bueno... nosotros tenemos que liberarlos... Pero señor Mezzia, tengo una pequeña duda más... Cuanto será la recompensa? No se ofenda, pero para cerrar un trato hay que saber todas las condiciones

- Si, esa bebida casi me mata. Tomo nota para la próxima vez, jejeje - le respondo a Tinkle, todavía un poco avergonzado todavía, y escucho atentamente el resumen de lo que había acontecido en las últimas horas mientras asiento con la cabeza. La razón de por qué alguien tenía secuestrado a los sirvientes de Mezzia se me escapaba, aunque tampoco me importaba mucho. Mezzia estaba dispuesto a recompensarnos si rescatábamos a sus hombres... el trabajo es el trabajo. - Contad con mi espada para este asunto - respondo con firmeza.

Entre el anuncio de la nueva misión, las impresiones anteriores y las pertinentes excusas, tenía que admitir que no podía negarme a seguir trabajando para Messiah a pesar de que no fuera trigo demasiado limpio, porque era obvio que si prestaba dinero a contrabandistas o directamente trabajaba con ellos, de seguro que su moralidad estaba pintada con varios tonos de gris.

- ¿Nos dará tiempo a regresar a la ciudad?

Pregunto a nadie en particular pero siendo bastante obvio que mis intenciones eran para que el señor de la casa nos ofreciera pernoctar.

El explorador escucha lo que decía Tyvis y el mal entendido que se había originado en la taberna. Después de eso se quedo pensativo unos segundos hasta que la voz de Sanya lo volvió a la conversación.
- Me parece bien, yo seguiré con la misión. Pero tengo una pequeña petición. Necesitaría un par de flechas, pues de lo que estoy en tormentos no he podido abastecerme y estoy practicamente sin, ademas de una o dos antorchas por si hay que explorar lugares oscuros.

Tyvis le ofreció las dos flechas y el par de antorchas que pedía Heian. Eran de los más comúnes pero se las había entregado sin pedir nada a cambio. Luego miró a su señor para contestar a la pregunta del gnomo, a parte de la satisfacción de haber liberado a hombres que posiblemente vayan a ser esclavizados, también os daremos un total de 300 piezas de oro a repartir entre todos.

La entrada a los subterráneos no os debería costar mucho. Id al Parque de la Rana que hay en Tormentos Cristalinos, id junto a una de las estatuas que hay con forma de rana y buscad la entrada secreta. Tened cuidado que no os descubra el sacerdote que vigila el parque, así que no hagais mucho ruido y tratad de esconderos e ir en silencio. Una vez dentro de los túneles ya tendréis que encontrarles, pues no conozco el interior de ellos, solo la forma de acceder.

Sanya escucho todo lo que alli se decia y asintio con la cabeza. Irathor parecia alguien cabal y le ponia voluntad, quizas fuera un buen fichaje. Cuando Tyvis concluyo con sus instrucciones, Sanya contesto.

- Esta bastante claro. Alguna pista sobre la entrada secreta en si? Y, contaremos ya con el oro que ya nosbhemos ganado? Tendremos que equiparnos...

Tinkle se cruzó de brazos, en silencio, escuchando lo que decía Tyvis, asintiendo a lo del dinero, y mirando a Sanya, coincidió:

- Creo que mi compañera tiene razón, si tenemos que enfrentarnos a esos despojos, necesitaremos un poco más de equipo, y el dinero de la escolta nos vendría muy bien.

300 monedas de oro a repartir entre los presentes. La verdad que no estaba mal la recompensa pero encontrar la entrada y colarnos sin hacer ruido, eso sería más complicado. Permanezco callado y a la espera, dispuesto a partir en cuanto mis compañeros terminasen de hablar. 

Yo no me acerco al reparto, como dije, no voy a aceptar dinero por un trabajo que no he realizado. Aunque me quedo esperando cerca de ellos para saber cuando vamos a partir a la nueva misión. La verdad, me alegro de que la situación se haya aclarado, pero gracias a esta pequeña desconfianza que se ha generado en torno a Tvys... me he encontrado con un grupo que parece más que capaz de seguir adelante. 

Miro a unos y otros, esperando pacientemente.

Veo que te lo tomas todo muy literal a mi pedido. Lo que quise decir es si me podrías proporcionar dos carcaj de flechas, con las 20 flechas que entran en cada carcaj. Mira si me traes dos y vacíos.
Encontrar la entrada no debería ser difícil para el Sr. Tinkle y yo, al menos eso supongo. Una vez la encontremos les avisaremos y nos colaremos todos.
En cuanto al pago por ser su escolta y traerlo sin una sola herida, que nos dice? Así como dijo mi compañera, nos podremos equipar para esta misión.
 

Con el dinero siempre a vueltas, pero en ningún momento habíamos acordado trabajar gratis y a la hora de la verdad, íbamos a necesitar esas monedas si algo terminaba saliendo mal.