Partida Rol por web

Gracias Gravin. 

Gruguer buscó en su bolsa y sacó 4 monedas de oro

No sé si será suficiente, pero es lo que puedo daros por ahora

La chica se sonrojo por la vergüenza de no tener nada mas con que pagar sus propias curaciones y agacho la cabeza no podía siquiera mirar a sus compañeros a los ojos.

Gracias Gruguer - le dice al guerrero -prometo pagarte en cuanto cobremos la recompensa.
 

Disculpa Gravin, estoy en deuda de vida contigo y con mis compañeros, te pagare todas tus atenciones en cuanto terminemos con nuestro trabajo- le habla al clerigo

No es que fuera un tacaño, pero al guerrero le había costado mucho ganar esas monedas de oro y recuperarlas después de que se las robaran los hermanos Tilo y Mino pelacebollas o como se llamen aquellos malditos halflings.-Tome padre,-dijo con resignación- Para que ayude a mas gente como nosotros. Pero a este-dijo dándole una pequeña patada al ladrón-le cura gratis que luego pasará a las autoridades del pueblo.-  

¿Y este quien es y por qué va a ir a la autoridades del pueblo? ¿Y por qué quieres que lo cure sin recibir compensación ninguna? ¡Parte de mi trabajo es la canalización de conjuros! Por eso necesito que se me recompense por ello. Dijo sin curar aún al ladrón.

Eylune no tenía dinero, por esa razón había ido hasta allí, así que el hecho de darle dinero no era una opción para ella. Bueno, creemos que este hombre es uno de los ladrones del bosque, que junto con el resto de sus secuaces atemoriza estas tierras. De todas formas- dijo hablando al grupo, apartándose un poco del curandero.-yo creo que sólo necesita dormir un poco y se despertará solo, no necesita ayuda. Podemos esperar.- propuso.

-Mñrfff...-refunfuñando Khrirm miró al ladrón, luego al clérigo devoto del dinero y volvió a juntar cabeza con sus amigos.-No creo que le diera tan fuerte. Eylune tiene razón. Un cubo de agua bien fría y ya vereis como despierta.- 

Acto seguido se dirigió al sacerdote.-No creemos que necesite curación así que sus servicios aquí ya han acabado padre.-Khrirm no se distinguía precisamente por su sutileza con las palabras pero actuaba sin malicia. Simplemente no pensaba las cosas. 
Se quedó mirando al sacerdote por si quería añadir algo mas.

Llevémosle donde Alveric, tal ves su primo este mejor y pueda reconocer al bandido- sugiere la chica a la que tampoco le había caído muy en gracia la tacañez del clérigo pero trataba de disimular su incomodidad.

Vayamos a verle a ver si le reconoce.

Gruguer estaba de acuerdo con la joven. Levantó con una mano al bandido y se puso en camino.

Detrás de vosotros- dijo Eylune siguiendo al grupo.

El clérigo os acompaña a la salida de su ermita y cargais con aquel tipo hasta el hogar de Alberic. Allí el hombre os recibe y hace caso de vuestra propuesta. Cuando estais todos reunidos, el ladrón parece despertar y atemorizado ante la situación en la que se encuentra comienza a gritar.

Alberic miró a su primo.

¿Lo conoces? Su primo, aunque aún seguía herido, contesto sin temor. Ese ladrón era parte del grupo que lo había atacado.

-Cállate.-El guerrero amenazó al ladrón con el enorme puño poniéndoselo delante de la cara.-No tienes opción, el chico te ha reconocido ¿Dónde está vuestra guarida o te despellejaré aquí mismo?.-

Por fin algo de plata - fue lo primero que pensó la chica cuando el herido primo de Alberic reconoció al bandido - por fin podre pagar mis deudas.  La chica no pudo disimular su sonrisa 

Tal vez sepa en donde esta el mercado negro, tenemos que sacar toda la información que podamos, esa horrible cicatriz que me han dejado con la lanza tendrá que valer la pena - piensa para si.

Muy bien, ¿que hacemos con el prisionero, Alberic? Esta hecho son los bandidos, tendremos que interrogarlo pero no creo que sea de buen gusto hacerlo en tu casa - le pregunta a Alberic 

Sí, la sangre es difícil de limpiar luego.

El joven siguió con el juego del grupo para hacer que el bandido cantara. Este tipo de gente no solían ser muy fieles entre ellos

¡En el bosque! Nuestra guarida se encuentra en el bosque. Dijo el ladrón sin necesidad de que lo torturaseis más.

Alberic, los cuerpos de los demás bandidos están en el bosque. ¿Quieres juntar una comitiva del pueblo para ir a revisar? o prefieres ir tu solo con nosotros, no se, me imagino que querrán cerciorarse antes de darnos la paga - le dice a Alberic - después tendremos tiempo para dar un paseo por su guarida y asegurar la zona - voltea a ver al ladrón con desprecio - esta distinguida escoria nos llevara allá - 

Gruguer abrió los ojos como platos, ahogando un grito de miedo. 

Khrirm, ¿puedes salir un segundo?

La voz del crío no daba otra opción que acompañarle. Un brillo de pánico en sus ojos, un timbre tembloroso en su voz y como intentaba ocultar su brazo a los demás, era suficiente para preocupar a cualquiera.

En el bosque no es suficiente sucia escoria, danos más detalles.-dijo acercándole el hacha a la cara. Eylune no había dicho nada hasta ahora pero ya que parecía con ganas de colaborar pensaba sacar más información.

Miró como Gruguer se acercaba a Khrim y parecía aterrado. ¿Qué le pasa al crío? Pero decidió esperar, ya que parecía querer hablarlo sólo con Khrim.