Partida Rol por web

Habíais confiado en las palabras de la pequeña gnomo y habíais decidido seguir sus instintos. Cada uno de vosotros atravesó el portal, a excepción de Ialdabode que se vio arrastrado por uno de ellos sin llegar a entender bien porqué.

Habíais ido a dar a un mundo oscuro, en el que estabais flotando, no había suelo, ni techo, ni tampoco sol, ni luna. Más parecía todo aquello el interior de un volcán, el fuego estaba bajo vuestros pies, pues notabais el calor pero por mucho que lo intentabais no lo alcanzabais nunca.

Sobre vuestras cabezas había una gran nube de humo negro tan oscuro que ocultaba cualquier luz que procediera de arriba. La única fuente que iluminaba la zona era la lava. Aquello tenía muy mala pinta, cuando para colmo de males, las pompas del fuego de abajo comenzaban a tomar forma de gatos humanoides o humanos gatunos de formas horribles y desagradables. Todo parecía parte de un sueño, o quizá de una pesadilla y la sensación era muy desagradable. Aquellas criaturas repugnantes de olor pestilente ascendían hacia vosotros dispuestos a atacaros.

Pero de pronto, la nube de humo que teníais sobre vuestras cabezas comenzó a tomar forma de animales felinos, desde pequeños gatos, hasta grandes tigres blancos como los que os habían llevado en la caravana. Suspirasteis aliviados pues la profecía parecía indicar que los gatos salvarían la ciudad y así parecía que iba a ser, pues por cada demonio felino que se lanzaba contra vosotros, un gato lo repelía. La lucha fue constante, y los gatos parecían flaquear, daba la sensación de que necesitaban de vuestra ayuda. Pues vosotros érais la pieza que parecía encajar en aquel puzzle, vosotros debíais ser el peso que equilibrase aquella balanza, hacia la conquista de los demonios o hacia la liberta de la ciudad.

Flotando gire en el aire, desenfundando mi gran hacha. Miraba la situación pero me importaba dar fin al asunto.

-Takishis! El ojo de Takishis, hay que destruirlo- Donde estaría entre todo eso?

Aunque la chica no estaba inclinada hacia la violencia, recordaba sus enseñanzas como paladina. Aquello eran demonios, y con ésa clase de seres no se podía razonar. Y si se les dejaba sueltos, arrasarían con todo lo que pudieran, acabando con muchos inocentes en el proceso. Así que la chica sacó la espada, sin dudar, pero algo decaída ante la perspectiva del derramamiento de sangre, aunque fuera de seres malvados. Pero el comentario del hombre del hacha la pilló por sorpresa.

¿No deberíamos ayudar a contener a los demonios? En el tiempo que tardemos en encontrarlo, podrían vencer a sus adversarios y entrar en la ciudad. 

Creo que los  nobles  felinos  se apañaran bien   nosotros deberíamos de  ayudar destruyendo ese  ojo y buscando a nuestra" amiga ".Dicho esto intento desplazarme en el aire .

Confuso por la nueva situación en la que nos encontramos miro alrededor intentando comprender qué está pasando. Nada tiene sentido, figuras gatunas combatiendo, la extraña ingravidez y el resto de la gente tratando de perseguir a un ojo que no sabíamos donde estaba.

Intento recordar alguna historia, de las descartadas por ser demasiado fantasiosas, que me recuerde a esto y que pueda explicar donde estamos, mientras saco la espada para defenderme en caso de que alguna de las criaturas se me acerque.

La naturaleza salvaje del bárbaro, afloró en aquella situación de peligro. Mientras algunos de los compañeros de Ethan se centraban en la búsqueda de la seguidora de Takishis, él desenvainó su espada y tensó los músculos de su cuerpo. Por un lado, la criaturas demoníacas que se precipitaban hacia ellos para darles caza. Por otro, los felinos salidos de la bruma que les daban cobertura... Aquello era una batalla y Ethan no había sado la espalda nunca a un combate. Más, si su vida dependia de ello.

El hecho de flotar en el aire, le ocasionaba cierta inestabilidad e inseguridad, pero Ethan sabía que su instinto para combatir en cualquier situación le aportaría lo necesario para adaptarse a aquel abstracto entorno. Puede que si todos se unieran en aquella lucha, el resultado victoriosos sería más rápido y podrían dedicarse a buscar a Sheeva.

-Esas criaturas no van a parar hasta acabar con nosotros. Sheeva puede esperar...nuestras vidas no!

E hizo un movimiento con el cuerpo, buscando un desplazamiento hacia el enemigo. Un grito de guerra acompañó al bárbaro.

-AAAAAAAAAAAHHHHHHH!!!!

Ialdabode contempló asombrado la situación en la que se encontraba. Intentó moverse de diferentes maneras para ver el resultado.

Estamos en algún plano extraño... ¡Qué curioso!

Vio como algunos de sus nuevos compañeros se lanzaban al ataque. Él no era un combatiente de primera fila, así que no se movió de su sitio.

-Es cierto.-Digo cogiendo mi maza.-Si acabamos con los demonios y salvamos la ciudad la tal Sheeva aparecera y tratara de impedirlo, ¿Por que no dejar que venga a nosotros?

No había ni rastro en aquel lugar del corazón de Takhisis, pues lo mismo ése no era el sitio donde debíais hallarlo. Eso más bien parecía una misión para Snit, pues parecía que era la única que se había quedado fuera y alrededor de quien parecía girar toda esta historia.

Os quedasteis mirando aquella batalla infernal mientras tratabais de averiguar algo sobre todo aquello. Todo fue en vano, no sabíais nada, ni del lugar, ni del plano, ni de nada de nada. Solo os disteis cuenta que para moveros tan solo teníais que pensarlo. Con eso sería suficiente y no tendríais ni por qué esforzaros.

La batalla empezaba a declinarse sobre el bando de los demonios. Quizá fuera siendo hora de actuar y posicionaros de un bando.

Estaba convencido de que no era lo más prudente, pero tampoco quedaba otra opción. Si los gatos "buenos" morían seguro que los demonios irían contra ellos. Así que lo primero que hago es entonar una canción, que considero apropiada para estos momentos, que trata sobre la lucha del bien contra el mal en forma de un demonio.

Bien , si tiene que ser así que así sea al menos  lucharemos en buena compañia. .Muevo con fuerza la cabeza hacia atrás y dejo caer la  capucha sobre los hombros exponiendo mis  pupilas  rasgadas de  gato y  los prominentes caninos  que asoman a cada lado de la  boca.Si no sobrevivo que alguno se cargue a la puta cuando la vea.Sin esperar respuesta me lanzo hacia el demonio mas cercano enzarzado en combate.

Viendo que no había otra opción, la chica sacó su espada larga y se preparó para seguir al resto al combate. El hecho de que aquello fuera, con casi toda seguridad, alguna clase de demonio o diablo consiguió infundirle suficiente fuerza de ánimo para empuñar las armas. Con aquellos seres no se podía dialogar, ni tener esperanzas de que cejaran en su empeño. 

-¡Por Heironeous! No les dejéis que hagan daño a nadie inocente.

Era la única solución que aparecía en el oscuro horizonte de sus vidas: luchar y sobrevivir.

En cierto modo, se asombró del rostro con rasgos felinos de su compañero Uffern... Desde que lo había conocido, ciertamente no le había visto la cara en su totalidad. Uffern tenía la extraña capacidad de situarse siempre entre las sombras, poco expuesto a las miradas curiosas...ahora entendía el porqué. Pero el hecho de contar con el arma de Uffern entre sus filas, le daba cierta tranquilidad.

Y no era poco escuchar las primeras notas del bardo. Aquel canto seguro que les acompañaría durante el combate, influyendo ánimos y determinación en sus ataques.

Pero no sabía el por qué, sentía cierta preocupación por Raellia... Aún verla con el arma desenvainada y dispuesta para el combate, la veía joven e inexperta para aquella situaciones. Estaría al tanto por si necesitaba ayuda...

Nox, Ialbolde y los recién llegados no parecían dudar ante el peligro. Era hombres que sabía qué era ver morir a compañeros en combate, sangrar y saborear la victoria. Una victoria que aún estaba por decidirse...

Ethan continuó con su embestida "flotante" hacia el primero de los demonios.

-Regresad al infiernooooo!!!!

Al escuchar como todos  se lanzan al combate  me  animo y  lanzo un tajo hacia el demonio  pero  se ve que todavia no  le he cogido el truco a esto de desplazarme por el aire.Maldicionnnn

Viendo que los demás se lanzaban al ataque decidí hacerlo también, no encontraba lo que buscaba pero algo debía hacer...
Me desplace en el aire con el hacha siguiendo detrás. Momento de deleite para probar el filo de mi arma, así lance un hachazo surcando el aire y los demoniacos gatos...

Sin pensar en que hacer a continuacion, me lanzo contra uno de los demonios tratando de ayudar a la defensa de la ciudad.

Tanto el cántico del bardo como las muestras de valor de sus compañeros hacían que los demonios poco a poco se iban mermando. Parecía que gracias a su ayuda, la batalla se estaba empezando a decantar hacia un lado de la balanza, haciendo que el bien empezase a triunfar.

Pero de pronto, algo malo pasó, y tras un rugido de la especie de volcán que había bajo vuestros pies, parecieron empezar a brotar nuevos demonios que se alzaban para enfrentarse a los gatos. Por suerte, estos estaban tan empeñados en destruir primero a los felinos, que de momento estabais más seguros de lo que aparentemente parecía.

Snit debía actuar rápido allá afuera, hiciese lo que hiciese, pues vuestro destino y el hecho de salir de allí, era muy probable que dependiese de ello. Mientras tanto debíais luchar con todas vuestras fuerzas y hacer frente a todas las criaturas y demonios que se apareciesen ante vosotros.

Ialdabode estaba mucho más interesado en conocer los asuntos de aquel lugar que en luchar, pero tampoco podía dejar que esa gente muriera sin que él hiciera nada. Tomando su ballesta, apuntó a la primera criatura que tuvo a tiro y disparó.