Partida Rol por web

Creo que, en nuestra situación, quizá deberíamos volver a Tormentos Cristalinos. Allí hay un templo, espero que nos puedan sanar.

-Cierto...-Asiento tratando de levantarme.-Aunque no estaria de más buscar a alguien que pudiera echarnos una mano. ¿no? Quiero decir, un sanador o asi.

Inerte en el suelo, sin moverme.

La idea de ir a Tormentos Cristalinos y evitar esta extraña ciudad parece prometedora pero, viendo el lastimoso estado en el que nos encontramos, veo difícil que lleguemos allí enteros.

- Yo creo que lo más prudente será descansar aquí una noche. El menor encuentro que tengamos podría ser fatal ya que no estamos en condiciones de defendernos ni siquiera de un grupo de niños. Además está anocheciendo, ¿Qué os parece?

-Creo que Balder tiene razón. Debemos descansar antes de plantearnos ningún viaje. Aunque pagar un alojamiento puede ser un problema, la verdad...-dijo, siendo consciente de que, a este ritmo, pronto estarían durmiendo en las calles y sin nada que comer. Además, uno de los presentes había caído inconsciente, y seguramente se verían forzados a arrastrarle fuera de allí. 

-En este estado es imposible regresar a Tormentos...no duraríamos ni un par de horas. Estoy con Balder: una noche de descanso nos ayudará a recuperar fuerzas y plantearnos los nuevos pasos.

Ethan se levantó con movimientos cansinos y mirada agotada. Y el recuerdo del porqué se habían dirigido a Mereklar le sobrevino nuevamente.

-Recordad que vinimos a esta ciudad para conocer el significado de un libro...y fue entregado a esa maldita mujer. Hay que recuperarlo ante de volver a Tormentos. Pero por hoy, ha sido bastante...

- Efectivamente Miseñora, yo también estoy sin blanca y dudo que pueda pagar el hospedaje. Quizás si dormimos en una plaza o lugar público nuestro número desaliente a ladrones.

Digo con resignación, sabiendo que es muy difícil que me alcancen los fondos para costearme una posada.

-Puede ser...-Digo asintiendo.-Pero estando en estas condiciones no se si duraremos demasiado... Aquel tendrá suerte si no le arrancan la armadura para venderla.-Digo señalando a Corax.

-Un momento.-Digo pensativo.-¿Alguien tiene conocimientos curativos? Si es asi, podemos darle la poción que uno de nosotros dijo que tenia y permitirle que nos atienda. ¿No? La otra opcion es darsela al guerrero mejor dotado de entre nosotros y que nos proteja mientras descansamos... 

Continuo inconsciente en el suelo

Sí, es la mejor opción, seguramente dijo Ialdabode ante la preocupación de los demás. Busquemos una posada en la que poder pasar la noche, a ver cuánto nos sale. Si no, tendremos que dormir al aire libre y hacer turnos de guardia.

Alejado, reniego a volver con ese grupo...
Las palabras de un clérigo o las manos de un paladín o paladina podrían matarme, lo que cura a otros me mata a mi!
Necesitaba encontrar algún lugar obscuro, donde practiquen artes negras... Poder cambiar esa poción de curar por una que cause heridas y así poder sanarme...
 

- La señorita Filosolar ya se ha ofrecido a tratarnos, pero para ello necesitará de la poción del Señor Grimm. Maese - Dijo hablando al siniestro sujeto - la señora se ha ofrecido a tratar nuestras heridas y además intuyo que es una luchadora competente. Creo que lo más sabio sería que le ofreciese la poción a ella, si tiene a bien.

Me encontraba muy cansado, pero debíamos hacer un esfuerzo para llegar algún sitio seguro y descansar.

- Entonces parece que estamos de acuerdo. Vayamos a una posada y veamos si nos pueden hacer precio por una habitación común.

-Será lo mejor...- dijo Ethan a favor de la idea general de descansar durante unas horas para recuperarse.

-Grimm...seria de mucha ayuda la poción. Puedes administrarsela a Raellia?

Y al acabar de dirigirse al extraño compañero, dio un vistazo alrededor buscando lo que podía ser alguna posada o lugar donde poder pasar la noche.

Alguien había escuchado lo que ya había repetido varias veces, y quizás aquello significara que el grupo se podría recuperar más rápido. Semejante noticia alegró mucho a Raellia, aunque decidió no manifestar aún sus emociones, pues Grimm aún no había accedido a ello. La joven se limitó a mirar a aquel guerrero, esperando una respuesta en un sentido o en otro. 

Dejo caer pesadamente  la mano que empuña la ballesta.Lo  que digáis , de todas formas tampoco conseguía ver nada   era más bien un farol porque nunca podría haberle dado.Suspiro mientras intentó respirar .

Mientras habláis entre vosotros, el siniestro John Grimm se marcha de allí, sin decir nada y cuando os queréis dar cuenta ya no está a vuestro lado. Se ha escabullido silenciosamente con la poción que decía poseer.