Partida Rol por web

Volviendo de su 'excursión' la semielfa pudo ver como sus compañeros avanzaban por el pasillo, llamando su atención bajó hasta su altura y les comunicó lo que había visto.

-Sólo es lo que parece el comedor, diez orcos borrachos dan cuenta de un barril de cerveza. Al este una escalera sube al tejado. -susurró en cuanto le prestaron atención y, sabiendo de la actitud de Atara hacia esos seres, añadió rápidamente -Los cautivos no están aquí, seguir sólo serviría para descubrirnos.

Esperaba que sus palabras fuesen tenidas en cuenta y diesen media vuelta, a ella le gustaría acabar con ellos y eliminar a futuros contrincantes pero, a pesar de estar borrachos, les doblaban en número y la lucha atraería una atención indeseada. Se quedó un momento pensando en si podían encerrarlos, así no podrían salir en caso de que los descubriesen más adelante y diesen la alarma. 

Atara escucha atenta las palabras de Xanaphia. -Lastima, entonces seguir por aquí solo es una perdida de tiempo, volvamos y busquemos otra puerta- 

Las palabras de la cazadora estaban cargadas de agotamiento, puertas, puertas y mas puertas.... ¿cual de ellas seria la correcta?, cada vez quedaban menos por comprobar y empezaba a creer que la correcta era la mas peligrosa.... la que estaba al lado del dragón.

La semielfa asiente y lanza un suspiro mental, nada le gustaría más que 'hacer un poco de deporte', pero no es el momento ni el lugar. Salen de nuevo al patio y señala la puerta que hay en la pared de la derecha -Demasiado cerca del draco para mi gusto, pero sin riesgo no hay gloria- se dice a sí misma y se queda parada, no tanto por pensar que su decisión no es buena como por creer que quizás sea mejor que se acerque uno solo y con lo que vea ya deciden.

-Mejor va uno y el resto lo cubren, no quisiera dar facilidades a la bestia si despierta.

Es un propuesta y como tal esperará por la decisión del grupo, por supuesto ella está dispuesta a ser quien se adelante y así lo evidencia su postura.

-Si, mejor no exponer a todo el grupo, me acercare yo, si la bestia se despierta.... bueno.... haced lo que podáis. -Les digo al grupo sabiendo que de ser así, a la que atacaría primero seria a mí. 

Salgo de nuevo al patio ajustandome bien el sombrero y vertiendo al suelo el agua acumulada en él, me aproximo a la puerta despacio con la espada corta en la mano por si la bestia abría un ojo, el ruido de la tormenta amortigua mis pasos, pero unos en falso supondría mi fin.

Y antes de que Xanaphia pudiera ofrecerse voluntaria, Atara se movió rápidamente hacia la siguiente puerta a investigar.

Dos grandes chimeneas iluminan este salón antaño espléndido, llenando la sala con humo y combatiendo el húmedo frío del exterior. La esquina sureste del salón se encuentra en ruinas, y gran parte del muro del patio se ha colapsado en esa zona, por lo que la lluvia se cuela a través de la grieta. Un gran trozo de techo también se ha derrumbado, dejando un agujero y permitiendo una visión limitada del piso de arriba. Gran parte de los escombros caídos del techo han sido empujados para formar dos grandes montones en la habitación. Ocho pilares sostenían en el pasado el techo, pero dos se han caído y se encuentran rotos entre los restos.

Contra el muro norte, sobre un estrado cuadrado, se alza un enorme trono de roca construido en el cuerpo de una impresionante estatua. La figura a representar es un aterrador soldado orco de más de 3 metros y medio de altura, con la cuenca del ojo izquierdo vacía. Flanqueando al trono hay dos arcadas abiertas y un par de ornamentadas fuentes de piedras, y sentado sobre él hay un orco. 

El sonido de orcos así como el fétido olor corporal de sus cuerpos y el de la húmeda putrefacción llena por completo la habitación. A simple vista hay al menos una docena de orcos y un ogro que los acompaña.

Mucho cuidado Atara pensó al mago mientras esta sigilosamente se movia... Al momento que preparaba sus conjuros por si acaso...!

Con la mano en el latigo y tamborilleando en su mango, Jairee sonrie tensamente. Entre entretenido y preocupado va mirando a su alrededor e intenta agudizar el oido escuchando algo.

La semielfa apretó la mandibula y asintió a las palabras de la otra mujer del grupo, en su mirada había una promesa "te cubriremos bien".

Cambió la lanza a dos manos por la corta y, con mucho cuidado, se puso a una buena distancia de disparo, algo separada del grupo para no formar una masa apetecible de atacar. Siguió los movimientos de la cazadora con suma atención, apretando el mango del arma con la diestra, presta a lanzar el proyectil en cuanto fuese necesario. 

Estaba claro que aquella enorme sala era el "despacho" del lider orco, y apostaba su sombrero que el que estaba sentado en el trono de piedra era el susodicho caudillo. Poco mas podía hacer ahí, la habitación de arriba podía ser donde guardasen a los objetivos, pero caricia de medios para subir, aunque sabia quien podía.

Vuelve sobre sus paso para avisar a los demás, despacio, muy despacio al pasar por el dragón. -Bueno, esa sala es la del caudillo orco y parece que esta sentado hablando con sus vasallos, hay por lo menos doce y un ogro, no es conveniente atacar. Observe una habitación arriba, quizás podías explorarla tu con esa capacidad para trepar, y si ahí no están esos críos podemos mirar en la plataforma, supongo que estarán presos en algún lugar elevado.

Al acabar de explicar el plan, vuelve su vista a Xanaphia. -La idea de que mires esa sala es asegurarnos que no están ahí y solo si puedes trepar incluso por el techo, ya que si no es así vamos directamente a la plataforma, ahí abajo te puede ver, ¿puedes?

¿Lugar elevado? Los presos suelen estar en las mazmorras bajo tierra ¿no?

Cuanto más elevado fuera el lugar más probable era que los vieran, ya llevaban ahí demasiado tiempo, tenían que salir por patas ya.

-Mis disculpas Jairee, eso quería decir, hacia abajo. -Alega mirando de reojo la plataforma, no había nada encima de ella por lo que era evidente que iba hacia abajo. -Este maldito hedor a orco me esta empezando a afectar a la cabeza. -Le contesta sonriente

Cuando Xanaphia vio acercarse a Atara hizo lo mismo para enterarse de las nuevas y asintió a sus palabras, a pesar de la locura que podía parecer internarse en una habitación llena de orcos, pero entonces intervino Jairee y la semielfa se quedó pensando en lo que había dicho mientras los dos comenzaban a debatir hacia donde llevaba la plataforma.

-Y si...- su vista volvió a dirigirse al pozo al que echó apenas un vistazo cuando pasaron por su lado, que estuviese tapado era algo que no hubiese pensado que harían los orcos y como bien decía el joven rubio lo normal era que a los prisioneros los encerrarse bajo tierra, donde no se les oyese.

-Sí puedo, y Khalam supongo que también, aunque no sé cómo ira de sigilo. -dijo incluyendo al otro chaman en la conversación por si quería acompañarla -Aunque antes de entrar me gustaría mirar mejor el pozo. Si alguien me ayuda a levantar la madera podrida puede que no hagamos ruido.

-Sin problema, yo te ayudo- Le contesta mientras saca la espada corta para hacer un poco de palanca, quizás era bueno mirar ahí, la "hospitalidad orca" no es muy agradable y un oscuro u asqueroso pozo podría ser una buena prisión.