Partida Rol por web

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

-Morka.  Bienvenido a la clase- Saludó Targus.  -Aquí aprenderemos a defendernos en contra de los poderes de la obscuridad.  La nigromancia implica el conocimiento y el dominio de las entidades obscuras.  No aprenderás a conjurarlas, por supuesto que no, pero sí a defenderte de ellas y a expulsarlas de nuestro mundo.

Déjame aclararte que la nigromancia y la necromancia no son lo mismo, lo digo porque muchas personas suelen confundirlas.  Aquí no aprenderás a conjurar muertos, hablar con espíritus ni a tratar con la muerte.  Aquí aprenderás a tratar con la Obscuridad algo mucho más tenebroso y peligroso.  Deberás forjar una voluntad tan fuerte como el acero para poder enfrentarla y tratará de tentarte, buscará los puntos débiles que tengas e intentará explotarlos para corromperte.  ¿Comprendes el riesgo?-

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

-Perdón Maestro, tuve que atender ciertos menesteres y me retrase- dijo Allan al ingresar al salón y sentarse en uno de los pupitres -Bueno Morka, parece que seremos compañeros de clase, yo tambien... necesito aprender- su mirada se ensombreció por unos segundos pero luego volvió a cobrar el brillo normal que siempre había tenido

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

-Pasa Allan, sientate.  No hay problema por hoy pero sabes que no seré menos exigente contigo sólo por tu posición en la orden- dijo seriamente Targus -Le explicaba a Morka la diferencia entre la necromancia y la nigromancia y los peligros de esta-

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

Como siempre, las palabras de Targus eran claras y directas. Con la respuesta en la lengua, la llegada de Allan le impidió seguir. Se quedó mirándolo por unos segundos. ¿Su profesor necesitaba clases? Siempre había creído que los adultos sabían de todo. Luego se lo contaría a los demás; semejante descubrimiento tenía que ser compartido. La mirada de Targus le hizo reaccionar y respondió.

—Sea cual sea el riesgo, lo superaré. Mi mente ya es fuerte, mentor. No tengo miedo. Quiero aprender.

Golpeó la mesa de un cabezazo. Dolió, pero no se permitió demostrarlo. Quería que Targus viera que estaba listo. No había nada peor que el dolor, ¿verdad?

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

-Esa respuesta Morka es la que te llevará por caminos peligrosos y te acercará más a la corrupción.  Tu arrogancia será un blanco fácil para la obscuridad y a través de ella te seducirá y te someterá y para cuando quieras darte cuenta serás un esclavo de ella.  Debes domar tu arrogancia Morka o puede llevarte a tu perdición-

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

—¡No es arrogancia! —bufó, cruzando los brazos—. No es culpa mía que los demás sean menos fuertes, listos y rápidos que yo. Pongamé a prueba y lo verá.

De normal nunca habría hablado así a Targus, pero no le gustaba que lo subestimasen. Esa obzcuridad, o como se dijera, no tendría una oportunidad contra él. Igual que la serpiente que encontró el otro día, la aplastaría con sus garras y le arrancaría la cabeza. Clavó los ojos en Targus, esperando que su respuesta lo hubiese convencido.

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

-Morka, retírate del salón.  Por más que la nigromancia te haya llamado tu carácter no está preparado para aprender sobre ella- Dijo Targus con seriedad

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

Morka no se movió, salvo quizás por un par de parpadeos. En su interior, sin embargo, el shock lo abrumaba. Era imposible. Las palabras de Targus, tenía que haberlas entendido mal. Su mentor no confiaba en él. Y si él no confiaba, ¿como podía estar equivocado? Era un adulto; los adultos eran los más sabios. Pero él estaba seguro de poder hacerlo, de manejar esa magia. No tenía sentido.

—Puedo hacerlo. Realmente puedo hacerlo... —dijo a la desesperada, tratando de hablar pese al nudo en su garganta.

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

-Morka, hasta que no temples tu carácter no se te enseñará esta ley.  Tienes mucho en que trabajar, templa tu carácter y quizás más adelante puedas aprenderla.  Ahora por favor retírate del salón y ve a meditar sobre lo que se te ha dicho-

Año 7 día 5

Salón Nigromántico.

Con los puños apretados, caminó rápido hacia la puerta, tratando de mantener la cabeza en alto y no parpadear demasiado.

—¡Vale! ¡Tampoco me interesaba de verdad esta estúpida clase!

Corriendo hacia las habitaciones, trató de detener lo inevitable. Un lucha encarnizada, digna de poemas, pero condenada al fracaso. Estalló en lágrimas incluso antes de encontrar un rincón apartado. Con la cabeza hundida entre las rodillas, sin parar de sollozar, dejó que el dolor se drenase en la única manera que su infantil mente conocía.