Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 5: Udûn

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23/01/2020, 16:57
Grimbeorn

Turno 503

El animista se alegró un poco cuando reanudaron la marcha tras rematar Edan a la noble bestia herida. Sin embargo, el norteño aun ojeó con cierto reparo el cúmulo de peñascos por el que los orientales parecían viajar. Muy desesperados debían de estar, o tenían mucha prisa, si se internaban por un terreno tan difícil y peligroso para sus monturas. Larrid creía que podían darles caza si seguían una ruta más larga, pero despejada, y prolongaban el tiempo de viaje. Grimbeorn no tenía mucho que decir al respecto, pues desconocía aquella región y lo único que le quedaba era rezar mentalmente a Araw por una recompensa al cazador constante y una resolución satisfactoria y favorable a su persecución.

Pronto, los orientales dejaron de ser la principal preocupación del animista. La intención de Larrid de no parar para comer y seguir cabalgando empezó a traducirse en forma de agotamiento en el cuerpo robusto del hombre del bosque. Resoplaba a menudo y, aun con más frecuencia, se apartaba el yelmo para secarse las gotas de sudor que perlaban su frente. Era posible que Larrid estuviera complacido con el ritmo que llevaban, pero no tardó en constatar que su problema era compartido también por Edan y Leofred, si no más agravado que su caso. Empezó a examinar al resto en busca de más signos de cansancio, agotamiento o extenuación; de vez en cuando, se acercaba a uno de sus compañeros para interesarse por su estado.

- No me parece sensato mantener este ritmo. Algunos estamos empezando a acusar el desgaste de la marcha sin descanso. Si damos alcance a los orientales en este estado, es poco probable que triunfemos salvo que ellos estén más agotados que nosotros. - Grimbeorn se había aproximado a la posición de Larrid para compartir su opinión y preocupación, pero no miraba al rohir si no a los casos que más aparentaban sufrir los efectos del cansancio.

- Tiradas (2)

Notas de juego

DJ: Editado para marcar a todos los destinatarios.

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23/01/2020, 16:49
Gwalin

Turno 503

Tras ver que no había ningún peligro la tendión del momento se relajó y todos se acercaron para hablar entre sí. Reunidos junto al aminal herido, Larrid pasó una daga a Edan para que acabara con el sufrimiento del equino. Sin miramientos, el rohir hizo su trabajo con el caballo que fuera de Freagulf. El enano lo miró y tragó saliva cuando el caballo murió. Fue rápido y limpio, Edan sabía como cuidar a un caballo hasta en sus últimos momentos.

Cerca de donde estaban descubrieron unas huellas que había dejado su enemigo. Éstas hablaron y les dijeron la intención del oriental huido: seguir por aquel pedregal por ser el camino más recto hacia la puerta negra. El terreno que pretendía seguir estaba lleno de piedras afiladas y socabones, que le retrasarían y podrían dañar a más de un caballo como pasó con el de Freagulf. Así Larrid tomó la decisión de acelerar el paso, sin descanso llegar hasta el oriental por la ruta más larga pero más rápida. 

Gwalin no dijo nada, pero apretó los dientes y asintió con fuerza. Tenía ganas de poner sus manos encima de aquel oriental. Sin perder tiempo se puso su escudo y su hacha en la espalda bien sujetos y volvió a montar en su caballo. Al poco estaban nuevamente en el camino cabalgando.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Exquisitas tiradas...a lo malo U_U

Yo tampoco paso la TR de Cansancio...y mira que la tenía fácil.

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24/01/2020, 20:30
Leofred

Turno 503

Finalmente no hubo ninguna emboscada, pero igualmente Leofred no era capaz de tranquilizarse pensando que en cualquier momento podían caer en una trampa. Al bardo le hubiese gustado poder recuperar el caballo de Freagulf, una especie de último recuerdo de su compañero, pero aunque no hubiesen tenido el apuro que tenían en aquellos momentos Edan no tardó en quitarles las esperanzas. El caballo estaba condenado. Fue incapaz de mantener la mirada cuando el rohirrim dio muerte al animal, aunque solo llegó a durar un instante antes de que se hiciera el silencio.

Por fin Larrid les puso al corriente de los planes que tenía para la siguiente jornada de viaje hasta el anochecer. No podía decirse que estuviera satisfecho, pero sus opciones eran escasas. No había forma de perseguirlos por el pedregal con las monturas, ni de alcanzarlos sin ellas, y para aguantar el ritmo por el desvío necesitarían de toda su resistencia y la de sus monturas, solo ese pensamiento era desolador. Movido por un repentino sentimentalismo, Leofred se agachó y usó su espada para cortar un grueso mechón de la crin del caballo caído, hizo un nudo con él para que no se desperdigara y lo guardó con el resto de sus pertenencias. Más tarde explicó sus motivos.

- Haré una cuerda para mi fídula con ese pelo, y cuando terminemos con todo esto escribiré una historia o compondré un poema sobre nuestros compañeros caídos y la tocaré con este instrumento. Lo menos que puedo hacer es que sean recordados como se merecen. - fue lo que dijo, pero en cierto modo tener un plan para el futuro también le daba fuerzas para seguir adelante.

- Tiradas (2)
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25/01/2020, 01:09
Hallfrid
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

También dejo una de Percepción, por si nota algo particular en el camino: signos de que haya habido cierto movimiento reciente, algún desvío, presencia de animales, cualquier cosa que escape a la desértica monotonía del lugar.

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27/01/2020, 01:52
Director

RESOLUCION TURNO 503
 

 

Tras una última y extraña acción de Leofred, recogió algunas crines del caballo asegurando que con ellas fabricaría una cuerda para su vihuela, todos se pusieron de nuevo en marcha. La intención del bardo era componer un poema, quizás cantado, sobre la caída de sus compañeros, aunque nadie comprendía el porqué de las crines. Nadie pregunto, había prisa y arengados por Larrid la cabalgada continuó.

El etheod estaba decidido a no dejar escapar a aquel hombre. Si lo lograban no podría avisar a sus compinches y de esa manera tal vez su misión podría ser completada. La muerte de sus compañeros tendría una razón de ser y se cobrarían justa venganza. Todo dependía de la sorpresa y la estratagema, tenían que interceptar al enemigo.

Larrid ordeno continuar la marcha, hasta la noche. No pararían a comer, tan solo se detendrían puntualmente para que las bestias recobraran el aliento, y poder continuar así con el vigor que necesitarían. El cansancio comenzó a hacerse patente entre muchos de los jinetes, llevaban varios días galopando y las jornadas se extendían cada vez más. Edan, el más avezado en el arte de la monta, era uno de los que mas sufrían. El mismo no sabia la razón, pero se sentía extenuado mientras que sus compañeros solo presentaban algunos síntomas. Grimbeorn advirtió del ritmo que llevaban, y de cómo este los haría estar demasiado agotados como para poder luchar si se encontraban con el enemigo. No podían perder la oportunidad, y Larrid hizo caso omiso.

Siguieron hasta que la luz del sol comenzó a menguar, pronto anochecería. Habían recorrido un gran trecho, las Puertas Negras no estaban ya muy lejos, apenas un par de horas a buen ritmo. Sin embargo, había llegado la hora de descansar. Para ello, esta vez se resguardarían entre las rocas, era un buen lugar para hacerlo sin ser visto. Descabalgaron, y rápidamente como cada vez que paraban, se dispersaron en busca de amenazas. Cuando estuvieron seguros de que estaban seguros, levantaron el campamento. Un fuego, pegado a la roca para minimizar la luz que emitía, proyectaba su calor hacia el circulo de rocas q en que se instalaron. Los caballos descansaban cerca, atados a algunas ramas con largas cuerdas que les permitían pastar.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 504

► Edan tiene un -15 a la actividad hasta que logre pasar la TR (a N4) o descanse 8h completas.

► Tiradas de percepción para las guardias.

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 29-01-20

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27/01/2020, 01:53
Larrid

Turno 504

 

- Todos estamos cansados, pero el tiempo corre en nuestra contra - dijo Larrid una vez estuvieron asentados - Tenemos que coger a ese malnacido, y no sabemos por donde saldrá al camino - mostraba su preocupación - Habrá ido mucho más lento, seguramente este acampando entre las rocas - afirmo convencido - Mañana, cuando sobrepasemos el campo de rocas, le tenderemos nosotros a él una emboscada. Pagará - Presagió decidido, su voz mostraba cierta sed de venganza.

- Ahora descansad, todo lo que podáis - pidió - Hallfrid, ¿podrías hacer tu guardia solo? - dijo mirando a Edan - Necesitamos a todos en condiciones para mañana...

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27/01/2020, 02:04
Gwalin

Turno 504

Gwalin estaba cansado. Las largas horas cabalgando le fatigaban más al enano que no dormir durante varios días. Los naigrim no estamos hechos para montar éstas bestias, se recordaba una y otra vez el guerrero mientras manejaba su montura lo más diestramente que su intuición y su poca experiencia le revelaban. Aún así, no se quejaba. Sabía lo que había y lo aceptaba. Apenas se le oían sus sempiternos gruñidos y eso que no le faltaban motivos, sobre todo por muerte de sus dos compañeros.

Pero el día tocaba a su fin y debían descansar y por Mahal que lo haría. El frío se colaba por cada resquicio que la ropa no tapaba, aumentando su sensación por el sudor de la larga cabalgada. Además, la cota de malla no ayudaba, aliándose con ese sudor para que el frío prevalecerá. Por esto, Gwalin agradeció el calor de la hoguera, aunque no fuera muy grande. Eso, la manta y la tenacidad y fortaleza de los de su raza, equilibrabam las cosas con el frío.

Comió un poco de cecina que le sentó a gloria, máxime cuando no habían parado a comer y todo lo que de había echado a la boca eran unos frutos secos. Pero sin duda lo que más agradeció fue descansar sin tener que hacer guardia. Aprovecharía y dormiría sin la cota para descansar sin más, su cuerpo se lo pedía y no podía permitirse el lujo de desfallecer estando tan cerca sus enemigos 

-Mañana será nuestro día. Acabaremos con ese arquero bastardo y luego con el resto de sus compinches -prometió el enano recordando lo que le habían hecho a Freagulf e Ional.

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28/01/2020, 18:27
Grimbeorn

Turno 504

Aquella larga jornada de marcha le sirvió a Grimbeorn como recordatorio de algo que la vieja Geleswinta solía decir. "Nunca afirmes saber algo con certeza hasta que lo sepas todo". Un dicho que se complementaba con otro, "la plena sabiduría está reservada a los Ainur". Si el norteño había creído hasta entonces que lo había pasado mal montando a caballo, aquel día le había mostrado que se quejó antes de tiempo.

Por eso, le alegró sobremanera que Larrid por fin diera la orden de parar y acampar. Tenía calambres en las piernas y le costó revisar la zona antes de montar el campamento, pero suspiró agradecido cuando pudo sentarse al calor del fuego y comer algo. Intuyó que aquel sentimiento era compartido en cierto modo por el resto de sus compañeros a juzgar por sus reacciones y expresiones. Pero, a lo largo de la frugal cena, empezó a detectar cierta actitud que le preocupaba.

- Haríamos bien en recordar que no somos unos asesinos. - Se frotó las manos brevemente, antes de volver las palmas abiertas hacia el fuego. El gesto tenía algo de simbolismo; mostrar una manos limpias de sangre, aunque el animista dudaba que todos captasen el significado. - Somos mejores que esos salvajes que mataron a Freagulf e Ional y debemos tenerlo presente cuando alcancemos al fugitivo. Los muertos no hablan. - Con aquella última afirmación, trataba de ilustrar a los más beligerantes de la utilidad de hacer prisioneros sobre el afán de venganza que creía percibir en algunos.

- Tiradas (1)
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28/01/2020, 19:30
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 504

Edan se ruborizó cuando Larrid lo miró, aunque nadie se dió cuenta gracias al casco. Sabía que el Etheod tenía razón, necesitaba descansar si quería recuperarse del agotamiento que estaba suponiendo la dura marcha a caballo, pero estaba avergonzado. Sentía que no había sido de gran ayuda hasta el momento, ni contra los Mewlip, ni en la emboscada que les habían preparado los orientales.
En el pequeño islote se había quedado paralizado, a merced del encantamiento de aquellas siniestras criaturas subacuáticas. Entonces habían sido Freagulf y Hallfrid quienes acudieron en su ayuda haciendo la mayor parte del trabajo. Ahora Freagulf estaba muerto y probablemente sus compañeros hubiesen preferido que él ocupase su lugar. Yo lo preferiria si fuese ellos pensó abochornado.
Más tarde, cuando hubieron de enfrentarse a los arqueros orientales él habia permanecido oculto la mayor parte del tiempo, tanto el enano como Larrid habian llevado el peso en aquella ocasión y se habian jugado el físico para proteger al grupo, incluso Grimbeorn el extravagante curandero y Hallfrid, el campesino, habían luchado con bravura obligando a huir a sus enemigos, mientras él buscaba fantasmas entre las hierbas altas. Pero lo peor de aquello no era eso, lo peor era que el Rohir no se arrepentía de nada. Edan era un hombre pragmático, que no solía arriegarse sin necesidad, y muy probablemente seguiria siendolo a pesar de la vergüenza. Sin embargo, no podría culpar a sus compañeros si estés lo consideraban un cobarde o un oportunista. Edan no se veia de esa manera, pero tampoco se sentía ningún adalid del honor o la Justicia. Solo era un hombre, un hombre sencillo, y práctico hasta el exceso en ocasiones. Si era preciso podía enseñar los dientes y hacer gala de una perseverancia que probablemente ni el mismo conocía, pero siempre que hubiese una alternativa prefería explorarla antes de lanzarse al vacío.

Por lo tanto, sencillamente guardó silencio ante el requirimiento de Larrid, esperando la respuesta del campesino y dispuesto a aceptar aquel inmerecido descanso a costa de recuperar un poco el aliento.

Cuando el sol se puso y el rocío extendió sus frios dedos sobre el campamento, Edan se retiró a una esquina cerca de la hoguera y allí se acurruco al calor del hogar y compartió unas palabras con sus compañeros antes de sacar su baraja de naipes y jugar unas cartas tal y como solía hacer. El rohir era por norma general un hombre bastante solitario que siempre buscaba un poco de intimidad para desempeñar su habitual ritual nocturno antes de dormir. Pero aquella noche no tenia ganas de estar solo. Queria sentir la compañia de sus compañeros y comer hasta saciar el hambre que agujereaba su estómago.

Levantó su copa cuando Gwalin formuló aquella promesa de venganza y acompañó al enano con ella.
Brindo por eso amigo! Y por que los que aqui estamos volvamos de una pieza a casa! ...a casa... cuando pronunció aquella palabra su mente viajó muy lejos de allí, hasta La Marca, y se sorprendió pensando en Nayawin y los niños. Ahora estaria preparando uno de aquellos estofados que tanto le gustaban, con Erawyn colgada de su costado y el pequeño Noah en algún lugar a sus pies llorando o tironeando de sus faldas para reclamar algo de atención. Una breve sonrisa se dibujó en su rostro. Por extraño que le resultase, en aquellos momentos hubiese deseado estar allí, de vuelta con ellos en la seguridad de su granja...
...recogió la última carta del improvisado tapete y se arrebujó en la capa de piel de Marta mietras atizaba algunos rescoldos para avivar el fuego de la hoguera. Aquella sensación de morriña se iría por la mañana y la dura realidad del mundo lo golpearia con el viento frío del Oeste, como cada nuevo dia.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro Percepción oculta para la Guardia. Solo por si Hallfrid no acepta hacer la mia.

Tirada de Cansancio Nvl 4_ Nuevo fracaso T.T
Si no duermo voy a llegar cagado al enfrentamiemto.

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29/01/2020, 15:20
Hallfrid

TURNO 504

Un extraño prodigio había operado sobre el joven campesino tras la batalla con los orientales. Y aunque ninguno de sus camaradas hizo mención a ello, era bastante probable que todos fueran plenamente conscientes de ello. Pues el cambio era radical, que podían comprobarlo a simple vista, sin el menor esfuerzo.

En primer lugar, el aire jovial y despreocupado del muchacho se había disipado por completo. Y una siniestra mueca de fiera determinación había ensombrecido sus facciones. Un ceño adusto y fruncido había eliminado de cuajo la luminosidad de aquella mirada límpida y casi inocente que todos habían conocido. Y su sempiterna sonrisa de imperturbable serenidad se había torcido en un torvo rictus de desagrado.

Además de todo ello, el joven parecía haberse sumido también en un hosco silencio. Y los risueños comentarios con que el bisoño guerrero solía importunar durante las interminables caminatas, con sus fantásticas alusiones a viejas leyendas y otros portentos del camino, se habían convertido en poco más que triste recuerdo.

Había ayudado a cavar las tumbas de IONAL y de FREAGULF sin pronunciar una sola palabra. Y si había dedicado alguna oración de despedida a los caídos, lo había hecho de tal manera que ninguno de sus compañeros pudiera percibir siquiera un sordo murmullo.

Tampoco había intercambiado ningún comentario con los demás durante las extensas cabalgatas. Que acometía siempre con la vista puesta en el horizonte y un aire de determinación casi rayano en el fanatismo. No dejaba de llamara la atención a sus compañeros el hecho de no se percibiera signo alguno de cansancio en el muchacho. Y que fuera siempre HALLFRID el primero en estar dispuesto a proseguir la marcha y el último en detenerse.

Cuando encontraron la montura de FREAGULF, el joven solo había necesitado de una simple señal de LARRYD para aventurarse a investigar posibles amenazas en las cercanías. Y no había dudado en ser el primero en alejarse hacia las zonas más peligrosas para cumplir con su misión.

A estas alturas, no estaba del todo claro para los demás cómo habían repercutido en verdad los sucesos recientes en su novato compañero. Tal vez su victoria sobre el oriental había otorgado a HALLFRID una repentina seguridad sobre sus propias capacidades. O quizás fuera que el odio que sentía por la pérdida de sus camaradas lo volvía más obtuso y descuidado, dispuesto a cualquier cosa por vengar sus muertes.

En cualquier caso, su silencio tampoco se resquebrajó cuando LARRYD le propuso mantener en solitario la guardia de aquella noche. Pues el joven le respondió con un sencillo asentimiento de cabeza, y sin apartar su mirada del pequeño fuego que habían alzado. Como si le hubieran solicitado que diera de comer a las monturas, o cualquier otra intrascendente actividad cotidiana.

- Tiradas (1)
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29/01/2020, 21:31
Leofred

Turno 504

Leofred estaba extenuado. En realidad todos lo estaban, incluso los caballos, aunque algunos lo disimulaban mejor que otros. No recordaba haber cabalgado nunca durante jornadas tan largas. Por lo general Leofred viajaba sin ninguna prisa, deleitándose en los detalles de los paisajes por los que viajaba y despreocupado del tiempo que le tomase llegar de un lugar a otro, incluso si en ocasiones le había acarreado algún disgusto. Sin embargo, aquella vez habían recorrido cientos de millas casi sin paradas y ni recordaba los últimos parajes que habían atravesado.

En el pasado quedaban ya sus largas conversaciones alrededor de la hoguera hablando de nimiedades y despreocupaciones. Ahora pocas eran las palabras que compartían al desensillar los caballos para el día siguiente, tan solo engullían una breve cena caliente - por suerte - y en seguida se tendieron al abrigo de las piedras para descansar lo más que pudieran antes del amanecer.

- Un día más. - fueron las pocas palabras que acertó a pronunciar mientras preparaban el improvisado campamento. Le agradaba que Grimbeorn aún tuviera el buen espíritu de no pensar tan solo en la venganza, alguien tenía que mantener la mente fría y no dejarse llevar por las pasiones, pero el bardo no lo veía tan claro. - El oriental no se dejará capturar con facilidad. Todo dependerá de nuestra velocidad y la buena fortuna. Aún así, yo también brindo por nuestro éxito. - su voz no sonaba tan animada como la de Edan, pero aun así quería creer en sus posibilidades.

Por pura rutina volvió a colocar aquellas trampas que había improvisado hacía ya varias noches, aunque no creía que fueran a servir de algo aquella noche. También preparó el pelo de crin de caballo que había recogido antes para, durante su guardia, fabricar con él una cuerda para su fídula. Ni él mismo le veía una utilidad clara a aquello, pero era un simbolismo de lo poco que habían compartido con Freagulf y de algún modo tranquilizaba sus pensamientos mientras trabajaba en aquella sencilla tarea.

- Tiradas (2)
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30/01/2020, 03:33
Director

RESOLUCION TURNO 504
 

 

Con la noche ya entrada, se dispusieron a descansar. Cenaron carne asada, bien regada por vino aguado y algo especiado. Pocos alimentos frescos quedaban ya, la última pieza de carne sirvió para saciar los estómagos y reponer fuerzas. Mientras algunos se calentaban, charlaban, maldecían o simplemente se quedaban en silencio, Leofred montó una vez más su sistema de trampas. Varias cuerdas unidas entre sí y a su vez enganchadas a algunas piezas metálicas, si alguien las tocaba, se despertarían. Por supuesto, todos conocían la posición del cordaje, no fuese que lo activasen por error. Después comenzó a tener la cuerda de las crines que había recogido.

El calor de la hoguera se proyectaba en la roca, haciendo que un pequeño fuego multiplicara su poder para calentar. Se echaron alrededor, formando un semicírculo con la roca y dejando la lumbre a sus pies. Al fin podrían descansar, aunque tenían también que cumplir con su turno de guardia. Larrid pidió a Hallfrid hacer la suya solo para que Edan, visiblemente cansado, pudiera recuperarse.

Leofred y Larrid fueron los primeros, se quedaron despiertos mientras el resto se dejaba llevar por la somnolencia. La guardia transcurrió tranquila, las idas y venidas de los dos hombres, alternándose, no descubrieron amenaza alguna. Era una buena señal.

Hallfrid fue el siguiente. Se desperezo rápidamente, y en seguida empezó su turno. Estaría él solo, no podía permitirse ningún despiste. Los acontecimientos recientes, lo habían empujado a un cambio de personalidad, se había vuelto más taciturno, decidido, e incluso envalentonado. Podía con aquello, y lo demostraría. Las horas pasaron sin mayores sobresaltos, hasta que creyó ver a lo lejos un resplandor. Se alejó del campamento, no demasiado, para después volver a toda prisa, tenia que avisar a sus compañeros. Primero despertó a Larrid, el era el que tenía que decidir qué hacer. No dudó en despertar a todo el mundo, no podían permitirse caer en otra emboscada, y mucho menos perder la oportunidad de pillar desprevenido al enemigo.

En el cielo, despejado y con solo algunos nubarrones, brillaba una luna prácticamente llena que permitía ver bastante bien aun siendo de noche. Todos miraban hacia donde Hallfrid señalaba, pero no llegaban a ver nada. Quizás si la luna fuese nueva y la oscuridad rodease todo, un fuego lejano fuese más visible.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 505

► Larrid y Hallfrid os despiertan uno a uno.

► Han pasado casi cuatro horas desde el comienzo de las guardias (cada turno es de algo mas de dos horas y media).

► Edan tiene un -15 a la actividad hasta que descanse 8 horas de descanso. 

► Tiradas de percepción para descubrir que cree haber visto Hallfrid.

 

► Resolución del próximo turno: domingo 02-02-20

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30/01/2020, 03:34
Director

Turno 505
Percepción

 

Hallfrid, tras varios paseos alrededor del campamento, cree distinguir a lo lejos un leve resplandor. Acercándose un poco, comienzó a distinguir, con la claridad que le daba su visión, algo extraño. No sabia como, aun se explicaba como funcionaban sus ojos, pero veía con total definición, como una aureola de calor se desprendía de entre las rocas, a unos cien metros de donde estaban. Para él estaba claro, alguien acampaba allí.

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30/01/2020, 03:39
Larrid

Turno 505

 

Larrid, junto a Hallfrid, fue despertando a todos, incluso a Edan. A pesar de su agotamiento, lo necesitaban, necesitaban a todos. El endoriano había descubierto algo, y tenían que estar alerta.

- Rápido, sofocad ese fuego - ordenó a Grimbeorn - Leofred, la ballesta - dijo señalando al bardo - Si alguien tiene un arco, es momento de que demuestre de que es capaz - daba ordenes a toda prisa, como si algo la acechase inminentemente. - Edan, espero que estés preparado - le dijo sin darle mayor importancia.

- Dime Hallfrid, ¿Qué ves? - pregunto tratando de mirar hacia donde el campesino lo hacia - Gwalin, tu vista es sin duda la mejor en la oscuridad, ¿Qué estamos mirando? - Se le notaba nervioso.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro percepción

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30/01/2020, 17:50
Grimbeorn

Turno 505

Aunque no sabría decir cuánto tiempo había dormido, Grimbeorn si supo que no el suficiente, pues el cielo aun estaba oscuro aunque despejado mayormente, al ser despertado repentinamente. El ser acuciado por Larrid a apagar rápidamente la hoguera desperezó al norteño e hizo que varias alarmas se encendieran en su cabeza. El primer pensamiento fue que estaban bajo ataque, mientras echaba tierra sobre las llamas antes de apartarse apresuradamente de los escoldos que se extinguían.

No sentir flechas caer sobre ni cerca de ellos ni escuchar ruidos de combate o de gente cargando en la oscuridad relajó algo al animista. Entonces, al centrarse en lo que ocurría realmente, comenzó a entender lo que sucedía. Hallfrid aseguraba haber visto algo, una luz en la lejana oscuridad. Y Larrid aprestaba al grupo. El hombre del bosque entrecerró los ojos (como si eso fuera a ayudarle a ver mejor en la oscuridad) y oteó las formas oscuras de rocas y vegetación del paisaje nocturno que les rodeaba.

- Yo tengo uno. - Grimbeorn replicó en un susurro cuando Larrid preguntó, más bien exhortó a tomar arcos. El animista se acercó a su improvisado lecho para recoger el arma y las flechas, aunque su atención aun seguía centrada principalmente en la oscuridad más allá del campamento.

- Tiradas (1)
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30/01/2020, 23:54
Gwalin

Turno 505

Gwalin se despertó cuando alguien le tocó para ello. Al hacerlo, lo primero en que se fijó que era de noche y eso solo quería decir una cosa, que algo había pasado durante una de las guardias. Se quitó la manta y una bofetada de fría le sacudió el cuerpo desde de punta de los pies hasta el pelo de las cejas.Apretando los dientes logró dominar ese sentimiento y centrarse. Lo primero era coger sus armas que hab´ñia dejado concienzudamente, como cada noche, a su lado. 

Aferró su hacha y su escudo, pero al hacer lo segundo, se fijó en que encima de este estaba su cota de malla. ¡¡No llevo puesta la cota!! -se sorprendió el enano recordando cómo se la quitaba esa noche para dormir. Había preferido descansar y ponérsela al día siguiente, a dormir con ella y no dormir bien con lo que eso significaría en el posible combate del día siguiente. Ahora era demasiado tarde como para ponérsela, así que debería luchar sin ella lo que le produjo emitir un leve gruñido. -Grrmmmmm.

Sin más el enano se acercó a donde estaban los demás. Larrid les instó a que cogieran sus armas a distancia, algo de lo que el enano carecía. Pero sí que le ayudó a mirar el entorno con sus ojos de naugrim más acostumbrados a la oscuridad como pidió su líder. Pese a que acababa de despertar, Gwalin se centró en lo que hacía. Dependían de su vista y no quería fallar al grupo.

- Tiradas (1)
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01/02/2020, 16:43
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 505

Edan se sobresaltó cuando lo despertaron. No esperaba ser molestado aquella noche, y el cansancio lo había sumido en un profundo sueño del que le estaba costando desvelarse.

Asintió a las palabras de Larrid mientras trataba de desperezarse y buscaba su casco y sus armas. No habia tiempo para más. Cuando hubiesen asegurado la zona y comprobado que no habia orientales en las inmediaciones podrian enfundarse las armaduras.

Rápidamente se dirigió hasta donde Hallfrid oteaba el horizonte. Se notaba lento y torpe, las armas le pesaban más que de costumbre y le costaba coordinar sus pasos a causa de la fatiga, pero se forzó a mantener la concentración. Se dio un par de bofetadas en las mejillas y se frotó los ojos antes de ponerse el casco y mirar hacia donde su paisano le señalaba.

Una hebra de humo blanco se levantó de la hoguera cuando Grimbeorn le echo tierra. El siseo de los rescoldos hizo que el rohir desviase su atención momentáneamente de la llanura.

La luz de la luna bañaba los confines de la meseta, dibujando aristas plateadas allí donde el horizonte se confundia con el firmamento. Edan entornó los ojos y escudriño la lejanía intentando descifrar los secretos del silencio que lo dominaba todo...pero no era capaz de ver nada.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro percepción.

Me pongo el casco. La percepción va con la penalización del casco, pero si no lo ves inconveniente puedo echar un vistazo antesbde ponerlo.

La armadura imagino que no la tenemos puesta, ya que no dijimos nada específico para eata noche. Y la norma es quitarsela para dormir.

Si no hubiera orientales cerca y Larrid nos dá algunos minutos intentaré ponermela.

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02/02/2020, 23:28
Leofred

Turno 505

Leofred se despertó a regañadientes al notar que le agitaban el hombro, con la sensación de que no había descansado nada. Por supuesto, casi daba por hecho que era la hora de partir, por lo que ya había echado mano de su macuto antes de notar que la noche no había pasado por completo y todos estaban más silenciosos de lo normal.

En cuanto Larrid le pidió que preparase su fiel ballesta no dudó; no veía lo que Hallfrid señalaba pero confiaba plenamente en él, especialmente si se trataba de estar preparados contra un posible peligro. Apenas tardó un momento en tensar la cuerda y preparar un proyectil.

La extensión a su alrededor tenía un aspecto fantasmagórico bañada solo por la luz de la luna, pero, aunque gracias a ello podían ver con cierta claridad, entre la luz pálida y la falta de viento, era como si el mismo tiempo se hubiera detenido en aquella tierra. Nada se movía, y aunque todos vigilaban la misma dirección, Leofred apenas sabía adonde mirar.

- Tiradas (1)
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03/02/2020, 01:28
Director

RESOLUCION TURNO 505
 

 

Hallfrid estaba seguro de haber visto algo, el resplandor de una hoguera a lo lejos, hacia el norte de donde ellos habían acampado. La enorme luna iluminaba con gran claridad la zona que se extendía en aquella dirección, dejando ver como las rocas formaban allí un sinfín de corredores. Las piedras afiladas se agolpaban entre sí, creando paredes irregulares, de entre dos y tres metros, entre un terreno yermo. Algunos arbustos luchaban por crecer en aquel paraje, junto a tímidas briznas de hierba que salían cerca de la base de las rocas. La zona estaba llena de zarzas leñosas, ya secas, repletas de espinas y sin una sola hoja. La cercanía a las montañas de ceniza, y la larga exposición al mal sufrida por aquella zona, la habían maltratado hasta dejarla muerta.

Todos levantado ya, fueron acatando las ordenes que Larrid les daba. Apagaron de inmediato el fuegoy se pertrecharon con arcos. Larrid tenia uno, Grimbeorn otro, y Leofred su ballesta. Los caballos fueron escondidos entre las rocas, y enseguida comenzaron a avanzar hacia donde el campesino había visto el resplandor. Ninguno, salvo el propio Hallfrid, era capaz de distinguir nada en la noche. Sin embargo, se alejaron un poco mas para tratar de ver algo.

En formación, con el endoriano y el naugrim al frente, seguidos por Edan y los arqueros en la retaguardia, continuaron sin mas luz que la de la luna. Trataban de no hacer ruido, se acercarían sigilosamente hasta reducir al oriental. No querían matarlo, su intención era tomarlo preso. Antes tenían que descubrirlo, y Hallfrid era el único que precia lograr ver el resplandor que delataría la ubicación del salvaje. Los demás, por mucho que se esforzaban, no eran capaces de distinguir mas que rocas y oscuridad. Siguieron una centena de metros más, y nada cambiaba, el campesino los guiaba con decisión hacia el norte, esquivando zarzas y piedras. Muchos empezaban ya a pensar que sus sentidos le habían engañado, y que estaban allí despiertos para nada. Sin embargo, él insistía y no dejaba de señalar hacia un punto, al noroeste. Larrid prefirió asegurarse, el mismo confiaba en que llevase razón pese a no ver nada.

Continuaron avanzando, siempre bajo las indicaciones de Hallfrid, con la inestimable ayuda del enano, que les iba avisando de pequeños socavones y piedras sueltas. Los ánimos, incluso los del etheod, comenzaban a decaer, la sombra de la duda rondaba la cabeza del grupo. Fue entonces cuando escucharon un relincho, pero no supieron si era cerca o lejos, pues las rocas amplificaban su sonido. Retumbó en las paredes, haciendo muy difícil localizar la procedencia, Hallfrid seguía señalando la misma dirección.

 

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 506

► No detectáis el resplandor que dice Hallfrid, podéis hacer tiradas de percepción.

► Habéis recorrido 300 metros.

Esquema de situación para el turno 505. La marca naranja marca la dirección que señala Hallfrid.

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 05-02-20

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03/02/2020, 01:31
Larrid

Turno 506

 

- ¿Habéis oído eso? - preguntó tras el relincho, aunque fue tan claro que era casi imposible no haberlo hecho - Procurad no hacer ruido - tenían que extremar las precauciones.

- Gwalin, Grimbeorn, asegurar ese camino - dijo señalando al este