Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

1 de diciembre del año 750

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18/04/2016, 10:24
Helene

-Bien, hasta que sepamos algo, es decir, hasta que haya pegado un vistazo a los cuerpos y a los alrededores, mejor que os quedéis quietos aquí. Vjelkus, quédate con ellos y mantén un ojo sobre mí para evitar sorpresas. Y si guardamos un prudente silencio, mejor que mejor -dijo Helene que se dirigió hacia los cuerpos tendidos en la orilla al tiempo que miraba con detenimiento alrededor.
 

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18/04/2016, 10:28
Helene

Helene se acercó a los cadáveres al tiempo que aprovechaba el tiempo para restaurar sus propias heridas. Observó los cuerpos tratando de detectar alguna constante vital y tratando de indentificar aquellos rostros. ¿Amigos o enemigos de Ludoviko? ¿Qué les había conducido hasta allí? Esperaba que las huellas que encontrara junto a la orilla pudiera darle alguna explicación de lo ocurrido.

- Tiradas (1)

Motivo: Curar por arma mágica

Tirada: 1d8

Resultado: 6(+4)=10

Notas de juego

Helene se cura. Si son cadáveres, los registra (momento rapiña). Si hay armas en torno, las recoge.

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18/04/2016, 19:36
1-Estado de los personajes

Sin dudarlo, cruza el riachuelo y se pone a inspeccionar la zona. Helene descubre que los cuerpos pertenecen a tres vistani: dos chicas y un anciano. Una de las chicas está degollada. Los otros dos cuerpos murieron tras una intensa lucha, y recibir varios tajos, la mayoría en el torso.

No fueron víctimas inocentes: iban bien pertrechados. En total, Helene encuentra:

-Tres cimitarras de gran calidad, con sus respectivas vainas.

-Tres arcos cortos compuestos. Son algo más grandes que el de Liddo, usado por Vjelkus, así que estos pueden ser usados por un adulto fuerte.

-Tres camisotes de mallas de gran calidad, armaduras ligeras y cómodas.

-Tres broqueles de gran calidad para atar al brazo, a modo de pequeños escudos.

-Veinte flechas.

Cuando Helene está en pleno exámen de uno de los cuerpos, escucha un pequeño lloriqueo en los alrededores... Lo ubica por el oído a ras de suelo, pero no ve nada. Cuando se acerca, el lloriqueo se transforma en un aleteo, como el de una libélula, a pesar de que no hay ningún insecto allí cerca capaz de producirlo.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Sanar, buscar y escuchar de Helene

Tirada: 3d20

Resultado: 13, 13, 18 (Suma: 44)

Motivo: Número de flechas

Tirada: 3d20

Resultado: 20

Notas de juego

¿Te anoto algo del botín? Quitar las armaduras a los cuerpos llevaría algún rato.

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18/04/2016, 20:00
Vjelkus

Ya habéis oído a mi madre: prudente silencio. No quiero escuchar ni una palabra. Ni una queja. Ni un chascarrillo. Ni un... ¿estáis seguros de que es prudente bajar del caballo aquí? Puede ser peligroso. Mamá ha cruzado el riachuelo, y está acunclillada al lado de uno de los cuerpos. ¿Por qué no esperamos a que vuelva antes de decidir si es seguro para vosotros apearse? Esperad un momento, le voy a preguntar...-para no tener que andar, Vjelkus llamó a su madre alzando la voz-¡Mamá! ¡MAMAAAAAA!-el ternero saludó con la mano a la madre vaca, pero ninguno de los ciegos pudo verlo-Enseguida estará aquí, de vuelta. Ella nos dirá. Podéis quedaros en el caballo o bajaros.

Ya era un poco tarde. Solo Parriwimple seguía sobre su caballo. No "su" denotando pertenencia. Parriwimple no quiere esa responsabilidad. Solo es el caballo que está bajo su culo. Y ese "su" si denota pertenencia, Parriwimple lo necesita cada vez que le entran ganas de ir a cagar.

Ah... mira en el suelo, Ivalic... perdón. He encontrado una vara para ti-se la puso a Ivalic en la mano, tras agacharse a recogerla.

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19/04/2016, 16:50
Helene

Helene regresó donde sus compañeros, cargada hasta arriba.

-Vjelkus, ¿hacía falta que gritaras como un poseso? Agradece que tenga las manos ocupadas o te daba un capón histórico. Ahora ven aquí y ayúdame con esto. Chicos, hay tres cadáveres. Dos mujeres y un anciano. Vistanis. Una de las mujeres murió degollada. Los otros dos pelearon hasta el fin por lo que parece. He tenido la sensación de que alguien lloraba. Más que sensación lo he oído pero no he podido determinar de dónde procedía. Cuando me he acercado, silencio. Tan solo un aleteo y nada más. ¿Un insecto llorón? Lo dudo, pero no he conseguido más -había fastidio en la voz de Helene. No sabía si había sido el grito de Vjelkus o que ella no había sido lo suficientemente cautelosa y la criatura, fuera lo que fuera, había huido-. He recogido sus armas. Tres broqueles, tres cimitarras con sus vainas, tres arcos compuestos y veinte flechas. Los broqueles y las cimitarras son de gran calidad por su aspecto. Debo añadir que los cadáveres llevaban unos camisotes de mallas estupendos pero no quería perder más tiempo ahora mismo. Lo imprescindible nada más. Y ahora deberíamos avanzar e ir hasta donde encontramos a Ludoviko la última vez. No dejaremos aquí los caballos, porque tampoco estoy segura de que no hayan ojos vigilando. Luego recogeremos los camisotes. Por de pronto me quedaré con una de las cimitarras, un broquel y un arco además de las flechas, salvo que alguien quiera también un arco caso en el que repartiremos las flechas equitativamente. ¿Queréis algo de todo esto o lo destinamos a la venta y hacernos con algo de dinero para esas otras cosas que tanto necesitamos? 

Notas de juego

La pierna amputada, ¿corresponde a alguno de los tres cadáveres?

¿Estadísticas de lo rapiñado? Lo pregunto para hacer cambio de arma y escudo llegado el caso.

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19/04/2016, 18:17
Ivalic Yannof

-Gracias Vjelkus.

Ivalic guardó silencio obedientemente mientras agarraba su recién adquirido bastón. Cuando escuchó gritar a Vjelkus se asustó pensando que algo malo había ocurrido, pero después se dio cuenta que no era así. Golpeó las inmediaciones con su bastón por si había algún obstáculo cerca con el que tropezarse, pero tan solo encontró una de las protecciones metálicas de Herr Urik.

-Creo que encontré algo Her Urik, es metálico, quizás una espada, una armadura o algo.

Cuando volvió la Señora Helene el niño pensó que había golpeado algunas de esas cosas que mencionaba.

-Sí, aquí hay una mire.
-Clon, clon, clon. sonaron tres golpes metálicos en otros tantos varazos de Ivalic.- ¿Piensa usted que nos pueden ser útiles? Yo ya tengo la espada y la camisola del mediano y está claro que no puedo manejar un arco. De todas formas así como estoy ciego no podré usar ninguna de ellas. Será mejor que se las quede.

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19/04/2016, 20:21
Vjelkus

¿Puedo quedarme con las flechas, uno de los escudos y una de las cimitarras, mamá?

Helene miró atrás, a la pierna, descentrada. Los tres cadáveres tenían todos sus miembros intactos. Había por ahí un cuarto hombre, o mujer, que se había marchado con un solo punto de apoyo, y si estaba solo no iba a poder llegar muy lejos. De todas formas, era seguro que Ludovico no habría caído en su propia trampa, así que la amputación del cepo para osos no se cobró peaje al semigitano.

Mamá... ¿me escuchas? ¿Estás bien? ¿A dónde dices que deberíamos ir?

La última vez que vieron a Ludovico, estaba donde ahora descansa el cadáver del viejo, pero antes que eso le vieron salir de detrás del risco y bajar el repecho. Y allí fueron. A medida que Helene se aproxima a las Brumas que colindaban con el risco, su corazón empezó a latir con fuerza. En cualquier momento podría surgir un peligro atravesando la cortina de niebla. Vjelkus también se sentía inquieto, y cogió de la mano a su madre. Ambos obtuvieron del otro algo de sosiego, y explorando el risco encontraron un refugio entre las rocas.

Una lona atada a unos pitones en las grietas de la piedra hacían de un improvisado tejado. Bajo él, un caballo tranquilo, con bocado y bridas, pero sin silla de montar. También había una fogata apagada, un caldero con agua, un odre, un saco de dormir abierto y montones de envoltorios de comida esparcidos por el suelo. Lo más llamativo de todo: el carromato gitano, y porque era diminuto y estaba a escala. Era un juguete extraño que desentonaba con el resto del campamento. Puede que Ludovico tenga un lado infantil después de todo.

Notas de juego

Cimitarra: +1 al ataque, 1d6+bono de fuerza al daño, crítico 18-20x2. Competentes: Urik, Varikov, Vjelkus y Arik.

Arco corto compuesto: requiere fuerza 14. 1d6+2 al daño, crítico x3. Competentes: Urik, Varikov, Vjelkus, Arik e Ivalic.

Broquel: +1 a la CA, sin penalizador de armadura. Competentes: Helene, Varikov, Vjelkus, Arik e Ivalic. Urik también es competente, pero la armadura completa incluye broquel en su descripción, así que no le aumenta CA.

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19/04/2016, 22:15
Herr Urik von Teudeldorf

- "Creo que sería bueno que tuviera uno de esos arcos, Frau Helene, por si nos atacan enemigos voladores y no puedo alcanzarles con una espada. Aunque con media docena de flechas será suficiente por ahora." -

Siento los golpes de Ivalic y sonrío:

- "Creo que eso que estás golpeando es mi armadura, Ivalic." - Aunque no pueda verlo por estar ciego como yo, Ivalic puede notar que estoy sonriendo por mi tono de voz algo jocoso.

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20/04/2016, 19:14
Helene

Helene colocó uno de los arcos en el hombro de Urik.

-Coge una de las cimitarras y el escudo, Vjelkus. Las flechas os las repartiréis entre vosotros -había sopesado la cimitarra y probado el arco y fue consciente de que no podría usarlos cómodamente-. Finalmente, me quedaré solo con el broquel. Ivalic, este pequeño escudo seguro que te es útil al igual que el arco.Y aunque ahora no veas, eso lo solucionaremos rápido.

Tras el rápido reparto, cayó en la cuenta de algo que antes no había registrado en su mente.

-La pierna... No pertenecía a ninguno de los fallecidos. Eso quiere decir que alguien herido y sin una pierna, está cerca. Imposible que haya ido muy lejos. Lo buscaría pero hay urgencia en vuestra sanación.

Cuando ella y su ternero se acercaron al campamento de Ludoviko, miró en torno a sí.

-Hijo, esto es extraño. El caballo sigue aquí y dudo que Ludoviko se hubiera ido a pie. Es como si hubiera tenido que irse apresuradamente, dejando atrás todo esto, sin recogerlo. Y mira eso -se agachó hasta arrodillarse para mirar el pequeño juguete-. En un mundo sin magia pensaría que tan solo es un juguete pero esta perfección, este cuidado de los detalles. ¿Podría tratarse de un hechizo de reducción de tamaño, una forma de Ludoviko de escapar a lo que fuera que venía a por él?

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20/04/2016, 19:32
Herr Urik von Teudeldorf

En silencio, guardo el arco y un carcaj con una media docena de flechas a mi espalda. Generalmente combato cuerpo a cuerpo, pero nunca se sabe cuando podemos enfrentarnos a un enemigo al que no pueda alcanzar con mi espada.

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20/04/2016, 19:42
Ivalic Yannof

-Ohhhhh... ¿Es usted Herr Urik? Perdone.

El niño se sonrojó un poco. En el fondo saber que Herr Urik estaba cerca le tranquilizaba. Tras eso llegó la Señora Helene e Ivalic aceptó de buen grado los regalos.

-¿Puedo llevar ya el escudo? Así si nos atacan podré protegerme. O si me pierdo puedo golpear el escudo con mi bastón para que sepáis donde estoy.

Parecía que un pequeño misterio inquietaba a Helene, más en concreto una pierna sin dueño.

-¿Y si seguimos el rastro de sangre? Tiene que haber quedado mucha sangre ¿No?

Por primera vez desde que se había quedado ciego se alegró de no tener que ver aquello, seguramente era muy desagradable, no es que no hubiera visto cosas incluso peores, pero tampoco era cuestión de regodearse en ese tipo de escenas.

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20/04/2016, 21:20
Vjelkus

A Vjelkus se le desplegó una sonrisa grande como una vela de galeón. Ahora sí que empezaba a tener más aspecto de aguerrido aventurero. Ivalic, a ciegas, trató de tensar el arco, pero al igual que había ocurrido con el arco de Liddo, no era lo suficientemente fuerte.

Sí... hay sangre. Pero el rastro se interna en el bosque. Sin el señor Enano, vamos a tener complicado seguir al... "cojo". Incluso podríamos perdernos y tener que acampar en plena noche... Ay, ay, aaaay...

Mientras, Helene enfilaba su ojo por un pequeño ventanuco del juguete. El interior se veía lleno de detalles, con multitud de pequeños objetos a escala, como una fila de cucharones colgados de la pared, que se inclinaban como si fuesen piezas independientes. O como un pequeño globo terráqueo atornillado al suelo. O una estantería con libros, con una goma elástica para evitar que se cayesen al mover el carromato en el aire. Todo parecía muy real para ser un juguete, como Helene supuso.

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21/04/2016, 05:18
Ivalic Yannof

-No creo que necesitemos al Señor Varikov para eso, siempre podemos seguir el rastro y después volver por el mismo, supongo que la sangre no se borrará tan fácilmente. Pero eso quizás nos desvía de nuestros objetivos, aunque si alguien sobrevivió podría contarnos que es lo que pasó aquí y donde está Ludovico. ¿No lo veis por ningún lado?

Mientras tanto Ivalic intentaba utilizar el arco que la Señora Helene le había dado, quizás con aquel tuviera más suerte, pero parecía que aquellas armas no eran para él. Por fortuna seguía teniendo su inseparable tirachinas.

-Señora Helene, no puedo disparar este arco tampoco, no soy tan fuerte como Vjelkus. Parriwimple ¿Tu sabes disparar un arco? Podrías aprender, cuando no estés ciego claro, mejor que ahora no lo intentes.

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21/04/2016, 08:49
Herr Urik von Teudeldorf

- "Hum, pronto anochecerá, y con la mayoría de nosotros ciegos estamos bastante indefensos ante cualquier peligro que surja..." -

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21/04/2016, 17:50
Helene

-Esto es bastante extraño -dijo Helene en voz alta para que todos los presentes le escucharan-. Este carro parece el Ludovico pero en versión reducida. Voy a intentar algo.

Helene cerró un segundo los ojos concentrándose.

Notas de juego

Detectar magia

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21/04/2016, 18:05
Ivalic Yannof

Parecía que la Señora Helene y Vejelkus habían encontrado algo que les llamó la atención, era un carro parecido al de Ludovico pero más pequeño.

-¿Y que piensa hacer? -Preguntó Ivalic curioso.- Igual es de uno de los niños del campamento vistani, quizás a su padre le gustaba tallar madera y le hizo un carro. ¿No deberíamos seguir buscando a Ludovico? Usted es un poco mayor ya para jugar con esas cosas...

La pena era que él estaba ciego y no podía disfrutar de aquel juguete que por lo que decían debía ser muy bonito y chulo.

-¿Cuando termine me lo puedo quedar?

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21/04/2016, 19:03
1-Estado de los personajes

Como un fogonazo, las corneas de Helene se esculpieron en luz. Todas sus corazonadas, poco a poco, se habían ido cumpliendo: efectivamente, el brillo irisado que solo la magia de Helene podía discernir, demostraba que el carromato estaba bajo el influjo de algún tipo de magia arcana no permanente. Sin embargo, sus conocimientos no iban más alla de eso en esta materia. Ni era capaz de discernir los cordajes que componían el conjuro ni sus efectos, más allá de meras elucubraciones.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Conocimiento de conjuros

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+6)=12

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22/04/2016, 10:51
Helene

-No, no puedes -dijo Helene, los ojos aún relucientes de luz-. El pequeño carro es el de Ludovico, pero han arrojado un hechizo sobre él. Carezco del poder necesario para devolverlo a su estado natural, pero esto será temporal. Lo que ignoro es si Ludvico está dentro del carro o no.

Alzó la vista, mirando en derredor. ¿El lloriqueo que había escuchado podría proceder de Ludovico?

-Creo que deberíamos buscarlo, Vjelkus. Pro investiguemos esto. Quizás haya algo que nos pueda servir -apostilló Helene.

Notas de juego

El objeto de la búsqueda serían potenciales pergaminos ocultos en la zona de acampada que permitan curar a los ciegos.

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22/04/2016, 11:41
Parriwimple Indirovich

Todo era muy extraño. La incapacidad de ver impedía a Parriwimple interaccionar con el mundo con normalidad. Su falta de inteligencia, de la que era dolorosamente consciente, le cohibía en ocasiones. Y la misma, sumada a su falta de visión, hacía que el bondadoso gigantón guardara silencio, dejándose conducir sin hablar y, básicamente, tratando de no molestar.

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22/04/2016, 13:01
Ivalic Yannof

El niño mostró su decepción ante la negativa de la Señora Helene, pero al escuchar que se trataba del propio carro de Ludovico miniaturizado comprendió que no podía quedárselo.

-Ualaaaaa, como mola... ¿Puedo tocarlo? -Ivalic extendió una de sus manos al frente para hacerlo.- Si Ludovico está dentro nos estará viendo y oyendo ¿No? Ludovico... Ludovico... ¿Estás ahí? Si estás ahí sal del carro y salúdanos, no nos saludes porque no te veremos, mejor grítanos algo, somos nosotros, no te vamos a hacer daño.