Partida Rol por web

Irina exhaló el aire helado que había atesorado en sus pulmones.  Se giró mientras se recogía el pelo en una coleta. En su mirada se leía de nuevo la determinación y una buena parte de mala uva.

-Yo no pienso seguirte, Urik. No veo la necesidad. Todos estamos de acuerdo en el siguiente paso, ¿No? Pues para mi es suficiente. Si crees que te elijamos lider supondra algun cambio en el comportamiento del enano, te equivocas. Seguirá haciendo lo que le de la gana y tú no tendrás autoridad ninguna para cohartarlo porque asi es a vida: orden contra caos.

Si lo dices para simplificar las decisiones, tampoco creo que sea buena idea. Creo que es mejor lo que decida la mayoría, como hasta ahora. No creo que nada de lo que ha pasado tenga nada que ver con tener un -hizo el signo de las comillas con las manos- "líder".

Yo no quiero ser un líder para mi gente. En todo caso, siempre he preferido considerarme una "guía" para el que busque una mano que señale en la dirección apropiada pero nada más que eso. Soy la autoridad, en eso estás en lo cierto y, ya que lo soy, me aseguraré de que se cumple la ley pero yo no soy tú. No vivo en un mundo en blanco y negro. Sé que el mundo es gris, que da asco y que hay que ser flexible para esquivar las trampas que te pone en el camino.

Si vais a debatir mucho rato sobre este asunto, hacédmelo saber, pues aún tengo mucho que leer del diario de Danovich y considero que puede ayudarnos mucho más en nuestra misión que todo esto.

Varikov se sintió de repente en medio del bosque, cuando por aburrimiento le hablaba a los árboles y nadie le contestaba. Se quedó en silencio un tiempo mientras sus voces tomaban el control de la situación.
      - ¡Oh, venga ya! Ese peladin se lleva un amuleto que le vendría mejor al niño… Es tan egoísta.
      - ¿Desde cuándo te importan los niños?
      - Jejeje, sabes que siempre me han gustado…
      - ¡Pervertido!
Como siempre esas imbéciles que rondaban sin parar por su mente no tenían nada bueno que aportar. No quedaba otro remedio que cogerlo todo. ¿Pero cómo? La canción del pito que el niño vomitaba en las orejas del enano, lo ponía cada vez más nervioso. Sin pensarlo dos veces arrancó una poción de las manos del mocoso y lo miró fijamente hasta que se le secaron los ojos. Luego la dejó sobre la mesa y solo cogió los nueve virotes de plata y tres estacas. Sin prestar ninguna atención al resto, volvió a su rincón para guardar las cosas que había cogido. Cuando acabarían con la cháchara a lo mejor los acompañaba... o no.

¡YA BASTA! ¡ID A POR ARIK DE UNA VEZ! PUEDO ENTENDER QUE NO SEA TAN PRIORITARIO COMO IR A SALVAR AL VIEJO DANOVICH, PERO ARIK SIGUE SIENDO MÁS IMPORTANTE QUE REPARTIR LAS POSESIONES DE UNA DIFUNTA O DECIDIR QUIÉN MANDA SOBRE QUIÉN. 

Gertruda enrojece de ira y se marcha por la puerta de las cocinas. Puede que no necesiten pertrecharse más por ahora. Si dejan algunos virotes o estacas aquí, no es probable que nadie se moleste en robarlas. Solo les acompaña ahora en la planta baja de la posada la sirvienta Elenya, que terminó de ayudar a su señora Irina a colocarse la armadura y que está descolocada por el pronto que muestra Gertruda cuando se trata de Arik.

En una mesa sigue el cadáver tapado con una sábana de la difunta Lady Ashlyn. En el suelo: un escudo, una ballesta, dos frascos de destellos alquímicos y varias estacas y estuches de virotes. En otra de las mesas, la poción de águila que Varikov dejó para coger los virotes de plata. Que no lo pusiera de nuevo en el suelo, con el resto de cosas, fue un gesto de diplomacia que a muchos les pasó desapercibido. O puede que como disfrute del caos y el desorden, mover algo de su sitio le aporta algo de sosiego.

La primera cosa con sentido que oigo en un buen rato -dijo Irina. No sé vosotros pero yo voy a buscar a Arik. Le debo eso y más. Ahí os quedais.

Irina no esperó a nadie. Tan solo se preocupó de agarrar una botella de vino y darle un largo trago antes de equiparse su escudo y empezar a caminar.

Le doy palmadas de consuelo a Parriwimple en la espalda para consolarlo, pues está tan abatido como yo, sino más, por los recientes acontecimientos.

Estoy demasiado desconsolado para decir nada, pero recojo respetuosamente los objetos que han caído en el suelo, que pertenecieron a una gran paladina, a una heroina, y los deposito cuidadosamente sobre la mesa.

Me guardo en mi equipo dos de las estacas y le entrego las otras a Parriwimple para que las guarde, espero que las podamos necesitar en un futuro contra los no muertos.

Asiento ante los presentes y digo:

- "Sí, vayamos a buscar a Arik." - Me coloco a la espalda la espada de Frau Ashlyn en su vaina. Sin duda esta espada seguirá combatiendo al mal un tiempo más.

Me apresuro a seguir a Frau Irina y a los demás.

Las palabras de Irina hicieron que Ivalic bajara la mano y dejara de dar saltos, no parecía que fueran a elegir a Herr Urik como líder, aunque quizás no necesitaban uno. Más o menos las cosas les habían ido bien, claro no para Ashlyn o los que se habían quedado por el camino pero habían hecho lo que habían podido. Ivalic pensaba que necesitarían algo de fortuna para poder llevar a cabo la misión de matar a Strahd, cada vez eran menos y tampoco contarían con los refuerzos de los dos paladines que estaban prisioneros en el castillo. Los gritos de Gertruda lo sobresaltaron en mitad de sus pensamientos. El niño bajó la cabeza avergonzado y se puso rojo, la muchacha tenía razón, había cosas importantes que hacer y la vida de personas corría peligro mientras ellos estaban allí discutiendo.

-Tienes razón Gertruda, no te enfades, encontraremos a Arik. Dijo a modo de disculpa antes de que se marchara enfurecida a la cocina.

Miró a sus compañeros y comprobó como Irina y Herr Urik se dirigían hacia la puerta.

"Un líder no se elige, se erige"

No sabía donde había leído aquella cita pero se le vino a la mente al mirar a sus compañeros. Se dirigió hacia la salida decidido a acompañarlos.

-¡Esperadme! Voy con vosotros. Dijo con cierta urgencia para que no lo dejaran atrás.

Armado con su daga, su tirachinas y sus canicas el pequeño Ivalic salió de la taberna dispuesto a enfrentar nuevamente el peligro.

Gertruda no le había respondido. Era normal, de todos modos. Él se había acercado a ella para preguntarle por donde ir a rescatar a Arik, pero seguro que ella tenía cosas más importantes en las que pensar. Gertruda era buena y maja. Además, el propio Parriwimple estaba bastante de acuerdo con ella. 

El gigantón toma los palos afilados que le entrega Arik y los guarda, preguntándose para qué servirán exactamente pero sin preguntar para no parecer tonto. 

El grupo callejeó a la velocidad de tortuga de Irina, Varikov y Herr Urik. Se guiaron en la dirección en la que escucharon la explosión anoche, supuestamente provocada por Arik, para llamar la atención de los zombis y alejarlos de la plaza. Curiosamente, ya no encontraron zombis en la calle, como si Strahd hubiese usado a todos ellos en el infructuoso asalto a las barricadas.

No tardaron en encontrar un posible origen de la explosión, ya que el pueblo tampoco era tan grande. Una de las casas, de tres alturas, tenía la buhardilla en estado ruinoso, como si fuese el testigo directo de cómo se las gasta la pólvora al arder. La mala noticia era que parte del techo se había hecho añicos, cayendo hasta el suelo y taponando la fachada de la casa adosada. Además de una trabajosa labor de desescombro para llegar a la puerta, cabría la posibilidad de trepar hasta el segundo piso o, si se dispusiese de un pico minero, entrar por otra de las viviendas anexas y picar el muro que separa ambos edificios. En cualquiera de los supuestos, nada garantizaba que Arik siguiese allí.

-ARIIIIIIIK! ARIIIIIIK! ESTAS AHI?-grito Irina.

Aquello tenia mala pinta. Si su amigo estaba ahi dentro cuando se produjo la explosion iba a ser complicado rescatarlo.

-Ivalic, tu eres el mas agil y ligero. Por que no intentas trepar por ahi? Atate una cuerda para que podamos tirar de ti, como en la iglesia.

Me mantengo vigilante, y preparo mi escudo y desenvaino la espada de Ashlyn por si aparecieran zombies u otras amenazas.

Me sitúo junto a Varikov.

- "Maese Varikov, me gustaría tener unas palabras con vos." -

Ivalic miró los escombros que taponaban la entrada de la casa y sobre todo el hueco que había quedado en el tejado fruto de la explosión.

-Guuaaaauuuuu... ¡Menuda explosión! Esto si ha tenido que ser espectacular.

Le huviera gustado verla. Su madre nunca le dejaba jugar con petardos, decía que eran peligrosos, pero todos los niños lo hacían. En cualquier caso no parecía muy difícil poder trepar por allí y llegar a la parte de arriba, aunque no parecía que Arik estuviera allí, no contestaba a los gritos de Irina.

-Vale, yo puedo trepar. Parriwimple átame la cuerda a la cintura, pero no tires a no ser que te lo diga, si me caigo desde allí arriba me tendréis que recoger en pedazos.

- Ser peligroso. Parriwimple tener pico. Poder entrar atravesando pared. Así estar todos juntos. No querer Ivalic esté solo.

Ivalic estaba decidido a subir, además el plan de Parriwimple podría hacerse igualmente, estaba claro que Herr Urik era incapaz de escalar ya lo había demostrado en la empalizada e Irina tendría que volver a quitarse la armadura y era incómodo y peligroso.

-No te preocupes Parriwimple, solo subiré y echaré un vistazo a ver si Arik está, si no está no hará falta que vayais el resto. No creo que con esta explosión haya nada peligroso. Además supongo que Arik se alejara antes, estará por aquí cerca. Te prometo que si veo algún peligro bajaré rapidísimo, ni te darás cuenta que subí. ¿Que te parece?

Miró a Parriwimple pero también al resto, al final tomarían la decisión entre todos pero a él no le costaba nada subir y echar un vistazo, quizás con eso se ahorraran mucho tiempo y si Arik no estaba allí pudieran comenzar a buscar en otro sitio cuanto antes.

-No tenemos tiempo que perder, Parriwimple. Deja que Ivalic eche un ojo. Yo me ocupare de la vuerda y, mientras, tu puedes empezar con el pico, por si acaso. Tenemos que asegurarnos de que Arik no este ahi abajo antes de descartar este lugar.

El gigantón asintió y entregó la cuerda que llevaba a Irina para que pudiera atar a Ivalic.

- Ivalic tendrá mucho cuidado- dice mirando al joven, obviamente preocupado- Dios Guiseppe no estar aquí para protegernos ahora.

Tras las palabras se acerca a una de las viviendas anexas, la que esté más pegada a aquella en la que puede encontrarse Arik, y empieza a picar. 

Las palabras de Irina hicieron que Parriwimple cediera ante la petición de Ivalic que ya estaba listo para subir trepando por los escombros de la fachada.

-No me pasará nada. ¡Ya se! ¡Podemos hacer una carrera a ver quien llega antes! Yo trepando o tu haciendo el agujero en la pared. ¿Que te parece? Parriwimple dijo algo extraño de Guiseppe que Ivalic no entendió del todo y le dejaron algo extrañado. ¿Guiseppe protegernos? ¡Pero si le tuvimos que salvar nosotros! Irina, Herr Urik y el Señor Varikov nos protegeran, no te preocupes. ¿A que sí? Dijo mirando a los interpelados. Señorita Irina atéme la cuerda que ya estoy listo para subir, tengo que llegar antes que Parriwimple. ¿Quien creéis que llegará antes?

Seguro que si llegaba antes verían que el niño les podía ser útil, debía poner todo su empeño en subir hasta lo alto.

-Ivalic, recuerda que esto no es un juego. Podrían quedar zombis enterrados bajo las vigas. No te confies, ¿Me oyes?

Irina lo ató lo mejor que supo y le dió un beso. Le gustaba el crío.

La Señorita Irina tenía razón, sería mejor andar con cuidado, no quería meterse en líos ni meter al resto del grupo.

-Si Señorita Irina. Respondió algo avergonzado mientras dejaba que le atara la cuerda a la cintura. Estaré atento e iré con mucho cuidado, si veo algo extraño se lo diré y les haré caso a lo que me digan.

El beso de Irina hizo que Ivalic sonriera, aquello le motivaba a trepar lo mejor que sabía, así que se despidió moviendo la mano muchas veces rápidamente en dirección de Irina, Herr Urik y Varikov

-Ahora vuelvo, no os preocupéis. Saltó los primeros escollos y se dispuso a comenzar la primera zona de dificultad.

- "Ivalic, ten mucho cuidado y no te arriesgues más de lo imprescindible. Tu familia no nos lo perdonaría si te caes y te lastimas.

Frau Irina, recomendaría que Parriwimple no comience a picar todavía. El ruido se oriría a muchas manzanas de distancia.

Quizá debamos primero darle una oportunidad al sigilo." -

Viendo que Varikov no me responde, ni siquiera con monosílabos, me concentro en vigilar el lugar por si aparece alguna amenaza.

Entonces me acuerdo del extraño cuervo que vi en el transcurso de la anterior batalla contra los zombies, e intento recordar por dónde se fue.