Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 3.1] Paseo nocturno

Cargando editor
01/06/2019, 00:39
[Ind] Jimmy

El resto del trayecto lo hicieron en silencio. Jimmy aprovechaba las sombras de las calles para moverse por ellas de un modo más discreto. Sólo se dejó ver por el medio de la calzada cuando llegaron al puente y se adelantó algunos pasos para hablar con la mujer que lo custodiaba. Trish alcanzó a ver cómo dejaba algo en su mano y ella les permitía pasar. Luego siguieron caminando y caminando hasta que por fin empezaron a verse los primeros edificios de los muelles. 

En ese punto Jimmy le pidió entre susurros que fuese ella un paso por delante de él y empezó a guiarla rodeando algunos contenedores apilados. A Trish le pareció que estaban dando rodeos, como si el chico supiese perfectamente qué zonas esquivar en cada momento. 

Se detuvo cuando llegaron cerca del final de los muelles. Allí había una nave grande de ladrillo con aspecto de haber sido en otros tiempos un almacén capaz de ubicar un par de barcos enteros. O tal vez sería algún tipo de fábrica, era difícil decirlo después de tantos años. 

Como fuese, Jimmy rodeó el edificio hasta llegar a la fachada lateral. Allí, había una puerta de metal completamente lisa, sin pomo ni cerradura. El chico acarició la superficie de la puerta y luego miró a Trish mientras señalaba con el dedo hacia arriba. La chica pudo ver una especie de respiradero a un par de metros de altura, de esos que antiguamente eran entradas a los conductos de ventilación o del aire acondicionado. Parecía un tubo muy estrecho, tan sólo una persona muy menuda o un niño podría entrar por ahí. 

—Te subirás a mis hombros para llegar al respiradero —empezó a explicar en voz baja—. Tendrás que abrir la tapa con alguna herramienta o algo. Luego te metes por el conducto y en cuanto puedas te bajas. Al otro lado de esta puerta hay unos botones para meter un código. Tienes que escribir dos, cero, uno, tres. En cuanto se abra lo demás ya será cosa mía y tú te quedarás aquí fuera escondida. —Hizo una pausa y la miró con cierta intensidad, como para asegurarse de que ella entendía bien todo el plan—. ¿Estás lista? ¿Tienes alguna duda?

Cargando editor
03/06/2019, 22:28
Trish

Durante toda aquella primera parte del trayecto Trish siguió caminando medio paso detrás de Jimmy, aprovechando las sombras en las que él se escondía y echando un vistazo a los lados cada vez que cruzaban alguna calle. Más tarde, cuando él le pidió que fuese delante, ella accedió aunque no sin cierta extrañeza. Sin embargo, conforme avanzaban no tardó en deducir que le importaba menos que fuera vista ella que él. Quizá en esa zona lo conocían, y ella podía ser usada para vigilar antes de que lo interceptasen. En ese caso... ¿A quién pertenecían aquellas manzanas, para que no se contara entre los amigos de Jimmy? ¿A la Reina Roja?

Al llegar al lugar y ver cómo Jimmy señalaba el conducto Trish dio un paso para separarse del edificio y observarlo con más detenimiento, buscando cómo se enganchaba a la pared. Mientras oía lo que le decía Jimmy asintió, analizando qué herramienta le haría falta para abrir aquel respiradero y si debería llevar consigo la mochila una vez dentro. Prefirió hacerlo, por si acaso. Quizá al otro lado del conducto tuviera que desmontar también alguna cosa para salir, y quién sabía si sería de la misma forma. O si el código que decía Jimmy realmente funcionaba. Esperaba que sí, pero siempre estaba bien estar preparada por si acaso.

—Dos, cero, uno, tres —asintió. No estaba segura de lo de quedarse fuera y escondida, pero eso ya lo vería más adelante—. Estoy lista —afirmó, colocándose para subir a los hombros del chico.

- Tiradas (1)
Cargando editor
03/06/2019, 22:54
[Ind] Jimmy

Jimmy se agachó un poco para que Trish pudiera encaramarse a su espalda y cuando ya estuvo bien asegurada se puso de pie, quedando así la entrada del respiradero al alcance de la muchacha. A simple vista no le pareció que fuese a costarle demasiado quitar la tapa, que sólo estaba asegurada por un tornillo en cada esquina. Lo único que complicaba un poco el asunto era estar tan arriba. Jimmy la sujetaba por los tobillos y no estaba tan alta, pero aún así el miedo a las alturas cosquilleaba en el estómago de Trish, incomodándola e incitándola a mirar hacia abajo. 

Una vez quitó la tapa tuvo que darse algo de impulso para poder colarse por la abertura. Era tan estrecha que no podía llevar la mochila a la espalda, así que tendría que ir empujándola delante de ella. En cuanto entró ella misma tapó la mayor parte de la luz que entraba en el conducto que se mostraba recto y oscuro a sus ojos. No había llegado a ver el final, pero podía suponer que habría más adelante alguna salida de aire que pudiera usar para salir de él.

Si tienes problemas, silba fuerte —escuchó que decía Jimmy desde fuera, en un susurro que le llegaba de su espalda. Ante ella, las sombras del conducto y unas indicaciones que eran, cuanto menos, escasas sobre lo que encontraría una vez saliese de él. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
06/06/2019, 00:07
Trish

La estrategia que Trish siguió para tener las cosas un poco menos complicadas fue la de quitar todos los tonillos salvo uno, que aflojó un poco. Así la tapa podría rotar en su sitio, dejándole espacio para pasar, sin caerse de golpe al suelo o sin grandes dificultades para colocarla luego. No iba a atornillarla desde dentro, pero si al menos podía encajarla de forma que disimulase, lo prefería.

Quitar los tornillos fue casi rutinario. Sin embargo, sí sintió cierta presión al pensar en que debía tardar poco, que no debían verla... Y en que estaba sobre Jimmy. No era el contacto físico lo que la inquietaba, no simplemente estando con los pies sobre sus hombros, sino qué podría pensar él si fallaba... O si la pillaban. Pero la tarea era algo a lo que estaba tan acostumbrada que ni con esa distracción se retrasaría. Pronto estaba lanzando la mochila por el respiradero, dispuesta a pasar ella después.

El momento de desatornillar no fue el peor. Lo malo fue el de auparse al conducto, con ese instante en el que toda la parte inferior de su cuerpo estaría en el aire. Racionalmente sabía que no estaba muy alta, que si caía como mucho se torcería un tobillo... Pero era estar suspendida lo que hacía que su corazón se acelerase.

Una vez que estuvo en el interior prácticamente no se detuvo ni a tomar aire. Empezó a avanzar empujando la mochila, preguntándose por un momento si no habría sido más inteligente que Jimmy se la lanzase después. Seguramente no, pensándolo bien. Iba a ser bastante complicado coger cualquier herramienta si tenía que ir tirando de ella con los pies. Al oír las palabras de Jimmy no respondió. Le pasó, como a veces le pasaba con Nick, que no sabía si estaba usando alguna de esas referencias de cosas viejas o si simplemente le estaba dando instrucciones. En cualquier caso, no importaba. Si le necesitaba silbaría... O se buscaría la vida por su cuenta.

Cada vez más jadeante, la muchacha siguió avanzando. Sentía cierta curiosidad por saber qué era lo que Jimmy quería del lugar. Si le diesen a elegir, de hecho, habría preferido que él le empezase a responder a sus preguntas de manera más directa y clara que el porcentaje que le fuese a dar. ¿Haría eso que se disipase parte del misterio? Quizá, pero eso a Trish no le importaba.

Cuando se dio cuenta de que llevaba varios segundos avanzando mientras pensaba en el chico de fuera, cerró con fuerza los ojos un instante, despejándose, antes de proseguir. Más le valía estar concentrada si no quería cagarla.

Cargando editor
06/06/2019, 22:33
Narradora

Moverse por el conducto era incómodo. Era demasiado estrecho y estaba tan lleno de polvo que pronto a Trish le empezaron a picar la nariz y los ojos. Tuvo que reptar durante varios metros antes de llegar a un codo en el tubo que giraba hacia la izquierda. Y poco después sus dedos tocaron una rejilla y se dio cuenta de que había encontrado una tapa por la que podía salir. 

Estaba sujeta, igual que la de fuera, por un tornillo en cada esquina. Al otro lado no se oía ni se veía nada. Aquel lugar parecía estar en completo silencio y, si había alguien en el edificio, estaba claro que no era por allí cerca. 

El peor momento fue cuando el agujero se abrió ante ella y se dio cuenta de que tendría que saltar para llegar al suelo. Desde donde estaba alcanzaba a ver que en esa estancia había por lo menos dos puertas cerradas, pero no vio ningún mueble. Estaba apenas a tres metros de altura, pero su corazón latía tan rápido como si fuesen treinta. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Voluntad para reunir el valor para saltar.

Cargando editor
09/06/2019, 22:02
Trish

Tras haberse tomado ese momento para centrarse, Trish siguió avanzando con más decisión... Aunque no mucho más rápido. Lo estrecho que era el lugar dificultaba las cosas, y a eso había que sumar que intentaba no hacer ruido. Al seguir hacia adelante, cuando los ojos le empezaron a picar y notó el polvo en la nariz, trató de subirse la sudadera un poco para taparse parte de la cara. Sin embargo, continuar así era aún más incómodo que respirar aquella suciedad, por lo que acabó por asumir que le iba a tocar tragar polvo. Al menos no era alérgica.

Al llegar a aquel codo siguió empujando primero la mochila. Trató de pensar cómo aprovechar aquella curva para cambiar en algo su postura y avanzar más cómoda. Sin embargo, llegado el momento, bastante logro fue conseguir doblar aquella esquina sin romperse.

Cuando poco después notó aquella rejilla en los dedos sintió alivio. Tuvo cuidado al quitar los tornillos para que la tapa no cayese al suelo, y la dejó dentro del tubo, más allá del agujero. Entonces miró hacia abajo...

Ese fue su error. La sala que había debajo de ella empezó a girar mientras su respiración se alteraba, confusa. Todo empezaba a dar vueltas y tuvo que echarse hacia atrás y resguardarse en el propio tubo para empezar a calmarse. Racionalmente sabía que no era tanta altura. Tres metros no eran gran cosa, se dijo a sí misma. Desvió su mente, sus pensamientos. Algo que caía tres metros no alcanzaba una velocidad más alta que la raíz cuadrada de sesenta, y eso era menos de ocho metros por segundo. Y ella ni siquiera caería esa distancia. Si pasaba por encima del agujero primero y luego retrocedía sacando los pies, apoyándose en la tripa y demás, podía caer sólo dos metros. Raíz cuadrada de cuarenta, poco más de seis metros por segundo. Si conseguía colgarse de las manos, con los brazos estirados, antes de soltarse, podía caer sólo un metro. Raíz de veinte, cuatro y pico metros por segundo. Eso ni siquiera era mucho. Era menos que correr. Sin embargo con sólo imaginarse así, colgando de las manos, su respiración volvió a agitarse. Sintió sudor frío en la frente, en las axilas y en las piernas. No importaba la distancia al suelo, importaba estar suspendida.

En ese momento a Trish no le importó Jimmy, ni lo que habían ido a hacer, ni nada más que salir de allí. Sin pensar incluso, empezó a moverse hacia atrás, separándose de aquel agujero. Si tenía que salir por donde había llegado y decirle que no había podido, pues qué se le iba a hacer. Que no volviera a contar con ella si no le daba la gana.

Sin embargo, la muchacha sólo tuvo que separarse unos centímetros de la abertura para ver las cosas con un poco más de claridad. La altura no era tanta, desde luego. Incluso aunque cayese mal, no podía hacerse daño. Y si aquello tenía algo que ver con la hermana perdida de Jimmy... Trish se había pasado años sin Cassandra, y no querría repetirlo por nada del mundo. Mucho menos si ella estuviera retenida contra su voluntad por sus visiones.

Finalmente la muchacha hizo acopio de toda su voluntad y decidió lanzarse al eterno vacío que eran los tres metros que la separaban del suelo. Se acercó al agujero, y sin querer mirar hacia abajo estiró la mano para coger la mochila, dispuesta a dejarse caer como buenamente pudiera.

- Tiradas (1)
Cargando editor
12/06/2019, 01:07
Narradora

Trish consiguió reunir el valor suficiente para dejarse caer, pero no el suficiente para descolgarse reduciendo así la altura. El tiempo se alargó en un segundo eterno mientras caía. Podía escuchar su corazón latiendo en sus tímpanos. Un latido. Dos latidos. 

Lo siguiente que sintió fue su tobillo doblándose en una posición forzada. Puntitos de luz aparecieron ante sus ojos con esa punzada de dolor que recorrió toda su pierna haciéndola caer al suelo. Después de eso los latidos se centraron en el tobillo y tuvo que contenerse para no soltar algún improperio. 

El dolor tardó algunos segundos en remitir lo suficiente para que pudiera mirar a su alrededor. Se encontraba en una estancia amplia y vacía, con paredes grisáceas y suelo de cemento. Allí había dos puertas, una abierta que debería llevar en la dirección de la que ella venía y otra cerrada con llave en la pared enfrentada a esa.

Notas de juego

Ha sido empate, así que consigues tu objetivo pero con una penalización añadida.

Cargando editor
14/06/2019, 00:45
Trish

En el tiempo que pasó desde que se lanzó al vacío hasta que sus pies tocaron el suelo Trish tuvo una certeza: había cometido un error. Después de tanto pensarlo y repensarlo, de saber racionalmente que lo mejor que podía hacer era descolgarse poco a poco... Se había lanzado a lo loco, queriendo llegar al suelo cuanto antes. Y eso le pasaría factura, como se demostró un instante después. Así fue cómo la muchacha aprendió por las malas por qué se llamaba ver estrellas al dolor cuando uno recibía un buen golpe.

Le costó mucho retener el grito de sorpresa y dolor dentro de su garganta cuando cayó al suelo, y al levantar la cabeza lo hizo apretando la mandíbula, con las lágrimas a punto de salirse de sus ojos. Sin embargo, tenía presente la situación en la que se encontraba. De modo que se puso en pie, recogió su mochila, y empezó a andar cojeando hacia la puerta abierta. Intentaba hacer poco ruido, por si acaso, pero le costaba no jadear cada vez que apoyaba el tobillo malo. Sólo esperaba que todo aquello mereciese la pena.

Cargando editor
14/06/2019, 02:05
Narradora

Al atravesar la puerta abierta se encontró con una estancia amplia y también vacía. Había polvo en el suelo, salvo en el camino que unía esa puerta con otra, que estaba limpio.

Esa otra puerta era metálica y, si Trish no se equivocaba, era la que debía abrir para Jimmy. Allí, junto a la puerta estaba estaba el panel de botones que él había dicho, con un display sobre ellos. 

Notas de juego

Si vas a pulsar el código que te dijo Jimmy dímelo y avanzo más ;).

Cargando editor
16/06/2019, 17:17
Trish

Notas de juego

Dos, cero, uno, tres, vamos a por ello. :)

Cargando editor
21/06/2019, 15:02
[Ind] Jimmy

Los botones emitieron un sonido electrónico cuando Trish los pulsó en orden y al acabar una luz verde se encendió sobre el display. Un zumbido seguido por un «clic» y la puerta se había abierto. 

Jimmy no tardó más de un par de segundos en entrar, dejando la hoja entornada a su espalda. Tuvo una sonrisa para la muchacha, pero Trish podía notar que estaba alerta, con la mirada centrada y los músculos tensos. 

Genial —murmuró, recorriendo los pocos pasos que le separaban de ella—. Ahora escóndete fuera y espérame —pidió, alargando una mano para sostener la de ella, mirándola a los ojos mientras le daba instrucciones—. Cuando salga haré un silbido especial para que sepas que soy yo. Debería tardar unos cinco minutos —lo dijo sin pensar, como si ya lo hubiera calculado previamente—. Si tardo más de quince, vete y no le cuentes nunca a nadie que has estado aquí.

Al terminar de hablar se la quedó mirando, a la espera de que dijese algo o se marchase, pero su atención estaba dividida entre ella y la puerta que Trish había dejado atrás.

Cargando editor
22/06/2019, 02:18
Trish

Trish suspiró aliviada al oír cómo aquel código efectivamente parecía funcionar. Abrió la puerta y se hizo a un lado, haciendo un gesto a Jimmy para que entrase cuanto antes. El tobillo seguía pasándole factura, pero intentó disimular.

Cuando él empezó a hablar, aprovechando el momento para tomar la mano de ella, la muchacha sintió ganas de llevarle la contraria de inmediato. Sin embargo le dejó terminar de hablar, y se lo pensó sólo un instante antes de contestar. Si de verdad era tan importante lo de no haber estado ahí no sólo se preocupaba por Jimmy, sino que sentía una punzada de curiosidad por saber dónde narices se había metido.

—No voy a salir —dijo, con un determinación que no tardó en desinflarse—. Bueno, no quiero hacerlo —se corrigió después, mostrando que sería lo que haría en caso de que él insistiese—. Prefiero ir contigo. Y si te pillan, siempre tendrás un seguro de huida. —En ese momento se quedó callada un instante, recordando algunas de sus palabras anteriores, y a pesar del punzante dolor de su tobillo se obligó a formar una media sonrisa—. No será gratis, pero sí útil.

Cargando editor
24/06/2019, 20:49
[Ind] Jimmy

En un primer momento a Trish le pareció que Jimmy iba a negarse en redondo, por su ceño fruncido y porque empezó a mover la cabeza horizontalmente. Pero cuando ella terminó de hablar se quedó callado, como valorando la propuesta de la muchacha. Se mordisqueó el labio sin apartar la mirada de los ojos de ella y terminó por sonreír, con un brillo divertido bailando en sus pupilas. 

Eres única —declaró, con un tono que indicaba que iba a aceptar su compañía—. Está bien, ven si quieres. En teoría no debería haber ningún peligro, si nos damos prisa. —Los ojos se le iban hacia la otra puerta—. Pero quédate detrás de mí y no hagas ruido. 

Soltó su mano para dejar una caricia volada en su mejilla y se puso en marcha hacia la estancia vacía que Trish ya había visto. 

Se detuvo ante la puerta cerrada y sacó un juego de ganzúas del bolsillo. Se agachó y metió dos en la cerradura con una actitud que parecía indicar que estaba acostumbrado a abrir puertas como esa. Y no tardó mucho en hacer girar el pestillo y franquear el paso. Al ponerse en pie hizo un gesto con las cejas hacia Trish, como si esperase asombro y vítores por su habilidad, pero no dijo nada antes de continuar el camino. 

Al atravesar la puerta se encontraron en un pasillo estrecho, con un par de puertas cerradas en un lateral y unas escaleras que subían. Pero Jimmy se fue directo a una puerta que había al fondo y que abrió sin pensárselo dando paso a una estancia muy amplia, suficiente para que hubiese allí más de diez camiones trailer aparcados en dos hileras. También había bidones amontonados cubriendo una pared hasta donde les llegaba la vista. Y allí había unas escaleras que llevaban a un alzado con paredes de metal y amplios ventanales, con toda la pinta de haber sido las oficinas de la nave en otros tiempos. 

El chico se fue directo hacia las escaleras, tras un vistazo muy rápido alrededor, suficiente para constatar que no había nadie en la nave, a pesar de que esa estancia tenía algunos puntos de luz encendidos. La puerta que había al final de las escaleras estaba abierta y Jimmy la sostuvo hasta que Trish pasó tras él a una especie de despacho. 

Era el primer lugar con algo de mobiliario que veían en aquel edificio. Una mesa grande, tres sillas y un sofá de dos plazas con una manta encima, como si alguien lo hubiera usado para dormir allí recientemente. Había también una estantería llena de carpetas, pero Jimmy se fue directo al fondo. Sacó un cuchillo de su cinturón y se agachó para manipular una plancha de metal de las que conformaban la pared, hasta que la hizo saltar dejando a la vista la puerta de una caja fuerte. 

Se giró entonces para mirar hacia Trish por encima del hombro. Sus ojos estaban llenos de adrenalina y sus labios se curvaban, exultantes, con la expectación de haber encontrado lo que iba buscando. 

Ya casi estamos —murmuró—. Vigila que no venga nadie. 

Le hizo un gesto con la barbilla hacia la ventana y se puso manos a la obra con la caja.

- Tiradas (2)
Cargando editor
26/06/2019, 00:03
Trish

En los segundos en que Jimmy pareció pensárselo Trish se quedó mirándolo, abriendo más y más los ojos con una expresión que intentaba ser exageradamente adorable. Si no iba a decir que sí por lo práctico, al menos que lo hiciera por lo divertido. Y la muchacha sonrió un momento después, al entender por el tono del chico que ya había aceptado. Asintió un momento después, mostrando que había entendido las instrucciones.

No se esperaba aquella caricia, ni supo reaccionar a ella, y aunque de camino a la otra sala no dijo nada de repente le dio la sensación de que todo iba muy deprisa. Él la tocaba cada vez con más familiaridad, y ella no sabía muy bien qué hacer con las cosas que sentía. Cada vez que lo pensaba racionalmente no creía que ella fuese la única persona a la que Jimmy tratase así, ni tampoco que fuese una prioridad... Y desde luego no quería ser una más. Aunque tampoco sabía si preferiría no ser nada. Era todo demasiado complicado, y más en mitad de ese toma y daca en el que habían entrado casi desde el principio.

Al seguir al chico a la otra estancia lo hizo cojeando, pero reteniendo cualquier quejido de dolor dentro de su garganta. A él no le dijo que se hubiera hecho daño por si ese era motivo para dejarla atrás. Y agradeció en silencio el tener que detenerse a abrir la puerta para poder descansar.

Una vez que él terminó de abrir la puerta ella ladeó un poco la cabeza con una media sonrisa, como si aquello no la sorprendiera tanto como otras cosas del chico. Sin embargo, sí hizo el gesto de dar un par de palmadas a modo de aplauso sin llegar a dejar que las manos chocasen entre sí. No debía hacer ruido, lo tenía claro.

Al entrar en el nuevo pasillo los ojos de Trish se dirigieron hacia las escaleras, agradeciendo también no tener que subir por ellas con el tobillo dolorido. Le llamó la atención que Jimmy abriese aquella puerta así, de golpe y sabiendo de antemano que no estaría cerrada con llave, pero no le dio demasiada importancia. Él ya había demostrado que sabía dónde se estaba metiendo, por más que no lo compartiera.

Una vez dentro, cuando él fue hacia las escaleras, ella maldijo sin palabras. Tanta buena suerte junta era demasiada, por supuesto. Trish se esforzó en no quejarse, y una vez que estuvo dentro del despacho echó un vistazo alrededor, inspeccionando el lugar... Y se sorprendió genuinamente, esa vez sí, al ver lo que ocultaba aquella plancha de metal. Ella se acercó unos pasos, queriendo ver la caja fuerte, pero con las palabras de él asintió. Le habría gustado quedarse a ver cómo la abría, o intentarlo ella, pero hacer de vigía era un precio pequeño por no haberse quedado fuera.

—Avisa si quieres —Si quieres, no si necesitas— ayuda.

Tras esas palabras se dirigió al ventanal, buscando una posición en la que poder ver la entrada sin quedar demasiado expuesta. Sólo por si acaso se aseguró de que su pelo estuviera bien cubierto con la capucha y esperó, alternando de vez en cuando su mirada para echar vistazos rápidos al trabajo de Jimmy.

Cargando editor
26/06/2019, 00:32
[Ind] Jimmy

Cuando los ojos de Trish abandonaron la vigilancia para echar un vistazo hacia Jimmy se encontró con una estampa extraña. El chico no estaba hurgando con sus herramientas en la ranura de la puerta de la caja fuerte. Ni tampoco estaba moviendo la ruleta mientras escuchaba en busca de ese sonido que le indicase que había llegado a la posición correcta. Él estaba sentado a lo indio delante de la caja, con los ojos cerrados y los dedos extendidos hasta que las yemas tocaban la puerta, totalmente quieto y concentrado. 

Tampoco parecía ser algún tipo de ritual previo al trabajo pues duraba demasiado para ser tan sólo un instante de buscar la calma. Y cuando por fin abrió los ojos lo hizo con decisión y una sonrisa triunfadora en los labios. Sus dedos movieron la ruleta sin búsqueda ni titubeo, marcando directamente las posiciones hasta que la caja se abrió con un sonido metálico. 

Jimmy cogió su mochila y metió hasta tres objetos en ella antes de ponerse en pie. Buscó la mirada de Trish y sacudió la cabeza. 

Listo. Ya estamos —anunció con actitud exultante. Después señaló hacia la ventana con la barbilla—. ¿Todo despejado? Se nos acaba el tiempo.

En los minutos que habían pasado allí dentro Trish no había visto a nadie entrar en la nave. Todo seguía tal y como estaba cuando habían entrado ellos.

Cargando editor
26/06/2019, 00:45
Trish
- Tiradas (1)

Notas de juego

Pido resolución antes de postear. :P

Cargando editor
26/06/2019, 00:47
Narradora
- Tiradas (1)

Notas de juego

No distingues na.

Cargando editor
30/06/2019, 01:48
Trish

Al ver a Jimmy así, como si estuviera meditando ante la caja fuerte, Trish se cruzó de brazos y se quedó observándolo unos instantes. No demasiado, por supuesto, pues no podía descuidar la vigilancia, pero sí tuvo un ojo sobre él hasta que finalmente abrió la caja.

La muchacha no supo qué pensar de aquello. Conociéndole era posible que simplemente estuviera haciendo algo de paripé para impresionarla y conociera la combinación de antes. Otra opción, por supuesto, era que aunque lo negase una y cien veces él también fuera un bicho raro. Y seguramente hubiera otras formas de explicar aquello, pero en ese momento la chica no se detuvo a buscar otras opciones. Intentó fijarse en qué guardaba Jimmy, y una vez que él se puso en pie trató de comprobar también si la caja quedaba vacía.

—Todo despejado —aseguró, echando a andar ya hacia la puerta por la que Jimmy había entrado. Al ponerse a su lado sintió la tentación de ponerle una mano en la espalda, o en la cintura, pero lo dejó pasar. Ya iba todo demasiado rápido como para seguir pisando el acelerador. Y además, estaban trabajando—. ¿Tienes todo lo que querías?

Cargando editor
01/07/2019, 14:29
[Ind] Jimmy

—Todo —respondió el chico, con una sonrisa exultante y enigmática—. Y algo más. 

Se entretuvo un instante colocando la plancha de metal en su lugar y enseguida se encaminó hacia la puerta. Miró al exterior un momento antes de abrir, pero enseguida empezó a bajar las escaleras a buen paso para deshacer el camino que habían recorrido unos minutos atrás.

No se cruzaron con nadie, pero cuando estaban entrando en la última sala, la del panel de botones, pudieron escuchar el sonido metálico de alguna puerta cerrándose en algún lugar tras ellos. Jimmy llevó la vista atrás y su sonrisa se acentuó. 

Justo a tiempo —murmuró hacia Trish con tono divertido mientras sujetaba la última puerta para que ella pasara. 

La cerró con cuidado de no hacer ruido y al momento siguiente ya estaban en la calle. Jimmy alzó las manos para recolocar la capucha de Trish y luego cogió su mano para guiarla en silencio por las sombras del muelle. 

No aflojó el paso hasta que no estuvieron bastante lejos de aquella nave, ya encaminados hacia el puente que habían atravesado un rato atrás.

¿Qué te ha pasado en el pie? —le preguntó entonces, pues aunque Trish tratase de disimular, aún cojeaba un poco, más al seguir el ritmo de Jimmy—. Tenemos un buen trayecto hasta tu casa... ¿Puedes caminar o buscamos alguna alternativa?

Cargando editor
07/07/2019, 16:34
Trish

Trish miró un instante de medio lado al conseguidor al oír su respuesta. Sabía que no iba a decirle nada de más, pero eso no significaba que no tuviera al menos la esperanza. Sin embargo, no insistió. Avanzó con él hacia la salida, y la muchacha se apresuró al oír tras ellos el sonido de alguna puerta.

Ya fuera, con la capucha recién colocada y la mano de Jimmy en la suya, Trish tuvo que contener las preguntas que querían salir de su boca. Mantuvo el silencio durante unos minutos. Cada vez sabía menos cómo tomarse las cosas que hacía o decía Jimmy. Cada vez sabía menos si implicarse con él.

Para cuando él habló ella se encogió de hombros, sorprendida de que dijese tu casa y no el Morris, o cualquier otra cosa. Entre eso y las frases de Nick que solía soltar, le daba la sensación de que hablaba como uno de los del viejo mundo, pero sin parte de la pesada carga que esos solían llevar encima al hacerlo.

Soltó su mano un momento, usándola para ponerse la mochila hacia delante, abrirla y revisar que no se hubiera dejado nada.

—Una mala caída —le dijo—. Y si la alternativa es el metro... Creo que paso.

Una vez que terminó de comprobar su mochila siguió caminando cerca del chico, pero sin tomar de nuevo su mano. Cuanto más lo pensaba más rápido le parecía que estaba yendo todo. Dio un par de pasos más antes de cambiar completamente de tema.

—Oye, una cosa... —Lo miró de medio lado—. ¿Te suena un tío llamado Jeff? Fumador, tuerto.