Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 3.3] El refugio

Cargando editor
12/01/2020, 19:18
Axel Montenegro

Hay peores cosas que estar muerto, marine - respondió tras corresponder ese beso, alargándolo por unos segundos más, disfrutando de sus labios. Era reconfortante dejarse llevar por el bálsamo para los males que significaba la calidez de alguien afín, pero no quería dejarse embelesar por ello. Por mucho que sus besos le hicieran perder la concentración, no iba a permitir que lo hiciera a costa de la salud de ella misma. 

Por otra parte, mentiría si dijera que verla sonreír como lo hacía, mirándolo a los ojos en apariencia genuinamente feliz y cómoda, no le aportaba un enorme grado de tranquilidad. No podía ser tan malo si estaba tan relajada. Dejó que esta guiara sus dedos a la herida mientras su otra mano le acariciaba la mejilla con el dorso y subía hasta ordenarle un mechón de cabello tras la oreja con delicadeza. 

La bestia bruta eres tú, no yo - sonrió de medio lado con su advertencia, rozando la herida con cuidado antes de llevar su mano hasta algún punto sano en la cintura o cadera de la chica. El siguiente comentario le hizo sonreír de medio lado, pero el último sin duda le sacó una carcajada. 

No ese tipo de maravillas. No soy chucho, no tengo baba curativa. - respondió riéndose - Pero puedo distraerte para que olvides el dolor y la fiebre - le guiñó un ojo, riendo luego. De no estar en el puto apocalipsis podría prepararle un té de lechuga con unas gotitas de limón, como le hacía su abuela cuando él tenía fiebre, pero no estaba muy seguro de las reservas de verdura fresca. Echaría un ojo al huerto, por si había suerte. Luego, volviendo un poquito a la seriedad aunque bastante más calmado, añadió - ¿Eso es todo o tienes algo más? - prefirió preguntar a dar por hecho.

Cargando editor
12/01/2020, 20:41
Morgana Whiterocks

Morgana se dejó atrapar por esa mano en la cadera. No se apartó al contacto de la otra mano en la mejilla. Daba la impresión de que se había liberado de sus dudas respecto a la relación con Axel. Los acontecimientos de la mañana seguramente ayudaron a esa decisión.

-Joder. Sería la hostia largarse ahora a tomar algo por ahí. Pero tenemos que acudir a esta puta reunión. -Se lo miró, con mucho cachondeo en sus pupilas.-¿Algo más? A ver...Que estábamos predestinados a estar juntos. Jajajaja. Ya te enterarás en un rato. Y qué más. Que el tiro me lo dio el hijo de puta marica de Daniel. Sorpresa. Creyó que iba a matarlo. Ya te lo contaré. O saldrá en la reunión. Me importa una mierda. Y tú qué, solo yo hablo. Y tú no cuentas nada. Ni me besas, jodido violinista.

Cargando editor
12/01/2020, 21:10
Axel Montenegro

La sugerencia de salir a tomar algo le recordó a la noche en el club e inevitablemente una sonrisa se dibujó en su rostro. Se había divertido bastante, al menos por un momento, antes de todas las dudas morales y éticas respecto a la posible muerte de terceros que poco tenían que ver.

El deber llama - se burló, encogiéndose de hombros. No se saltaría esa reunión por nada del mundo, porque bastante curiosidad sentía respecto a todo lo que había ocurrido para que llegara gente herida de lo que se suponía era una simple visita a La Comunidad.

Lo de estar predestinados a estar juntos le hizo alzar una ceja, pues en el momento creyó que se refería a solo ellos dos, pero antes de llegar a tener un leve ataque de pánico la risa de la chica le dejó claro que bromeaba y que se refería a algo de la reunión. Con lo del tiro, claro, su ceño se frunció enseguida. 

Supongo que puedo esperar para enterarme, pero si no sale, me lo contarás tú - dijo como única posibilidad, porque si había algún desequilibrado que pudiera poner en riesgo su vida también prefería enterarse pronto. Con el reclamo de los besos, rió negando con la cabeza - Difícil ponerme romántico cuando me sueltas un bombazo tras otro... y eso tampoco me hace muy fácil contarte las tonterías que me pasaron hoy. - tonterías comparada con las noticias que le traía la chica, claro - Pero ya que insistes y lo pides bien... - sonrió para luego pegarla a su cuerpo y besarla con propiedad, dedicándose a saborear sus labios y jugar con su lengua hasta que se le agotó la respiración. - ¿Mejor? - preguntó separándose con una sonrisa de oreja a oreja y un cejeo con expresión pícara.

A ver, que te puedo contar... Tuve una charla muy productiva con los niños. Hablamos de dinosaurios, de tiburones, dragones, elefantes... - empezó a enumerar, para luego mirarla como si se aguantara la risa antes de hablar - Y luego Lincoln me preguntó si era tu novio y si te había tocado las tetas. Ah, y si tú me habías tocado el pito, también. - soltó riendo, aunque en el momento le había complicado la existencia.

Cargando editor
13/01/2020, 18:51
Morgana Whiterocks

Disfrutó de aquel beso y más que participar de él, Morga entregó a Axel sus labios y su lengua. Y cuando él separó su boca de la de ella, tomaron aire, el justo para que entonces la mujer tomara la iniciativa y le ofreciese un nuevo beso tan intenso como el anterior.

-Mejor. Para ser un puto portorriqueño no lo haces mal. –Le escuchó- Ah, sí, las mierdas de los dinosaurios y dragones. Nick les contaba historias de esas. Yo lo intento a veces, pero no tengo la gracia ni la paciencia.

Con la siguiente confesión, Morgana se quedó boquiabierta y los ojos se le agrandaron enormes. ¿Qué? ¿qué? –se unió a las risas de su amigo- ¡Qué cabrón! Ha cumplido bien mis órdenes de vigilar a todos! –las carcajadas de Morga se desparramaron por el pasillo igual que un desbordado torrente.- ¿Estabais solos, algún adulto o Shami? Joder. ¿Y cuál fue tu puta respuesta. Qué mamonazo. ¿Cuánto crees que sabe?

Pensó que debería de hablar con él. Que no se le fuese la lengua. Y continuó riéndose imparable, le entró aquella risa que no podía controlar. Se apoyó de espaldas en la pared del pasillo, partiéndose la caja, llevándose las manos a la cara y aguantando el dolor que le provocó en el costado los espasmos que agitaban su cuerpo por entero. – Me voy a mear – logró decir.

 

Cargando editor
23/01/2020, 05:56
Axel Montenegro

Axel sonrió con cariño al escuchar que Morgana intentaba contarle historias a los niños. No se imaginaba que fuese demasiado buena, pero el solo hecho de pensar que hacía el esfuerzo le parecía sinceramente entrañable. Solo por eso, podría haberla besado otra vez. Sin embargo, se contuvo, porque tenía algo que contarle y no quería distraerse antes de llegar a hacerlo. 

La expresión de la marine fue exactamente lo que esperaba, y a causa de ello sus risas crecieron. Parecía que la pregunta le habría pillado tan desprevenida a ella como lo hizo a él en su momento, y tenía cierto agrado saber que no era el único sorprendido por el niño. Y aunque no supiese de la orden de la mujer al niño, tampoco la culpaba. Había pocos espías tan buenos como los niños, que además de ser buenísimos escondiéndose y curiosos de sobra, parecían ser fácilmente ignorados por los adultos por regla general cuando se trataba de temas serios que ellos no debían entender. 

Venga ya, respira, que como sigas así tendrás que ir a buscar una muda de ropa - contestó riéndose a carcajadas él también, observando con un alegre brillo en los ojos como la chica se retorcía de la risa. Podría verla reírse así durante horas. Por eso, no pensó siquiera en interrumpirla hasta que se calmara un poco. No todos los días se disfrutaba de una Morgana riendo hasta el llanto. Solo cuando le pareció que las risas iban decreciendo, continuó. 

Estábamos solo Shami, él y yo. No creo que sepa mucho, o al menos no me dio esa impresión. Era más como que estuviera repitiendo algo que escuchó por ahí. - la típica curiosidad infantil, suponía - Le dije que no éramos novios, pero que éramos amigos y nos gustaba pasar tiempo juntos, y él decidió que eso significaba que éramos novios. - sonrió de medio lado, divertido con lo cabezota del niño - Ahí fue cuando me preguntó por tus tetas y mi polla - aclaró, sin perder la mueca en sus labios. Es que era imposible considerando el tema - Así que le explique la diferencia entre tocarse con otra persona y ser novios, o bueno, la diferencia para mí al menos. Y que hablar de lo que habías hecho con alguien estaba mal, porque la intimidad de dos no era asunto de nadie y hablar de detalles era faltarle el respeto a la otra persona, así que no le diría nada de lo que habíamos hecho porque te respetaba mucho. Pero que, contigo presente o si me dabas permiso, podía hablarle de esos temas de adultos y despejar sus dudas otro día - porque alguien tendría que darles "la charla" tarde o temprano, y no sabía que tan dispuesta estaba Morgana a ello. - De eso, Lincoln sacó que entonces sí que te había tocado las tetas, y Shami lo regañó como por enésima vez - se rio un poco - Luego Shami me empezó a preguntar por el amor, así que Lincoln se aburrió, se fue y nos dejó solos. Me preguntó de como sabías si le gustabas a alguien, y que haría yo si no estuviera seguro de que le gusto a la persona que me gusta a mí... - miró a la marine con una sonrisa en la comisura de los labios, alzando una ceja - Así que igual te toca poner ojo ahí, a ver si se le declara a alguien.

Notas de juego

Estaba convencida de que ya te había contestado. Soy un puto desastre.

Cargando editor
26/01/2020, 11:10
Morgana Whiterocks

Al cabo Morgana paró de reír aunque ocasionalmente volvía a soltar una carcajada o risotada conforme Axel desgranaba su relato. –La leche, qué risa. –Cuando a Morgana le entraba esa risa tonta, se descontrolaba y hasta un rato largo no era capaz de detenerse. Le había pasado toda la vida, no de manera habitual, pero sí recurrente.

-Joder. La hostia. En serio, me meo. Tengo que parar, que si no algún capullo de los de ahí abajo subirá a ver qué pasa –se le escapó otra vez la risa- Ya paro. Lo prometo –y solo decir eso la carcajada siguiente vibró en el pasillo.- Que ya está, ya está

Se aclaró la garganta y se secó las lágrimas que moteaban de perlas sus mejillas- Shami. Tengo un presentimiento con alguien. Si la toca, le corto los putos huevos. Ya lo he advertido. Hablaré con ella, de chica a chica –y claro, le subió la risa a la boca y la soltó sobre su amigo.

Después de eso, más serena, con un verde brillante en su mirada que deslumbraba, y una sonrisa enorme, besó a Axel, un pico no tan fugaz, para pillar su labio inferior y mordisquearlo tirando de él hacia sí, mientras sus ojos astutos y traviesos navegaban en la oscuridad de los de él. Se pegó al violinista –Oh. Noto a tu amigo en forma. Me extrañaba. ¿Te has pajeado pensando en mis tetas y mi coño? –se burló.

Cargando editor
26/01/2020, 11:49
Axel Montenegro

Ver a Morgana riéndose tanto le hacía feliz. Nunca la había visto reír tan sinceramente y por tanto tiempo, y tenía una sonrisa preciosa que no tendría por qué perderse solo entre sus muecas sarcásticas y piques cómplices. La forma en que sus ojos refulgían con cada risa era un espectáculo que se sentía afortunado de ver, y uno que esperaba se siguiera repitiendo, aún si no lo dejaba hablar nunca más sin interrupciones. 

Respira, marine, respira - dijo con una enorme sonrisa en los labios al ver cuanto le costaba sosegarse. Ahora mismo, Axel sentía su incomodidad de la conversación con los niños ampliamente recompensada. 

¿Quieres que me haga amigo de ese alguien? Ya sabes, por eso de que se atraen más moscas con miel que con vinagre, eso que a ti se te da tan bien... Maggie - sonrió de medio lado, recordando aquella noche de misión por pago a la información que la soldado le había proporcionado, cuando habían fingido ser pareja para caerle bien al objetivo de Morgana y conseguir algo de privacidad. De todas formas, más allá de ese último detalle por picarla, su ofrecimiento era sincero. No estaría mal echarle a un ojo al potencial pretendiente. - Shami me dijo que me contaría como le iba, así que si me entero de algo... - aunque quizás si tenían esa conversación de chica a chica, no le dijera nada por abrir la boca. 

Cuando la marine ya se hubo calmado, recibió con absoluto gusto su beso, dejándola mordisquear cuanto quisiera, así le sacara sangre. Si creyera que quizás Morgana podría estar viendo cosas que no eran, se preocuparía por la naturalidad con que lo reclamaba, pero cuando ya estaba todo hablado y sabía que la chica no era precisamente tímida cuando se requería ir directa al grano... Quizás era ser optimista, pero elegía no darle más vueltas a esos besos y solo disfrutarlos. 

Venga ya, no me hagas darte a ti la cuarta charla sobre sexo y chicos del día, que ya no me da la vida - bromeó, pues sabía perfectamente que la marine no la necesitaba - ¿En qué momento me iba a pajear por ti, morena? ¿Mientras dormía luego de que te escabulleras de la cama, o en los diez minutos de tiempo libre que he tenido hoy? - sonrió de medio lado - Si quieres puedo avisarte la próxima vez que lo haga, no me molesta el público - cejeó con una sonrisa maliciosa. Le habría sugerido otra cosa, pero para los cinco minutos que les debían quedar hasta la reunión... 

Cargando editor
26/01/2020, 12:38
Morgana Whiterocks

Sin apenas separarse de la boca de Axel, la militar compuso un mohín pensativo con su boca -Humm. De acuerdo. Hazlo, mira de enterarte bien, quiero confirmar mis sospechas. Al menos que sirvas para algo aquí aparte de tocarte los huevos todo el maldito día.

Recordó a Maggie. Aquella noche. Se la recordaba la bonita cicatriz que lucía. -Te gustó acariciarme el culo…Tony? Yo estuve a punto de pasar de la misión por aquel otro…Nikita, creo. Nikita, para cagarse. -broméo. Con Axel se le olvidaban los malos rollos del día, se disolvían mirando a sus ojos, disfrutando de su sonrisa y de sus besos. A pesar de que Morgana tenía perfectamente claro que la sinfonía que componían juntos era la más peligrosa de todas. Más que el fin del mundo, los alados, o las calles de Nueva York.

Ella, los dos, se estaban dejando caer y arrastrar hacia un abismo sin fondo de muros dentados y espinosos. 

Él continuó con la broma. Morgana simuló enfadarse- Eres un puto guarro insinuando que quiero ver como te la cascas. Cabrón portorriqueño. Mereces que te la corte y te la meta por el culo - Morgana le pasó la lengua por los labios- Dame otro puto beso, que tenemos que bajar ya a esa jodida reunión de la hostia.

Cargando editor
30/01/2020, 03:32
Axel Montenegro

Perfecto, pero si quieres que deje de tocarme los huevos y sea útil, tienes que decirme de quien sospechas, morena - dijo con una sonrisa de medio lado, pues aunque hubiese aceptado su ayuda, Morgana aún no le mencionaba quien era el posible receptor del afecto de Shamira. Axel coincidía en que la niña era demasiado inocente aún para novios, especialmente si como las probabilidades indicaban era alguien mayor que ella, así que estaba dispuesto a meter la nariz donde no le incumbía. 

Me gusta, aún, acariciarte el culo - la corrigió riendo por su tono, para luego soltar una breve carcajada ante la broma de la chica. No la veía abandonando misión ni por evadir un tsunami, pero ciertamente recordaba como Nikita había estado lejos de ser su persona favorita aquella noche - Fue una noche divertida, sin duda. Aunque no me necesitaste para nada en realidad. Podrías haberlo hecho perfectamente todo sola. 

El enfado fingido de la marine le hizo alzar una ceja sin perder la sonrisa. Definitivamente no le creía ni por un momento que algo de lo dicho pudiese molestarle. - No lo insinúo, lo afirmo. Te gusta mi polla, y te gusto yo. Ver como me la casco de seguro te ayudaría en tus noches solitarias. - se rió un poco - A menos que realmente seamos tan diferentes, porque yo podría echarme veinte mil pajas imaginando como te tocas - se humedeció los labios, como si el mero pensamiento de pronto le hubiese abierto el apetito. Lo había hecho tanto por eso, pues podría enterrar la cabeza entre sus piernas por un día entero, como para repasar donde la chica había lamido.

¿Solo uno? - preguntó, bajando una mano al culo de la chica para pegarla a su cadera con fuerza - Tendré que hacerlo valer - sonrió con picardía, antes de inclinarse a sus labios para besarla. Fue solo un beso, pero fue uno profundo y prolongado, lento, sentido. Fue un beso de aquellos en que se pierde el sentido temporal y espacial, y el corazón late tan rápido que se hace hasta preocupante. Un beso del que cuando se sale uno se encuentra sin aliento pero feliz de haber dado hasta su último respiro en el. Un beso sentido, cariñoso, pasional. Un beso intenso, pero sin prisas.