Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 2] No hay lugar como el hogar.

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02/10/2018, 03:39
[Titans] Hope

Hope había asentido con la cabeza, compartiendo con ese gesto el deseo de Robin de que su hermano llegase a encontrarlos. Su frente se arrugó un poquito entonces, aunque se guardó para sí toda la preocupación que sentía por la ausencia de Alec. Caminó callada algunos segundos, perdida sin duda en sus pensamientos como el pelirrojo lo estaba en los suyos. 

La calle que recorrían estaba desierta, pero pronto se adentrarían del todo en Queens y Robin sabía que iban a tener que ir con mucho cuidado. Los de las Tres Cruces no se andaban con tonterías y la vaca llamaría sin duda la atención de cualquier patrulla con la que se cruzasen sobre ellos. Los recursos de la gente del distrito le pertenecían a los militares por una simple ley del más fuerte. Al fin y al cabo, ellos cuidaban de su seguridad a cambio. O eso se suponía, porque en la realidad el equilibrio era más precario de lo que parecía desde fuera. 

No había aún rastro de los grandes edificios que no tardarían en encontrarse. Tan sólo podían ver a unos diez metros algunas naves medio derruidas y con mal aspecto bordeaban el asfalto. Y, de repente, como si hubiera sido invocada por aquel pensamiento fugaz, la puerta metálica de una de esas naves se abrió sin previo aviso y de ella salió lanzada una figura que Robin reconoció de inmediato. 

Trish llevaba una de las bicicletas del Morris y miraba alrededor como si necesitase ubicarse. Sus ojos cayeron sobre ellos y después se vieron atraídos irremediablemente por la espesa columna de humo que ascendía hacia el cielo a unas calles de allí. Se habían alejado un poco, pero el aire aún apestaba a quemado y sólo tenían que mirar en esa dirección para recordar el calor de las llamas que habían amenazado con devorarlos. 

Hope se tensó de inmediato al ver a la otra chica y extendió la mano para agarrar la manga de Robin. 

—Chsss —susurró, rígida, advirtiendo al muchacho del peligro de haberse encontrado a alguien—. Creo que nos ha visto... ¿Qué hacemos?

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02/10/2018, 03:39
Narradora

Trish tardó un momento en ubicarse. Estaba en la calle de nuevo, pero a la espalda ya no tenía el portal del edificio al que había corrido, sino la puerta de metal de una especie de nave medio derruida. El sitio le sonaba, estaba en Queens, pero en las afueras, ya casi en lo que había sido Long Island. Un escalofrío recorrió su espalda cuando se dio cuenta de que no estaba demasiado lejos del refugio del Relojero. 

Lo primero que vio al mirar alrededor fue a Robin, unos diez metros más allá, junto a una chica de unos quince años y una vaca bastante flaca. El pelirrojo tenía el brazo por encima del lomo del animal y parecía estar usándolo para ayudarse a caminar. Tanto él como la chiquilla tenían la ropa y la cara llenas de manchas de barro, sangre y hollín. Ella tiraba de una cuerda que rodeaba el cuello de la vaca y en la otra mano tenía una prenda de tela que Trish reconoció de inmediato: el abrigo que tanto le gustaba a Nick, ese guardapolvo con el que se sentía un tipo duro.  

 

El aire olía a quemado y la vista de la joven se fue sola hacia el lugar donde una espesa columna de humo ascendía hacia el cielo, no muy lejos de donde se encontraban. Trish nunca había visto un incendio, pero muchas veces se había abrigado al calor de alguna hoguera y el olor que impregnaba el aire le recordó a esas noches junto al fuego, pero tan intenso que le picaba el paladar y le lagrimeaban los ojos. 

Notas de juego

Venimos de: [Capítulo 2.2] Sugar Hill.

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02/10/2018, 13:33
Robin

Los edificios apuntaban que pronto la tranquilidad, por muy ficticia que fuera, acabaría, al menos en la sencillez del caminar lado a lado y con Anastasia. Pronto Queens dejaría de ser Queens para volver a ser la mierda en la que los militares, como Morgana, la habían convertido.

Odiaba ser un extraño en su propia cuna pero cuanto ese barrio le había dado, ya ardía bajo las llamas.

Suspiró su pensamiento de despedida a Trish y al verla aparecer se atragantó con ello. No lo hubiese ni imaginado.

Su sonrisa se abrió tan rápido como Hope se tensó pero la atención del chico ya la había dejado para buscar más allá de la espalda de la peliazul a su prima cuando el miedo de la pequeña le pidió qué hacer.

Saludar —respondió sin darse ni cuenta, ignorando tanto haber sido preguntado como haber respondido—.

Desabrazó entonces al animal tomando en el gesto la correa y apretó el paso para llegar cuanto antes al trocito de hogar que se le abría delante.

¡Trish! —la llamó pero no le salió la voz como si de pronto se le antojara antinatural usar las palabras con ella—. Trish —carraspeó mucho menos decidido temiendo un espejismo y buscó el apoyo de sus ojos en Hope—. Es mi amiga, del Morris —aclaró al fin—. Es de fiar.

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02/10/2018, 22:41
Trish

La sensación que recorrió a Trish al atravesar esa puerta era nueva para ella. Las otras veces que le había sucedido algo parecido había sido accidental, y ese vacío en el estómago y el hormigueo por dentro de su cabeza estaban acompañados por la preocupación y el miedo. Aquella era la primera ocasión en que se proponía repetirlo... Y le salía. Sí, el momento también estaba cargado de emociones, pero aquella vez ella había decidido no sólo dar ese paso, sino adónde le llevaría... Y había funcionado.

Pero ni siquiera así sus ojos se tiñeron de alegría. Las noticias que le había dado Robin pesaban demasiado como para que su sonrisa fuera capaz de elevarse hasta ellos. Quizá sus pies eran ligeros, pero ella se sentía como si desplomarse en cualquier sitio no fuera tan mala opción. Sin embargo, era lo suficientemente inteligente como para saber que el tiempo de las lamentaciones debía ser más tarde.

Tras atravesar aquella puerta miró alrededor. Aún notaba esa sensación en la tripa. Para ella era más fácil imaginar cómo sería estar en gravedad cero que en una noria, y debía ser algo parecido. El ceño de la muchacha se frunció. Le sonaba aquel sitio. Y cuando se dio cuenta de por qué el nudo de su garganta se le apretó aún más. Debían tener cuidado.

Al ver a Robin la cabeza de la muchacha no supo ni qué hacer. Tenían un aspecto lamentable él, la chica que lo acompañaba e incluso la vaca de la que tiraban. E independientemente de lo que quisiera hacer su cabeza, los pies de Trish empezaron a caminar hacia su amigo. Poco a poco la realidad, esa certeza de la que él le había hablado, se hacía más presente. Y ahora que la prisa se había disipado sentía cómo se le empezaban a humedecer los ojos. Y el incendio, desde luego, no ayudaba.

No intentó no llorar, ni tampoco hacerlo. Simplemente se dejó estar. Y cuando vio lo que llevaba la otra chica en la mano sintió cómo las lágrimas empezaban a descender por sus mejillas. Siguió caminando hacia donde se encontraban aquellos dos y al oír a Robin y ver que se acercaba alzó una mano en un gesto de saludo que era poco más que un reflejo.

—Ey —saludó casi sin brío. Sentía como si algo la apretase por dentro para salir, pero ella no tuviera la fuerza para sacarlo. Tenía aún mil preguntas sobre que había pasado, como si necesitase encontrar algún resquicio entre las palabras del pelirrojo que le permitiera reescribir la historia. Pero no le salió ninguna de esas preguntas. En lugar de eso simplemente dejó la bicicleta y abrazó a su amigo. Si estaba buscando consuelo, ofreciéndolo o demostrando que aún no podía hacer ni una cosa ni la otra era algo que ni ella misma sabía. En ese abrazo ignoró a la vaca y bajó la mirada, apretando a Robin contra ella. No era capaz de llenar del todo sus pulmones, quizá por el humo o quizá por la angustia.

Para cuando se separó de Robin evitó mirarlo directamente a los ojos. Volvió a mirar al suelo un segundo antes de secarse las mejillas con la manga y pasarse el puño por la nariz. Entonces miró a la chica que lo acompañaba.

—Hola —saludó, recurriendo al automatismo de extenderle la mano—. Soy Trish.

Notas de juego

Si no te quieres dejar abrazar o quieres parar antes, córtame donde sea.

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03/10/2018, 13:05
Robin

La duda seguía dentro de Robin mientras se acercaba a Trish y muy dentro de sí una voz infantil rogaba una y otra vez que fuera real y que no desapareciera al llegar a ella.

No quería correr, había visto lo que hacía jugarsela al tiempo. No quería ser más rápido ni más lento de lo que debía pero su paso se aceleró al ver los gemelos que ella daba en su dirección, por una parte deseaba reunirse cuanto antes, por otra, todavía le empujaba el calor del incendio y el instinto de apartar a todo el que quería de él.

Sintió un fuerte golpe al ver las lágrimas de su amiga y aunque hubiese jurado en un centenar de escenarios imaginarios que una sola lágrimas de ella empujaría torrentes fuera de él, lo cierto es que sus ojos se armaron con los restos de la coraza que acostumbaran a vestir en todo desayuno.

Su mano se movió en espejo a la de Trish pero no buscaba saludar, sino llegar a esa mejilla humedecida por la realidad. Fue un gesto necesitado y escéptico que surgía de un subconsciente tan roto que ya no sabía ni vivir y que quedó interrumpido por un abrazo que sintió como la colisión de un meteorito directo a su alma.

Su corazón se detuvo originando una onda expansiva de quietud. Todas las voces de su interior se callaron de golpe y por un instante comprendió la eternidad a la que Skyler aspiraba en sus rezos.

Arqueó la espalda para acomodar su mejilla de sangre y hollín en la sien azulada de su mitad. Sintió mancharla pero incapaz de mover sus brazos para rodearla creyó oprtuno apretarla contra sí aun con la más ligera de las caricias.

Poco a poco el crepitar del fuego se apagó en sus oídos y le envolvió un silencio que confrontaba con el mudismo interior. La diferencia de vacíos acabó con aquella sensación reparadora que Trish le había insuflado que fue desapareciendo bajo la incomodidad de la nada que llegaba desde fuera y que le llevó a desear que el abrazo terminara.

Por casualidad o fortuna su amiga se apartó y a diferencia de ella, el pelirrojo buscó sus ojos queriendo saber cómo se encontraba. No podía consolarla ni mucho menos devolverle a Nick pero podía estar y a eso se entregaría hasta que ella fuera capaz de despedirse del escritor.

Giró la cabeza hacia el punto del que venía Trish mientras ella hablaba con Hope, esperando ver a su prima pero al hacerlo temió parecer ausente y por ello enlazó su meñique con el de Trish justo por el punto donde el hilo lila de sus destinos se había anudado incluso antes de conocerse tres años atrás.

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04/10/2018, 20:56
[Titans] Hope

—No... ¿qué? ¡Robin! 

La muchacha parecía confusa y aunque lo intentó no llegó a tiempo de sujetar al pelirrojo antes de que él empezase a acercarse a Trish. Con recelo caminó tras él, un par de pasos por detrás. Sin embargo, las aclaraciones no tardaron en llegar y la tensión de sus hombros se relajó un poco. 

Los miró abrazarse por un par de segundos, pero terminó por bajar la mirada a los pies con cierta incomodidad. Luego miró a la vaca para volver a mirarse los pies. Sus ojos esquivaban, consciente o inconscientemente, la columna de humo y sus dedos aferraban el abrigo que llevaba en la mano. 

Cuando los dos jóvenes se separaron, miró a la otra chica. En sus ojos había una honda tristeza y de cerca Trish pudo notar que había estado llorando, aunque también había una pizca de curiosidad. Extendió la mano que no tenía la prenda para estrechar la de Trish. 

Hope —se presentó, antes de que sus ojos siguieran los de Robin y la pregunta del muchacho tomase voz en sus labios—. ¿Y Skyler? 

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07/10/2018, 02:46
Trish

Tras las escasas palabras que Trish había pronunciado se sentía un poco más vacía que antes. La presencia del abrigo de Nick en la mano de aquella desconocida y no donde debería estar era un constante recordatorio de que aquel mundo no era un lugar donde una pudiera sentirse a salvo. El pecho de la muchacha de pelo azul tenía un agujero que se hacía más y más profundo. Le picaban los ojos, la garganta y la mente, y sabía que no todas esas cosas eran por el incendio. No estaba preparada para un mundo sin el hombre que la había acompañado en los últimos años, ¿cómo iba a estarlo? No estaba preparada... Pero acabaría estándolo. Esa era la mayor verdad, y era a la vez un consuelo y una bola de demolición.

Trish sintió menos que el abrazo de Robin, menos que su mano, menos aún... Sintió su dedo agarrarse al de ella. Y por un momento tuvo ganas de separarse de él, de apartarse de todo lo que le recordase por qué estaban así. Pero si Nick había sido una mezcla entre padre, cómplice y amigo para ella, sabía que también había sido algo para el pelirrojo... Y no se permitiría dejarlo solo y a la deriva. Tenía que llevarlo al menos con su prima. Luego ya pensaría qué hacer.

Las escasas palabras de la otra chica hicieron que Trish pestañease un par de veces, sumida en todos aquellos pensamientos, antes de contestar. No era habitual en ella, y mucho menos sin estar ni un  poco colocada. Sin embargo algo en su cabeza había decidido ralentizarse tanto como fuera posible. Trish miró atrás, a la puerta por la que había aparecido, como esta llevase directamente a su barrio.

—Está en Sugar Hill —dijo con la voz tomada. Miró una vez más al abrigo, tentada de pedirle a Hope que se lo diera... Pero en realidad no quería llevarlo como quien carga un ataúd. Si unos momentos atrás quería correr, en ese punto sólo quería meterse en su cama, taparse los oídos y esperar que la Tierra siguiese girando por sí sola—. Les dije... Les dije que nos esperaran en el Morris. Deberíamos ir.

Trish pronunció aquellas palabras casi empezando a caminar, yendo de nuevo hacia el sitio por el que había llegado. No parecía importarle la poca lógica que tenía aquello.

—Oh, y ha... —Volvió a hablar mirando primero a uno y luego a la otra, sin terminar de procesar que a ella aquello ni le iba ni le venía, pero como si hablar de cosas normales pudiera darle a la situación una pizca de normalidad—... Ha venido Axel, de los de Madre Laura. Quiere quedarse un tiempo con nosotros.

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07/10/2018, 09:58
Robin

Sugar Hill. El Morris.

A Robin aquellas palabras se le hicieron un mundo entero apartado de ellos por una eternidad más pesada y vertiginosa que el silencio.

Skyler estaba realmente lejos. ¿Significaba eso que todavía no lo sabía? ¿O no era la Trish del meñique la misma con la que había hablado hacía segundos? ¿O había hablado con ella viajando sus palabras de pasado a presente además de de mente a mente y a kilómetros de distancia? No entendía nada. Y aunque su cerebro necesitaba entender, en aquel momento era tan débil su interés por contentar a la cabeza que poco a poco fue olvidando esas cuestiones para asumir que Skyler estaba lejos y debía ir a ella, como no podía dejar a Trish pero tampoco...

La inicial de la visita de Major Morris hizo que el corazón del pelirrojo diera un vuelco y sus ojos buscaron a Hope convencido de que el de ella también lo había dado pero pronto sus párpados cayeron en decepción al escuchsr esa equis que tachaba sus esperanzas y esa ele mal colocada como el propio Alec en el mundo.

Y en ese instante Robin se bloqueó. No estaba preparado para descargar el peso de todo en su espalda como Bennet. No estaba preparado para apartarse de nadie, menos ahora que le invadía el miedo a que todos desaparecieran en un segundo.

Su padre había muerto al separarse de él después de cien años juntos. Y si le había matado como hizo al separarse de su madre.

No fue culpa mía —saltó una línea de pensamiento en un plano inferior que se activaba cada vez que el joven, niño o adulto intentaba destruirse con la muerte de Marjolein—.

Y si no volvía a ver a Alec por correr hacia Skyler; y si no volvía a ver a Skyler por quedarse con los Tyler.

Apretó su meñique en el de Trish sin darse cuenta.

Alec llevaba la soledad mejor que Skyler, pero Skyler ya estaba acompañada.

Sin embargo, a ella sabía dónde encontrarla, a él no.

Y luego estaba Hope. Querría quedarse pero debía ir al Morris y estar a salvo de todas, todas.

Volvió a llevar los ojos al horizonte de la puerta y aun sin haber tomado ninguna decisión siguió el paso de su amiga y alargó su mano por la espalda para encadenarse a Hope.

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07/10/2018, 14:22
Narradora
- Tiradas (1)

Notas de juego

Te voy dejando la tirada de dificultad para el viaje. Necesitas 3 éxitos para llevarte a todos y la vaca.

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07/10/2018, 14:57
Trish
- Tiradas (1)

Notas de juego

JODER O_O

He tirado tres dados porque para tres éxitos necesitaba uno de destino seguro... O eso creía. Nada, una pena que en los poderes los triunfos no cuenten como dos éxitos.

Otro dado de la reserva común a la basura. T_T Pero aún así...

JODER O_O

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08/10/2018, 13:16
[Titans] Hope

Los ojos de Hope se fueron de Trish a la puerta desvencijada de la nave a la que la muchacha se dirigía y su ceño se frunció con algo de extrañeza cuando miró después a Robin. No parecía entender por qué iban a esconderse en ese edificio en lugar de seguir alejándose con rapidez.

Pero tampoco es que la chiquilla estuviese para darle demasiadas vueltas a nada y ya hacía rato que se había refugiado en la capacidad de decisión del pelirrojo para acolchar su mente, así que tomó su mano y les siguió sin protestar, tirando de la cuerda de la vaca con la otra. 

Uno tras otro se encaminaron hacia la puerta que debía llevarlos al interior de la nave, pero en el momento en que atravesaban el dintel una sensación de vacío inundaba su estómago, como si al dar ese paso estuviesen flotando en un aire más denso de lo normal. 

Apenas duró un momento, pero fue suficiente para que sus pechos latiesen al unísono, prendidos en un instante perfecto. Y antes de que llegasen a asimilar esa sensación, habían atravesado la puerta y lo imposible se había hecho real: ya no estaban en Queens. 

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08/10/2018, 13:33
Narradora

La sensación de plenitud que había embargado a Trish en el viaje anterior volvió a extenderse bajo su piel cuando lo hizo a la inversa. Ni siquiera había estado segura hasta ese momento de si podría funcionar, de si podría llevar a alguien consigo, pero en cuanto los engranajes se colocaron de nuevo en su lugar un chispazo iluminó su mente con la comprensión de aquel mecanismo perfecto. 

Volvía a llenarse su pecho con la seguridad de que ella era un engranaje más de ese mecanismo conformado por... todo. El universo entero encajaba con una precisión milimétrica y aquel era su lugar. Había seguido su instinto, había escuchado esas voces silenciosas que la impelían a tomar la iniciativa y, de alguna forma, sentía que había encontrado el inicio del camino que debía seguir.

Todavía era demasiado confuso como para comprenderlo por completo, pero la certeza de estar en la línea de salida recubría su piel de una sensación eléctrica. 

Notas de juego

Como has sacado un triunfo en la tirada del dado de Destino (¡otra vez!), tu puntuación de Destino se incrementa en uno y se recupera toda tu Fortuna.