Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 4] Laberinto de misterios

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04/08/2020, 10:35
Morgana Whiterocks

“Sí. Seguro que se qué hacer. Siempre se lo que hacer. Tan solo necesito que no os pongáis en medio”.

Miró con cara de guasa a Bentley- Yo no soy una oveja, Pulgoso. O me haces compañía o te largas a otro sitio a ladrar.

Morga fumaba. Echó un vistazo al hueco de la escalera, enfocando con su linterna. Husmeando. Caminó luego unos pasos, revisando el entorno por enésima vez, observando hacia la zona de entrada de la iglesia. Aquí no entraba nadie aparte de ellos desde hacía eones, pero eso no significaba que no fuese hoy el día.

Se quedó muy quieta, mordiéndose los labios con fuerza, cerrando un par de segundos los ojos. Soportando la vibración que parecía nacer de sus mismas entrañas. Un acto reflejo llevó su mano al vientre. “No me jodas. ¿Y si…? La puta hostia. ¿Estaría…preñada? De poco servía preocuparse o preguntárselo ahora. Los días futuros aclararían la cuestión.

No tuvo tiempo de darle más vueltas a la cuestión, el alarido de …Macbeth, devolvió a Morga a la iglesia. Y ahora qué, se preguntó. Es muy impresionable o le ha mordido una araña despistada. No se alteró ni intranquilizó. Abajo había seis personas más. Y un perro. Para ocuparse de lo que fuese necesario. Ella no abandonaría el puesto de vigilancia. No por ahora.

Mantuvo el oído atento y los ojos bien abiertos.

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04/08/2020, 10:38
Cassandra (Cass)

Cassandra llegaba abajo con la esperanza de no haberse perdido lo que tuvieran que decir sobre los símbolos que había en la pared y que eran el dintel de esa puerta mágica que unas gotas de sangre abrían, pero parecía que sí se lo había perdido, o que no habían dicho nada, pues ya Clem estaba posando su mano en la roca.

Lo que sucedió a continuación fue como la vez anterior, o al menos así le pareció a ella, aunque sin la desaparición repentina de algo sólido bajo sus dedos el efecto quedaba menos dramático. Al menos esta vez no estaba a punto de caerse de bruces hacia delante. Una sonrisa empezaba a aparecer en su rostro a raíz de ese pensamiento cuando un movimiento repentino y la voz de Macbeth centraron toda su atención.

—Tranquilo Macbeth, seguimos aquí. No me he acordado de comentar que hay alguna especie de energía que estropea las linternas... y a saber si más cosas eléctricas.

De inmediato se acercó a él hablándole con su tono suave, posando una mano en su hombro y la otra se dirigió hacia las manos que cubrían sus ojos, no fuese a arañarselos o algo por el estilo. Su mente trabajó a toda marcha pensando en porqué podía estar pasando eso, supuso que al no formar parte de los que estaban en ese mural no veía la iluminación, ni la sala. Con ese pensamiento le entró la duda de si él pudiera atravesar ese portal o le sucedería algo, quizás sería mejor no probarlo y arriesgarse a que resultase dañado.

—Habría que comprobar que sigue estando todo bien al otro lado y que nos podemos comunicar desde ambas partes, mejor que primero sólo entre uno.

O quizás el objeto que habían sustraído había cambiado algo.

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04/08/2020, 14:52
Daniel Green

Daniel frunció el ceño, rascándose la coronilla mientras observaba los extraños símbolos, algo que nunca antes había llegado a ver. ¿Qué podían ser? ¿Letras? ¿Palabras? Pero aquello no era importante. Lo realmente sorprendente era lo que su visión le provocaba, el eco que despertaba dentro de él, una sensación que ya conocía pese a haberla experimentado en pocas ocasiones. Con su padrastro, en la taberna con Clem y Trish... Era como si aquella escritura y su don compartieran algo, quizá su origen.

Su pensamiento se vio interrumpido por el sonido que repentinamente llenó el espacio circundante, unido a la inesperada  oscuridad y el refulgir de las inscripciones. Miró boquiabierto más allá del arco, sintiendo en sus entrañas el canto de sirena que lo atraía hacia allí. Dio un paso insconciente hacia delante pero la voz de Macbeth rompió con la magia del momento. Por un segundo le miró molesto por aquella interrupción, antes de darse cuenta de lo que pasaba.

-Estamos aquí -le dijo-. Deja que te ayude a ponerte en pie. Es... -miró a sus compañeros- como si lo que fuera que sea esto, no estuviera hecho para que sea visto por ti, Macbeth. Las inscripciones han empezado a brillar y la pared bajo el arco ha desaparecido. Más allá hay una cámara iluminada y lo único que sé es que tengo que entrar -miró a Casssandra-. Yo lo haré, yo entraré.

Comenzó a caminar pero antes de cruzar aquel umbral, se volvió y sonrió.

-Esos símbolos, nuestros dones, están relacionados. Creo que comparten su origen, un origen incluso anterior a la humanidad. No puedo explicarlo, pero lo siento dentro de mí, en mis entrañas. No es muy científico, Cass, pero así son las cosas.

Dicho aquello, se giró y cruzó el arco hacia la estancia.

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06/08/2020, 00:01
Clementine

Clementine mantuvo la mano firme, aunque sentía su interior encogerse, impresionado y temeroso. La herida escocía, pero no se permitió retroceder. Sintió cómo el vello se le erizaba, cómo la luminosidad se abría paso, y emitió un jadeo ahogado. Escudriñó con los ojos claros la sala, a medida que ésta se desdibujaba, mientras con su mano libre acariciaba el hocico de Bentley, tratando de calmarlo, de apaciguar el mismo nerviosismo que ella misma portaba. 

Escuchó el quejido de Macbeth, y finalmente miró hacia atrás, asustada. Se acercó a él, en una exhalación- Estoy aquí. Estoy contigo...-dijo, tomando su mano- Dios mio...-musitó, notando cómo le temblaban los dedos. La reminiscencia de aquella angustia que había sentido la primera vez que había pisado la cripta en la boca de su estómago. Daniel hablaba entonces. Lo que decía, ciertamente, tenía sentido. No sabía decir por qué, pero lo tenía- Ten cuidado, Dan.-dijo- Háblanos desde el otro lado.-pidió, antes de mirar, preocupada, al antiguo profesor- ¿Sientes dolor? A lo mejor si sales de aquí... Puede que Daniel tenga razón. 

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06/08/2020, 01:02
Axel Montenegro

Estaba impaciente. Cada segundo de espera se le hacía más largo que el anterior, y mientras aún nada sucedía, Axel se mantenía con los ojos pegados a la mano de Clem en expectación por los secretos que hubiera tras esa puerta que la sangre prometía abrir para ellos.

Su primera reacción fue de pura preocupación. Su ceño se frunció al sentir el suelo vibrar, pensando en la posibilidad de un temblor o terremoto, y su mirada instintivamente buscó a Trish para asegurarse de que desde donde estaba tuviera una salida si efectivamente se trataba de eso. Entonces escuchó el zumbido provenir, de una forma que se le hacía difícil de creer, de las inscripciones. Su cuerpo se tensó ante lo extraño de la situación y los tonos alarmantes en lo desconocido que no le permitían disfrutar con simple curiosidad. Su estómago se hizo un nudo, sensible a una energía que no podía distinguir. La oscuridad, como era de esperar, tampoco le ayudó a sentirse más relajado.

¿Están...brillando...? - frunció el ceño, incrédulo, al ver la luz que salía de los símbolos. Eso no tenía sentido, no en la realidad. Había muchas cosas que no lo tenían últimamente, pero en general, solo se enteraba de ellas y las procesaba de una u otra forma en su cabeza. No las presenciaba, no como esto.

«¿Que coño...?» - murmuró para sí mismo al ver la amplia estancia brillando en luz blanca como si se tratara del mismo paraíso abriéndoles sus puertas. Rápidamente se tanteo el pecho. No, no estaba muerto. ¿Entonces cómo...? ¿Importaba el como? Algo le tiraba hacia ahí dentro, como lo típico de seguir la luz al final del túnel, aunque ahora estaba bastante seguro de que no sería ese el resultado. Otros habían estado ahí antes, y habían vuelto con vida... para jugarse las cartas ahora entrando otra vez.

Fueorn los gritos de Macbeth los que lo hicieron sacudir la cabeza y volver a la realidad. Cassandra consolaba y atendía al hombre mayor, manteniendo el contacto para que no se sintiera solo a pesar de la falta de visión, Dan lo ayudaba a pararse y clem le sostenía la mano. Le parecía suficiente gente como para meterse él también. Por su lado, Axel solo podía desear que el daño no fuera permanente, o que hubiese alguien que supiera como sanarlo. Aunque ¿que explicarían? ¿Una luz celestial le quitó la vista por mirar donde no debía?

Estoy de acuerdo. No sigas, puede ser peor. Si necesitas salir, puedo ayudarte, o buscar a Morgana para que te saque. - se ofreció, mirando luego en dirección a la luz, donde Daniel se detenía antes de entrar - Ten cuidado - dijo simplemente, observando desde donde estaba que pasaba antes de aventurarse él mismo por esa luz. Las cosas hermosas solían ser letales, y en forma humana o no, él ya había conocido unas cuantas para tener cierta prudencia. Aún si a veces se arriesgaba voluntariamente a acercarse a ellas.

Eso de los dones... - frunció el ceño, meditando sobre lo dicho por Dan. Él no tenía ninguno, a menos que contaran el tocar violín. ¿Que conexión tenía él con toda esa energía mística? ¿Que lo relacionaba a él a eso, además de esas pinturas en el techo? - ¿Nos escuchas? ¿Estás bien? - preguntó una vez Daniel hubo cruzado, planteándose hacerlo él también en caso de recibir respuesta positiva.

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06/08/2020, 05:39
Trish

Al igual que había pasado al bajar las escaleras, haber descendido antes no era un motivo para que Trish dejase de estar atenta y expectante. Observó cómo Clem se cortaba y ponía la mano sobre la pared y sintió una densa expectación. Ahora que sabía lo que iba a pasar —o eso creía— se veía de otro modo. Y la verdad es que le encontraba el mismo sentido científico: ninguno.

Sin embargo, en aquella ocasión hubo algo diferente: los gritos de Macbeth.

Cuando todos se acercaron a él ella permaneció un paso por atrás, observando, dejando que fueran otros los que hablaban. Sin embargo, ella creía que había sólo una cosa que podían hacer por él. Era evidente que la atención de sus compañeros se dividía entre el hombre y la estancia al otro lado... Pero para Trish no había tal dilema.

—Dejadme, yo subiré con él —se ofreció, dando un paso al frente y acercándose—. Ya he estado ahí dentro y vosotros tenéis que verlo. Para cualquier cosa, Cass os guiará. Lo que está claro es que tiene que salir de aquí, por si acaso.

Era difícil explicar el motivo. Pero si uno pone una mano en el fuego y le quema, no la deja allí más tiempo.

—Venga, Macbeth, subamos poco a poco, yo te voy avisando de las escaleras —dijo—. Luego si quieres probamos a bajar otra vez cuando esté cerrado, o ya veremos. Pero lo primero es asegurarnos de que estás bien.

Si nadie se oponía, la muchacha guiaría al hombre hacia arriba, con Morgana.

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06/08/2020, 06:13
Narradora

Beethoven - Claro de luna

Daniel pasó a una estancia tan amplia como la iglesia bajo la cual se encontraban. Una vez dentro sí podía ver su final, hacia delante y en los laterales. Las paredes y el suelo eran de piedra y una ligera polvareda flotaba en el ambiente. 

Era difícil precisar de dónde venía la luz. No había bombillas, ni focos, ni aberturas. Tampoco había sombras marcadas que pudieran indicar su procedencia. Parecía simplemente estar ahí, en el aire. Blanca, limpia, suave. Tal vez provenía de esa energía que no había desaparecido del todo y que aún continuaba rodeándole. 

Al explorar hubo dos cosas que le llamaron la atención. La primera fue una especie de atril, o pedestal, de piedra que había al fondo. Parecía estar dispuesto para que hubiese algo sobre él, pero no lo había: de ahí debían haber tomado el baúl en su visita anterior.

La otra cosa que atrajo los ojos del chico fue el techo. Estaba lleno de frescos de aspecto antiguo, descoloridos y con la pintura algo desconchada. Aquí o allá las grietas o los huecos dejaban ver la piedra, pero los dibujos que alcanzaba a ver fueron suficientes para empezar a entender que se contaba algún tipo de historia. 

Y es que ahí, en el techo de ese subterráneo perdido y olvidado en el tiempo, había distintas figuras y símbolos que no le resultaban conocidos. Al menos hasta que miró justo sobre el atril y se encontró consigo mismo. Daniel sin duda era reconocible por su sonrisa y porque parecía tener los pies sobre unas tablas con ruedas.

No estaba solo. El azul que teñía los cabellos de una de las figuras estaba desvaído, pero no les costó reconocer a Trish en esa figura delgada que tenía algo parecido a un engranaje en las manos. O, más bien, parecía un engranaje dibujado por alguien que nunca hubiese visto uno. Junto a ella una figura encapuchada escondía su rostro en las sombras, con una caja negra bajo el brazo, tal vez un intento por representar un ordenador sin haber tocado nunca uno. Y ahí estaba también Morgana, con un cuchillo en la mano y una expresión fiera que se había desdibujado por el tiempo. Unos cabellos pelirrojos hicieron fácilmente reconocible a Robin, con una especie de animal pequeño junto a los pies. Sin duda la figura que miraba hacia arriba buscando una luz que la iluminaba por entero era Clementine. Y a su lado estaba Kane, con lo que podía estar intentando simular un revólver y rostro sombrío. A Axel costaba más reconocerlo en una figura que se perdía entre sombras, fundiéndose con ellas. Y ahí estaba también Nick, con los brazos abiertos como si con ellos pudiera abarcarlos a todos. 

Cerca de ellos había otra figura que Daniel reconoció, un hombre con un parche en el ojo y sombrero, que parecía mirarlos desde lejos. Había más figuras a su alrededor, gente que no reconocía. Algunos se agrupaban lejos de ellos, otros parecían formar parte de su mismo espacio. Pero a lo largo de toda la estancia se repetía, salpicada aquí y allá, la figura de una mujer con cabellos blancos que en todas sus representaciones estaba acompañada del dibujo de una luna en distintas fases. De contarlas, se daría cuenta de que esa mujer estaba dibujada trece veces.

No tuvo dificultad alguna para escuchar las voces de sus compañeros de refugio, hablando desde la sala anterior.

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06/08/2020, 06:20
[McAvoy] Macbeth

Tras aquel primer impacto de dolor y desconcierto Macbeth permitió que lo ayudasen a ponerse en pie, aunque no se apartó la mano de los ojos. 

No puedo ver nada. Me quema. Tengo que salir de aquí —convino, al tiempo que estiraba la otra mano para palpar a Clementine—. Ayudadme a salir, sí. No, yo... creo que esto no es para mí. Pero vosotros tenéis que verlo. 

Trish se ofreció a sacarlo, ya que ella ya conocía el lugar, y el hombre se aferró a su brazo, dejando que la guiase. Su linterna estropeada quedaba en el suelo, sin que él se preocupase por recogerla, y Bentley emitía un gañido junto a la pierna de Clem. 

Los dos desaparecieron por la apertura de las escaleras, dejando al resto abajo, a la espera de la respuesta de Daniel. 

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06/08/2020, 06:24
[McAvoy] Macbeth

Morgana fumaba junto al altar, con actitud vigilante, alerta, hasta que por las escaleras emergieron las figuras de Trish y Macbeth. El hombre llevaba una mano tapándose los ojos y se tambaleaba al caminar. Con la otra mano se aferraba al brazo de la muchacha, que parecía estar guiándolo como lazarilla. 

—Ayúdame a sentarme, Trish, por favor —pidió el hombre.

Con la luz que se colaba en la iglesia por los ventanales alcanzaron a ver que de los ojos que se tapaba con la mano habían brotado dos regueros de sangre. 

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06/08/2020, 06:28
Narradora

Notas de juego

Ojo con los destinatarios, porfis.

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06/08/2020, 13:02
Daniel Green

Daniel se paseó por aquella enorme cámara, esa especie de templo sin llegar a serlo. O eso creía pues sus referencias eran las que eran y tampoco tenía mucho con lo que comparar, aunque finalmente sí podían haber ciertas similitudes. El atril, como si se tratara quizá de un sustituto del altar o los frescos del techo como la representación de santos y vírgenes, solo que en aquella ocasión, las figuras o al menos, una parte de ellas, las conocía. 

Verse a sí mismo, con su sonrisa y aquel remedo de patines, fue como verse sumergido en una paradoja temporal. Pasado, un pasado que si hacía caso de su intuición era anterior a la propia existencia de la humanidad, se enfrentaba a un presente que le obligaba a pensar en lo que fuera que lo había imaginado y plasmado allí. Era como si la palabra destino cobrara una nueva dimensión. Y asustaba, porque hacia presuponer que estaba llamado a algo, un algo desconocido, que ni siquiera era capaz de vislumbrar y para el que dudaba estar preparado. 

Suspiró. Aparentemente no había más de lo que ya les habían relatado sus compañeros. La extraña mujer, el viejo del parche y otras figuras desconocidas. Y, por supuesto, Nick. Sintió cómo la congoja estrangulaba su garganta. El futuro esbozado desde un pasado pretérito no había previsto su muerte. O quizá sí, y la labor de Nick había sido reunirlos. Respiró profundamente buscando calmarse y miró hacia la desaparecida pared bajo el arco. No había tenido problemas en escucharles. No creía que ellos los tuvieran para escucharle a él. 

-Todo bien. Pasad -les dijo. 

Notas de juego

No marco destinatarios porque no tengo la certeza de que me escuchen, así que dejó en tus manos marcarlos y borrar esta nota.

NdM. Sí, así está perfecto. Yo me encargo :).

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06/08/2020, 13:15
Daniel Green
Sólo para el director

Nueva tirada de intuición aplicada al lugar, especialmente los frescos. 

- Tiradas (1)
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06/08/2020, 13:24
Narradora

Desde el otro lado llegó la voz de Daniel, clara y nítida. 

«Todo bien. Pasad»

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06/08/2020, 13:48
Cassandra (Cass)

Lo que le estaba pasando a Macbeth no lo habían contemplado y la buscadora se maldijo por ello, al fin y al cabo era lógico que hubiese algún tipo de protección para que ese lugar se hubiese mantenido a salvo e incorrupto durante tanto tiempo. Asintió a la propuesta de su hermana de ser ella quien subiese, era de cajón que fuese una de ellas dos ya que ya habían estado dentro y, cuando vio y oyó a Daniel dar luz verde a la entrada, avanzó decidida para explicarles in situ como había sido la vez anterior.

—Vamos allá, cualquier cosa que sintáis o veías que os llame la atención compartidla. Decimos ciencia cuando por fin nos parece entender lo que antes llamábamos magia, esa es la separación: nuestro entendimiento de los hechos... pero éstos no dejan de ser los mismos y no hay que dudar de ellos.

Con esas palabras Cassandra cruzó la arcada que daba paso a la sala mágica.

Notas de juego

Por aclarar, vemos la sala y a Daniel en ella moverse y nos llega la voz como si fuese la habitación de al lado normal y no una sala chunga que blablabla? Entonces a él le llaga nuestra imagen y nuestras voces, no?

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06/08/2020, 19:46
Daniel Green
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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07/08/2020, 19:05
Morgana Whiterocks

"¿Qué coño?"

-¿Qué coño ha sucedido?- Morga materializó en palabras su perplejidad interior. Observó, extrañada y sorprendida, a la pareja, en particular  a Macbeth. Sangraba. De sus ojos manaba roja sangre.

Una pregunta muda se perfiló en su propia mirada al dirigir sus pupilas dilatadas hacia Trish.

"¿Qué coño?"

Echó un vistazo al hueco de la escalera que conducía a la cripta.-¿Qué mierda ha pasado ahí abajo? -Cogió su botella de agua- Macbeth, quita la mano.

Volteó la cabeza un segundo hacia la peliazul. -¿Trampas? -No se enfrentaron a ninguna en la ocasión anterior. -¿O has tocado alguna puta estatua o pintura sagrada?

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08/08/2020, 04:48
Trish

Cuando Trish subió, lo hizo un poco pálida y totalmente preocupada. No paraba de mirar a Macbeth mientras lo guiaba escaleras arriba.

—Ya casi estamos —le dijo—, sólo un escalón más.

En cuanto sus ojos se cruzaron con los de Morgana, Trish dibujó una expresión de... De no entender una mierda. Ayudó al hombre a sentarse tal y como le había pedido, y luego se llevó una mano al pelo, nerviosa.

—Ya estamos arriba —dijo señalando lo evidente—. Aquí estarás bien por ahora. Vas a estar bien.

Trish repetía aquello sin saber muy bien ni qué decir, y sin escuchar demasiado a Morgana. Cuando se dio cuenta de lo que la militar le había preguntado la miró, y luego miró al hombre. Después volvió a mirar a Morgana, e hizo un gesto con la mano y la cara, sabiendo que Macbeth no podía verla.

—Creo que ha sido la luz —dijo Trish—. No sé cómo, pero creo que ha sido la puta luz esa de los cojones. O lo que funde las linternas. O a lo mejor es todo lo mismo. Yo qué sé ya.

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08/08/2020, 12:27
Morgana Whiterocks

-La luz -repitió Morgana. La militar conservaba su fría calma. -¿Nadie más se ha visto afectado?  ¿Ha sucedido algo distinto, habéis hecho alguna cosa diferente?

Se giró hacia el hombre herido- ¿Estabas el primero o en alguna zona en concreto? Déjame verte -se acuclilló frente a él. La militar esperó a la respuesta de Trish, antes de pensar más en el tema.

-Trish, guarda los putos nervios, céntrate y dame detalles. Ahí abajo están los demás y lo mismo la maldita situación se está volviendo jodidamente peligrosa.

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10/08/2020, 00:06
Clementine

Clementine vio marchar a Macbeth con Trish, no exenta de cierta aprehensión. Parecía insegura. No quería dejar solo al antiguo profesor en un momento como ese. Pero también, tenía el profundo sentimiento que la impelía a querer ver lo que se encontraba a través de la entrada luminosa. 

Por eso, y tras oir confirmar a Daniel que al otro lado todo estaba bien, se dio la vuelta, enfrentando la sala. Suspiró, y se santiguó, acarició la cabeza de Bentley y adelantó un paso, frunciendo ligeramente el ceño al no entender del todo lo que quería decir Cass. 

Miró hacia Kane, durante un instante, buscando quizá la seguridad que necesitaba, para finalmente avanzar del todo y traspasar el umbral. 

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10/08/2020, 01:56
Axel Montenegro

Aunque normalmente hubiera preferido que Trish no se alejara, pues inevitablemente seguía viéndola como una niña y no le gustaba nada dejarla sola, en esta ocasión se sintió incluso aliviado de que se fuera junto a Macbeth. No sabía que había delante en esa extraña luz, pero sí sabía que el camino hasta ella y de vuelta era ínfimo y seguro, y que del otro lado estaba Morgana. Eso era más que suficiente.

Axel escuchó a Cassandra y asintió. Aún no se sentía del todo seguro de querer entrar ahí, pero ¿que otra confirmación podía pedir? Si había algo que imitara voces, podría imitar la de Cass tan bien como la de Daniel. Y estaba claro que no verían nada desde ahí afuera, y que, en todo caso, al menos la luz no les quemaba como a Macbeth. No había caminado por la nieve para ir a ver una luz bonita.

De algo hay que morir - pensó, encogiéndose de hombros, para luego avanzar hacia la luz. - Vamos, tórtolos. Si es por quedarse en lo oscurito, nos quedábamos en casa. - los animó con una sonrisa antes de atravesar el arco.