Partida Rol por web

Parecía que todos me miraban, mire al profesor y tímidamente respondí a su pregunta.- Ha...Hanako.- Mi voz se habia quebrado por los nervios al pronunciar mi nombre. Sentía como estaba todos los ojos puestos en mi, quizá podía agradecer estar en primera fila para no ver directamente como la gente se fijaba en mi, aunque notaba igualmente sus miradas en mi espalda.

Asentí cuando Osvaldo me ofreció su ayuda si me sentía abrumada. No me atrevía a decir nada en publico, pero me quedaría después de las clases para hablar con el y averiguar si el delegado en aquel centro tenia alguna responsabilidad aparte de las que ya me imaginaba. Espere pacientemente a que los lentos minutos que quedaban de clase pasasen.

De nuevo observas algo raro en la mesa de al lado, y esta vez no puede ser tu imaginación. El muchacho ha dibujado un círculo extraño, repleto de símbolos y letras incomprensibles, y ahora ha puesto el lápiz en posición horizontal sobre él, colocando las manos encima.

El lápiz brilla por un instante, como si lo hubieran encendido, y Sveinn lo toma y se lo guarda en el bolsillo de la camisa.

-Bien, señorita Hanako, si estás de acuerdo entonces serás la delegada de la clase 1-C.

El profesor acomoda unos papeles sobre su mesa y luego continúa diciendo, -Hay otros detalles que deberían aprender sobre el funcionamiento de esta academia, pero creo que no habrá problema si lo dejamos para mañana.- Se cruza de brazos pensativo. -Hm, no, estarán  bien. Además ya no hay tiempo suficiente.

Suena una campana con una melodía clásica que indica el fin del aula, y un pequeño descanso de cinco minutos a continuación.

Los alumnos se relajan en sus asientos y algunos ya se ponen a conversar. El profesor y su perro se están yendo cuando alguien se levanta de su asiento para detenerlo allí en la puerta y hacerle algunas preguntas.

El sonido del fin de la clase me despierta, pero todavía estoy algo aturdido en el aula. Que es lo que había pasado durante este tiempo? Y es más... por qué nadie me ha despertado? Ningún profesor es demasiado permisivo para que un alumno se quede completamente dormido y, quitando un par de molestias que ignoré por completo al parecer que estoy en un sitio libre de peleas, algo que no me molesta, pero se me hace demasiado raro

Que? Ya ha acabado la clase?.- pregunto mientras levando la cabeza, buscando a mis primos con la mirada.- Toca el descanso ya o todavía hay que esperar otra clase?

El profesor tras una breve despedida parece tener intenciones de abandonar la sala, nerviosa y sin saber que hacer me levanto para interrumpirlo antes de que se vaya, pero parece que alguien se me adelanta. Intento respirar un par de veces antes de, finalmente, abandonar la seguridad ilusoria que ofrece mi pupitre para ir en dirección al profesor. Me quedo esperando a que el alumno que esta hablando con el acabe para aprovechar mi oportunidad.

-Esto…Osvaldo-sensei, podría preguntarle que clase de responsabilidades tiene la delegada de clase en este centro?.- pregunto en cuanto tengo oportunidad.- Es decir, en mi antiguo colegio se encargaba de la clase, que no hubiese problemas, realizar el saludo y en organizar las cosas si había algún evento. ¿Aparte de ello habría alguna otra cosa?-No me gustaría decepcionar a la clase, pensé sin acabar de decir lo que pasaba por mi mente.

-...Sensei? Hmm... no me han llamado así desde hace mucho.- Osvaldo se vuelve hacia Hanako. -Bueno, no, es básicamente eso. También, si yo no aparezco deberás encargarte de pasar lista y dar los avisos del día, aunque estos están en el sitio web de la academia, así que tampoco te preocupes.
De repente mira al perro, como si éste le estuviera diciendo algo, pero el bicho está duro como una estatua. -Oh, es verdad. Gracias Tobe por recordármelo!- El profesor va hasta el escritorio y abre el cajón, sacando una cajita de madera. -Los delegados son los únicos alumnos que tienen derecho a actuar de juez en los desafíos en caso de que el tutor no se pueda presentar. También pueden dar acceso a la Sala de Peligro.

Viendo la cara de confusión de Hanako explica rapidamente, elevando la voz para que los demás lo escuchen. Algunos alumnos ya se han ido del salón, y los que quedaron se habían puesto a conversar. El profesor habla seriamente, pero no parece importarle que Yuri esté dormido y que falten algunas personas... -El director habló en su discurso sobre los desafíos.- No lo hizo, solo dijo algunas cosas extrañas y se fue, pero bueno. -Como sabrán, una parte de la aprobación del curso radica en ellos, y tendrán que dar lo mejor de sí, no importa si ganan o pierden.- Esto deja a la mayoría de alumnos allí con signos de interrogación imaginarios saliendo de sus cabezas.

Le entrega la cajita a Hanako palmeándole suavemente la espalda. -Ánimo, sé que podrás hacer bien todo.

La cajita se abre facilmente, allí hay una tarjeta con un código de barras y otros tantos números que dice "Acceso a Sala de Peligro" y una etiqueta con un prendedor que dice "Delegado 1-C" en mayúsculas.

-Apenas acaba el aula, ni te molestes en levantarte.- Le responde a Yuri el que se sienta detrás de él. -En unos minutos vendrá otro profesor para que empiece la clase, tendrás siesta para rato.
Habla arrastrando las palabras, sin levantar la vista de su mesa, donde tiene dibujado en una hoja de papel un círculo con símbolos extraños. Hay un lapiz colocado horizontalmente sobre ese círculo, y él mantiene sus manos con las palmas abiertas a los costados de la hoja.

Me quede mirando la cajita mientras pensaba en lo que acababa de decir el profesor, Sala de Peligro, Juez, Desafíos… No se porque me daba la sensación de que me había metido un un problema mas grande de lo que pensaba. Había comentado que el director había mencionado aquellos desafíos en su discurso pero no recordaba tal acto… a excepción de que se refiriera a la broma de combatir con la persona sentada al lado. Trague saliva en parte asustada. Creo que este lugar no es como lo pensaba.

Sin mucha demora volví a mi sitio, pronto empezaría la siguiente clase. Debía preparar el material, mas tarde pensaría y averiguaría que era aquella sala de peligro. Solo había sido la primera clase y ya habían empezado las sorpresas. Estaba ya sentada en la mesa cuando Remiel note como Remiel se metía entre los pliegues de mi manga. –_{En el lio que me has metido…}- Susurre por lo bajo mientras ella ponía su típica cara de disculpa a la cual nunca me podía resistir. Siempre se metía en líos y siempre acababa perdonándola, en parte entendía que era parte de su manera de ser. Exhibí una pequeña sonrisa casi enfocada hacia la mesa para que no me viera nadie.

Suena la melodía de la campana y el profesor aún no se ha ido.

-Les deseo mucha suerte en el día. Hoy no tienen biología, así que no me verán hasta mañana, o hasta que me busquen en caso de necesitarme. Adiós!- Cuando se está yendo se topa en el marco de la puerta con una profesora que entra.
-Buenos días, Lyla.

-Profesora Diotrephes. A mí no me hables de tú, vago raro.- Le responde con brusquedad la recién llegada que va a acomodar sus cosas sobre el escritorio. -Ya termina el descanso y tú todavía estás aquí. Es que no tienes trabajo que hacer en la sala de profesores?- Es la profesora que había golpeado en la cabeza al director.

-Los niños tenían dudas, se las r...

-Para eso está el aula, quince minutos es tiempo suficiente. Ahora vete, que debe comenzar mi clase, y llévate tu perro asqueroso. _{Cielos... permitir estos bichos en la academia...}

-No es un perro asqueroso, es Tobe.- Contesta manteniendo un semblante estoico, pese a toda la crítica que se viene llevando encima. -Vamos, hay que llegar al salón 3-A pronto.
Dicho esto se va, y el perro por primera vez en todo este rato se mueve para seguirlo, en completo silencio.

...

-Qué se quedan mirando? Este inútil me hizo perder tiempo, así que la presentación la dejaremos para otro momento. Saquen sus cuadernos y comiencen a sacar apuntes.

No toma una tiza, sino que las palabras empiezan a aparecer mágicamente en la pizarra. Describen el cronograma del semestre, la materia que enseña esta persona es teoría de la magia, y se toma muy en serio la parte de "teoría" en el nombre, no han pasado tres segundos y ya la pizarra no tiene un hueco libre sin algo escrito.

-Seguiremos este programa, y si no pueden seguir el ritmo deberán pedirme ayuda a mí, o a algún alumno de curso superior, nadie tiene excusa para no estudiar.

El muchacho que estaba al lado de Ethien se esforzaba en concentrarse, o eso parecía, tal vez hacía lo mínimo para que la profesora no le gritara. Lo que no podría decirse de Yuri, que fue despertado por un librazo en la cabeza por parte de a profesora.

-Para dormir tienes los recesos. Si eso no te es suficiente, deberías organizar tu horario de sueño para hacerlo más rentable.

El contraste absoluto entre este profesor y el otro ha causado un bajón casi global en el grupo, y al cabo de unos diez o quince minutos solo se ven bultos grises en los asientos que antes solían ser alumnos con energías.

A esa clase le sigue astrofísica, con un profesor bastante más simpático, pero igual de estricto, y luego finalmente llega la hora de almorzar. A las doce en punto suena la campana y el profesor se despide de todos para irse él también a comer.

El salon queda libre de nuevo, todos han huído a la cafetería para intentar olvidar la odisea de la clase anterior, salvo el muchacho junto a Ethien, que permanece sentado allí haciendo como que estudia.

Como sospechaba, aunque mi subconsciente esperaba que fuese de otra manera, este lugar no es precisamente el más normal que puedas encontrar... Cuando empieza la clase de teoría mágica, mi cara desvela sorpresa, pero no porque estén hablando de temas tabú en si, sino porque lo hace tan abiertamente delante de algunas decenas de alumnos, sin mencionar el resto de clases de las que estoy seguro que también lo menciona. Lo más sorprendente viene a continuación, cuando rápidamente echo un vistazo al resto de los alumnos de la clase. Algunos parece que ya estaban al corriente de lo que se hace en este lugar, pero la gran mayoría hacía mi misma expresión. Ninguno se sorprendió o echó algún bufido de sorna al referirse a magia, lo que indicaba que todos en la sala conocen la existencia de los poderes sobrenaturales además que, teniendo en cuenta que yo seré de los que menos esté informado de estos temas, muy probablemente todos aquí tengan habilidades sobrenaturales diferentes. Mi padre y abuelo siempre ha dicho que nuestras habilidades son naturales, que cualquiera puede adquirirlos con entrenamiento duro, pero jamás debía mostrarlas en público. ¿Puede que en este lugar sea capaz de utilizar mis habilidades abiertamente? Cada vez me entran más ganas de buscar el club de kendo. Si se cerró, probablemente fuese por diversos accidentes. Combates como dios manda, de los que solo podía realizar con mi familia al nadie más tener mis habilidades de combate...

Las clases terminan, por lo que me acerco tanto a mi hermano como a mi prima y comienzo a hablar.- ¿Que os parece si damos una vuelta por el lugar? Me interesa saber lo que hay y tener información de conversaciones ajenas.- comento con una leve sonrisa.- Además, cuando entré claramente me metí en un lío. Veamos de qué magnitud es.

Aun estaba impactada de los sucesos acaecidos con la profesora de “teoría mágica” mi sorpresa había sido bastante grande al ver como mostraba sus poderes en publico y empezaba a hablar de aquellos temas como si de algo mundano fuera, parecía que la clase también quedaba sorprendida antes esto. Después de aquella clase la de astrofísica empezó y después de esta, finalmente, el receso de medio día. Para un primer día había empezado fuerte, había tomado apunte de todo sobre lo que habían hablado y notaba dolorida la muñeca. Después de un leve movimiento para relajarla guarde mis cuadernos y notas en mi maletín. No había terminado cuando Yuri ya se había acercado con Ethien y nos hablaba. Realmente parecía un sitio extraño… ¿Quería decir que podíamos mostrar las cosas especiales que teníamos sin temor a que nos miraran mal? Finalmente termine de recoger y respondí.-Si podríamos dar una vuelta, además no sabemos dónde está la cafetería para almorzar, así la podremos encontrar.- Mientras me ponía en pie me percaté de que aún había una persona en la case aparte de nosotros, parecía a diferencia de los demás algo solitario, como si quisiera evadirse del resto. Di un pequeño suspiro y me acerque a él. Era mi responsabilidad como delegada de la clase que todo el mundo estuviera bien.

-Esto… vamos a ir a buscar la cafetería, quieres… acompañarnos?- Comente dirigiéndome hacia el chico con cierto tono de duda, no sabía su nombre, me tendría que hacer con una lista de los nombres para poder realizar bien mis responsabilidades.- Aunque la verdad es que no sabemos dónde esta cada cosa…
 

No puede evitar levantar una ceja con incredulidad ante la clase que se nos presentó despues del tutor, al parecer tendriamos que aprender cosas sobre magia¿por que debia aprenderlas sí no era capaz de usar magia? Con aire aburrido  finjí escribir en el cuadernillo mientras observaba de vez en cuando a  Sveinn tratando de pasar el rato como podia...despues de esa clase llego Astrofísica, la verdad es que era más interesante que la anterior y estuve tomando algunos apuntes, finalmente llegó el almuerzo y junto con mi hermano me levanté hasta juntarme con Hanako.

---Ains...Yuri... es que no se te puede sacar a ningun sitio- digo riendome ante su comentario, me giro hacia donde dice y veo a  Sveinn- Oh, es  Sveinn,¡Eh, Sveinn! Vamos juntos a almorzar, seguro que tú conoces todos los lugares de aqui.

-No, no quiero acompañarlos.- Le responde a Hanako y luego mira a Ethien con una sonrisa. -Soy tan nuevo como tú en este lugar, no conozco nada tampoco.
Luego vuelve a centrar su atención en los viedeos que mira disimuladamente en su celular. -Debo encontrarme con alguien en un rato, vayan ustedes a la cafetería, y si quieren me traen algunos panes rellenos. Y no olviden la gaseosa, es importante.

En la planta baja de la academia está la entrada, un vistoso vestíbulo típico de una mansión elegante, solo que esta tiene un tono algo más lúgubre, decorado con cuadros de retratos, paisajes con colores apagados, estatuas de mármol, cortinas de tela roja y un enorme candelabro que cuelga del techo.
Dos escaleras curvas conducen al piso de arriba, donde están los quince salones dispuestos en un largo pasillo. Este diseño resulta un poco extraño a los que no están acostumbrados, normalmente los institutos traen un piso para cada grado, sin embargo aquí están todos puestos en el primero. Debe ser porque esta mansión no fue diseñada en un principio para ser una academia. Se nota que los salones son nuevos en comparación con el resto del lugar, como si hubieran sido construidos hace mucho menos tiempo.
La cafetería es un lugar fácil de ubicar, justo al final del pasillo de los salones, siguiendo hacia la derecha se encuentran con unas puertas dobles de madera que al abrirlas se les presenta delante un restaurant con mesas y sillones lujosos, aunque viejos, estan muy bien mantenidos. Todo el lugar se siente como una posada del siglo XVIII, pero con luz y artefactos electrónicos para refrigerar la comida o calentarla antes de comer, también hay varios alumnos usando sus computadoras portátiles mientras comen.
En el mostrador detrás del vidrio pueden ver los alimentos que ofrece la cafetería, donde una anciana de cara arrugada y ojos enormes que parece un carlino le vende el almuerzo a una fila de alumnos, que asusta un poco lo larga que es, pero se mueve rápido.

Por otro lado, siguiendo hacia la izquierda al final del pasillo de los salones tienen otro pasillo más, con más puertas de madera a ambos lados del mismo que hasta que no recurran a un mapa no podrán saber hacia dónde conducen.
Una de ellas a una buena distancia de ustedes tiene un cartel saliendo de la pared que dice "Consejo Estudiantil" y otra más atrás con otro cartel, pero está demasiado lejos y nadie alcanza a leerlo.

Ninguno de los dos pasillos está vacío, pues aquí y allá ven alumnos yendo y viniendo, algunos en grupo, otros solos; y tampoco está en silencio, las conversaciones de todos se mezclan en el clásico bullicio de fondo en los recesos.
 

Mientras caminas por el pasillo distraído te cruzas con la mujer que estaba en el puesto del club de kendo, va caminando en dirección opuesta a la de ustedes y un par de chicos la detienen para hablarle, a los que les responde con una sonrisa y se queda conversando con ellos.

Algo no me cuadra... El chico este no quiere venir con nosotros y dice ser nuevo y no conocer nada, al igual que nosotros, pero tiene alguien con quien reunirse? No es eso un poco incoherente? Bueno, puede que sea un amigo que viniese al igual que él a esta universidad y no es lo más mínimo de mi incumbencia. De todas formas, a partir de ahora lo mejor será que no vaya despistado por ahí. Puede que me quede dormido en las clases... es mi maldición, por decirlo de cierta manera, solo estoy interesado en las artes de la lucha y de la forja y el resto se me hace demasiado aburrido... Por qué tengo que venir a una clase en la que claramente no van tan siquiera a intentar enseñarnos los conocimientos mundanos? Al menos eso ha dicho el director en la presentación, que hagamos lo que queramos.

Mientras caminamos un poco más, la joven que había visto en el puesto del club de kendo aparece y está hablando con un par de chicos. Esta es mi oportunidad, tanto para hacer nuevos amigos, cosa que no me suele ser demasiado dificil desde que tengo memoria e informarme un poco de los clubes que me pueden interesar en el instituto

- Hola.- Espeto mientras me acerco a ellos con una sonrisa, intentando interrumpir la conversación pero parecer lo más simpático e inofensivo posible. Si hay algún problema en este lugar, siempre es mejor aparentar un debilucho, así o te molestan un par de tontos que no te pueden hacer nada o simplemente te ignoran.- Te he visto en el puesto de kendo cuando he llegado, pero no he podido hablar contigo al sonar el timbre.- Hago una pequeña pausa, mientras hago una leve reverencia para presentarme.- Mi nombre es Ishikawa Yuri. Estoy interesado en el club de kendo. Podríamos charlar un poco e informarme de si todavía el club sigue abierto? Me han dicho que algo raro ha pasado el año pasado...

Salimos de la clase después de ser rechazada por aquel chico, no tenia muy claro cuales eran sus intenciones pero pedir que le trajeran el almuerzo a clase me parecía algo creído por su parte. Intentando apartar los pensamientos pesimistas de mi cabeza acompañe a mis primos por la academia, en cierto momento Yuki se desvió a hablar con alguien, parecía que esa persona era perteneciente del grupo de kendo, me acerque con curiosidad, no tenia intenciones de entrar en aquel club pero quería saber mas o menos como funcionaban.

- Buenos días.- Los que hablaban con ella se despiden y se van, y ahora la mujer se dirige a Yuri luego de que la saluda. Es una mujer muy atractiva, que lleva un hakama de un púrpura algo más oscuro que su pelo y trae una espada de bambú en su mano izquierda.

-Ah!- Exclama con una sonrisa. -Otro interesado! Qué lindo!- Junta las manos. -Sí, claro que sigue abierto. No hagas caso a esos rumores tontos, no tienen sentido.
-Mi nombre es Iphigeneia Diotrephes, y soy la asesora del club de kendo.- Se inclina para saludar. -Hehe, puede resultar un poco difícil de pronunciar, así que llámenme Ifi si lo desean, suena mucho más bonito.
-Así que son de Lannet! La tierra del kendo!- Casi se pone a dar saltitos de alegría. -Y tú eres un Ishikawa, nada menos! Eres el hijo de Jiro? Eres igualito a él cuando tenía tu edad! Dile que soy su admiradora! Y mi esposo también, su estilo se basa en el suyo!

-Ay.. eh.. perdón, lo siento, me emocioné.- Se calma un poco y respira profundo. Sigue sonriendo feliz. -Entonces, Estaban los dos interesados? Cuál es tu nombre, señorita?- Le pregunta a Hanako. -Ya les han explicado como funcionan los clubes?- Se dirige a ambos ahora. -Si tienen tiempo les explico, pero no quisiera molestarlos, no creo que hayan almorzado ya.
-Ya sé! Ahora estamos de remodelación en el dojo, pero para mañana habremos acabado. Si se levantan temprano, mañana por la mañana los espero allí antes del inicio de clases y les contaré los detalles, qué les parece?- A continuación les explica como llegar al dojo, que queda cruzando los jardines traseros.

-Un placer Ifi-san. Efectivamente soy el hijo de Jiro ¿Acaso es conocido el estilo Ishikawa fuera de la isla? La verdad es que incluso dentro de ella no es que la gente la conociese mucho...; ella es mi prima Izekawa Hanako y el que está ahí embobado es mi hermano Ethien.- comento con una sonrisa y una gran reverencia al reconocer a mi familia.- Creo que soy el único interesado en el club de kendo.- continúo sonriente.- No veo a mi prima utilizando espadas, y menos todavía a mi hermano.- Suelto una carcajada, mirando directamente hacia él a forma de burla.

- La verdad es que no sé nada sobre los clubes, ni sobre esta academia ya puestos... todavía me han dejado un poco sorprendido el hecho de que enseñen artes prohibidas como si nada.- Hago una pequeña pausa, echándome la mano a la nuca y rascándome, como si acabase de decir una tontería.-¿Podrías hacernos un resumen además de los clubes que hay? Estaría interesado también en alguno que trate la forja, ya que si no practico temo oxidarme, y necesito algún sitio donde reparar a esta pequeña si pasa algo.- acariciando la funda donde tengo la espada, la cual me doy cuenta ahora mismo que nadie me ha dicho nada sobre ella.- Además, al llegar he visto un cartel de un "club de insectos"... ¿No sería más un club de entomología? ¿O como me da la impresión es otro sitio raro?

-Oh, no, no es muy conocido, pero mi esposo es de allá, y fue alumno de tu abuelo. Pregúntale a tu papá, seguramente recuerde a Taisei.- Suelta una risita y junta las manos de nuevo. Pero en seguida pone un gesto triste. -Cuando tu abuelo, el maestro Ishikawa, falleció, vino a vivir aquí, y fue ahí cuando lo conocí, -su cara se le ilumina de nuevo- es una persona encantadora... Perdón, me estoy yendo de tema otra vez.

-Así que son tu familia ellos dos! Qué lindo! Es una pena que no quieran entrar todos al club. Pero bueno, podremos hablarnos fuera de él de todas formas, no?- Mira a Hanako y Ethien, alegre de conocerlos.

-Pero cómo es que no sabes nada de la academia... No has leído los folletos? Toma.- Por el pasillo hay varias pizarras de corcho en los que la gente puede colocar anuncios y cosas, Ifi saca de allí un folleto quitando el alfiler que lo sostiene y se lo da a Yuri. Ahí hay detalles sobre las clases que se reparten, los métodos de aprobación, los desafíos, cosa que mencionó el profesor Osvaldo, y también horarios de diferentes tipos de actividades extracurriculares. También hay una lista enorme de clubes, separados en dos tipos: culturales y atléticos. -Puedes llevártelo, están para eso.
-Y a qué te refieres con artes prohibidas? Lo dices por la magia? Sí, eso descoloca a veces a algunos, pero deberías saber que este lugar es como un santuario para hechiceros y seres sobrenaturales, aquí pueden hacer lo que quieran sin miedo a ser perseguidos. Eso no lo sabían? Está todo en el folleto... Chicos... cómo es que vinieron a esta academia sin conocerla?
Se da cuenta de que está hablando demasiado otra vez y calla por unos instantes para que Yuri pueda seguir preguntando. Mira la espada del chico cuando la señala, pero no hace ningún comentario, solamente muestra su sonrisa gentil y encantadora de siempre.

-Esto... no... no sé nada sobre un club de insectos, debe haberse formado este año, y no deberías decir que es un sitio raro.- Golpea muy suavemente con el shinai el hombro de Yuri. -Los estudiantes ponen mucho esfuerzo en mantener sus clubes, ten consideración. -Lo dice en un tono ligeramente severo, pero sin enojarse, como una madre reprendiendo al nene de tres años por comer caramelos antes de almorzar.
-Y en cuanto a forja... desde que el señor Bishop nos dejó el club ha estado disuelto, y ya van siendo unos diez años de eso, lo siento. Puedes pedirle al director su número, son buenos amigos.

En eso pasan don alumnas, que se detienen delante de ustedes queriendo hablar con Ifi, pero ella les hace señas de que está ocupada y deberían aguardar un momento. Se quedan allí murmurando entre ellas, y mirando de reojo a Yuri y a Ethien.

- Se ve que no conoce a nuestro padre.- comento mientras recojo el folleto que me entrega y le echo un vistazo por encima.- probablemente nos envió aquí escondiendo los folletos para ver como reaccionaríamos...- comento con una sonrisa, maldiciendo a mi padre mientras me viene a la cara su risa maligna al enterarse que había información suficiente para no venir a ciegas.- Y ahora que lo pienso, su esposo, Taisei, debió ser compañero de entrenamiento de mi padre!!- una gran idea recorre mi mente.- Puede ser algo apresurado, pero por qué cuando sean las vacaciones no vienen con nosotros de viaje? Con gusto les prepararía una habitación en nuestro dojo para que pudiesen visitar Lannet, y por supuesto el reencuentro de dos viejos amigos, no cree que sería muy bonito??- Me llevaría una bronca muy probablemente, pero así al menos mi padre me dejaría en paz como mínimo algunas horas al día.

- Bueno, no quiero robarle más tiempo y dos hermosas señoritas desean también hablar con usted.- hago una pequeña reverencia, a forma de despedida.- Mañana vendré temprano y me presentaré en el club para presentarme. Un placer conocerla Ifi-dono.- mi respeto hacia ella lógicamente debería cambiar. No solo es un superior, aunque eso me permitiese tratarla con algo de cordialidad, sino que además es la mujer de un antiguo compañero de mi padre... Aunque sería extraño, puede que haya modificado algo el estilo Ishikawa al suyo propio y pudiese enseñarme alguna técnica con la que sorprender a mi padre, aunque mi entrenamiento ya está casi lleno de técnicas que practicar, nunca viene mal tener ideas a más.- Chicos.- dirigiéndome a mis compañeros.- vamos a tomar algo a la cafetería? De paso podremos leernos esto un poco y saber algo más de lo que podemos hacer aquí.- comento mientras comienzo a andar, sin realmente esperar por una respuesta de estos, absorto en mis pensamientos mientras leo el panfleto

Después de un momento caminando, caigo de la cuenta... ¿El señor Bishop? ¿Se referirá a nuestro casero? Es bastante probable, después de todo, no un cualquiera podría haber hecho esa figura del Varja que nos regaló y además con tan poco tiempo... Probablemente hable con él cuando lleguemos a casa. Tendrá un lugar donde poder practicar y reparar mi espada cuando esté dañada? Además... Si me acepta, podría ser un buen trabajo a horas para ganarnos un dinero extra.

Negué con la cabeza cuando Ifi parecía incluirme para ese club, pero Yuri ya había respondido por mi excluyéndome de aquello y ahorrándome tener que decir nada. La conversación acerca de la amistada que parecía tener el padre de mi primo me desanimo un poco, quizá por envidia, pero rápidamente terminaron y Yuri dando paso a las dos chicas que miraban a Yuri y a Ethien.

Ya nos habíamos alejado un poco cuando Yuri pregunto sobre ir a la cafetería.- Es una buena idea. Estoy totalmente perdida, segun lo que ha dicho Ifi... ¿Remiel no tiene que esconderse mas?.- Pregunto totalmente confusa mientras Remiel en su forma espiritual se asoma por el cuello de mi camisa.- ¿Y os habéis dado cuenta del apellido de Ifi? Diotrephes no fue como se presento la profesora de segunda hora? ¿Serán familia?