Partida Rol por web

Al igual que los demas me acerco al sitio mientras sigo observandolo todo con curiosidad, aunque al ver que se trata de un chica me mantengo a una distancia prudencial disimulando un poco mientras miro los carteles de los distintos clubes.

--- Digamos que no tuvimos mucho tiempo de ver la academia, nos invitaron a entrar en ella- digo desde mi sitio aunque mi expresión se endurece ligeramente y comento con cierto tono ácido- Ya, eso es lo que dice mi padre de mi, entre otras muchas cosas sobre mi...

De nuevo centro la atención en los carteles mientras pienso sí seria interesante unirme a algun club, de reojo miro a las dos chicas que estan mirandonos aunque trato de disimular.

--- La verdades que yo todavia no he decidio sí me uno a algun club¿ hay un listado o todo está en el folleto?- pregunto mirando a Ifi de nuevo, tras escuchar su respuesta asiento con la cabeza y me alejo con Yuri y mi prima.

---Me parece bien, tengo hambre y me vendria muy bien llenar el buche- digo mientras busco una mesa vacia

Ifi le sonríe a Ethien, que ve que se acerca también. -Pues tú lo dices, aún es demasiado temprano invitar, no te parece? Habría que programar mucho para un viaje así.

-Todo está en el folleto, aunque hay clubes pequeños o nuevos que tal vez no aparezcan en el listado, el número es demasiado grande.
Con un gesto suave de la mano se despide de ustedes y se pone a responder las preguntas de las muchachas que esperaban.

...

Mientras van entrando a la cafetería se arremolinan unas lenguas de fuego delante de Hanako, y Remiel, la sheele de un palmo de altura se aparece allí mismo flotando en el aire.

Se pone en silencio a dar vueltitas cerca de su amiga curioseando los alrededores, se siente más libre sin la necesidad de esconderse todo el tiempo.
No es la única criatura sobrenatural que se ve, en la cafetería también hay otros alumnos con pequeños familiares de diferentes formas, y hasta los mismos alumnos son diferentes, unos con orejas picudas y alargadas, y otros con cuernos u ojos en la frente. Incluso hay otros de aspecto más monstruoso que resultan un tanto intimidantes.

El bulto de la cafetería se encuentra ahora mismo en la fila, así que varias de las mesas están vacías y con suficientes lugares disponibles para los tres. Y esa fila también avanza rápido, así que no les toma mucho tiempo llenar sus bandejas y sentarse.

Una vez sentados y con la comida servida se ponen a leer con calma el folleto informativo.

...

Gran parte de él habla de lo que los profesores ya les han contado sobre cada asignatura, y que por más que alguno no quiera especializarse en ciertas disciplinas, el conocimiento teórico de las mismas es de vital importancia.
No hay exámenes parciales, solo los finales al término de cada semestre, pero parte de la nota del curso se consigue con el desempeño en los Desafíos.

Los Desafíos consisten en pruebas de 1 vs. 1 con alumnos elegidos al azar, y tendrán lugar cada sábado durante el transcurso de la tarde, a partir de la segunda semana de clase. La naturaleza de cada desafío dependerá de el o los clubes a los que pertenezcan los contendientes, por lo tanto siempre se pondrá a prueba el talento que mejor se manifieste en cada uno.
Se anunciará a cada alumno a través de correo electrónico quién será su contrincante en el Desafío el día lunes anterior al mismo.

A continuación hay una lista enorme de clubes, separados en dos categorías: culturales y atléticos. Luego existe una pequeña lista bajo el nombre de "otros". El club de los insectos figura en esa lista.

Lo que sigue son fotografías de Desafíos de años anteriores, donde se ven alumnos combatiendo o participando en diferentes competencias de ingenio. También hay fotografías de grupos estudiando en la biblioteca -que aprece ser un lugar enorme- y otros durante la clase en los salones. En algunas fotos salen profesores que ya han conocido, como Osvaldo o Lyla.

Tiene los ojos de distinto color... y son bien lindos! Me gustaría poder hablarle, luego de clase lo intento.

Deben tener novia seguro, con lo sexys que son. Ni me gasto en intentar hablarles...

---Uuuuf...vaya...-digo poniendo mala cara mientras como la comida- Ya estamos otra vez....

Mis ojos recorren varias veces la cafeteria mientras mi hermano y prima miran el folleto, cuando terminan extiendo la mano para que me lo pasen y lo tomo para leerlo mejor mientras mis ojos repasan la lista de clubes.

----Mmmm...no,este no.....aburrido....odioso...- mis ojos se van estrechando conforme va bajando la lista, finalmente bajo el folleto- Creo que yo me apuntaré al club de Kyudo o el Taoista y el de Alquimia, pueden ser entretenidos....

Llegamos al comedor y esto está lleno de una cantidad ingente de alumnos, todos ellos de las diferentes razas de las que nos había hablado mi difundo abuelo.- Vaya cantidad de razas!! Mirad, hay de todo... Desde Duk'Zarist hasta Daimahs y Jayanes!!- Estoy claramente sorprendido, pero a la misma vez los observo como más personas, no de forma rara. No más allá de ser la primera vez que los veo fuera de algún dibujo o mi imaginación en las diferentes historias; jamás habría pensado que podría acercarme tanto a este mundo... siempre me habían dicho que nuestras habilidades debían ser escondidas del resto, pero aquí parece que son completamente abiertos a todos.

Escucho atentamente a mi hermano. Como siempre parece no haber pensado en absoluto en lo que hacer, pero yo lo tengo decidido. No hay más cosas que me interesen.- Yo me apuntaré al club de kendo y hablaré con el señor Bishop para ver como va la forja, si tiene algún taller cerca de casa o si hay alguno abandonado en el instituto... Mejor le enviaré un mail ahora... no vaya a ser que no lo vea y se me olvide!- cojo el móvil y comienzo a escribirle un correo electrónico, ya que habíamos intercambiado teléfonos y correos por si acaso. Esta es una buena oportunidad para hacerlo.

- También me interesa ese club de insectos... el nombre se me hace raro, además de que nadie estuviese allí para dar ninguna explicación.- hago una pequeña pausa, mientras leo el folleto.- os apuntáis a venir hasta allá despues de clase a ver si hay alguien? Yo definitivamente voy a informarme un poco.

Mi sorpresa al entrar al comedor fue bastante grande pero intente aparentar serenidad, Había muchísimas personas diferentes, muchas de ellas de otras razas, mi madre me había hablado de ellas cuando era pequeña y siempre había tomado todo como si fuera un cuento para dormir, pero parecía que si existían. Antes de que me diera tiempo Remiel salió y se fue volando investigando el comedor.

Pronto estuvimos en una mesa mientras daba pequeños mordiscos a mi almuerzo y miraba el panfleto en silencio. ¿Runas, lectura y... quizá medicina? Estaba pensando a cual de ellos me apuntaría cuando Ethien empezó a enumerar los que le interesaban a el.- ¿Pe... pero podemos apuntarnos a mas de uno? ¿No será difícil mantener los estudios? Yo creo que me apuntare a el club de runas... y al de lectura si se puede...- antes de que acabe la frase se escucha un estruendo de platos. Tan pronto como miraba la procedencia de aquel sonido Remiel llego volando y se situó en mi espalda. Por alguna razón un grupo de gente miraba hacia mi dirección... o quizá había seguido con la mirada a la culpable de lo que hubiese pasado...

-Quizá... si sea buena idea marcharnos.- Comente avergonzada intentando apartar la vista de aquel grupo y mirando a mis primos. Cuando saliera de allí tendría unas palabras con Remiel... de nuevo.

Sinceramente... prefiero hacer un mejor desempeño en desafíos, que parece tener bastante peso en la nota final, y en los clubes, ya que me serán más útiles para mi trabajo al salir de aquí. Después de todo, espero heredar o abrir mi propio dojo al terminar los estudios...- contesto a Hanako cuando parece que Remiel la lía y parece romper algunos platos y varios de los alumnos que hay en el comedor quedan mirando para nosotros, ya que Remiel vuelve volando rápidamente a junto nuestra.- No nos iremos.- contesto con una sonrisa, aunque también acompañado de un leve suspiro.- si Remiel la ha liado tendremos que apañar las consecuencias, pidiendo disculpas de ser necesario, pero no podemos escapar a la primera de cambio. No te parece??
 

El ruido de platos rotos vino de una de las mesas cercanas, donde un grupo de alumnos de pintas no muy saludables está mirando con cara de pocos amigos a Hanako. El más corpulento de ellos, con las manos como si sostuviera una bandeja invisible, y manchas de comida en su barriga y pantalones. Lleva gafas de sol y el cabello peinado hacia atrás.

Está tieso, mirando vuestra mesa, luego inclina levemente la cabeza a un costado y empieza a caminar con tranquilidad hacia ustedes.

Me encojo de hombros ante el comentario de Hanako.

---No lo sé, simplemente barajo esa posibilidad, sino se puede me dedicaré al gimnasio y mantener el tono- digo mientras mastico  la comida, solo es interrumpido por el sonido de platos rotos lo cual me giro al ver lo ocurrido no puedo evitar reirme entre dientes- Madre mia, Hanako, es que no se te puede sacar a ningun sitio...-digo riendome todavia aunque paro durante un  momento al ver que se nos acerca un grandullón- vaya, parece que tenemos compañia....

Según ocurrían los comentarios a mi al rededor fui recluyéndome mas en el pequeño espacio que ocupaba no podía creer que el primer día de clases ya hubiese encontrado problemas. Mire de reojo a aquella persona que había comenzado a caminar hacia nosotros, su aspecto gritaba que estaba buscando problemas, y Remiel le había dado una razón para encontrarlos. Mis primos parecían estar completamente tranquilos, no parecían nerviosos, pero yo no podía parar de pensar de las consecuencias que aquello traería. No quería problemas y aquello iba a atraer la atención mas de lo que quería.

El muchacho grandote se quita los lentes, dejando ver unos ojos pequeños y azules. -Era la última porción de cazuela. Hace bien comer algo calentito con el frío que hace, pero ahora ya no podré.- Su voz barítono suena calmada y habla vocalizando bien, contrastando en cierto modo con su aspecto.

El caldo derramado en él todavía sigue humeando, debe de quemar mucho, y o realmente no lo siente o está haciéndose el duro. -Nng...- Inclina la cabeza intentando mantener su seriedad, pero su ceja le tiembla; efectivamente está intentando hacerse el duro.
Señala a Hanako. -Dile a tu familiar que... ngh.. que deje de buscar problemas.- Y se queda ahí parado mirándolos.

-A alguno le sobra pan? Me voy a quedar con hambre si no...

Algunos en las mesas contiguas paran de comer para observar lo que está pasando.

Mi espada estaba preparada... Un chico con todas las pintas de ser uno de los camorristas de la academia se estaba acercando, con cara de malos amigos, por lo que la situación estaba bastante clara y, por experiencia, sé que con esta gente no se puede tratar con palabras...

Una vez llega a nuestra altura y se quita las gafas, empuño con fuerza mi espada, aunque disimuladamente, hasta que abre la boca, dejándome tonto y atragantándome con la comida y comenzando a toser, por forzarme a no escupirle encima todo lo que tenía en la boca. Una vez el ataque de tos cesa, miro para el grandullón que hay ante nosotros. Parece educado, cosa que no se diría por verlo a simple vista

- No te conformes solo con algo de pan.- le contesto sonriente mientras saco unas monedas del bolsillo, la cantidad que nos ha costado la comida y se lo ofrezco.- no te cortes y pide algo de comer otra vez. Ha sido culpa de mi prima que se haya desperdiciado su comida, así que es justo que pague su comida, no creéis?.- comento observando a mis compañeros, sabiendo que Hanako está de los nervios, pensando lógicamente que íbamos a tener problemas- Mi nombre es Yuri por cierto. Ishikawa Yuri- Termino, sonriendo calmadamente una vez consigo acostumbrarme a la extraña situación

No puedo evitar  torcer la boca con una sonrisa  al escuchar las palabras del chico que se nos acerca, esperaba gritos e incluso amenazas pero el chico resultó ser bastante amable, la verdad es que me daba lástima un poco por lo que habia pasado....

---Claro, no deberias quedarte sin tú comida por eso- digo asintiendo a las palabras de mi hermano- anda, ve y pidete algo para terminar de comer, despues de todo, tenemos un monton de cosas despues de esto, no seria recomendable ir con el estómago vacio...

-Oh.. gracias.- El muchacho coge una servilleta y se limpia. Luego de comprar algo de pan relleno va y se sienta con ustedes en el asiento libre junto a Ethien. -Son muy amables. Mi nombre es Máximo, Máximo Vengerov.

Se coloca los lentes de nuevo y carraspea, luego quita el plástico del pan y se pone a comer. -Es verdad, luego sigue todo el período vespertino con demasiadas cosas. A decir verdad.. este es mi primer día , soy de primero.
-No conozco nada de la academia, intentaba hacer algunos amigos en la otra mesa pero no tuve suerte. Y ustedes?

Le da otro mordisco al pan. -Saben... en un principio nunca quise venir a este lugar... Yo quería ser músico. De pequeño siemrpe me ha gustado tocar el violín.- Una lágrima surge de debajo de sus lentes y empieza a recorrer su mejilla. -Pero mis padres... mi familia... son todos hechiceros. Yo nací con el Don también, y me veía obligado a estudiar magia.- Se limpia con una servilleta. -Jamás he podido hacerlo bien... Creo que no es lo mío.
-Ojalá pueda poner mi escuela de música luego de graduarme.

-Siempre he sido pisoteado por mis hermanos mayores, que hacen magia como quien respira... Yo solo he logrado aprender hechizos sencillos... y ni siquiera esos puedo hacerlos bien todo el tiempo... es... Pero mis padres insisten... dicen que aquí podré mejorar.

Finalmente acaban de comer. -Agradezco la compañía que me han dado, no se preocupen, yo llevaré las bandejas a la basura.

- Por favor, no te molestes y siéntate con nosotros. También es nuestro primer día y aún no conocemos a nadie tampoco.- le contesto mientras me levanto y le ofrezco un sitio donde sentarse en nuestra mesa.- Estos son mi hermano Ethien y nuestra prima Hanako. Es un placer Máximo.

La verdad es que no es que no quisiera venir, pero no tenía la más remota idea de qué iba este lugar.- suelto con una carcajada.- No veas la sorpresa cuando empezamos con la clase de teoría mágica!! En mi casa eso estaba completamente prohibido.- Hago una pequeña pausa y escucho su historia, como quería ser músico pero sus padres insistían en que fuese un hechicero. La verdad es que lo entendía bien. Por desgracia mi hermano está en una casa de espadachines y no tiene ningún interés en convertirse en uno. Por eso yo he aceptado el reto de ser el siguiente en la línea sucesoria de los Ishikawa, llevando mi cuerpo al extremo con más entrenamiento del normal, aunque siempre me ha gustado el kendo, preferiría haberlo hecho con más calma y tratar otras cosas.

- Y por qué no te unes al club de música? Fijo que allí podrás hacer lo que más te gusta y mejorarás. Podrás llevar a cabo tu sueño y estudiar magia como tus padres te piden. No es eso una buena solución para ello?- le espeto con una sonrisa siempre buscando la mejor solución al respecto.- Por mi parte soy miembro de una familia de espadachines; el estilo Ishikawa para ser más exactos, por lo que espero abrir mi propio dojo cuando me gradúe, aunque primero debo ser digno de ser reconocido como tal...

-En todo el mundo está prohibido. En Dalaborn, de donde vengo, pillan a alguien haciendo magia y es candidato al calabozo y meses de tortura. Mis padres pertenecen a una sociedad secreta, y para ocultarlo trabajan como vendedores de electrodomésticos. Este lugar para ellos es una bendición... sin embargo a mí no me importa tanto... si fuera por mí no usaría la magia nunca, no tengo por qué, y no se me da bien.

Al acabar de comer se había puesto a ver el folleto que ustedes tenían sobre la mesa mientras Yuri le hablaba. -Tienes razón, tal vez haga eso, es un buen consejo, gracias.- Tras decir eso se levanta y se va a llevar las bandejas a la basura.

-Ya nos veremos luego... que tengan suerte el resto del día.- Se despide y se va hasta la puerta de la cafetería.

Muchos de los que estan allí también ya han terminado de comer y solo están charlando y riendo, otros solos en sus pcs portátiles o con sus celulares, o leyendo libros. La anciana que vende la comida estaba limpiando el mostrador y ahora se puso a fregar las mesas que han ido quedando libres.

Mientras tanto otros alumnos vienen llegando, oyen cosas como "te dije, ahora ya no queda nada!" o "allá queda un lugar libre", y varios traen viandas o bolsas de papel con comida de sus casas.

Aún no son las doce y media, por lo que les queda más de media hora libre antes de regresar a las clases.

Estaba en tensión en aquel lugar cuando el muchacho acabo de acercarse a nuestra mesa, notaba como aquello iba a ir por malos caminos y a punto de salir de allí corriendo cuando, de pronto el muchacho empezó a hablar bastante educadamente. Mi cara se formo una expresión de desconcierto. Aun no entendía que estaba ocurriendo, pero aprecia que el chico, a diferencia de lo que su aspecto daba a entender, no buscaba problemas. Empecé a sentirme mal por  pensar en huir y acabe casi absorbida en mi propio mundo de remordimientos mientras mis primos hablaban con el. La conversación se sucedía mientras cada vez me sentía mas culpable, el chico parecía una buena persona. Sabia que había sido Remiel quien había creado aquella situación, pero mi pensamiento cobarde me avergonzaba y el haber pensado en huir en un primer momento no hacia mas que agravar aquella sensación.

Antes de que me diera cuenta parecía que el almuerzo había acabado y el muchacho empezaba a marcharse. Confundida por como había pasado el tiempo no pude mas que abrir la boca para decir unas tímidas palabras que aun no había pronunciado.-Lo siento…- Dudaba de si había llegado a escucharme ya que ya estaba de espaldas y había avanzado su trayecto.

Durante el resto de tiempo me dedique a seguir a mis primos de un sitio a otro como una autómata, mis mirada apesumbrada se mezclaba con mis pensamientos. Como podía ser de esa forma, y yo iba a ser la delegada de la clase… no podía seguir comportándome así. Había leído suficientes libros para saber que no era la forma correcta de actuar, se supone que debía ser un tipo de modelo a seguir… Remiel, se dedicaba a pincharme curiosamente preocupada por mi estado actual pidiéndome disculpas y dando vueltas alrededor de mi.

Mientras el grupo dejaba la cafetería para ir al pasillo Remiel empezó a revolotear alrededor de Hanako. Había robado un trozo de carne y pan de la bandeja de Máximo, más grandes que ella misma, y se los había estado comiendo. -Leches, anímate, mujer!- Se oye su vocecita desde el hombro izquierdo de la joven, habla masticando. -Por una tontería así ya te acongojas?
-Alza la cabeza y mira hacia adelante, no tienes nada de qué disculparte con el gordo ese.- Flota hasta ponerse delante de su cara. -No has hecho nada malo, y él tampoco.

-No puedes ir por la vida así de pesimista, y menos si eres la delegada! Una delegada debe ser firme y estar siempre dispuesta a ayudar. Y no me vengas con que no sirves para nada, que te he visto hacer muchas cosas asombrosas. Primero que nada, hay que tener cojones para aceptar el cargo así delante de todos! Eso no cualquiera lo hace! Ahora úsalos para seguir haciéndolo bien. Y si alguien se ríe de ti le dejo la cabeza como un cerillo usado, -Con un último bocado acaba su pan con carne.- solo si estos dos paletos no hacen algo primero.- Mira de reojo a Ethien y a Yuri.

El folleto traía un mapa completo de la mansión, que bien pudieron observar durante la comida. Los salones ya saben bien que se encuentran todos en el piso de arriba. También hay más salones ocupados por distintos clubes culturales ubicados en largos corredores, y por supuesto, la cafetería.
En este piso también se encuentra la sala del consejo estudiantil, y la biblioteca, que está conectada con la planta baja.

Hay muchas escaleras situadas en los diferentes pasillos que unen los dos pisos, y en el centro también hay un ascensor que resulta de utilidad para las personas que no pueden usar las escaleras por diferentes motivos.

La planta baja tiene un gran vestíbulo en la entrada, con varias salidas a más pasillos con salas ocupadas por clubes. También están los dormitorios de algunos alumnos y profesores que viven en la mansión, y la sala de profesores pegada a la enfermería.
Hay muchas salas de estar con sofás, televisor, estantes con libros y otras tantas cosas más.

Toda la academia es una enorme casa, cuyas habitaciones han sido adaptadas para dar clase y el edificio cumpla la función de instituto.

En el exterior hay un jardín muy pintoresco que ocupa manzanas enteras, y cerca del edificio principal hay dojos y gimnasios para los clubes. También una pista de atletismo con un campo circular para jugar edén.