Partida Rol por web

No puedo evitar reirme ante como se desarolla la situación.

---Tú amiguita tiene razón, Hanako, quizas demasiada...-comento  mientras mis ojos bajan al papel durante unos segundos y luego hacia el reloj- Mmmm.... todavia queda más de media hora para volver a empezar ¿os apetece que vayamos a buscar los otros jefes de clubes para informarnos bien? Detesto esperar a que sea la hora...- digo levantandome y esperando a que me sigan.

- Remiel, la que la lió fuiste tu, no le eches la bronca a Hanako.- le espeto al pequeño hada.- si está preocupada porque lo que hagamos los primeros días puede decidir lo que nos espera de curso...- Observo detenidamente el folleto, viendo los lugares de los diferentes clubs, así como alguno que se me haya podido pasar.- Que os parece si le echamos un vistazo al club de insectos? Me ha llamado la atención el primer momento, pero no he tenido tiempo de mirar de qué iba. Después podemos ir por los que os interese a vosotros y a ver con qué tipo de gente nos encontramos.- Termino, dirigiéndome ya hacia la zona del club sin esperar respuesta

---¡Eh, eso no es justo!- protesto levantandome de mi asiento y siguiendo a Yuri- Tú ya has visto tú "apasionante" club de Kendo, ahora nos toca a nosotros verlos nuestros, simepre hace lo mismo, tú el primero en todo habria que echarlo a suerte

Con independencia de las disputas de mi hermano me quede parada al escuchar a Remiel, siempre había sido revoltosa, pero aquello se salía de lo normal, ¿Seria por poder mostrarse con libertad?.- No creo que la mejor manera de "ser firme y dispuesta a ayudar"...-Dije mientras citaba sus propias palabras.-...sea dejar que vayas robándole la comida a un pobre chico. Y son mis primos, no los llames paletos.- Comente con un ligero matiz de enfado en mi voz.

Finalmente me quede quieta sin emitir ninguna palabra mas. quizá había explotado tras todos los acontecimientos de aquel día. Di un pequeño suspiro intentando tranquilizarme.- Remiel, ten mas cuidado, y no hables así.- La regañe finalmente mientras la señalaba. Llegado a ese momento me doy cuenta de que mis primos se están alejando aun con su discusión, pero no tengo muchas ganas de seguirlos.- Yo... volveré ya a clase, les veo luego.- Dije casi sin elevar la voz, sin tener claro si me escucharían.

-Tenía hambre, necesitaba combustible para mantener las llamas ardientes de mi corazón.- Lo dice en sentido figurado, no es que una sheele necesite alimentarse ya que se nutre de la energía zeónica de su dueño. Tras ser regañada regresa tu hombro y se queda allí, balanceando los pies y mirando alrededor.

-Deberías hablar un poco más fuerte, así no te van a oír.- Comenta Remiel.

Pensando en dar la vuelta hacia el salón, vislumbras a lo lejos un letrero que sale de la pared que capta poderosamente tu atención: "Biblioteca", y sientes una especie de picor en el alma, que por culpa de la mudanza no ha podido saciarse del todo.
Habías visto en el folleto fotos del lugar, y era inmenso, abarcaba tanto este piso como el inferior y las estanterías se elevaban hasta perderse de vista.

-Tampoco es que necesite que me escu...- Me quedo callada al ver el cartel de la biblioteca colgado en la pared. Sin quererlo había llegado a uno de los sitios en los que mas tiempo era probable que pasara. Mi cabeza  rogaba por entrar y mi cuerpo sin pensar mas que en aquello empezó a avanzar hacia la puerta. Ya estaba apunto de alcanzarla cuando me di cuenta que tenia poco tiempo, si entraba y me distraía mucho llegaría tarde a clase. Estaba aun dudando sobre que hacer cuando finalmente abrí la puerta. Al menos un vistazo no haría daño... ¿no?

Mientras los hermanos discuten Hanako se pierde de vista.

Conversando distraídos mientras deciden a dónde ir a aprovechar la media hora que les queda se escucha un ruido fuerte de vidrios rotos, que deja en silencio el murmullo de fondo. Vino desde unos metros más adelante por el pasillo, donde hay un montón de gente reunida.

-Jjjjooooooohnny!!! Tirrrró a Johnny por la ventana, maldición!!- Grita un estudiante situado allí en el medio del círculo formado por los espectadores de la situación, alto y muy delgado, con el uniforme completamente desaliñado, las manos en los bolsillos y pose encorvada, el pelo peinado con un pompadour gigante y en su rostro poco agradable una mueca torcida. -Cómo te atreves a hacer esto!!! Perra p**a!!

-Me tocó.- Responde con calma la otra persona allí en el medio, los hermanos Ishikawa la recuerdan inmediatamente. Está de pie, sin ninguna muestra de nervios, mirando por la ventana.

-Oyeee!! Míiirrrrame cuando te hablo, rrreleches!- Le grita el otro. -Te vas a meter en problemas ahora!!- La señala. -Debiste haber pensado antes de actuar, mie**a!!

El chico delincuente empieza a acercarse, pero ella se gira a él y da un paso firme hacia adelante. El impacto hunde su pie en el suelo, dejando un cráter, que produce una onda expansiva que casi tira al suelo al muchacho.

-HIII!!!- Empieza a retroceder. -Rrrr..rrrecordarrré esto, perra!!- Y se va corriendo, apartando de un empujón a los Ishikawa al pasar junto a ellos.

La chica calmada se aleja caminando en la dirección opuesta. La montonera de gente se aparta rápidamente para darle lugar a que pase, y poco a poco el ambiente se va calmando y los murmullos regresan.

Tu reloj indica las 12:26, sabiendo que las clases comienzan a la 1:00 tienes tiempo más que suficiente para un vistazo rápido, pero nunca se sabe, el vistazo rápido podría convertirse en una exploración a fondo.

Lo primero que ves al abrir la puerta doble de madera es una enorme sala circular, de más de veinte metros de diámetro. El suelo es de mármol y hay en él un dibujo muy pintoresco y aparentemente antiguo de una rosa de los vientos. Es precisa, su norte está efectivamente señalando el norte.
Alrededor no hay ninguna pared libre, todo es estanterías llenas de libros de todos los tamaños y colores, y te empieza a doler el cuello de tanto mirar hacia arriba tratando de descubrir el techo, pues el sitio es tan alto que allá arriba no se distingue bien.
En dos puntos diametralmente opuestos correspondiendo al este y oeste hay dos entradas de escaleras en espiral, la del este va hacia arriba y ves que pasa por toda la pared circular, y se pierde junto con todo lo demás. Cada vairos metros hay balconadas con mesas y sillas, y sofás de aspecto antiguo que hacen juego con la sala.
La otra escalera va hacia abajo, posiblemente al primer piso, pero eso es algo que aún no podrías asegurar, pues... este sitio da un aire completamente diferente al resto de la mansión, es extraño. Viste bien cuando llegaron cómo era el edificio por fuera, y en ningún momento viste que hubiera una torre así, que debería tener como mínimo unos cien metros de alto, y quién sabe cuantos hacia abajo.

Los pasitos que das hacen un ligero eco que se apaga en seguida, dejando todo en un profundo silencio digno de una biblioteca como esta. Detrás de ti la puerta se va cerrando suavemente cuando la sueltas.

-...Y así es como el primer alumno del año sucumbe ante la doncella de hierro...- Oyen a uno comentar cerca de ustedes. Es un muchacho ryuan, de aspecto sereno, que está recostado a la pared con los brazos cruzados, apoyado en el alféizar de la ventana.

-Ese debió haber sido de primer año, uno de segundo ya tendría aprendidas las reglas.- Ríe para sus adentros. -Veremos cuantos vidrios rotos habrá esta semana.

La situación que se da enfrente nuestra, aunque bastante diferente al no ser miembros de mi familia o gente que esté pagando por venir al dojo, es bastante similar a la que solía tener en mis años en casa. Alguien se acerca a quien no debe y hace algo que le molesta, por lo que este toma represarías y el pobre incauto acaba pagando las consecuencias al no estar a su nivel.

Por acto reflejo, puede que puros instintos de buscar a alguien fuerte, salgo corriendo por el pasillo, intentando no tropezar con nadie y adelanto a la chica a la que llaman "doncella de hierro", con la que había tropezado nada más llegamos a la mañana, plantándome delante de ella, aunque dejándole espacio por si quiere pasar de mi. "A la mañana lo ha hecho, así que a saber si ahora le apetece hablar o si simplemente pasa de largo..." pienso mientras hago una reverencia en frente a ella.- Hola!! Mi nombres es Ishikawa Yuri. Es mi primer día aquí!- espeto tranquilamente al mismo tiempo de la reverencia y vuelvo a ponerme en una posición erguida para hablar con ella tranquilamente.- No he podido pedir disculpas a primera hora por haber tropezado contigo, andaba despistado y no sabía que había pasado.- me echo la mano a la cabeza, riéndome como un tonto.- Parece que eres muy fuerte. Cómo debería llamarte, sempai?- termino preguntando amablemente, esperando que la joven no me ignore vilmente.

-Ch...eeey! Espera!- El joven extiende el brazo en un vano intento por detener a Yuri. Seguidamente deja caer los hombros y suspira. -Haa... con lo que me había esforzado en hacer mi pose y diálogo cool...

-...

La muchacha mira a Yuri en silencio, lo estudia y analiza, de pies a cabeza, pasando por sus manos, brazos y principalmente la espada que lleva en su funda. Luego agacha un poco la cabeza, sus anteojos brillando.

-Uh... Esto... Cuál es tu nombre?- Este otro se acerca unos pasos a Ethien. -Si no haces algo pronto tu amigo morirá en los próximos treinta segundos.... Pues... Odia a los tecnicistas...

-HADOUDAN!!!- Un estallido hace volar la mitad del pasillo, con algunos alumnos incluídos que salen despedidos hacia afuera. Cuando se disipa la polvareda está la chica con las manos rodeadas de llamas blanquiazules, y el brillo de sus gafas impide ver sus ojos detrás.
Empieza a caminar lentamente hacia Yuri.

Yuri a duras penas había conseguido evadir el impacto gracias a que estaba en alerta y se había preparado con anterioridad a que algo así pudiera ocurrir, pero es consciente de que para el próximo, de haberlo, no tendrá tanta suerte.

El resto de los alumnos ha salido corriendo inmediatamente de allí.

---Soy su hermano, Ethien- digo mirando al chico y levanto una ceja- Por que....- no llego a terminar la frase puesto que una explosión me tira al suelo dejandome bastante mareado, cuando por fin vuelvo a centrarme veo como la muchacha está avanzando hacia Yuri con actitud bastante amenazante me levanto rápidamente mientras me tambaleo.

---Eh, tú, quieta!!!!- le grito lanzando el poder mental que me viene a la mente de primeras, siento la oleada de poder mental que sale de mi mente  similar a un rayo y sale disparada contra la mujer mientras murmuro en voz baja- Y por eso no me gustan nada las mujeres....

- Esto va a ser divertido. Igual que en casa!!- Espeto mientras, con el boken completamente preparado para no necesitar desenvainarla al estar sin ningún tipo de protección, salgo disparado hacia ella. Siempre he sentido que la mejor forma de luchar es ser ofensivo, por lo que voy a asestar el primer golpe con la esperanza de ponerla a la defensiva. No sé qué tipo de poderes está usando, pero claramente es peligrosa... aunque no tanto como la gente con la que entrené toda mi vida

Al comienzo de la carrera, en tono calmado y bajo, aunque lo suficiente para que se escuche en el silencio que se ocasionó al salir todo el mundo de la zona exclamo.- Primer estilo... Ishikawa no ryu.- aumentando mi velocidad de reacción y cargando directamente contra la joven. "Veamos qué es lo que sale de aquí!!"

Yuri sale despedido hacia adelante de un salto, y su espada impacta de lleno en la frente de la chica. Se levanta el aire y el polvo del suelo con el impacto violento, y cuando se recupera la visión de lo que sucede, Yuri descubre que su espada sigue ahí, como si le hubiera dado a una estatua con una simple espada de madera. Ella ni se molestó en esquivar.

Con tranquilidad la joven levanta un brazo y coge la espada de Yuri, la quita de ahí y jala hacia ella, para acto seguido darle de lleno con su otra mano en el estómago del chico, que lo hace escupir sangre y volar hacia atrás varios metros, cayendo contra la pared al final del pasillo instantáneamente inconsciente y con un dolor muy severo en el plexo.

Justo en ese momento Ethien reacciona y hace un grandioso intento por detenerla, ve como sus matrices rodean a la chica intentando penetrar en su temple, pero rebotan hacia afuera como si dieran con un muro invisible, y se desvanecen.

El chico ryuan, que había caído al suelo detrás de Ethien se levanta frotándose el trasero. -Ah, Ethien, un gusto, mi nombre es Pi Men..g...- La onda expansiva del impacto de la espada de Yuri lo saca volando y cortándole el diálogo.

La joven violenta se iba aproximando poco a poco a acabar con Yuri, y extiende su brazo derecho, donde se materializa una esfera de energía, posiblemente sea ki. Y dispara.

El disparo es rápidamente rechazado por una mujer que aparece de la nada interponiéndose entre Yuri y la chica. Rebota hacia un costado y hace pedazos otro tramo del pasillo.
-Pequeña... No ha empezado el año y ya le vas a dar trabajo a mi hermanita...?- Es Ifi, que aparece otra vez con su sonrisa, pero esta sonrisa no es la de siempre. Parece igual, pero su rostro está ligeramente sombreado, y se nota un aura de violencia a su alrededor.

La chica retrocede un paso, poniendo una pose defensiva y apretando los dientes en una mueca de molestia. -Grr...

Ifi se lanza contra ella y se entabla una batalla con estruendos potentes y movimientos a la velocidad del sonido. Pronto la chica es empujada hacia afuera del pasillo por la pared destruida, cayendo en los jardines, e Ifi sale tras ella, ambas perdiéndose de vista.

...

-Esto ya es inconcebible... El primer día de clase.

Junto a Ethien caminaba la profesora Diotrephes. -Vi como intentabas detenerla, te lo agradezco mucho, joven.
Se para frente al chico y empieza a recitar unos ensalmos, moviendo suavemente los brazos. Ethien puede ver como de ellos salen infinidad de hilos de aspecto metálico que van y empiezan a cubrir poco a poco el pasillo, quedando éste forrado completamente por esos hilos. Luego estallan en diminutas partículas que se evaporan, y tras eso se ve todo restaurado, sin rastros de la batalla, como si allí no hubiera pasado nada y recién hubieran limpiado. -Hah...- La profesora da un largo suspiro y se da la vuelta para ver a Ethien. -Lo lamento, tomaremos las medidas necesarias.

Al final del pasillo Ethien puede ver que hay un hombre recogiendo a Yuri por encima del hombro y se lo lleva.

-No tienes de qué preocuparte, el muchacho será llevado a la enfermería. Posiblemente se recupere dentro de varias horas.

Tu visión se recobra de la nubilación y de a poco vas vislumbrando un campo abierto, con una niebla espesa que se va apartando. Está todo muy sereno, un cielo azul despejado, una pradera con el pasto verde no más alto que los tobillos, meciéndose ligeramente por una suave brisa que corre.

Más adelante ves a un hombre sentado con una caña de pescar a la orilla de un lago. Al acercarte distingues mejor la silueta de ese hombre, se trata de tu abuelo.

El encuentro con esa persona despierta muchas preguntas en tu cabeza. Parece como si estuvieras soñando, pero por otro lado, todo parece demasiado real.

Meng vuelve a levantarse del suelo, gimiendo adolorido. -Vamos Ethien, no te preocupes por tu hermano, estará bien. No es la primera vez que pasa esto.

Se frota la nuca, un poco nervioso. -Haa... estas cosas suceden todo el tiempo, pero que haya ocurrido ya el primer día... es demasiado...

Habia hecho lo posible pero al parecer las resistencias mentales de la chica eran demasiado poderosas ya que no habia sido capaz de detenerla, suspiro  de manera cansina y a la vez aliviado que no nos hicieran pagar los desperfectos a saber lo que hubiera pasado...

---No sé por que, pero ya me esperaba algo así...- digo girandome hacia Pi Meng- Lo que no entiendo es que se a creido esa chica para hacer las cosas que hace ¿quien es? aparte de ser conocida como La Doncella de hierro...claro

Ya sea porque todos estén almorzando, o porque es recién el primer día de clase, en este momento no hay nadie en la biblioteca.

Recorres con la mirada la primer balconada, la segunda ya está demasiado alta como para ver algo, y das con la única persona presente allí. Por su uniforme te enteras de que es un chico de cabello negro, pero no se distingue bien. Está sentado en uno de los sofás de terciopelo mirando hacia la pared. Delante de él hay una mesita pequeña, demasiado alta como para apoyar los pies, pero no tanto como para estar comiendo en ella, además de que a este lugar no se puede traer alimentos.

Remiel se aleja a escudriñar los libros de un estante cercano, con la etiqueta "Novelas Románticas".
La mayoría de los libros de esta planta son de entretenimiento. Están ordenados por autores de distintos países, comenzando por Abel, que abarca una gran cantidad de los tomos, y pasando por otros países lejanos incluyendo Lannet. La mayoría están traducidos al latín, pero puedes ver algunos en yamato o yamato-shu originales, y de diferentes épocas.
Todas las estanterías guardan un orden similar, separados por países de origen y luego por título de la obra. Da la impresión de que será imposible que falte algo.

-Sí... yo antes me preguntaba lo mismo, pero como que ahora ya pasó a ser costumbre y ... y bueno, pasa.

-Su nombre es Momohime Kamigawa, de 3-E, fuimos compañeros de clase en primero, pero ahora yo estoy en 3-B. Y... no es que se crea algo... simplemente es.- Se frota el pecho, debe haberle quedado doliendo algo por la caída. -Casi la expulsan varias veces, pero el director es demasiado flojo y le permite quedarse. Después de todo nunca ha causado daños irreversibles.
Señala el lugar de la pelea, donde ahora está impecable gracias al conjuro de la profesora. -Las cosas que se rompen se arreglan. Pero es diferente cuando lo que se rompe son personas... Solo espero que algo así nunca suceda, sería muy triste.

-No lo sé... el mejor consejo que te puedo dar es que no te le acerques mucho, pero tú pareces un buen chico, no creo que vayas por ahí tocando gente o levantando faldas. No tendrás problemas.- Sonríe y te palmea el hombro. -Menudo primer día, no?