Partida Rol por web

Ifi desaparece para aparecer junto a ti al instante y bajar un sablazo poderosísimo, pero tú ya estabas preparado, el tiempo se congela durante un instante en el que te apartas de allí sin ningún problema y eres capaz de dar un movimiento preciso y elegante en el que golpeas la espalda de tu maestra antes de que ella pueda siquiera moverse de ahí.
Ella se tambalea un poco y retrocede, tras lo cual suspira y te hace una reverencia.
—Muy bien. —sonríe —No sé qué ha pasado, pero has mejorado notablemente. Sigues dando golpes demasiado poco pulidos, pero si dices que es tu estilo, lo respeto.

—Ya no queda mucho tiempo por esta mañana, les recomiendo que vayan a ducharse y ya se preparen para la clase. Esta noche quiero verte en casa, Yuri, de acuerdo?

Cross sonríe de nuevo —Correcto, pero no con suficiente exactitud como quería.
—Para hacer una sheele, su señor debe sustraer una porción de su alma e imbuirla con energía zeónica. Remiel es un fragmento de ti misma que se ha separado. Sus recuerdos, su personalidad, todo eso, formaba parte de ti alguna vez. Por eso me ha resultado gracioso que ella sí quiera fiesta.
—Tú no tienes forma de saberlo porque los recuerdos que te faltan están en ella. Dime, hay algo que tú no recuerdes y que ella sí?
Se acerca un poco a Remiel y la mira fijamente. —Remiel, cómo te sentiste al ver el dibujo de Natsuki?

—Nostalgia...

—Remiel es un rasgo de personalidad que te pertenece, pero que en estos momentos no está en ti. No puedes recordar cómo eras antes porque esos recuerdos ahora forman parte de ella, por eso no consigues sentirte animada, sonriente, alegre. Todas esas emociones son Remiel. En el fondo sí quieres festejar tu cumpleaños, solo que la Hanako que más potestad tiene no lo desea.
—Creo... creo que todo esto es demasiado confuso.

Entonces se cruza de brazos y piensa una mejor manera de explicarlo, pero no parece dar con ninguna.

—A ver... digamos que tú no eres la Hanako original, solo nueve décimos de ella. —y señala a Remiel —Y ahí está el décimo que falta.

—Hm... No me gustaría mancharme las manos, pero entiendo que es posible que no haya otra solución.

Reddo entonces se acerca al cuerpo inconsciente del enemigo y, para sorpresa de todos, le quiebra el cuello. —Listo. Que no se hable de esto, de acuerdo? —establece muy serio, con el ceño fruncido.

Earth asiente en silencio.

—Señorita Keira, me encargaré yo de deshacerme de él, usted preocúpese por llegar temprano a clase. —no debe agradarle mucho lo que se ha visto obligado a hacer, puesto que su tono de voz se ha vuelto más severo.
Luego mira fijamente a Earth, quien se sobresalta un poco.
—Quiero que me acompañes al lago, me ayudarás con esto.

Escuche las palabras de Cross algo confundida, había leído en un libro que las Shelees formaban un vínculo con su compañero, pero de ello a ser parte de este había un paso. Mi mirada paso de Cross a Remiel la cual no parecía muy sorprendida por el descubrimiento. Por un momento me sentí confusa e incluso asustada por el hecho de ser yo y no serlo, de estar incompleta.

Poco tardo ese momento de confusión pues mis pensamientos pasaron a ser otros. Si estuviera “completa” Remiel no estaría allí. Finalmente negué con la cabeza.- No veo cual es el punto. Ella es ella y yo soy yo. Además, haber perdido una décima parte por ella no me parece un mal cambio. Después de todo no recuerdo esa parte.- Dije como si aquello no cambiara mucho la situación actual. Remiel, además de mi compañera también era mi mejor amiga. ¿Qué más daba que estuviera formada a partir de cosas que yo ya no recordaba?

Mi mirada se fijó en Remiel durante un momento. Era cierto que muchas veces me había preguntado porque parecía ser casi opuesta a mí y aquello le daba un significado pero, no cambiaba mucho.- Aun en el caso de que lo que dices sea así, según tus cálculos nueve decimos de la original no quieren celebrarlo… Aunque si un décimo quiere celebrarlo y no está ahora en mí, puede hacerlo…- Las dudas estaban en mis palabras. Realmente yo no quería celebrarlo, pero comprendía que no podía negárselo a Remiel. Después de todo ella también había “nacido” ese día.- Si no quieres, no es necesario que vengas en el aniversario de la muerte de mama, puedes quedarte y celebrar tu cumpleaños.- Dije mirando a Remiel. Esta pareció confusa ante mis palabras, como si aquello no lo esperara pero antes de darle tiempo de hablar rompí aquel tema.- Aunque para eso queda mucho, deberíamos ir a clase, ya queda poco para que comiencen.- Dije sin tener muy clara la hora sacando el móvil de la cartera para ver la hora.

Si!!! Mi técnica ha funcionado a la perfección para ser la primera vez que la utilizo y conseguí darle un segundo golpe a la maestra!!! Mi fuero interior está que se sale ahora mismo, con la autoestima por las nubes, aunque procuro por todos los medios posibles mantenerme sereno. Si la noticia de vencer en duelo a mi maestra además del tema del mafioso salen a la luz juntos, puede que la situación el pueblo se vea bastante complicada a partir de ahora, aunque precisamente el cambio de situaciones y estilos que he hecho ahora mismo me ha dado una idea para un nuevo tipo de arma (la que hablamos por off topic, que se "transforma"). Puede que no sea capaz de utilizarla, pero estoy seguro que habrá mucha gente interesada y conseguir unas buenas ventas para no tener que preocuparnos mucho más por el dinero y darme ya algo de fama como herrero de calidad por la zona...

- Muchas gracias por sus palabras, sensei.- Expreso con una gran reverencia mostrando el respeto por mis superiores.- De todas formas intentaré buscar la forma de adecuar el estilo Ishikawa a los nuevos tiempos... es mi trabajo como heredero, después de todo.-Sonrío mientras cubro mi espada al haber terminado la práctica y tener que ir en breves a clase.- Haré los planos de un nuevo diseño que se me acaba de ocurrir e iré al entrenamiento en su casas, por supuesto. Nos vemos a la tarde!!- Sonrío despidiéndome de Iffi-sempai.-Nos vamos?- Comento a Octavio.- No deberíamos llegar tarde a clase, aunque no es que hagamos mucho estos días.- Le sonrío mientras me dirijo a los vestuarios para darme una buena ducha y volver a pasar el día tranquilo que suele pasarse en la escuela.

Justo se cruzan los dos primos en la puerta del salón, llegando casi a la vez.

Es demasiado temprano todavía, y no hay casi nadie. Pueden ver a un par de chicos charlando junto a la ventana, y a una alumna leyendo sentada en su pupitre.

El salón es un sitio tranquilo por ahora, no hay ruido ni nada. Un poco de viento entra por una ventana abierta, ventilando el lugar.

Aún falta más de media hora para que suene la campana y venga Osvaldo a dar la tutoría de todos los días.

—Buen día.

—Ah, hola.

Cuando los ven entrar les saludan y siguen cada uno con lo suyo.

Arqueé una ceja ante la respuesta de Reddo, gratamente sorprendida de que estuviera dispuesto a ensuciarse las manos en este trabajo. Y de paso el problema de qué hacer con él ya estaba solucionado. Se notaba que Reddo no estaba contento con aquel resultado, así que necesitaba un poco de refuerzo positivo.

- Eh, has hecho lo que era necesario y le has echado huevos. Has hecho bien.

Le dediqué una sonrisa antes de volver a la habitación y ponerme el uniforme. No tenía moto para ir al instituto, pero desde que Lord Rondinelli me activó sentía que tenía una energía inagotable, y decidí ponerlo a prueba. Al principio fui esprintando, y aguanté mucho más que de costumbre, pero a la que empecé a notar el desgaste cambié a un ritmo más estable que aún podía llevarme a tiempo a clase.

Después de terminar el entrenamiento y ducharme me dirijo directamente al aula de clase. Parece que llego bastante antes de tiempo, cosa realmente rara en mi, pero cuando cruzo la puerta puedo ver a un par de compañeros y a mi prima. A ella sí que esperaba encontrármela a estas horas por aquí. Mi rostro tiene una amplia sonrisa resplandeciente que muestra a cualquiera mi excelente humor después de los acontecimientos recientes y saludo a todos con esa misma sonrisa.- Buenos días a todos!!- Exclamo mientras me acerco a mi asiento, al lado del de mi prima, cojo unos papeles y empiezo a dibujar el boceto y las ideas del nuevo diseño que se me ha ocurrido para hacer durante esta semana. Pero mientras estoy a ello también hablo con mi prima y con cualquier que se acerque a mi a hablar tranquilamente.- Qué tal va yendo el día?- Le pregunto mientras le voy dando vueltas al papel que tengo en mi pupitre y voy haciendo los trazados finos para después borrarlos y dejar solo el contenido "utilizable".- Ya has terminado tu trabajo matinal en el club o te has pasado aquí la mañana estudiando y releyendo otra vez los libros?.- Termino mientras sigo a lo mío. Cualquiera que se acerque a mi pupitre podrá ver perfectamente como estoy haciendo tres dibujos de armas completamente diferentes, pero que parecen tener realmente la misma forma si se separa en piezas. Un gran espadón a dos manos, una katana de doble hoja con un magno bastante peculiar y dos katanas bastantes grandes unidas en sus mangos por lo que parece ser una gran cadena.

Había vuelto a clase esperando el inicio de la clase mientras pensaba en lo que había ocurrido por el momento esa mañana. Estaba bastante curioso sobre que sería ese artefacto que había encontrado o para que serviría. De una forma u otra parecía que ahora estaba ligado a mí y antes de ello había pertenecido a mi madre.

Estaba tan inmersa en mis pensamientos que hasta que Yuri no saludo a toda la clase en general no me di cuenta que estaba allí. Levante la mano en un ademan de saludarlo antes de sentarme en mi sitio. Cuando escucho la pregunta de Yuri me volteo hacia él. ¿Debía contarle lo que había encontrado? Por un momento dude. No, no podía decir nada, generaría más preguntas y al final contaría algo que no debería decir.

No necesite pensar mucho en una excusa, pues en su siguiente pregunta se respondió a si mismo.- Estoy en el club de lectura, estudiar y leer libros es de lo que trata.- Dije algo divertida mientras me asomaba a ver que estaba dibujando. Al ver el arma arrugue levemente el ceño sin decir lo que pensaba. Entendía levemente cual era la idea del arma pero no acababa de comprender su cometido era para él o…- ¿Has encontrado algún cliente.- Pregunte con respecto al pequeño negocio que mi primo estaba montando.

Digo yo que haréis algo más que leer libros, no?- Espeto tranquilamente con mi sonrisa intacta.- Si no, para eso, salía más rentable ir a la biblioteca y comerse todos los libros que encuentres por el camino, y no tener que hacerlo en grupo!!- Estaban claras las dudas en la actitud de Hanako, algo habría ocurrido, pero como siempre... Quién soy yo para preguntar nada que no quiera decir de primeras? Además, es imposible que en una academia como esta, el club de lectura sea únicamente eso, ya sea por libros mágicos, investigación de algunos temas escritos o lo que sea... algo habrá hecho.- Y hablando de lectura... has leído algo por ahí sobre ciencia? Se te ocurre cómo podría conseguir que esto.- Señalando la katana de doble hoja.- Haga impulso con esto otro.- marcándole los dos extremos de las empuñaduras de las katanas gemelas.- para que salgan disparadas como una bala?.- Mis ojos se iluminan al decir esas palabras, solo pensando en el posible resultado de esta idea, que poco a poco va cogiendo forma.- He pensado en algún tipo de dispositivo con aire a presión, pero no sería esto muy débil? En cambio... la pólvora no debería estar permitida por las buenas, por lo que no me parece una opción muy...- Quedo pensativo.-  como decirlo... Sutil.- sonrío todavía más mientras sigo enfocado en mi diseño. Ya tenía una idea clara para conseguir unir las tres formas en una, serían mecanismos realmente simples y pudiendo avanzar más en ellos según haga prácticas y pruebas con el arma para hacerlo lo  más rápido y efectivo posible.- Cliente?.- Pregunto sorprendido ante la pregunta de Hanako. Bueno, no debería ser tan extraño, ya que ocurrirse una modificación como esta de varias armas no es algo que se vea todos los días.- No, es un diseño propio que se me acaba de ocurrir hace 10 minutos en el club de kendo... Entre lo sucedido ayer con el mafioso, mandar a Wil a la enfermería sin querer y ver que puedo plantarle cara incluso a la sensei... se me ha ocurrido que podría diseñar algo con lo que puedas cambiar de estilo para ser más efectivo y menos mortal según el estilo contra diferentes oponentes...- Me quedo pensativo mirando a Hanako un momento, con su esperada cara de sorpresa ante lo que le acabo de decir.- Conoces a Wil, verdad? El tío ese de pelo blanco que pertenecer a Tol Rauko, el colega de Svein. Si lo ves, no le hables de mi, creo que le costará digerir su derrota en el entrenamiento así por las buenas.- Le sonrío de forma un poco siniestra. La verdad es que él me había mandado dos veces a la enfermería, una de ellas casi matándome si no es por las habilidades de Tensei-dono, así que el haberlo enviado yo esta vez y de forma tan dramática me causa cierto placer, al estar seguro también de que no tendrá ningún tipo de complicación o herida grave por ello.

A los cinco minutos llega Keira al salón. Se encuentra con un Yuri bastante alegre y de buen hunor, que está trazando lo que parecen ser diseños de armas o algo así. Está también Hanako charlando con él, y junto a la ventana dos chicos hablando de sus cosas y otra alumna sentada leyendo un libro.

—Keira! Buenos días! —uno de ellos la saluda con entusiasmo, y el otro, más tímido, solo levanta una mano.

Me quede mirando durante un momento el concepto, no tenia muy claro si la diseñaría como pensaba al yo verla, pero al escuchar su pregunta fruncí el ceño ligeramente.- Si juntas aire a presión junto un movimiento de palanca al accionarlo quizá tenga un efecto parecido a lo que quieres… pero será más difícil de apuntar y a que tendrás que accionarlo al describir un arco, es decir parecido a una honda con la cadena, pero también activada con el mecanismo de aire.- No tenía muy claro si me había explicado, en mi cabeza tenía sentido.

La conversación siguen y mis ojos se abrieron por la sorpresa al escuchar sobre Will.-¿No habrá sido grave no? No me gustaría tener problemas con el Tol Rauko… Aun así, mejor que un arma nueva, ¿No has pensado en la posibilidad de no golpear a la gente? Pensé que después de lo del otro día te contendrías antes de golpear a alguien.- Dije con algo de pesadez.

Al escuchar como Tom saluda a Keira giro la cabeza hacia la entrada para mirarla y la saludo con la mano.- ¡Keira!  ¿Estas mejor de lo de ayer?.- Pregunte ligeramente preocupada. Sabia que Kamigawa la había curado después de todo lo que ocurrió, pero me parecía lo correcto preguntar. Por un momento tengo la sensación que, aun habiendo sido ayer, han pasado muchísimas cosas desde entonces.

Wooooo!- Exclamo totalmente emocionado ante las palabras de mi prima.- De esa forma tiene una utilidad más!! Si el rival intenta esquivar hacia atrás lo cogerá por sorpresa con un ataque largo y pudiendo ser incluso en área, y si el rival no ve el ataque y se queda quieto podría utilizarse la cadena como un arma que lo aprese y neutralice en el momento!!- Seguro que a mi prima no se le había ocurrido algo así, pero su idea ha sido realmente buena para quien practica artes de combate a diario y está acostumbrado a este tipo de situaciones.- De esa forma puedo ampliar todavía más sus usos!! Gracias prima!!.- continúo mientras escribo unas notas en esa parte, tanto para la idea de utilizar aire comprimido como para los posibles efectos. Si el arma me sale tal y como estoy pensando, con la ayuda de los hijos de Bishop, que parecen ser buenos científicos, realmente podría ganar mucho dinero con aquellos que se dedican a esto, incluyendo las fuerzas de seguridad, que tendrían un buen arma para mantener a raya a los malos. Solo debo tener precaución de no dejar que los malos se hagan con estos planos y puedan utilizarlo para lo que no se debe. Después de todo, un arma no es buena o mala per se, depende exclusivamente de quien la empuñe.- Con lo de Wil no te preocupes. Ha sido un golpe fuerte, pero realmente solo le he dado un maderazo en el estómago...- Señalando mi espada en su modo de reposo.-  Como mucho tendrá un par de costillas rotas y seguro que si me han curado a mi con las que he pasado los primeros días, él no tendrá ningún problema- le sonrío, pero mi rostro, aunque todavía sonriente, se ensombrece un poco al escuchar su última parte.- Por desgracia, el golpear a alguien o no, no es una opción. No golpeo a cualquiera con mi arma, pero esta fue forjada por mis antepasados para trabajar en pos de la justicia... Ojalá no fuese necesario, pero mismamente con la situación de ayer has visto que sería así. Qué ocurriría si no hubiese actuado, con la hermana de Octavio secuestrada y él sin el dinero que le pedían por chantaje?- Pregunto, con tono algo serio.- Siempre debe existir gente como yo, que pueda actuar cuando es demasiado tarde para que las autoridades lleguen a tiempo o de forma sutil. No quiero ni penar en cómo estarían esos chicos si no llego a actuar, aunque admito que mi intención no era exactamente el final que ocurrió

Después de la carrera que acababa de pegarme, no había sudado ni una gota. Me sentía rebosante de energía, y casi sentía que hacer clases era una pérdida de tiempo en aquellos momentos.

- Buenos días - dije sin mostrar el asqueo del día anterior, aunque tampoco recordaba quien era aquel chaval. Seguí hasta mi mesa y me senté, poniendo los pies sobre esta para lograr un aspecto completamente despreocupado.

- Más o menos, sí - dije tras unos segundos cuando por fin entendí a que se refería -. Lo que me recuerda, no sé si lo dije ayer, pero gracias - dije mirando a Yuri, que parecía concentrado en un diseño de un arma -. Por cierto, no sé si Bishop os lo comentó, pero al final no vamos a ser vecinos.

No hay que darlas mujer!! Quién en su sano juicio desaprovecharía la oportunidad idónea para saltar por la ventana y poner en práctica su combate aéreo?- contesto sonriente a Keira ante su agradecimiento. Sé perfectamente que la gran mayoría de la gente que me rodea no pensará eso, pero en mi mente es una excusa completamente razonable para hacer esas cosas, aunque la caída había sido bastante cómica- Y ves, prima? Otra razón por la que no siempre puedes evitar pegar a la gente!!- me dirijo directamente a Hanako, ya que Keira me dio otra razón perfecta para aquello de lo que estábamos hablando.- Aunque admito que estoy buscando formas menos... letales!! Si! Esa es la palabra! para luchar contra los maleantes.

Ha ocurrido algo para ello?- Pregunto a Keira, extrañado, con respecto a que no seremos vecinos a partir de ahora.- Si el piso está de lujo y tenemos todo cerca para hacer una vida tranquila

- ...

"De buena me he librado. A saber como sería vivir con un loco como este de vecino."

- El problema es que no me siento particularmente segura en un piso en el que un secuestrador se puede colar, vaciar la nevera y esconderse dentro de ella a esperarme mientras estoy fuera. Es decir, conseguí hacerle huir tras romperle la nariz, pero no quiero ni imaginarme que habría pasado si hubiera sido el que se presentó ayer en clase. Así que me he buscado un sitio más seguro.

Agite negativamente la cabeza ante las palabras de Yuri, mi mirada se desvió hacia Keira cuando mi primo hizo la pregunta de porque no seriamos finalmente vecinos.- No, no nos había comentado nada.- Digo negando con la cabeza.

Cuando empiezo a escuchar lo sucedido mis ojos se entrecierran intentando imaginarme la historia. Alguien dentro de la nevera que te sorprende cuando la abres.- Suena… comprensible.- Conteste ante sus razones de buscar otro sitio.- Aunque a nosotros no nos ha pasado nada raro en el apartamento.- Añado pensando en ello. Por el momento no habíamos sido molestados o invadidos pero tal y como le había pasado a Keira podía pasarnos a nosotros.

Justo hacia unos momentos había estado pensando cuan seguro podría ser que llevara lo que había encontrado en el club de insectos conmigo. Quizá aquello fuera una señal, parecía que allí en la academia estaría más seguro.

Luego de la pequeña misión que te encargó la subdirectora, ella te permitió quedarte a vivir en la mansión, presentándote a uno de los pupilos que conocerías al llegar a tu dormitorio.

En cuanto abres la puerta del sitio donde compartirás habitación con alguien más, lo primero que ves es a alguien cambiándose de ropa, de espaldas a ti.

Nada más nota tu presencia se voltea, revelando su torso desnudo. No parece importarle mucho, ya que te saluda cordialmente como si no fuera nada del otro mundo.
—Hola Kotor, mi nombre es Kaoru Kinoshita, compartirás conmigo este cuarto.

Te señala tu cama, que está recién tendida y acomodada para ti. El cuarto dispone de todas las comodidades que necesites, un escritorio donde estudiar, bibliotecas donde dejar tus libros, y armarios donde guardar ropa, aunque de nada de eso dispones todavía y te vas a tener que conformar con tu uniforme escolar.

Entonces pasas el resto del mes conviviendo con esa entidad andrógina como amistad. Resulta pertenecer al club de arquería, y tener muchos amigos allí, le admiran por su precición con el arco. También conoces a otro compañero, Lyon Bertrand, quien tras preguntarle educadamente, te confirma que sí, que Kaoru se trata de un chico, y que por eso duerme en el dormitorio de chicos.

Para ti las clases comenzaron poco más de una semana más tarde, por ciertos motivos, y ahora te levantas y te preparas para tu primer día y conocer a tus compañeros. Kaoru no está en tu mismo salón, así que te despides de él antes de llegar al tuyo y entrar.

Mientras charlan de sus cosas el salón se va llenando, entran otros alumnos y ven algunas caras conocidas con quienes ya han hablado antes.

—Ah, Keira, estás bien? Buenos días.

Y al final llega Osvaldo, trayendo con él a su inseparable amigo Tobe.

—Buenas mañanas tengan ustedes. —Saluda de la manera usual y va a su escritorio. Tobe se queda sentado junto a la puerta.
—Antes que nada, quisiera presentarles a un nuevo compañero. Por motivos particulares no ha empezado el mismo día las clases que los demás, pero ha estado viviendo en la mansión desde el verano. No se deja ver mucho, así que es poco probable que lo conozcan.

Le hace un gesto a Tobe con la cabeza, y el perro se para en las patas traseras para abrir la puerta del salón y dejar pasar al susodicho alumno.

—Muy bien, te invito a que pases al frente y te presentes. Luego elige un lugar vacío donde sentarte, aunque no sé si queda alguno. Mmm... sí, creo que sí, allá al fondo.

Detrás de Yuri se puede sentir un aura de dolor y sufrimiento ejercida por Sveinn, quien observa la nuca del muchacho con una mirada tan firme que podría atravesarlo sin problemas. Sus ojos bien abiertos y con las venas saltadas, pero sin moverse ni efectuar ninguna acción, solamente tieso ahí, observando.

—...

La mirada fulminante continúa mientras habla Osvaldo, sin parpadear ni moverse medio milímetro. Murmura cosas en voz baja, como si estuviera tratando de maldecir a Yuri.