Partida Rol por web

Al escuchar la señal y ver como se abre la puerta, entiendo que es mi turno. Algo nervioso, entro en el aula, avanzo unos pasos y me quedo delante de la pizarra.

-Etto...  Buenos dias, mi nombre es Kotor Huan-mientras hablo, me doy la vuelta y escribo mi nombre en el encerado-Debido a...  "extrañas" circunstancias, he empezado algo tarde el curso, pero tratare de no entorpecer el ritmo de los demas. Encantado-reverencia y sonrisa

Entonces, siguiendo la recomendacion del profesor, miro al fondo y, tras encontrar un sitio libre, me siento

Tras la presentación del muchacho, algunos de los alumnos se hacen comentarios entre ellos, pero no mucho más.

—_{Su nombre me recuerda a un videojuego.}

—_{Tiene cara de buena persona, no creo que cause problemas.}

La cosa transcurre como de costumbre. Osvaldo pasa lista, hace algunos comentarios para las clases del día, entre ellos que faltará el profesor de historia, Dorian, y que durante ese tiempo tendrán clase de biología con él; y también les avisa del menú nuevo de la cafetería.

También hace mención de que hay que andar con más cuidado dentro y fuera de la academia, ya que se han visto más inquisidores que de costumbre rondar la periferia.

Luego de las clases de akerón con Hogan y biología con Osvaldo la mayoría de los alumnos se dirige a la cafetería a comer, mientras que otros desempacan sus viandas y comen allí mismo en el salón.

—Señorita Keira, acompáñeme, por favor, es importante.

Para sorpresa de todos, aparece un tipo de peinado afro y gafas de sol, que viste un gakuran negro y pantalones del mismo color, apoyado con una rodilla en la ventana.

Algunos escupen la bebida y se giran para verlo. —Maldita sea! Otro secuestrador! No, si a estas ventanas habrá que ponerles barrotes.

—N-no! No soy un secuestrador, no me malentienda —el hombre hace gestos desesperadamente con las manos para que comprendan que viene en paz.

Vaya, más presencia inquisitorial por las calles? Algo en mi interior me dice que en gran parte es por mi culpa y a saber cuántos de los presentes me estarán odiando ahora mismo si conocen los sucesos del día anterior, cosa que no sería del todo extraño tal y como suelen volar los rumores y los de la televisión dejando mis iniciales al referirse al causante del incidente. Pero cuando termina la clase y me levanto tranquilamente para ir con mis cosas resulta que otro tío aparece por la puerta, interesado en que Keira lo acompañe

- Esto... Keira... Quieres que le patee la cabeza y lo tire abajo o es amigo tuyo?- sonrío, mirando tanto a Keira como al desconocido y posando una de mis manos sobre mi katana. Si en este momento simplemente le diese un pequeño empujón estoy seguro que caería abajo y sería un buen momento para ver qué habilidades podría tener a la hora de la caída. Después de todo no estamos a una altura mortal, ya demostrado por mi en mi último salto, pero una de nuestras compañeras de clase habla de poner barrotes en las ventanas.- No digas eso!! Por donde se supone que saltaré yo la próxima vez si le poneis barrotes?- Exclamo, hablando completamente en serio.- Es que queréis arruinarme la vida?

De todas formas. Keira, tu dirás. Si no hago falta por aquí quería investigar un poco al que me tocó para el desafío esta semana... Tengo demasiado trabajo como para hacerlo fuera de la academia.- Suspiro. Trabajo en la forja, practicar mis técnicas, ir a entrenar a casa de Iffi, estar preparado para lo que la policía pueda decidir sobre mi asunto... Si es que esta semana va a ser un dolor de trasero

El nuevo me pareció sospechoso, y nada más verlo me puse alerta. Por el momento parecía no haber hecho nada peligroso, ni tan siquiera vigilarme, pero no estaba dispuesta a bajar la guardia.

Para cuando terminó el primer periodo de clases me iba a dirigir a la cafetería a por la comida cuando alguien me llamó por la ventana.

- ¡Joder, Reddo, las puertas están para algo! - me giré un momento hacia Yuri para susurrarle -. Si doy una patada al aire es una trampa y necesitaré ayuda.

Me dirigí hacia la ventana con gesto enfadado hacia Reddo.

- ¿Qué es tan urgente?

—Tranquilícese, señorita Keira, no es nada grave —responde Reddo. Baja de la ventana para quedar colgado solo del brazo y apoyando los pies en la pared. —El maestro Rondinelli la está esperando para comenzar con la primera etapa del entrenamiento. Estamos en la puerta del ala este, en la entrada del bosque, viene conmigo o la esperamos allí?

Tras una clase tranquila, aparece un extraño afro por la ventana. Es una situacion algo bizarra, mas con el comentario del secuestro en potecia, pero parece que rapidamente se aclara la cosa y cada uno vuelve a lo suyo

Como es la hora de comer y en la clase nadie parece tener interes en mi persona, me marcho tranquilo a la cafeteria, he oido que hoy habra pizza para comer, me pregunto si la tendran de piña

Las clases no tardaron mucho en empezar y no tuvimos mucho mas tiempo de preguntar a Keira sobre aquella persona que se había colado en su habitación. Para mi sorpresa la clase vino también con la integración de un nuevo alumno. Parecía que la incorporación de alumnos en aquella escuela no era extraña y, si se pensaba con claridad tenia cierto sentido. Las personas con... habilidades que no supieran de aquel lugar y quisieran ingresar fácilmente podrían insistir para no tener que esperar hasta el curso siguiente.

Lo extraño de este caso es que parecía que el chico ya llevaba un tiempo en la mansión. Cuando el joven paso al interior de la clase y empezó a presentarse mi primer movimiento fue cubrirme con el flequillo hasta que recordé que era la delegada, al igual que había hecho con Keira podría enseñarle un poco las instalaciones y... no, si llevaba desde el verano probablemente conociera mejor que yo el lugar.

Bueno, como mínimo después de clases me presentaría por si tenia algún problema para adaptarse al curso ya empezado. Mientras mis pensamientos discurrían por mi cabeza remiel tiro de mi manga y me trasmitió ciertas ideas. Parecía que el compañero de Will no parecía muy agradecido con Yuri y... esperaba que no quisiera pagarlo conmigo durante el duelo.

Sin mucho mas las clases pasaron y dieron tiempo al primer receso para el almuerzo. Cuando vi aparecer a aquel tipo con afro por la ventana di un pequeño salto haciendo que la silla cayera hacia detrás. No esperaba que apareciera alguien por la ventana en días consecutivos. No tarde mucho tiempo en darme cuenta que aquel chico no parecía querer atacar a nadie y cuando me di cuenta de mi error recogí la silla del suelo para colocarla.

Mi mirada busco al chico nuevo con intenciones de presentarme pero parecía que ya había salido de la clase. Saque de mi cartera el almuerzo que había preparado esa mañana y salí por la puerta para ver si aun estaba a tiempo de verlo en el pasillo.

Al salir de la puerta de clase mire a ambos lados buscando con la mirada al nuevo. Muy lejos no podía haber ido. No tarde mucho en verle a mitad del pasillo andando sin prisa. Remiel en mi hombro miro en mi misma dirección y al ver como en mi rostro se notaba la duda habló.- Ey, si no estabas preparada para eso no haberte propuesto delegada.- La mirada que le dirigí era de cierto enfado, pues el primer día de clase me había propuesto como delegada para distraer de la clase y que no vieran a Remiel...

Di un resoplido, lo hecho estaba. Empecé a caminar hacia el chico con el paso ligeramente agitado para alcanzarle. Cuando finalmente llegue a él mi mano le dio un pequeño toquecito en el hombro.- ¿Huan? Soy la delegada de clase. El profesor dijo que ya llevabas aquí algún tiempo así que supongo que ya conocerás todo esto... de todas formas si necesitas algo no dudes en decirlo, apuntes, alguna explicación sobre lo que ya dimos en clase... esas cosas, incorporarse después del inicio de las clases puede ser difícil...- Solté casi todo con algo de prisa en cuanto capte su atención, no era que llevara pensando que decir durante la mitad de la clase ni nada parecido y lo hubiera recitado como si fuera una lección.

Al escuchar mi apellido, detengo mi camino y me giro buscando a mi interlocutor. Frente a mi, una chica bastante... asimetrica, su flequillo cubre media cara, asi que es como ver un rostro a medias. Tan pronto como se acerca, se presenta como la delegada de clase y se ofrece a ayudarme.

-Agradezco el ofrecimiento-sonrio un poco-Aunque es cierto que llevo un tiempo en el lugar. Debido a ciertas circunstancias, no me fue posible entrar en el aula como alumno antes, aunque ya conozco el terreno y creo que ya tengo todo el material-mientras hablo, noto una mueca extraña, como si la chica quisiera demostrar algo ayudandome-pero no estaria mal comparar lo que tengo con lo tuyo, por si se me ha escapado algo-me apresuro a añadir

-Ahora me disponia a ir al comedor ¿Quiere acompañarme, Hanako?-le digo mientras hago un gesto cortes con la mano

Ante su pregunta levante el paquetito del bento que había preparado esa misma mañana.- No comprare nada, pero puedo acompañarte si quieres.- Dije aceptando la propuesta. Realmente no tenía pensado comer con nadie ese día así que no me resultaba molestia y ya que parecía que el resto de los alumnos no le habían prestado mucha atención seguramente el chico se sentiría algo excluido.

Sentada en mi hombro Remiel se rio.- Creo que ha aceptado tus apuntes más por educación que por otra cosa.-Pronuncio en voz alta lo suficientemente alto para que el chico lo escuchara.- Bueno, ¿y cuáles son esas “ciertas circunstancias”?.- Pregunto sin rodeos como siempre.- ¿Y qué es lo que te hace especial para estar aquí? ¿Usas magia, energía, eres súper fuerte, adivino? O quiza te transformas... Aquí casi todos son raritos. Si no mírala a ella.- Dijo mientras me señalaba.- ¿Has visto a alguien a quien le guste estudiar? No es normal…

Negué con la cabeza manteniendo los ojos cerrados.

- Podríais haberme enviado un mensaje en vez de algo tan llamativo como aparecer por la ventana. Esperadme allí, voy por mi cuenta. No habrá problema con que pille algo para llevar en la cafetería, ¿verdad?, porque tengo hambre. - el rugido de mi estómago surgió para corroborar mi afirmación -. En fin, nos vemos ahí.

Me giré mientras esperaba a que Reddo se fuera y le hice un gesto de despedida a Yuri, antes de irme hacia la cafetería y posteriormente al lugar que mi guardaespaldas me había indicado.

Con paso tranquilo, vamos bajando al comedor. A diferencia de la delegada, yo tenia que gastar mis ingresos en comida, pero no me importaba, la cocinera preparaba deliciosa comida, y mis dotes culinarias no estaban muy desarrolladas, asi que mi estomago lo agradece, aunque mas todavia mis papilas gustativas, el gusto a carne quemada no es su sabor favorito precisamente

-Mis "extrañas circunstancias" son tan extrañas que ni yo las conozco-comento con una risita-Mi memoria se remonta a hace poco menos de un mes, donde desperte en mitad del bosque, vestido unicamente con mi ropa interior y atado de pies y manos; y desde ese momento hasta hoy han estado poniendome al dia sobre los acontecimientos actuales, como donde estamos y que sucede en el mundo.-suspiro-fue como enseñarme "todo" desde 0 en dos semanas

Hago una pausa al llegar al mostrador del comedor y pedir algo de comer. Le hago un gesto a la chica para que vaya buscando sitio y, al poco rato, llego con una modesta bandeja con mi comida

-Naturalmente, ni esta ropa ni mis conocimientos actuales han sido gratis, asi que, tras el curso expres de "conocimiento comun", me ha tocado trabajar en este lugar como -carraspeo un poco- "limpieza". En realidad iba a entrar hace unos dias, pero "alguien" tuvo una pelea con el Tol Rauko y arreglar el lugar me llevo mas tiempo de lo que pensaba, por no mencionar cierto incidente de ayer.-sonrio picaramente-Al menos, con estos eventos "inusuales", hay paga extra-le ofrezco un poco del postre que tengo, un pudin de vainilla-¿Quieres un poco? En parte, segun tengo entendido, pude pagarlo gracias a ti y a Keira-le guiño un ojo

-Y, bueno, si estudiar se considera una rareza, imagino que es la mia: al haber perdido todos mis recuerdos, trato de acumular la mayor cantidad de conocimiento posible, a ver si algo logra hacerme recordar mi pasado

—Claro que no hay problema, nos veremos allá.

Entonces Reddo se suelta de la ventana y desciende hasta el suelo. Varios de los presentes se asoman para verlo irse, curiosos y confundidos.

Ya en la cafetería ven a Keira ir hacia el mostrador para pedir algo de comer, y gracias al cielo la fila es corta, solo están Hanako y Kotor delante de ella pidiendo la comida, y no por mucho tiempo, una se va a buscar un sitio libre y el otro ya está siendo servido.

En una de las mesas están Lyon y Kaoru sentados comiendo. En cuanto ven a Hanako y a Kotor les saludan con la mano y hacen gestos de que si quieren sentarse con ellos hay lugar. Es la primera vez que Hanako ve a Kaoru sin el uniforme de arquería, llevando ahora el escolar, y puede darse cuenta de que se trata de un chico, pese a las apariencias.

En otra de las mesas Hanako puede reconocer dos caras, que charlan alegremente sobre instrumentos musicales. El de gafas de sol se lo ve bastante entusiasmado.

En un rincón ven a Momohime comiendo sola algo que se ha traído de su casa, parece un guiso, estofado o algo así. Su vestimenta se halla un poco más prolija que de costumbre, pero su largo cabello negro sigue tan despeinado como siempre, salvo por el lacito blanco que se ata al extremo de éste.

También hay otro chico que Keira y Hanako por diferentes motivos reconocen, está comiendo con un par de amigos en otra de las mesas. En cuanto ve a Keira pasar pega un sobresalto y la sigue con la mirada, para luego seguir en lo suyo con alivio cuando ve que no va hacia él ni cerca.

Antes de que pudiera contestar al chico Remiel empezó a reír a carcajadas de la explicación.-Puajajaja. Suena más como una noche de fiesta que se te fue de las manos.- Dijo mientras se agarraba el abdomen riendo y caía por la parte trasera de mi hombro levitando en el aire.

Mi mirada fulmina a la pequeña shele mientras la cojo de cuello de la camisa mientras aun ríe.- Ey, deberías comportarte, seguro que fue duro.- Le digo recriminando su actitud. Realmente me parecía algo curioso, no sabía qué tipo de situaciones podían llevarte a acabar en aquel estado y… Mi mente pensó por un momento en Cross.

Cuando llegamos a la cafetería tras el gesto del joven asentí antes de hablar.- Espero contigo, tampoco hay prisa.- Dije acompañándole a la cola. Cuando terminó de pedir al darme la vuelta me encontré con Keria.-¡Keria!, ¿Quieres venir a comer con nosotros?- Le pregunte mientras mi mirada busca un sitio para sentarnos. Vi  como Lyon y Kaoru nos hacían señas y comencé a andar hacia ellos esperando que quiera aceptara venir.

Tras saludarles me senté en uno de las sillas libres y deposite sobre la mesa la bolsa que traía. Al abrirla saque tres contenedores cada uno con un tamaño diferente. El mediano contenía lo que parecía un guiso, separado por un compartimento del acompañamiento del arroz. El segundo contenedor, el más pequeño, contenía diferentes pedazos de fruta a modo de macedonia. El tercero y más grande estaba completamente lleno de arroz.

Según abría el último y más grande  de los recipientes Remiel dejo de revolotear y se sentó encima de la mesa para iniciar lo que sería su comida. Cuando cogió el primer puñado de arroz y se lo llevo a la boca hinchando los mofletes no pude más que sonreír agitando la cabeza. Aun me sorprendía el cómo podía comer tanto.

Escuche con atención de lo que hablaba Kotor y no pude evitar soltar los cubierto durante un momento cuando menciono el altercado del día anterior. Remiel, atenta aun con la cara llena de granos de arroz se giró.- Pero si ayer no hicimos ningún destrozo… Bueno, al menos no en la academia.- La mire durante un momento hasta que me percate de que ella no había estado durante el altercado de clase.

Me parecía raro que no hubiera prestado atención a lo que ocurría a mí alrededor en ese momento pero con todo lo que había ocurrido no podía decir nada. Memorice lo que había ocurrido y como la clase había quedado abrasada y mande el recuerdo a Remiel la que empezó a poner una sonrisa leve que finalmente se ensancho hasta iluminar su rostro.- ¡Parece que al fin empiezas a usar lo que te enseñe!.- Por alguna razón parecía contenta de que hubiera quemado media clase.

Mi mano se levantó para negar cortésmente la oferta del pudin de Kotor.- Si sirve de consuelo, no fue realmente nuestra culpa, estaban intentando raptar a Keira…- Pronuncie excusándome de lo que había ocurrido en clase. Mi mirada se aparto de los integrantes de la mesa y vago por el comedor intentando evadir contacto visual. Mientras lo hacia vi a Momohime sentada en una mesa a solas. Aun no me había disculpado de ella pero… ya me había sentado con ellos a comer, si me levantaba ahora aunque luego fuera a volver quedaría raro. 

Una cola corta era justo lo que necesitaba para no perder el tiempo. Al ver al muchacho pelirrojo de ayer recordé que le debía una a Momo, pero al parecer ya había traído su comida.

- Lo siento, pero no va a poder ser - le contesté a Hanako -, tengo ciertos asuntos que resolver ahora mismo. Ya nos veremos en clase, si no me han secuestrado para entonces - bromeé -. Hasta luego.

Compré un par de bocadillos para llevar y una bolsa de ositos de gominolas, y me dirigí a la mesa de Momohime.

- Podrías haberme esperado, ya te dije ayer que hoy invitaba yo - dije con tono desenfadado mientras dejaba la bolsa de gominolas a su lado -. No sabía que podría interesarte, así que he tirado por lo seguro, creo. Nos vemos.

Sin más chachará, salí de la cafetería mientras empezaba a comer uno de los bocatas, dirección hacia la salida del bosque.

Me rio un poco al ver la reaccion de las chicas.

-No te disculpes, solo queria meterme un poco contigo-le digo entre risas-Si te interesa, tu reaccion fue mas divertida que la de mi compañero de cuarto, que se quedo sin palabras-le doy un pequeño codazo a Kaoru, que se sonroja un poco.

Sin embargo, parece que la chica esta pensando en otra cosa. Miro en la direccion de sus ojos y veo a otra chica, que esta comiendo sola

-Mmmm... asi que ese es tu tipo?-le pregunto mirando a Momohime-Bueno, es linda, si, pero no tanto como Kaoru -me rio un poco-Si quieres ir y decirle algo, no te cortes, te estaremos animando desde aqui-le guiño un ojo

Momohime se tarda unos segundos en reaccionar —Eh? Pero... —y tú ya estás fuera del lugar, así que ni idea de lo que te habrá querido decir.

...

Para cuando llegas a la entrada al bosque te encuentras con el maestro Rondinelli, que está allí, no con Reddo sino con otra persona. Viste un gakuran negro al igual que Reddo, y lleva una máscara con la palabra "bambú" escrita en yamato en su frente.

—Buenos días. —Rondinelli te saluda cortésmente —come tranquila, todavía hay tiempo, te has tardado mucho menos de lo que esperábamos.
—Reddo ha regresado a la casa, está ocupándose de tu vehículo. Tu compañero hoy será él —presenta al tipo que está allí.

—Encantado.

—Keira, saluda a Devo.

El tipo de la máscara se acerca para estrechar tu mano.

—Que soy chico! Kotor, no me hagas pasar vergüenza, por favor...

Lyon no hace más que reírse del diálogo que están teniendo. —Dudo de todas formas que Kamigawa te haga caso, vive demasiado en su mundo.

Ven entonces que la chica en cuestión bebe del pote de guiso el resto de caldo que queda y se limpia con la manga, para después quedarse mirando las gominolas. Estira la mano con duda, pero finalmente toma una de la bolsa y la estruja un poquito entre sus dedos.

Tan pronto Keira abandonó la cafetería, el chico pelirrojo se levantó de la mesa y salió en la misma dirección que ella.