Partida Rol por web

La Corax revoloteó dos veces alrededor del Mokolé con curiosidad. Luego graznó, antes de posarse detrás del primer cuervo. Esperó a que éste tomara su forma humana para transformarse ella también. Estaba desnuda, y se asomó por un costado del cuerpo del otro Corax para mirar al hombre reptil.

-Hola.- Dijo, mirándolo inquisitiva. -¿Sabes q-q-qué est-t-tá ocurriendo?- Preguntó. Quizás el Mokolé supiera algo más sobre los fomori en el acorazado.

Un gorgoteo molesto sale de la garganta del mokolé mientras se levanta del suelo. Más molesto que aliviado ante la huida de los soldados de Pentex… pero principalmente de su propia falla al enfrentarlos. Aunque el objetivo de principal de inutilizar sus armas para permitir avanzar a los fomori se ha cumplido.

Ahora bien, observa las dos palomas han llegado y ayudado. No parecen asustadas. Adalid no sabe si eso es bueno o no… supone que sí. Una incluso se atreve a preguntar por la situación. Eran curiosas las palomas… ¿Lo eran? Eso cree recordar.

El mokolé regresa a su forma homínido, un ser grande, lleno de escamas verdes y malformado, con unos ojos rojos que miran a la muchacha que sin temor se acerca a preguntar.- El destino.- La voz de Adalid es gutural y profunda. – Adalid trae al ejército de Cluithi para liberar Detroit de Pentex.- El mokolé comienza a caminar en pos de los soldados que se baten en retirada.- Cualquier enemigo de Pentex es aliado de Adalid y de Cluithi.

El Corax mayor se transforma en un hombre bajito, delgado y nervudo que extiende los brazos a los lados para cubrir la desnudez de su compañera.

Soy Xander y ella es Kaylie - hace un gesto con la cara hacia el rugiente ejército de fomori - ¿Quién es Cluithi? ¿Qué... qué clase de fomori sois?...

La imagen que presentaba el ser reptiliano causaba a la Corax temor y curiosidad en partes iguales. Xander se refería a él como fomori, aunque Kaylie no podía estar segura; las criaturas creadas por Pentex eran tan variadas como aterradoras de distintas maneras. -Dice ser enem-migo de Pent-t-tex, y le creo.- Murmuró al oído de su mentor, sin apartar la mirada de los ojos rojos del hombre reptil. Quería saber también qué era "el ejercito de Cluithi", por lo que escuchó con atención a la respuesta que daría.

-¿T-t-tú eres Adalid?- Quiso confirmar, ya que resultaba extraño escuchar a alguien hablar en tercera persona.

Adalid respira profundamente, y se detiene un momento.-Uuuhm.- Miro con un gesto levemente molesto el escamoso rostro humanoide.- “Sois”…- Arrastra la palabra, cierra los ojos y chasquea la lengua.- Adalid es Adalid-del-Ojo-Carmesí. No es ningún poseído. Cluithi es el elegido por el verdadero Disolvedor, su ejército barrera con la plaga del corrupto y se restaurara el equilibrio de la Triada. Como siempre debió ser. Adalid debe encargarse de que el equilibrio llegue a cualquier precio.- El cambiante extiende los brazos y gira para dar a entender que todo aquello es de suma importancia y que atañe a todo el mundo.

-Ahora, es momento de avanzar. El tiempo de hablar acabo y Adalid debe avanzar para acabar con Pentex. Las palomas son libres de hacer lo que quieran.- Dicho esto vuelve a avanzar. Sabe que debe acabar con ese enemigo, pero tan solo ha visto los edificios de Pentex desde el barco, y de cerca… son incluso más raros.

La respuesta no aclaraba mucho realmente, y se podía ver la confusión en los ojos negros de la joven. -¿Q-q-quienes form-m-man el ejercit-t-to? ¿Es Cluit-thi un Mok-k-kolé?- Preguntó una vez más. No sabía si el ser reptiliano respondería una última vez o si seguiría adelante, por lo que volvió a susurrar a Xander.

-¿Deberíam-mos seguirlo?- Sugirió, pues a pesar de todo parecía ser lo más cercano a una fuente de información que encontrarían sobre lo que estaba pasando. 

Adalid camina con largas y pesadas zancadas. Escucha las preguntas de la paloma.- Poseídos.- Y ante la última de sus cuestiones se limita a responder.- No.- Otea mientras se mueva, buscando a las tropas que han bajado del barco y a los soldados que se retiraban. Ambos debían llevarle al mismo objetivo, pero por su puesto esta es solo una idea.

No puede arriesgarse a continuar moviéndose con un aspecto frágil, su deber es estar preparado para el combate. Aunque… mira de reojo a las palomas. Comunicarse puede ser ventajoso y cambiar nunca ha sido un obstáculo. Decide seguir moviéndose bajo esa forma más conveniente.

Las tropas de fomori finalmente alcanzan a Adalid y los dos Corax, que se estremecen al ver quién va al frente: un espantoso Garou con cuatro ojos que arden como brasas infernales.

¡MADRE GAIA! - Grita Xander apartándose de un salto - ¿Qué es esa cosa?

Calla (1)- gruñe el deforme Garou. Luego mira el cuerpo desnudo de Kaylie y deja escapar una risita. Sin embargo al momento se olvida de ella y se centra en Adalid, quien por su parte no parece muy contento de verle. Le sigue un enorme fomor cubierto por un grueso caparazón rojo que se asemeja a un cangrejo bípedo.

¡Te seguimos, Adalid! - grita el fomor disparando una ráfaga al aire con su rifle de asalto...

Adalid gruñe ante las formas de ambas partes. Entiende sus reacciones pero no es momento de mostrar sentimientos, la animosidad que se pueda generar jugara en contra del propósito que hay por delante. Adalid también siente el hambre y el deseo... pero no, no es el momento, no es el lugar.- Guardaos vuestros impulsos para cuando acabemos. Luego quizá resten tropas de Pentex con las que jugar. Y ofender a otros con el poder de desgarrar a uno, es una mala idea.- Dicho esto Adalid se dirige al resto de tropas que le claman como a un líder.

-Pentex se retira. Vosotros avanzareis. Hoy no quedara de ellos más que lo que permitáis.-  El mokolé grita para que puedan oírle tantos como sea posible.- Adalid avanzara por delante, inutilizara las armas de Pentex y cuando estas dejen de rugir podréis tomar el lugar con facilidad. Matad a quien se resista. Retened a quien pida clemencia. Si alguien quiere ser un aliado, tendrá que demostrar que lucha por el equilibrio del verdadero Wyrm.- Levanta los Colmillos de Helios en alto y ruge fuerte.- Continuad.

Aquello seguía sin tener sentido para la Corax, y el aspecto de los seres de pesadilla que desfilaban ante ellos no la reconfortaban de ningún modo. No le había gustado la mirada del engendro de lupino, pues de pronto le había recordado al ser que había pretendido abusar de ella en el hospital.

Había dos opciones ante ellos: apartarse del camino de aquel ejército, u ofrecerse a ayudarlos a destruir los obstáculos frente a ellos. Con dedos temblorosos, empezó a dar toquecitos en la espalda de Xander. Por un lado su curiosidad le impedía irse de allí, pues si aquello era el principio del final, quería presenciarlo. Pero al mismo tiempo... ¿Podían confiar en esas criaturas, incluso si según el Moloké se trataban de los herederos del "verdadero Wyrm"? 

Kaylie no está muy segura de si alguien podrá entender el mensaje que ha enviado, pero en cualquier caso no hay forma de hacer comprobaciones. Quien lo reciba tendrá que apañárselas solo. Ambos Corax cambian a sus formas aviares y siguen de lejos los progresos del ejército de fomori.

El espectáculo es aterrador: los fomori son de lejos los más horribles, deformes y poderosos que Kaylie y Xander han visto nunca. Luchan con desprecio por sus propias vidas, enfrentándose a quienes les planten cara con armas, garras, cuernos, tenazas y colmillos. Entre ellos también hay unos pocos Garou que alimentan su Rabia con la furia de la batalla, y no pocos de ellos llaman a infaustas Perdiciones que se Materializan trayendo más caos y dolor a sus oponentes.

Sin embargo, siguiendo las órdenes de Adalid y el extraño Danzante con cuatro ojos, los fomori y las Perdiciones actúan de forma extraña respecto a los humanos no combatientes con los que se encuentran: si bien no ponen ningún cuidado en no matarlos con sus ráfagas y explosiones, no los atacan directamente y pasan de largo ante cualquiera que no represente una obvia amenaza.

Una espesa cortina de agua empieza a caer mientras los invasores siguen avanzando, amortiguando el sonido de los disparos, los gritos y las explosiones. Poco después el hospital de Pentex se viene abajo a causa del intenso bombardeo al que lo ha sometido el acorazado...

Las ruinas y cascotes del hospital obstruyen el camino que iba a tomar Adalid para llegar al edificio principal de Pentex.

Dar rodeo - gruñe Cuatro-Ojos - Nos retrasa. O despejar...

La conducta del ejército invasor es completamente incomprensible, pero al menos no supone una amenaza directa contra aquellos que no obstaculizan su camino ¿O sí? Pentex trajo orden, seguridad y alimentos a una ciudad que se estaba devorando a sí misma, y ahora esta nueva horda del Wyrm lo está mandando todo a la mierda con aterradora facilidad.

No tanta: a varias calles de distancia tanto Kaylie como Xander pueden ver los tanques que rodean el edificio principal de Pentex, que de alguna manera está consiguiendo resistir el bombardeo, y la columna de vehículos blindados que se dirigen hacia el ejército del Mokolé...

Habiendo tomado su forma córvida y planeando a distancia prudente sobre el campo de batalla, Kaylie expresó por fin lo que no había dicho frente el Mokolé y su extraño ejército. -Esto es una locura. ¿Qué pasará si vencen? Ese... Danzante es cualquier cosa menos algo natural.- Decía con graznidos más parecidos a lamentos. -¿Tendremos que irnos de aquí, Xand? ¿Dejar Detroit?- Preguntó, realmente compungida.

Si en un principio había pensado en ayudar a quien se oponía a Pentex, ahora no estaba tan segura que fuera el mejor plan. 

Lluvia que oculta el ruido y dificulta la visión. Una de esas enormes construcciones cae obstaculizando el paso y obligando al ejército a tomar la decisión de rodear o despejar el camino… algo que tomaría demasiado tiempo dadas las dimensiones de aquellas moles en las que los humanos viven.

Adalid gruñe por lo bajo y mira en derredor.- Habrá que rodearlo.- Adalid vuelve a alzar la lanza para indicar que avancen.- Adelante.- Adalid quizá podría pedir la colaboración de las palomas… o de algún poseído capaz de volar ¿Habrá alguno? No está seguro, son todos demasiado diferentes, pero aún le cuesta confiar en ellos completamente y aun que son bastante diligentes; muchos no son exactamente los más inteligentes… algo que dice mucho viniendo de Adalid que aún tiene bastante vivo lo que es ser una bestia salvaje.

¿Para ir dónde? - pregunta Xander mientras sobrevuela la zona en círculos - Lo que no está inundado por el mar es un páramo radioactivo. No, tenemos que quedarnos y elegir bando. Ese Mokolé dijo que sirven al auténtico Wyrm, el del Equilibrio. Aunque él está corrompido su fetiche no lo está. Podríamos ayudarle, o largarnos de aquí y avisar a los Garou de todo esto. Tal vez ellos sepan qué hacer...

En el suelo los fomori empiezan a rodear las ruinas del hospital hasta que la vanguardia de los tanques choca contra la de los invasores. El primer disparo de tanque hace pedazos la unidad más adelantada. En ese momento el Danzante que acompaña al Mokolé empieza a gruñir órdenes a través de un walkie-talkie. Los vehículos anfibios blindados en los que llegaron los invasores embisten los coches de la carretera y empiezan a disparar sus ametralladoras. Pronto se unen al conflicto pequeños drones armados que empiezan a disparar mientras sobrevuelan al enemigo. 

Algunos fomori despliegan alas coriáceas o de insecto y se lanzan al aire a combatir a los drones. Algunos de sus compañeros les apoyan disparando desde abajo. Varias ráfagas pasan muy cerca de ambos Corax...

Los soldados empiezan a desplegarse para rodear el hospital derruido, disparando y abatiendo a los pocos soldados de Pentex con los que se encuentran. Al girar una esquina el potente disparo de un tanque vuela en pedazos a la unidad de vanguardia. Empiezan a escucharse los ruidos de los motores de los blindados que se acercan para repeler el ataque.

Era demasiado fácil - gruñe "Cuatro-Ojos" con una sonrisa. Empieza a gruñir órdenes a través de un walkie-talkie. Los vehículos anfibios blindados aceleran embistiendo a los coches detenidos en la carretera y disparando sus ametralladoras multitubo.

Sobre sus cabezas unos pequeños aviones se lanzan en picado disparando sus ametralladoras contra el ejército de Adalid. Algunos fomori echan a volar disparando sus armas contra los drones mientras otros les apoyan disparando desde el suelo...