Partida Rol por web

La sala común de Ravenclaw se encuentra en una de las torres del castillo, es amplia y circular, para llegar a la sala se debe subir por una escalera en caracol muy angosta. La sala cuenta con grandes ventanas arqueadas muy decoradas, y las paredes están decoradas con tapices color azul y bronce. El techo abovedado está pintado como el cielo estrellado, esta decoración se repite de igual forma en la alfombra del suelo color azul marino. Mesas, sillas y libreros se encuentran acomodados en la sala, y una escultura en mármol de Rowena Ravenclaw esta colocada junto a la puerta que conduce a los dormitorios. A diferencia de las otras salas comunes del castillo, para poder entrar, se debía resolver un acertijo que no siempre es el mismo, formulado por un aldaba de bronce con forma de águila en una puerta sin picaporte.
Es necesario dar la respuesta correcta para que la puerta se abra. De lo contrario, habría que esperar a que llegue otro alumno de Ravenclaw que pueda resolver el acertijo propuesto. Algunas de las preguntas antes de la batalla de Hogwarts fueron: ¿Qué fue antes, el fénix o la llama? La respuesta correcta era "el círculo no tiene principio". Minutos después el nuevo acertijo era: ¿A dónde van los objetos desvanecidos? La respuesta correcta es: "A la nada, es decir, a todo".

Colin se dirigió hacia la Sala Común, subiendo por las escaleras observaba lo majestuoso que era Hogwarts por dentro. Al final de la escalera de caracol apareció una puerta y observó el aldaba de bronce de Ravenclaw.

Por fin terminamos de comer y salimos del comedor. No es que la comida no estuviese rica, todo lo contrario, pero después de unos cuantos platos de patatas fritas y un par de flanes de postre estaba completamente lleno, y sólo me apetecía ver las habitaciones. Entre tanta comida y el nerviosismo de todo un día me encontraba cansado, más de lo normal para la hora que era. 

Pero por supuesto nada me iba a llevar a la cama hasta haber recorrido todos los rincones de la sala común. Y si al final había incursión nocturna (aunque algo me decía que no iba a ser esa noche) seguro que me despertaba.

- Hey Colin, - digo cuando termino de subir las escaleras. Aunque las escaleras fueran un petardo, era genial vivir en una torre (¿los demás tendrían la suya propia o éramos los únicos?). Además, como decía papá, el ejercicio nunca viene de más. Y después de todo un año subiendo y bajando varias veces al día esas escaleras vencería a todos los niños jugando al fútbol en verano. - (bostezo) ¿No hay forma de entrar o qué?

Cuando se dió la vuelta vió a Marcus que subía por las escaleras, y de pronto le mostró una sonrisa.

¿Qué tal Marcus? - Preguntó retóricamente. Colin a menudo preguntaba cosas sin esperar una respuesta, porque él ya sabía que debía de ser un cumplido, para quedar bien con la gente.

Pues no lo sé Marcus... Esta puerta está bien cerrada. Tan solo hay un aldabla de bronce. - Respondió con intriga al ver que no había manera de entrar en su Sala Común

Selena estaba apunto de sacar los pulmones por la boca cuando por fin llegó a la entrada de la sala común.

"Madre mía, que montón de escaleras... uf, que cansancio, y encima con la barriga llena que cuesta más... bueno, supongo que con el tiempo me acostumbraré, no?"

Una vez recuperado el aliento, se dirigió a sus compañeros que parecían esperar a que se abriera la puerta.

-Hey chicos, cual es la pregunta que hay que resolver? Preguntó pensando que el busto del águila habría hablado ya.

Detrás de Marcus vió a Selena, cansada de subir por las escaleras.

Aún no ha preguntado nada Selena.

Victor se movía enérgicamente por las escleras del castillo luego de comer, cosa no muy recomendada ya que sentía la comida aún moverse en el estomago, pero la emocion de ver el castillo en todo su esplendor era increible. Luego de subir escalera tras escalera, llegó a la torre Ravenclaw, en la que vio a Marcus, Colin y Selena, esperando.

¿Que pasó? ¿no podemos entrar?

Victor aminoró la marcha y se unió a sus compañeros, mientras preguntaba admiraba la construcción del águila que tenía adelante el simbolo de la casa penso para si mismo.

- Bienvenidos niños y niñas de Ravenclaw. Para poder acceder a vuestra sala común tendréis que darme una respuesta.

¿Qué tres número le siguen a esta secuencia?

"5, 4, 10, 2, 9, ... "

Había llegado para alcanzar a escuchar la pregunta, y me paro en frente de la aldaba, miro con lastima la pequeña cosa, por un motivo desconocido, seguramente mucha comida me estaba afectando.

-Esto... - Me quedo en silencio un rato - ¿1, 18, 0,5? - Doy un suspiro - Creo que la secuencia es 5, 4, 10, 2, 9, 1, 18, 0,5... si no me equivoco por supuesto.

Espero un poco, y la puerta se abre otorgándonos acceso a la sala común de nuestra casa, una vez que estamos adentro miro al grupo y les sonrió una pequeña mueca explicativa.

-5 y 4 eran los números iniciales... luego iba el 10 que es el doble de 5 y 2 que es la mitad de 4... luego tenemos 9 que es uno menos que el 10, por lo tanto 1 que es uno menos que el dos... y si sigue el patrón tendría que ser el doble de 9... 18 y la mitad de 1, que vendría siendo... 0,5...

Dicho esto camino hasta el centro de nuestra habitación para contemplarla. 

Escucho la voz que sale del águila de encima de la puerta hacernos un acertijo que contestar. Cuando comienza a recitar números saco un boli "Bic" del bolsillo y me los escribo en la palma de la mano. Vale, allí tendría que utilizar pluma, pero llevar una pluma y un tintero en el bolsillo sería algo muy incómodo (al menos hasta que aprendiera a reducir su tamaño para hacerlos más prácticos).

- Esto... 5, 4, 10, 2, 9... - digo para mí mismo. 5 - 1 = 4, que + 6 = 10, - 8 = 2 y + 7 = 9. Estos números no parecían tener ninguna lógica. Y tampoco si los multiplicabas o los dividías. Me quedo un rato en silencio haciendo cuentas para mí mismo, hasta que Morgan se me adelanta. No la había visto ni llegar con la concentración de estar calculando. - ¿1, 18, 0,5?

No me cuadraba. Es verdad que 10 es el doble de 5, y 4 de 2, pero entonces en vez del 9 debía haber un 20. Si los números iniciales eran el 5 y el 4, ¿qué hacía ese 9 ahí?

Pero bueno, tenía cosas más interesantes en la mente en ese momento, como ver la sala común, por lo que me encojo de hombros y sigo a la chica. Si la puerta se había abierto es que tendría razón.

Colin ya no le dió tiempo a decir la respuesta que ya se había abierto, así que se adentró hacia dentro junto con sus compañeros y observó la magnífica sala. Era preciosa, con todos esos detalles, el techo pintado...

Vaya que bonito es todo... Colin se acercó al librero y miró todos los libros que había puestos. ¡Jolin, ya tenemos rato para diversión chicos! - Exclamó mientras seguía mirando los libros.

- Lo siento, pero la puerta permanecerá cerrada hasta que logréis averiguar la clave. Os habéis equivocado garrafalmente. Quizá el Sombrero Seleccionador se equivocó con vosotros.

Gwendoline prefiere subir las escaleras con toda tranquilidad, ya que no tiene ninguna prisa, de modo que para cuando llega ante la puerta de la sala común, casi todos sus compañeros están allí.

Los ve apretujados delante de la puerta, que permanece cerrada. Percibe sus rostros ligeramente frustrados y pensativos, y escucha un murmullo de Mark sobre una serie de números. 

Al ser su madre de Ravenclaw, en alguna ocasión le había explicado que en esa casa a menudo tenían que probar su inteligencia resolviendo acertijos, pero ella no le había prestado demasiada atención. De todos modos, era obvio que se encontraban en esa situación.

—¿Qué ocurre? ¿Es que hay que resolver alguna de esas adivinanzas para entrar?, ¿Alguien me la repite? A lo mejor entre todos logramos encontrar la solución... o eso espero, porque el suelo del pasillo no parece muy cómodo para dormir.

Colin empezó a repasar los cinco números que preguntó el aldaba. 5..4..10..2..9.. En su casa su madre le compraba libros con acertijos de muchos tipos. Recordó este tipo, aunque era mucho más fácil. En el caso de que fueran números del 1 al 10 los números que les seguían eran 8, 6 y 7 ordenados alfabéticamente.

8, 6, 7. - Colin dijó con firmeza.

¡Sabía que no podía ser así, el 9 no cuadra! Pienso al escuchar la voz del águila impidiéndonos el paso. Por un lado era malo, porque de verdad quería entrar, pero por otro, el hecho de que no me dejasen entrar aumentaba mi curiosidad por resolver el acertijo.

- Un problema matemático. - digo enseñándole la mano con las cifras pintadas en mi mano a la chica recién llegada. - Saber como continuar la secuencia.

Pero poco después de que se lo pueda explicar mejor a la chica Colin sale con la respuesta. 8, 6, 7. Ninguno de esos números tenían ninguna lógica con los demás, salvo que eran números del 1 al 10. Iba a ser una tontería de esas de las letras en cada número o algo así. Y yo que me esperaba algo que tuviera que ver de verdad con matemáticas...

Pero bueno, todavía quedaba saber si Colin tenía razón o no.

- Suerte. - le digo a mi compañero. A ver si tenía más que Morgan.

Me encojo de hombros y me siento al lado de la puerta, al menos lo había intentado. 

-Estupidos acertijos matemáticos - Pienso mientras observo como los otros intentan resolver la cosa - Odio las matemáticas desde lo profundo de mi ser. 

Miro a Colin, su respuesta no me cuadraba en lo mas mínimo... no pedían los números ordenados, era una ecuación o alguna otra basura de matemáticas, el nueve en aquella pregunta era el problema mas grande de todos los otros números, pues no tenía mucha relación con el resto.

-Ta lvez lo mejor sea esperar a que alguien de otro curso mayor venga y abra la puerta. 

Al escuchar la respuesta de Colin la puerta se abrió dejándoos entrar en la sala común.

Colin se abrió paso a través de la magnífica puerta y observó la magnífica sala. Con el techo pintado, sillas y mesas por su interior, todo un decorado espléndido. Colin, al ver la librería se acercó directamente hasta allí y se miró todos los libros. Se le veía una cara de entusiasmo y alegría.

¡Vaya chicos, mirad cuantos libros por leer que tenemos! - Exclamó con euforia a los demás compañeros.