Partida Rol por web

Gwen entro en la clase con su habitual desgana cuando tocaba clase, le daba igual de lo que fuera, todas eran aburridas. Al parecer todo Ravenclaf al completo... excepto el chico ese que estaba en la enfermería, habían llegado ya. Se sentó cerca de los dos únicos alumnos de Gryfindor que estaban en la clase. Mientras sacaba sus cosas, se percató de que la niña morena de los leones, la que siempre estaba danzando más feliz que una perdiz por el castillo estaba inusualmente triste. A saber lo que le pasaba a la chica aunque tampoco le importaba. Entonces entró el leoncito peleón y comenzó a darse porrazos en la cabeza con el pupitre... que divertido... le iba a quedar un chichón precioso... pero lo que más le gustó fue la reacción y el objeto que escogió. Lo del pendiente había estado muy bien y encima le había dado una idea.

- Accio pendiente- recitó apuntando al pendiente que Joey había dejado en el suelo. La joya voló con rapidez hacia la mano de Gwen.

La niña con sonrisa inocente se levantó del pupitre y le tendió el pendiente a la profesora.

- Tenga profesora Green, y por favor disculpe al chico. En el fondo es bueno, no sea muy dura con él.

Al volver a su sitio se encaró unos segundos con Joey y le dijo.

- Por eso que acabas de hacer también quitan puntos... pero me ha gustado- le guiña un ojo y se sienta en el pupitre.

Diana que había estado ensimismada en sus pensamientos, fue consciente de que Colin le sonrió. Su amigo de Ravenclaf trataba de animarla y ella correspondió tratando de mejorar su humor, era bueno saber que no todo en Hogwarts se reducía a revancha y ganar puntos a toda costa.

Entonces apareció Joey, que se sentó cerca de ella, su compañero empezó a dar muestras de enfado y resentimiento, de haber estado a su lado habría tratado de que no se diera golpes en la cabeza, pero la mirada de la profesora era tan dura que la niña fue incapaz de levantarse del asiento... lo peor es que Joey no se contentó con fulminar a la gnoma con su mirada sino que le quitó el pendiente con el propio Accio y se lo tiró al suelo.

Diana se echó una mano a la cabeza... si antes le habían quitado 50 puntos, con aquel episodio se podía decir que la copa estaba totalmente fuera de su alcance... bueno y¿ para que puñetas quería ella una copa?, en su casa no cabían más tratos, su madre siempre estaba regalando cosas... entre ellas sus juguetes... a otras familias necesitadas porque nunca tenía espacio para nada y en su dormitorio... ya tendría bastante con buscarle un sitio al baúl de Hogwarts y la jaula de Vicky... ¡A la porra la copa y los puntos! Ver la cara que había puesto esa profe no tenía precio.

- ¿Joey que has hecho?- susurró conteniendo como pudo la risa

Después la niña pelirroja de Ravenclaf le devolvió el pendiente a la profe, y le dijo algo a Joey. La siguió con la mirada y volvió a centrar la vista en Joey y la señorita Green, aquello parecía una bomba a punto de estallar.

-¿Quitar más puntos? Joey abrió los ojos como platos ante la advertencia de Gwen y comenzó a ponerse rojo de nuevo y mirar perplejo a la chica. Ahora si que la había cagado de nuevo.

Cuando Diana le preguntó por lo que acababa de hacer, Joey ya no sabía dónde meterse y evitó el contacto directo de los ojos con su compañera de casa. Ahora sí que la había hecho buena. Le iban a quitar más puntos a su casa por su culpa. Le iban a odiar sus compañeros. Joey no sabía qué hacer ni dónde meterse así que volvió a meter su cabeza debajo de los brazos y se puso a pensar lo que acababa de hacer.

-Maldito idiota…ahora si que la has hecho buena…¿por qué no piensas las cosas antes de hacerlas?...ya lo decía papá…piensa las cosas antes de hacerlas porque si no algún día tus acciones afectarán a otros para mal y no habrá marcha atrás. Ahora sí que la has cagado. Piensa antes de actuar, idiota…

Joey volvió a desconectar de la clase y deseó que terminase pronto. Quería salir de allí e irse a dormir, quizá un nuevo día trajese algo bueno. Miró el reloj pero aún quedaban más de quince minutos. Quince minutos que podían ser quince horas.

_{-Yo…lo siento…}le susurró a Diana acongojado.

Nikolay entro en la clase algo decaído, aunque luego mas molesto cuando vio como la profesora disfrutaba quitándole puntos, pensó que si una profesora era así de neutral, era mejo no contar con ella para que les ayudara en cosas... después de escuchar la explicación, vio como sus compañeros hacían los hechizos y como Joey le robaba el pendiente a la profesora, se lo merecía, pero no debió hacerlo.

Sacó de su bolsillo una canica que solía llevar escondida, pensaba que le daba suerte aunque visto lo visto, no era así.

-Accio Canica- Lacanica fue a parar a la mano de Nikolay quien la cerró cuando la noto en ella, luego la enseño , mas bien para él comprobando que era eso lo que había atrapado. 

Diana observó a Joey con atención, su amigo era muy impulsivo y solía meter a menudo por no pararse a pensar en las consecuenia de sus actos, pero al fin y al cabo ella tampoco era demasiado reflexiva así que se acercó a él, le posó una mano en el hombro y le dijo.

- No pasa nada... pero no te des más golpes en la cabeza o voy a tener que llevarte otra vez a la enfermería-le susurró mientras le guiñaba un ojo y volvía a ocupar su sitio. La primera vez que acompañó a Joey a la enfermería fue por un ataque de la chica pelirroja de Ravenclaf que su amigo no había visto venir, cuando lo recordó, no pudo evitar mirar de reojo a Gwen, la chica tenía cara de aburrida y no hacía más que ojear de mala gana un libro de hechizos mientras consultaba cada 5 minutos el reloj.

"Maldito sea mi sentido de orientación"- pensó Eli, que no se había habituado a aquel sitio y que por poco no llega a la clase. Pero ya estaba allí, e intentaría hacer el encantamiento lo mejor que pudiera, para demostrar que ella también estaba preparada. Así que sacó de su estuche lo primero que se le ocurrió, un lápiz y lo dejó en el suelo.

-Accio lápiz- agitó la varita suavemente de un lado a otro hasta que éste empezara a levitar poco a poco.

Una sonrisa surgió de su rostro, lo había conseguido, aunque le había costado un poquito. Cogió el lápiz para concluir la prueba y miró a la profesora para que le corroborara si lo había hecho bien o no.

Entra en clase y por suerte parece que no ha llegado tarde para escuchar la explicación. Tampoco parece que sea una actividad en pareja así que se sienta en cualquier sitio vació de la clase y se dispone a escuchar la explicación y a practicar el hechizo. En principio parece un conjuro de llamada de objetos y esas cosas, así que se dispone a realizar el encantamiento. Observa el aula y ve una pluma sobre la mesa de la profesora así que señala hacia ella con la vatira y repite los movimientos.

-Accio pluma...

Y la pluma va hacia ella como si tirase de ese objeto. Tras tenerlo en su mano, se levanta y deja la pluma en la mesa de la profesora para volver a sentarse.

La pequeña profesora camina alrededor de vosotros mientras os observa como practicais el conjuros. Os mira a todos detenidamente cuando le mostrais el conjuro y de cuando en cuando os dedica alguna pequeña y escueta sonrisa.

Cuando Joey le quitó el pendiente de la oreja, la profesora se llevó la mano hacia ella y entonces hubo un pequeño duelo de miradas entre la pequeña profesora y el chico de Gryffindor. Ambos la sostuvieron por un breve instante hasta que Gwen les interrumpió.

La profesora tomó de nuevo el pendiente y se lo volvió a colocar.

Parece que tienes agallas, jovencito. Quizá el sombrero se equivocó contigo y deberías estar en Slytherin, se podía decir que esa casa te pega más a ti que a tu hermano, aunque por otro lado, el sombrero nunca se equivoca.

Reconozco que te mereces un extra de 25 puntos, te devolveré los que te quité antes. Quizá no te merezcas semejante penalización, pero ten los ojitos bien abiertos porque te estaré observando.

Después se dirige hacia Colin, el chico rubio de la casa Ravenclaw. Estoy contenta hoy con toda la clase, habéis sido un grupo trabajador y organizado, pero tú has sido el único que ha cometido un ligero error de atención. Debes tomar la varita de esta forma y no de esta otra. Dice cogiendo la enorme mano de Colin comparada con la suya y le indica por donde debe hacerlo. Si lo haces así, verás como el conjuro es todo un éxito.

Por lo demás, decir que la casa de Gryffindor se merece sus 60 puntos. Una pena que Noah no se haya presentado, decidle que le espero la semana que viene en mi despacho con una excusa firmada por el director Lupin por no haberse presentado. Si tiene un digno motivo le aceptaré la recuperación, sino, le veré en Diciembre.

Y en cuanto a Ravenclaw, Gwen y Perry han hecho un trabajo excelente, ellos se merecen 25 puntos cada uno y el resto, salvo Colin, se merecen 10 más cada uno. Colin, te veo con Noah la semana que viene. Dice la profesora más contenta de lo habitual. Golpeó sus cosas con un gesto de la varita y estas le siguieron hacia fuera de la clase. La profesora se marchó de allí sin despedirse ni nada. Otro gesto habitual en ella.

Perry escucha orgulloso las palabras de la profesora. No podía evitarlo, ¿a quién no le gustaba que le felicitaran?.Se imaginaba a quien. Miró a Gwen  entrecerrando los ojos.

- No te reconozco Gwen.Te acercas  a mi y te nombran reina del baile de Haloween. Ahora te conviertes en la empollona de la clase. ¡Ja!, si sigues así te veo en el equipo de animadoras quiditch jeje ...o saliendo elegida prefecta en unos años. - Perry enseña la lengua a Gwen en plan de broma. Le gustaba chinchar a la chica rebelde de Ravenclaw.

Diana miró perpleja a la profesora, estaba segura que le iban a quitar un montón de puntos a Gryfindor por lo qque había hecho Joey, pero al parecer aquella profesora vió como un acto de osadía digno de Slytering, la reación de su amigo. Quizás por eso se escaparon de la reprimenda, aún así trataría de hablar con Joey para que tuviera más cuidado.

-Vaya, al final parece que la profe ha sabido reconocer su error, aún así deberías tener más cuidado, me parece que no le caes bien...Bueno ¿Vamos a la Sala Común?-les dijo a sus compañeros de Gryfindor.

¡Jopeta Gwen!, ¿y tú, Perry?, menos mal que habéis ganado más puntos para Ravenclaw... - dije alegre a pesar de no ser el primero de la clase, cosa que me fastidiaba.

Salí de clase.

Todabía no lo podía creer, le había salido bien el conjuro. Abrazó al lápiz como si éste la hubiera ayudado a realizarlo y sonrió a sus compañeros.

-Pues sí, vamos a la Sala Común, aquí ya hemos terminado.

No creía que a los profesores les gustara mucho que los alumnos rondaran mucho por las clases una vez terminadas, así que salió junto con Diana.

Nikolay suspiro por que todo hubiera salido bien al final, por suerte habían ganado puntos en esta clase, pocos pero algo. Asintió a Diana y salió con los demás a la sala común.

Tras recoger sus cosas Perry se dirige a la sala común despidiéndose de sus compañeros de Gryffindor

Gwen permaneció en silencio cuando Perry le soltó lo de prefecta... ¿prefecta de que? ¿De una panda de mocosos escandolosos...? de eso nada...Parecía mentira que precisamente él le hubiera dicho semejante cosa, ella odiaba Hogwarts e incluso quería salir de allí, si le salían los estúpidos conjuros era porque era buena por naturaleza... pero eso ella ya lo sabía. Así que dedicándole una mirada furibunda a su compañero, recogió sus cosas y se encaminó a la Sala Común de su casa. 

Parece que ese encantamiento le ha salido bien. Encantamientos es una cosa que parece que se le da bien por naturaleza, así que como está contenta decide volver a las orillas del lago para practicar un poco el conjuro de DCAM, no sea que le haya salido antes por pura suerte y al tratar de repetirlo delante del profesor no le salga.

Recoge sus cosas y sale de la clase.

Al final parecía que se había librado de una buena. Dando las gracias al cielo por permitirle al menos ir a dormir tranquilo, Joey asintió a las palabras de Diana y pidió disculpas a sus compañeros:

-Yo...lo siento...la verdad que no pensé en las consecuencias. Yo creo que me tiene manía y no sé por qué. No me cae nada bien.

Dicho esto salió de clase deseando meterse en la cama sin cenar. Habían sido unos días muy movidos y lo mejor era olvidarlos.

No podía ser, otra vez mal. Decepcionado con sigo mismo, Colin se fue cabizbajo hacia algún lugar, sin comer, sin nada. No tenía hambre cómo para irse a comer.