Partida Rol por web

Sonrio al acertar, aunque estaba claro que ese era obvio, aunque mas se sorprendió al escuchar que era otra chica, -Vaya con el rubito…-pensó, metiéndose en la cama, meditando un momento sobre la propuesta de Ithan, mientras Thor se acomodaba sobre el. –Hacer algo…bueno, no estaría mal, por mi vale…- dijo, acomodando la almohada y estirando un poco los brazos. –Bueno, mañana hablamos sobre esto, que tengo un sueño…hasta mañana Ithan.- termino, cerrando los ojos, dispuesto por fin a dormir.

Amanecer del día 6

Sábado

Segunda Semana de Octubre

Ithan abrió uno de los ojos en primer lugar, y miró a su alrededor situandose donde estaba. Acto seguido abrió el segundo y se incorporo con la espalda recta, mirando a su alrededor, aun estando todo apagado. Era muy temprano.

Aun dormían todos, pero él ya no tenía más sueño, así que se bajó por el lado izquierdo de la cama, posando ambos pies y acarició Albo con una diminuta sonrisa, y teniendo aun cara de dormido. Él y el hurón. Finalmente se puso en pie, y marchó hacia el baño, deteniendose a medio camino al recordar que se había dejado algo, y volvió hasta el baul, tomando de este la ropa limpia para ese día.

Se pasó la mano por el pelo, despeinandolo e intentando despejarse un poco, y camino arrastrando los pies y bastante dormido hasta la ducha. Y allí se tiró más de treinta minutos. Pero cuando salió, salió ya duchado y vestido, dejando atrás esa cara de dormido e incluso peinado.

Se acercó a su baul,v aciando la mochila y cogiendo las cosas que necesitaría para aquel día. Metio cuadernos, un par de cajas de madera, libros, algo envuelto en tela entre otras más cosas. Se acercó a Arnold, y chasqueó un par de veces los dedos junto a él para despertarlo. - Te espero abajo, tío -

Y miró a Joey y Noah. Aun era muy temprano para despertar a Joey, pero Noah... Se acercó a él y con el máximo cuidado posible le agarró del brazo... para luego zarandearlo con fuerza. Justa venganza por cuando Noah los despertaba a primera hora de la mañana. Y antes de que pudiera reaccionar, salió por las escaleras en dirección a la sala común, como quien no quiere la cosa.

Habia escuchado ruido, pero se había quedado haciendo el remolón un rato mas en la cama, hasta que escucho el chasqueo de los dedos de Ithan, que le avisaba de que le esperaba abajo. Se sentó en la cama, aun sin sacar los pies de debajo de la manta, lo que provoco que Thor medio caminara medio se arrastrara hasta los pies de la cama, buscando un sitio cómodo y que no se moviera.

Se restregó los ojos y bostezo, viendo que Ithan salía del cuarto tras darle un traqueteo a Noah, lo que le hizo sonreír. Salio de la cama, cogio ropa limpia del baúl y fue derecho a la ducha.

Cuando salio de la ducha, vestido y despierto del todo, aun tenia el pelo húmedo, despeinado, como siempre, aunque se pasaba una mano por el pelo, al parecer, alborotándoselo mas.

Preparo sus cosas para las clases de ese día y salio del dormitorio, dejando a Thor dormido sobre la cama.

Joey despertó cuando la luz del sol deslumbró su zona. Con pereza y cansancio tras toda la semana, necesitaba descansar un día sin tener que madrugar. Se levantó, duchó y vistió con lentitud y modorra. Pero finalmente estaba preparado para ir a clase.

Me despierto y observo que no queda nadie en la habitación.

- Mierda, he dormido demasiado. - me digo a mi mismo.

Me levanto rápidamente y me dirijo al Salón a desayunar algo.

Ithan entró en la habitación de los chicos. Nada más entrar, lanzó un largo suspiro, relajandose y calmandose ya por completo. Finalmente, todo había acabado bien, había hecho las paces con Noah y la paz había vuelto a Villa León. Se sentía orgulloso y dichoso de haber defendido aquello en lo que él creía, y que sus compañeros comprendieran lo que había hecho en mayor o menor medida.

Se acercó al baúl que había a los pies de su cama, abriendolo y volcando el contenido de su mochila en su interior. El ruido resultante despertó a Albo, quien levantó la cabecita mirando a su dueño. - Perdón. Pero mira, aprovecho para decirte que dentro de un rato salgas al exterior, tenemos clase con la escoba y así sales de la habitación que llevas todo el día encerrado. - Le habló al hurón como si este pudiera entenderlo. Metió algunas cosas en la mochila, poca cosa y cerró el baúl. Tras eso, se agachó junto a la cama, sacando de debajo de esta su escoba.

Era una Flecha Plateada, un modelo viejo que no correspondía con el estandar de la escoba. El palo era ligeramente más largo y las ramitas no correspondían con la del modelo genérico. En el mango podía leerse "Ian Trace, 2022"

Ithan se echó la escoba al hombro, y agarró la mochila con la otra mano. - Nos vemos después. - Le dijo al huron que reposaba en la cama, marchando escaleras abajo, hacia la sala común.

Cuando entró en la habitación, fue derecho a su cama, no cambio nada de la mochila, simplemente, cogio su escoba que estaba junto a su cama, una saeta dorada, bastante nueva, aunque con algunas ramitas de la cola algo rotas. Al ser el hijo mayor, todo lo que tenia era prácticamente nuevo, salvo algunas cosas heredadas de algún primo. Tras cogerla, salio de la habitación.

Ithan entró en el dormitorio de los chicos, y lo primero que hizo es dejar la escoba bajo su cama. Después dejó su mochila sobre el baúl a los pies de su cama, y se dejó caer sobre la cama, con gesto cansado. Después de la clase de vuelo, se había estado paseando por todo el colegio y parte de los exteriores, así que no había dejado de andar en toda la tarde. Se incorporó, metiendo la mano derecha en la manga izquierda de la túnica, y sacó su varita. Pasó la varita a su mano izquierda, y apuntó con la varita hacia el techo, entrecerrando los ojos.

Se concentró, y movió la varita como había aprendido en clase. ¡Flámatte! Alzó la voz, lanzando un fuerte destello que ilumino la estancia durante un par de segundos, y un chaval de cuarto se quejó. - ¡Perdón, perdón! - Comentó, con cierto apuro. Volvió a tumbarse, descansando unos minutos antes de volver a ponerse en pie, guardando la varita vaciando la mochila en el baúl. Después, sacó un par de cosas y las metió en la mochila una vez más, echandose esta al hombro.

A ver si veo a Arnold, que habíamos quedado para después...  Pensó, mientras bajaba las escaleras hacia la sala común.

En cuanto llego a la habitación, dejo la escoba donde estaba, junto a su cama. Se sentó en la cama y vació la mochila, llenándola ahora con algo de ropa, antes de dejarla a sus pies. Fue entonces cuando se recostó en la cama, soltando todo el aire de los pulmones, mirando hacia las cortinas que pendían, envolviendo la cama, Thor se le acercó, ronroneante, poniéndole sobre el pecho.

Arnold miró al gato, rascándole la cabeza. –eh…como lo pasas aquí? Últimamente te tengo algo abandonado…lo se…- dijo, cogiendolo por debajo de las patas delanteras y acercándoselo a la cara. –Pronto te llevare a dar una vuelta por el castillo, veras que alucinante- añadió, sonriente de nuevo y dejando al gato junto a el, incorporándose. –Deje a Ithan esperándome abajo, este me mata- pensó, divertido, mientras se ponía en pie, se ponía la mochila y volvía a bajar a la sala común.

Entró el dormitorio, con una sonrisa de lado a lado y se acercó a su baúl, dejando dentro de este un par de cosas que había recogido de su excursión, metiendo además las demás cosas que se había llevado de serie, sacando una manzana, que comenzó a comerse a modo de cena. A Arnold le lanzó otra. - La cena de los campeones. - Le dijo, mientras seguía comiendose la manzana, quitandose la ropa y poniendose el pijama.

- La verdad es que estoy bastante cansado... Aun así... fijate. - Le dijo, sacando la varita y apuntando al hueco de la escalera. - ¡Flámatte! - Y el destelló iluminó la estancia durante unos segundos. - Ufff.... vale, después de esto, necesito echarme a dormir... ¿Sabes que Kendra...? Bueno, mejor te lo cuento mañana, después de dormir. -

Se tumbó sobre la cama, acomodandose para dormir, y sacó un libro, abriendolo por el principio y comenzando a leerlo, haciendo tiempo para coger sueño y dormirse.

Entro en el Dormitorio y observo a Ithan leyendo.

- Venga Noah, echale un par de huevos. - pienso.

- Ithan. - digo llegando hasta él. No sé que es lo que ha pasado en el comedor que levantara viejas heridas. - prosigo. Pero si he dicho o hecho algo que te haya ofendido lo siento. - añado. No quiero que cada cosa que digamos el otro lo saque de contexto.

- Paz entre los Leones. - concluyo extendiendo mi mano frente a él. No más malos entendidos ni disputas.

Una vez en el dormitorio, Arnold abrió el baúl y la mochila, dejando lo que había dentro, ropa y sobre todo, comida, en el interior del baúl, sacando un Sándwich y partiéndolo por la mitad, antes de cerrar el baúl, con la mochila dentro de este. Le paso una de la mitad a Ithan, al tiempo que el atrapaba la manzana que le tiraba el rubio. –Tenia muchda hambre- entredijo, mientras mascaba un buen pedazo de manzana.

Comió tranquilo, escuchando a Ithan hablar, hasta que lo vio lanzar el flamatte. –Bonita luz, te sale bien, ese lo has aprendido al dedillo, eh?- le dijo, tras tragar el ultimo pedazo de Sándwich. Luego Ithan le menciono algo de Kendra, a lo cual parecía estar mas interesado en hablar al día siguiente, a lo que Arnold se encogió de hombros y se metió en la cama, dispuesto a dormir, con Thor encima.

Estaba rascándole el lomo al gato cuando apareció Noah, el cual se acerco a Ithan, pidiéndole disculpas. Arnold soltó un breve resoplido, volviendo a concentrarse en el gato y en intentar dormir.

Ithan bajó el libro cuando Arnold le alcanzó el Sandwich, llevandoselo a la boca, intercalandolo con la manzana. Ahora echaba de menos algo de beber. Quizás mañana se agenciara un vaso y alguna forma de contener el agua para tenerlo en la habitación. - Ya se ve... como todos, tío. ¿Te ha molado, eh? Cuando pensabas que no sabriamos volver... pero yo siempre tengo un plan. -  Afirmó, entre risas, mientras seguía leyendo.

- La verdad, es que los conjuros de DCAM son los que mejor se me dan. Es una asignatura que me gusta mucho, la encuentro muy ut... - No terminó la frase, cuando escuchó la voz de Noah. Bajó el libro, alzando la mirada hasta él.

- No te preocupes... Paz entre los Leones. - Estrechó la mano de Noah. - No más malos rollos. - Acabó por decir, con una media sonrisa. No, no le apetecía tener malos rollos "en casa" y aquello le pareció la forma de reafirmar el "fin de las hostilidades" que comenzaron al medio día. Tras hablar un rato con los otros dos chicos, el sueño acabó por llamar ala puerta de Ithan.

- Bueno chicos, uno que se va a dormir... hasta mañana. -

Amanecer del Día 7

Domingo

Tercera Semana del mes de Octubre

Ithan se levantó el primero, como un resorte. Miró a su alrededor, buscando algo con la mirada... y tenía la varita en la mano. Parecía que había tenido algún tipo de pesadilla. Respiraba deprisa, y buscaba algo a su alrededor, con la mriada. Poco a poco, fue tranquilizandose, fue tomando aire y dejandose caer sobre la cama una vez más.

Dejó la varita sobre la mesa, poniendose en pie y quitandose la camiseta. Entonces pudo verse con claridad que en el hombro de Ithan había una cicatriz, como de un arañazo por las garras de algún animal enorme. Algo que por su aspecto, debió pasar hace un par de años.

Despeinado, pasó la mano por la cabeza, intentando peinarse mientras se acercaba al baúl y sacaba una bolsita de tela con sus cosas de aseo. Y tras coger la toalla, marchó hacia el lavabo, donde se lavó los dientes en primer lugar y luego se metió en la ducha. En esta estuvo un buen rato, con el agua muy caliente y haciendo un montón de vapor. al cabo de la media hora, salió de la ducha, secandose y caminó hacia su baúl, abriendolo.

Sacó la ropa, vistiendose. Desde unas deportivas negras, pasando por unos pantalones de tela de patrón militar gris, una camiseta negra con un lobo rompiendo unas cadenas con una luna llena de fondo y sobre esto, una sudadera con capucha oscura. Se puso los dos brazaletes que tenía, y los tapó con la sudadera. Sacó de la mochila aquella planta que recogió ayer, y la puso en un cuenco de barro con tierra en su mesita de noche.

Luego tengo que buscarle un sitio mejor.  Pensó, y limpió su mochila, metiendo algunas cosas en ella y recogiendo la escoba de debajo de la cama. Se acercó hasta la cama de Arnold, y chasqueo un par de veces los dedos. - Venga tío, despierta, que hoy nos dejan volar en el campo de Quidditch. - Y tras eso, se bajó hacia la sala común.

Arnold despertó al escuchar los chasquidos de los dedos de Ithan, y lo primero que vio fue la camiseta que tenia puesta el rubio. –AHH!- exclamó, dando manotazos hacia Ithan, cuando este ya se estaba alejando y lo miraba extrañado. –Maldita sea…no me des esos sustos, tío!- dijo, alzando un poco la voz, siguiendo con la mirada al otro chico, hasta que salio del cuarto.

El pelirrojo se desperezó y salio de la cama, recogiendo jabón y toalla de su baúl, y dirigiéndose con paso cansado, adormilado, hacia los baños. Se dio una buena ducha, y volvió a la habitación en ropa interior, con la toalla alrededor de los hombros.

Al llegar a su baúl, saco la ropa que iba a ponerse ese día, unos pantalones tejanos, algo anchos para el, cómodos, y una camiseta roja, algo ceñida.

Se disponía a salir por la puerta, hacia la sala común, pero se detuvo, volviendo a la cama. –tu te vienes conmigo.- dijo con una amplia sonrisa, cogiendo la escoba y echándosela al hombro, entonces si, salio de la habitación, hacia la sala común.

Me levanto tranquilamente sabiendo que no tengo clase aunque si recuperación así que me dirijo a la Sala Común para intentar hablar con Diana.

Ithan entró en la habitación de los chicos. Saludó a algunos de los mayores que ya conocía con total confianza, y se acercó a su baul, dejando algunas cosas y tomando otras. Le pareció buena idea seguir con la ropa que llevaba, y dejó su escoba debajo de la cama. Acarició a su hurón, ahora en su hombro, y cerró el baul, tomando su varita.

Había encontrado en el baúl unas hebras de lana sueltas, por lo que no desaprovechó el momento, y apuntó hacia el final de la habitación, donde no le fastidiara el día nadie. - Agotattem. - dijo, moviendo con soltura la varita, mientras las hebras se consumían y desaparecían. Un conjuro que, a sus ojos, había sido perfecto. Una pena que no tuviera ese dominio cuando comenzara el colegio, ahora msimo tendrían más puntos. Aunque por otro lado... estaban allí para aprender.

- Bhuel Iotek, théann muid go dtí an loch a ithe. Fan le haghaidh dom taobh amuigh. - Le habló al Hurón, acariciandole el morro y comenzó a bajar escaleras abajo. hacia la sala común.