Partida Rol por web

Al terminar de arreglarme me miro al espejo para ver que este con todo el porte y la clase que se espera de una serpiente.

Arthur apareció repentinamente reflejado tras Casiuss en el espejo (solo un golpe de violín faltaba en aquella escena de terror clásica), inadvertido hasta ese momento.

Sonreía y vestía un traje de gala de corte largo, con una levita cubriéndole los hombros y todo ello de un color verde oscuro, con un cierto aspecto escamado.

-Muy elegante... -comentó refiriéndose al traje de Casiuss- todo un caballero de Slitheryn.

Aunque sonreía Arthur no había estado de muy buen humor ese día tras quedarse dormido y haberse perdido su clase favorita. Sin embargo había decidido dejar a un lado aquellos lúgubres pensamientos para la ocasión y dar una imagen impecable de si mismo durante el baile.

Observaba mi reflejo con suficiencia y de repente escucho la vos de Arthur tras de mi. Levanto la mirada y puedo ver a mi compañero de casa debidamente ataviado como solo las serpientes lo sabemos hacer. La escena de ambos jóvenes reflejados es ciertamente inquietante.  

Ciertamente no te quedas atrás... Respondo mirando el reflejo de Arthur. Parece que esta noche nos corresponde iluminar con clase y buenos modos las aburridas y ordinarias vidas de esos magos de las otras casas. Digo con una sonrisa en mis labios.

Te extrañamos en clase. Hoy aprendimos algo muy interesante. Pero vamos al baile... ya les hemos hecho esperar suficiente. Digo con una amplia sonrisa. 

Tras unos momentos de pensar en qué iba a ponerme para el baile, lo decidí...

Esto puede resultar interesante...

Un traje negro, camisa gris claro y corbata negra con reflejos verdes, propios de la mejor casa de todas. Lo único que hice fue peinarme de un modo un tanto vampírico, poniéndome el pelo hacia atrás.

Vaya, vaya, parecéis unos hombres apuestos - dije a ambos.

-No te falta razón... -contestó a Casiuss.

Cuando lo acompañó hacia la salida vieron a Venom, con el aspecto propio de un noble.

-Esta noche al menos una casa resplandecerá... solo espero que no lo estropeémos mucho bailando.

Dicho esto se dirigió junto a sus compañeros camino del Gran Comedor. Quizá Sam estuviese en la sala común todavía.

Tras observar como mis compañeros se arreglaban y se decían lo maravillosos que estaban, comencé a cambiarme tranquilamente.

Para que correr, total, no tengo a quien hacer esperar - pienso mientras termino.

Bueno chicos, creo que ya hay otro listo y por cierto muy elegantes todos. Tenemos que demostrar al resto porque somos Slytherin.

¿Habría que bailar?

A Morpho le entró tembleque, pues nunca le habian enseñado, lo suyo era mas bien permanecer al margen y observar, para luego actuar correctamente...

Bajé segundos después a la sala común

Salí de la ducha donde me había quedado bastante relajado y casi dormido.

Al salir del baño vi a Arthur, James y Morpho salir de los dormitorios, y a Cassius terminando de arreglarse delante de un espejo... o contemplándose, o no se.

-Buenas -dije y saqué mi túnica de gala. Era negra con un ribete plateado, la camisa blanca, un chaleco negro y una corbata negra con líneas plateadas. No era tan cómoda como la túnica del uniforme, pero cuando había que ir bien, se iba bien. Comencé a arreglarme bien y, cuando estaba colocándome la corbata, me puse junto a Cassius para verme bien en el espejo- vaya, parece que vamos a ir todos al final, ¿no?

Tras terminar de arreglarme, sonreí a Cassius y me bajé a la Sala Común- Nos vemos en el baile.

En efecto, conteste a Amon. Veo como todos han salido ya y decido que es tiempo de hacer lo mismo.

Una vez aseado y con el pijama puesto Arthur volvía a sentirse cómodo, libre de toda la suciedad y estrés de la penosa noche de baile. Era hora de un sueño reparador. Además, no podía permitirse volver a perderse una clase. No se lo perdonaría.

El chico se acomodó entre las sábanas y no tardó mucho en conciliar el sueño.

Llego a la habitación, me pongo el pijama y me acuesto.

Tardo un rato en dormirme ya que sigo con mis pensamientos, pero poco a poco el dueño se fue adueñando de James.

Después de un baño caliente y relajante para bajar el subidon por haber enfrentado a un licantropo y vivir para contarlo. No solo estaba limpio sino que me sentía extasiado. Me puse el pijama verde y metí en las sabanas, al poco rato quede profundamente dormido. 

Llegué al dormitorio y me cambié de pijama, tras lo que me lancé a la cama, agotado y aún algo perturbado por lo sucedido en esa noche.

Ese licántropo...

Me dí una ducha rápida y me quedé frito en pocos minutos.

Esta vez no soñé nada raro...solo que estaba en un bosque oscuro y oía aullidos...

Amanecer del Día 9

Martes

Primera Semana de Noviembre

zzz...

aaaaaa...(bostezo posterior)

Parece que nadie se digna a levantarse...Así querremos ser los primeros, anda que...

Me aseé y bajé a desayunar.

Cuando me levanto me doy cuenta de que solo Morpho se ha levantado.

Bueno, iré a desayunar, y esperemos que hoy el dia sea más productivo que ayer - me digo en voz baja.

Me aseo y me voy al Gran Comedor.

Me estiro en la cama para quitar la pereza de la noche.
Al levantarme noto que faltan Morpho y James. Me voy al baño para darme una ducha y me preparo con una tunica majestuosa de mi baul.

Antes de irme le grito a los dormilones. ¡De pie! y acto seguido me voy con una sonrisa en el rostro.

Me desperté algo inquieto aún por los sucesos de la noche de halloween, había pasado una semana; pero no conseguía descansar del todo. Mirando con los ojos entrecerrados me levanté y me dispuse a asearme y vestirme, haciendo un vago cabeceo en dirección de los compañeros que estaban despiertes.

-Buenos días -dije mientras aún iba en dirección a la puerta- os veo en el comedor.

Aquella mañana Arthur se había despertado a una hora oportuna, para variar. Sin embargo permaneció entre las sábanas, disfrutando de aquellos plácidos minutos en la cálida comodidad de su cama.
Escuchó a Morpho levantarse y pudo ver poco después a James, quien quedaba algo más cerca de su cama, hacer lo mismo. Cuando Cassius sustituyó muy amablemente al despertador para aquellos que todavía no se habían levantado consideró que ya era suficiente.

Coincidió en el baño con Amon, a quien saludó con una sonrisa algo desdibujada y tras el aseo y cambio de ropa se dirigió al gran comedor.