Partida Rol por web

El rumano anotaba toda la información que compartía el profesor Scammander con una precisión absoluta. El mutismo de Mircea solo se veía roto por el frenético rasgueo con el que su pluma transformaba sus palabras en una redacción de cuidada y estilizada caligrafía. Aunque Conocimiento de las Criaturas Mágicas no era una asignatura sobre la que estuviese muy versado, siempre había sentido una clara fascinación por la licantropía y los efectos que su interacción provocaba con el resto de las razas mágicas y no mágicas. 

"(...) Las personas que han resultado víctimas de una herida, que no mordida, infligida por un hombre lobo pueden llegar a desarrollar ciertas tendencias lupinas. En casos muy particulares, se han registrado alteraciones en el comportamiento, como acentúa la preferencia de los afectados a la hora de ingerir la carne cruda o la aparición de fases de irritabilidad conforme se aproximan las fases de luna llena.  (...)." - añadió de su propia mano una vez que finalizó la explicación, haciendo un escueto comentario sobre la jerarquía impuesta entre los hombres lobo "puros" y los que se habían transformado en uno tras haber sido mordidos previamente.

LLegué a la zona donde se impartía la clase y me quedé algo sorprendido por el tamaño de los utensilios de esa casa. Debería de haber vivido un gigante allí.

Saludé a Morpho el cual me había adelantado porque me había entretenido por los pasillos pensando en mis cosas, y luego saludé  a las chicas de Hufflepuff. Saqué pergamino, tinta y pluma y comencé a copiar todo lo que dictaba. Una vez terminé de copiar los apuntes saqué otro pergamino y empecé a escribir lo que recordaba.

Esos monstruos me habían llamado la atención desde que mataron a mi padre, pero también me costaba centrarme en eso por el mismo hecho, solía distraerme pensando cosas y posibilidades que nunca serían.

Me voy caminando pero en el pasillo me tropiezo con algunos alumnos de 2 preguntando quienes eran los que habían atacado al licántropo. Con lo que me demoré pero puede evadirlos.

Al llegar a clase dejo mi trabajo en el lugar que el profesor designo para ello, miro y veo a Daphne y Sara a lo lejos. Les sonrío mientras las saludo con la mano para no interrumpir la clase. Luego me dedico a escribir lo que nos han pedido. Qué asco, no entiendo la razón por la que se niegan a darle solución a eso.

“(…)Los hombres lobos son gente enferma y sumamente contagiosa, las heridas que generan son imposibles de curar o sanar y su condición es muy contagiosa. Deben ser recluidos en espera de encontrar una cura a su condición. Son alérgicos a la plata y sumamente resistentes a la magia.” Eso lo pude comprobar la noche anterior.

Anotaba las cosas tal como mi abuela me había enseñado, esa gente era un peligro y si no se podían contener en alguna celda lo mejor era  acabar con su sufrimiento.

Llegué a clase con mis compañeras. Los arañazos me picaban, así que de tanto tocarme tenía la cara y los brazos rojos. Me acerqué hasta la mesa y dejé la redacción, pero al darme la vuelta casi vuelvo a gritar, porque me encontré de nuevo a Oliver. Caminé con velocidad hasta el fondo donde me senté intentando pasar desapercibida.

Intenté serenarme, pues no podía ponerme nerviosa cada vez que viera a ese estúpido niño. Cerré los ojos y recé un par de oraciones para que Dios me ayudara a encontrar consuelo en él. Me serené y ya, más tranquila, vi a la pequeña criatura que había en la mesa y escuché las palabras del profesor.

Ooooiiisssssshhhh si es una cucada. Cómo me gustaría tener un lobito de ese tamaño... ¡Parece un ratoncito! pensé con alegría.

Me puse a redactar la redacción. Puse lo que el profesor había dictado y las conclusiones que había llegado tras ver aquél "combate" en el Gran Comedor.

...Son seres fuertes y resistentes a la magia y, seguramente, a los ataques físicos. Cuando se transforman, es muy probable que no puedan controlar sus instintos, aunque algo de humanidad quedará en su interior. Pidiendo ayuda a Dios seguro que lo llevan mejor, pues aunque el Señor es todopoderoso, no puede sanarnos de la enfermedad, porque quiere que aprendamos de nuestros errores...

Sam llegó limpiándose la comisura de los labios y un poco el uniforme de las posibles migajas que se hubieran quedado. Al entrar en la cabaña puso cara de asco. ¿Quién habría podido vivir en tan poco tamaño? ¿Y los sirvientes?

Ah, claro, que la gentuza no sabe que es eso...

Se aproximó a la mesa, donde dejó el trabajo que había hecho de la anterior clase. Justo cuando fue a darse la vuelta, se quedó contemplando a la criatura.

Impresionante... susurró mientras acercaba la cara para verla mejor. Observó sus movimientos y le resultaron divertidos.

Se alejó unos pocos pasos sin dejar de mirar al pequeño licántropo y tomar apuntes. Escuchó las palabras del profesor mientras pensaba en lo que redactaría.

... Los licántropos son criaturas extremadamente resistentes. La magia debe proteger su cuerpo, pero no algunos sentidos que usa con frecuencia: el oído y la vista. Un ataque deslumbrante puede dejarle ciego el suficiente tiempo para una huida a tiempo y, seguramente, un ataque mágico para dejarle sin poder oír es algo que también beneficia en el combate...

Profesor, tengo una pregunta... ¿Los genes del licántropo se heredan? Es decir, si uno de ellos tuviera un hijo con una mujer que no estuviera maldita... ¿sería también un licántropo?

Daphne llegó con Sara y con Ardeen hasta el lugar donde comenzaba la clase. Rebuscó en su mochila los pergaminos que había ocupado su redacción de la última clase, el que habían buscado en la biblioteca junto a los niños de Slytherin,lo sacó comprobando que tuviera su nombre en el trabajo y lo puso en la mesa sobre otros trabajos ya entregados.

Abrió los ojos como platos y miró la pequeña criatura que mostró el profesor para esa clase. Era igual que el que había irrumpido en el Gran Comedor la noche del baile de Halloween.
¿En serio me está pidiendo que escriba sobre él después de haber deslumbrado a uno?, la mitad de los de aquí no tenían ni idea de que era un licántropo de verdad.
Sacudió la cabeza diciéndose que la altanería no le llevaría a ningún sitio, sin embargo, no podía evitar sentirse estafada por esa clase. Al sacudir la cabeza reparó en Amon, el niño se había quedado de piedra durante la aparición del hombrelobo en el baile y se había dado cuenta de lo parecida que había sido su expresión a la de Mircea tras la primera clase de artes quiméricas.

Se recogió los rizos que ya no eran tan pronunciados tras una oreja y observó a la pequeña criatura, después sacó pergamino, tinta y pluma y se fue al fondo de la cabaña, sentándose en el suelo con la espalda pegada a la pared tomando notas.

"...Su resistencia a la magia les hace prácticamente inmune a los hechizos y el extraordinario desarrollo de sus sentidos les hace una presa difícil de alcanzar. Cuando un hombre lobo muerde a un ser humano contagiándole la enfermedad de la licantropía le marca con una seña específica que lo identifica como individuo de su manada. En la Edad Media se mantenía la teoría de que cuanto más vello corporal tenía el humano más poderosa era su forma lupina.

La licantropía proviene según los muggles del séptimo hijo de un séptimo hijo, pero no era necesariamente cierto. La comunidad mágica no hizo nada por desmentirlo.

Un hombrelobo es un ser más visceral que cualquier otro tipo de criatura mágica pues la esencia del lobo está en constante lucha con la esencia original para tomar el control del cuerpo, siendo más fuerte su influencia cuando el ciclo lunar alcanza la fase de la luna llena..."

Ardeen fue junto con Daphne y Sara a la cabaña, estordunando todo el camino por el frío, debío abrigarse más.Entró dentro de la cabaña y respiró el aroma, olor a cerrado junto con el olor a bosque,¡qué maravilla! Agradeció el calor de la chimenea, sacó sus pergaminos y escribió todo lo que dictó el profesor, ayudándose de lo que escribía Daphne si no la daba tiempo. Cuando la tocó escribir a ella, no supo por dónde empezar.

"En contra de lo que la mayoría piensa, la licantropía no sólo transforma en lobo, puede afectar transformando en otro tipo de animales, normalmente de gran tamaño. Con el tiempo la mayoría de los malditos acaba mostrando marcas que los delata como lo que son, tales como garras, pelaje o un color de ojos característico. Además, algunas de las habilidades tienden a permanecer como la capacidad olfativa o auditiva sobrenatural, así como la visión nocturna o características más concretas del tipo de animal en el que se transforman. Por otro lado..."

Las palabras fluyeron más rápidamente de lo que esperaba y al acabar la clase ya había escrito dos pergaminos y medio. El tema la interesaba así que pensó en ir a la biblioteca al salir si a Daphne y a Sara las parecía bien.

Cuando llego a la cabaña lo primero que pasa por mi mente es decir:

¿Pero qué es esto? ¿De verdad vamos a dar aquí una clase? 

Parece que Hogwarts está perdiendo parte del encanto que la caracterizó. - pienso suspirando.

Cuando comienza la clase, el hombro lobo es el tema de clase.

Parece que desde que me perdí el baile de Halloween, el tema de conversación no cambia.

Aunque de pronto comienzo a prestar atención, ya que le resultó interesante el tema.

"Los licántropos malignos suelen ocultarse entre la gente normal, saliendo de noche en forma animal, especialmente durante la luna llena, y sembrando a su paso el terror y el derramamiento de sangre. Los licántropos buenos tienden a ser individuos solitarios, que no se sienten cómodos entre grandes cantidades de gente. Con frecuencia viven a solas en las tierras salvajes, lejos de pueblos y ciudades."

Tras escuchar esto, una sonrisa comienza a ponerse en mi boca.

¿Habrá licántropos entre los muggles? Me gustaría ver la cara de alguno cuando de pronto apareciese.

Mi sonrisa desaparece cuando escucho que tenemos que hacer una redacción.

¿No vamos a aprender nada interesante en esta clase? Bueno, será mejor comenzar a recordar lo que recuerdo. Sería interesante comenzar con un poco de historia de las antiguas civilizaciones y como eran tratados según las diferentes creencias...

...La única manera de librar a un hombre lobo de su maldición es dándole muerte, lo cual no es nada fácil; debe hacerse con un instrumento de plata, ya sea un bastón, un cuchillo o una bala - sigo escribiendo en la redacción.

El profesor tras terminar la explicación se puso a corregir vuestros trabajos sobre el Ciempiés Monstruoso. Scammander, de cuando en cuando alzaba la cabeza para responder ante las dudas que le ibais planteando:

¿Es cierto que las garras de licántropo son un bien muy valioso para muy diversas pociones?

- Antiguamente eso era cierto, pero desde que las pociones fueron prohibidas por el departamento de Líquidos Peligrosos y otros brebajes del Ministerio de Magia, las garras de licántropo han descendido mucho en su precio, pues ya no tienen utilidad alguna.

-Disculpe, profesor. Además de veneno y pelo de licántropo... ¿Que más se necesita para hacer una poción de matalobos?

- Desde el que el departamente las prohibió no nos dejan desvelar este tipo de datos a los menores de edad, y aún que fuerais suficientemente mayores como para saberlo, es algo de lo que es mejor no hablar. El tema de las pociones en un asunto bastante peliagudo.

¿Los genes del licántropo se heredan? Es decir, si uno de ellos tuviera un hijo con una mujer que no estuviera maldita... ¿sería también un licántropo?

- Así es, la mordedura de un licántropo deja un virus en la sangre que infecta todo el cuerpo y que se transmite al feto. No necesariamente debe darse, pero siempre existe la posibilidad. Pero como os he explicado, un licántropo nacido bueno, tiende a controlar mejor su estado y logra, por todos sus medios, evitar que la bestia se apodere de sus actos.

De todas maneras me gusta ver vuestro interés en la asignatura, 5 puntos para Seth, otros 5 para Oliver y otros 5 más para Sam. Y aquí tenéis el resultado de vuestros trabajos.

Dijo acercándose a la pared y colgando un pequeño pergamino con vuestros nombres y el resultado de vuestro trabajo.

Cuando terminé de entregarle la redacción y dio las notas me defraudé un poco. Parecía que tendría que invertir más de un día en ese trabajo, así pues me giré y pregunté a todos los presentes- ¿Quién se viene a hacer parte del trabajo en la biblioteca? -seguidamente me giré hacia Cassius- Después de cenar te ayudo con el hechizo, que no se me ha olvidado -dije esbozando una sonrisa.

Con rabia en los ojos, contemplaba como ese pusilánime profesor se atrevía a calificar con 0 mi trabajo. 
¿Quien se ha creído? Estoy por replicar cuando escucho la voz de Amon. Con lo que ignoro al profesor y me giro a mi compañero de casa. Genial. Vamos a la biblioteca es mejor que quedarnos en este... pintoresco lugar.

Camino junto a Amon. Morphop ven con nostros, a lo mejor y encontremos alguna poción. Dije esbozando una sonrisa.

Seth se largó de aquel lugar discretamente.

Muy bien, os sigo.

Por cierto Sam, gran trabajo - dije yéndome de allí.

Os apetecería ir a la biblioteca conmigo a hacer el trabajo?- preguntó Ardeen deseosa de intentar ponerse al día.- Luego podríamos practicar algún conjuro.

Yo iba también para la Biblioteca... Quería buscar más información para el trabajo... - dijo el chico, parándose en la puerta de la clase. A estas alturas aún no tenía claro por qué las chicas parecíanhacerle el vacío, así que lo dejó caer casi con miedo, sin saber si la respuesta sería positiva o no. Bueno, él sólo estaba intentando ser amable. Si la cosa no cuajaba, siempre podría ir solo.

Daphne abrazó a Sara.

-Lo has hecho muy bien, ¿queréis ir de verdad ahora a la biblioteca?-preguntó con pereza mirando a las otras dos niñas de Hufflepuff

La verdad es que tengo que ponerme al día- dijo entristecida. Dicho esto les hizo un gesto con la cabeza y se fue en dirección a la biblioteca

Oliver volvió a sentirse ignorado por las chicas. A la porra, él había puesto de su parte lo suficiente y consideraba que no se merecía aquel trato.

-En fin, algún siglo de estos me diréis qué os pasa conmigo.. - fue lo último que dijo antes de salir, con sus libros, en dirección a la Biblioteca. Tenía mucho que estudíar y poco tiempo para encima perderlo así.

Tras seguir un rato mirando el libro y leer un poco con respecto a los hombres lobo, decido ir a la biblioteca:

Bueno chicos, voy a la biblioteca, si consigo quitarme esto de encima pronto, tendré más tiempo para los conjuros - digo despidiendome.