Partida Rol por web

Cassius asoma por lo alto de la ultima colina que lo separaba del lago, quedando en la parte superior. Recorrió con la mirada desde un lado, a otro, buscando a sus compañeros. Habia faltado a la clase anterior, los habia perdido de vista, y no daba con ellos.

Lleva las manos hasta la corbata, que ajusta un poco mas, lo suficiente como para que pueda respirar, pero no quepa ni un alfiler entre su piel y el cuello de la camisa. Con un ligero carraspeo, comprobando que pueda hablar con toda la comodidad que una corbata a esas edad, podia ofrecer.

Observo a las dos chiquillas, y emito una leve sonrisa al ver a Sara, a la cual, hago el gesto de quitarme un sombrero que no llevo cual caballero, a modo de saludo, y estoy apunto de decidirme por acercarme a ellas, cuando escucho la campana que avisa el cambio de hora. Con un cabeceo, las despido, volviendome hacia la escuela, con intencion de buscar a mis compañeros en el Gran Comedor.

En algun lado tendrán que estar...

-¿Ése no era Cassius?-dijo Daphne mirando al chico de Slytherin alejarse-Dime que no tenías una cita con él ...-sacudió la cabeza y cogió a Sara de la mano-vamos a comer, anda-y sin más la arrastró tal y como había hecho Sara hasta el comedor.

¡No! dije poniéndome roja. ¡No tenía ninguna cita con él! ¡Eres tonta! empujé con fuerza a Daphne para que se callara.

Si, mejor vamos a comer... Algo extraño se había quedado en mi estómago al ver a Cassius. Seguro que el desayuno me había sentado mal.

Perry llegó al lago negro junto con Oliver tras la clase de duelo. La visión de la gran masa de agua siempre le impresionaba y le inquietaba, como si en sus profundas aguas negras ocultara algún misterio o peligro.  Mientras caminaba iba charlando animadamente con el Hufflepuff.

- ¿Y qué es lo que pensais los de vuestra casa sobre lo que pasó en el baile de Halloween?- Dejó tiempo para que Oliver constestara para inmediatamente exponer sus mayores miedos al respecto. - Según dijo el profesor había dos alumnos heridos pero no sé quienes son. Sólo espero que  no se transformen también en esas bestias.¿Son de vuestra casa?

Caminando llegó hasta la orilla pedregosa y embarrada del lago. Tomó un canto rodado y lo lanzó con fuerza sobre la superficie del agua. La piedra fue rebotando  sobre ésta, generando ondas que se superponían las unas a las otras.

- Creo que este sitio estará bien para practicar... ¿qué hechizos necesitas preparar? Yo estoy mejorando accio.-Perry sacó su varita y buscó con la mirada algún objeto pesado y que pudiera coger con la mano. Divisó una gran  rama de árbol rota en la orilla del lago, mecida por las tranquilas aguas. Apuntó a la rama con la varita y pronunció el conjuro con todas las ganas que pudo.

- ¡Accio rama!

Oliver llegó al lago con Perry y volvió la vista atrás. Parece que Ardeen se había rezagado. Sin embargo, cuando Perry se dirigió a él, centró su atención en el chico Ravenclaw y se encogió de hombros, aunque Perry pudo ver como una expresión curiosa se dibujaba en su rostro.

-Pues, si te digo la verdad... Aún estoy intentando que alguien me explique que pasó... Yo no fui al baile y las chicas de mi casa están últimamente un poco raritas, así que tampoco me han contado nada... Y a Seth y a Mircea, casi no los veo... - vamos, que parece que el chaval no ha tenido mucha suerte recabando información- La única con la que me llevo mejor es con Ardeen... Que por cierto no sé donde se ha metido... - dice, mirando hacia atrás un instante más, antes de conjeturar- De mi casa no son, que yo sepa.. al menos nadie me dijo nada... En cuanto a lo de transformarse... espero que no... ¿Te imaginas? Que miedo... Quizás podamos preguntarle al profesor en la próxima clase de criaturas mágicas...

Después se fijó en cómo el chico practicaba el conjuro Accio. - ¡Ahiva! Yo nunca he hecho ese conjuro... La verdad es que llevo unas semanas un poco desastrosas y es ahora cuando estoy estudiando mas... ¿Me lo enseñas? - pregunta ilusionado con la idea de aprender algo más. - ¡¡A ti te ha salido muy bien!!

- Claro que te lo enseño, mira, es así. Coges la varita de esta manera, y la mueves así. ¿Ves ? No es muy dificil. Trata de coger algo ligero, una ramilla pequeña o una hoja.

Sigo el mismo camino que tantas veces siguiera para llegar al lago, subiendo la colina, y observando desde lo alto de esta, la superficie del lago, en el atardecer. Miro hacia el horizonte, durante largos segundos, lanzando un largo suspiro, hasta que unas voces me sacan de mi concentracion.

Son Perry y Oliver. Desde la distancia, los observo, que parecen practicar conjuros. No reconozco el que hace Perry, quizas, como muchas otras veces, se me pegara las sabanas, o simplemente decidiera que aquella calse no merecia siquiera de mi presencia. La sangre arrogante de mi abuelo corria por mis venas, y estaba consiguiendo retrasar mis estudios en las materias que, fuera por lo que fuera, no consideraba de mi interes.

Viendolos entretenidos entre ellos, me siento, volviendo la vista hacia el lago unos segundos, antes de llevar la mano al cinto, de donde saco la varita. Sujetandola con ambas manos, la miro con detenimiento, pensando por donde deberia comenzar a practicar... Quizas intentar mejorar alguno de los conjuros que tengo por la mano, quizas mantenerme en silencio, boservando que hacen la singular pareja cerca del lago, y aprender algunas cosas nuevas.

Era curioso que las ultimas veces que habia venido al Lago, siempre acabara por encontrarme un Hufflepuff.

Oliver sonrió y asintió, apuntando a una ramita que había en el suelo.

- Vamos a ver... ¡Accio Rama! - exclamó, y la rama salió disparada hacia él con fuerza, para su sorpresa y su alegría. ¡Lo había conseguido!- ¡Guau, Perry! ¡Mira, lo he hecho! ¡Lo he conseguido! ¡Que bien! ¡Gracias! -dijo el chico, con una sonrisa radiante emocionado.

- ¡Que contento estoy! ¿Te puedo ayudar yo a ti con algun conjuro? - le dijo, aún sin poder creerse que hubiera sido tan sencillo.

Perry observa al chico de Hufflepuff. Como buen Ravenclaw su método de estudio era estricto y concienzudo y , a riesgo de parecer pedante , le corrigió algunos detalles.

- Muy bien Oliver. Pero quedaría mejor si tomaras la varita de esta manera y realizaras ese vaivén de la varita con algo más de velocidad.

Parece que la amiga de Oliver llegaba al lago, aunque también llegaban algunos más de Slytherin.

Oliver asintió, repitiendo los gestos que indicaba Perry.

-¡Vale, creo que lo he pillado! - exclamó contento. Y fue a girarse de nuevo para ver si Ardeen llegaba ya o no cuando se dio cuenta de que quien estaba allí, algo más apartado, era Cassius- ¡Anda mira! ¡No me había dado cuenta de que Cassius estaba allí! A lo mejor también ha venido a practicar... - le dice, y alza la mano en dirección al Slytherin, a modo de saludo. Si venía buscando con quien practicar, seguro que se acercaba a ellos.

-... todavía es una espina que tengo clavada, si no os importa os agradecería que me habláseis de ese conjuro de la clase de artes quiméricas... -decía Arthur a sus compañeros mientras descendían la suave pendiente que conducía al lago.

Cuando bajó su mirada hacia la orilla pudo ver a unos chicos practicando también con sus varitas. Recordaba a uno de ellos, era Perry, del viaje en el expreso. El otro, un compañero de Hufflepuff, saludaba en su dirección, más concretamente hacia la derecha.

-¿Un amigo, Cassius? -inquirió girándose hacia su compañero.

Seguia sentado en lo alto de la colina, mirando lo que estaban haciendo, cuando Arthur se coloca a mi izquierda. Giro la cabeza hacia el, alzando la mirada y frunzo el ceño cuando lo escucho hablar. Coser y cantar...  Me pongo en pie, ayudandome de la mano derecha para ello, y tomo la varita con la mano izquierda, agarrandola con tal peculiar pose, agarrando la varita con los dedos anular y meñique, haciendo pinza con el pulgar, y con los dedos indice y corazon estirados. Y con la mano libre, me agarro de la pechera, estirando el traje hasta una posicion mas comoda.

No habia escuchado a Oliver, y por la llegada y llamada de atención de Arthur, tampoco habia visto su saludo, hasta que lanza la ultima pregunta. Vuelvo la vista hacia la pareja cerca del lago, y veo a Oliver aun con la mano levantada. Le devuelvo el saludo, alzando el menton con un golpe seco, y respondo a Arthur. ...Conocido. Contesto, volviendo la vista hacia Arthur.

Bueno... ¿Que conjuro tenias pendiente? Pregunto, esperando que saque su varita, y sepa que conjuro debo intentar enseñarle... Por que Artes Quimericas no era, precisamente, santo de mi devoción.

Ardeen llegó y observó a Oliver practicar con el conjuro, no quería interrumpirle así que hasta que no paró de agitar la varita no dijo nada. Saludó a todos con la mano y se preguntó qué conjuro estaban practicando.

Sí, eso, ¿qué conjuro practicáis?- aunque ella no sabía muchos, quizás podía ayudar.

Perry saluda a Ardeen con una sonrisa.

- Le estaba echando una mano a Oliver con accio. Encantamientos se me da bien y he practicado bastante con el conjuro.

Después se dirige de nuevo a Oliver.

- Pues lo que te perdiste por no ir al baile. Claro que si llego a saber lo que pasa yo tampoco hubiera ido. Un hombre lobo evitó todas las medidas de seguridad y se presentó en medio del baile . Luego oi que dos alumnos que habían estado en el bosque prohibido habían sido heridos por él.Por eso me pica la curiosidad por saber quiénes son.

Arthur esbozó una mueca que, si bien trataba de ser una sonrisa, no se reflejaba en su mirada.

-Sinceramente, no lo sé todavía -declaró dejando entrever cierta incomodidad en sus palabras- me perdí la última clase de artes quiméricas y nadie todavía me ha dicho lo que hicisteis, aunque... en el baile de Halloween te vi hacerlo.

Arthur se frotó distraídamente una mejilla con la mano, con la mirada perdida, contemplativo.

-¿Arctíficio?... ¿Artíficus?, creo que era algo así.

Oliver sonrió ampliamente al ver a Ardeen. ¡Por fin había llegado!

-¡Ardeen me ha salido! ¡A la primera! ¡Que bien! -exclamó, y dió un saltito y todo. - ¿Tu ese conjuro lo habías aprendido ya o era de los que te faltaban? - le preguntó, para después volver a dirigirse a Perry, al escuchar su explicación sobre lo que sucedió en el baile de Halloween.

-Eso había oido en clase pero... ¿De donde había salido el hombre lobo? Jo, que rabia, tuvo que ser una pasada... Aunque me pregunto quien estaría en el bosque prohibido... ¿Tu sabes algo Ardeen? - le pregunto a la chica, para ver si ella estaba mas informada sobre el tema. En cuanto a Cassius, en cuanto ve que aparece su acompañante Slytherin supone que ya no se acercará. Bueno, el al menos había sido amable con ellos, ya decidirían ellos si unirse o no al grupo...

Ar-ti-ffi-cus Corrijo, moviendo la mano segun la entoncación de la palabra para ser usada en el conjuro. Sí, un conjuro de lo mas util... Sirve para cambiarte de ropa. En pocas palabras, intercambias tu ropa por otra tuya que este, por ejemplo... en tu baul.

Hay que estar muy concentrado, tener muy claro que te quieres poner, y sobretodo, donde esta... si algo sale mal... Bueno, aquel dia te perdiste a uno de Ravenclaw en ropa interior.  No puedo evitar reir, al recordar aquel dia en clase.

Bueno, atento, fijate bien en todo lo que haga y como pronuncio. Recuerda concentrarte en tu baul, la ropa y en que es lo que quieres ponerte.  Carraspeo.  Primero estiras el brazo, con la varita señalando hacia el frente. Luego haces un arco con el brazo, girando la muñeca hacia ti, apuntandote y finalmente, das un golpecito con la varita, señalandote.

Tal y como digo, repito los gestos que acabo de mencionar, y cuando doy ese golpecito, digo con decision y alzando la voz ¡Artifficus! El traje que llevo, liso y negro cambia sutilmente. A pesar de ser el mismo estilo, ahora el traje lleva rayas verticales, y la corbata es de un verde Slytherin.

Bajo la varita, tras realizar el conjuro, con un claro gesto de autosatisfaccion por el trabajo bien hecho. Llevo las manos a la corbata, ajustandola como es debido, y acto seguido, me dirijo a Arthur.

Adelante, hazlo. Le invito, señalandolo ahora con la mano abierta.

- El Profesor Lupin dijo que el hombre lobo vivía en el bosque oscuro. ¿No es increible? Yo alucino, que nos dejen vivir tan cerca de un mosntruo así .