Partida Rol por web

Harry Potter y la Nueva Generación

En el exterior: El puente zigzagueante

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05/03/2014, 03:57
Director

El Puente Cubierto o de Madera une la Torre del Reloj con el Círculo de Piedra, donde se encuentra el Reloj de Sol. Originalmente tenía un aspecto destartalado, zigzagueante y daba la sensación de que iba a derrumbarse en cualquier momento.
Después de la Batalla de Hogwarts, quedó completamente en ruinas. Los profesores estuvieron tan ocupados reparando el resto del castillo, que se olvidaron de este puente. Cuando el profesor Neville Longbottom entró como docente mandó reconstruirlo, quizás porque ser el principal responsable de su destrucción.
En un principio, se quiso utilizar madera del Bosque Prohibido, para que el puente estuviera hecho de materiales autóctonos. Sin embargo, los centauros se negaron categóricamente, así que acabaron usándose árboles irlandeses. Quedó casi con el mismo aspecto que el original, solo que más nuevo y completamente recto. Esto no gustó a los más puristas, que recordaban sus defectos como parte de su perfección. Así que con un simple hechizo curvador devolvieron al puente a su estado zigzagueante.

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05/03/2014, 12:56
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Antes de enfilar hacia el reloj solar, a través del puente, las chicas habían pasado por el patio de la Torre del Reloj. Se habían quedado unos momentos admirando la fuente que decoraba el centro de la plaza y habían buscado alguna reacción de Asterope ante las cuatro estatuas de águilas devorando una serpiente. No podían impedir pensar en el triunfo de Ravenclaw sobre Slytherin, sino, ¿qué sentido tenía?

Al entrar en el puente, las gemelas batieron palmas. Era un sitio genial. Se podía correr y se notaba como el puente vibraba y se movía. Para alguien con vértigo aquello podía suponer una experiencia aterradora, ¿pero acaso el terror y la diversión no eran iguales?

Pero esta vez en lugar de correr, ambas escoltaban a Astro, tenían muchas cosas que preguntar.

Bletchley, ¿sabes? ese apellido nos suena, empezó Orsolya.

Sí, ha habido varios de esa familia en esta escuela, confirmó Erzsébet antes de darle a Asterope oportunidad de decir nada.

En realidad sabían algo más de los Bletchley, al igual que de los Lestrange y de casi cualquier apellido de los actuales alumnos de Hogwarts que tuviera un linaje que se remontase muy atrás.

Asterope es un nombre bonito, cambió de tema Erzsébet.

¿Tienes hermanos?, preguntó Orsolya, demostrando que las gemelas realmente no eran una mente colmena, sino que cada una pensaba por sí misma.

Cuando llegaron a la mitad del recorrido, las crías se asomaron por un lateral y soltaron un: ohhhh, de admiración ante la gran caída.

Podríamos haber traído las escobas, sonrió con malicia Erzsébet, recordando uno de los muchos planes que habían ido pensando durante el mes que llevaban en la escuela.

Notas de juego

The fountain in the middle of the courtyard has four statues of an eagle devouring a snake, which is a representation of the Coat of arms of México, a reference to the Prisoner of Azkaban's Director nationality.

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05/03/2014, 14:42
1ºS - Asterope Bletchley

En el camino por los pasillos, Asterope había estado bastante silenciosa. Al contrario que las gemelas, que habían parloteado sin pausa. Ella se había limitado a asentir, negar y contestar amablemente con frases cortas. No sabía qué más decir y el entusiasmo de esas chicas le seguía poniendo un poco nerviosa.

Salieron las tres al patio y se pararon ante una fuente con cuatro estatuas muy peculiares. Notó cómo se clavaban en ella cuatro ojos, probablemente esperando algún tipo de comentario. Así que, con una sonrisa en la cara, habló. Está claro que a los Slytherin se nos ha considerado como los malos, cuando no somos más que otra víctima de un enemigo mucho más peligroso. Lo dijo de broma. Pero no pudo dejar de pensar en la fama de orgullosos y extremadamente competitivos que tenían las águilas. Dos cualidades, por cierto, presentes también en la pequeña Bletchley. Había escuchado, incluso, que los Ravenclaw se adjudicaban a miembros notables de otras casas como de la suya. Pero dudo que alguien hubiera hecho esto para demostrar la superioridad de unos sobre otros. No le habrían dejado. Al fin y al cabo, se supone que todos somos iguales. Quizás haya algo en la biblioteca sobre la simbología del arte en Hogwarts.

Siguieron caminando. Nada más llegar al puente, Asterope admiró las vistas que podían contemplarse desde las alturas. ¿Cómo era posible que, después de casi un mes de colegio, no hubiera pasado por allí? Entonces el parloteo de las tejonas empezó a centrarse en ella. Hacían preguntas y comentarios sin parar, sin esperar respuesta de su parte.

Cuando por fin se detuvieron a respirar, Asterope pudo contestarles. Pues sí, ha habido bastantes Bletchleys antes que yo aquí. Le resultaba extraño que lo conocieran, pues hacía años que su familia había desaparecido de la sociedad mágica. Aunque, si les sonaba, estaba claro que no era por nada bueno.

Vosotras sois extranjeras, ¿verdad? Qué raro que os suene mi apellido, no sabía que había traspasado fronteras. Creía que no había traspasado ni el umbral de su casa. ¿De qué familia sois? Dudaba que fuera a conocerla. Aunque sus padres y abuelos conocían a magos de otros países, apenas le habían hablado de ellos a la pequeña. Se habían centrado en las "buenas" familias británicas.

No sabía si el cumplido a su nombre era real o no. Al fin y al cabo, no les había costado nada cambiarlo por el "Astro" que las elfas usaron en la medalla de la fiesta. Empezaba a pensar que esas dos tenían algo que ver en la elección del apodo, pero no estaba segura.

No, no tengo hermanos. Soy hija única. Algo que nunca le había importado, pues le encantaba estar sola. 

Ante el comentario de las escobas, a Asterope se le saltó el chip deportivo en su cerebro. ¿Os gusta volar? ¿Jugáis al Quidditch? A mí siempre me ha encantado. Y, aunque hacía mucho que no montaba en escoba, deseó subirse a una en ese momento para ver toda la zona desde el aire.

De hecho, si por algo me hubiera gustado tener hermanos, habría sido para jugar y volar con ellos. Con su abuelo estaba bien, pero no era tan divertido. ¿Vosotras tenéis algún hermano más? Mientras formulaba la pregunta se le pasó por la cabeza que, si ella hubiera parido a esas dos terremotos, se lo habría pensado dos veces antes de volver a tener otro hijo. Parecían muy simpáticas, pero te agotabas solo de escuchar la velocidad a la que hablaban.

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05/03/2014, 23:36
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Las gemelas encogieron los hombros ante la contestación de Asterope, cuando aún se encontraban en la plaza. Nosotras pensamos que las casas son una tontería. Ni los Slytherin son malos ni los Ravenclaw inteligentes, comentó Erzsébet. Fíjate por ejemplo, si tenemos en cuenta los pajarillos de nuestro curso, son sosos, apáticos y encerrados en sí mismos. ¿Y los gatos? Son más bien lentos, solo tienes que fijarte en el niño Weasley. Una deshonra para su familia, la verdad. Y... Iba a seguir hablando del ridículo personajillo que era Anthony, pero aunque Erzsébet era abierta, aún no conocía lo suficiente a Asterope para saber qué cosas podían o no hablar. Bueno, que no creo que una casa como grupo signifique demasiado, sino que cada individuo somos como somos, distintos. Tenía gracia que aquello lo dijera una niña que pensaba casi siempre lo mismo que su hermana.

Orsolya se había quedado mirando a su gemela. ¿Qué hacía hablando mal de los demás en abierto? ¡Eso solo lo hacían entre ellas!

Ya en el puente, las niñas afirmaron con la cabeza ante lo dicho por la chica. Claro que lo sabían. Los Bletchley no es que fueran una familia de primera o segunda categoría, pero estaba por encima de la media.

Erzsébet batió las pestañas ante su pregunta. ¿En qué se nos nota? Fue Orsolya la encargada de contestar a la culebrilla. Bueno, no sé si será muy conocido o no, pero con demasiado tiempo libre en vacaciones y nos dedicamos a buscar familias mágicas. Casi todas las que son sangre pura durante al menos un siglo aparecen registradas en un sitio u otro, si sabes donde buscar, explicó Orsi.

Erzy tomó el relevo. Bah, nuestra familia es humilde, dijo con toda la modestia que fue capaz. Al fin y al cabo, llevar una tienda de artículos muggle no era algo que hiciera que fueran demasiado queridos en la comunidad purista. Somos Padurearu Thurzó. Sabían que las raíces de ambas familias se remontaban durante generaciones, pero la huida de Rumania había supuesto que las crías al ser demasiado pequeñas olvidaran muchas cosas. Les había sido imposible encontrar referencias a sus propios apellidos en la biblioteca de padre. De Rumanía. Aunque mamá es húngara, como Árpád, terminó de explicar la cría.

Ohh, se lamentó Orsolya ante la revelación de ser hija única. ¿Tú también tienes un amigo invisible, como Sara?, no pudo evitar preguntar. ¡Calla, O!, dijo afectada Erzsébet. Bueno, continuó Orsolya, que si tienes, no pasa nada. Pero que los amigos de carne y hueso son más divertidos, levantó los hombros.

Siiiii, corearon ambas niñas a la vez.

E: El Quidditch es genial.

Volar en escoba mola un mogollón: O

E: ¡El equipo nacional de Transilvania es genial!

Siii, en el partido de 1473 cometieron todas las setecientas faltas posibles: O

E: También nos gusta los Vratsa Vultures.

En realidad tenemos un equipo favorito para cada país: O

E: ¿Tú de qué equipo eres?, preguntó finalmente a Asterope, poniendo fin a la pequeña ronda de respuesta-respuesta de las gemelas.

Sí, tenemos dos hermanos más, contestó Orsolya. Uno mucho mayor que nosotras, y otro pequeño. Es con el mayor con el que jugamos. Este verano conseguímos devolverle la afición al vuelo que había perdido durante los últimos años.

Volviendo a recuperar el paso, las crías finalmente llegaron al final del puente, entrando en uno de los parajes más chulos de Hogwarts.

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06/03/2014, 00:49
1ºS - Asterope Bletchley

Asterope no se quitaba de la cabeza la idea de que esas chicas eran muy raras. Pero le agradaba ver que no hacían demasiado caso a todo esa rivalidad que había entre casas. Ella estaba muy orgullosa de Slytherin, por supuesto. Y quería que ganara la copa de la casa, eso significaba que todos habían aprendido mucho y bien. Pero siempre pensó que menuda tontería era enfrentarse con el resto como hacían Anthony o Linc. ¿Acaso el resto de fundadores no eran también magos admirables?

Ellas parecían tener más problemas con la gente en particular que con los grupos en general. Y eso le parecía divertido a Asterope, pues, aunque no lo dijo, compartía gran parte de sus opiniones.

Le sorprendió la pregunta de una de ellas. ¿Que en qué se os nota? Miró con incredulidad. No tenéis unos nombres muy británicos, que digamos. ¿Rumanas, habéis dicho? Padurearu Thurzó... Ni idea. Es curioso, vuestra casa está llena de alumnos de la zona. ¿Tendría Helga Hufflepuff admiración por los inmigrantes centro-europeos? Qué pena que no la tuviera también por los rusos, así nos habríamos librado de Anthony...

Mi abuelo tenía un libro sobre las familias mágicas del país. No era una lectura muy agradable. Básicamente, ese ejemplar alababa la pureza de la sangre y destacaba los mejores rasgos de los linajes tradicionales de magos y brujas, mientras que despotricaba vilmente contra familias mestizas o con ascendencia muggle. Servía para conocer apellidos, pero poco más de utilidad podía sacársele.

¿Amigo invisible? La niña puso cara pensativa. ¿Dices como un fantasma? No, esos son transparente, no invisibles. ¿O alguien con una capa de invisibilidad? Asterope no tenía ni idea de a qué se referían. ¿Cómo se tiene un amigo al que no puedes ver? Pues, no sé. Yo todos los amigos que tengo son de aquí del colegio y todos de carne y hueso... y los veo. Seguía sin comprender muy bien el concepto por muchas vueltas que le diera.

Le costó un enorme esfuerzo seguir la conversación sobre Quidditch. Las gemelas hablaban al mismo tiempo y con tanta emoción que casi asustaban. Yo no conozco muchos equipos de fuera. De aquí sigo a los Murciélagos de Ballycastle. Es un equipo irlandés. Yo soy galesa, pero mi abuelo es de Irlanda, así que siempre los ha apoyado y yo también.

Pues vuestro hermano es como yo, entonces. De más pequeña volaba a diario y mi abuelo me estuvo entrenando para ser bateadora de Quidditch. Pero luego lo dejé. Y qué disgusto se llevó Miles Bletchley. Hace algo así como un año.

Cuatro hermanos... ¿Serán los otros dos igual que ellas? Mientras pensaba en cómo sería criar a cuatro niños con más energía de la que sus pequeños cuerpos pueden albergar, llegaron al final del puente.

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06/03/2014, 01:25
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

¿Como que no tenemos nombres británicos?, preguntó Erzsébet con falsa preocupación. A continuación se rio. En realidad nuestros nombres son húngaros y sus modalidades inglesas son muy chulas. Pero igualmente, Erzsébet y Orsolya tienen un je ne sais quoi que nos hace más enigmáticas, sonrió la pequeña con su mejor mueca misteriosa.

Bueno, quien dice amigo invisible, dice amigo imaginario, se explicó Orsolya. Tenemos en nuestra casa una chica que es hija única y que le da gracias a su amigo imaginario por la comida, por haber despertado todas las mañana y porque el sol sale a la hora de siempre.

Sí, un poco rarita, aportó Erzsébet, haciendo un gesto de locura con el dedo en su cabeza. Ambas levantaron las cejas en señal de no entenderlo.

Volviendo al tema de Quidditch, las chicas apreciaron el gusto de la niña por su selección de equipo. Sí, conocemos a los murciélagos. Ambas entonces corearon: I'm just batty about Butterbeer! Se rieron. Aquel anuncio era genial y el equipo irlandés era bastante bueno. La verdad es que asumían que los Buitres de Vratsa habían visto mejores tiempos, pues ahora perdían siempre que salían de Bulgaria.

Bueno, dijo Orsolya. Hay cosas muy divertidas que se pueden hacer volando y no todas tienen que ver con el Quidditch. Verás como conseguiremos devolverte la magnífica adicción que supone caer en picado con la escoba como única salvaguarda.

Notas de juego

Al jardín del reloj solar

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06/03/2014, 02:09
1ºS - Asterope Bletchley

¡Erzsébet! Así se llama la segunda gemela. Que no se me olvide. Mientras seguían hablando, Asterope repetía en su cabeza una y otra vez los nombres para que se le quedaran bien fijos. Erzsébet y Orsolya. Orsolya y Erzsébet. Eran como un trabalenguas hasta para la mente. No quería ni volver a pensar en los apellidos.

Le resulto cuanto menos curiosa e interesante la información sobre la chica de su casa. Le parecería lógico que diera las gracias a los elfos por la comida, al sol que la despierta por la mañana y al movimiento terrestre por hacer que este saliera. Pero no que se inventara un "amigo imaginario" a quien agradacer todo. ¿De verdad hace eso? No me parece un comportamiento muy normal. Quizás ha sufrido un trauma la pobre y ve cosas y a gente que no existen. Ella bien conocía los síntomas de la paranoia y la locura y, sin tratar, esa niña podía ser un peligro para ella misma y para los demás. ¿Y nadie la ha llevado a San Mungo? Ahí hay muy buenos especialistas.

Sonrió al escuchar el eslogan del anuncio, que tantas veces había visto en los partidos de Quidditch. Le encantaba cuando lo emitían, porque era entonces cuando su abuelo le compraba una refrescante cerveza de mantequilla, sin la cual no podría aguantar las calurosas horas en el campo.

¡Sí! Yo me tiraba muchas veces en picado con la escoba por acantilados que hay en el mar. Bueno... más bien mi abuelo me tiraba, como parte del entrenamiento. Para probar mis reflejos y saber cómo reaccionar. Esos buenos momentos familiares le hacían añorar su casa... un poco. La verdad es que liberas un montón de tensión.

Notas de juego

Al jardín del reloj solar

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06/03/2014, 05:37
Director

El jardín del Reloj de Sol es un pequeño montículo plano que contiene un círculo de grandes piedras. Se encuentra en terrenos de Hogwarts, justo al otro extremo del puente zigzagueante. Las piedras conforman un reloj solar.

Fuera del círculo, una pequeña construcción de piedra con puerta de madera sobresale de una arboleda que baja por el borde de la meseta. No se sabe si los árboles conforman las paredes de la cabaña, pues están tan juntos que el único modo de acceder parece ser la puerta.

En invierno, es de los primeros parajes que se llena de nieve.

 

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06/03/2014, 12:11
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

El jardín para alguien realmente entendido podía ser dividido en dos zonas. Una corona circular exterior, muy parecida a Stonehenge con el que probablemente se podía predecir fechas y usar como punto de observatorio astronómico; y un área interior que hacía realmente las funciones de reloj solar.

Círculo exterior:

Área interior:

Todo elevado sobre una meseta. Al norte, la pequeña arboleda con una construcción de piedra sobresaliendo, enmarca un puerta de madera cuyo ojo de cerradura parece no existir; pues aunque hay un recuadro de cerrajería, éste es liso y sin relieves. Los grandes goznes que debería ser capaz de sostener una madera tan pesada no están a la vista y realmente parece como si la hoja estuviera soldada a la piedra.

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06/03/2014, 12:19
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Cuando las crías al fin llegaron al otro lado del puente, se separaron durante unos minutos. Corrieron entre las piedras de la corona exterior y revisaban algunas de las grandes rocas verticales, como si estuvieran cerciorándose de algo.

Regresaron a donde estaba Asterope y saludaron a Mat que acababa de llegar. ¡Eres un tardón!, le regañó Erzy.

Mirad, venid, urgió Orsolya a sus acompañantes, dirigiéndoles hacia el centro de todo aquello, donde una gran aguja lanzaba su sombra sobre unas piedras bastante más pequeñas que aquellas del exterior.

Animadas como estaban, eran casi incapaces de quedarse quietas y calladas, pero aún así, no estaban dispuestas a soltar prenda hasta que alguno hiciera alguna pregunta o sugiriera algo.

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06/03/2014, 13:57
1ºS - Asterope Bletchley

Cuando salieron del puente, Asterope no pudo reprimir un ¡Oooooh! de asombro. Un enorme círculo de piedras rodeaba un reloj de sol. Todo muy en consonancia con la naturaleza. Por aquí sí que quiero volar. Eran tan altas las piedras y el círculo tan grande, que difícilmente podías percibirlo todo en conjunto. Pero desde el aire, sería muy distinto.

¡Es tan bonito! Tengo que venir con Linc. ¡Seguro que le encanta! ¡Y se le quitaría la cara de preocupación! Y con lo que le gusta volar, le diré que coja su escoba. Aunque no me extrañaría que se trajera también a Ithan para hacer carreras aéreas... Estos chicos... Siempre compitiendo. Se dio cuenta que se estaba desviando del tema, así que volvió a la realidad.

Justo entonces escuchó algo por detrás. Cuando se giró, vio al chico callado de Hufflepuff que las había alcanzado. Hola. ¿Matt, verdad? ¿Has visto lo que hemos encontrado? Seguramente los alumnos mayores ya lo conocían, y parecía que las gemelas también, pero para ella era todo un descubrimiento. Creo que estas chicas querían hacer algo aquí. No sé qué dijeron en clase de misterios, pero no sé que tendrán pensado. ¿Tú sabes algo? Quizás le habían comentado algo a su compañero tejón.

Cuando se acercaron a ellos para llevarlos al centro, Asterope cruzó el círculo de piedras hasta el reloj de sol. Parece tan antiguo. ¡Será muuucho más viejo que el propio colegio! De la era del Magioceno... La época más importante, pues, según los grandes historiadores mágicos, fue cuando un enorme grupo de homínidos dejaron su naturaleza muggle.

La pequeña apenas había viajado, ni siquiera por su propio país, pero había visto fotografías de Stonehenge: un conjunto de piedras del que los muggles creían que sus antepasados lo habían construido. ¿Cómo podían pensar que alguien, sin magia y en aquella época, podía levantar todos esos bloques? En realidad, había sido unos magos astrólogos que lo usaban como ahora los modernos usan cartas astrales. Se ve que no encontraron una forma de hacerlo con materiales más pequeños. Y, por el aspecto del monumento que tenía delante, parecía que no era el único.

Miró a las gemelas, que estaban nerviosas y emocionadas. ¿Vamos a predecir el futuro? Os advierto que no se me dan muy bien esas cosas. 

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06/03/2014, 16:03
1ºH - Matthew Williams

Matthew resoplaba al intentar correr al mismo ritmo que las gemelas, cosa que no pudo hacer, para eso debía comer mucho más azúcar, y ni aún así estaba muy seguro de que pudiera igualar su vitalidad.

Al principio se quedó sin palabras, tanto por el hecho de recuperar aliento como para admirar aquel sitio. La verdad es que la carrera había merecido la pena, hubiera sido una lástima terminar el curso sin haber puesto los pies sobre ese lugar.

-Hola, Asterope- dijo, recordando el nombre de la alumna de Slytherin por las clases en las que habían coincidido- pues la verdad es que yo tampoco tengo ni idea de qué traman o de los misterios que nombraron antes.

Dubitativo, miró a sus compañeras de casa para luego preguntarles lo que empezaba a impacientarle ya.

-La verdad es que el sitio es bastante chulo, pero antes dijisteis algo de un misterio... ¿a qué hemos venido aquí?

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06/03/2014, 23:57
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

¿Magioceno?, pensó Orsolya mientras escudriñaba a Asterope. ¿Como podía una niña de once años conocer eso? Bueno... Unas niñas que no fuera ella misma y su hermana. Uhm..., murmuró para sí, mirando a Erzsébet por si la chica también se había dado cuenta. Erzy le hizo un gesto afirmativo con la cabeza. Estaba claro que la gente inteligente NO estaba en Ravenclaw.

Ahora veréis, anunció Erzsébet adelantándose hacia el centro del reloj solar.

No sabemos si será predecir el futuro, pero seguro que no os esperáis lo que va a pasar..., sonrió misteriosamente Orsolya.

Al llegar a la altura de la gran aguja que producía una sombra fruto del sol horizontal, una nueva sombra apareció. La nueva sombra, surgiendo de los pies de la niña era demasiado alargada y apuntaba en una dirección totalmente imposible. Si la sombra de la aguja apuntaba a la una de la tarde, en posición de 30º de altura solar y 200º de azimut, la sombra de la niña parecía completamente aleatoria, como si el reloj solar se hubiera vuelto loco o un segundo astro alumbrara tanto que crease una sombra que competía con la del rey Sol. La sombra de la niña acababa en una de las altas rocas de la corona exterior.

Erzsébet saltó y dio palmas. Salió corriendo y dejó que su hermana ocupase el puesto que ella anteriormente había ocupado.

Otra sombra totalmente imposible y muy distinta a la de Erzsébet surgió de los pies de Orsolya, apuntando hacia otra de las altas piedras del anillo.

Las chicas volvieron a juntarse con Matthew y Asterope, ambas con una sonrisa tan grande que competía con la de Booky, el bibliotecario.

¡Ahora vosotros!, les animó Erzsébet.

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07/03/2014, 01:04
1ºH - Matthew Williams

El chico miró incrédulo a las gemelas y lo que hicieron. Aquel sitio no era no era normal, sin duda, y a pesar de que Matt había sido educado como mago desde que nació, no había visto nunca nada igual.

-Supongo que ahora voy yo- dijo cuando las hermanas Padurearu le miraron a él y a Asterope para que les siguieran.

Casi como no esperaba si con él fuera a funcionar igual de bien que con sus compañeras, se acercó lentamente a la aguja de aquel extraño reloj. Imitándolas, se puso en esa posición para ver si la reacción con él era la misma que con ellas... y al ver como una sombra que difícilmente podría reconocer como suya se permitió un suspiro para sonreír después. Parecía funcionar, y cuando su sombra apuntaba a una roca gigantesca del lugar se dirigió a Asterope.

-Ahora solo quedas tú- dijo, esperando ver la reacción que todo aquello produciría y si habría algo más después de aquello.

Notas de juego

Desconozco totalmente el universo Harry Potter, pero supongo que pasará lo mismo que con las gemelas si me sitúo antes la gran aguja.

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07/03/2014, 01:15
1ºS - Asterope Bletchley

Asterope se quedó observando a la gemela de ojos azules mientras se colocaba en el centro del reloj. Al principio no vio nada asombroso. Pero entonces se fijó en que la niña tenía la mirada en el suelo. Y vio cómo una sombra extremadamente larga se extendía desde sus pies hasta una de las piedras. Pero... Si... Su cabeza, siempre llena de lógica y razonamientos, no supo encontrarle sentido a eso. Lo poco que había leído sobre los monumentos megalíticos astrales no hacía ninguna referencia a eso.

Cuando la gemela de ojos verdes sustituyó a su hermana, ocurrió exactamente lo mismo, solo que su sombra se dirigió a una piedra diferente. Qué aparato tan extraño este reloj. Claramente estaba lleno de magia, de eso no había duda. Y era fascinante el poder que mostraba. Pero seguía sin saber cuál era su utilidad ni cómo funcionaba exactamente.

¿Nosotros? No le convencía del todo la propuesta de las gemelas. Al fin y al cabo, no sabía de qué se trataba todo eso. Pero habiendo visto que ellas habían salido ilesas de ahí, supuso que no habría peligro. Matt se le adelantó y pudo comprobar que a él también le ocurría lo mismo que a sus compañeras. 

Le llegó el turno. Tenía los puños apretados, el cuerpo en tensión y los ojos cerrados, como si esperara que las piedras empezaran a lanzarle miles de rayos mortales. Un par de segundos después, abrió uno de los ojos y comprobó que sus pies y una cuarta piedra también estaban como unidos por una sombra larga, que se rebelaba contra la luz del Sol.

¿Cómo es esto posible? ¿Es algún tipo de...? No se le ocurría nada. ¿Qué es? Lo único que le había quedado claro es que no era un simple reloj de sol.

Se giró hacia las gemelas. ¿Sabéis algo de este sitio? ¿Cómo es posible que no lo mencionen en "La historia de Hogwarts" o en "Un extraordinario acercamiento al los terrenos de Hogwarts"? ¡Es digno de un capítulo como mínimo para él solo!

Caminó hacia la piedra. La superficie no era lista, pero no se fijo demasiado en ese momento. No se atrevió a tocarla con la mano, así que sacó su varita y le dio un par de golpecitos sin pronunciar ningún hechizo, solo para comprobar que no pasaba nada.

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07/03/2014, 01:34
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Las crías iban ensanchando sus sonrisas -si es que eso era posible- al descubrir que no solo con ellas ocurría aquel fenómeno, sino también con: 1.Chicos y 2. Otras casas que no fuera Hufflepuff. Además, era divertido ver los gestos asombrados y totalmente incrédulos en los rostros de Matthew y Asterope.

Aplaudieron cuando primero el chico avanzó para que su sombra seleccionara una piedra. Como un ente propio, la sombra giró a su alrededor antes de apuntar hacia una de las grandes rocas, igual que pasó con ellas la primera vez que se ofrecieron al juicio de las Piedras Molonas -como ellas las llamaban-.

Le dieron palmadas de felicitación en la espalda, como si acabara de ser seleccionado de nuevo para la casa H-tejón por el sombrero mágico. Genial, Mat, exclamaron totalmente sinceras y con alborozo.

Volvieron a aplaudir cuando con Asterope se repitió la acción indecisa de su espectro oscuro hasta que finalmente eligió una cuarta roca, totalmente distinta a las anteriores tres.

Algo, pero no demasiado, contestó Orsolya a Asterope ante su pregunta de si sabían algo, bamboleando la cabeza con una sonrisa de auténtico orgullo.

Los relojes del castillo se graduan con este reloj solar, apuntó Erzsébet. Aquello no era nada fuera de lo ordinario, pero de lo que sabían era lo único que estaban dispuestas a revelar.

Se acercaron con Astro hasta la piedra que le había tocado y la vieron sacar la varita. Abrieron los ojos con sorpresa y algo de ánimo al ver que la chica parecía seguir la lógica que ellas habían seguido en su momento.

Colócate en tu piedra, gritó Erzsébet a Mat antes de salir ella misma corriendo hacia la suya.

No hagáis nada aún, se cuido de avisar Orsolya mientras ella iba a su propia roca. Antes de llegar, volvió corriendo hasta Matt, al recordar no haberle visto en la clase de Adivinación. Le enseñó rápidamente el movimiento de varita, la pronunciación de las palabras y como conjurar el Leg Magiem. Volvió a marcharse corriendo.

Cuando los cuatro estuvieron colocados, fue Orsolya la que tomó la palabra. Sacad la varita y apuntad a la piedra. Usad el Leg Magiem. A la cuenta de tres.

Erzsébet: 3, 2, 1, ¡Leg Magiem!

Orsolya: ¡Leg Magiem!

Algo peculiar ocurrió en las cuatro piedras. Se llenaron de inscripciones. En el caso de Erzy y Orsi, éstas inscripciones eran en rumano y húngaro, los dos idiomas que mejor dominaban las crías. Para Asterope y Matthew, bueno, ellos sabrían lo que pondría...

Aunque fueran gemelas, cada una de sus rocas relataba cosas distintas.

Orsolya releyó lo que ya había leído en otras ocasiones. Relataba cosas de su familia más cercana, e incluso ciertas premoniciones sobre su futuro que realmente no era capaz de creer. También en todo aquel círculo de texto, que aparentaba el laberinto de un minotauro, había números diseminados. Creía saber de qué podía tratarse, pero hasta ahora, todo lo que ella y su hermana habían intentado, no había funcionado.

El rombo de texto de Erzsébet, aparentando un diamante con incisiones narraba algunas historias que su padre le había contado de pequeña pero más crudas, seguramente con los finales correctos a cada cuento. La muerte de su hermano en Târgoviste ocupaba una gran porción del relato. También entremedias encontraba números, distintos a los de su hermana.

¡Ya!, anunció Orsolya cuando acabó de leer lo suyo. Casi al instante, también Erzsébet, secándose las lágrimas que no había podido impedir que salieran al volver a leer sobre lo ocurrido en su ciudad natal, gritó: ¡Ya!

Notas de juego

Anti, esto es totalmente ajeno al universo H.P. Así que no te preocupes. =)

No sé si Mat conocerá el Leg Magiem... Si no es así, trata de realizar el conjuro con el -5. O si quieres darte por "ayudado", utiliza el +1. Y si conoce el Leg Magiem, pues haz como yo y dalo por bueno.

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07/03/2014, 12:46
1ºS - Asterope Bletchley

Asterope estaba completamente segura de que las gemelas sabían más sobre ese lugar de lo que querían soltar sus lenguas. Parecía que se divertían haciéndoles pasar a Matt y a ella por una especie de gymkana mágica, en la que ellas les iban guiando y dejando que descubrieran ellos solos el poder de ese reloj solar.

Cuando propusieron lanzar un Leg Magiem a la roca, Asterope se sorprendió al comprobar que lógica había sido la correcta, pues ya tenía pensado intentar descubrir algún texto oculto en la superficie después de cerciorarse de que el monolito era seguro.

Así que, a la de tres, pronunció las palabras mágicas ¡Leg Magiem!

La piedra de Asterope se llenó de palabras. Textos en galés que relataban errores del pasado de los Bletchley y textos en inglés que narraban el futuro que tendría si tomaba las decisiones correctas: un futuro tan perfecto que no sabía si podría ser cierto todo. Claro que eso solo pasaría making the right decisions, como repetía una y otra vez. Leía asombrada todo lo que ese objeto inanimado sabía. De hecho, contaba muchas cosas que Asterope ni siquiera conocía, que le hacían sentir incluso más vergüenza de las acciones de su familia.

Entre las líneas había números grabados, pero no supo encontrarles un significado. ¿Señalarán fechas? ¿O es algún tipo de código? ¿Pero un código para qué? No, será otra cosa, digo yo... ¡Páginas de libros! ¿Libros? ¿Pero qué libros? No, eso no tiene sentido. ¡Coordenadas! Hmmm... no sé yo para qué servirían.

Todo estaba envuelto en un círculo de palabras que se repetían: Mhín gein, mhín fola. La pequeña sabía que era el lema de los Bletchley, de las pocas palabras que conocía en el idioma de su abuelo.

Cuando terminó de leer, gritó ¡Ya! Se preguntó que habrían leído los demás. Si también había historias familiares, predicciones y números aleatorios -o no tan aleatorios- en las piedras de los tejones. Y deseó que no supieran nunca lo que ella había leído.

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07/03/2014, 19:18
1ºH - Matthew Williams

El juego, como él supuso, seguía, las sombras solo eran el preámbulo de algo. Aunque, viendo las caras de las chicas cualquiera diría que se trataba de un juego... eran alumnos de primero pero todo aparentaba a que estaban tratando con magia poderosa. Mucho más que ellos mismos, o al menos, más poderosa que él.

Por un instante dudó, ni siquiera conocía bien el hechizo que había que pronunciar. Pero sus dudas se debían a otra cosa, a juzgar por las expresiones que ellas tenían las palabras que surgían de la roca no aportaban buenas noticias, todo lo contrario.

No seas un gallina, pensó. Has llegado hasta aquí, tendrás que llegar al final, te guste o no.

Con algo más de determinación, aunque tampoco mucha, levantó la varita e imitó los gestos y palabras que las gemelas habían utilizado antes, intentando comprender el conjuro a cuya clase no había asistido.

-Leg magiem- como si esperaba su presencia allí, la roca se iluminó con caracteres, algunas letras.

Al leerlas, Matt no pudo creerlo. En esas palabras había constancia sobre cosas acerca de su padre que solo su madre y él conocían... cosas que eran mejor que siguieran en secreto, por su bien y el de todos. Las palabras le afectaron tanto que apenas se fijó en los símbolos y números que aparecían allí. Por un instante incluso cerró los ojos para asegurarse que aquello era su imaginación, pero ahí seguían aún cuando volvió a abrirlos.

-¿Por qué?- dijo mirando a las dos gemelas. Era lo único que podía pronunciar.

- Tiradas (1)

Motivo: Leg magiem

Dificultad: 10

Habilidad: 1+10

Tirada: 3 5 6

Total: 5 +1 +10 = 16 Éxito

Notas de juego

He supuesto que he recibido ayuda para hacer el conjuro. Kami, si no lo crees conveniente, no me lo valides ^^

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08/03/2014, 01:18
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

A diferencia de lo ocurrido las anteriores veces, ésta vez las palabras no se quedaron allí impresas. En otras ocasiones, solo al alejarse, todos aquellos fragmentos de texto habían desaparecido... Pero en aquel momento, lo que parecía cincelado en piedra empezó a hormiguear, y las palabras fueron juntándose en trazos más simples y estos trazos fueron uniéndose entre sí hasta hacer que el antiguo texto formase una sola palabra, distinta para cada uno de los cuatro niños.

Orsolya leyó la palabra Gyávaság, brillando en color verde. "Cobardía", en húngaro.

El texto de Erzsébet por su parte formó la palabra Fericirea, brillando en amarillo. "Felicidad", en rumano.

Ambas abrieron los ojos. Era la primera vez que ocurría aquello. Se miraron primero entre ellas y después a los otros dos alumnos que las acompañaban. ¿Tendría algo que ver que fueran cuatro?

¿Cobardía?, yo no soy cobarde, pensó Orsolya. Recordaba el momento exacto en que perdió el miedo a estar sola. Cuando al fin descubrió que sola era fuerte y no necesitaba la eterna compañía de su hermana. Hasta que se mudaron a Londres, nunca se había separado de Erzsébet. Los tutores les daban las mismas clases en el palacio, se divertían juntas en los campos de Târgoviste y apenas pasaban un momento solas. De las dos, ella era la más miedica. Pero fue llegar al internado muggle cuando fueron separadas. Cada una a una clase, a un dormitorio. Aquel día lloró, sintiéndose sola, desvalida. Pero al día siguiente despertó con un propósito. Dejó de tener miedo y no volvió a ser cobarde.

¿Felicidad? ¿Por qué aparece esto?, Erzsébet negó con la cabeza. No entendía nada. ¿Sería un augurio de futuro? ¿Quizás la palabra que la describía? Arrugó el entrecejo y puso morros de pato, tratando de entender aquello...

Notas de juego

Modifiqué mi post anterior. Ahora Orsolya te ha "enseñado" a hacer el hechizo, así que tu uso del +1 ya es válido. ^^

Edit:

Pista para vosotros. La idea es que la palabra sea un adjetivo que o bien describa a vuestros personajes actualmente, una cualidad que consiguieron hacer frente y contrarrestar, un momento específico en que sintieron ese, o cualquier cosa que se os ocurra a la que se le puede asignar una edad concreta de vuestros chic@s.

En el caso de Orsolya, superó la cobardía con 8 años. Erzsébet por su parte tuvo su recuerdo más feliz con 9 años.

Se me ocurre quizás Pudor para Asterope, que aún sigue teniéndolo con 11 años, o timidez para Matthew. Sea lo que sea, intentad que el número no se repita. =)

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09/03/2014, 23:50
1ºS - Asterope Bletchley

Justo cuando estaba a punto de apartarse de la piedra, vio cómo las letras escritas empezaron a desaparecer, cortarse, unirse, seguir desapareciendo. Hasta que solo quedó una única palabra: Vergüenza. Asterope supo verse reflejada a sí misma en ella. Y le pareció como si la piedra le estuviera abofeteando con ese término; como si le estuviera echando en cara que lo sintiera tan a menudo. Porque, otra cosa no, pero la pequeña tenía vergüenza para dar y tomar.

De lo que no estaba segura era de si esa piedra intentaba definirla únicamente o si ese mensaje tenía también como objetivo hacerla cambiar. De ser lo último, estaba claro que iba a ser difícil, porque llevaba así casi desde siempre, desde que tenía 3 años.

Fue entonces conoció a gran parte de sus parientes en una cena familiar y se sintió tan abrumada y amedrentada que estuvo escondida en un armario todo el tiempo, sin comer. Y ahí dentro, aunque tenía ganas de llorar por el mal rato que estaba pasando, no se atrevía porque también le avergonzaba que la escucharan. Ni siquiera quiso hablar con su prima segunda Rebecca, que había venido con sus padres desde Francia, y quería ser su amiga. Para ella fue un momento muy traumático. Aunque de esa edad se recuerdan pocas cosas, esto aún permanecía en su memoria. Ese día empezó a rechazar cualquier tipo de contacto humano, menos con su familia más cercana. Hasta su primer día en Hogwarts, cuando no le quedó otro remedio más que acercarse a la gente y hablar con ella.

Ese sentimiento de vergüenza no solo no se fue, sino que evolucionó. Un par de años después, su abuela empezó contarle historias de la familia mientras jugaba con ella. La señora pensó que le encantarían, pero solo le metieron miedo en el cuerpo de la niña. Ese miedo se convirtió en una sensación de deshonra cuando Asterope entendió lo que significaban dichas historias.

Tras revivir todo esto una vez más, Asterope giró la cabeza hacia el resto. Estas piedras saben demasiado, ¿no creéis?