Partida Rol por web

La Slytherin asintió, cuando Ithan le habló de enseñarle los dibujos- Claro, a ti si que te los enseñaré. - le dijo, con una media sonrisa, que se ensanchó ante su alusión a quedar por la tarde- ¡Si! Claro que podríamos quedar por la tarde... Incluso podriamos ir a algun sitio desde donde se vea todo el castillo... Tiene que ser muy bonito pintarlo al atardecer.

Se detuvo de repente, cuando escuchó a Ithan decir que creía que se había olvidado de su cita- ¿Olvidarme? ¿Como me voy a olvidar? Llevo desde que me lo dijiste deseando que... -se interrumpio ahi de repente, en un repentino ataque de vergüenza. Sin embargo, el hecho de notar la mano de el, aquella sensación reconfortante, hizo que la vergüenza pasara a un segundo plano- ...deseando que llegue mañana al mediodia. - acabo por confesar, deteniendose delante de su sala comun, asintiendo de nuevo a sus indicaciones- Dos platos, dos vasos, cubiertos. Lo recordaré. - dijo, dedicándole una radiante sonrisa.

Y entonces le dio aquel beso en la mejilla, que hizo que, de repente, Kendra casi llegara a flotar alli mismo. La Slytherin notó el calor en sus mejillas pero sonrio ampliamente, ilusionada con lo que acababa de suceder- Hasta mañana, Ithan. Que descanses. - lo despidió, siguiéndolo con la mirada, sonriendo, complice ante su gesto, para, acto seguido, perderse dentro de su sala comun.

Neil había salido del Gran Comedor para dar un paseo por los Jardines antes de ir a clase. Como la clase se impartía en los terrenos, podría pasarse algo más de tiempo.

Fue hasta su sitio favorito, en donde como de costumbre, encontró a London. Le acarició detrás de las orejas. Estaba sentado sobre la gran roca que yacía en la linde del bosque, la que tanta curiosidad le había suscitado a Neil desde el primer día.

Había practicado con ella varias veces Leg Magien, por curiosidad, pero porque algo le decía que podría ver algo escrito en la piedra. Faltaban pocos minutos para tener que irse. Neil se mordió el labio inferior, indeciso. Sacó la varita, pero sin tener muy claro lo que hacía, ni el por qué.

Leg Magiem susurró indeciso, no estaba seguro de si quería que el hechizo funcionase o no. Pero lo hizo.

Su varita vibró levemente y la piedra se iluminó, sobre ella aparecieron unas letras, finas y alargadas, que dibujaban imágenes en la roca hasta que se transformó en un texto.

Cita:

A los pocos segundos las palabras se desvanecieron. London maulló sinistramente, miraba fijamente al chico tieso como si estuviese hecho de marmol, sobre la roca. Neil dio un paso atrás, aún varita en ristre, algo asustado. Las palabras habían desaparecido aunque aún bailaban por su retina.

Neil se dio la vuelta y salió, no corriendo, pero a paso ligero.

Ithan llegó al jardín exterior, estirándose nada más llegar y mirando a su alrededor, frunciendo el ceño ante la luz del sol en la hora del crepúsculo. Pronto se haría de noche, y agradecía la ropa extra que se había puesto. Se quitó la mochila, sacando de esta en primer lugar a Albo, para que correteara libre por allí. - Libertad, campeón. Leathnú agus a conuer... mbaineann an cnoc a thabhairt duit!* - Bromeó en irlandés entre risas, observando como el animal echaba a correr como si le fuera la vida en ello, por el exterior.

Entonces, se dejó caer hacia atrás y cogió su varita, sosteniéndola entre sus dedos, observándola. Pasó los dedos por el largo de la madera de sauco, sintiendo el tacto de la madera, y tras eso observó los nulos detalles que tenía. Aun se preguntaba por qué no tenía el mismo núcleo que el resto de su familia, y acabó por lanzar un largo suspiro. Porque a él, aquel núcleo le parecía genial. Al igual que la madera, sin importar la superstición propia de muchos de sus hermanos. Y acabó por remangarse la muñeca izquierda, guardando la varita en el brazalete y volviendo a taparlo.

Acabó su manzana y miró el cielo, contemplando las primeras estrellas que comenzaban a aparecer. Estaba haciendo tiempo para que llegara Kendra, y si seguía retrasandose, no podrían dibujar nada, y él quería acabar su dibujo sobre los jardines aquella tarde. Tenía algo de hambre, así que rebuscó en la mochila, sacando una rana de chocolate y tras echarle un vistazo, se la llevó a la boca.

Será mejor que me entretenga con algo...

Decidió hacer algo de tiempo, cogiendo la mochila y sacando un libro. "Alicia en el País de las Maravillas" Y cuando lo abrió y comenzó a leer, la verdad sea dicha, su cara era un mapa.

¿Por qué molesta al conejo si le está diciendo que llega tarde?

Kendra apareció en los jardines, tal y como habia prometido a Ithan, poco después de que el chico se sentara a leer. Sin embargo, Ithan no tardaria en descubrir que, en esta ocasion, no venia sola, sino con una Asterope con la que venia charlando en un tono de voz bastante bajo.

La morena sonrio, nada más ver que Ithan ya se encontraba alli, deteniéndose a algunos metros, para alzar una mano y dedicarle una radiante sonrisa- Mira, ahi está... - dijo, agarrando de nuevo la mano de Asterope, echando a correr en direccion al rubio. Llevaba un vestido corto y negro, y las botas altas: un vestido que, sin duda, Ithan ya habia visto una vez antes.

-¡Hola Ithan!- exclamo la chica, deteniendose ante el, sin saber ahora muy bien cómo explicarle todo aquello- Espero no haberte hecho esperar mucho... - añadio, mientras Sócrates llegaba, raudo, yendo directamente a por Albo, con quien comenzó a juguetear, acostumbrado ya de sobra a su presencia. Kendra, por su parte, dejo la mochila en el suelo, con sumo cuidado, provocando un caracteristico tintineo de cubiertos al hacerlo, y acabó por arrodillarse junto al chico, mirándolo aun, con una media sonrisilla-Espero que no hayas cenado aun porque hemos traido cena para los tres... - dijo entonces, señalando la mochila, antes de seguir hablando- Te necesitamos, Ithan. Linc es idiota y sólo tu puedes ponerle remedio... - dijo, señalando entonces a Asterope, indicándole con un gesto que se acercara a sentarse con ellos.

Sabia que Ithan lo entenderia, que esa ultima frase le dejaria más que claro el motivo por el que habia llevado a Asterope a aquel encuentro.

Asterope llegó a los jardines acompañada de Kendra y una jarra de zumo. Divisó a Ithan a lo lejos; parecía que estaba leyendo un libro. A la niña entonces le volvieron sus dudas sobre su acoplamiento a última hora. Se sentía como si estuviera interrumpiendo algo, a pesar de que había sido su propia amiga quien la había invitado a estar con ellos. ¿Qué era lo que le decía su madre cuando salía con otras parejas? ¡Ah, sí! "¡A ver si convenzo a tu padre para que salga un poco la próxima vez! He estado otra vez sola con los Smith, de sujetavelas.". Su hija nunca había entendido esa expresión. No sabía qué tenían que ver los candelabros y los cirios con las citas y en ninguno de los libros que ella leía la encontraba. Cosas de su madre, supuso, que era así de rara.

Cuando llegaron a su lado, saludó tímida –Hola Ithan-. Mientras los tortolitos se decían sus cosas, ella miraba a los dos hurones, que jugaban y correteaban por la hierba. ¡Ellos sí que eran felices! Se sentó junto a ellos cuando Kendra le hizo un gesto y, después de dejar la jarra en el suelo, empezó a vaciar su mochila de fruta, pasteles y servilletas.

Al comentario de su amiga sobre Linc, a la pequeña se le escapó un: -Desde luego, más idiota imposible -Levantó la mirada, un poco avergonzada, al darse cuenta de que lo había dicho en voz alta. Le había llegado el turno de abrir la boca, pero no tenía ni idea de por dónde comenzar. No era tan fácil hablar con Ithan como con Kendra, puesto que lo conocía menos. Aunque se dio cuenta de que, una vez se sueltan las primeras palabras, el resto sale solo.

-Bueno, es que... no sé qué bicho le ha picado, pero la ha tomado conmigo. ¡Se ha enfadado porque quedo con los Hufflepuff de vez en cuando! Qué tontería, ¿verdad? Y me dice que él se encuentra mal y a mí no me preocupa y... –Paró un momento para respirar, porque la pequeña empezaba a cabrearse de nuevo-. ¿Tú te crees que se le puede decir eso a una amiga? ¡Y también me soltó que no soy una Slytherin! ¡Es odioso! Así que, claro, para defenderme no tuve más remedio que lanzarle un Agotattem... Bueno, en realidad eso fue cosa del momento. Yo no voy por ahí atacando a la gente, ¿eh? –Lanzó al chico una mirada para dejarle bien claro que ella no estaba a favor de ese tipo de violencia. Casi como si quisiera convencerle (o más bien, convencerse a sí misma) de que la varita había actuado por cuenta propia-. Y luego salí corriendo.

Estaba enfadada, pero la tristeza era mayor. ¿Y si no se arreglaba? ¿Qué podía hacer Ithan al respecto? Si lo que pensaba Linc de los tejones lo pensaba también de los Gryffindor, estaban apañados... 

Ithan se encontraba tumbado boca arriba, sujetando el libro con ambas manos y leyendo cuando su hurón pasó como un rayo junto a él, a la carrera. Al cabo de los segundos, cuando el hurón ya había pasado de largo, Ithan pareció reaccionar con cierta falta de interés. - Albo-Iorek... no corras... - Susurró, sin darle demasiada importancia o apartar su interés del libro. Entonces, palpó en busca de su mochila, tras apoyar el pulgar entre las paginas para que el libro no se cerrara.

Tras unos segundos palpando, fue a incorporarse cuando escuchó la voz de Kendra saludándolo. En ese momento, dibujó una amplia sonrisa, que cambió hasta un gesto de sorpresa cuando escuchó a Asterope también, y su vista pasó de Kendra, hasta Asterope. Cerró entonces el libro, arqueando la espalda para tomar impulso y poniéndose de pie de un salto. - Hola chicas... Me alegro de verte, Asterope. Estáis las dos muy guapas. -  Aduló con amabilidad, y una amplia sonrisa. No esperaba que Asterope estuviera allí, pero sabía que ambas eran amigas, y a Ithan, Asterope le había caído bien las últimas veces que se habían visto.

- Bueno, no mucho. Un ratillo. - Pero Ithan mentía fatal, y se notaba que debía llevar allí un buen rato. Y aun así, no pareció enfadado o molesto por haber estado esperando. - ¿Habéis traído cena y todo? - Preguntó, sorprendido por aquello. Pero no necesitó confirmación, al ver lo que cargaba Asterope, y el sonido de la mochila de Kendra. - Dejadme que os ayude. - dijo, y estiró las manos para pedirle la jarra a Asterope y liberarla de la carga, mientras Kendra preparaba el lugar.

Y aun estaba con los brazos estirados cuando Kendra comenzó a dar su amable opinión sobre Linc. E Ithan no había acabado el gesto de levantar las cejas ante su gesto de sorpresa, cuando escuchó a Asterope susurrar, dándole la razón a Kendra.

Me he perdido algo.

Cuando Asterope alzó la mirada, el rubio la estaba mirando con cierto gesto de sorpresa. - ¿Que ha pasado? - Preguntó, más interesado en el tema, esperando poder ayudar a las dos chicas con ese problema. Se cruzó de brazos, mirando a Asterope, esperando a que contara lo que había pasado.

- Linc se enfadó porque quedas con los Hufflepuff de vez en cuando. - Resumió en cuanto la chica hizo una pausa para coger aire. Parecía bastante enfadada por el tema, pero Ithan esperó a que ella siguiera hablando. Y no fue hasta que ella dijo que había atacado a Linc cuando le cambió la cara, levantando ambas cejas sorprendido por la información, incapaz de ocultarlo. Todo aquello le había pillado bastante de improvisto...

...después de todo, él estaba allí para dibujar un rato...

...aun así, soltó un largo suspiro, digiriendo todo lo escuchado sin descruzar los brazos. - Bien, entonces... Tu quedas con los Hufflepuff, él se enfada por esto y te dice que él esta mal y comienza a echarte cosas en cara y tu le atacas. - Resumió, para comprobar que lo había entendido.

Pero antes de nada, Asterope estaba mal, era evidente. Estaba enfadada y triste. Ithan dio un paso hacia ella, y llevó su mano derecha al antebrazo de ella, dándole un pequeño apretón, acompañado de una diminuta sonrisa. - No te preocupes, encontraremos una solución... ¿Vale? - Nada más darle aquel pequeño apretón para reconfortarla, dio un paso atrás.

- Antes de nada... no creo que quedar con gente de otra casa sea algo malo. Más bien todo lo contrario... y no tiene derecho a decirte que no eres una Slytherin, si el sombrero te puso allí será por algo. No le hagas caso, creo que fue un comentario porque estaba enfadado, pero no creo que lo piense de verdad. Mañana hablaré con él e intentaré arreglarlo... ¿Vale? - Acabó por sonreír a Asterope, intentando tranquilizarla y ver que le ayudaría en lo que estuviera en su mano. Después miró a Kendra, durante un par de segundos, pero no dijo nada, si no que se sentó. 

- Vamos a cenar, que me comí un par de manzanas, y tengo un hambre... - Reconoció, mientras esperaba a que Asterope se sentara con ellos. - ¿Sabéis que le pasa? ¿Por qué esta así? -

Kendra comenzó a sacar cosas de la mochila, colocando en primer lugar el mantel, mientras Ithan ayudaba a Asterope con la jarra- Gracias... - dijo, con una sonrisilla, ante su cumplido. ¿Habria reconocido el vestido? De repente, la idea de que lo hiciera se le antojó estúpida y poco probable. ¿Como iba a acordarse? Ni siquiera se conocian... ¿Por que iba a haberse fijado?

Acabó por sacudir la cabeza, obligándose a centrarse en el mantel y en las cosas que comenzó a colocar, en su mayoría sandwiches variados y otras cosas por el estilo.- Lo que le pasa a Linc es que está por ti, Asterope y le fastidia que puedas juntarte más con gente de otras casas que con él... Está celoso. Seguro. - dijo entonces Kendra, en un repentino arranque de sinceridad. Linc se lo habia reconocido hace tiempo y estaba claro que aquello era lo que estaba sucediendo al chico. -Además... no sé que les pasa a Anthony y a él con el elitismo... Ser un Slytherin... Echarte en cara todas esas cosas no es muy Slytherin que digamos... Además... ¿Qué sabrá el? De momento, entre los dos no han dejado el listón de la casa precisamente muy alto. Uno parece la prueba viva de que el hombre desciende del mono... y el otro... bueno... Linc es demasiado pasional. Se deja llevar demasiado por las circunstancias... Es... ¡más Gryffindor que tu! -terminó por exclamar, mirando a Ithan al decir aquello, suavizando sus rasgos ante la broma que, al fin y al cabo no era tan broma. Kendra tampoco parecia muy contenta con la situación, a decir verdad.

Siguió colocando cosas, mientras terminaba de escuchar cómo Ithan daba consejo a la chica, acabando por cruzar su mirada con la de él, justo cuando el chico se sentó, sin decirle nada. Sin embargo, en esta ocasión, Kendra sí que habló, mirando al Gryffindor con una media sonrisa- Le dije que seguro que tú sabrias qué hacer para que se le pase la tontería a Linc. - explicó de aquella forma el porqué de la decision de llevarla con ella, con cierto deje de orgullo en la voz. Buscaban su ayuda, y su consejo. Y Kendra habia pensando que no habria nadie mejor que Ithan para aquello.

En cuanto terminó de colocar cosas, Kendra volvio a acomodarse, sonriéndoles a ambos, antes de dar por comenzada la cena- Que aproveche, chicos. - les deseó, antes de acabar por encogerse de hombros, mientras servia zumo a ambos- Lleva unas semanas de lo más raro... La verdad es que yo suponia que le diria a Asterope qué le pasaba... -dijo, dejando que fuera la chica quien empezara a teorizar.

-Sí, básicamente eso –le dijo a Ithan, cuando el chico resumió lo que había contado. Asterope empezaba a comprender por qué a la gente le gustaba hablar tanto. ¡Uno se quedaba tan relajado, después de soltar sus penas! ¿Por qué no lo habría descubierto antes? Si la primera vez que se lo contó a Kendra fue un alivio, ahora se sentía incluso animada –Muchas gracias –respondió al chico, con una sonrisa, cuando le dijo que ayudaría-. Espero poder hablar yo también con él. Aunque seguro que huirá de mí. O no me dejará abrir la boca y me devolverá mi ataque.

Justo estaba pensando en lo majo que era ese muchacho, cuando Kendra habló y la cara de la pequeña adquirió un tono rojo carmesí- ¿Que... qué? ¿Cómo? ¿Qué? -¿Qué dice de que "está por mí" y que "está celoso"? ¿De dónde ha sacado eso? ¡Pero si me odia! Y la gente que se gusta no se odia, ¿no?- Eeeeh... no, no, no... ¡Qué cosas dices! Creo que te equivocas... –Cada palabra que decía le salía a trompicones-. Vamos, segurísimo. Si yo solo soy su amiga... bueno, era su amiga. Pero no, no... A él no le veo yo... bueno, detrás de alguien así de repente, tan pronto –Linc era la última persona de la que esperaría que le gustara alguien en ese sentido- Y a él... pues le interesan otras cosas... O sea, no digo que le interesen los chicos... que no lo sé tampoco... -La pobre se estaba metiendo en un berenjenal del que no sabía salir-. Digo que el tema este de... novios... pues que no es lo suyo, vamos.

Podría haberse camuflado perfectamente en un estandarte de Gryffindor. Por suerte, su amiga pasó rápidamente a despotricar de nuevo contra Linc y Anthony. Rió, aún llena de nervios, cuando dijo que Anthony era la prueba de que el hombre venía del mono– Sí, ese chico está bastante asalvajado –El ruso deshonraba el nombre de Salazar con cada uno de sus movimientos. Menos mal que Kendra ha conseguido librarse de él, que al principio no le quitaba el ojo de encima a la pobre.

Se dispuso entonces a cenar. Tenía hambre acumulada, así que le apetecía de todo– Que aproveche –respondió a Kendra antes de empezar.

-Desde luego que me lo ha dicho, sí –le contestó a su amiga, aún con las mejillas encendidas-. Aunque no ha sido lo que esperaba. Lo que no sé es por qué se lo ha callado todo este tiempo. Y siempre que le preguntaba me decía que no pasaba nada, que no me preocupara. Pero ahora resulta que me preocupo demasiado poco. ¿Es bipolar o qué le pasa? Cada día cambia de opinión.

La mente de ese chico le resultaba de lo más misteriosa. No tenía ni idea de lo que pasaba por ella. Sea lo que sea que tenga dentro, pensó mientras pegaba un mordisco a un sandwich, seguro que no es lo que dice Kendra.

- De nada - Contestó con una sonrisa a Asterope. - Bueno, entonces tienes dos opciones... La primera es atacarle tu primero, y luego le hablas. - Y tras decir esto, suponiendo la cara que iban a poner las chicas, se encogió de hombros, como si aquello le hubiera parecido lo más lógico o razonable del mundo. Ataque preventivo, la quintaesencia del duelo. O eso es lo que decía su padre al menos. - La segunda es que tengas la varita a mano, hablarle y estar atenta... y si ves que va a sacar la suya... pues también le atacas tu primero. Y luego le sigues hablando, claro. -

Fue entonces, tras su pregunta sobre lo que le pasaba a Linc, cuando Kendra soltó que él le gustaba ella. Aunque Ithan no se esperaba una revelación como aquella en aquel momento, tampoco pareció sorprenderle. su sorpresa fue más al escuchar a Kendra decírselo a Asterope, que el hecho de lo que estaba diciendo.

Ahora sí que se va a liar parda.

Parecía ser que Ithan ya sabía de qué iba lo que Kendra estaba contando, ya que no preguntó sobre el asunto, ni siquiera pareció alarmarse. - Que le gustas. - añadió tras las numerosas preguntas iniciales de Asterope. Y luego le dejó negar, hacerse un lio, hablar sobre los gustos de Linc, volver a negar... Pero hubo algo que le llamó la atención. Asterope estaba roja como un tomate maduro. Irónicamente se le pasó la misma idea de Asterope: Que podría ponerse delante del estandarte de Gryffindor y mimetizarse con él.

Y cuando Asterope dijo su última frase al respecto, Ithan solo hizo una pregunta, de una sola palabra, mirándola con una media sonrisa enigmática. - ¿Segura? -

Y a él le habría gustado seguir con aquello, por la curiosidad de saber cómo seguía reaccionando ella, cuando Kendra comenzó a hablar de Linc y Anthony. Anthony es el chico de la mirada bovina. Sí. Se recordó mentalmente, y a su mente vino aquella vez cuando lo vio por primera vez en clase de duelo. Y entrecerró los ojos cuando dijo que eran más Gryffindor que él. Por desgracia, comenzaba a estar acostumbrado a que todo el mundo le dijera que parecía más una Serpiente que un León. - ¡Oye! - Dijo entre risas. - No, si al final tendré que pedirle al sombrero que me cambie de casa... - Bromeó, mientras comenzaba a coger algo de fruta para comenzar a cenar.

Lo cierto era que no fue el Sombrero quien lo puso en Gryffindor. Fue él quien se lo pidió. ¿Habría condicionado su selección? ¿Podía hacerse eso? ¿Se habría equivocado? Le habría gustado hablar con ellas sobre estas cosas, también sobre cómo habían ido las clases, pero estaban con otros menesteres más importantes para las chicas.

- Igualmente, que aproveche - Contestó a las chicas, y comenzando a cenar. Lo primero fue una manzana -otra- que limpió y pelo antes de comenzar a comer. Y miró a Kendra cuando justificó que Asterope estuviera allí. Él no necesitaba que justificara nada, ni siquiera se lo había planteado, y miró durante un segundo a Asterope, para volver a mirar a Kendra acto seguido. - Haré lo que pueda, no os preocupéis. Hablaré con él y buscaré la manera de que se pasen las tonterías. - Por algún motivo, parecía seguro de sí mismo de poder conseguirlo. Convencido al menos lo estaba.

- Uhm.... no, no creo que sea Bipolar. Mi madre decía que hacer eso era "llamar la atención". Quizás quería llamar tu atención, que estuvieras pendiente de él.. no lo sé. A mi Linc me cayó bien cuando lo conocí, todo sea dicho. - Y pareció pararse a pensar algo, frunciendo ligeramente el ceño. - Debe ser un coñazo cambiar cada día de opinión... -

Tomó el zumo que le tendía Kendra, a quien sonrió y asintió con la cabeza en señal de agradecimiento. - Gracias. -  Dejó el vaso a su izquierda, y miró a ambas chicas. - Mañana hablaré con él y sacaremos algo en claro, no os preocupéis. Y bueno... ¿Cómo fue el día? - Acabó por preguntar a ambas chicas.

Kendra abrio ligeramente los ojos en un gesto de sorpresa cuando escuchó a Ithan hablar de "atacar primero" y acabo por reir, divertida. Cosas como aquella y comentarios como aquel eran una de las cosas que le divertian y le sorprendian del chico. -Atácale. Asi no se confia... - bromeó, riendo, mientras cogía uno de los sandwiches, dandole un bocado.

Entonces llegaron los aspavientos y el rojo tiño las mejillas de Asterope ante la referencia de Kendra a Linc. La morena, por su parte, no parecio alterarse ante la negativa de Asterope. Más bien, miro a Ithan de reojo, con una sonrisilla divertida. Si, el Gryffindor ya sabia de qué iba aquello desde hacía semanas. - Asterope... le gustas. Me lo dijo él. - acabo por decir, con toda la tranquilidad del mundo. Y, acto seguido, alzó un dedo, mirándola- Pero no le digas que te lo he dicho, ¿eh? - dijo, con una media sonrisa a pesar de su advertencia.- Si se entera se pondrá pesado y empezará a decir más tonterias por minuto de las que ya dice habitualmente... Y entonces la que tendrá que lanzarle una imperdonable seré yo... - añadio, con total naturalidad y espontaneidad, como si no se pudiera saber si hablaba o no en serio, hasta que se le vio ladear la sonrisilla en sus labios, que aumento ante la queja de Ithan por decirle que Linc era más Gryffindor que él- A mi no me importaria cambiarte por el... - dijo, prácticamente sin pensar, de forma espontanea... hasta que se dio cuenta de lo que acababa de decir- Vamos... que a mi Linc tambien me cae bien aunque nos pasemos el dia matándonos... y es mi amigo y eso, pero... - ahora la que notaba arder sus mejillas era ella. ¿Pero como podia haber dicho aquello, encima con Asterope delante? Una cosa es que su amiga supiera que Ithan le gustaba y otra aquello... ¿Qué pensaria ahora de ella? ¿Y si Ithan se tomaba a mal que dijera algo asi delante de su amiga? Nunca habria imaginado que ser una preadolescente fuera siempre tan complicado. Nunca habia visto tanta duda, ni tanta incertidumbre entre su padre y su madre.

-Bueno, eso.. Que yo tambien creo que lo que quiere es llamar tu atencion... Además, ya sabes lo competitivo que es, y ultimamente tampoco es que haya brillado especialmente... Y bueno, puede ser que eso tambien le pase factura... - dijo, intentando quitarle importancia al asunto, y cambiar de tema, algo que aprovechó perfectamente cuando Ithan les pregunto como le habia ido el dia- Bueno... nos ha ido bien. Los tres primeros puestos en duelo han sido para las tres chicas de Slytherin, asi que no ha ido mal... Si no fuera porque Anthony sigue sin venir a clase y nos han quitado puntos por su culpa... Estoy harta de ese crio, os lo juro. No se qué pretende haciendo eso... Y lo peor de todo es que a desayunar si que ha ido... Bueno, si es que a eso se le puede llamar desayunar... - dijo, con una mueca de asco. -Pero, por lo demás, ha estado bien, ¿verdad Asterope? - alzó ambas cejas, mirando a la chica, para despues volver a mirar al Gryffindor- ¿Y a ti? ¿Como te fue en duelo? Seguro que más animados que nosotros con los Ravenclaw...

Asterope miró alarmada a Kendra y a Ithan cuando le aconsejaron que atacara ella primero a Linc. Al cabo de un segundo, cuando vio a su amiga reír, ella misma soltó una carcajada. La tensión de todo el día empezaba a desaparecer poco a poco-. ¡No voy a hacerle eso! Pobre. Ya ha tenido suficiente, creo. Mis Agotattems son bastante potentes; será mejor no correr riesgo o no nos servirá para Slytherin –Claro que la idea de ir con la varita preparada podría tenerla en cuenta... por si acaso.

La pequeña galesa no sabía dónde meterse mientras ambos le repetían que sí, que a Linc le gustaba. ¡Incluso el chico se lo había confesado a Kendra! A ver si Lestrange lo ha entendido mal... Igual él le ha dicho "Qué maja es Asterope, me gusta mucho", queriendo decir que le caigo bien; y ella ha entendido lo que no es. No sé...

- No, no... Yo no digo nada, qué voy a decir –Le aseguró a su amiga. La pobre sería incapaz de hablar de eso con Linc, así que la revelación de Kendra estaba a salvo-. Y mi atención la tiene, desde luego. Aunque tendré que enseñarle que esa no es la forma correcta de atraerla –Luego se dio cuenta de que podían malinterpretar sus palabras, así que intentó explicarse-. O sea, mi atención como amiga, ¿eh?

Ante el comentario de Kendra, Asterope no pudo evitar sonreír. A la morena se le notaba avergonzada y miraba a su amiga como si hubiera dicho algo imperdonable-. Tranquila, mujer. Todos hemos pensado alguna vez que Ithan tiene sangre de reptil. O mezcla, al menos. Yo creo que podría quedar bien en cualquier casa. –Desde luego, estaba convencida de que sería un miembro mucho más valioso para Slytherin que muchos otros-. Y aunque Linc tenga sus cosas, yo, la verdad, preferiría intercambiarlo por Anthony –dijo con una sonrisa-. Así todos contentos. Bueno, al menos nosotros.

Cuando empezaron a hablar de clases, Asterope se sintió más cómoda. Ese tema lo dominaba mejor que los otros-. Sí, las clases han estado genial –Afirmó terminando el vaso de zumo y sirviéndose otro-. Hoy duelo sido bastante entretenido. Aunque no conseguí derribar a Willow me siento muy satisfecha con el resultado.

Anthony, claramente, aparecía más en conversaciones que en clase-. ¡Es horrible ese niño! Pensaba que podíamos mantenerlo en raya. ¿Te acuerdas, Kendra, del principio de curso, cuando pactamos controlar a las dos bestias? Qué decepción. Con Linc ha funcionado un poco; pero él... –Se giró hacia Ithan-. ¡Tendrías que verlo comer! Es asqueroso. Bueno, no. Mejor no lo veas, te ahorrará sufrimiento. –Menos mal que la niña tenía hambre; de lo contrario, la imagen mental del ruso le habría impedido coger el segundo sándwich.

Esperó entonces la respuesta del Gryffindor sobre sus clases. A él le habría tocado con los Hufflepuff, gente mucho más animada y simpática que los Ravenclaw.

La mirada de alarma de Asterope le pareció divertida, y reprimió el reír hasta que ambas chicas comenzaron a reírse, y él no pudo evitar no reír. Tras eso, dejó que Kendra le explicara lo que él ya sabía, aquella confesión de Linc que Kendra le había contado días atrás, y él, como ella le pidiera, no dijo nada.

Y no pudo evitar ampliar una sonrisa graciosa, mirando a Asterope cuando se rectificó y aclaró que solo quería llamar su atención como amiga. No pudo evitar pensar, que si uno de los dos, bien Linc o bien Asterope hubieran sido Gryffindor, la cosa habría sido bastante más sencilla. Y ante la confesión de Kendra, el Rubio se la quedó mirando con las cejas levantadas, durante unos segundos, y agachó la mirada, como si estuviera buscando algo por el mantel para disimular el suave tono carmesí que estaban adoptando sus mejillas.

Pero fueron las palabras de Asterope las que le obligaron a levantar la mirada, hacia ambas chicas, aun con aquel suave tono rojizo pintado en sus mejillas. ¿Todos hemos pensado alguna vez que Ithan...? ¿Todos? Así que en Slytherin también lo habían hablado de ello. - Bueno.- Carraspeó, intentando cambiar el tema de donde preferiría Kendra que estuviera Ithan. - Mis padres son Slytherin, los dos. Así que lo de sangre de Reptil... -  soltó en un tono gracioso, acompañado de una sonrisilla que dejaba claro que era una broma. O al menos, en parte, era una broma.

Pensó que si no quería seguir llamando el color carmesí a sus mejillas, lo mejor era cambiar de tema, y hablar de las clases le parecía una idea genial. - ¿Los tres primeros puestos para las chicas de Slytherin? Eso esta genial, felicidades. La verdad, vais muy bien en la clasificación de casas... ¿Cuántos puntos lleváis cada una? - Preguntó señalándolas con lo que quedaba de su manzana. - A nosotros nos fue bastante bien. Yo quedé primero, y Selena segunda en la clase. Aunque... bueno, volví a enviar a alguien a la enfermería. - Dijo, pasándose la mano por la nuca, con cierto apuro. Todas las semanas enviaba a alguien a la enfermería. Quizás para Asterope no, pero Kendra si debía llevar la cuenta de los que habían pasado por la enfermería por su culpa. - Esta vez fue Árpád. No fue apenas nada, una pequeña quemadura en la mano, nada importante. - Movió la mano de un lado a otro, para no darle importancia.

Y se pusieron a hablar de Anthony. Parecía que con ese chaval si tenían bastantes más problemas que con Linc, pues no había escuchado una palabra bonita de boca de alguna de las dos sobre él. Y la verdad, que el recordara, ese chaval siempre lo miraba raro... bueno, cuando no lo veía con la vista perdida, claro estaba. - ¿Habíais pactado controlarlos? - Preguntó, frunciendo el ceño.

- Y... habláis de verlo comer como si fuera ver comer a un cerdo, o algo peor. No será para tanto.. ¿No? - Acabó por preguntar, con ciertas dudas, intercalando la mirada entre las dos chiquillas. Acabó la pieza de fruta, y comenzó con uno de los sándwich.

Kendra sonrió, cuando Ithan las felicitó por las buenas puntuaciones obtenidas, agradeciendo infinitamente el cambio de tema- Gracias... La verdad es que Ludmila es la que más puntos tiene... El otro día, con la profesora Green, se llevo 100 puntos de golpe y hoy fue la unica capaz de enviar a Ed a la enfermeria... Los demás tuvieron una suerte... - dijo, con cierta desilusión- De todas formas, yo voy segunda con 145 puntos. Estoy muy contenta, la verdad... Y estoy consiguiendo despegarme de Linc... -e iba a añadir algo más cuando Ithan confesó que había vuelto a enviar a alguien a la enfermería- ¿En serio? Increible... Tres de tres... - dijo, con menos apuro que él. La verdad es que, quitando el factor humano, le parecía asombroso el potencial de los hechizos de Ithan. No habia conocido a nadie tan bueno como él en duelo. -¡Y primero otra vez además! Enhorabuena, Ithan. Es una pasada, en serio... - le dijo, dedicándole una calida sonrisa con cierto tinte de orgullo por la actuacion del chico.

Entonces Asterope hablo del plan de "controlar" a los chicos e Ithan se mostró interesado por el tema, asi que Kendra se apresuró a asentir, buscando explicarle lo sucedido: Bueno, algo asi... Resulta que los primeros dias de clase Anthony y Lincoln estaban insoportables... Si hasta llegaron a las manos en el Gran Comedor... Estaban todo el dia peleandose entre ellos y montando el numerito por todas partes, asi que  decidimos que cada una de nosotras hablaria con uno de ellos para intentar calmar los animos y que se comportaran... Aste habló con Linc y yo con Anthony... Y al principio la cosa fue bien, pero... - hizo una pausa, suspirando, con cierto agobio- Bueno... Anthony... Su prima Sam me dijo en el dormitorio un dia que al parecer yo le gustaba y no se tomo demasiado a bien que yo quedara contigo... Y desde entonces está cada vez más imbécil. No va a clase casi nunca y cuando va es para hacer el tonto... ¿Te acuerdas el otro dia cuando viniste a por mi, que nos miró mal? Pues es asi siempre... - le dijo a Ithan, intentando que se hiciera una idea de cuál era la situacion en la casa.

-Y, por si fuera poco... ahora le ha dado por hacer el imbecil tambien en la mesa. Esta mañana ha comenzado a comer con las manos, metiéndose la comida a puñados en la boca... Parecia uno de esos bárbaros muggles que salen en los libros... Ha sido asqueroso, en serio... Y creo que todo lo hace para llamar la atencion y que le digamos algo. - concluyó, con una mueca de disgusto- Aunque, por mi parte, se puede quedar esperando. Yo no he hecho nada malo, y yo no tengo culpa de que me gust... de que él no me guste. - se rectificó, mirando a Ithan con cierto aire complice, aunque azorado. -Y ademas eso no es motivo para fastidiar a todo el mundo ni para comportarse asi. Es penoso, la verdad.

Kendra se interrumpió ahi, dándole un ultimo bocado a su sandwich, cogiendo acto seguido otro. Se le habia abierto el apetito, no habia duda. Y se alegraba de estar compartiendo con Ithan todas aquellas cosas.

Asterope escuchó a Ithan hablar sobre su clase de duelo. ¡Había mandado a gente a la enfermería en todas ellas!- ¡Increíble! Ya te vi duelar con Linc una vez y estuvisteis los dos magníficos. A mí no se me da tan bien esa asignatura, todo el mundo ha conseguido defenderse perfectamente de mis conjuros –Al ver que al chico se le notaba un poco incómodo con la idea de herir a otros, le dijo:- Tampoco hacen mucho daño, la verdad. Seguro que la enfermera los cura en un abrir y cerrar de ojos.

Mientras Kendra le contaba sus puntuaciones y las de Ludmila, que casi siempre conseguía la mejor nota, ella tomaba un par de piezas de fruta. Luego habló- Yo tengo bastantes menos, 95 puntos. He logrado sacar la mayoría de hechizos, pero nunca he sido la mejor en ninguna clase, así que no aumento mucho mi "marcador". Pero, bueno –dijo con una sonrisa-, por suerte Slytherin va la primera –Miró entonces a Ithan que, probablemente, no se alegraría tanto como ella de eso-. Aunque, claro... lo importante es que todos aprendamos lo máximo posible.

Kendra explicó a Ithan el plan de las chicas Slytherin sobre Anthony y Linc. Tenía perfectamente grabados en la mente los primeros días del curso. Después de la Selección, ambos ya apuntaban maneras y tuvieron una discusión. Recordaba incluso haberse acercado a Linc, al que aún no conocía, para intentar evitar que saltara al cuello del otro. Su respuesta convenció a la pequeña de que no haría ninguna estupidez... esa noche. Por eso, aunque ese muchacho le había caído bien, sabía que necesitaría algo de control; y el ruso más. Así que las chicas pactaron intentar mantenerlos a raya– Claro que a mí la jugada me salió mucho mejor. Yo acabé siendo amiga de Linc, mientras que tú tuviste que aguantar al plasta de Anthony durante demasiado tiempo. Las elfas Pizpireta y Polvorilla deberían de haberte dado una medalla en la fiesta como reconocimiento por haber soportado esa carga.

Continuando con las críticas, Asterope miraba con cara de pena a la pobre Kendra, que había sido el "objeto" de las miradas del ruso las primeras semanas –Se comporta fatal. Y todo por unos estúpidos celos. ¡Tienes derecho a quedar con quien tú quieras! Y si a Anthony no le gusta, que se jorobe –Ahora que pronunciaba esas palabras, la situación le explicaba recordaba ligeramente a otra... No, no, es muy diferente. Anthony es un crío vago e inútil que nos molesta a todos cuando algo le pica. Linc no es así-. En fin... y eso de faltar a clase. Yo creo que algunos profesores ni lo conocen. Y, créeme –concluyó mirando a Ithan y confirmando la explicación de Kendra-, los cerdos tienen más educación que él comiendo.

- Muchas gracias - Agradeció a las dos muchachas cuando le felicitaron, y dedicandole una bonita sonrisa a Kendra, cuando esta le felicitó de forma repetida. - 145 y 95, esta muy bien. Y no te preocupes, Asterope. Seguro que cuando menos te lo esperes, alguno de tus conjuros impresionará a los profesores y te premiarán con ello. Como dijiste, tus conjuros de encantamientos son impresionantes. - Le felicitó, y dió el último bocado al sandwich que tenía entre las manos. Hizo una pausa, cuando vio a los dos hurones pasar a toda velocidad junto a ellos, siguiendolos con la mirada, pero sin decir nada más al respecto... por que no, no sabía cual era cual en aquel momento. No, él no habló de los puntos que tenía.

- ¿Cuales son vuestras asignaturas favoritas, o la que mejor se os dan? - Preguntó aprovechando el hilo de la conversación. Suponía que Asterope sería encantamientos. Y Kendra ya le había dicho que era duelo, pero prefería preguntar en general para no excluirla de la conversación.

Ante el comentario de Asterope sobre la casa que iba ganando, Ithan acabó por sonreir, encogiendose de hombros y con una sonrisilla. La Copa de la Casa no era algo que pudiera ganar él solo... era cuestión de grupo, y por desgracia, a la mitad de clases no asistían ni la mitad de sus compañeros. Y eso lo hacia realmente difícil. - Bueno, si no gana Gryffindor, prefiero que ganeis vosotros, la verdad. La Copa es una cuestión de trabajo en equipo... y ya visteis el otro día que a algunos leones les cuesta... llegar a clase. -

Entonces, el Rubio atendió la explicación de Kendra sobre el Plan de las chicas de Slytherin. Pero no fue hasta que cuando Kendra llegó a la parte en la que apareció un nombre que el no conocía, Sam, y donde sacó a relucir el gusto de Anthony por la chica, que algo sucedio. Una sonrisa se perfiló por la comisura de los labios del Trace, una de esas sonrisas peligrosas. Una de esas sonrisas que no necesitan más explicación o palabras, pues dejaba claro que alguna idea estaba materializandose en su mente... pero no dijo nada al respecto. Aquella sonrisa lo decía todo. Ponte en contacto con tu Serpiente interior, Ithan. 

- Que interesante - Es lo único que dijo al acabar de escuchar la explicación y preguntarle sobre el día que los miró mal. Acabó por negar, sin decir nada más. Y cuando comenzó a escuchar los gustos en la mesa del Ruso, Ithan alzó ambas cejas, sorprendido. Él tenía demasiada imaginación, y pudo imaginarselo, haciendo que acabara por poner cierta cara de asco.

Entonces miró a Kendra, negando con la cabeza, dandole la razón sobre el hecho de que ella no tenía la culpa del asunto de Anthony. - La verdad es un comportamiento que deja bastante que desear... si vuelve a pasar, ya sabeis que estais invitadas a la mesa de Gryffindor, que allí no tenemos ningún Anthony que amargue el desayuno. - dijo, en una expresión que estaba a medio camino del ofrecimiento, y la broma.

Kendra sonrió cuando los dos hurones pasaron entre ellos, sin prestar atención alguna a lo que estaba sucediendo a su alrededor. Le gustaba ver cómo Sócrates disfrutaba... aunque ahora mismo tampoco tuviera muy claro cuál de los dos era.

Y su sonrisa se agudizó ligeramente cuando Ithan les preguntó por sus clases favoritas, sin pasar por alto, claro está, su cumplido al hablar de los puntos, y sus animos a Asterope- Cualquiera en la que no esté incluido un Ciempiés monstruoso... - bromeó, riendo, acabando por agitar una mano en el aire, descartando la idea- Bueno... en mi caso duelo, ya sabes... Y vuelo... estoy deseando que llegue mañana para poder montar en escoba... Ademas, nos toca con vosotros, ¿Verdad? - dijo, mirandolo unos instantes antes de clavar su mirada en Asterope, esperando a que fuera ella quien contestara ahora.

Entonces torció ligeramente el gesto, cuando Ithan habló de la realidad que tenían en Gryffindor. Ellos tenian a Anthony, pero era cierto que el resto no solia perderse ni una sola clase. Y la verdad era que las veces que habian coincidido con los Gryffindor, o muchos dias de los que habia quedado con Ithan, el panorama de leones en las clases era desolador- Ojalá se den cuenta de lo que están haciendo... Es una pena que, después de todo lo que te estás esforzando, al final no valga de nada por la dejadez del resto... - se lamentó, ladeando el gesto en una mueca de resignación, mezclada con una buena dosis de solidaridad con el chico.

Volvio a fijarse en el, buscando quizás inconscientemente una reaccion en el cuando le contó la historia de Anthony. Sin embargo, aquella enigmática y sibilina sonrisa fue todo lo que obtuvo, seguidas de aquellas dos palabras. ¿Qué quería decir aquello? Aquellas semanas habian sido suficiente como para saber, a aquellas alturas, que posiblemente aquella sonrisa no deparara nada bueno. Sin embargo, ahora mismo tenia sus dudas de lo que él consideraba exactamente interesante. En cualquier caso, acabó por sonreir, ante la invitación a comer en la mesa de Gryffindor, dedicándole un amable cabeceo- Gracias, es muy amable por tu parte... Nos tomaremos la palabra... No soportaria otra mañana con ese horrible espectáculo... - dijo, arrugando la nariz en un gracioso mohín, mientras terminaba su sandwich, y apuraba su vaso de zumo.

El tiempo se le estaba pasando volando. Y ni siquiera se habia dado cuenta de que, con la tontería, hacia bastante tiempo ya que la noche habia caido.

Asterope agradeció los ánimos que le daba Ithan­–Sí, seguro. Aunque ya sabemos que es difícil superar a Ludmila –añadió con una sonrisa-. El Agotattem lo tengo dominado de las veces que lo he usado. Es tan útil... -Se dio cuenta de que el chico no hablaba de los puntos que tenía. Eso solo podía significar dos cosas: Tenía muchísimos o poquísimos. Y, teniendo en cuenta que le había visto en acción en algunas clases, casi seguro que era lo primero.

Rió con el comentario de Kendra sobre el ciempiés monstruoso-. Sí, qué asco de bicho. Yo estaba esperando algo más bonito que un gusano con patas venenoso- Justo entonces pasaban los dos hurones por su lado. Algo más como ellos, sí. Intentó distinguir cuál de los dos era Sócrates, pero le resultó imposible. A pesar de verlo todos los días acompañando a Kendra, no pudo diferenciarlo del otro-. En fin, pero hay que aprender de todo. Mi asignatura favorita son los Encantamientos. Aunque Defensa contra las Artes Mágicas también me gusta un montón –En realidad, pocas asignaturas había que no disfrutara la pequeña. Y en cuanto Kendra mencionó la clase de vuelo: -¡Oooh, sí, yo también lo estoy deseando! Hace tanto que no monto en escoba... Con lo que me gustaba a mí.

Le sorprendió escuchar que los Gryffindor no trabajaban en equipo tanto como debieran. Era cierto que muchos llegaban justos a clase y no se relacionaban tanto como otros, pero siempre había concebido la casa como un grupo unido. Esa era la fama que tenían, al menos. Y ahora resultaba que los Slytherin, con sus problemas, lo estaban más que ellos –Pues qué pena, oye. Porque la casa de los leones siempre ha tenido mucho potencial. Pero, bueno, lo que he dicho antes: al final importa más el trabajo de cada uno. Si tus compañeros no te siguen, será malo para Gryffindor pero no tanto para ti.

Cogió un pastel de calabaza. Esos estaban deliciosos. Mientras lo saboreaba, Ithan medio bromeó invitándolas a su mesa –Gracias por el ofrecimiento, segurísimo que es más agradable comer con vosotros-. Y ahora que hablaban del tema, recordó la apuesta que había hecho el chico con Linc hacía un par de semanas-. ¿Y qué tal va el duelo con Linc? ¿Sabemos ya quién comerá en la mesa del otro y llevará las túnicas de la otra casa?-. Tenía ganas de que continuara y saber cómo acababa todo; aunque quizás ese no era el momento. Dudaba que su amigo tuviera humor para ello. Y, si se comportaba igual que antes, podría lanzarse al cuello de Ithan como un hombre lobo rabioso en cuanto este se acercara un poco.

- Sí, mañana tenemos DCAM y Vuelo juntos. Creo que primero tenemos Defensa Contra las Artes Mágicas y después de comer vuelo. - Ambas asignaturas le gustaban, mucho. Pero esperaba con más ansia vuelo, ya que era la única clase que no había cursado todavía... y a él le encantaba volar en escoba. - ¡Ya ves! A mi también me encanta volar en escoba, tengo unas ganas de que mañana nos dejen... Dicen que el profesor es Viktor Krum, así que seguro que son geniales.

El chaval estaba entusiasmado con la idea volar en escoba. El año anterior, su padre había montado unos aros de Quidditch para que sus hermanos pudieran jugar. Este verano él también participaría en el "equipo familiar".

- Hoy me han sorprendido, si todos los días son como hoy... Será buena señal. A ver que pasa mañana. Se encogió de hombros. - Espero poder unirlos y que entremos otra vez en la competición de casas. Al menos vamos mejor que Hufflepuff. -

Él tomó un trozo de pastel de chocolate, dandole un mordisco. Se alegró de que las chicas aceptaran su ofrecimiento, después de todo, Gryffindor era un remanso de paz y simpatía, eso no se podía negar. - Bueno, como viste el otro día, llevo un par de semanas persiguiendolo para poder hacer esos duelos con él, pero siempre que llego para buscarlo, él ya se ha marchado. Mañana se lo recordaré. -

- Y... os diré algo, pero no podeis decir nada ¿Vale? Mi padre aun conserva su túnica de Slytherin, y yo de pequeño me la ponía para jugar a "Aurores y Mortífagos" con mis hermanos mayores. Pero no digais nada ¿eh? - Se echó a reir, pensando en que si Linc lo escuchara decir eso, se pondría insoportable.

- Estoy deseando verlo una semana desayunando en la mesa de Gryffindor, con su León bordado en el pecho. Creo que yo mismo le dejaré mi túnica. - Terminó su pastel, y alzó la vista, mirando la luna. No pudo evitar ponerse algo más serio cuando la vio en cuarto creciente. La semana que viene sería un problema.

Tras unos segundos, miró a las chicas. - ¿Seguimos hablando de camino al castillo? - Preguntó, por que a decir verdad, se había hecho bastante tarde.

Kendra asintió, ante la alusión a Krum- Si, a nosotros nos lo dijeron Amon y Cassius el primer día. Las clases con él tienen que ser geniales, seguro... - dijo la chica, con una media sonrisa.

Y, en esta ocasión, guardó silencio, dejándolos hablar a ambos, mientras tironeaba ligeramente de la manga de su vestido, en un gesto inconsciente. Y solo cuando Ithan habló de jugar a Aurores y Mortífagos rio, divertida- ¿Aurores y mortífagos? Nunca he jugado a eso... Suena divertido. -- dijo, imaginando cómo sería aquel juego. Desventajas de ser la unica niña en casa y tener unos padres elitistas, asociales... y mortífagos. -Y tranquilo, que no diré nada... Aunque seguro que te sienta bien el verde... - volvió a reir, dando por finalizada la cena, mientras los observaba comer postre. A ella no le apetecia tomar nada en ese momento.

Volvio a reir, ante la alusión a Linc, mientras comenzaba a recoger las cosas de la cena, dispuesta a marcharse de alli con sus dos amigos- Lo verás, descuida, que lo verás... - le dijo, mostrando claramente del lado de quien estaba sus apuestas. Y asintio, terminando de guardar las cosas para marcharse de alli.

- Vamonos, sí... Se ha hecho tardisimo... Y yo que me habia traido el libro de invenciones muggles, como te prometi... - dijo, torciendo ligeramente su sonrisa, al darse cuenta de que, al final, tampoco habian tenido tiempo de ver el libro- Bueno, si quieres mañana lo vemos... O cuando sea... - añadio, dejando abierta aquella posibilidad. Y acabo por dedicar al Gryffindor una calida sonrisa, cargada de significado- Muchas gracias por todo, Ithan. Sabia que no me equivocaba al acudir a ti en busca de ayuda.

Y, colgándose la mochila al hombro, acabó por mirar tambien a Asterope,  sonriente- ¿Mejor? - le preguntó, preocupandose por el estado de animo de su amiga, aunque suponia que la respuesta seria positiva. 

Y continuó caminando con ellos, en direccion al castillo.

A Asterope le pareció divertida la historia que contaba Ithan sobre el juego con sus hermanos-. Fíjate. Eres más serpiente de lo que pensábamos –Puso entonces una cara de falsa indignación y le dijo, en broma-. Así que te ponías la túnica de Slytherin para ser un mortífago. ¡Esos son prejuicios, Trace Rosier! –Y, con una sonrisa, añadió:- Tu secreto está a salvo.

Terminó su último pastel y bebió lo que le quedaba de zumo. Volvió a imaginarse a su amigo con la túnica de Gryffindor, como mencionaba Ithan. En su mente, la cara de Linc con las ropas rojas y doradas quedaba extraña. Y, desde luego, sería algo digno de ver. Kendra, claramente, apoyaba al Gryffindor-. No cantes victoria. Igual eres tú el que tienes que pedirle a tu padre que te mande su antigua túnica y comer con nosotros. Pero no te preocupes –Un pequeño toque de maldad apareció en su cara. Esa cara que su abuela ponía de vez en cuando. Solo que, en el caso de la pequeña, era puro teatro-. Cuando vengas, encerraremos a Anthony en el armario de las escobas, con las ratas. Así no molestará a nadie.

Miró su reloj. Efectivamente, ya era bastante tarde. Tenían que volver a sus respectivas salas comunes, así que, cuando Ithan lo propuso, ella asintió y se puso a recoger los restos. Cuando Kendra dio las gracias al chico, ella hizo lo mismo: -Sí, muchas gracias por tu ayuda.

Se colocó la mochila y le devolvió la sonrisa a su amiga-. Mucho mejor. Y gracias a ti también. Has conseguido distraerme y el mal rato ya casi se me ha pasado –Además, con el apoyo de ellos dos, seguro que Linc entraría en razón. Quizás tardara un poco, pero esperaba conseguirlo.

-¿Vamos, entonces? -Con el pensamiento positivo en mente, caminó hacia el castillo.