Tras correr desde el lago, Mircea llegó exhausto a la enfermería. Menos mal que no había encontrado a nadie en los pasillos, sino seguramente le habrían llamado la atención y si hubiera sido la gnoma, con resta de puntos incluido...
Dejó el sombrero en el suelo y se llevó las manos a las rodillas, recuperando el aliento.
Con un rápido vistazo a la enfermería supo que Daphne no estaba allí. Había un par de camas con chicos mayores, pero el resto estaban vacías.
Antes de que Madame Pomfrey se diera cuenta que el chico estaba allí, éste ya se había marchado.
A... Seguramente a la biblioteca, blegh....
La enfermería en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería está dirigida por Madame Poppy Pomfrey. Los estudiantes (y, presumiblemente, el personal) que sufren accidentes y lesiones durante el año escolar son enviados o llevados a la enfermería para ser curados. La enfermería está bien equipada para hacer frente a todo tipo de lesiones mágicas o mundanas, desde fracturas hasta renovación de huesos. Sólo en casos más graves los pacientes son enviados al Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas para tratamiento adicional.
Ya sabéis que no ando muy bien de tiempo, así que tenéis libre PJNización con la enfermera.
Y levantando tiernamente la cabeza de la niña, y separando sus labios con el borde del vial, volcó el contenido.
Al poco de que la enfermera les diera la espalda, Mircea se puso al lado de la cama de su amiga. Miró dentro de su sombrero, buscando no sabía el qué. El sombrero tenía un espacio demasiado pequeño, tenía el espacio de ¡un sombrero! Tendría que acabar arreglando aquello...
Mientras esperaba que Madame Pomfrey terminara de hacer lo que estuviera haciendo, se dirigió a sus amigos. Sara, ese Protego te salió muy bien. Y pensar que estaba tan nerviosa y esquiva a primera hora.
Oliver, ese Flámatte fue maravilloso. ¿Cuando has estado practicando? La última vez que lo vi no te salía.
Lo cierto es que Oliver andaba tan preocupado ahora mismo que hasta se había olvidado del baile. Lo que le importaba de verdad es que su amiga se pusiera bien.
Sin embargo, cuando escuchó a la señora Pomfrey no pudo evitar sonreir con una mezcla de alivio y alegria. Asintió, enérgico, aún con la sonrisa en los labios.
-¡Claro, claro! ¡No se preocupes señora Promfrey! ¡Yo... yo cuidare de ella!- le dijo, resuelto, acercándose a ella, con intención de llevársela de allí en cuanto esté repuesta.
Entonces escuchó la felicitación de Mircea, y se giró hacia él, con una sonrisa de oreja a oreja- ¡Gracias, aun no me lo creo ni yo, la verdad! ¡Vosotros también lo habeis hecho muy bien, chicos! - los animo a todos, en su linea.
Y entonces, por primera vez, fue consciente de algo. ¡Estaban de vaciones!
Ardeen abrió los ojos con dificultad, la boca le sabía a rayos por alguna extraña razón y cuando sus ojos lograron enfocar su alrededor, se vio en una cama, con una señora que no tardó en reconocer sentada junto a ella, la señora Pomfrey. Tenía un cuenco en sus manos y alzaba una cuchara con un líquido verdoso en su mano derecha.
Sabe a rayos- dijo disgustada por el sabor, pero se sentía mejor. La señora insistió en que se lo tenía que beber todo y Ardeen obedeció, evitando las arcadas, pero notando la mejoría a cada cucharada que se tomaba.
Cuando acabó, notó como una oleada de vitalidad recorría todo su cuerpo, sintiéndose como recién levantada. La enfermera la advirtió que no era duradero y que debía acostarse en cuanto la fuera posible para recuperarse por completo.
Durante un instante recordó los exámenes y agachó la cabeza, y sus ojos se humedecieron. La habían salido un montón de conjuros mal ¡¡¡Y en los que más había estudiado!!! pensó cabizbaja.
Y entonces, sin haberse percatado hasta ese momento, vio a sus compañeros ahí, y algo en su interior se iluminó. Habían venido hasta la enfermería por ella, y tenían cara de preocupación. Realmente son mis amigos dijo para sí. El año había acabado y no podía decir que la hubiera salido bien pero al menos se llevaba algo consigo, unos grandes amigos, que se preocupaban por ella, por una chica que ni siquiera sabía que era maga hasta que le llegó la carta, unos amigos magos de verdad, que seguro que la ayudarían a seguir en la escuela de magia y a aprobar todo lo que necesitara.
Gracias por haber venido hasta aquí.- dijo con sinceridad, y les dio un abrazo a Mircea y a Oliver. Significa mucho para mí que alguien se preocupe por mí de verdad, mis padres.... bueno ellos siempre están ocupados.- dijo sin querer pensar más en ese tema. Tenemos un baile al que asistir- dijo levantándose con facilidad.- ¿Con quién vas tú Mir?
Debía ir a su dormitorio para arreglarse un poco, pero no tardaría mucho en ponerse el vestido que tenía para fiestas, verde claro con una cinta blanca por la cintura y sus zapatitos verdes con un lazo a juego.
Oliver dibujó una sonrisa radiante en su rostro cuando vio que Ardeen por fin reaccionaba. Y no solo eso... ¡parecía sentirse mucho mejor!
Miro a Mircea y a Ardeen alternativamente, contento por la situación. Y, cuando la chica los abraza a los dos, él hace lo mismo, atrayéndolos hacia él, en un abrazo sincero. Claro que sí. Definitivamente, son sus amigos. Su familia allí, en ese colegio, durante este año y durante los próximos seis años.
-¡Menos mal, Ardeen! Menudo susto... ¿Seguro que estás bien?- acaba por decir, mirándola aun con cierta preocupacion, mientras niega, con aire despreocupado- Y no digas tonterías... ¿Cómo ibamos a dejarte sola? Somos amigos, ¿no?- esbocé una sonrisa, quizas no tan enorme como las de costumbre, pero sí total y absolutamente sincera. De corazón.
Y es entonces cuando hace referencia al baile y asiento, efusivo- ¡Claro que sí! Ademas, le he prometido a la señora Pomfrey que cuidaré de ti, asi que... ¡nada de qué preocuparse! - añadió el chico, tendiéndole entonces el brazo, por si quería agarrarse a él.
En cuanto a Mircea, conforme Ardeen le preguntó, Oli volvió su mirada hacia él, sabedor de los planes que tenía. E, inevitablemente, acabó riéndose por lo bajo, esperando una respuesta por parte de su amigo.
-Vamos a la Sala Común y se lo cuentas mientras, Mir... - dijo entonces, invitándolos a salir de allí, con ganas de prepararse para la fiesta.
Iba a ser una noche genial. Estaba seguro.
¡A la Sala Comun! :D
Ardeen siguió a sus compañeros cogiendo del brazo a Oliver
A la sala común
Los heridos de la clase de duelo deben permanecer todo el turno allí para recuperarse. Puedes entregarles una crema antichichones o lo que se te ocurra. Pero te recuerdo que el uso de pociones está muy restringido.
Por cierto, eres una anciana que ya era anciana con HP y ahora que han pasado 40 años, aún sigues currando allí.
La enfermería en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería está dirigida por Madame Poppy Pomfrey. Los estudiantes (y, presumiblemente, el personal) que sufren accidentes y lesiones durante el año escolar son enviados o llevados a la enfermería para ser curados. La enfermería está bien equipada para hacer frente a todo tipo de lesiones mágicas o mundanas, desde fracturas hasta renovación de huesos. Sólo en casos más graves los pacientes son enviados al Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas para tratamiento adicional.
Cuando entran los chicquillos, Poppy se encontraba atendiendo a uno de los chicos de los cursos altos. Si hubieran llegado unos pocos minutos antes, los de segundo habrían estrenado la enfermería.
Pasad, pasad, ahora mismo os atiendo, anuncia la enfermera mientras aplica un poco de pomada en el brazo de una chica de sexto que parecía haber sufrido un brote alérgico.
Veamos, qué tenemos aquí. Hufflepuff y Slytherin juntos. ¿Sois de segundo, no? Es bueno ver que desde pequeños sois capaces de unir casas, sonrió. ¿Qué ha pasado?
Hola - dije cuando nos habló.
Ha habido un pequeño percance en la clase de duelo, y uno de los chicos que ha sido alcanzado por un conjuro he sido yo - continué hablando sonriendo.
Tengo la pierna izquierda algo dolorida, aunque no creo que sea nada, al menos eso espero.
El otro chico es ése - dije señalando a Oliver. El resto viene a acompañarnos.
Oliver llegó a la enfermería con el resto de sus compañeros, con paso algo dolorido. Aún así, sonrió abiertamente cuando vio a la señora Pomfrey, alzando el brazo derecho, el que no le dolía, para saludarla:
-¡Buenos dias, señora Pomfrey! Me alegro de verla... ¿Como fue el verano? -le preguntó, antes de nada, asintiendo después a sus palabras- Fue un accidente en clase, sí, pero no es nada, creo... A mi... me duele mucho este brazo... - dijo, llevándose la mano hasta el brazo izquierdo, con una mueca de dolor.- Y me he cortado por la cara... ¡pero eso sí que no es nada!
¿Así que duelo, eh?, preguntó la enfermera. Mientras paseaba para preparar dos camas, refunfuñó un poco, con 12 años y aprendiendo a combatir, como han cambiado las cosas...
El verano, bien, bien, contestó al chico mientras revisaba su brazo. A ver...
Anda, túmbate en esa cama, dijo indicándole a Oliver.
Y a ver qué tenemos aquí, murmuró revisando la pierna del otro chico herido.
Túmbate ahí al lado, ahora estoy con vosotros, le dijo a Morpho.
No es nada grave, les tendréis de vuelta para la hora de la comida, anunció a los acompañantes. Si queréis quedaros, acercar sillas, pero seguro que con el buen día que hace no querréis pasaros toda la mañana aquí encerrados.
Tarareó mientras localizaba la pomada apropiada para aliviar el dolor de los chicos.
Buenos días, Señora Pomfrey. Veo que el verano le ha tratado bien, me alegro de volver a verla. Saludó, observando la enfermería. Se lleva las manos a la corbata, apretandola, y tras eso se cruza de brazos, dejando a los alumnos heridos hablar primero. Cuando Morpho dice que los demas hemos venido a acompañarlos, asiento con la cabeza.
¿Tendrán que quedarse hasta la hora de comer? Pregunta, alzando las cejas, sorprendido. No esperaba que fuera a tardar tanto. Bueno, Señora Pomfrey, tampoco vamos a dejar a nuestros compañeros aqui solos ¿No? Yo me quedaré.
La enfermería en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería está dirigida por Madame Poppy Pomfrey. Los estudiantes (y, presumiblemente, el personal) que sufren accidentes y lesiones durante el año escolar son enviados o llevados a la enfermería para ser curados. La enfermería está bien equipada para hacer frente a todo tipo de lesiones mágicas o mundanas, desde fracturas hasta renovación de huesos. Sólo en casos más graves los pacientes son enviados al Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas para tratamiento adicional.
Daphne dejó entrar a los chicos, manteniéndose a un lado mientras Oliver y Morpho Venom eran atendidos, iba a cerrar tras de sí mientras saludaba con un hilo de voz a la señora Pomfrey cuando Sara entró en la enfermería.
Hum, sería mejor que les dejara solos para que puedan hablar de duelo.
-Os dejo que habléis, poneos bien, chicos...-se despidió de un cabeceo tanto de los chicos de Slytherin como de Oliver y Sara, cerrando la puerta tras ella para que la enfermería quedara de nuevo aislada del bullicio de los pasillos.