Partida Rol por web

Cassius asintió.

si, ya es hora de ir a clase. No creo que llegar tarde sea una buena manera de empezar el curso.-Sonrió levemente.

Está bien, vamos. Arthur, ¿vienes o te vemos allí?

El muchacho dió un último sorbo de aquél sabroso zumo y se puso en pie.

-Os acompaño...

¡Ya está servido el almuerzo del día 1!

Llegué a la mesa del comedor y saludé a mis compañeros de casa, no se que me tocaría después en la clase de adivinación, pero ahora no podía parar de pensar en la tumba que habíamos descubierto y lo que exploraríamos el domingo.

-Tengo un hambre -dije mientras me servía algo para comer.

Me senté justo después de Amon para luego responder a su queja -¡Con todo lo que hemos hecho hoy... Estoy por comer cualquier cosa!-

-Y aún nos queda otra clase, a ver que tal se nos da esta... a ver si completamos todos los de Slytherin de nuevo los hechizos con éxito -esbocé una sonrisa y me introduje un trozo de carne en la boca

Terminé de comer y me desparramé por la silla mientras me estiraba

-Que pereza me da siempre el hacer cosas después de comer, siempre me dicen que coma menos, pero... me encanta comer buena comida -dije mientras sonreia- cuando hayas terminado nos vamos a la siguiente clase, pero intentemos no llegar tarde, ¿vale?- dije a Edward mientras me ponía las manos en la nuca

Mientras Amon hablaba, Edward comía como glotón, poco a poco el joven se dejaba llevar por sus impulsos como cualquier niño aria a sus respectivas edades, cosa que no pasaría si aun estuviera en casa.

Paro unos segundos para mirar a su compañero y responder de forma afirmativa sin mediar palabra, ya que la boca estaba llena.

Unos bocados mas y ya Edward terminaba por sentirse satisfecho, a lo que luego de aquel rato dijo -Sip, te entiendo perfectamente- mientras se acariciaba la pansa y luego comento -Bueno sera mejor irnos por que tenemos que ganar mas puntos-

Pues yo creí que estábamos aquí para aprender, no para ganar puntos -dije sonriendo mientras me levantaba para ir a la clase- a ver que tal se nos da esta de adivinación... espero que bien

-Vamos iendo a la clase- me levanté y nos pusimos en camino

-¡Claro, no dudes por un minuto que saldremos bien de esta y de las que vengan!- dijo casi saltando de la emoción por entrar a clases.

-En respuesta a lo anterior... Claro que vinimos a aprender, pero si hay competencia es mucho mejor, así es algo mas divertido... ¿no crees?- decía mientras ambos caminaban en dirección a la clase.

Por la puerta aparecio James, era un chico rubio con una gran sonrisa, vestia con el uniforme y parecia bastante perdido. Al entrar tubo que mirar un par de veces para asegurarse que estaba el sitio correcto, se acerco a un grupo de chicos, los mas pequeños del comedor.

Hola, sois los del primer curso no?

Comí algo más de la cuenta de lo que estaba acostumbrado, siguiendo el hilo de conversaciones, hasta que un chico llamado James nos hizo una pregunta...

Sí, somos nosotros, siéntate en donde puedas.

Poco después me levanté para ir hacia clase de adivinación.

Gracias, dice con una sonrisa.

Cuando boserva que su nuevo compañero se marcha, coge un par de trozos de bizcocho y se levanta para pillarle.

Espeña, espera....que no se donde esta la clase.

Sam llegó con un poco de prisa porque si no llegaría tarde a la clase de adivinación. Comió rápido y se marchó igual

Arthur se presentó en la mesa con total tranquilidad justo cuando Sam se retiraba para ir a clase. La despidió con un gesto de la cabeza y una sonrisa discreta antes de empezar a servirse el almuerzo.
Había estado paseando junto al lago, preguntándose qué habrçia visto aquella noche bajo las aguas. En una conversación con uno de los estudiantes veteranos la noche anterior le había insinuado que había un monstruo acuático ahí abajo, pero no le especificó el qué. La curiosidad le podía y hab´çia perdido mucho tiempo mirando la superficie cristalina y meditando. También había practicado un poco el hechizo de ilusión sonora evocando la sirena de un barco o el graznido de las gaviotas. Más que nada como entretenimiento...

Cuando por fin le llamó el apetito acudió a la mesa. Era ya bastante tarde y sabía que no llegaría al inicio de la clase, de modo que decidió pasar la hora en la biblioteca. Después de todo habían dicho que podían faltarse tres veces a clase antes de ser castigado, ¿no?, podía recuperar la hora sin tener que atragantarse comiendo.
El muchacho tomó un largo trago de agua y paladeó un pedazo de carne estofada. Además la mesa estaba prácticamente vacía por lo que estaba mucho más cómodo. Una vez terminó se limpió la boca con su servilleta y se retiró en busca de la biblioteca...

¡Ya está servida la cena del día 1!

Sam llegó al Gran Comedor. Buscó un lugar con espacio para que Arthur se sentara a su lado.

Se llenó el vaso de zumo y se puso a comer

Entro al comedor y me busco un hueco por donde siempre y vió que estaba Sam allí

-Buenas, ¿lista para las clases de mañana? -coge un poco de comida y se llena el vaso de zumo