Partida Rol por web

- ¿Adolf? –Pobre Linc, pensó Asterope, sus padres ni siquiera se molestan en escribirle la carta-. Pues a ver si les haces caso y tienes más cuidado, que te metes en unos líos buenos tú –Se rió un poco cuando hizo referencia a "sus contactos". Se le había escapado esa palabra tan propia de su familia-. Sí, bueno, es que mi familia más que amigos quiere que tenga –Levantó las manos e hizo el gesto de comillas con los dedos- "contactos" para el futuro. Ya ves... Que no digo que no sea útil, pero es que se creen que es todo lo que importa para triunfar. A ellos lo de estudiar para llegar alto no les convence –Ignorantes... Como a ellos les ha ido tan bien con sus ideas-. Y, bueno, sí, tengo seguridad en la escoba. Pero aparte de eso tendría que practicar mucho para que se me diera bien y no es lo que quiero, así que nada.

Se irguió un poco y acabó sentada con las piernas estiradas sobre el sofá y la espalda apoyada en el reposabrazos-. Mmmm... vale, podemos dar una vuelta si quieres. Hace un tiempo estuve en un puente chulísimo que está sobre el lago y desde entonces he querido enseñártelo. Si te apetece ir allí, te llevo. ¿O querías ir a otra parte?

La pregunta del baile no le pilló por sorpresa; al fin y al cabo, algo tendrían que hablar para prepararlo-. Pues nada. Si lo primero que pensé cuando lo escuché fue en quedarme en la habitación... –Estaba claro: Un evento social, lleno de gente, donde había que bailar y lucir traje. Nada que atrajera a Asterope-. Pero, no sé. ¿Un disfraz? ¿Se puede ir disfrazado? -Recordaba haber oído hablar de eso a los chicos de segundo y le pareció algo raro-. ¿De dónde vamos a sacar el tiempo y el material? Solo queda una semana y te he dicho que no me he traído gran parte de mi ropa, mucho menos mis disfraces... 

Lincoln sonreía al escuchar hablar a Asterope, se sentía genial, como si los problemas no existieran a su alrededor, la carta no significaba nada ahora mismo, ni los enfados, ni siquiera el no poder hacer Quidditch, ahora mismo Linc se sentía genial y lo demostró dejando salir un suspiro junto a una sonrisa en su cara, a lo que reaccionó rápidamente incorporándose y mirando a su amiga -Pues es sencillo, ejem...- Tragó saliva, como intentando demostrar que esa sonrisa y suspiro no habían existido y continuó -había pensado en ir de mortífagos- Notó la cara de su amiga y solo pudo intentar calmarla levantando una mano -Calma, calma, es lo mas fácil de hacer, cogemos algo de tela negra, recortamos unos cuadrados y los colocamos sobre nuestra túnica de Hogwarts, sobre los emblemas de las casas, solo necesitamos un par de máscaras para pintarlas de plateado y ya tenemos el traje ¡¿Que te parece?!- Dijo sonriendo a su amiga y por un momento, cuando se quedó fijamente mirándola, su pecho fue a 100 por hora y no supo como reaccionar a aquello, por suerte, estaba a una distancia considerable, al haberse sentado en la butaca y Aste no podía darse mucha cuenta, o eso esperaba él...

Asterope miraba a Linc y notaba algo extraño, aunque no sabía el qué. La miraba fijamente y con una cara más iluminada que de costumbre. Pensaba en qué podía pasarle cuando de repente soltó que quería disfrazarse de mortífago. La chica, que aunque no sonreía había estado tranquila y contenta hasta entonces, adoptó un rostro más serio y bajó la mirada.

Mientras Linc le explicaba cómo pensaba hacer el disfraz, a la pequeña le venían recuerdos de las pocas veces que habían hablado del tema. Conocía su opinión al respecto y eso la entristecía, porque ella no pensaba igual. Cuando terminó, solo pudo decir una cosa:- Pero, Linc... ¿no crees que es un poco inapropiado ir de eso? Fueron gente espantosa y que hizo mucho mal y... –Mantenía un tono tranquilo. No quería discutir con Linc ni tampoco meterse mucho con la familia de Kendra e Ithan, pero tenía que decir algo al respecto. Seguramente había en el colegio gente cuyos abuelos murieron a manos de los mortífagos y, además, podría parecer que los estaban ensalzando-. Y no sé si está bien. –La verdad es que Linc no se lo ponía fácil. Era difícil hablar con él cuando no le quitaba el ojo de encima y la miraba con tanta ilusión por la idea que había tenido.

Lincoln cambió su mirada de ilusionado y feliz a extrañado, pero feliz -Jaja, a ver, se trata de Halloween, osea que tienen que dar miedo o ser algo malo "para algunos" ¿No? Mi abuelo fue mortífago junto a Dolohov... -Se calló un momento al ver la cara de su amiga e intentó llevar la conversación por otro lado- Un día te lo contaré, pero hoy no, hoy hablemos de ésto- Se rascó la cabeza y sonrió -Lo que quiero decir es que se como son sus ropas y sus máscaras, lo tenemos todo en casa, me lo se de memoria, hasta sus movimientos... mi padre me ha contado muchísimas historias-

Se dio cuenta de como no paraba de mirarle su amiga al hablar sobre los mortífagos y no entendía ese miedo -Hazme caso, será sencillo de hacer y es lo que mas miedo dará, ni hombres lobo ni estupideces, si vamos de mortífagos todos se asustarán y vamos a triunfar jaja- Intentó hacerla sonreír pero no iba a ser una tarea fácil.

Asterope se puso un poco tensa al escuchar que el abuelo de Linc había sido también mortífago. Sabía que su familia simpatizó con la causa, igual que la de ella, pero no que habían estado tan metidos. ¿Pero cuántos descendientes de mortífagos hay en este colegio? No obstante, se tranquilizó al pensar que Kendra, por ejemplo, no era para nada como su abuelo; y lo mismo Ithan. Así que no tenía que temer nada. Si una Lestrange había podido cambiar su forma de ver la sociedad mágica, un Siral seguro que podría.

Así que siguió pensando en los disfraces. Seguía sin convencerle del todo la idea de los mortífagos, le parecía demasiado fuerte y alguien podría verse ofendido. Pero, por otro lado, Linc tenía razón. La fiesta de Halloween siempre ha estado relacionada con muertos, criaturas terroríficas, seres oscuros y cualquier forma de miedo posible. ¿Acaso la gente no se disfraza siempre de aquello que más teme y que más daño le puede hacer? De hecho, en una ocasión vio hasta tres Grindelwalds en una fiesta de Halloween en la que se colaron sus padres y ella. Y nadie se sintió ofendido. Y era de verdad un traje sencillo. Además, así no tendría que preocuparse por la ropa que fuera a llevar... Este último pensamiento terminó de animarla.

- Mmmm... Con una condición –Se puso seria para advertirle de algo-: Nada de bromas malvadas sobre el tema ni insultos a los hijos de muggles o algo del estilo, ¿eh? No quiero que la gente piense que estamos a favor de estas cosas, que bastante mala fama tenemos ya los Slytherin -De hecho, tenía pensado dejárselo claro a los demás desde el primer momento-. Y lo digo en serio. La fiesta es para pasarlo bien, no para burlarse o atacar a los demás -Que hubiera pasado casi medio siglo desde la época de terror de los mortífagos no quería decir que las heridas estuvieran cerradas.

Una vez hecha la advertencia, se relajó y le dedicó una sonrisa-. Nos lo vamos a pasar muy bien, seguro.

LInc miró extrañado a Aste cuando le comentó que solo sería con una condición "¿Una condición? Pero que..." Antes de poder ni pensarlo Asterope le dijo lo que tenía en mente y Linc no pudo evitar reírse -¿Bromas? Poooooor favor... ¿Yo hacer ésas cosas? "Y tanto que las haré" confía en mi Aste- Linc pensó que al decir éso, ella se sentiría mas tranquila, así que acto seguido siguió con sus cosas

Estando sentado en la butaca recordó una cosa y sus ojos se abrieron de par en par -Eh, tengo una idea- Dijo levantándose y dirigiéndose a las escaleras -Hay alguien que quiere conocerte desde hace tiempo, ahora vuelvo- Y así, Linc desapareció escaleras arriba.

Linc subió a buen ritmo al cuarto, para en cuestión de segundos bajar de nuevo con su serpiente rodeandole por el cuello y cintura, se acercó de nuevo a su butaca y se sentó ahí

-Eh eh eh, que me ahogas- Dijo a Aphrodita mientras se sentaba y ésta se cargolaba mas en él, símbolo de que estaba nerviosa al estar fuera de la habitación y acto seguido, frente a Asterope -Aphrodita, ésta es Asterope- Se acercó un poco mas y le susurró -Y mas te vale que os lleveis bien- Alzó la mirada y sonrió a Asterope -Es inofensiva, no mu... Aghhh- Dijo cuando vió que la serpiente le miraba mal y le apretaba el brazo -Aphro Aphro Aphro, PARAAA- La serpiente paró y se acercó poco a poco a Asterope, si fuera un perro podríamos decir que estaba oliendola -No muerde...- dijo acabando la frase anterior.

Asterope estaba algo más tranquila. Si Linc le había prometido no hacer nada malo, seguro que lo cumplía. Al fin y al cabo, era imposible que el chico quisiera arriesgar su amistad con ella y que volvieran a estar enfadados-. Genial, entonces. ¿Habrá alguien que vaya de hombre lobo? Porque la mayoría de ellos lucharon al lado de los mortífagos, haríamos un buen grupo... –Esto último casi lo decía más para ella que para Linc. Siguió pensando en ello cuando su amigo salió disparado a la habitación para traer a alguien misterioso que quería conocerla. ¿De quién está hablando este?

Cuando bajó con su serpiente, Asterope se quedó fascinada-. Uaaaah... Nunca había visto una de cerca. Tenía ganas de conocerla, desde que me hablaste de ella cuando nos conocimos –Cuando vio que Aphrodita intentaba romperle el brazo a Linc, se quedó un poco sorprendida. ¿Inofensiva? Creo que no coincidimos en el significado de esa palabra-. ¿Estás seguro de que no muerde? Porque la veo un poco alterada, ¿eh? –El animal se acercó a ella para olerla y puso la mano delante, pero alejando el resto del cuerpo de los colmillos envenenados de la pitón.

- Me encantaría presentarte a Hefesto, pero se ha quedado volando por ahí fuera. Supongo que habrá ido a cazar algún ratón –Se fueron tan rápido del lago que no le dio tiempo a esperarlo para irse juntos. Además, como pensaba que iban a ir al aula de duelo, no quiso tampoco llevárselo con ella-. Pero tú lo conoces, ¿no? Lo viste un momento el primer día, cuando coincidimos en la lechucería, ¿recuerdas? 

Linc sonrió al escuchar a Asterope hablar de los hombres lobo, la verdad es que siempre le había fascinado ésa raza ¿Cómo sería que te arañaran o te mordieran y te transformaras en uno de ellos? "Sería increíble..." Por un momento se quedó soñando despierto, pero rápidamente se le fué de la cabeza y contestó a su amiga -Sí, alguno irá, no se si tu amigo Joey o algún otro, ni idea... ¿Quieres que le propongamos a Ithan y Kendra el ir con nosotros?- Se paró un segundo pensando, no era mala idea, ya que eran los únicos de todo Hogwarts de primero con los que se podía hablar y estar bien.

Al empezar a hablar de la serpiente y de su búho Linc se echó a reír, era como si la serpiente le representase a él y el búho a su amiga, no se parecían en nada, pero a pesar de ello, congeniaban genial -Sep, le vi a principio de curso, cuando coincidimos en la lechuzería, y lo conoceré tranquila jaja- Se calló un segundo y esperó mirando a su alrededor, le sorprendía que nadie hubiera llegado aún, pero se mantuvo callado y bajó la mirada -Buf, el lunes que viene me toca comer ya en la mesa Gryffindor... como vea a ése idiota de Noah... igual empieza una batalla campal en su mesa, tu si ves hechizos salta con tu Agotattem jajaja, pero apuntales a ellos, que nos conocemos... jajajaja- Se echó a reír y esperó la contestación de su amiga.

- ¿Joey? Pues espero que ese no se nos acerque. –Quería escuchar su repertorio de "piropos" lo menos posible-. Vale, podemos decírselo a esos dos a ver qué piensan. Aunque no sé qué opinarán, es un disfraz arriesgado, pero bueno. –Se quedó mirando al fuego durante unos segundos. No sabía muy bien por qué había aceptado. Le parecía una idea bastante peligrosa, pero le había dicho que sí sin mucha discusión. Estaba claro que Linc ejercía en ella una influencia que no había esperado.

- Bueno... espero que lo pases muy bien con los Gryffindor –Ya se había olvidado del resultado de la famosa apuesta. Se puso seria cuando mencionó a Noah. Aún no le había perdonado el ataque gratuito a su amigo-. Pues ojalá ganes si pasa algo. No sé si veré la batalla desde nuestra mesa, pero ya me contarás el resultado –Puso cara de indignación cuando Linc insinuó, falsamente, que ella lo usaba como víctima de sus Agotattems-. ¡¿Cómo que nos conocemos?! Oye, ni que fuera yo atacándote todos los días, ¿eh? Que solo lo hice una vez... Bueno, dos, pero la primera me diste permiso.

Lo miró sonriendo, mientras acariciaba un poco a Aphrodita. Estaba tan bien ahí en la sala común, sin nadie que los molestara. Por desgracia, tenían que ir saliendo de ahí. Se dio cuenta de la hora que era y ya tocaba cenar. Atesoró los últimos segundos a solas con Linc antes de volver a sumergirse en la multitud de alumnos que habría por los pasillos y el comedor.

- ¿Vamos a cenar? Yo tengo hambre. Y quizás luego podemos ir a dar esa vuelta que decías antes, ¿te parece? Si te apetece ir al puente que te he dicho, te llevo. Y si quieres ir a otro sitio, me da igual. Con tal de que no haya gente... –Suspiró algo irritada al recordar lo mal que lo había pasado esa tarde-. Ya he tenido suficiente antes. Pensaba que me había acostumbrado a estar rodeada, pero está claro que no.

- Bueno, te espero aquí mientras subes a dejar a Aphrodita, ¿vale?

Asterope y Linc había estado hablando un rato largo en la sala común. Era increíble que no hubiera llegado nadie en todo ese tiempo. Mucho mejor para ella, desde luego. La niña estaba a punto de salir hacia el comedor, pero al final cambió de idea-. Oye, espera –le dijo a Linc mientras se levantaba del sofá-. En realidad no tengo ganas de bajar. Por mucha hambre que tenga, estoy agotada. Ha sido un día... interesante.

Acarició un poco más a Aphrodita y se despidió de Linc-. Me voy a dormir. Y tú deberías, que ya sabes lo que te cuesta levantarte –Le removió un poco el pelo al pasar a su lado-. Que pases buena noche. 

Sam llegó a la sala común. La atravesó mientras lucía una sonrisa macabra. Saludó con un gesto de cabeza a los que allí estaban y se fue a dormir.

La sonrisa de Kendra era muy distinta a la de Sam. Alzo una mano, saludando a los que aun quedaban en la sala comun, y casi flotando, entró en el cuarto de las chicas. Jamás olvidaria esa noche. Jamás.

Pasó por la sala común directa al dormitorio. No vio a nadie conocido allí pero tampoco se sorprendió por ello. 

Kendra llego a la sala comun, y tomo asiento en uno de aquellos comodos sillones de piel, frente a la verdosa chimenea, que tan reconfortante resultaba a aquellas alturas de año.

Saco su cuaderno de dibujo entonces, pasando algunas hojas distraidamente, mientras jugueteaba con una pluma entre sus dedos, esperando a que Asterope bajara y se uniera a ella. 

Asterope bajó a la sala común poco después de Kendra. Iba con su uniforme, como de costumbre, pero en esta ocasión llevaba algo nuevo: Un broche con forma de jack-o'-lantern con el que sujetaba su capa. Un adorno especial para ese día.

No tardó en encontrar a su amiga sentada frente al a chimenea, puesto que no había nadie más en la sala. Aún era demasiado pronto como para escuchar mucho bullicio. Fue rápidamente a sentarse junto a ella-. Buenos días, Kendra. ¿Dibujando? -Dejó su mochila a un lado de su sofá-. ¿Nerviosa por este día? -Sabía que su amiga estaba entusiasmada por el baile de Halloween.

Kendra sonrio, al ver a Asterope, fijandose especialmente en aquel bonito broche que llevaba- ¡Hola Aste! Que broche mas guay... - la elogio, nada mas verla, palmeando un par de veces el asiento contiguo, para que se sentara junto a ella.

Negó entonces, cuando Asterope le pregunto si estaba dibujando, mostrandole su cuaderno, entre cuyas paginas habia doblado un trozo de pergamino escrito. -Estaba echandole un vistazo a los dibujos mientras te esperaba. -dijo, tendiendole el cuaderno por si queria verlo.

Y entonces, le sonrio, con gesto complice, bajando ligeramente el tono- La verdad es que un poquito... Tenemos que hablar... - dijo, con una sonrisilla, haciendo que, por el tono, la conversacion de ambas se tornara mas... privada. -¿Teneis ya listos los disfraces?

Asterope sonrió cuando Kendra elogió su broche. Estaba muy orgullosa de él, era de las pocas cosas bonitas que tenía. Cogió el cuaderno de Kendra para mirar sus dibujos. Los nuevos, al menos, porque ya en una ocasión les había echado un vistazo. Justo entonces se le acercó para hablarle en voz baja, para que no las escuchara nadie que pudiera bajar en ese momento de la habitación.

- Cuenta, cuenta –respondió cuando su amiga le contó que tenían que hablar-. Uf, pues más o menos. Habíamos pensado en disfrazarnos de mortífagos... Bueno, en realidad lo pensó él y yo acepté. No me parece buena idea, pero... no sé... no he podido decirle que no –Su falta de voluntad le disgustaba, pues se había visto convencida casi al instante. Pero al mismo tiempo estaba contenta por poder hacer algo juntos-. Por cierto, me dijo que os lo contáramos a Ithan y a ti, por si os queríais apuntar para ir todos juntos. ¿Os lo contó? Es que esta semana he estado tan liada que se me olvidó.

Había estado liada sobre todo preparando el disfraz, que al final no fue tan fácil como Linc había prometido. Al menos para ella.

Kendra asintio, ante la idea de disfrazarse de mortifagos- Pues... a mi no me ha dicho nada, vaya... Pero estabamos buscandoos para preguntaros de qué os ibais a disfrazar. Y si, creo que de mortifagos puede ser divertido... Despues de todo es Halloween, ¿no?- dijo, quitandole importancia a la preocupacion de Asterope, con una media sonrisa- Si quieres, como he quedado despues de clase con Ithan y hoy se supone que empieza la semana de "comamos todos en Gryffindor" podemos quedar los cuatro y apañar los disfraces... ¿no crees? Seguro que encontramos algo por ahi... - dijo, con una media sonrisa y aire ilusionado. Lo cierto es que tenia muchisimas ganas de ir a la fiesta.

Y, cuando Asterope le dijo a Kendra que le contara, una sonrisilla aparecio en sus labios, incontenible- No te lo vas a creer.... Ithan y yo fuimos a cenar solos, a los jardines que hay mas alla del lago, despues de la fiesta y....¿a que no sabes que? Estuvimos abriendo juntos la correspondencia de su familia, y nos reimos mucho... Incluso me regalo una pluma magica de esas que escriben solas... Y entonces, hubo una carta que no me quiso dejar leer porque su hermana ponia no se qué de mi y le daba vergüenza, creo.... Y entonces comenzamos a pelearnos de broma... y acabamos rodando y, no se como, acabe encima de el y... Me beso, Aste... ¡Aqui ! - exclamo, emocionadisima, y roja como un tomate, señalandose los labios- ¡Y yo le di otro beso! Madre mia, casi me da un infarto, tia, en serio.... - explico, riendo entonces, con un claro nerviosismo causado por la vergüenza.